• Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos.
    Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana.

    Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente.

    Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan.

    Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos).

    Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj.

    "𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠, 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒.
    𝑀𝑒 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑣𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑠.
    𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑚𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑖𝑜𝑠, 𝑠𝑎𝑙 𝑐𝑜𝑛 𝑆𝑎𝑚, 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑙𝑜 𝑏𝑖𝑒𝑛.
    𝑌𝑜 𝑙𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 ;)
    𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒, 𝑃𝑜𝑝𝑝𝑦."

    Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared.
    Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto.
    Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre.

    Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city.
    Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella.

    La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual.

    >> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker.

    La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón.
    Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen.

    — ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos!


    #3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies
    Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos. Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana. Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente. Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan. Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos). Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj. "𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠, 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒. 𝑀𝑒 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑣𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑠. 𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑚𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑖𝑜𝑠, 𝑠𝑎𝑙 𝑐𝑜𝑛 𝑆𝑎𝑚, 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑙𝑜 𝑏𝑖𝑒𝑛. 𝑌𝑜 𝑙𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 ;) 𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒, 𝑃𝑜𝑝𝑝𝑦." Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared. Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto. Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre. Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city. Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella. La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual. >> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker. La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón. Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen. — ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos! #3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies
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  • ¿A quien llamas tu animal, ramo de flores con patas? #NV #Perdon.
    ¿A quien llamas tu animal, ramo de flores con patas? #NV #Perdon.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Me sentí ansioso mientras el autobús se zarandeaba por la carretera con cráteres hasta en las curvas. Yo iba del lado derecho, por donde el sol no pegaba, igual, el vehículo iba solo, tan solo que a duras penas dos o tres almas a parte de la mía y la del chofer viajaban a dios sabe donde. La gente de estos lados no parecía ser muy habladora o agradable, cualquiera te miraba con coraje o con cara de tonto, como si el que oliera mal fuera uno, para colmo, el chofer ni música traía en la radio y no parecía querer poner algo pronto. Fuera de eso, la tarde era agradable, un poco calurosa, suficiente al menos como para estar loco, o enfermo, si llevases encima una chaqueta. Al menos, a mi, me parecía que el cielo, cuál lienzo al oleo, teñía con hermosos colores ocres, pero vibrantes, un atardecer más de otoño, uno más de esos hermosos que parecían provenir de películas.

    —Parece que he llegado.

    Afirmé para mi mismo, mirando para el fondo un pueblo chico, de esos pequeños que pasaban desapercibidos, justo como me habían comentado que se iba a ver. Ignorando por completo a la gente que viajaba en el bus conmigo. Dentro de mi cabeza, me parecía mucho, mucho más solitario el lugar de lo que pensaba. Había viajado desde mi pueblo a este, porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Lucas Páramo. En su momento, mi madre me lo dijo. Yo, como buen hijo, le prometí antes que muriera, que vendría a verlo. Recordaba claramente esos momentos, sus últimos suspiros, cuando le aprete las manos porqué las palabras ya no me salían. Nunca estuve ansioso por verlo otra vez, pero mi madre estaba por morirse y yo me mantuve en un plan de prometerlo todo.

    —Madre, voy a ver a mi padre

    Afirmé para mi ya difunta mamá. Me paré, acercándome al hombre que conducía el autobús y, con toda la inocencia del mundo, le pregunté si faltaba mucho para Comala. No hubo una contestación inmediata, de hecho, el chofer medito su respuesta mientras miraba hacia el camino. Tras algunos segundos, este finalmente atino a decir unas palabras.

