• — ¿Qué? ¿Nunca habías visto que una poción saliera mal? Pfft, ahora resulta que todos son expertos en esto. ¿Y qué si lo hice a propósito? Se ven genial a final de cuentas, ¿no crees?
    — ¿Qué? ¿Nunca habías visto que una poción saliera mal? Pfft, ahora resulta que todos son expertos en esto. ¿Y qué si lo hice a propósito? Se ven genial a final de cuentas, ¿no crees?
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  • Al beberme una poción, fui convertida en una hermosa gatita. Correteando por las calles, sintiendome libre. Pero al ser perseguida por algunos gatos. Empecé a correr desesperadamente chocándome contra una pierna. Ryo Kenji, cayendo de culo y levantando la vista al verlo. Empezando a maullar.
    Al beberme una poción, fui convertida en una hermosa gatita. Correteando por las calles, sintiendome libre. Pero al ser perseguida por algunos gatos. Empecé a correr desesperadamente chocándome contra una pierna. [Ryu_Kenji], cayendo de culo y levantando la vista al verlo. Empezando a maullar.
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  • — ¿Qué es lo que me está faltando?

    Elam se golpeó la cuchara de madera un par de veces contra los labios, casi como si el sonido pudiera ayudarle a pensar mejor. ¿Cúrcuma? No, eso no era. ¿Jengibre? No, ni loco. ¿Pimienta? Ya lo había intentado tres veces con eso y sentía que le hacía falta algo más. Qué difícil era tener que replicar una receta vieja de la que no tenía idea las cantidades ni los verdaderos ingredientes. Si Solei estuviese allí, con él, ¿le revelaría el secreto detrás de la receta? Sí, lo haría por el inmenso amor que le tenía porque, después de todo, así era la naturaleza de su madre. Siempre dispuesta a ayudarlo cuando le veía sufrir con un grimorio o una poción.

    — No, deja de pensar en eso. ¿Por qué diantres tuve que pensar en eso ahora? —Elam refunfuñó. Ya no era un chiquillo que necesitaba de su madre para todo, era un adolescente, casi un adulto, claro que podía valerse por sí mismo así tuviera que replicar la poción veinte veces hasta lograrlo. Por ello, comenzó a darse golpes con la cuchara una vez más, solo que ahora fue en la frente, mientras recitaba uno a uno los ingredientes.— Corteza de roble. Hierba de víbora. Polvo de araña. Hueso de lobo. ¿Qué es lo que falta? ¡Ah, maldita sea! Tendré que probar todo otra vez.
    — ¿Qué es lo que me está faltando? Elam se golpeó la cuchara de madera un par de veces contra los labios, casi como si el sonido pudiera ayudarle a pensar mejor. ¿Cúrcuma? No, eso no era. ¿Jengibre? No, ni loco. ¿Pimienta? Ya lo había intentado tres veces con eso y sentía que le hacía falta algo más. Qué difícil era tener que replicar una receta vieja de la que no tenía idea las cantidades ni los verdaderos ingredientes. Si Solei estuviese allí, con él, ¿le revelaría el secreto detrás de la receta? Sí, lo haría por el inmenso amor que le tenía porque, después de todo, así era la naturaleza de su madre. Siempre dispuesta a ayudarlo cuando le veía sufrir con un grimorio o una poción. — No, deja de pensar en eso. ¿Por qué diantres tuve que pensar en eso ahora? —Elam refunfuñó. Ya no era un chiquillo que necesitaba de su madre para todo, era un adolescente, casi un adulto, claro que podía valerse por sí mismo así tuviera que replicar la poción veinte veces hasta lograrlo. Por ello, comenzó a darse golpes con la cuchara una vez más, solo que ahora fue en la frente, mientras recitaba uno a uno los ingredientes.— Corteza de roble. Hierba de víbora. Polvo de araña. Hueso de lobo. ¿Qué es lo que falta? ¡Ah, maldita sea! Tendré que probar todo otra vez.
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  • El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción.

    Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla.

    En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara.

    Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan.

    El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba.

    Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener.

    Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas.

    Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria.

    Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña.

    Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin.

    Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila.

    —Es hora de volver a ser yo...

    Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
    El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción. Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla. En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara. Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan. El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba. Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener. Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas. Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria. Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña. Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin. Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila. —Es hora de volver a ser yo... Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
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  • 𝙻𝚊 𝚎𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊
    ═════════════
    Había recibido información de un autoproclamado "Coleccionista Inhacedero" que vivía en la zona y alardeaba tener en su poder una planta casi extinta: Cymbalaria muralis.

