• No deberías meterte en mi comida, podrías terminar en mi estómago.
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  • Preparando el estomago para otro dia de diversíon:)
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ROL OFF:

    ¡Hola amiguitos!
    ¡Espero que la estén pasando muy bien!
    Ahora que han agregado y tengo su atención les quiero comentar algunas cosas rápidas.

    1. El que agrega inicia. Si no sabes cómo, puedes comentar en las imágenes que voy subiendo, ó mándame Mensaje Privado para ponernos de acuerdo.

    2. Respeto ante todo, y nada de metarrol o manipulación negra.

    3. Disculpen la actitud de Percival, es un tonto puro de corazón y a veces ingenuo.

    4. Paciencia si llego a tardar en responder, la vida a fuera es pesada por lo que no sé si tardaré mucho o poco. Cualquier cosa les aviso.

    5. Battle, fantasía, medieval, fantasía oscura, slice of life, epic, gore, acción o aventura son los que mayor manejo. Si alguien quiere una escolta ¡No duden en llamarme!

    6. Si llegase alguien a ser mi Master, entonces le daré prioridad al Master. Aunque no olvido a los demás. Aquí dejo los requisitos para ser mi Master:
    _______1. Apegarse al reglamento anterior.
    _______2. Tener un objetivo claro por el cual buscar
    _________obtener el Santo Grial.
    _______3. Suficiente paciencia para
    _________soportar sus tonteras.
    _______4. Ser un Mago capaz de proporcionar
    _________Mana en grandes cantidades.
    _______5. Ser fuerte.
    _______6. Alimentarse bien.
    _______7. No hablar del club de la pelea.
    _______8. Recuerda la regla 7.
    _______9. Recuerda la regla 1.

    GRACIAS POR SU TIEMPO EN LEER ¡jUGUEMOS!
    ROL OFF: ¡Hola amiguitos! ¡Espero que la estén pasando muy bien! Ahora que han agregado y tengo su atención les quiero comentar algunas cosas rápidas. 1. El que agrega inicia. Si no sabes cómo, puedes comentar en las imágenes que voy subiendo, ó mándame Mensaje Privado para ponernos de acuerdo. 2. Respeto ante todo, y nada de metarrol o manipulación negra. 3. Disculpen la actitud de Percival, es un tonto puro de corazón y a veces ingenuo. 4. Paciencia si llego a tardar en responder, la vida a fuera es pesada por lo que no sé si tardaré mucho o poco. Cualquier cosa les aviso. 5. Battle, fantasía, medieval, fantasía oscura, slice of life, epic, gore, acción o aventura son los que mayor manejo. Si alguien quiere una escolta ¡No duden en llamarme! 6. Si llegase alguien a ser mi Master, entonces le daré prioridad al Master. Aunque no olvido a los demás. Aquí dejo los requisitos para ser mi Master: _______1. Apegarse al reglamento anterior. _______2. Tener un objetivo claro por el cual buscar _________obtener el Santo Grial. _______3. Suficiente paciencia para _________soportar sus tonteras. _______4. Ser un Mago capaz de proporcionar _________Mana en grandes cantidades. _______5. Ser fuerte. _______6. Alimentarse bien. _______7. No hablar del club de la pelea. _______8. Recuerda la regla 7. _______9. Recuerda la regla 1. GRACIAS POR SU TIEMPO EN LEER ¡jUGUEMOS!
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  • Nico habia decidido salir al bar con sus amigos.
    El bar no estaba tan lleno como otros dias, pero el murmullo constante, la música de fondo y las luces cálidas lo hacían sentirse más vivo de lo normal. Nico estaba apoyado contra la barra, con una bebida en la mano, escuchando las historias de siempre de sus amigos. Reía por lo bajo, mirando de vez en cuando hacia la entrada, como si esperara algo más interesante que el humo de cigarro y el alcohol barato.

    Entonces lo escuchó.

    —¿Qué dijiste, imbécil? —gritó una voz cerca de la esquina.

    Nico giró el rostro. Uno de sus amigos, el más explosivo del grupo, estaba cara a cara con dos tipos que claramente buscaban problemas. Nico dejó el vaso sobre la barra sin pensarlo.