    "Muchacho, bájate por aquí y agarra el que gira en esta curva, unos ya no vamos pa' allá porqué esa tierra esta muerta"

    Simplemente dije "gracias" para luego, en la plena parada del transporte, bajarme, recogiendo mis cosas, no mucho, una mochila y una caja de cecina para el desobligado, luego, caminé, porqué el otro bus no más no pasaba. Yo nunca había sido un hombre demasiado apegado a lo material, tal vez porqué vine sin nada y me iría sin nada, igual y con unos pesos que el señor Lucas se dignara a dejarme por ahí. De cualquier modo, me puse a caminar hasta llegar al centro, perdido, pero ansioso por cumplir con lo prometido. Me había topado con varías personas de mirada turbia, perdida. Y yo, siendo un hombre de esos curtidos y fríos ante los ojos de perro rabioso, sentí por primera vez en años, un escalofrió cuando un hombre en su 30 o 40 años me miró desde una ventana, la de una casa de apariencia antigua. Mi atención se disperso de este cuando, en algún momento, alguien a un costado mío me llamo por un nombre que nunca me había pertenecido.

    "Abundio, Abundio..."

    ...
    Me sentí ansioso mientras el autobús se zarandeaba por la carretera con cráteres hasta en las curvas. Yo iba del lado derecho, por donde el sol no pegaba, igual, el vehículo iba solo, tan solo que a duras penas dos o tres almas a parte de la mía y la del chofer viajaban a dios sabe donde. La gente de estos lados no parecía ser muy habladora o agradable, cualquiera te miraba con coraje o con cara de tonto, como si el que oliera mal fuera uno, para colmo, el chofer ni música traía en la radio y no parecía querer poner algo pronto. Fuera de eso, la tarde era agradable, un poco calurosa, suficiente al menos como para estar loco, o enfermo, si llevases encima una chaqueta. Al menos, a mi, me parecía que el cielo, cuál lienzo al oleo, teñía con hermosos colores ocres, pero vibrantes, un atardecer más de otoño, uno más de esos hermosos que parecían provenir de películas. —Parece que he llegado. Afirmé para mi mismo, mirando para el fondo un pueblo chico, de esos pequeños que pasaban desapercibidos, justo como me habían comentado que se iba a ver. Ignorando por completo a la gente que viajaba en el bus conmigo. Dentro de mi cabeza, me parecía mucho, mucho más solitario el lugar de lo que pensaba. Había viajado desde mi pueblo a este, porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Lucas Páramo. En su momento, mi madre me lo dijo. Yo, como buen hijo, le prometí antes que muriera, que vendría a verlo. Recordaba claramente esos momentos, sus últimos suspiros, cuando le aprete las manos porqué las palabras ya no me salían. Nunca estuve ansioso por verlo otra vez, pero mi madre estaba por morirse y yo me mantuve en un plan de prometerlo todo. —Madre, voy a ver a mi padre Afirmé para mi ya difunta mamá. Me paré, acercándome al hombre que conducía el autobús y, con toda la inocencia del mundo, le pregunté si faltaba mucho para Comala. No hubo una contestación inmediata, de hecho, el chofer medito su respuesta mientras miraba hacia el camino. Tras algunos segundos, este finalmente atino a decir unas palabras. "Muchacho, bájate por aquí y agarra el que gira en esta curva, unos ya no vamos pa' allá porqué esa tierra esta muerta" Simplemente dije "gracias" para luego, en la plena parada del transporte, bajarme, recogiendo mis cosas, no mucho, una mochila y una caja de cecina para el desobligado, luego, caminé, porqué el otro bus no más no pasaba. Yo nunca había sido un hombre demasiado apegado a lo material, tal vez porqué vine sin nada y me iría sin nada, igual y con unos pesos que el señor Lucas se dignara a dejarme por ahí. De cualquier modo, me puse a caminar hasta llegar al centro, perdido, pero ansioso por cumplir con lo prometido. Me había topado con varías personas de mirada turbia, perdida. Y yo, siendo un hombre de esos curtidos y fríos ante los ojos de perro rabioso, sentí por primera vez en años, un escalofrió cuando un hombre en su 30 o 40 años me miró desde una ventana, la de una casa de apariencia antigua. Mi atención se disperso de este cuando, en algún momento, alguien a un costado mío me llamo por un nombre que nunca me había pertenecido. "Abundio, Abundio..." ...
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  • Carmina salió de casa una mañana soleada con ganas de estirar las piernas y respirar el aire fresco. Caminaba por el parque de su vecindario, disfrutando de la brisa y el canto de los pájaros, cuando algo llamó su atención al pie de un árbol: una pequeña piedra en forma de corazón, perfectamente lisa y rodeada de flores silvestres. Parecía haber sido colocada allí con cariño, como una simple decoración, pero para Carmina tenía un aire especial, casi como si le estuviera sonriendo.

