• LA VERDADERA NATURALEZA DE LUNA

    Pocas veces Luna dormía tranquila. En sus sueños, siempre estaba ella: la mujer ciega de cabello blanco, cubierta por un velo de plumas que ocultaba sus ojos. Rodeada por figuras aladas con ojos eternamente abiertos, murmuraban secretos que Luna no alcanzaba a entender. Pero esta vez, el sueño fue diferente. Esta vez, la figura le habló.

    —Tú no eres humana, ni experimento. Eres herencia. Eres lo que encerraron hace siglos para proteger el equilibrio.

    Luna intentó retroceder, pero no pudo moverse. Algo dentro de ella ardía, vibraba. Sus tatuajes, usualmente tranquilos, se retorcían con violencia sobre su piel como si quisieran escapar.

    —Yo soy lo que serás cuando olvides el nombre que te dieron. Cuando dejes de temer quién eres.

    La figura extendió una mano hacia ella, tocando su pecho. Y en ese instante, Luna despertó… con la garganta ardiendo y el corazón palpitando como si estuviera a punto de estallar.

    Frente al espejo del baño, su reflejo ya no era completamente suyo. Sus ojos brillaban con un fulgor carmesí, su boca… era distinta. Demasiado. Abriéndose más de lo humanamente posible, con colmillos que no recordaba tener.

    Había sangre en el borde del lavamanos. No suya. No sabía de quién.

    La bestia dormía dentro de ella. No era un monstruo creado por el gobierno.

    Era una diosa castigada, una criatura de equilibrio ancestral encerrada en un cuerpo humano, esperando despertar.

    Y Luna estaba empezando a recordar

    -No!.....no..no soy un mounstro....no lo soy!!
    LA VERDADERA NATURALEZA DE LUNA Pocas veces Luna dormía tranquila. En sus sueños, siempre estaba ella: la mujer ciega de cabello blanco, cubierta por un velo de plumas que ocultaba sus ojos. Rodeada por figuras aladas con ojos eternamente abiertos, murmuraban secretos que Luna no alcanzaba a entender. Pero esta vez, el sueño fue diferente. Esta vez, la figura le habló. —Tú no eres humana, ni experimento. Eres herencia. Eres lo que encerraron hace siglos para proteger el equilibrio. Luna intentó retroceder, pero no pudo moverse. Algo dentro de ella ardía, vibraba. Sus tatuajes, usualmente tranquilos, se retorcían con violencia sobre su piel como si quisieran escapar. —Yo soy lo que serás cuando olvides el nombre que te dieron. Cuando dejes de temer quién eres. La figura extendió una mano hacia ella, tocando su pecho. Y en ese instante, Luna despertó… con la garganta ardiendo y el corazón palpitando como si estuviera a punto de estallar. Frente al espejo del baño, su reflejo ya no era completamente suyo. Sus ojos brillaban con un fulgor carmesí, su boca… era distinta. Demasiado. Abriéndose más de lo humanamente posible, con colmillos que no recordaba tener. Había sangre en el borde del lavamanos. No suya. No sabía de quién. La bestia dormía dentro de ella. No era un monstruo creado por el gobierno. Era una diosa castigada, una criatura de equilibrio ancestral encerrada en un cuerpo humano, esperando despertar. Y Luna estaba empezando a recordar -No!.....no..no soy un mounstro....no lo soy!!
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  • La diosa que olvidó que es libre
    Primera parte

    En lo alto del Olimpo, donde las nubes rozan las columnas de mármol y el tiempo parece estancado entre susurros del pasado, aún arde una llama...

    Sentada junto a su altar, Hestia contempla la antigua flama danzar con ritmo calmo, como un corazón que late muy despacio. Ella Viste con sencillez clásica y dignidad inmortal: una túnica blanca con ribetes dorados, son hojas de laureles dorados los que adornan su cabello rojo largo y casi rizado, Su mirada, sin embargo, ya no brilla con la fuerza de antaño.

    Los humanos ya no elevan plegarias en su nombre. Nadie construye templos en su honor. En una era de ruido y pantallas, ¿quién necesita el fuego del hogar cuando hay luces eléctricas y hornos automáticos?

    Los demás dioses han abandonado los antiguos tronos. Algunos vagan entre los mortales, disfrazados; otros han elegido desaparecer por completo. Solo ella permanece. La tía solterona del Olimpo, como alguna vez se burló Hermes entre risas. Ella no se ofendió. Después de todo es verdad.

    Pero esa paz eterna comenzaba a sentirse como una prisión. La inmortalidad se volvía pesada cuando no había propósito. Y el fuego... el fuego parecía más tenue cada día.

    Fue entonces cuando ocurrió.

