“ 𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚 ”
Ryan, no era alguien con quién solía abrirse a nadie, un hombre que era sumamente reservado con su vida personal a excepción de sus dos mejores amigos, Rubí y Kiev. Pero de alguna manera, Vanya logró terminar con aquello, con un humor casi idéntico al suyo, lo hizo entrar en confianza, formando así una buena amistad que simplemente se fortaleció con el tiempo. Le contaba sus problemas, ideas jodidamente locas y de paso, también el hecho que había sido rechazado por una mujer que el había amado, una pelirroja que lo había hecho caer de nuevo.
Era su amiga, su compinche, su compañera para quemar medio planeta, era como la hermana que simplemente deseo haber tenido. Por esa razón, le dolía demasiado verla tan destrozada por un ser que ni si quiera quería mencionar, un "hombre" que le habia jurado amor, y que al final, no fueron mas que patrañas, quien al parecer también tenía cierta relación con uno de sus amigos, el cual preferiría evitar mencionar. Si Kiev o Rubí se enteraban de esto, no imaginaria su tipo de reacción ante esto, ya que Vanya era alguien sumamente importante para ellos, claro, no pensaba contárselos, no lo haría. Trataría de evitar que este problema escale a algo terrible por el bien de las personas involucradas, especialmente por Vanya.
" ¿Debería dejar de ser amigo de una persona que... " No terminó de escribir la pregunta en Google, estaba totalmente agotado y no sabía que hacer con aquello. Al final terminó por cambiar la pregunta a "¿Cómo ayudar a una amiga qué está totalmente destrozada por un imbécil que simplemente quería utilizarla? " Las respuestas a su búsqueda eran infinitas, pero ninguna le servía. Ya había intentado de todo, de sacarla de la habitación, de acompañarla y hablar. Pero ella parecía tan ida, como si de un muerto se tratará, no sabía que hacer, a este paso estaba tan frustrado, no solo por sus problemas mentales, si no también por los de su amiga, en algun momento su mente retorcida habia pensado en la simple solución de "dejar caer la toalla" un pensamiento surgido por la exactitud de no saber que hacer.
Dejo su cabeza caer y miro el gran festival que se celebraba desde lejos, una festividad movida, en dónde se supone que habían hecho planes con la pelinegra para ver cierto artista que tocaba, en dónde todas las personas del hotel se hallaban, todos excepto ellos dos.
Trataba de pensar en alguna idea, necesitaba arreglar aquello lo más rápido posible. ¿Y si ella intentaba algo? ¿Si se hacía daño? El amor puede cegar tanto, a una manera que simplemente puede destruir una persona. No quería eso para una amiga, mucho menos para alguien que lo había apoyado tanto.
Al final y al cabo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran estruendo que escuchó en la habitación de alado, en la habitación de la pelinegra.
— No, No, ¡No! ¡Vanya! ¡Abre la puerta! — Golpeó la puerta incontables veces, gritaba de forma brusca. Había perdido las veces que había golpeado desde que corrió hacia su habitación.— ¡No hagas nada estúpido, por favor! — Gritaba fuertemente.
De la nada, simplemente no escuchó nada, su mente se desconecto un segundo, no fue más a juegos y abrió la puerta de una patada. Y ahí la vio, su cuerpo tirado en el piso.
— No... ¡Vanya! — Corrió directamente hacia ella, tomo su rostro y le dió unos golpecitos en la mejilla tratando de despertarla. O al menos eso trataba, pero parecía sumamente inconsciente — Despierta, despierta.
No sintió la presencia de varios hombres ahí, su concentración estaba dirigida hacia ella, hasta que escuchó algo metálico golpear el piso. Se quedó quieto y su mirada se dirigío hacia atrás para ver la presencia de cierto hombre.
Un golpe fuerte en su cabeza fue suficiente para que él rubio cayera desmayado en el frío piso de la habitación.
Varios hombres hicieron presencia y entre ellos uno que destacaba por su imponente figura. Tanto el cuerpo de Ryan y Vanya, fueron agarrados por unos grandulones, para llevárselos consigo fuera del hotel y posteriormente hacia unos autos de color negro.
En algún momento se despertó con el nombre de su amiga en mente, la vio, pero amarrada
y sin despertar. Cuando escuchó algo como motores de aviones, trato de moverse, buscar alguna forma de escapar de ahí, pero para su mala suerte, un hombre terminó drogandolo para hacerlo dormir, nuevamente esta s todo oscuro. Estaban jodidos.