    Se inclinó para observarla más de cerca, y en un impulso juguetón, la tomó entre sus manos, sintiendo su superficie suave y cálida por el sol. Sabía que probablemente era parte del ambiente del parque, algo dejado por alguien para dar un toque bonito al lugar, pero en ese momento no pudo resistirse. La guardó en el bolsillo de su abrigo y, con una sonrisa, se alejó del parque, sintiendo un pequeño secreto cómplice en su bolsillo.

    Durante el camino de regreso, la piedra la hacía sonreír sin razón aparente. De alguna manera, ese simple hallazgo le había alegrado la mañana. Cuando llegó a casa, colocó la piedra en su mesa de noche y pensó en lo encantador que sería encontrar estos pequeños tesoros en cada paseo. Decidió que, la próxima vez que saliera, llevaría consigo una piedra especial de su jardín para dejarla en el parque, como un intercambio secreto con quien quiera que disfrutara de esas pequeñas decoraciones.

    Desde entonces, Carmina continuó sus paseos por el vecindario, dejando y encontrando pequeñas sorpresas en el parque. Su pequeño acto de llevarse aquella piedra en forma de corazón había abierto un mundo de juegos secretos y felices momentos compartidos con desconocidos, transformando cada salida en una aventura llena de sonrisas.
    Carmina salió de casa una mañana soleada con ganas de estirar las piernas y respirar el aire fresco. Caminaba por el parque de su vecindario, disfrutando de la brisa y el canto de los pájaros, cuando algo llamó su atención al pie de un árbol: una pequeña piedra en forma de corazón, perfectamente lisa y rodeada de flores silvestres. Parecía haber sido colocada allí con cariño, como una simple decoración, pero para Carmina tenía un aire especial, casi como si le estuviera sonriendo. Se inclinó para observarla más de cerca, y en un impulso juguetón, la tomó entre sus manos, sintiendo su superficie suave y cálida por el sol. Sabía que probablemente era parte del ambiente del parque, algo dejado por alguien para dar un toque bonito al lugar, pero en ese momento no pudo resistirse. La guardó en el bolsillo de su abrigo y, con una sonrisa, se alejó del parque, sintiendo un pequeño secreto cómplice en su bolsillo. Durante el camino de regreso, la piedra la hacía sonreír sin razón aparente. De alguna manera, ese simple hallazgo le había alegrado la mañana. Cuando llegó a casa, colocó la piedra en su mesa de noche y pensó en lo encantador que sería encontrar estos pequeños tesoros en cada paseo. Decidió que, la próxima vez que saliera, llevaría consigo una piedra especial de su jardín para dejarla en el parque, como un intercambio secreto con quien quiera que disfrutara de esas pequeñas decoraciones. Desde entonces, Carmina continuó sus paseos por el vecindario, dejando y encontrando pequeñas sorpresas en el parque. Su pequeño acto de llevarse aquella piedra en forma de corazón había abierto un mundo de juegos secretos y felices momentos compartidos con desconocidos, transformando cada salida en una aventura llena de sonrisas.
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  • "Búscame en las flores, pues cada una de ella con su suave toque y aroma, son pequeños recordatorios de amor eterno."
    "Búscame en las flores, pues cada una de ella con su suave toque y aroma, son pequeños recordatorios de amor eterno."
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  • De camino a la mansión Hastings
    Fandom Bridgerton
    Categoría Drama
    Mi doncella personal termino de arreglar mi cabello y el maquillaje. Para esta noche opté por un pequeño recogido en la parte de arriba y el resto decidí dejar mi cabello suelto.
    Mi pelo rojo no está muy de moda en la moda londinense, pero Colin me dijo una vez que le encanta la viveza que le daba a mi pelo cuando se refleja a la luz de las velas, así que en este caso la moda y yo van a tener que estar en un completo desacuerdo.
    Además a mí siempre me ha gustado mi cabello rojo natural, es una de las pocas cosas sobre mí que me gustan de verdad.
    -Se ve realmente hermosa, si me permite mi elogio señora.
    -Gracias, eres muy amable.
    Mary mi doncella personal termina de arreglarme. Para el baile de esta noche he elegido un nuevo vestido que hace unos días llego a casa, cuando Colin no estaba.

