• " Memorias de un Zorro"

    Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo.

    ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate.

    Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor.

    Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre.

    El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida.

    Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia.

    No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente.

    Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido.

    Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza.

    Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos.


    ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune.

    Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo.

    Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo.

    Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza.

    Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más.

    ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca.

    Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto.

    El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera.

    En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo.

    A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban.

    Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación.

    Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas.

    Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro.

    ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer.

    Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo.

    La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma.

    “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia.

    El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera.
    Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro.

    Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado.

    Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre.

    En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.





    " Memorias de un Zorro" Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo. ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate. Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor. Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre. El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida. Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia. No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente. Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido. Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza. Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos. ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune. Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo. Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo. Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza. Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más. ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca. Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto. El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera. En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo. A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban. Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación. Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas. Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro. ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer. Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo. La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma. “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia. El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera. Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro. Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado. Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre. En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.
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  • +Sacando una pancarta con la leyenda+

    "Usser se le cayo sistema por exceso de lindura"
    +Sacando una pancarta con la leyenda+ "Usser se le cayo sistema por exceso de lindura"
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  • —Hace muchísimos años atras,antes de las guerras,antes de Lord Executor,Antes la leyenda del hombre de negro,el mundo era un lugar equilibrado entre el orden y la anarquía,y el Nombre de Hank James Wimbleton no significaba nada en el mundo—


    —Hank era un simple estudiante de arquitectura en la universidad,apenas era alguien sociable,no era un peligro para la sociedad,mucho menos era violento,sin embargo la violencia en su vida ya se presento antes,un ejemplo claro de eso era su padre—
    —Hace muchísimos años atras,antes de las guerras,antes de Lord Executor,Antes la leyenda del hombre de negro,el mundo era un lugar equilibrado entre el orden y la anarquía,y el Nombre de Hank James Wimbleton no significaba nada en el mundo— —Hank era un simple estudiante de arquitectura en la universidad,apenas era alguien sociable,no era un peligro para la sociedad,mucho menos era violento,sin embargo la violencia en su vida ya se presento antes,un ejemplo claro de eso era su padre—
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  • « Que nuestro viaje esté libre de problemas, y que nos lleve hacia las estrellas. »


    Los Anónimos habían sido generados al dejarlo viajar con ellos en el Expreso Astral, especialmente porque no tenía un destino al cual dirigirse y porque tampoco era claro el momento en que debería dejarlos. Podría ser que abandonara el vagón en su próxima parada o podrían pasar meses, incluso años, hasta que encontrara el lugar que buscaba; era un tripulante que tenía un ticket de viaje sin un destino concreto, pero existía la esperanza de encontrar el momento adecuado para dejarlos y continuar con su propio camino.

    Era una nueva vida, un nuevo camino y una nueva oportunidad. Pero, también, era una nueva experiencia que se salía de sus manos y de la que, en su mayoría, no podía tener el control y mucho menos la comodidad de antes. Por supuesto que era consciente de que su vida sería diferente, de que todo cambiaría y que adaptarse no le debía suponer un reto mayor pero... Nada lo había preparado para ese sufrimiento.

    En el momento que Marzo lo sugiriera, había sido una idea increíble con la que casi todos estuvieron de acuerdo. Además que, a su parecer, tenía sentido pues, al final, la habitación de Stelle tenía espacio de sobra y era mejor que dormir sobre un montón de cartones arrugados en el suelo del Vagón panorámico. Sin embargo, Sunday nunca esperó que aquella noche fuese tan... Peculiar. Incluso llegó a considerar que la idea de los cartones no era tan mala después de todo.

    Lo primero que le había resultado pesado, más no imposible, era vestir aquella camisa. Si bien no tenía un equipaje que llevar consigo, creía que utilizar la ropa de la Trazacaminos Stelle, era un poco excesivo pero, después de todas las molestias que les había llegado a ocasionar, portar una camiseta con una leyenda como esa no era nada a pesar de no compartir su estilo. Lo segundo que creía soportable, aún, era compartir la cama con ella y escuchar sus pequeños ronquidos al dormir(?), sí, no estaba acostumbrado a ese tipo de sonidos, pero creía que si fuesen un poco más armoniosos, como la voz de su hermana Robin, lo llegaría a tolerar sin esfuerzo. Pero, lo que había rebasado la paciencia del Halovian, era esa maldita muñeca de la Bufona Enmascarada que estaba en la cama. Justo a su lado, donde si decidía darle la espalda a Stelle, la encontraría mirándole con esos enormes ojos que se mantenían fijos en su cara.