    Un eco cruzó los cielos. Era algo nuevo. Un sonido metálico que la diosa no había escuchado antes, era
    ..sinfónico…enérgico…. impregnado de emocion. Es la primera vez que la diosa hestia escucha el sonido…de una guitarra eléctrica, apenas un susurro al principio, pero con un alma tan viva que la diosa se irguió.

    Sus ojos se abrieron con sorpresa.
    No era una alucinación. Era una señal.

    Un susurro cálido le recorrió el pecho, donde aún ardía una chispa de su fuego sagrado.
    —¿Qué fue eso...? —murmuró, de pie ante la flama que parecía avivarse con ese nuevo sonido.

    Por primera vez en siglos, Hestia sintió curiosidad. Esa sensación, el sonido de esa…cosa… entraba como un eco lejano a su oído, con muy poco volumen porque venía desde muy lejos pero sentía que comenzaba a alterar directamente el lento ritmo de su corazón…

    La llama frente a ella parpadeó, y en su reflejo vio una ciudad del mundo mortal: luces de neón, calles oscuras, una tienda diminuta de la que brotaba esa música tan poderosa... y una figura joven, humana ..vestida de negro…el sonido…viene directo de un artefacto de esa humana, el artefacto se conecta directo a los oídos de la humana a través de unos audífonos

    —Quizá... solo un vistazo.
    Y entonces descendió. No como un relámpago, ni como una aparición majestuosa, sino como el calor invisible que precede a una chispa, la diosa descuida un poco su discreción...esa noche muchos humanos vieron en el cielo nocturno despejado algo parecido a una estrella fugas roja con estela de fuego que cae muy lejos en el orizonte, fácilmente confundida con un meteorito común y sin darle más importancia…

    (Continuara ...)
    La diosa que olvidó que es libre Primera parte En lo alto del Olimpo, donde las nubes rozan las columnas de mármol y el tiempo parece estancado entre susurros del pasado, aún arde una llama... Sentada junto a su altar, Hestia contempla la antigua flama danzar con ritmo calmo, como un corazón que late muy despacio. Ella Viste con sencillez clásica y dignidad inmortal: una túnica blanca con ribetes dorados, son hojas de laureles dorados los que adornan su cabello rojo largo y casi rizado, Su mirada, sin embargo, ya no brilla con la fuerza de antaño. Los humanos ya no elevan plegarias en su nombre. Nadie construye templos en su honor. En una era de ruido y pantallas, ¿quién necesita el fuego del hogar cuando hay luces eléctricas y hornos automáticos? Los demás dioses han abandonado los antiguos tronos. Algunos vagan entre los mortales, disfrazados; otros han elegido desaparecer por completo. Solo ella permanece. La tía solterona del Olimpo, como alguna vez se burló Hermes entre risas. Ella no se ofendió. Después de todo es verdad. Pero esa paz eterna comenzaba a sentirse como una prisión. La inmortalidad se volvía pesada cuando no había propósito. Y el fuego... el fuego parecía más tenue cada día. Fue entonces cuando ocurrió. Un eco cruzó los cielos. Era algo nuevo. Un sonido metálico que la diosa no había escuchado antes, era ..sinfónico…enérgico…. impregnado de emocion. Es la primera vez que la diosa hestia escucha el sonido…de una guitarra eléctrica, apenas un susurro al principio, pero con un alma tan viva que la diosa se irguió. Sus ojos se abrieron con sorpresa. No era una alucinación. Era una señal. Un susurro cálido le recorrió el pecho, donde aún ardía una chispa de su fuego sagrado. —¿Qué fue eso...? —murmuró, de pie ante la flama que parecía avivarse con ese nuevo sonido. Por primera vez en siglos, Hestia sintió curiosidad. Esa sensación, el sonido de esa…cosa… entraba como un eco lejano a su oído, con muy poco volumen porque venía desde muy lejos pero sentía que comenzaba a alterar directamente el lento ritmo de su corazón… La llama frente a ella parpadeó, y en su reflejo vio una ciudad del mundo mortal: luces de neón, calles oscuras, una tienda diminuta de la que brotaba esa música tan poderosa... y una figura joven, humana ..vestida de negro…el sonido…viene directo de un artefacto de esa humana, el artefacto se conecta directo a los oídos de la humana a través de unos audífonos —Quizá... solo un vistazo. Y entonces descendió. No como un relámpago, ni como una aparición majestuosa, sino como el calor invisible que precede a una chispa, la diosa descuida un poco su discreción...esa noche muchos humanos vieron en el cielo nocturno despejado algo parecido a una estrella fugas roja con estela de fuego que cae muy lejos en el orizonte, fácilmente confundida con un meteorito común y sin darle más importancia… (Continuara ...)
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  • Las ruedas del coche chirriaron un poco al girar en la entrada de tierra. Uno de los almacenes vacíos de Angela, apartado, con los portones cerrados y dos de sus hombres de confianza montando guardia. No hablaban, solo asintieron con la cabeza cuando nos vieron llegar. Angela bajó primero, me miró en silencio mientras yo abría la puerta del copiloto. No me dijo nada. No tenía que hacerlo.

