• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ¡Hola a todxs!

    Primero que nada: ¡muchas gracias por unirse al fandom! Me hace muchísima ilusión que empiecen a venir personas. Gracias por unirse con sus Ocs preciosos y personaje(s) canon.


    Aquí voy a colocar una lista de los personajes unidos para que cada quien pueda echarles un vistazo, también voy a colocar la trama que tenía más o menos planeada (y se irán agregando diferentes cosas conforme entre todxs le demos más forma. También es probable que, si la lista de PJs se hace larga, coloque la trama en otro post para que no se haga tanto embrollo).

    ──────────
    𝐏𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬:

    𝐒𝐂𝐎𝐓𝐓 𝐌𝐂𝐂𝐀𝐋𝐋 (Canon)

    Stiles Stilinski (Canon)

    𝐇𝐲𝐚𝐜𝐢𝐭𝐡 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧 (Oc)

    𝐋𝐢𝐥𝐢𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐇𝐚𝐮𝐬𝐦𝐚𝐧𝐧𝐢𝐧 (Oc)



    𝐓𝐫𝐚𝐦𝐚:

    Ocurre más o menos después del arco del Nogitsune. Llega un hada (Hyacith) a Beacon Hills, esta hada puede tomar la apariencia de alguien de la manada (aunque no pueden ser algunos seres sobrenaturales como hombres lobos o hellhounds, etc) y decide sembrar el caos. Lo que ocurre es que, cuando toma la apariencia de alguien, ademas de llevarse a la persona, va tomando emociones, recuerdos, todo de su objetivo y lo va debilitando hasta matarlo. Cuando se dan cuenta de esto es que deben encontrar quién es el hada y detenerla antes que sea tarde.
    ──────────

    Por supuesto, esto está sujeto a cambios según si llegan más Ocs y por dónde empieza a girar el rol al ir avanzando. Es como una "trama principal" a la que pueden ir uniéndose quienes deseen, luego habrá tramas a parte entre perosnajes, claro, según cómo vean en interactuar entre cada unx.

    ¡Gracias por leer! Bonito día.
    ¡Hola a todxs! Primero que nada: ¡muchas gracias por unirse al fandom! Me hace muchísima ilusión que empiecen a venir personas. Gracias por unirse con sus Ocs preciosos y personaje(s) canon. ❤️ Aquí voy a colocar una lista de los personajes unidos para que cada quien pueda echarles un vistazo, también voy a colocar la trama que tenía más o menos planeada (y se irán agregando diferentes cosas conforme entre todxs le demos más forma. También es probable que, si la lista de PJs se hace larga, coloque la trama en otro post para que no se haga tanto embrollo). ────────── 𝐏𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬: • [THCTRUEALPH4] (Canon) • [Stiles_S] (Canon) • [Hyacith_Mor2] (Oc) • [Lili_Hau1] (Oc) 𝐓𝐫𝐚𝐦𝐚: Ocurre más o menos después del arco del Nogitsune. Llega un hada (Hyacith) a Beacon Hills, esta hada puede tomar la apariencia de alguien de la manada (aunque no pueden ser algunos seres sobrenaturales como hombres lobos o hellhounds, etc) y decide sembrar el caos. Lo que ocurre es que, cuando toma la apariencia de alguien, ademas de llevarse a la persona, va tomando emociones, recuerdos, todo de su objetivo y lo va debilitando hasta matarlo. Cuando se dan cuenta de esto es que deben encontrar quién es el hada y detenerla antes que sea tarde. ────────── Por supuesto, esto está sujeto a cambios según si llegan más Ocs y por dónde empieza a girar el rol al ir avanzando. Es como una "trama principal" a la que pueden ir uniéndose quienes deseen, luego habrá tramas a parte entre perosnajes, claro, según cómo vean en interactuar entre cada unx. ¡Gracias por leer! Bonito día.✨️
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  • 🐾 El Día de las Bestias Eternas
    Fandom Mitologica
    Categoría Original
    El Inframundo despierta con un murmullo antiguo.
    Desde los abismos más hondos del Erebo hasta las riberas del Leteo, una vibración recorre las sombras: un llamado que ni los vivos ni los muertos pueden ignorar.
    Hoy no hay lamentos. Hoy no hay castigos.
    Hoy, incluso en la oscuridad más profunda, se celebra la existencia de lo salvaje.
    Es el Día de los Animales, y los reinos del más allá se preparan para honrar a quienes han custodiado las fronteras de la eternidad.

