• La fuga no fue perfecta, pero sí lo bastante sigilosa como para engañar a las cámaras y a los guardias somnolientos. Anomaly había dejado un rastro mínimo de alquitrán en las cerraduras, nada que no pudiera pasar por corrosión natural. Sabe que el reloj corre: dos, quizás tres horas antes de que los técnicos noten su ausencia en los monitores, pero no necesita más para disfrutar del aire libre y la naturaleza.

    Emergió al exterior con cierto recelo, con torpeza de quien aprendió a caminar en pasillos de concreto bajo vigilancia constante. Esperó sentir la brisa tibia de la noche, el rumor de insectos, el olor de los pinos, pero lo que la recibió fue una cortina helada de lluvia.

    La noche esta cerrada, el cielo apenas una mancha sin luna, y el bosque se alza oscuro y húmedo alrededor de ella.

    El frío la atraviesa enseguida; el alquitrán bajo su piel no sabe guardar calor, y pronto comienza a tiritar. Aun así, levanta el rostro, dejando que las gotas resbalen por sus mejillas, y una sonrisa se dibuja en su rostro ante la maravillosa y contradictoria sensación de sentirse viva bajo los pinchazos del agua helada en la piel.
    La fuga no fue perfecta, pero sí lo bastante sigilosa como para engañar a las cámaras y a los guardias somnolientos. Anomaly había dejado un rastro mínimo de alquitrán en las cerraduras, nada que no pudiera pasar por corrosión natural. Sabe que el reloj corre: dos, quizás tres horas antes de que los técnicos noten su ausencia en los monitores, pero no necesita más para disfrutar del aire libre y la naturaleza. Emergió al exterior con cierto recelo, con torpeza de quien aprendió a caminar en pasillos de concreto bajo vigilancia constante. Esperó sentir la brisa tibia de la noche, el rumor de insectos, el olor de los pinos, pero lo que la recibió fue una cortina helada de lluvia. La noche esta cerrada, el cielo apenas una mancha sin luna, y el bosque se alza oscuro y húmedo alrededor de ella. El frío la atraviesa enseguida; el alquitrán bajo su piel no sabe guardar calor, y pronto comienza a tiritar. Aun así, levanta el rostro, dejando que las gotas resbalen por sus mejillas, y una sonrisa se dibuja en su rostro ante la maravillosa y contradictoria sensación de sentirse viva bajo los pinchazos del agua helada en la piel.
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  • El silencio reinaba en el teatro vacío, las largas filas de butacas abandonadas como ecos de un pasado de esplendor. Las luces apenas iluminaban el escenario, como una barrera entre el mundo real y aquel que pertenecía a los muertos. El aire estaba cargado de la nostalgia de una gloria pasada, pero no había ni una chispa de vida en el vasto espacio, solo la quietud eterna de la decadencia.

    Allí, en el centro del escenario, la silueta de Lyra vislumbraba entre las sombras, su figura era esbelta y sus movimientos suaves como la seda, se mantenía en un silencio profundo, observando la oscuridad que la rodeaba. Su piel pálida reflejaba lo poco de luz que quedaba, como si su propia existencia estuviera atrapada en un sueño eterno.

    En el fondo, casi imperceptible al principio, sonó una melodía.

    https://www.youtube.com/watch?v=qeMFqkcPYcg&list=RDqeMFqkcPYcg&start_radio=1

    “Sweet dreams” un contraste bastante interesante dado al sitio donde se encontraba , su ritmo desafiante chocando con la serenidad y quietud del lugar. La canción, con su toque provocador y misterioso, parecía entrar en conflicto con la serenidad del teatro, pero de alguna manera, encajaba a la perfección. Lyra, sin poder evitarlo, sintió cómo la música invadía su cuerpo, una oleada de energía que la empujó a moverse. Solo una persona sabía lo que aquello provocaba en ella...

    Su primer movimiento fue sutil, como una sombra que se desliza por el suelo, pero pronto sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de la canción. El sonido de los bajos pulsando a través del aire llenó el vacío del teatro, haciendo que las paredes parecieran vibrar con una energía que solo Lyra podía entender. La vampiresa comenzó a caminar, pero no de una forma común. Cada paso era una danza, un giro que desafiaba la gravedad, como si el escenario fuera suyo para siempre. Sus manos, delgadas y llenas de gracia, se elevaron suavemente, como si estuviera tocando los ecos del pasado en el aire.