    El verde es uno de mis colores favoritos, representa la esperanza y además me da valor para enfrentarme a lo que me espera esta noche.

    Colin se marcho esta tarde hacia la mansión Hastings.
    No llevaba ningún traje, se fue con un traje de tarde, ni siquiera me dio tiempo a obligarle para que se cambiara antes de salir.

    Nuestra ama de llaves la señora Grimpson, me informó de inmediato para comunicarme que el carruaje ya está preparado, fuera en la entrada.
    -Muchas gracias señora Grimpson.
    -Seguro que disfrutará del baile de esta noche.
    Con su ayuda me termino de abrigar.

    En el momento en que me senté dentro del carruaje avise al cochero que me lleve a la casa familiar de los Bridgerton.
    Para recoger a mi suegra y a Eloise.

    Tal vez Colin ha descubierto algún oscuro secreto de Cressida y piensa chantajearla en el baile.
    Típico de Colin, idear algo tan perfecto y bastante ingenioso. ¿Pero que oscuro secreto ha podido averiguar sobre Cressida en tan solo unos días?.
    Cressida es bastante cruel y muy mezquina, pero jamás se sale de las reglas de la sociedad. Lo único atrevido que ha echo a lo largo de su vida es chantajear a Lady Wisthledown.

    Observó por la ventana para ver que estamos a escasos metros de la casa familiar.

    Eloise Bridgerton Violet Bridgerton

    Mi doncella personal termino de arreglar mi cabello y el maquillaje. Para esta noche opté por un pequeño recogido en la parte de arriba y el resto decidí dejar mi cabello suelto. Mi pelo rojo no está muy de moda en la moda londinense, pero Colin me dijo una vez que le encanta la viveza que le daba a mi pelo cuando se refleja a la luz de las velas, así que en este caso la moda y yo van a tener que estar en un completo desacuerdo. Además a mí siempre me ha gustado mi cabello rojo natural, es una de las pocas cosas sobre mí que me gustan de verdad. -Se ve realmente hermosa, si me permite mi elogio señora. -Gracias, eres muy amable. Mary mi doncella personal termina de arreglarme. Para el baile de esta noche he elegido un nuevo vestido que hace unos días llego a casa, cuando Colin no estaba. El verde es uno de mis colores favoritos, representa la esperanza y además me da valor para enfrentarme a lo que me espera esta noche. Colin se marcho esta tarde hacia la mansión Hastings. No llevaba ningún traje, se fue con un traje de tarde, ni siquiera me dio tiempo a obligarle para que se cambiara antes de salir. Nuestra ama de llaves la señora Grimpson, me informó de inmediato para comunicarme que el carruaje ya está preparado, fuera en la entrada. -Muchas gracias señora Grimpson. -Seguro que disfrutará del baile de esta noche. Con su ayuda me termino de abrigar. En el momento en que me senté dentro del carruaje avise al cochero que me lleve a la casa familiar de los Bridgerton. Para recoger a mi suegra y a Eloise. Tal vez Colin ha descubierto algún oscuro secreto de Cressida y piensa chantajearla en el baile. Típico de Colin, idear algo tan perfecto y bastante ingenioso. ¿Pero que oscuro secreto ha podido averiguar sobre Cressida en tan solo unos días?. Cressida es bastante cruel y muy mezquina, pero jamás se sale de las reglas de la sociedad. Lo único atrevido que ha echo a lo largo de su vida es chantajear a Lady Wisthledown. Observó por la ventana para ver que estamos a escasos metros de la casa familiar. [WyattEloise] [L_Bridgerton]
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    Individual
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    Cualquier línea
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  • El mundo blanco, ese que se extendía infinitamente ante mis ojos, fue arrasado por un viento cruel, tan salvaje e indómito que no entendía razones para no arrastrar los kilómetros de la tierra blanca y llevársela como a cenizas tibias. Observé impotente, sin poder hacer algo en contra de la voluntad de su fuerza que incluso amenazó con arrastrarme a mí.