    Caminamos juntas hasta la entrada. Ella me dio las llaves sin preguntar. Las tomé, sintiendo el metal frío en la palma.

    —Estaré aquí fuera —dijo con calma, pero firme—. Si me necesitas, solo grita mi nombre.

    Asentí y entré sola.

    Dentro, el olor a humedad se mezclaba con algo más metálico. Sangre seca, probablemente. El foco colgando del techo iluminaba solo el centro del espacio. Y allí estaba él. Atado a una silla de hierro oxidado, la cabeza baja, respirando con dificultad. Le habían dado una paliza. Una buena. No me hizo falta preguntar si había sido Angela quien lo había ordenado.

    Cerré la puerta tras de mí. Él levantó la mirada.

    —Así que al final viniste, piccola —su voz era rasposa, como si le costara hasta hablar—. Siempre fuiste valiente… pero también una traidora.

    No respondí. Caminé hacia él. Lenta. Paso a paso.

    —A los doce años tuviste los cojones de entregarme. Por eso pasé catorce putos años entre ratas. Pero salí. Y mírate ahora —rió entre dientes, escupiendo sangre—. Sigues siendo la misma niña rota.

    Me quedé delante de él, sacando el arma de mi cinturón. La sostuve en mi mano, pero no la levanté aún.

    —No soy una niña —dije con voz baja—. Y tú ya no me das miedo.

    —Mientes. Temblabas cuando te toqué. Como antes. Como siempre. Tú nunca pudiste con esto.

    Me acerqué, apoyando la pistola contra su frente. Me miró. Sonrió.

    —Hazlo.

    —No —susurré, bajando el arma. Vi cómo se le tensaba la mandíbula, como si no lo esperara. Entonces, saqué el cuchillo pequeño que llevaba en el tobillo.

    Lo miré fijamente.

    —No mereces una bala.

    Y ahí sí tembló. Lo vi en sus ojos. Ya no hablaba.

    Mis movimientos fueron calculados. Nada impulsivo. Solo precisión. El filo pasó por donde debía. Lo justo para que doliera. Para que lo sintiera. Para que entendiera que esta vez no era la niña que se quedaba callada y que al fin tomaba justicia dejando que aquel hombre que se hacía llamar su padre, se desangrara lleno de dolor.

    Cuando terminé, dejé el cuchillo sobre la mesa de metal cercana. Me limpié la sangre de las manos con un trapo sucio. No me importó que me manchara más. Caminé hacia la puerta, abriéndola viendo a Angela Di Trapani, que esperaba afuera.
    Las ruedas del coche chirriaron un poco al girar en la entrada de tierra. Uno de los almacenes vacíos de Angela, apartado, con los portones cerrados y dos de sus hombres de confianza montando guardia. No hablaban, solo asintieron con la cabeza cuando nos vieron llegar. Angela bajó primero, me miró en silencio mientras yo abría la puerta del copiloto. No me dijo nada. No tenía que hacerlo. Caminamos juntas hasta la entrada. Ella me dio las llaves sin preguntar. Las tomé, sintiendo el metal frío en la palma. —Estaré aquí fuera —dijo con calma, pero firme—. Si me necesitas, solo grita mi nombre. Asentí y entré sola. Dentro, el olor a humedad se mezclaba con algo más metálico. Sangre seca, probablemente. El foco colgando del techo iluminaba solo el centro del espacio. Y allí estaba él. Atado a una silla de hierro oxidado, la cabeza baja, respirando con dificultad. Le habían dado una paliza. Una buena. No me hizo falta preguntar si había sido Angela quien lo había ordenado. Cerré la puerta tras de mí. Él levantó la mirada. —Así que al final viniste, piccola —su voz era rasposa, como si le costara hasta hablar—. Siempre fuiste valiente… pero también una traidora. No respondí. Caminé hacia él. Lenta. Paso a paso. —A los doce años tuviste los cojones de entregarme. Por eso pasé catorce putos años entre ratas. Pero salí. Y mírate ahora —rió entre dientes, escupiendo sangre—. Sigues siendo la misma niña rota. Me quedé delante de él, sacando el arma de mi cinturón. La sostuve en mi mano, pero no la levanté aún. —No soy una niña —dije con voz baja—. Y tú ya no me das miedo. —Mientes. Temblabas cuando te toqué. Como antes. Como siempre. Tú nunca pudiste con esto. Me acerqué, apoyando la pistola contra su frente. Me miró. Sonrió. —Hazlo. —No —susurré, bajando el arma. Vi cómo se le tensaba la mandíbula, como si no lo esperara. Entonces, saqué el cuchillo pequeño que llevaba en el tobillo. Lo miré fijamente. —No mereces una bala. Y ahí sí tembló. Lo vi en sus ojos. Ya no hablaba. Mis movimientos fueron calculados. Nada impulsivo. Solo precisión. El filo pasó por donde debía. Lo justo para que doliera. Para que lo sintiera. Para que entendiera que esta vez no era la niña que se quedaba callada y que al fin tomaba justicia dejando que aquel hombre que se hacía llamar su padre, se desangrara lleno de dolor. Cuando terminé, dejé el cuchillo sobre la mesa de metal cercana. Me limpié la sangre de las manos con un trapo sucio. No me importó que me manchara más. Caminé hacia la puerta, abriéndola viendo a [haze_orange_shark_766], que esperaba afuera.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad!