    La oscuridad que la rodeaba comenzó a fundirse con ella, su figura etérea proyectada sobre las paredes del teatro, mientras sus movimientos se volvían más seductores, más atrevidos. A pesar de la naturaleza gótica de su ser, la energía de la música era tan vibrante, tan llena de vida, que parecía contrarrestar su condena eterna. Lyra no solo era una sombra en la noche, ella era una manifestación de lo prohibido, de lo que te podía dañar desde adentro.

    Sus ojos, de un rojo brillante como rubíes, brillaban en la penumbra mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, un reflejo de su alma atormentada. La canción resonaba en su ser, sus movimientos se volvían cada vez más provocativos, como si el escenario fuera su pista de baile y ella la reina indiscutible de ese espacio olvidado.

    A medida que la melodía se intensificaba, Lyra se dejó llevar por el ritmo, un baile en el que el tiempo parecía detenerse. La historia de su vida, de su condena, se entrelazaba con la música, como si cada acorde fuera una parte de su alma rota. Pero no había tristeza en su danza, solo había un ardiente deseo de sentirse viva, de sentir esa chispa de rebelión en la piel, a pesar de la eternidad que la atrapaba.

    Su figura, elegante y llena de gracia, se movía entre las sombras del teatro, un contraste entre la luz tenue del escenario y la oscuridad que parecía alimentarla. El teatro, aunque vacío, parecía cobrar vida, como si su presencia de desbordara las paredes y desafiara el vacío. La canción continuaba, susurrando en el aire, y ella bailaba, como un alma libre atrapada en el cuerpo de un monstruo.

    ♧ Sweet dreams are made of this - murmuró en la oscuridad, su voz cálida, pero cargada de intención - Who am I to disagree?...-
    El silencio reinaba en el teatro vacío, las largas filas de butacas abandonadas como ecos de un pasado de esplendor. Las luces apenas iluminaban el escenario, como una barrera entre el mundo real y aquel que pertenecía a los muertos. El aire estaba cargado de la nostalgia de una gloria pasada, pero no había ni una chispa de vida en el vasto espacio, solo la quietud eterna de la decadencia. Allí, en el centro del escenario, la silueta de Lyra vislumbraba entre las sombras, su figura era esbelta y sus movimientos suaves como la seda, se mantenía en un silencio profundo, observando la oscuridad que la rodeaba. Su piel pálida reflejaba lo poco de luz que quedaba, como si su propia existencia estuviera atrapada en un sueño eterno. En el fondo, casi imperceptible al principio, sonó una melodía. https://www.youtube.com/watch?v=qeMFqkcPYcg&list=RDqeMFqkcPYcg&start_radio=1 “Sweet dreams” un contraste bastante interesante dado al sitio donde se encontraba , su ritmo desafiante chocando con la serenidad y quietud del lugar. La canción, con su toque provocador y misterioso, parecía entrar en conflicto con la serenidad del teatro, pero de alguna manera, encajaba a la perfección. Lyra, sin poder evitarlo, sintió cómo la música invadía su cuerpo, una oleada de energía que la empujó a moverse. Solo una persona sabía lo que aquello provocaba en ella... Su primer movimiento fue sutil, como una sombra que se desliza por el suelo, pero pronto sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de la canción. El sonido de los bajos pulsando a través del aire llenó el vacío del teatro, haciendo que las paredes parecieran vibrar con una energía que solo Lyra podía entender. La vampiresa comenzó a caminar, pero no de una forma común. Cada paso era una danza, un giro que desafiaba la gravedad, como si el escenario fuera suyo para siempre. Sus manos, delgadas y llenas de gracia, se elevaron suavemente, como si estuviera tocando los ecos del pasado en el aire. La oscuridad que la rodeaba comenzó a fundirse con ella, su figura etérea proyectada sobre las paredes del teatro, mientras sus movimientos se volvían más seductores, más atrevidos. A pesar de la naturaleza gótica de su ser, la energía de la música era tan vibrante, tan llena de vida, que parecía contrarrestar su condena eterna. Lyra no solo era una sombra en la noche, ella era una manifestación de lo prohibido, de lo que te podía dañar desde adentro. Sus ojos, de un rojo brillante como rubíes, brillaban en la penumbra mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, un reflejo de su alma atormentada. La canción resonaba en su ser, sus movimientos se volvían cada vez más provocativos, como si el escenario fuera su pista de baile y ella la reina indiscutible de ese espacio olvidado. A medida que la melodía se intensificaba, Lyra se dejó llevar por el ritmo, un baile en el que el tiempo parecía detenerse. La historia de su vida, de su condena, se entrelazaba con la música, como si cada acorde fuera una parte de su alma rota. Pero no había tristeza en su danza, solo había un ardiente deseo de sentirse viva, de sentir esa chispa de rebelión en la piel, a pesar de la eternidad que la atrapaba. Su figura, elegante y llena de gracia, se movía entre las sombras del teatro, un contraste entre la luz tenue del escenario y la oscuridad que parecía alimentarla. El teatro, aunque vacío, parecía cobrar vida, como si su presencia de desbordara las paredes y desafiara el vacío. La canción continuaba, susurrando en el aire, y ella bailaba, como un alma libre atrapada en el cuerpo de un monstruo. ♧ Sweet dreams are made of this - murmuró en la oscuridad, su voz cálida, pero cargada de intención - Who am I to disagree?...-
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  • Esto es agradable y relajante... me gusta mirar la naturaleza y tomar una bebida.
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  • De una vez y nueva cuenta en el abismo,
    No hay luz que llegue ni bendición que sea escuchada. Ya conozco este paramo más su sentir aún se deja hacer en mi y me vence, conozco su naturaleza y sus facetas y el dolor que deja caer en mi inherte espíritu.
    Cuan errante camino en sus fauces dejándole llevar por su putrefacto aroma recordando la lápida con mi nombre y el día en que parti.

