• ⠀⠀⠀⠀El silencio en la mansión era profundo, pero no se sentía como paz. Se sentía como la calma tensa de un lugar que aún guardaba secretos. Kazuha deambulaba por los pasillos vacíos, el arrastre de sus pantuflas contra el piso de madera envejecida era el único sonido que interrumpía aquel silencio. Pero no estaba sola.

    ⠀⠀⠀⠀Kazuha descendió por la escalera imperial, se quitó las pantuflas y caminó descalza sobre la alfombra. Una corriente de aire frío corría por el suelo del vestíbulo. No era el frío del otoño, era el frío de otro sitio.

    ⠀⠀⠀⠀En el oscuro rincón, la criatura se retorcía, absorbiendo la luz de su alrededor. No tenía una forma definida, era una masa de sombras y susurros, de dientes demasiado largos, y ojos pálidos que la observaban. No la atacaba. Era una de las inofensivas, o al menos, una de las que habían aprendido a no acercarse demasiado. Desde que Kazuha había vuelto, aquella cosa había emergido de entre los planos y se había instalado como si fuera un mueble más, y uno bastante grotesco.

    ⠀⠀⠀⠀Ella pasó junto a la criatura con indiferencia, vertiendo un poco de vodka en una copa.

    —¿Otra vez tú? —murmuró, no hacia la criatura, hacia la oscuridad en general— pensé que te había dicho que la próxima vez que me siguieras te convertiría en tapete... —dijo, mientras se sentaba en el sofá polvoriento— Mentí, claro. Eres demasiado horrorosa como para decorar

    ⠀⠀⠀⠀La criatura emitió un sonido que era a la vez como el crujido de un insecto y el llanto de un niño. Kazuha ni se inmutó, solo bebió un trago largo de su bebida, pero sus sentidos permanecían alerta, no por miedo, por costumbre. No todas eran así de dóciles. Algunas solo observaban. Otras... atacaban. Y otras tantas, las mas astutas, esperaban que bajara la guardia para recordarle que su existencia y su magia eran un banquete para ellas.

    ⠀⠀⠀⠀Esta no era la primera. Tampoco sería la última. Su magia era como un faro en la niebla para todo lo que era rechazado, roto o hambriento. Era como un imán, y la basura del universo sobrenatural siempre acababa pegándose a ella.

    ⠀⠀⠀⠀A veces se preguntaba sí, en otra vida tal vez, ella y esas criaturas habrían sido amigas. Pero en esta solo eran como acompañantes obligados por un destino retorcido.

    —¡No me mires así! —la regañó como si se tratara de una mascota, finalmente volviéndose para enfrentar la masa de sombras— Tu hambre es aburrida. ¡Predecible! —se quejó— Si quieres quedarte, al menos vuélvete útil. Limpia la mugre de la casa, lame el polvo de los marcos de la ventana, o algo.