    Mezclando esta, con belladona, arsénico y plomo resultaba la temida αgυα тσƒαηα

    Era una especie de suero de la verdad que producía en quien la tomara un fuerte dolor en el pecho acompañando de espasmos musculares pero sin afectar la conciencia para que la persona que lo consumiera pudiera confesar verdades que en otras circunstancias no lo harían.

    Necesitaba la flor para poder preparar la poción que bajo anonimato una mujer con influencias le había solicitado, la paga era buena y además la hechicera obtendría cierta invisibilidad en los territorios circundantes, algo que le servía para seguir trabajando.

    Pero cuando iba al encuentro de este famoso coleccionista Sigrid fue interceptada a medio camino por un semi demonio que requería de sus servicios, algo que en el momento a regañadientes aceptó, pero que costó el encuentro con el coleccionista y por consiguiente el poder comprar la planta

    En cuanto pudo reorganizó la reunión, sería cerca del mercado en el casco más antiguo de la ciudad; Los lugares públicos para la bruja siempre eran más seguros para transacciones.

    No conocía el aspecto del sujeto, pero tenían una palabra clave para identificarse.

    Pasaron largas horas... nadie aparecía. Un largo suspiro escapaba de la hechicera un tanto frustrada trataba de decidir si esperar un poco más o volverse a su hogar
    𝙻𝚊 𝚎𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊 ═════════════ Había recibido información de un autoproclamado "Coleccionista Inhacedero" que vivía en la zona y alardeaba tener en su poder una planta casi extinta: Cymbalaria muralis. Mezclando esta, con belladona, arsénico y plomo resultaba la temida αgυα тσƒαηα Era una especie de suero de la verdad que producía en quien la tomara un fuerte dolor en el pecho acompañando de espasmos musculares pero sin afectar la conciencia para que la persona que lo consumiera pudiera confesar verdades que en otras circunstancias no lo harían. Necesitaba la flor para poder preparar la poción que bajo anonimato una mujer con influencias le había solicitado, la paga era buena y además la hechicera obtendría cierta invisibilidad en los territorios circundantes, algo que le servía para seguir trabajando. Pero cuando iba al encuentro de este famoso coleccionista Sigrid fue interceptada a medio camino por un semi demonio que requería de sus servicios, algo que en el momento a regañadientes aceptó, pero que costó el encuentro con el coleccionista y por consiguiente el poder comprar la planta En cuanto pudo reorganizó la reunión, sería cerca del mercado en el casco más antiguo de la ciudad; Los lugares públicos para la bruja siempre eran más seguros para transacciones. No conocía el aspecto del sujeto, pero tenían una palabra clave para identificarse. Pasaron largas horas... nadie aparecía. Un largo suspiro escapaba de la hechicera un tanto frustrada trataba de decidir si esperar un poco más o volverse a su hogar
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  • A veces, cuando no está demasiado ocupado, se pone a divagar y pensar en múltiples posibilidades. A veces los efectos secundarios de una poción o un hechizo, otras tantas sobre cómo habría cambiado su vida si eligiese una afición diferente; pero siempre hay una pregunta que regresa para atravesar su mente como una feroz saeta: ¿Cuál es la mejor manera de cocinar una foca sin desperdiciarla demasiado?

    — Quizá sopa. Sí, sopa es la mejor alternativa. Y unos filetes, incluso carne seca. Siempre viene bien algo de carne seca para los viajes.
    A veces, cuando no está demasiado ocupado, se pone a divagar y pensar en múltiples posibilidades. A veces los efectos secundarios de una poción o un hechizo, otras tantas sobre cómo habría cambiado su vida si eligiese una afición diferente; pero siempre hay una pregunta que regresa para atravesar su mente como una feroz saeta: ¿Cuál es la mejor manera de cocinar una foca sin desperdiciarla demasiado? — Quizá sopa. Sí, sopa es la mejor alternativa. Y unos filetes, incluso carne seca. Siempre viene bien algo de carne seca para los viajes.
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  • «Espero que 𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆 no se asuste por el aspecto el día de hoy, cuando venga a visitarme y seguir con el acuerdo... »pensé mientras disfrutaba de una sandía a mis anchas.