    Denle una cálida bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤ Regulus Black

    Heredero de los valores de la Casa Black, sangre pura y orgullo intacto.
    Estudiante de Slytherin, impecable, reservado, con más secretos de los que deja entrever.
    Dicen que es solo un chico más con apellido ilustre… pero Regulus siempre ha sabido que el deber pesa más que el nombre.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ Jacob White

    24 años. De un hogar donde el microondas era multiusos… a una vida cómoda gracias al humor y a unos cuantos secretos poco aptos para luz natural.

    Empezó con vídeos en internet, y cuando la gente rió, él también. Ahora vive bien, aunque no todo en su historia es tan limpio como parece. Hay caminos que es mejor no explicar.



    ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo.


    Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!


    Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil:


    Normas básicas de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines 


    Guías y miniguías para no perderse:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 


    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D


    Directorios para encontrar rol y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS  
    Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 


    Consejos para mejorar escritura y narración
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor 


    ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción!


    #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad! 🎉 Denle una cálida bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Black_00] 🐍 Heredero de los valores de la Casa Black, sangre pura y orgullo intacto. Estudiante de Slytherin, impecable, reservado, con más secretos de los que deja entrever. Dicen que es solo un chico más con apellido ilustre… pero Regulus siempre ha sabido que el deber pesa más que el nombre. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [JacobWhite44] 24 años. De un hogar donde el microondas era multiusos… a una vida cómoda gracias al humor y a unos cuantos secretos poco aptos para luz natural. Empezó con vídeos en internet, y cuando la gente rió, él también. Ahora vive bien, aunque no todo en su historia es tan limpio como parece. Hay caminos que es mejor no explicar. 👋 ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil: 📌 Normas básicas de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines  📖 Guías y miniguías para no perderse: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS  🌍 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar rol y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS   🔗 Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL  ✍️ Consejos para mejorar escritura y narración 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor  ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción! 🚀🔥 #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
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    ¡El directorio de personajes 3D ya está actualizado con los personajes que han aparecido esta semana!

    Como siempre, si ves que tu personaje no aparece, si has cambiado de nombre o si sabes de alguien que ya no está en la plataforma, no dudes en escribirme para poder mantener el listado lo más actualizado posible 🫶🏻

    Gracias por ayudarme a que todo esté en orden. ¡Nos seguimos leyendo por FicRol!
    🗂️ ¡El directorio de personajes 3D ya está actualizado con los personajes que han aparecido esta semana! 🌟 Como siempre, si ves que tu personaje no aparece, si has cambiado de nombre o si sabes de alguien que ya no está en la plataforma, no dudes en escribirme para poder mantener el listado lo más actualizado posible 🫶🏻 Gracias por ayudarme a que todo esté en orden. ¡Nos seguimos leyendo por FicRol!
    DIRECTORIO PERSONAJES 3D Y FANDOMS
    ¡Hola FicRolers! ✨ Aquí teneis un directorio completo de los Personajes 3D que existen en FicRol. He considerado que, quizás ver el cómputo completo de los personajes 3D más activos os anime a agregar a otros personajes, intentar crear personajes en otro fandom, etc... Os cuento algunas caracteristicas: Está separado por fandoms, salvo en el caso de...
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  • Petunia Evans jamás olvidaría aquel instante en que su nombre resonó por todo el Gran Comedor.

    Las conversaciones se silenciaron al instante, como si el aire mismo contuviera el aliento. Nadie lo dijo en voz alta, pero todos lo pensaron: ¿Petunia Evans? ¿No era la hermana de la brillante Lily? ¿La que siempre parecía fuera de lugar en las historias de magia?