    En el gran salón de obsidiana, donde los muros laten como un corazón dormido, las antorchas se encienden una a una con fuego azul.
    Las criaturas del Inframundo se congregan: lobos de humo, aves de ceniza, serpientes de fuego líquido y caballos hechos de polvo y viento.
    Todas aguardan en silencio.
    El trono vacío brilla con reflejos de piedra viva.
    Y en el centro del salón, Cerbero emerge de las sombras.

    El guardián de las Puertas del Hades camina con paso firme, las tres cabezas en perfecta armonía, los ojos ardiendo como soles en la penumbra.
    A su alrededor, las almas se inclinan, reconociendo en él no solo al protector, sino al símbolo eterno de la lealtad y la fuerza.

    Desde lo alto, Perséfone, Reina del Inframundo, desciende envuelta en un resplandor tenue.
    En sus manos sostiene una corona forjada con hierro de estrella caída, adornada con tres gemas:
    una roja por la furia,
    una negra por la noche,
    y una blanca por la lealtad.

    A su lado, una presencia luminosa se acerca: Albina, la cabra blanca del Inframundo.
    Su pelaje brilla como la luna sobre la piedra, y donde sus pezuñas tocan el suelo, florecen pequeñas flores grises, las únicas que crecen en aquel reino sin sol.
    Las criaturas se apartan en respeto; la conocen como mensajera de paz y consejera de las almas olvidadas.

    Perséfone levanta la corona y, con voz que es decreto y bendición, pronuncia:

    “Hoy, el Inframundo celebra el Día de las Bestias Eternas.
    Hoy, las criaturas que sirven, vigilan y aman son honradas.
    Cerbero, guardián del Umbral, tu lealtad ha sido tu trono.
    Desde este instante, no serás solo guardián… serás Rey de las Bestias Eternas.
    Y tú, Albina, serás su guía, su conciencia, su equilibrio.”

    Cuando la corona toca las tres frentes de Cerbero, una ola de fuego blanco recorre el salón.
    El suelo vibra, los ríos cambian su curso, y las almas aúllan con júbilo.
    Las tres cabezas del nuevo rey alzan su mirada en silencio: no hay palabras, solo un rugido interno que el universo siente.

    Albina da un paso adelante.
    De su presencia emana calma, y una flor nace en medio del fuego: la primera flor del Inframundo.
    La Reina sonríe, y con ese gesto, el orden del reino cambia para siempre.
    El trono ya no pertenece al miedo, sino al equilibrio.

    Entonces, las puertas del salón se abren.
    Una marea de luz y sombras invade el aire.
    Comienza el Desfile de los Fieles.

    Por los corredores de piedra líquida, las criaturas del Inframundo marchan en honor a sus nuevos soberanos.
    Los Lobos del Leteo avanzan primero, con pelaje translúcido y ojos de agua.
    Sus pasos resuenan como tambores lejanos.
    Sobre ellos vuelan los Cuervos de Estigia, cuyas plumas de humo caen lentamente como ceniza brillante.
    Las Serpientes del Erebo reptan entre las columnas, formando símbolos sagrados que parpadean con fuego antes de desvanecerse.
    Y desde las llanuras de Tártaro llegan los Caballos de Ceniza, trotando en el aire, dejando huellas de luz efímera.

    Cerbero avanza entre ellos, majestuoso, silencioso.
    Sus cabezas giran lentamente, observando a cada una de las criaturas con atención.
    No impone dominio, sino presencia.
    A su lado, Albina camina despacio, irradiando serenidad.
    Una pequeña alma —una liebre hecha de humo— se acerca temerosa.
    Albina la mira con ternura y, al tocarla con su frente, la transforma en un destello que asciende hasta las estrellas del techo abismal.