    Mi alma no conoce ni de carne ni de pena más el vacío en mi es innegable, quisiera poder tomar tu mano pero no, solo fui un mero recuerdo. Una vista pasajera sin trascendencia sin valor ni propósito.
    La flama de tu recuerdo arde en mi y ese es mi infierno. ¿Por qué algo que no fue mío arde como si así hubiera sido?
    ¿Que penitencia cumplo con el dolor de tu perdida? Las cadenas me atan, tu perfume me agobia y me hace recordar la vida grabando tu nombre en mis memorias.
    Parti antes que tú y los árboles viejos susurran la vida que aún posees dictandome cuan clavos en mis manos, estigmas, que no podré jamás estar contigo.

    Olvídalo.... Son solo palabras de un viejo que nadie más escuchará.


    De una vez y nueva cuenta en el abismo, No hay luz que llegue ni bendición que sea escuchada. Ya conozco este paramo más su sentir aún se deja hacer en mi y me vence, conozco su naturaleza y sus facetas y el dolor que deja caer en mi inherte espíritu. Cuan errante camino en sus fauces dejándole llevar por su putrefacto aroma recordando la lápida con mi nombre y el día en que parti. Mi alma no conoce ni de carne ni de pena más el vacío en mi es innegable, quisiera poder tomar tu mano pero no, solo fui un mero recuerdo. Una vista pasajera sin trascendencia sin valor ni propósito. La flama de tu recuerdo arde en mi y ese es mi infierno. ¿Por qué algo que no fue mío arde como si así hubiera sido? ¿Que penitencia cumplo con el dolor de tu perdida? Las cadenas me atan, tu perfume me agobia y me hace recordar la vida grabando tu nombre en mis memorias. Parti antes que tú y los árboles viejos susurran la vida que aún posees dictandome cuan clavos en mis manos, estigmas, que no podré jamás estar contigo. Olvídalo.... Son solo palabras de un viejo que nadie más escuchará.
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  • — ¿Porqué los doctores no dan lo mejor de sí? Los humanos. Lo he visto casi todo, pero aún no puedo comprender la naturaleza cruel contra la misma especie.

    Carlisle soltó una risa leve, sus ojos claros bajo sus largas pestañas que creaban sombras en ellos, hacían su mirada más intensa y pensativa.

    — Pero es su esencia: la crueldad. Toda emoción es necesaria para su existencia, no puedo juzgarlos y no creo tener derecho de hacerlo.
    — ¿Porqué los doctores no dan lo mejor de sí? Los humanos. Lo he visto casi todo, pero aún no puedo comprender la naturaleza cruel contra la misma especie. Carlisle soltó una risa leve, sus ojos claros bajo sus largas pestañas que creaban sombras en ellos, hacían su mirada más intensa y pensativa. — Pero es su esencia: la crueldad. Toda emoción es necesaria para su existencia, no puedo juzgarlos y no creo tener derecho de hacerlo.
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  • El teatro estaba casi vacío, y la luz del mediodía se filtraba suavemente a través de los ventanales altos, proyectando rayos dorados sobre los asientos de terciopelo y el escenario de madera pulida. Lián Xuefeng caminaba con calma por el pasillo central, cada paso medido, resonando apenas en el silencio reverente del lugar. Su traje oscuro contrastaba con la luz cálida que lo rodeaba, y aun así, su presencia imponía un respeto silencioso que se percibía incluso sin palabras.