    ⠀⠀⠀⠀La criatura parpadeó. Era así de triste, incluso los horrores de otros planos a veces encontraban sus días monótonos. Y ese era el precio de su poder, ser el centro de todo un ecosistema de pesadillas, dónde algunas querían arrimarse al calor del caos, y otras, devorar la fuente.
    ⠀⠀⠀⠀El silencio en la mansión era profundo, pero no se sentía como paz. Se sentía como la calma tensa de un lugar que aún guardaba secretos. Kazuha deambulaba por los pasillos vacíos, el arrastre de sus pantuflas contra el piso de madera envejecida era el único sonido que interrumpía aquel silencio. Pero no estaba sola. ⠀⠀⠀⠀Kazuha descendió por la escalera imperial, se quitó las pantuflas y caminó descalza sobre la alfombra. Una corriente de aire frío corría por el suelo del vestíbulo. No era el frío del otoño, era el frío de otro sitio. ⠀⠀⠀⠀En el oscuro rincón, la criatura se retorcía, absorbiendo la luz de su alrededor. No tenía una forma definida, era una masa de sombras y susurros, de dientes demasiado largos, y ojos pálidos que la observaban. No la atacaba. Era una de las inofensivas, o al menos, una de las que habían aprendido a no acercarse demasiado. Desde que Kazuha había vuelto, aquella cosa había emergido de entre los planos y se había instalado como si fuera un mueble más, y uno bastante grotesco. ⠀⠀⠀⠀Ella pasó junto a la criatura con indiferencia, vertiendo un poco de vodka en una copa. —¿Otra vez tú? —murmuró, no hacia la criatura, hacia la oscuridad en general— pensé que te había dicho que la próxima vez que me siguieras te convertiría en tapete... —dijo, mientras se sentaba en el sofá polvoriento— Mentí, claro. Eres demasiado horrorosa como para decorar ⠀⠀⠀⠀La criatura emitió un sonido que era a la vez como el crujido de un insecto y el llanto de un niño. Kazuha ni se inmutó, solo bebió un trago largo de su bebida, pero sus sentidos permanecían alerta, no por miedo, por costumbre. No todas eran así de dóciles. Algunas solo observaban. Otras... atacaban. Y otras tantas, las mas astutas, esperaban que bajara la guardia para recordarle que su existencia y su magia eran un banquete para ellas. ⠀⠀⠀⠀Esta no era la primera. Tampoco sería la última. Su magia era como un faro en la niebla para todo lo que era rechazado, roto o hambriento. Era como un imán, y la basura del universo sobrenatural siempre acababa pegándose a ella. ⠀⠀⠀⠀A veces se preguntaba sí, en otra vida tal vez, ella y esas criaturas habrían sido amigas. Pero en esta solo eran como acompañantes obligados por un destino retorcido. —¡No me mires así! —la regañó como si se tratara de una mascota, finalmente volviéndose para enfrentar la masa de sombras— Tu hambre es aburrida. ¡Predecible! —se quejó— Si quieres quedarte, al menos vuélvete útil. Limpia la mugre de la casa, lame el polvo de los marcos de la ventana, o algo. ⠀⠀⠀⠀La criatura parpadeó. Era así de triste, incluso los horrores de otros planos a veces encontraban sus días monótonos. Y ese era el precio de su poder, ser el centro de todo un ecosistema de pesadillas, dónde algunas querían arrimarse al calor del caos, y otras, devorar la fuente.
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  • *Había conseguido un empleo como limpiador de azoteas, puesto que al no existir titanes, debía hallar una forma de vivir. Suspiré con dificultad al imaginar la cantidad de polvo y otras cosas sucias que habría en el tejado, preparándome para subir a limpiar.*

    —Si yo no lo hago, nadie lo hará.—
    *Había conseguido un empleo como limpiador de azoteas, puesto que al no existir titanes, debía hallar una forma de vivir. Suspiré con dificultad al imaginar la cantidad de polvo y otras cosas sucias que habría en el tejado, preparándome para subir a limpiar.* —Si yo no lo hago, nadie lo hará.—
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  • Cuando escuché que había precio por mi cabeza, pensé que era otra mentira más. Pero luego vi el pergamino… y no pude reírme. Algunas de esas palabras eran ciertas.

    Sí, tomé vidas. Algunas en defensa propia, otras porque no había otra salida… y un par, lo admito, porque no quise contener mi ira. Cuando un noble me quiso comprar como si aún fuese un esclavo, no tuve piedad. Lo maté frente a todos, y en sus tierras ardió más que su orgullo.

    Claro que en el cartel no dicen nada de cadenas, de hambre ni de látigos. Solo que ‘Kael el forajido’, asesino, traidor. Los crímenes que no cometí pesan igual que los que sí, y ahora soy todo eso para el mundo: un nombre en tinta, una bolsa de oro para quien me lleve muerto o vivo.