    El desfile se extiende durante horas eternas.
    Sobre ellos, el cielo del Inframundo se cubre de luces verdes y violetas: auroras imposibles que ondulan como espíritus danzantes.
    Cada chispa que cae es el eco de un alma animal que regresa por un instante para rendir homenaje.

    Cuando la procesión llega al círculo central, Albina se detiene.
    Su luz se expande como un manto que cubre a Cerbero, a las criaturas, a todo el reino.
    Por un breve momento, el Inframundo entero respira al unísono.
    No hay condena. No hay dolor.
    Solo respeto.
    Solo comunión.

    El fuego se atenúa, las criaturas se disuelven lentamente en el aire, dejando tras de sí rastros de luz.
    El silencio regresa, pero es un silencio distinto: un silencio lleno de vida.
    En el centro, Cerbero permanece inmóvil, imponente.
    Albina se recuesta a su lado, sus ojos reflejando el resplandor de las llamas que no consumen.

    Desde su trono, Perséfone observa en silencio, y una leve sonrisa cruza su rostro.
    El Inframundo ha cambiado.
    Bajo su tierra y bajo su ley, ahora reina la fuerza, pero también la compasión.

    Y así, mientras las últimas brasas del desfile flotan en el aire, los abismos entienden su nueva verdad:
    que incluso en la oscuridad más profunda, los animales tienen un reino, un rey y una guardiana.
    Y que, cada año, en el Día de las Bestias Eternas, el Inframundo entero recordará que la lealtad es la forma más pura del alma.
    El Inframundo despierta con un murmullo antiguo. Desde los abismos más hondos del Erebo hasta las riberas del Leteo, una vibración recorre las sombras: un llamado que ni los vivos ni los muertos pueden ignorar. Hoy no hay lamentos. Hoy no hay castigos. Hoy, incluso en la oscuridad más profunda, se celebra la existencia de lo salvaje. Es el Día de los Animales, y los reinos del más allá se preparan para honrar a quienes han custodiado las fronteras de la eternidad. En el gran salón de obsidiana, donde los muros laten como un corazón dormido, las antorchas se encienden una a una con fuego azul. Las criaturas del Inframundo se congregan: lobos de humo, aves de ceniza, serpientes de fuego líquido y caballos hechos de polvo y viento. Todas aguardan en silencio. El trono vacío brilla con reflejos de piedra viva. Y en el centro del salón, Cerbero emerge de las sombras. El guardián de las Puertas del Hades camina con paso firme, las tres cabezas en perfecta armonía, los ojos ardiendo como soles en la penumbra. A su alrededor, las almas se inclinan, reconociendo en él no solo al protector, sino al símbolo eterno de la lealtad y la fuerza. Desde lo alto, Perséfone, Reina del Inframundo, desciende envuelta en un resplandor tenue. En sus manos sostiene una corona forjada con hierro de estrella caída, adornada con tres gemas: una roja por la furia, una negra por la noche, y una blanca por la lealtad. A su lado, una presencia luminosa se acerca: Albina, la cabra blanca del Inframundo. Su pelaje brilla como la luna sobre la piedra, y donde sus pezuñas tocan el suelo, florecen pequeñas flores grises, las únicas que crecen en aquel reino sin sol. Las criaturas se apartan en respeto; la conocen como mensajera de paz y consejera de las almas olvidadas. Perséfone levanta la corona y, con voz que es decreto y bendición, pronuncia: “Hoy, el Inframundo celebra el Día de las Bestias Eternas. Hoy, las criaturas que sirven, vigilan y aman son honradas. Cerbero, guardián