    No quedó nada. El mundo blanco terminó desvanecido. En su lugar quedó el vacío, años luz de absoluta nada.

    ...

    La sabana que yacía sobre Kafka, tan quieta que solo hacía movimientos cuando él respiraba, terminó desfigurada ante su repentino despertar, tirada en el mojado suelo. El muchacho, agitado, miró alarmado a su al rededor, encontrando un nuevo terreno que era muy diferente a su habitación; Paredes de madera, viejas y mohosas, suelo húmedo, con algunos charcos de barro, y temperatura lo suficientemente baja como para obligarlo a abrazarse a si mismo.

    Kafka abandona lentamente la cama, con movimientos cuidadosos y delicados. La planta de su pie toca el húmedo suelo, dónde el barro se apegó a su piel blanquecina, hasta que pudo ponerse de pie.

    "Primero un murmullo, luego un sueño, y ahora una pocilga. Esto parece una novela muy mal escrita...". En sus adentros Kafka trata de entender, pero no encontraba las respuestas que buscaba. Ante su aturdida mirada yace una puerta, tan maltratada como las paredes que lo rodean.

    "Seguro que ni voy a tocar el picaporte y algo malo pasará". Con pasos inseguros cruzó la habitación, ensuciando sus pies con cada tenso tramo que cortaba. Extendió esos delgados dedos de porcelana, esos que culminan en uñas negras, para envolver el oxidado picaporte, mismo que parecía desmoronarse ante el contacto con la joven mano.
    El chirrido de las bisagras viejas invadió sus oidos, con un sonido tan molesto que hasta su densa cabellera quería erizarse. Kafka apretó los dientes, siendo incapaz de poder olvidar lo desagradable de ese sonido.

    Poco a poco la puerta reveló lo que había del otro lado; Un pasillo, o un túnel si es que quieres ser más exacto. El muchacho de los ojos verdes abrió la puerta, solo para encontrar un extenso túnel repleto de musgo fluorescente y pequeñas flores de tonos azules.
    El mundo blanco, ese que se extendía infinitamente ante mis ojos, fue arrasado por un viento cruel, tan salvaje e indómito que no entendía razones para no arrastrar los kilómetros de la tierra blanca y llevársela como a cenizas tibias. Observé impotente, sin poder hacer algo en contra de la voluntad de su fuerza que incluso amenazó con arrastrarme a mí. No quedó nada. El mundo blanco terminó desvanecido. En su lugar quedó el vacío, años luz de absoluta nada. ... La sabana que yacía sobre Kafka, tan quieta que solo hacía movimientos cuando él respiraba, terminó desfigurada ante su repentino despertar, tirada en el mojado suelo. El muchacho, agitado, miró alarmado a su al rededor, encontrando un nuevo terreno que era muy diferente a su habitación; Paredes de madera, viejas y mohosas, suelo húmedo, con algunos charcos de barro, y temperatura lo suficientemente baja como para obligarlo a abrazarse a si mismo. Kafka abandona lentamente la cama, con movimientos cuidadosos y delicados. La planta de su pie toca el húmedo suelo, dónde el barro se apegó a su piel blanquecina, hasta que pudo ponerse de pie. "Primero un murmullo, luego un sueño, y ahora una pocilga. Esto parece una novela muy mal escrita...". En sus adentros Kafka trata de entender, pero no encontraba las respuestas que buscaba. Ante su aturdida mirada yace una puerta, tan maltratada como las paredes que lo rodean. "Seguro que ni voy a tocar el picaporte y algo malo pasará". Con pasos inseguros cruzó la habitación, ensuciando sus pies con cada tenso tramo que cortaba. Extendió esos delgados dedos de porcelana, esos que culminan en uñas negras, para envolver el oxidado picaporte, mismo que parecía desmoronarse ante el contacto con la joven mano. El chirrido de las bisagras viejas invadió sus oidos, con un sonido tan molesto que hasta su densa cabellera quería erizarse. Kafka apretó los dientes, siendo incapaz de poder olvidar lo desagradable de ese sonido. Poco a poco la puerta reveló lo que había del otro lado; Un pasillo, o un túnel si es que quieres ser más exacto. El muchacho de los ojos verdes abrió la puerta, solo para encontrar un extenso túnel repleto de musgo fluorescente y pequeñas flores de tonos azules.
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  • No enconte mas flores pero decore este pato de hule como tu Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗
    No enconte mas flores pero decore este pato de hule como tu [LuciHe11]
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  • #BitchLife #SupernaturalLife