    Jamás había sido una mujer que comiera fina o como una dama, ni cumplía expectativas femeninas, apenas y me gustaban usar vestidos o faldas, pero tacones eran algo de mi gran disgusto. En fin, este creo que es es el segundo día que la poción defectuosa está durando, por lo que, he preferido mejor calmarme por recomendación de Hermes Greek Mitology , que agobiarme. Después de todo, estoy cultivando y haciendo madurar otra mandrágora para que esta incómoda situación no ocurra de vuelta. Ademas debo ir al pueblo para comprar ciertos ingredientes que ya se me acabaron, hacer el antídoto está siendo más tedioso que de costumbre.

    «Ay, me preocupa la reacción de la señorita Elizabeth...»pensé mientras seguía comiendo el feroz pedazo de sandía. Disfrutando del manjar y del calor de este día soleado, siempre bajo el árbol y con mi tienda ambulante "El espejo del bosque", abierta para todo cliente.

    —Ñam, ñam... —se escuchaban sonidos pequeños de cuando mordía la zona rojiza de la sandía.

    Mis orejas se movían lentas y atentas, mi expresión solo reflejabq disfrute y paciencia, pensando en el horizonte.
    «Espero que [Liz_bloodFlame] no se asuste por el aspecto el día de hoy, cuando venga a visitarme y seguir con el acuerdo... »pensé mientras disfrutaba de una sandía a mis anchas. Jamás había sido una mujer que comiera fina o como una dama, ni cumplía expectativas femeninas, apenas y me gustaban usar vestidos o faldas, pero tacones eran algo de mi gran disgusto. En fin, este creo que es es el segundo día que la poción defectuosa está durando, por lo que, he preferido mejor calmarme por recomendación de [Sigmaleo25] , que agobiarme. Después de todo, estoy cultivando y haciendo madurar otra mandrágora para que esta incómoda situación no ocurra de vuelta. Ademas debo ir al pueblo para comprar ciertos ingredientes que ya se me acabaron, hacer el antídoto está siendo más tedioso que de costumbre. «Ay, me preocupa la reacción de la señorita Elizabeth...»pensé mientras seguía comiendo el feroz pedazo de sandía. Disfrutando del manjar y del calor de este día soleado, siempre bajo el árbol y con mi tienda ambulante "El espejo del bosque", abierta para todo cliente. —Ñam, ñam... —se escuchaban sonidos pequeños de cuando mordía la zona rojiza de la sandía. Mis orejas se movían lentas y atentas, mi expresión solo reflejabq disfrute y paciencia, pensando en el horizonte.
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  • —¡Oh no! Algo hice mal...

    Exclamé en cuanto me vi en el espejo y esta forma de semi loba seguía siendo mi aspecto, siendo ya el segundo día. La mirada rojiza parecía ser el reflejo divertido y tintineante de mi loba Astra.

    «Carajo, estoy en aprietos. Si alguien tiene su aroma alfa fuerte, mi instinto no perdonará ni evitará el momento»pienso nerviosa.

    «Tal vez divertirse y ser la compañía de alguien, no te caerá mal. Llevamos tiempo sin salir de la cueva»piensa Astra de una forma divertida y jocosa.

    —¡Oh no! ¡No tenemos que comer a cualquier macho! Hay que ser selectivas y no caer en situaciones molestas —dije levantando el dedo índice, determinada y sabia. Regañando de paso a mi loba.— Debo mirar que ocurrió con la poción para salir mal.

    Volví a mirar los ingredientes que utilicé, ya que había sobrado la mandrágora y la esencia de camaleón, la última no tenía nada malo, pero el primero....

    —Fuck** —gruñí molesta al no haberme dado cuenta antes.

    La Mandrágora no estaba en buen estado, sino que la raíz tenía una humedad excesiva al tacto, ¡DESCOMPUESTO! gritaba todo, hasta pude olfatear el aroma. Igh!