    Pero ahí estaba, avanzando con una gracia inesperada, el cabello rubio ceniza cayendo en ondas sobre sus hombros, los labios apenas curvados en una sonrisa discreta y segura. Sus ojos, tan distintos a los de Lily, no brillaban con inocencia, sino con inteligencia aguda y una calma casi inquietante. Vestía de manera pulcra, con un toque de coquetería minimalista, como si hubiera venido preparada para ser vista.

    El sombrero apenas rozó su cabeza cuando murmuró:

    —Vaya... interesante. Inteligente, sí, muy... Aguda. Pero también ambiciosa, determinada, con un filo interno que podría brillar en Slytherin...

    Ella apretó los labios. No suplicó. No deseó. Solo esperó.

    Después de unos segundos de suspenso tenso, el sombrero gritó:

    —¡RAVENCLAW!

    La mesa de los sabios estalló en aplausos tímidos, algo sorprendidos. Los murmullos persistieron, como un eco que no sabía apagarse. Petunia caminó hasta su nueva casa con pasos elegantes, dejando que las miradas le resbalaran por la piel. Sentía la de Lily ardiendo desde Gryffindor, mezcla de alivio y orgullo.

    Pero también supo, desde ese momento, que su historia sería distinta. Petunia sabía desde eae instante que no sería la sombra de su hermana, sería algo mucho más complicado. Algo que aún estaba por escribirse y eso le encantaba.
    Petunia Evans jamás olvidaría aquel instante en que su nombre resonó por todo el Gran Comedor. Las conversaciones se silenciaron al instante, como si el aire mismo contuviera el aliento. Nadie lo dijo en voz alta, pero todos lo pensaron: ¿Petunia Evans? ¿No era la hermana de la brillante Lily? ¿La que siempre parecía fuera de lugar en las historias de magia? Pero ahí estaba, avanzando con una gracia inesperada, el cabello rubio ceniza cayendo en ondas sobre sus hombros, los labios apenas curvados en una sonrisa discreta y segura. Sus ojos, tan distintos a los de Lily, no brillaban con inocencia, sino con inteligencia aguda y una calma casi inquietante. Vestía de manera pulcra, con un toque de coquetería minimalista, como si hubiera venido preparada para ser vista. El sombrero apenas rozó su cabeza cuando murmuró: —Vaya... interesante. Inteligente, sí, muy... Aguda. Pero también ambiciosa, determinada, con un filo interno que podría brillar en Slytherin... Ella apretó los labios. No suplicó. No deseó. Solo esperó. Después de unos segundos de suspenso tenso, el sombrero gritó: —¡RAVENCLAW! La mesa de los sabios estalló en aplausos tímidos, algo sorprendidos. Los murmullos persistieron, como un eco que no sabía apagarse. Petunia caminó hasta su nueva casa con pasos elegantes, dejando que las miradas le resbalaran por la piel. Sentía la de Lily ardiendo desde Gryffindor, mezcla de alivio y orgullo. Pero también supo, desde ese momento, que su historia sería distinta. Petunia sabía desde eae instante que no sería la sombra de su hermana, sería algo mucho más complicado. Algo que aún estaba por escribirse y eso le encantaba.
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    ¿Menuda cadena preciosa, no? Obvio, mi nombre está ahí.
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    si Billy pide a Tommy y Bukcy pide a Sam...

    ¡yo quiero que venga Charles!
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  • La maldicion de una familia
    Fandom Oc
    Categoría Original
    Hace 700 años, cuando los cimientos de su linaje eran hambre y polvo, una pareja de mendigos soñó con palacios. Sus huesos vacíos clamaban por oro, sus harapos anhelaban púrpura real. Tras años de arrastrarse por grimorios prohibidos y criptas olvidadas, invocaron al que habita entre sombras. El demonio emergió como un suspiro venenoso, sonriendo ante su desesperación.

    "Daré riquezas que harán llorar a los reyes”, susurró con voz de miel podrida,

    "a cambio de lo que guardas aquí" —y su garra helada tocó el vientre de la mujer—. La maldición cayó como un hacha:

    "Por cada hija que sangre vuestra sangre, la belleza se tornará cicatriz al cruzar el umbral de los quince soles. Serán monstruos en espejos vacíos, rechazadas hasta por la tierra que pisan. Y si alguno osa nombrar mi pacto..."

    La marca llameó en sus lenguas, sellando el juramento con fuego negro. Aquella noche nacieron condes; aquella noche murieron almas.

    Generaciones de mujeres vieron cómo, en su noche de quince primaveras, sus rostros se quebraban como porcelana maldita: bocas torcidas por gritos silenciosos, pieles marchitas como pergaminos viejos, huesos que recordaban raíces de árboles muertos. Cinder Hayami creció ajena al secreto que latía en su sangre. Su padre, último guardián de la verdad, la miraba dormir con un puñal bajo la almohada. La víspera de su destino, llamas azules devoraron su alcoba. Entre las cenizas danzantes, el demonio desplegó sus alas de pesadilla:

    "Tú romperás la cadena, pequeña escoria de ambición... Trae el corazón del traidor que robó mi nombre. Arranca su vida, y tu rostro florecerá".