    Se acercó, manos alzadas, tranquilo.

    —Ey, tranquilos... No vale la pena —dijo con su tono suave, esa calma que muchas veces desarmaba situaciones. Pero esta vez no funcionó.

    Uno de los tipos empujó a el amigo de Nico con fuerza, y Nico instintivamente se metió en medio, sujetando al agresor del brazo.

    —Ya estuvo, ¿sí? Nadie necesita salir de aquí jodido por una estupidez.

    —¿Y tú quién te crees? —le dijo el otro, con un empujón seco al pecho.

    Nico retrocedió un paso, pero no bajó la mirada. Su mandíbula se tensó. El ambiente se volvió denso.

    —Estoy tratando de evitar que te saquen cargando. Eso soy.

    Pero el primer golpe vino sin aviso. Un puñetazo cruzado le dio en la mejilla, y sintió el ardor al instante. Apenas si reaccionó cuando el amigo de Nico respondió con un derechazo al segundo tipo. Entonces fue inevitable.

    Un breve caos. Nico no era un experto en peleas, pero no se iba a quedar sin defenderse. Empujó al tipo que lo había golpeado y le metió un puñetazo directo al estómago. Recibió un puñetazo en el estomago. Todo fue rápido, torpe, sin técnica, pero lleno de rabia contenida.

    Al final, los de seguridad llegaron y separaron todo. Uno de los tipos acabó en el suelo, y Nico con el labio partido y el pómulo ardiendo.

    Ya afuera, el grupo caminaba entre risas nerviosas por la acera húmeda.

    —¿Estás bien? —preguntó su amigo.

    Nico se tocó la cara, sintió el ardor en la mandíbula y soltó una risa nasal.

    —Seguro va a doler mañana…

    Y justo ahí, como si nada, sonrió.

    Esa sonrisa torcida, medio orgullosa y medio resignada. Los faroles de la calle iluminaban su rostro lastimado.
    Nico habia decidido salir al bar con sus amigos. El bar no estaba tan lleno como otros dias, pero el murmullo constante, la música de fondo y las luces cálidas lo hacían sentirse más vivo de lo normal. Nico estaba apoyado contra la barra, con una bebida en la mano, escuchando las historias de siempre de sus amigos. Reía por lo bajo, mirando de vez en cuando hacia la entrada, como si esperara algo más interesante que el humo de cigarro y el alcohol barato. Entonces lo escuchó. —¿Qué dijiste, imbécil? —gritó una voz cerca de la esquina. Nico giró el rostro. Uno de sus amigos, el más explosivo del grupo, estaba cara a cara con dos tipos que claramente buscaban problemas. Nico dejó el vaso sobre la barra sin pensarlo. Se acercó, manos alzadas, tranquilo. —Ey, tranquilos... No vale la pena —dijo con su tono suave, esa calma que muchas veces desarmaba situaciones. Pero esta vez no funcionó. Uno de los tipos empujó a el amigo de Nico con fuerza, y Nico instintivamente se metió en medio, sujetando al agresor del brazo. —Ya estuvo, ¿sí? Nadie necesita salir de aquí jodido por una estupidez. —¿Y tú quién te crees? —le dijo el otro, con un empujón seco al pecho. Nico retrocedió un paso, pero no bajó la mirada. Su mandíbula se tensó. El ambiente se volvió denso. —Estoy tratando de evitar que te saquen cargando. Eso soy. Pero el primer golpe vino sin aviso. Un puñetazo cruzado le dio en la mejilla, y sintió el ardor al instante. Apenas si reaccionó cuando el amigo de Nico respondió con un derechazo al segundo tipo. Entonces fue inevitable. Un breve caos. Nico no era un experto en peleas, pero no se iba a quedar sin defenderse. Empujó al tipo que lo había golpeado y le metió un puñetazo directo al estómago. Recibió un puñetazo en el estomago. Todo fue rápido, torpe, sin técnica, pero lleno de rabia contenida. Al final, los de seguridad llegaron y separaron todo. Uno de los tipos acabó en el suelo, y Nico con el labio partido y el pómulo ardiendo. Ya afuera, el grupo caminaba entre risas nerviosas por la acera húmeda. —¿Estás bien? —preguntó su amigo. Nico se tocó la cara, sintió el ardor en la mandíbula y soltó una risa nasal. —Seguro va a doler mañana… Y justo ahí, como si nada, sonrió. Esa sonrisa torcida, medio orgullosa y medio resignada. Los faroles de la calle iluminaban su rostro lastimado.
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  • -Comió de mas y se enfermo del estómago. -

    Ya veo la luz al final del túnel..