    Los cazadores no vinieron con preguntas, vinieron con acero. Cada corte en mi piel lo pagué por ese pasado que nunca podré borrar.
    Cuando escuché que había precio por mi cabeza, pensé que era otra mentira más. Pero luego vi el pergamino… y no pude reírme. Algunas de esas palabras eran ciertas. Sí, tomé vidas. Algunas en defensa propia, otras porque no había otra salida… y un par, lo admito, porque no quise contener mi ira. Cuando un noble me quiso comprar como si aún fuese un esclavo, no tuve piedad. Lo maté frente a todos, y en sus tierras ardió más que su orgullo. Claro que en el cartel no dicen nada de cadenas, de hambre ni de látigos. Solo que ‘Kael el forajido’, asesino, traidor. Los crímenes que no cometí pesan igual que los que sí, y ahora soy todo eso para el mundo: un nombre en tinta, una bolsa de oro para quien me lleve muerto o vivo. Los cazadores no vinieron con preguntas, vinieron con acero. Cada corte en mi piel lo pagué por ese pasado que nunca podré borrar.
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  • Cuando el dios del sol me eligió, vio en mí algo que no tienen los demás, un lobo nacido de la sombra con un corazón de luz. El blanco de mi pelaje no es belleza ni pureza, es contradicción, es el equilibrio imposible entre la bestia y la divinidad.

    Mientras otros licántropos se esconden bajo el gris o el negro de la oscuridad, yo brillo como un reflejo lunar que no puede ignorarse. En la batalla, mi pelaje me distingue, me convierte en un faro que despierta miedo en mis enemigos y esperanza en los pocos que merecen mi protección.

    No soy como otras manadas, soy el lobo que camina en solitario, el que Apolo marcó con su luz para cazar a las criaturas de la sombra. Mi blanco no es debilidad… es el peligro de que, cuando me muestro, la oscuridad no tiene dónde ocultarse, mis ojos plateados son el sello de esa verdad, una mirada que desnuda el alma, que intimida, que no permite mentiras, veo la verdad
    Cuando el dios del sol me eligió, vio en mí algo que no tienen los demás, un lobo nacido de la sombra con un corazón de luz. El blanco de mi pelaje no es belleza ni pureza, es contradicción, es el equilibrio imposible entre la bestia y la divinidad. Mientras otros licántropos se esconden bajo el gris o el negro de la oscuridad, yo brillo como un reflejo lunar que no puede ignorarse. En la batalla, mi pelaje me distingue, me convierte en un faro que despierta miedo en mis enemigos y esperanza en los pocos que merecen mi protección. No soy como otras manadas, soy el lobo que camina en solitario, el que Apolo marcó con su luz para cazar a las criaturas de la sombra. Mi blanco no es debilidad… es el peligro de que, cuando me muestro, la oscuridad no tiene dónde ocultarse, mis ojos plateados son el sello de esa verdad, una mirada que desnuda el alma, que intimida, que no permite mentiras, veo la verdad
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  • Estaba tumbada en la cama con la espalda apoyada en el cabecero, el portátil sobre las piernas. Las costillas todavía me molestaban cada vez que cambiaba de postura, pero no era nada comparado con lo que había pasado. Angela me tenía prácticamente secuestrada en la habitación, no me dejaba ni poner un pie en la cocina.

    Ella estaba sentada en el suelo, a pocos metros, con una carpeta llena de papeles y el móvil en altavoz. Revisaba contratos y números de uno de sus negocios, seria y concentrada. El contraste me arrancó una media sonrisa: yo buscando flores y vestidos, ella hablando de márgenes y proveedores.

    —¿Te has dado cuenta de que esto parece al revés? —dije, alzando la mirada para mirarla. Tenía el ceño fruncido, mordía la tapa de un bolígrafo mientras pasaba hojas.

    —¿El qué? —preguntó sin apartar la vista de sus notas.

    —Que tú llevas la parte seria y yo la romántica —respondí, levantando un poco el portátil para enseñarle una foto de un salón decorado con luces cálidas y mesas largas—. Nunca me imaginé a mí misma pensando en estas cosas.