    Cuando las llamas se apagaron, su brazo izquierdo era un tizón retorcido y su ojo izquierdo un abismo sin fondo. Sintió el acero frío de su padre buscando su garganta en la oscuridad. Hoy vaga entre reinos, con el peso de siete siglos en su espalda y el eco del demonio susurrándole al oído:

    "¿Matarías por la belleza, hija de mendigos?".
    Hace 700 años, cuando los cimientos de su linaje eran hambre y polvo, una pareja de mendigos soñó con palacios. Sus huesos vacíos clamaban por oro, sus harapos anhelaban púrpura real. Tras años de arrastrarse por grimorios prohibidos y criptas olvidadas, invocaron al que habita entre sombras. El demonio emergió como un suspiro venenoso, sonriendo ante su desesperación. "Daré riquezas que harán llorar a los reyes”, susurró con voz de miel podrida, "a cambio de lo que guardas aquí" —y su garra helada tocó el vientre de la mujer—. La maldición cayó como un hacha: "Por cada hija que sangre vuestra sangre, la belleza se tornará cicatriz al cruzar el umbral de los quince soles. Serán monstruos en espejos vacíos, rechazadas hasta por la tierra que pisan. Y si alguno osa nombrar mi pacto..." La marca llameó en sus lenguas, sellando el juramento con fuego negro. Aquella noche nacieron condes; aquella noche murieron almas. Generaciones de mujeres vieron cómo, en su noche de quince primaveras, sus rostros se quebraban como porcelana maldita: bocas torcidas por gritos silenciosos, pieles marchitas como pergaminos viejos, huesos que recordaban raíces de árboles muertos. Cinder Hayami creció ajena al secreto que latía en su sangre. Su padre, último guardián de la verdad, la miraba dormir con un puñal bajo la almohada. La víspera de su destino, llamas azules devoraron su alcoba. Entre las cenizas danzantes, el demonio desplegó sus alas de pesadilla: "Tú romperás la cadena, pequeña escoria de ambición... Trae el corazón del traidor que robó mi nombre. Arranca su vida, y tu rostro florecerá". Cuando las llamas se apagaron, su brazo izquierdo era un tizón retorcido y su ojo izquierdo un abismo sin fondo. Sintió el acero frío de su padre buscando su garganta en la oscuridad. Hoy vaga entre reinos, con el peso de siete siglos en su espalda y el eco del demonio susurrándole al oído: "¿Matarías por la belleza, hija de mendigos?".
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    NIE MING JUE
    𝕹𝖔𝖒𝖇𝖗𝖊
    聂 明 玦 - Niè Míngjué
    聂niè - susurrar
    明míng - brillante
    玦jué - un jade penanular

    𝕿𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔
    赤 锋 尊 - Chìfēng-zūn
    赤chì - rojo, escarlata
    锋fēng - hoja
    尊zūn - un honorífico

    𝕾𝖊𝖈𝖙𝖆
    Qinghe Nie

    𝕲é𝖓𝖊𝖗𝖔
    Masculino

    𝕬𝖑𝖙𝖚𝖗𝖆
    191 cm

    𝕱𝖆𝖒𝖎𝖑𝖎𝖆
    Nie Huaisang (medio hermano menor)

    𝕬𝖗𝖒𝖆

    Baxia (霸 下, Bàxià ) era el nombre de su sable. Al igual que los otros sables de la Secta Qinghe Nie, tenía un espíritu fuerte lleno de energía hostil e intención asesina.

    Nie Mingjue era el personaje más alto de la novela, midiendo un metro con noveta y un centímetros. Aunque ocupaba el séptimo lugar en apariencia entre los jóvenes maestros del mundo del cultivo, su formidable apariencia daba la impresión de que podía comenzar a arder de rabia en cualquier momento.

    𝕻𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉
    Nie Mingjue era bien conocido por su severidad y temperamento violento. Su carácter sólo empeoró con los años, ya que el espíritu de sable de los métodos de cultivo de su secta comenzó a afectarlo.

    Además, poseía un sentido de la moralidad extremadamente en blanco y negro, y era intolerante con cualquier cosa que considerara desviarse del bien moral. Por ejemplo, no mostró misericordia hacia la rama de Wen Qing de la Secta Qishan Wen, alegando que su falta de oposición marcial a Wen Ruohan la convertía en cómplice, y se negó a perdonar a Jin Guangyao por matar a varios de sus subordinados estando encubierto durante la Campaña Sunshot.