    -Re exagerada (?) -
    -Comió de mas y se enfermo del estómago. - Ya veo la luz al final del túnel.. -Re exagerada (?) -
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  • ¿Aun sigues aquí?
    Categoría Otros
    Zaphiro dudó un instante antes de empujar la puerta, aunque ya le había enviado un mensaje a anyel avisando que venía... entendía que él no quisiera hablar con ella. La pelea con él aún le quemaba en la garganta y el nudo en su estómago aún le causaba nauseas...tan solo quería el suéter que había dejado el día anterior.

    Con pasos lentos y un poco vacilantes, entró a la casa. No era la manera en que imaginaba volver-Anyel, solo vine por mi suéter-alzó la voz, pensando que quizá se encontraba en el segundo piso, y la realidad es que no quería verlo aun.

    Se encaminó hacia la sala con paso rápido, sintiéndose tentada a desviarse y subir las escaleras para hablar con el... pero un temía la respuesta que podía darle.
    Iba tan perdida en sus emociones que cuando sus ojos se alzaron y se toparon con ella, sus pasos se detuvieron en seco

    El corazón le dio un vuelco y por un segundo dudó si había sido una buena idea venir... La inseguridad se coló en su pecho, apretándole con uñas invisibles. ¿Por qué ella seguía aquí? ¿Por qué Anyel no le había dicho que Nyssara estaba en casa? ¿ Se había decidido al final por ella? Las dudas comenzaron a arañar su mente.

    -¿Que haces aqui?- pregunto de forma brusca sin poder detener un pensamiento que simplemente se había colado hasta su lengua.

    -¿No se supone que ustedes terminaron? - el rostro de zaphiro se había endurecido, los celos la carcomía y también el dolor de saber que Anyel ni siquiera le había avisado de su decisión.

    continuó sin moverse, como si temiera que si daba un paso todo a su alrededor explotaría... solo se quedo ahí, con la mirada en aquella mujer que tenía todo lo que ella quería.
    Zaphiro dudó un instante antes de empujar la puerta, aunque ya le había enviado un mensaje a anyel avisando que venía... entendía que él no quisiera hablar con ella. La pelea con él aún le quemaba en la garganta y el nudo en su estómago aún le causaba nauseas...tan solo quería el suéter que había dejado el día anterior. Con pasos lentos y un poco vacilantes, entró a la casa. No era la manera en que imaginaba volver-Anyel, solo vine por mi suéter-alzó la voz, pensando que quizá se encontraba en el segundo piso, y la realidad es que no quería verlo aun. Se encaminó hacia la sala con paso rápido, sintiéndose tentada a desviarse y subir las escaleras para hablar con el... pero un temía la respuesta que podía darle. Iba tan perdida en sus emociones que cuando sus ojos se alzaron y se toparon con ella, sus pasos se detuvieron en seco El corazón le dio un vuelco y por un segundo dudó si había sido una buena idea venir... La inseguridad se coló en su pecho, apretándole con uñas invisibles. ¿Por qué ella seguía aquí? ¿Por qué Anyel no le había dicho que Nyssara estaba en casa? ¿ Se había decidido al final por ella? Las dudas comenzaron a arañar su mente. -¿Que haces aqui?- pregunto de forma brusca sin poder detener un pensamiento que simplemente se había colado hasta su lengua. -¿No se supone que ustedes terminaron? - el rostro de zaphiro se había endurecido, los celos la carcomía y también el dolor de saber que Anyel ni siquiera le había avisado de su decisión. continuó sin moverse, como si temiera que si daba un paso todo a su alrededor explotaría... solo se quedo ahí, con la mirada en aquella mujer que tenía todo lo que ella quería.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • Un fin de semana en las Vegas
    Fandom Oc
    Categoría Original

    Arribé desde las aguas italianas con un destino claro y tentador: la gran superpotencia estadounidense. Mi objetivo no era otro que sumergirme por completo en el desenfreno y el brillo de la ciudad del placer y los pecados… Las Vegas.