Ryan, no era alguien con quién solía abrirse a nadie, un hombre que era sumamente reservado con su vida personal a excepción de sus dos mejores amigos, Rubí y Kiev. Pero de alguna manera, Vanya logró terminar con aquello, con un humor casi idéntico al suyo, lo hizo entrar en confianza, formando así una buena amistad que simplemente se fortaleció con el tiempo. Le contaba sus problemas, ideas jodidamente locas y de paso, también el hecho que había sido rechazado por una mujer que el había amado, una pelirroja que lo había hecho caer de nuevo.
Era su amiga, su compinche, su compañera para quemar medio planeta, era como la hermana que simplemente deseo haber tenido. Por esa razón, le dolía demasiado verla tan destrozada por un ser que ni si quiera quería mencionar, un "hombre" que le habia jurado amor, y que al final, no fueron mas que patrañas, quien al parecer también tenía cierta relación con uno de sus amigos, el cual preferiría evitar mencionar. Si Kiev o Rubí se enteraban de esto, no imaginaria su tipo de reacción ante esto, ya que Vanya era alguien sumamente importante para ellos, claro, no pensaba contárselos, no lo haría. Trataría de evitar que este problema escale a algo terrible por el bien de las personas involucradas, especialmente por Vanya.
" ¿Debería dejar de ser amigo de una persona que... " No terminó de escribir la pregunta en Google, estaba totalmente agotado y no sabía que hacer con aquello. Al final terminó por cambiar la pregunta a "¿Cómo ayudar a una amiga qué está totalmente destrozada por un imbécil que simplemente quería utilizarla? " Las respuestas a su búsqueda eran infinitas, pero ninguna le servía. Ya había intentado de todo, de sacarla de la habitación, de acompañarla y hablar. Pero ella parecía tan ida, como si de un muerto se tratará, no sabía que hacer, a este paso estaba tan frustrado, no solo por sus problemas mentales, si no también por los de su amiga, en algun momento su mente retorcida habia pensado en la simple solución de "dejar caer la toalla" un pensamiento surgido por la exactitud de no saber que hacer.
Dejo su cabeza caer y miro el gran festival que se celebraba desde lejos, una festividad movida, en dónde se supone que habían hecho planes con la pelinegra para ver cierto artista que tocaba, en dónde todas las personas del hotel se hallaban, todos excepto ellos dos.
Trataba de pensar en alguna idea, necesitaba arreglar aquello lo más rápido posible. ¿Y si ella intentaba algo? ¿Si se hacía daño? El amor puede cegar tanto, a una manera que simplemente puede destruir una persona. No quería eso para una amiga, mucho menos para alguien que lo había apoyado tanto.
Al final y al cabo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran estruendo que escuchó en la habitación de alado, en la habitación de la pelinegra.
— No, No, ¡No! ¡Vanya! ¡Abre la puerta! — Golpeó la puerta incontables veces, gritaba de forma brusca. Había perdido las veces que había golpeado desde que corrió hacia su habitación.— ¡No hagas nada estúpido, por favor! — Gritaba fuertemente.
De la nada, simplemente no escuchó nada, su mente se desconecto un segundo, no fue más a juegos y abrió la puerta de una patada. Y ahí la vio, su cuerpo tirado en el piso.
— No... ¡Vanya! — Corrió directamente hacia ella, tomo su rostro y le dió unos golpecitos en la mejilla tratando de despertarla. O al menos eso trataba, pero parecía sumamente inconsciente — Despierta, despierta.
No sintió la presencia de varios hombres ahí, su concentración estaba dirigida hacia ella, hasta que escuchó algo metálico golpear el piso. Se quedó quieto y su mirada se dirigío hacia atrás para ver la presencia de cierto hombre.
Un golpe fuerte en su cabeza fue suficiente para que él rubio cayera desmayado en el frío piso de la habitación.
Varios hombres hicieron presencia y entre ellos uno que destacaba por su imponente figura. Tanto el cuerpo de Ryan y Vanya, fueron agarrados por unos grandulones, para llevárselos consigo fuera del hotel y posteriormente hacia unos autos de color negro.
En algún momento se despertó con el nombre de su amiga en mente, la vio, pero amarrada
y sin despertar. Cuando escuchó algo como motores de aviones, trato de moverse, buscar alguna forma de escapar de ahí, pero para su mala suerte, un hombre terminó drogandolo para hacerlo dormir, nuevamente esta s todo oscuro. Estaban jodidos.