del Umbral, tu lealtad ha sido tu trono. Desde este instante, no serás solo guardián… serás Rey de las Bestias Eternas. Y tú, Albina, serás su guía, su conciencia, su equilibrio.” Cuando la corona toca las tres frentes de Cerbero, una ola de fuego blanco recorre el salón. El suelo vibra, los ríos cambian su curso, y las almas aúllan con júbilo. Las tres cabezas del nuevo rey alzan su mirada en silencio: no hay palabras, solo un rugido interno que el universo siente. Albina da un paso adelante. De su presencia emana calma, y una flor nace en medio del fuego: la primera flor del Inframundo. La Reina sonríe, y con ese gesto, el orden del reino cambia para siempre. El trono ya no pertenece al miedo, sino al equilibrio. Entonces, las puertas del salón se abren. Una marea de luz y sombras invade el aire. Comienza el Desfile de los Fieles. Por los corredores de piedra líquida, las criaturas del Inframundo marchan en honor a sus nuevos soberanos. Los Lobos del Leteo avanzan primero, con pelaje translúcido y ojos de agua. Sus pasos resuenan como tambores lejanos. Sobre ellos vuelan los Cuervos de Estigia, cuyas plumas de humo caen lentamente como ceniza brillante. Las Serpientes del Erebo reptan entre las columnas, formando símbolos sagrados que parpadean con fuego antes de desvanecerse. Y desde las llanuras de Tártaro llegan los Caballos de Ceniza, trotando en el aire, dejando huellas de luz efímera. Cerbero avanza entre ellos, majestuoso, silencioso. Sus cabezas giran lentamente, observando a cada una de las criaturas con atención. No impone dominio, sino presencia. A su lado, Albina camina despacio, irradiando serenidad. Una pequeña alma —una liebre hecha de humo— se acerca temerosa. Albina la mira con ternura y, al tocarla con su frente, la transforma en un destello que asciende hasta las estrellas del techo abismal. El desfile se extiende durante horas eternas. Sobre ellos, el cielo del Inframundo se cubre de luces verdes y violetas: auroras imposibles que ondulan como espíritus danzantes. Cada chispa que cae es el eco de un alma animal que regresa por un instante para rendir homenaje. Cuando la procesión llega al círculo central, Albina se detiene. Su luz se expande como un manto que cubre a Cerbero, a las criaturas, a todo el reino. Por un breve momento, el Inframundo entero respira al unísono. No hay condena. No hay dolor. Solo respeto. Solo comunión. El fuego se atenúa, las criaturas se disuelven lentamente en el aire, dejando tras de sí rastros de luz. El silencio regresa, pero es un silencio distinto: un silencio lleno de vida. En el centro, Cerbero permanece inmóvil, imponente. Albina se recuesta a su lado, sus ojos reflejando el resplandor de las llamas que no consumen. Desde su trono, Perséfone observa en silencio, y una leve sonrisa cruza su rostro. El Inframundo ha cambiado. Bajo su tierra y bajo su ley, ahora reina la fuerza, pero también la compasión. Y así, mientras las últimas brasas del desfile flotan en el aire, los abismos entienden su nueva verdad: que incluso en la oscuridad más profunda, los animales tienen un reino, un rey y una guardiana. Y que, cada año, en el Día de las Bestias Eternas, el Inframundo entero recordará que la lealtad es la forma más pura del alma.
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  • Había visto a muchas personas hacerlo: mascar chicle. Creía que era por una razón nutritiva, o que cumplía una función más profunda que aún no comprendía.