    Después de aterrizar pasadas las 7:30 p.m., tomé un taxi directo al Strip. En menos de una hora ya estaba instalado en un lujoso hotel, con una habitación amplia, impecable, y una vista que prometía más de lo que el día podía darme. Pero para mí, la noche apenas comenzaba.

    8:45 p.m.
    Salí del hotel con paso firme y decidido, empujado por el hambre… y por algo más. Una inquietud que no venía del estómago, sino de más profundo. Elegí un restaurante elegante sin pensarlo demasiado: un risotto de mariscos y una copa de vino tinto que me supo más a preludio que a comida real.

    Fue entonces cuando la vi.

    La entrada del casino. Discreta. Casi privada. Como si no necesitara anunciarse, como si supiera que quien pertenece… siempre la encontrará.

    Pagada la cuenta, me dirigí sin dudar hacia esa puerta de doble hoja iluminada por luces suaves y doradas. Y al cruzarla…

    El interior me golpeó como un perfume antiguo: fichas deslizando sobre tapetes verdes, risas contenidas, suspiros, tragos caros, máquinas sonando como promesas rotas, y la luz tenue de los neones rebotando en las paredes de terciopelo.

    Todo rugía dentro de mí.

    Un ruido interno que no se calmaba con comida, ni con vino, ni con descanso.
    Era un fuego antiguo, uno que había aprendido a apagar con disciplina durante el día…
    Pero que por las noches —y más aún en una ciudad como esta— ardía sin pedir permiso.

    **—Aquí no soy un simple profesor —**pensé mientras mis dedos acariciaban el borde de una ficha olvidada en la barra del salón.
    —Aquí no soy el hombre que enseña historia en un aula aburrida, ni el que pasa desapercibido en el supermercado.
    Aquí puedo ser quien realmente soy.

    Un apostador elegante.
    Un seductor sin corbata.
    Un hombre al borde, buscando ese momento exacto entre perderlo todo… o ganarse a sí mismo.

    Tomé asiento en una mesa de blackjack. Mis dedos temblaban apenas mientras soltaba los billetes y pedía fichas. No por miedo. Sino por ansias.

    Una leve sonrisa apareció en mis labios cuando el crupier me miró por primera vez.