    —Tengo que hacer un antídoto pronto... O expondré en peligro a cualquier lobo. —murmuro para mi misma, mientras muerdo levemente mi dedo pulgar. Tratando de calmar mis nervios.
    —¡Oh no! Algo hice mal... Exclamé en cuanto me vi en el espejo y esta forma de semi loba seguía siendo mi aspecto, siendo ya el segundo día. La mirada rojiza parecía ser el reflejo divertido y tintineante de mi loba Astra. «Carajo, estoy en aprietos. Si alguien tiene su aroma alfa fuerte, mi instinto no perdonará ni evitará el momento»pienso nerviosa. «Tal vez divertirse y ser la compañía de alguien, no te caerá mal. Llevamos tiempo sin salir de la cueva»piensa Astra de una forma divertida y jocosa. —¡Oh no! ¡No tenemos que comer a cualquier macho! Hay que ser selectivas y no caer en situaciones molestas —dije levantando el dedo índice, determinada y sabia. Regañando de paso a mi loba.— Debo mirar que ocurrió con la poción para salir mal. Volví a mirar los ingredientes que utilicé, ya que había sobrado la mandrágora y la esencia de camaleón, la última no tenía nada malo, pero el primero.... —Fuck** —gruñí molesta al no haberme dado cuenta antes. La Mandrágora no estaba en buen estado, sino que la raíz tenía una humedad excesiva al tacto, ¡DESCOMPUESTO! gritaba todo, hasta pude olfatear el aroma. Igh! —Tengo que hacer un antídoto pronto... O expondré en peligro a cualquier lobo. —murmuro para mi misma, mientras muerdo levemente mi dedo pulgar. Tratando de calmar mis nervios.
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  • Había estado toda la tarde y casi tres noches preparando esta poción mágica, ahora solo faltaba que lo prepare tal y como había investigado hacerla; uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla.

    —Vamos bien, tiene buen color dorado rojizo... —miré en cuánto agua verdosa traslúcida se mezcló con la pluma rojiza del fénix. Caminé dos pasos hasta una mesita cercana donde se encontraba mi mortero de piedra con petalos de rosa negra machados previamente, lo tomé y volví a acercarme hacia a la poción.

    Espolvoreo el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, agarro el siguiente polvo: obsidiana en polvo, siguiendo la técnica de mezclar ahora tres veces hacia el sentido horario con la cuchara.

    —Huele bien, a rosas... ~

    Finalmente, me miro la mano y con determinación en mi mirada de color marrón claro, saco una garra de mi lado lobuno con dificultades. Para luego dirigir esa uña directamente hacia mi muñeca y rasguñar un poco para empezar a verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción.

    Inmediatamente luego de que mi sangre se vierte tal y como había memorizado la receta, esta cambia de color a una dorada intensa. Percibo un escalofrío de anticipación por toda mi espalda y nuca.

    —Espero que funcione esta poción...

    Lo miro unos instantes, río encantada. Para luego tomar el jarron y verterlo en cinco frascos. Perfecto. En cuánto guardo las otras cuatro, tomo entre mis manos el frasco que no guardé, y me lo tomo sin retrasar mas mi motivo, el líquido va cayendo por mi garganta y en cuanto termino la poción, dejandolo vacío. Algo en mi garganta y cuerpo arde y luego... ¡paft!

    El humo sale por mi nariz, orejas y boca al punto que me ciega tal y como si hubiera eructado. Pero no lo sentí como tal.

    Sin embargo...

    —¿Uh?

    «¿Porqué siento mis orejas mas sensibles?»pensé con desconcierto un momento.

    Me levantó torpemente de mi butaca y me dirijo al espejo. Quedando muda y tiesa frente a este.

    «Me siento diferente... ¡pero funcionó! Esta vez no somos una gran loba feroz en un sitio tan pequeño como este...»

    «pero mis ojos claros se fueron y los ojos de Astra se instalaron, su pelaje cambió mi cabello negro natural y corto...»pensé con una sonrisa tensa, incomoda. Realmente no me esperaba este resultado.