    Sin embargo, esta intolerancia también le dio a Nie Mingjue un fuerte sentido de equidad y justicia, ya que inmediatamente respaldó la evidencia de Xiao Xingchen contra Xue Yang ante los equívocos políticos de la Secta Lanling Jin. También fue compasivo con aquellos a los que consideraba inocentes: durante la Campaña Sunshot , Nie Mingjue hizo todo lo posible para tranquilizar a una mujer y un niño atrapados entre los combates, y reprendió a los soldados que captó chismeando sobre Jin Guangyao. Todavía respetaba a aquellos que no estaban de acuerdo con él si demostraban integridad, como lo demuestra su elogio de Mianmian.


    NIE MING JUE 𝕹𝖔𝖒𝖇𝖗𝖊 聂 明 玦 - Niè Míngjué 聂niè - susurrar 明míng - brillante 玦jué - un jade penanular 𝕿𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 赤 锋 尊 - Chìfēng-zūn 赤chì - rojo, escarlata 锋fēng - hoja 尊zūn - un honorífico 𝕾𝖊𝖈𝖙𝖆 Qinghe Nie 𝕲é𝖓𝖊𝖗𝖔 Masculino 𝕬𝖑𝖙𝖚𝖗𝖆 191 cm 𝕱𝖆𝖒𝖎𝖑𝖎𝖆 Nie Huaisang (medio hermano menor) 𝕬𝖗𝖒𝖆 Baxia (霸 下, Bàxià ) era el nombre de su sable. Al igual que los otros sables de la Secta Qinghe Nie, tenía un espíritu fuerte lleno de energía hostil e intención asesina. Nie Mingjue era el personaje más alto de la novela, midiendo un metro con noveta y un centímetros. Aunque ocupaba el séptimo lugar en apariencia entre los jóvenes maestros del mundo del cultivo, su formidable apariencia daba la impresión de que podía comenzar a arder de rabia en cualquier momento. 𝕻𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉 Nie Mingjue era bien conocido por su severidad y temperamento violento. Su carácter sólo empeoró con los años, ya que el espíritu de sable de los métodos de cultivo de su secta comenzó a afectarlo. Además, poseía un sentido de la moralidad extremadamente en blanco y negro, y era intolerante con cualquier cosa que considerara desviarse del bien moral. Por ejemplo, no mostró misericordia hacia la rama de Wen Qing de la Secta Qishan Wen, alegando que su falta de oposición marcial a Wen Ruohan la convertía en cómplice, y se negó a perdonar a Jin Guangyao por matar a varios de sus subordinados estando encubierto durante la Campaña Sunshot. Sin embargo, esta intolerancia también le dio a Nie Mingjue un fuerte sentido de equidad y justicia, ya que inmediatamente respaldó la evidencia de Xiao Xingchen contra Xue Yang ante los equívocos políticos de la Secta Lanling Jin. También fue compasivo con aquellos a los que consideraba inocentes: durante la Campaña Sunshot , Nie Mingjue hizo todo lo posible para tranquilizar a una mujer y un niño atrapados entre los combates, y reprendió a los soldados que captó chismeando sobre Jin Guangyao. Todavía respetaba a aquellos que no estaban de acuerdo con él si demostraban integridad, como lo demuestra su elogio de Mianmian.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    El despertar de la sangre Ishtar.

    El suelo temblaba bajo la presión de una presencia. Akane jadeaba. Su forma Oni Lunar había consumido casi todo lo que tenía, y aun así, no era suficiente. Los músculos quemaban, la energía se dispersaba, y cada fibra de su ser sentía el sello que bloqueaba su evolución total.

    Frente a ella, su rival permanecía en las sombras, sin nombre ni rostro revelado. Pero su poder era palpable… cercano al de Azuka, su hermana. Solo que a diferencia de Azuka, este enemigo no contenía su fuerza. No respetaba el vínculo. Este quería destruirla.

    El ataque vino sin aviso, una ráfaga que cortó el aire. Akane no contraatacó. Solo desvió, apenas un giro de muñeca, lo justo para no morir.

    "¿Parry?" -Se burló la figura desde la penumbra, con una voz antigua.

    Akane sonrió, sus labios ensangrentados y el aliento agitado.

    "Ahora es mi estilo". -Respondió con tono burlesco, como si cada segundo ganado fuera una pequeña victoria.

    La figura volvió a avanzar, implacable, cada paso retumbando como si el mundo se hundiera bajo su peso.

    "Ese juego que estás jugando…" -Murmuró- "¿Es suicidio?"

    Akane se alzó sobre sus pies tambaleantes, con la mirada encendida y una chispa de ironía en los ojos.

    "Tal vez... pero me importa un carajo".

    El ser alzó su mano, y el entorno pareció reaccionar: grietas en el suelo, electricidad en el aire.