“ 𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚 ”
Ryan, no era alguien con quién solía abrirse a nadie, un hombre que era sumamente reservado con su vida personal a excepción de sus dos mejores amigos, Rubí y Kiev. Pero de alguna manera, Vanya logró terminar con aquello, con un humor casi idéntico al suyo, lo hizo entrar en confianza, formando así una buena amistad que simplemente se fortaleció con el tiempo. Le contaba sus problemas, ideas jodidamente locas y de paso, también el hecho que había sido rechazado por una mujer que el había amado, una pelirroja que lo había hecho caer de nuevo.
Era su amiga, su compinche, su compañera para quemar medio planeta, era como la hermana que simplemente deseo haber tenido. Por esa razón, le dolía demasiado verla tan destrozada por un ser que ni si quiera quería mencionar, un "hombre" que le habia jurado amor, y que al final, no fueron mas que patrañas, quien al parecer también tenía cierta relación con uno de sus amigos, el cual preferiría evitar mencionar. Si Kiev o Rubí se enteraban de esto, no imaginaria su tipo de reacción ante esto, ya que Vanya era alguien sumamente importante para ellos, claro, no pensaba contárselos, no lo haría. Trataría de evitar que este problema escale a algo terrible por el bien de las personas involucradas, especialmente por Vanya.
" ¿Debería dejar de ser amigo de una persona que... " No terminó de escribir la pregunta en Google, estaba totalmente agotado y no sabía que hacer con aquello. Al final terminó por cambiar la pregunta a "¿Cómo ayudar a una amiga qué está totalmente destrozada por un imbécil que simplemente quería utilizarla? " Las respuestas a su búsqueda eran infinitas, pero ninguna le servía. Ya había intentado de todo, de sacarla de la habitación, de acompañarla y hablar. Pero ella parecía tan ida, como si de un muerto se tratará, no sabía que hacer, a este paso estaba tan frustrado, no solo por sus problemas mentales, si no también por los de su amiga, en algun momento su mente retorcida habia pensado en la simple solución de "dejar caer la toalla" un pensamiento surgido por la exactitud de no saber que hacer.
Dejo su cabeza caer y miro el gran festival que se celebraba desde lejos, una festividad movida, en dónde se supone que habían hecho planes con la pelinegra para ver cierto artista que tocaba, en dónde todas las personas del hotel se hallaban, todos excepto ellos dos.
Trataba de pensar en alguna idea, necesitaba arreglar aquello lo más rápido posible. ¿Y si ella intentaba algo? ¿Si se hacía daño? El amor puede cegar tanto, a una manera que simplemente puede destruir una persona. No quería eso para una amiga, mucho menos para alguien que lo había apoyado tanto.
Al final y al cabo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran estruendo que escuchó en la habitación de alado, en la habitación de la pelinegra.
— No, No, ¡No! ¡Vanya! ¡Abre la puerta! — Golpeó la puerta incontables veces, gritaba de forma brusca. Había perdido las veces que había golpeado desde que corrió hacia su habitación.— ¡No hagas nada estúpido, por favor! — Gritaba fuertemente.
De la nada, simplemente no escuchó nada, su mente se desconecto un segundo, no fue más a juegos y abrió la puerta de una patada. Y ahí la vio, su cuerpo tirado en el piso.
— No... ¡Vanya! — Corrió directamente hacia ella, tomo su rostro y le dió unos golpecitos en la mejilla tratando de despertarla. O al menos eso trataba, pero parecía sumamente inconsciente — Despierta, despierta.
No sintió la presencia de varios hombres ahí, su concentración estaba dirigida hacia ella, hasta que escuchó algo metálico golpear el piso. Se quedó quieto y su mirada se dirigío hacia atrás para ver la presencia de cierto hombre.
Un golpe fuerte en su cabeza fue suficiente para que él rubio cayera desmayado en el frío piso de la habitación.
Varios hombres hicieron presencia y entre ellos uno que destacaba por su imponente figura. Tanto el cuerpo de Ryan y Vanya, fueron agarrados por unos grandulones, para llevárselos consigo fuera del hotel y posteriormente hacia unos autos de color negro.
En algún momento se despertó con el nombre de su amiga en mente, la vio, pero amarrada
y sin despertar. Cuando escuchó algo como motores de aviones, trato de moverse, buscar alguna forma de escapar de ahí, pero para su mala suerte, un hombre terminó drogandolo para hacerlo dormir, nuevamente esta s todo oscuro. Estaban jodidos.