    En el escenario, un joven pianista practicaba, sus dedos deslizándose sobre las teclas con una delicadeza que parecía desafiar el tiempo. Lián se detuvo a observar, inclinando levemente la cabeza, sintiendo cómo cada nota despertaba recuerdos que habían dormido siglos: salones de palacio, corredores de mármol, noches iluminadas por velas y música que envolvía todo a su alrededor. Durante un instante, su mirada se suavizó, y la máscara de emperador implacable dio paso a un hombre que había amado, perdido y sobrevivido a la eternidad.

    Se acercó a uno de los asientos más cercanos, sentándose con la elegancia de alguien acostumbrado a la realeza, dejando que las notas llenaran el silencio a su alrededor. No había intriga ni amenaza, solo la música fluyendo como un hilo que conectaba su presente con un pasado que aún vivía en su memoria. Cada acorde parecía resonar con algo profundo dentro de él, un placer inesperado que lo hacía sonreír apenas, con esa sutileza que pocos podían percibir.

    —Curioso… —murmuró para sí mismo, la voz apenas un susurro—. Nunca pensé que algo tan efímero como la música pudiera tocar lo eterno.

    Y allí permaneció, observando y escuchando, dejando que la armonía del piano despertara en él una parte olvidada de su alma: el emperador, el vampiro, y aquel fragmento secreto de su ser que aún ignoraba su verdadera naturaleza, todo entrelazado en un momento de calma, reflexión y redescubrimiento.
    El teatro estaba casi vacío, y la luz del mediodía se filtraba suavemente a través de los ventanales altos, proyectando rayos dorados sobre los asientos de terciopelo y el escenario de madera pulida. Lián Xuefeng caminaba con calma por el pasillo central, cada paso medido, resonando apenas en el silencio reverente del lugar. Su traje oscuro contrastaba con la luz cálida que lo rodeaba, y aun así, su presencia imponía un respeto silencioso que se percibía incluso sin palabras. En el escenario, un joven pianista practicaba, sus dedos deslizándose sobre las teclas con una delicadeza que parecía desafiar el tiempo. Lián se detuvo a observar, inclinando levemente la cabeza, sintiendo cómo cada nota despertaba recuerdos que habían dormido siglos: salones de palacio, corredores de mármol, noches iluminadas por velas y música que envolvía todo a su alrededor. Durante un instante, su mirada se suavizó, y la máscara de emperador implacable dio paso a un hombre que había amado, perdido y sobrevivido a la eternidad. Se acercó a uno de los asientos más cercanos, sentándose con la elegancia de alguien acostumbrado a la realeza, dejando que las notas llenaran el silencio a su alrededor. No había intriga ni amenaza, solo la música fluyendo como un hilo que conectaba su presente con un pasado que aún vivía en su memoria. Cada acorde parecía resonar con algo profundo dentro de él, un placer inesperado que lo hacía sonreír apenas, con esa sutileza que pocos podían percibir. —Curioso… —murmuró para sí mismo, la voz apenas un susurro—. Nunca pensé que algo tan efímero como la música pudiera tocar lo eterno. Y allí permaneció, observando y escuchando, dejando que la armonía del piano despertara en él una parte olvidada de su alma: el emperador, el vampiro, y aquel fragmento secreto de su ser que aún ignoraba su verdadera naturaleza, todo entrelazado en un momento de calma, reflexión y redescubrimiento.
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  • desde que me adentre a la morada de la srta Lyra Velvetthorn me dediqué a poder proteger las puertas de su entrada por las historias que me contaba acerca de los idiotas quienes les juzgaban por su naturaleza....

    desde que me adentre a la morada de la srta [legend_onyx_bull_636] me dediqué a poder proteger las puertas de su entrada por las historias que me contaba acerca de los idiotas quienes les juzgaban por su naturaleza....
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  • — Nada como amar la naturaleza. — Se colo en un maizal y ya se lleva su costal de elotes, bendita sea la naturaleza y sus frutos.¿?
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    Me enjaja
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  • No porque sea tu naturaleza, significa que debas rendirte a ella. La paciencia es algo que adquieres después de varios siglos.
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  • ⟡ 𝚂𝙲𝙿-𝙰𝟶𝟽 — "𝙰𝚗𝚘𝚖𝚊𝚕𝚢" ⟡
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
    ╰┈➤ 𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶ó𝗻: Keter
    ╰┈➤ 𝗔𝗹𝗶𝗮𝘀: Anomaly
    ╰┈➤ 𝗢𝗿𝗶𝗴𝗲𝗻: Laboratorios Weyland Corp.