    "Entonces hazlo, hazlo. Aún no es suficiente para vencerme".

    "Todavía no he perdido". -Respondió ella con firmeza, como quien está dispuesta a caer mil veces con tal de dar un paso más.

    En ese momento, no se escuchó ningún ataque, ningún rugido. Solo el silencio y un sonido suave: clink. Dos grilletes metálicos aparecieron en sus muñecas. Pero no pesaban. No la ataban. Eran símbolo, no prisión.

    Akane los miró. Sabía lo que representaban: su propio límite. El sello que había contenido su verdadero poder. Y uno a uno… comenzaron a romperse.

    Los fragmentos brillaron antes de tocar el suelo, desintegrándose en polvo azul.

    Desde sus manos, luego su rostro, marcas comenzaron a brillar. Runas antiguas, como cicatrices de poder. La luna, antes oculta por las nubes de la batalla, emergió limpia, clara, como si también estuviera esperando ese momento.

    Akane alzó su vista hacia el enemigo. Ya no tenía miedo. Ya no estaba sellada. Ahora sí. Era suficiente.

    Su cabello azul resplandece con intensidad, y aunque su cuerpo parece humano, sobresalen garras y una cola dracónica hechas completamente de energía luminosa, azul brillante, casi líquida en su movimiento. Estas manifestaciones no son parte de una transformación física, sino el reflejo visual de lo que habita oculto en su interior: un poder ancestral que aún duerme, pero ha comenzado a filtrarse más allá de sus límites. Cada destello de esas extremidades energéticas es un susurro de la criatura que podría despertar, un aviso de que Akane está más cerca que nunca de romper su sello final.
    El despertar de la sangre Ishtar. El suelo temblaba bajo la presión de una presencia. Akane jadeaba. Su forma Oni Lunar había consumido casi todo lo que tenía, y aun así, no era suficiente. Los músculos quemaban, la energía se dispersaba, y cada fibra de su ser sentía el sello que bloqueaba su evolución total. Frente a ella, su rival permanecía en las sombras, sin nombre ni rostro revelado. Pero su poder era palpable… cercano al de Azuka, su hermana. Solo que a diferencia de Azuka, este enemigo no contenía su fuerza. No respetaba el vínculo. Este quería destruirla. El ataque vino sin aviso, una ráfaga que cortó el aire. Akane no contraatacó. Solo desvió, apenas un giro de muñeca, lo justo para no morir. "¿Parry?" -Se burló la figura desde la penumbra, con una voz antigua. Akane sonrió, sus labios ensangrentados y el aliento agitado. "Ahora es mi estilo". -Respondió con tono burlesco, como si cada segundo ganado fuera una pequeña victoria. La figura volvió a avanzar, implacable, cada paso retumbando como si el mundo se hundiera bajo su peso. "Ese juego que estás jugando…" -Murmuró- "¿Es suicidio?" Akane se alzó sobre sus pies tambaleantes, con la mirada encendida y una chispa de ironía en los ojos. "Tal vez... pero me importa un carajo". El ser alzó su mano, y el entorno pareció reaccionar: grietas en el suelo, electricidad en el aire. "Entonces hazlo, hazlo. Aún no es suficiente para vencerme". "Todavía no he perdido". -Respondió ella con firmeza, como quien está dispuesta a caer mil veces con tal de dar un paso más. En ese momento, no se escuchó ningún ataque, ningún rugido. Solo el silencio y un sonido suave: clink. Dos grilletes metálicos aparecieron en sus muñecas. Pero no pesaban. No la ataban. Eran símbolo, no prisión. Akane los miró. Sabía lo que representaban: su propio límite. El sello que había contenido su verdadero poder. Y uno a uno… comenzaron a romperse. Los fragmentos brillaron antes de tocar el suelo, desintegrándose en polvo azul. Desde sus manos, luego su rostro, marcas comenzaron a brillar. Runas antiguas, como cicatrices de poder. La luna, antes oculta por las nubes de la batalla, emergió limpia, clara, como si también estuviera esperando ese momento. Akane alzó su vista hacia el enemigo. Ya no tenía miedo. Ya no estaba sellada. Ahora sí. Era suficiente. Su cabello azul resplandece con intensidad, y aunque su cuerpo parece humano, sobresalen garras y una cola dracónica hechas completamente de energía luminosa, azul brillante, casi líquida en su movimiento. Estas manifestaciones no son parte de una transformación física, sino el reflejo visual de lo que habita oculto en su interior: un poder ancestral que aún duerme, pero ha comenzado a filtrarse más allá de sus límites. Cada destello de esas extremidades energéticas es un susurro de la criatura que podría despertar, un aviso de que Akane está más cerca que nunca de romper su sello final.
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