    Decidió probar. En la primera tienda que encontró, compró uno de esos, eligiendo al azar. Salió de ahí observando el envoltorio como si este fuera a revelar en voz alta la función del chicle. Al final, lo abrió con una precisión y cuidado increíbles, como si estuviera desarmando una bomba.

    Examinó la goma antes de llevarla a su boca. El primer instinto fue tragar, pero se detuvo al instante. No debía hacerlo; debía masticar. Al principio fue lento, procesando sabor y textura. Entonces recordó que los humanos hacían globos con eso. Lo intentó.

    Por unos segundos lo logró, hasta que explotó contra su cara. No se movió ni un centímetro. De hecho, permaneció inmóvil, sin siquiera parpadear, como si hubiera quedado en pausa. Solo después levantó la mano y retiró el chicle con calma, volviendo a mirarlo fijamente.

    —No hay una función nutritiva. Tampoco activa sentidos. Solo un sabor ligeramente dulce y mentolado… ¿por qué lo consumen?
    Había visto a muchas personas hacerlo: mascar chicle. Creía que era por una razón nutritiva, o que cumplía una función más profunda que aún no comprendía. Decidió probar. En la primera tienda que encontró, compró uno de esos, eligiendo al azar. Salió de ahí observando el envoltorio como si este fuera a revelar en voz alta la función del chicle. Al final, lo abrió con una precisión y cuidado increíbles, como si estuviera desarmando una bomba. Examinó la goma antes de llevarla a su boca. El primer instinto fue tragar, pero se detuvo al instante. No debía hacerlo; debía masticar. Al principio fue lento, procesando sabor y textura. Entonces recordó que los humanos hacían globos con eso. Lo intentó. Por unos segundos lo logró, hasta que explotó contra su cara. No se movió ni un centímetro. De hecho, permaneció inmóvil, sin siquiera parpadear, como si hubiera quedado en pausa. Solo después levantó la mano y retiró el chicle con calma, volviendo a mirarlo fijamente. —No hay una función nutritiva. Tampoco activa sentidos. Solo un sabor ligeramente dulce y mentolado… ¿por qué lo consumen?
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  • Les tengo que decir:

    Que me gustan los furros mitad lobos mitad humano..~
    Les tengo que decir: Que me gustan los furros mitad lobos mitad humano..~ :STK-24:
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  • Ellos estaban listos para ir al baile de estilo medival mas importante de todo Inglaterra , ella hace ya varios meses que había conseguido ser amiga de este encantador chico... y que mejor forma de afianzar vínculos que una fiesta donde comer un banquete y beber muchas copas de champagne rosado , burbujeante como su alma..

    ella poseía una indumentaria básica pero elegante y correcta para la ocasión , el vestido blanco con detalles románticos y medievales iban a la perfección con su larga y hermosa cabellera rojiza haciéndola ver como una joven de la época , si bien ella había nacido en el 1500 ahora en el 2025 gracias a su inmortalidad se veía espectacular y podía pasar desapercibida...
    si bien su amigo sabia su historia , ella confiaba mucho en él y por esa razón lo había invitado al baile tan importante para ella ya que le iba a recordar viejos tiempos en los que bailaba con la hermosa princesa Lillyan , quien había fallecido en el 1560 por una enfermedad desde ese día no había vuelto a hacer amigos y mucho menos enamorarse...

    Tomo la mano de su amigo para entar en el gran salón iluminado por una luz tenue algo dorada , muchos globos en tonos rosado y dorado y también había largas mesas de comida.

    -Aprovichemos que le vida es corta - Bromeó ella-

    Anyel Martnes
    Ellos estaban listos para ir al baile de estilo medival mas importante de todo Inglaterra , ella hace ya varios meses que había conseguido ser amiga de este encantador chico... y que mejor forma de afianzar vínculos que una fiesta donde comer un banquete y beber muchas copas de champagne rosado , burbujeante como su alma.. ella poseía una indumentaria básica pero elegante y correcta para la ocasión , el vestido blanco con detalles románticos y medievales iban a la perfección con su larga y hermosa cabellera rojiza haciéndola ver como una joven de la época , si bien ella había nacido en el 1500 ahora en el 2025 gracias a su inmortalidad se veía espectacular y podía pasar desapercibida... si bien su amigo sabia su historia , ella confiaba mucho en él y por esa razón lo había invitado al baile tan importante para ella ya que le iba a recordar viejos tiempos en los que bailaba con la hermosa princesa Lillyan , quien había fallecido en el 1560 por una enfermedad desde ese día no había vuelto a hacer amigos y mucho menos enamorarse... Tomo la mano de su amigo para entar en el gran salón iluminado por una luz tenue algo dorada , muchos globos en tonos rosado y dorado y también había largas mesas de comida. -Aprovichemos que le vida es corta - Bromeó ella- [Anyel01]
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  • —— Que la vida nos libre de los lobos vestidos de ovejas. Del odio detrás de una sonrisa, de la envidia disfrazada con amabilidad y de la falsedad vestida de amigo.
    —— Que la vida nos libre de los lobos vestidos de ovejas. Del odio detrás de una sonrisa, de la envidia disfrazada con amabilidad y de la falsedad vestida de amigo.
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  • El guardián
    Fandom Oc
    Categoría Acción
    Las luces de neón teñían la ciudad de un brillo artificial mientras Darküs caminaba por las calles húmedas después de otro operativo nocturno. Habían atrapado a un vampiro descontrolado en el muelle y la unidad celebraba la victoria entre risas y humo de cigarrillos, pero él se apartó en silencio, como siempre.