    —Tan solo espero que haya hecho todo correcto con la poción y mañana en la noche vuelva a ser yo....
    Había estado toda la tarde y casi tres noches preparando esta poción mágica, ahora solo faltaba que lo prepare tal y como había investigado hacerla; uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla. —Vamos bien, tiene buen color dorado rojizo... —miré en cuánto agua verdosa traslúcida se mezcló con la pluma rojiza del fénix. Caminé dos pasos hasta una mesita cercana donde se encontraba mi mortero de piedra con petalos de rosa negra machados previamente, lo tomé y volví a acercarme hacia a la poción. Espolvoreo el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, agarro el siguiente polvo: obsidiana en polvo, siguiendo la técnica de mezclar ahora tres veces hacia el sentido horario con la cuchara. —Huele bien, a rosas... ~ Finalmente, me miro la mano y con determinación en mi mirada de color marrón claro, saco una garra de mi lado lobuno con dificultades. Para luego dirigir esa uña directamente hacia mi muñeca y rasguñar un poco para empezar a verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. Inmediatamente luego de que mi sangre se vierte tal y como había memorizado la receta, esta cambia de color a una dorada intensa. Percibo un escalofrío de anticipación por toda mi espalda y nuca. —Espero que funcione esta poción... Lo miro unos instantes, río encantada. Para luego tomar el jarron y verterlo en cinco frascos. Perfecto. En cuánto guardo las otras cuatro, tomo entre mis manos el frasco que no guardé, y me lo tomo sin retrasar mas mi motivo, el líquido va cayendo por mi garganta y en cuanto termino la poción, dejandolo vacío. Algo en mi garganta y cuerpo arde y luego... ¡paft! El humo sale por mi nariz, orejas y boca al punto que me ciega tal y como si hubiera eructado. Pero no lo sentí como tal. Sin embargo... —¿Uh? «¿Porqué siento mis orejas mas sensibles?»pensé con desconcierto un momento. Me levantó torpemente de mi butaca y me dirijo al espejo. Quedando muda y tiesa frente a este. «Me siento diferente... ¡pero funcionó! Esta vez no somos una gran loba feroz en un sitio tan pequeño como este...» «pero mis ojos claros se fueron y los ojos de Astra se instalaron, su pelaje cambió mi cabello negro natural y corto...»pensé con una sonrisa tensa, incomoda. Realmente no me esperaba este resultado. —Tan solo espero que haya hecho todo correcto con la poción y mañana en la noche vuelva a ser yo....
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  • ๖ۣۣۜRαvєℕℕα 𒅒
    Rian entra en la tienda de pociones, sus botas resonando suavemente sobre el suelo de madera y el sonido de su armadura de placas lo distinguia de cualquier persona normal. La tienda está impregnada de un suave olor a hierbas y especias, y la luz de una lámpara colgante ilumina la estancia, proyectando sombras danzantes en las paredes llenas de frascos. El lugar está repleto de botellas de todos los tamaños y colores, alineadas en estanterías que cubren cada rincón.

    Se acerca al mostrador, observando los frascos con una mezcla de curiosidad y desconcierto. Algunos contienen líquidos burbujeantes, otros polvos de colores extraños. Las etiquetas, escritas con una caligrafía antigua y a veces ilegible, no le ayudan mucho a discernir cuál podría ser útil en su próximo viaje. El caballero suspira, rascándose la nuca con una mano mientras su mirada pasa de una poción a otra.

    "¿Y cómo se suponía que diferenciara una poción de resistencia de una de fuerza?"

    Se pregunta en voz baja, intentando recordar algo de lo poco que había aprendido sobre alquimia en sus años de entrenamiento. Da un paso hacia un estante, acercando un frasco a la luz para tratar de leer la etiqueta. El lugar está completamente silencioso, y no hay ningún rastro de un alquimista o asistente a la vista. Rian siente una punzada de incertidumbre al darse cuenta de que está solo en esto.

    "Maldición..."

    Murmura, mirando alrededor por si alguien apareciera, pero el eco de sus palabras es lo único que responde.
    [raven_x] Rian entra en la tienda de pociones, sus botas resonando suavemente sobre el suelo de madera y el sonido de su armadura de placas lo distinguia de cualquier persona normal. La tienda está impregnada de un suave olor a hierbas y especias, y la luz de una lámpara colgante ilumina la estancia, proyectando sombras danzantes en las paredes llenas de frascos. El lugar está repleto de botellas de todos los tamaños y colores, alineadas en estanterías que cubren cada rincón. Se acerca al mostrador, observando los frascos con una mezcla de curiosidad y desconcierto. Algunos contienen líquidos burbujeantes, otros polvos de colores extraños. Las etiquetas, escritas con una caligrafía antigua y a veces ilegible, no le ayudan mucho a discernir cuál podría ser útil en su próximo viaje. El caballero suspira, rascándose la nuca con una mano mientras su mirada pasa de una poción a otra. "¿Y cómo se suponía que diferenciara una poción de resistencia de una de fuerza?" Se pregunta en voz baja, intentando recordar algo de lo poco que había aprendido sobre alquimia en sus años de entrenamiento. Da un paso hacia un estante, acercando un frasco a la luz para tratar de leer la etiqueta. El lugar está completamente silencioso, y no hay ningún rastro de un alquimista o asistente a la vista. Rian siente una punzada de incertidumbre al darse cuenta de que está solo en esto. "Maldición..." Murmura, mirando alrededor por si alguien apareciera, pero el eco de sus palabras es lo único que responde.
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