    —Sólo una mano, ¿verdad? —susurré.
    Mentí.
    Arribé desde las aguas italianas con un destino claro y tentador: la gran superpotencia estadounidense. Mi objetivo no era otro que sumergirme por completo en el desenfreno y el brillo de la ciudad del placer y los pecados… Las Vegas. Después de aterrizar pasadas las 7:30 p.m., tomé un taxi directo al Strip. En menos de una hora ya estaba instalado en un lujoso hotel, con una habitación amplia, impecable, y una vista que prometía más de lo que el día podía darme. Pero para mí, la noche apenas comenzaba. 8:45 p.m. Salí del hotel con paso firme y decidido, empujado por el hambre… y por algo más. Una inquietud que no venía del estómago, sino de más profundo. Elegí un restaurante elegante sin pensarlo demasiado: un risotto de mariscos y una copa de vino tinto que me supo más a preludio que a comida real. Fue entonces cuando la vi. La entrada del casino. Discreta. Casi privada. Como si no necesitara anunciarse, como si supiera que quien pertenece… siempre la encontrará. Pagada la cuenta, me dirigí sin dudar hacia esa puerta de doble hoja iluminada por luces suaves y doradas. Y al cruzarla… El interior me golpeó como un perfume antiguo: fichas deslizando sobre tapetes verdes, risas contenidas, suspiros, tragos caros, máquinas sonando como promesas rotas, y la luz tenue de los neones rebotando en las paredes de terciopelo. Todo rugía dentro de mí. Un ruido interno que no se calmaba con comida, ni con vino, ni con descanso. Era un fuego antiguo, uno que había aprendido a apagar con disciplina durante el día… Pero que por las noches —y más aún en una ciudad como esta— ardía sin pedir permiso. **—Aquí no soy un simple profesor —**pensé mientras mis dedos acariciaban el borde de una ficha olvidada en la barra del salón. —Aquí no soy el hombre que enseña historia en un aula aburrida, ni el que pasa desapercibido en el supermercado. Aquí puedo ser quien realmente soy. Un apostador elegante. Un seductor sin corbata. Un hombre al borde, buscando ese momento exacto entre perderlo todo… o ganarse a sí mismo. Tomé asiento en una mesa de blackjack. Mis dedos temblaban apenas mientras soltaba los billetes y pedía fichas. No por miedo. Sino por ansias. Una leve sonrisa apareció en mis labios cuando el crupier me miró por primera vez. —Sólo una mano, ¿verdad? —susurré. Mentí.
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  • un buen estiramiento antes de ir a dormir, y ver si mi mente despeja, algunas cosas que pasaron hoy dia.......creo que necesito un respiro, o gritar, o ir a un angeroom haber si desahogo todo, lo que me esta haciendo el nudo en el estomago, y mi garganta
    un buen estiramiento antes de ir a dormir, y ver si mi mente despeja, algunas cosas que pasaron hoy dia.......creo que necesito un respiro, o gritar, o ir a un angeroom haber si desahogo todo, lo que me esta haciendo el nudo en el estomago, y mi garganta
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  • -estaba en el baño, mientras el agua caia por mi cuerpo ese liquido bajaba por el desague, ese liquido del color rojo, un rojo carmin profundo, derramando lagrimas, pasando saliva aunque se me dificultaba,por el nudo en la garganta y mi estomago, cuando sali del baño, fui y agarre un pequeño relicarioencima de mi mesita de noche, mirando las medicinas, para ir callendo de rodillas, para despues agarrar mi telefono, viendo que mika me habia dejado su telefono, pero no queria molestarlo, no, no ahora y menos con mis problemas y soledad-

    haaa.....que debo hacer

    -dije soltando un gran suspiro, cerrando el relicario dejandolo a un lado, aun en toalla fui, y me puse mi pijama, llendo por una copa y una botella de vino, sirviendome una copa mirando el ventanal, abrazandome a mi misma-

    Mika Xiao Kim
    -estaba en el baño, mientras el agua caia por mi cuerpo ese liquido bajaba por el desague, ese liquido del color rojo, un rojo carmin profundo, derramando lagrimas, pasando saliva aunque se me dificultaba,por el nudo en la garganta y mi estomago, cuando sali del baño, fui y agarre un pequeño relicarioencima de mi mesita de noche, mirando las medicinas, para ir callendo de rodillas, para despues agarrar mi telefono, viendo que mika me habia dejado su telefono, pero no queria molestarlo, no, no ahora y menos con mis problemas y soledad- haaa.....que debo hacer -dije soltando un gran suspiro, cerrando el relicario dejandolo a un lado, aun en toalla fui, y me puse mi pijama, llendo por una copa y una botella de vino, sirviendome una copa mirando el ventanal, abrazandome a mi misma- [fable_silver_frog_194]
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  • ⸻ Cafetería 'Devotion' – Williamsburg, Brooklyn

    — El amor no se mide en selfies, sexo intenso ni frases de ligoteo. Se mide en conexión, comprensión y confianza. Créeme. Llegará el momento en que comprenderás que las mariposas en el estomago no son nada comparado con poder llamar "hogar" a esa persona.

    #Ashes
    📌 ⸻ Cafetería 'Devotion' – Williamsburg, Brooklyn — El amor no se mide en selfies, sexo intenso ni frases de ligoteo. Se mide en conexión, comprensión y confianza. Créeme. Llegará el momento en que comprenderás que las mariposas en el estomago no son nada comparado con poder llamar "hogar" a esa persona. #Ashes
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