    Angela levantó la mirada apenas un segundo y me observó en silencio. Ese brillo en sus ojos, como si la idea de verme ocupada en algo tan “normal” le conmoviera, me atravesó.

    —Pues a mí me gusta —dijo finalmente, con una voz más suave de lo que esperaba.

    Sentí un nudo en la garganta. Cerré el portátil con calma y lo dejé a un lado, extendiendo una mano hacia ella.

    —Ven un momento, deja los papeles.

    Angela dudó, pero se levantó y se acercó a la cama. La jalé suavemente hasta que quedó sentada a mi lado, y apoyé mi frente en la suya, queriendo tener un momento para nosotras.

    Angela Di Trapani
    Estaba tumbada en la cama con la espalda apoyada en el cabecero, el portátil sobre las piernas. Las costillas todavía me molestaban cada vez que cambiaba de postura, pero no era nada comparado con lo que había pasado. Angela me tenía prácticamente secuestrada en la habitación, no me dejaba ni poner un pie en la cocina. Ella estaba sentada en el suelo, a pocos metros, con una carpeta llena de papeles y el móvil en altavoz. Revisaba contratos y números de uno de sus negocios, seria y concentrada. El contraste me arrancó una media sonrisa: yo buscando flores y vestidos, ella hablando de márgenes y proveedores. —¿Te has dado cuenta de que esto parece al revés? —dije, alzando la mirada para mirarla. Tenía el ceño fruncido, mordía la tapa de un bolígrafo mientras pasaba hojas. —¿El qué? —preguntó sin apartar la vista de sus notas. —Que tú llevas la parte seria y yo la romántica —respondí, levantando un poco el portátil para enseñarle una foto de un salón decorado con luces cálidas y mesas largas—. Nunca me imaginé a mí misma pensando en estas cosas. Angela levantó la mirada apenas un segundo y me observó en silencio. Ese brillo en sus ojos, como si la idea de verme ocupada en algo tan “normal” le conmoviera, me atravesó. —Pues a mí me gusta —dijo finalmente, con una voz más suave de lo que esperaba. Sentí un nudo en la garganta. Cerré el portátil con calma y lo dejé a un lado, extendiendo una mano hacia ella. —Ven un momento, deja los papeles. Angela dudó, pero se levantó y se acercó a la cama. La jalé suavemente hasta que quedó sentada a mi lado, y apoyé mi frente en la suya, queriendo tener un momento para nosotras. [haze_orange_shark_766]
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  • Ryu リュウ・イシュタル Ishtar

    La noche en la feria fue como un sueño vestido de luces. Desde el momento en que llegamos, los faroles de papel, los aromas dulces y los taiko resonando nos envolvieron en un mundo mágico. Caminamos entre la multitud riendo, sacando fotos con los fuegos artificiales de fondo, y en cada instante parecía que el tiempo se ralentizaba solo para nosotras.

    Compartimos cervezas y golpecitos en los mofletes, jugamos a las escopetas amañadas y, pese a todo, el premio lo ganamos con un beso furtivo y lleno de complicidad. Los takoyakis calentitos nos hicieron reír aún más, sobre todo cuando tus mejillas se llenaban de bolitas de pulpo y yo te miraba con ternura, como si todo el festival existiera solo para darnos ese momento.

    Al final, con los fuegos artificiales pintando flores en el cielo y la brisa fresca del río acariciando el césped, me tumbé a tu lado y, sin darme cuenta, caí rendida en tus brazos. Mientras mi respiración se volvía tranquila, tú seguiste mirando el cielo, guardando en tu memoria aquel instante como un tesoro: dos almas en calma, envueltas en luces, sabores y risas.

    Fue una velada perfecta, de esas que se sienten eternas en el corazón.

    Pd: Se que no te gusta que te vean vestida adorablemente cuqui 🩷...