    Se apoyó en la pared de un callejón, encendió un cigarro y dejó que el humo se mezclara con el aire frío. Podía escuchar cada latido, cada respiración, cada voz a metros de distancia, y aun así sentía un silencio insoportable dentro de sí. Su mirada plateada se perdió en el reflejo de la luna sobre un charco y dejó escapar un murmullo que apenas se oyó sobre el ruido de la ciudad:

    «Las cosas de la vida… a veces puedes estar rodeado de todos, y aun así sentirte terriblemente solo.»

    Sabía que nadie lo entendería. Sus compañeros lo respetaban, incluso lo temían, pero ninguno podía comprender la carga de ser lo que era. No era un humano entre humanos, ni un lobo entre lobos. Solo un guardián obligado a mantener el orden, aunque eso lo estuviera consumiendo por dentro.

    Apagó el cigarro contra el muro y volvió a caminar, la ciudad nunca dormía y él tampoco podía permitírselo.
    Las luces de neón teñían la ciudad de un brillo artificial mientras Darküs caminaba por las calles húmedas después de otro operativo nocturno. Habían atrapado a un vampiro descontrolado en el muelle y la unidad celebraba la victoria entre risas y humo de cigarrillos, pero él se apartó en silencio, como siempre. Se apoyó en la pared de un callejón, encendió un cigarro y dejó que el humo se mezclara con el aire frío. Podía escuchar cada latido, cada respiración, cada voz a metros de distancia, y aun así sentía un silencio insoportable dentro de sí. Su mirada plateada se perdió en el reflejo de la luna sobre un charco y dejó escapar un murmullo que apenas se oyó sobre el ruido de la ciudad: «Las cosas de la vida… a veces puedes estar rodeado de todos, y aun así sentirte terriblemente solo.» Sabía que nadie lo entendería. Sus compañeros lo respetaban, incluso lo temían, pero ninguno podía comprender la carga de ser lo que era. No era un humano entre humanos, ni un lobo entre lobos. Solo un guardián obligado a mantener el orden, aunque eso lo estuviera consumiendo por dentro. Apagó el cigarro contra el muro y volvió a caminar, la ciudad nunca dormía y él tampoco podía permitírselo.
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    Grupal
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  • Como cuando acabas en el campamento de los lobos en el Pantano de Luisiana y te terminan liando para que les ayudes a construir cabañas nuevas. ¿Y qué haces? Pues ayudar, a ver... ¿qué sí no?


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Como cuando acabas en el campamento de los lobos en el Pantano de Luisiana y te terminan liando para que les ayudes a construir cabañas nuevas. ¿Y qué haces? Pues ayudar, a ver... ¿qué sí no? #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • ¿Los globos?, pues se pegaron por la estática ...¿Que de donde salió la estática?, pues toma un globo un deja de hacer preguntas
    ¿Los globos?, pues se pegaron por la estática ...¿Que de donde salió la estática?, pues toma un globo un deja de hacer preguntas
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  • Sus ojos oscuros miraban al cielo, un cielo encapotado que no dejaba pasar la luz de la luna, que no dejaba ver las estrellas, pero a Maya no le hacia falta, la luna latía dentro de ella, de ella y de toda la manada del pantano.

    Justo en el momento en que un agudo aullido, de los lobos más mayores rasga el cielo, los orbes oscuros que miraban al firmamento en un punto perdido del pantano cambian, y brillan en un tono ámbar sobrenatural justo antes de que la joven loba comience su propia transformación.
    Sus ojos oscuros miraban al cielo, un cielo encapotado que no dejaba pasar la luz de la luna, que no dejaba ver las estrellas, pero a Maya no le hacia falta, la luna latía dentro de ella, de ella y de toda la manada del pantano. Justo en el momento en que un agudo aullido, de los lobos más mayores rasga el cielo, los orbes oscuros que miraban al firmamento en un punto perdido del pantano cambian, y brillan en un tono ámbar sobrenatural justo antes de que la joven loba comience su propia transformación.
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