    Después de una noche sin dormir, subsistiendo a base de Monster y café, Nathan siente tanto orgullo como diversión al haber logrado descifrar, y asimilar, el primer capítulo del antiguo libro. Entre sus páginas, ha encontrado referencias sobre el aura y sus colores, lo que le dio una gran idea: diseñar un pequeño "test" para ver si puede descubrir de qué color es el aura de cada quien.

    --- Vamos, deja la timidez para la iglesia. Primera pregunta ---dice, con un brillo de travesura en los ojos de párpados somnolientos--- ¿Cómo demuestras interés cuando alguien te atrae? Las opciones son:
    A) Te acercas y dejas claras tus intenciones con una sonrisa que dice más que tus palabras.
    B) Eres sutil, dejando pequeños detalles y miradas intensas hasta que no puedan resistirse.
    C) Te gusta hacer que ellos den el primer paso; verlos intentar seducirte te divierte.
    D) Los llevas a un juego de palabras y miradas, dejando que se den cuenta de que quieres.
    E) No sueles abrirte de inmediato, pero cuando te sientes seguro, tu interés es irresistible.
    F) Te lanzas al ruedo y dejas claro lo que quieres, sin rodeos.
    #BitchLife #SupernaturalLife Después de una noche sin dormir, subsistiendo a base de Monster y café, Nathan siente tanto orgullo como diversión al haber logrado descifrar, y asimilar, el primer capítulo del antiguo libro. Entre sus páginas, ha encontrado referencias sobre el aura y sus colores, lo que le dio una gran idea: diseñar un pequeño "test" para ver si puede descubrir de qué color es el aura de cada quien. --- Vamos, deja la timidez para la iglesia. Primera pregunta ---dice, con un brillo de travesura en los ojos de párpados somnolientos--- ¿Cómo demuestras interés cuando alguien te atrae? Las opciones son: A) Te acercas y dejas claras tus intenciones con una sonrisa que dice más que tus palabras. B) Eres sutil, dejando pequeños detalles y miradas intensas hasta que no puedan resistirse. C) Te gusta hacer que ellos den el primer paso; verlos intentar seducirte te divierte. D) Los llevas a un juego de palabras y miradas, dejando que se den cuenta de que quieres. E) No sueles abrirte de inmediato, pero cuando te sientes seguro, tu interés es irresistible. F) Te lanzas al ruedo y dejas claro lo que quieres, sin rodeos.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ¿Qué hago primero?
    a) Sacar a Trinch de prisión
    b) Empezar el lore de Trinch
    c) Hacerle la ficha
    ¿Qué hago primero? a) Sacar a Trinch de prisión b) Empezar el lore de Trinch c) Hacerle la ficha
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