    Lo siento!!
    [Ryu] La noche en la feria fue como un sueño vestido de luces. Desde el momento en que llegamos, los faroles de papel, los aromas dulces y los taiko resonando nos envolvieron en un mundo mágico. Caminamos entre la multitud riendo, sacando fotos con los fuegos artificiales de fondo, y en cada instante parecía que el tiempo se ralentizaba solo para nosotras. Compartimos cervezas y golpecitos en los mofletes, jugamos a las escopetas amañadas y, pese a todo, el premio lo ganamos con un beso furtivo y lleno de complicidad. Los takoyakis calentitos nos hicieron reír aún más, sobre todo cuando tus mejillas se llenaban de bolitas de pulpo y yo te miraba con ternura, como si todo el festival existiera solo para darnos ese momento. Al final, con los fuegos artificiales pintando flores en el cielo y la brisa fresca del río acariciando el césped, me tumbé a tu lado y, sin darme cuenta, caí rendida en tus brazos. Mientras mi respiración se volvía tranquila, tú seguiste mirando el cielo, guardando en tu memoria aquel instante como un tesoro: dos almas en calma, envueltas en luces, sabores y risas. Fue una velada perfecta, de esas que se sienten eternas en el corazón. Pd: Se que no te gusta que te vean vestida adorablemente cuqui 🩷... Lo siento!! :STK-30:
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    En otras noticias.. Ya trague agua con cloro xD
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  • [ 𝑶𝒉 𝒎𝒊𝒆𝒓𝒅𝒂... 𝑹𝒆𝒂𝒍𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒔𝒐. — 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘 𝐁𝐈𝐑𝐓𝐇𝐃𝐀𝐘. ]





    ||De verdad, muchas gracias por todos esos regalitos. Es muy lindo sentir tanto cariño hacia este infeliz. También gracias por sus buenos deseos para Ryan; de su parte, les manda un enorme abrazo a sus preciosos personajes. Así como le dieron un regalo, él también se los devolverá con uno pronto—espero no tardar demasiado en ello.

    En otras noticias, Ryan ya es oficialmente un treintañero (?). En lo personal, me impresiona la edad a la que ha llegado este personaje; lo tengo desde hace años, y ha sido increíble verlo evolucionar. Pasó de ser un completo bastardo a… bueno, quizás no tanto. Espero tenerlo conmigo por mucho más tiempo y seguir compartiendo más años en este lugar.
    [ 𝑶𝒉 𝒎𝒊𝒆𝒓𝒅𝒂... 𝑹𝒆𝒂𝒍𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒔𝒐. — 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘 𝐁𝐈𝐑𝐓𝐇𝐃𝐀𝐘. ] ||De verdad, muchas gracias por todos esos regalitos. Es muy lindo sentir tanto cariño hacia este infeliz. También gracias por sus buenos deseos para Ryan; de su parte, les manda un enorme abrazo a sus preciosos personajes. Así como le dieron un regalo, él también se los devolverá con uno pronto—espero no tardar demasiado en ello. En otras noticias, Ryan ya es oficialmente un treintañero (?). En lo personal, me impresiona la edad a la que ha llegado este personaje; lo tengo desde hace años, y ha sido increíble verlo evolucionar. Pasó de ser un completo bastardo a… bueno, quizás no tanto. Espero tenerlo conmigo por mucho más tiempo y seguir compartiendo más años en este lugar.
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  • Estás de regreso con nosotros, en este tu hogar y nada más tiene que importar entre nosotras.
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  • ↪ No tienes posibilidad de victoria. Entrégate a nosotros. Somete tu voluntad al imperio o enfrenta la muerte, igual que tantas otras civilizaciones que fueron relegadas al olvido por resistirse a nuestra supremacía.
    ↪ No tienes posibilidad de victoria. Entrégate a nosotros. Somete tu voluntad al imperio o enfrenta la muerte, igual que tantas otras civilizaciones que fueron relegadas al olvido por resistirse a nuestra supremacía.
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