    𝙳𝚎𝚜𝚌𝚛𝚒𝚙𝚌𝚒ó𝚗
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
    ╰┈➤ SCP-A07 es una entidad humanoide femenina, aproximadamente 20 años, 1.70 m de altura y 65 kg de peso. Presenta características físicas humanas estándar con alteraciones visibles en la epidermis (cicatrices quirúrgicas y patrones oscuros subdérmicos).
    ╰┈➤ El organismo de SCP-A07 reemplaza la sangre convencional por una sustancia viscosa y oscura denominada “Alquitrán”, de naturaleza orgánica y corrosiva, considerada el núcleo de sus propiedades anómalas.

    𝙲𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜 𝙿𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚊𝚕𝚎𝚜
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
    ╰┈➤ Generación y control total de la sustancia denominada "alquitrán" a través de orificios en antebrazos y pies. Este "alquitrán" le permite atravesar sólidos (muros, suelos, puertas) al impregnarlos.
    ╰┈➤ Degrada y absorbe materia inorgánica y orgánica mediante el "alquitrán". Se vale de esta materia para sanar heridas y regenerar extremidades amputadas.
    ╰┈➤ Agilidad y reflejos superiores. Puede usar el alquitrán para envolverse y propulsarse en combate.

    𝙿𝚜𝚒𝚌𝚘𝚕𝚘𝚐í𝚊
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
    ╰┈➤ Identidad fragmentada. Nunca desarrolló un sentido propio de “yo”.
    ╰┈➤ Obediencia condicionada. Tiende a acatar órdenes externas (resultado del aislamiento).
    ╰┈➤ Carencia afectiva. Limitado contacto humano. Muestra curiosidad extrema hacia interacciones sociales.

    𝙳𝚎𝚋𝚒𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄
    ╰┈➤ Vulnerabilidad en caso de drenaje, neutralización química o combustión del alquitrán.
    ╰┈➤ Inestabilidad emocional (crisis de ansiedad, episodios de ira).
    ╰┈➤ Escaso entendimiento de dinámicas sociales y motivaciones humanas.
    ⟡ 𝚂𝙲𝙿-𝙰𝟶𝟽 — "𝙰𝚗𝚘𝚖𝚊𝚕𝚢" ⟡  ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ╰┈➤ 𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶ó𝗻: Keter ╰┈➤ 𝗔𝗹𝗶𝗮𝘀: Anomaly ╰┈➤ 𝗢𝗿𝗶𝗴𝗲𝗻: Laboratorios Weyland Corp. 𝙳𝚎𝚜𝚌𝚛𝚒𝚙𝚌𝚒ó𝚗  ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ╰┈➤ SCP-A07 es una entidad humanoide femenina, aproximadamente 20 años, 1.70 m de altura y 65 kg de peso. Presenta características físicas humanas estándar con alteraciones visibles en la epidermis (cicatrices quirúrgicas y patrones oscuros subdérmicos). ╰┈➤ El organismo de SCP-A07 reemplaza la sangre convencional por una sustancia viscosa y oscura denominada “Alquitrán”, de naturaleza orgánica y corrosiva, considerada el núcleo de sus propiedades anómalas. 𝙲𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜 𝙿𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚊𝚕𝚎𝚜  ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ╰┈➤ Generación y control total de la sustancia denominada "alquitrán" a través de orificios en antebrazos y pies. Este "alquitrán" le permite atravesar sólidos (muros, suelos, puertas) al impregnarlos. ╰┈➤ Degrada y absorbe materia inorgánica y orgánica mediante el "alquitrán". Se vale de esta materia para sanar heridas y regenerar extremidades amputadas. ╰┈➤ Agilidad y reflejos superiores. Puede usar el alquitrán para envolverse y propulsarse en combate. 𝙿𝚜𝚒𝚌𝚘𝚕𝚘𝚐í𝚊  ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ╰┈➤ Identidad fragmentada. Nunca desarrolló un sentido propio de “yo”. ╰┈➤ Obediencia condicionada. Tiende a acatar órdenes externas (resultado del aislamiento). ╰┈➤ Carencia afectiva. Limitado contacto humano. Muestra curiosidad extrema hacia interacciones sociales. 𝙳𝚎𝚋𝚒𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜  ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ╰┈➤ Vulnerabilidad en caso de drenaje, neutralización química o combustión del alquitrán. ╰┈➤ Inestabilidad emocional (crisis de ansiedad, episodios de ira). ╰┈➤ Escaso entendimiento de dinámicas sociales y motivaciones humanas.
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