    De solo pensar en su voz, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo; sabía que esa era solo una muñeca y nada más, un simple recuerdo que Stelle tenía en su habitación o una mera muñeca de colección que se veía bonita, pero no podía quitarse la sensación de esos recuerdos que estaban atados a ella. La desesperación de mantener la tranquilidad en Colonipenal, tener que usarla como un reemplazo de su hermana ante los ojos de los demás y, aún así, soportar sus chistes ácidos que intentaban sacarlo de sus casillas. Era estúpido que, ahora que se trataba de un simple montón de trapos, fuese más incómodo que cuando sí podía burlarse de él.

    — ... —

    Era una primera noche incómoda, extraña y que le producía tantas sensaciones que no sabía bien qué clase de emoción terminaba sintiendo. Lo único que sabía era que aquella noche cambiaría su vida para siempre y, si lograba sobrevivir, creía que podría mantenerse en el Expreso Astral por cientos de miles de kilómetros de vías pero, si no lograba tener el dominio suficiente, él mismo se terminaría aventando por alguna ventana antes de escuchar los ronquidos de Stelle un día más. (???)


    [ Difumino la imagen no porque sea mala, pero sí para evitar que piensen es mala y no entiendo la delgada línea entre una y otra cosa, así que más vale prevenir. (???) Y es que me encanta porque fue la inspiración de esta bobería. (??)]
    « Que nuestro viaje esté libre de problemas, y que nos lleve hacia las estrellas. » Los Anónimos habían sido generados al dejarlo viajar con ellos en el Expreso Astral, especialmente porque no tenía un destino al cual dirigirse y porque tampoco era claro el momento en que debería dejarlos. Podría ser que abandonara el vagón en su próxima parada o podrían pasar meses, incluso años, hasta que encontrara el lugar que buscaba; era un tripulante que tenía un ticket de viaje sin un destino concreto, pero existía la esperanza de encontrar el momento adecuado para dejarlos y continuar con su propio camino. Era una nueva vida, un nuevo camino y una nueva oportunidad. Pero, también, era una nueva experiencia que se salía de sus manos y de la que, en su mayoría, no podía tener el control y mucho menos la comodidad de antes. Por supuesto que era consciente de que su vida sería diferente, de que todo cambiaría y que adaptarse no le debía suponer un reto mayor pero... Nada lo había preparado para ese sufrimiento. En el momento que Marzo lo sugiriera, había sido una idea increíble con la que casi todos estuvieron de acuerdo. Además que, a su parecer, tenía sentido pues, al final, la habitación de Stelle tenía espacio de sobra y era mejor que dormir sobre un montón de cartones arrugados en el suelo del Vagón panorámico. Sin embargo, Sunday nunca esperó que aquella noche fuese tan... Peculiar. Incluso llegó a considerar que la idea de los cartones no era tan mala después de todo. Lo primero que le había resultado pesado, más no imposible, era vestir aquella camisa. Si bien no tenía un equipaje que llevar consigo, creía que utilizar la ropa de la Trazacaminos Stelle, era un poco excesivo pero, después de todas las molestias que les había llegado a ocasionar, portar una camiseta con una leyenda como esa no era nada a pesar de no compartir su estilo. Lo segundo que creía soportable, aún, era compartir la cama con ella y escuchar sus pequeños ronquidos al dormir(?), sí, no estaba acostumbrado a ese tipo de sonidos, pero creía que si fuesen un poco más armoniosos, como la voz de su hermana Robin, lo llegaría a tolerar sin esfuerzo. Pero, lo que había rebasado la paciencia del Halovian, era esa maldita muñeca de la Bufona Enmascarada que estaba en la cama. Justo a su lado, donde si decidía darle la espalda a Stelle, la encontraría mirándole con esos enormes ojos que se mantenían fijos en su cara. De solo pensar en su voz, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo; sabía que esa era solo una muñeca y nada más, un simple recuerdo que Stelle tenía en su habitación o una mera muñeca de colección que se veía bonita, pero no podía quitarse la sensación de esos recuerdos que estaban atados a ella. La desesperación de mantener la tranquilidad en Colonipenal, tener que usarla como un reemplazo de su hermana ante los ojos de los demás y, aún así, soportar sus chistes ácidos que intentaban sacarlo de sus casillas. Era estúpido que, ahora que se trataba de un simple montón de trapos, fuese más incómodo que cuando sí podía burlarse de él. — ... — Era una primera noche incómoda, extraña y que le producía tantas sensaciones que no sabía bien qué clase de emoción terminaba sintiendo. Lo único que sabía era que aquella noche cambiaría su vida para siempre y, si lograba sobrevivir, creía que podría mantenerse en el Expreso Astral por cientos de miles de kilómetros de vías pero, si no lograba tener el dominio suficiente, él mismo se terminaría aventando por alguna ventana antes de escuchar los ronquidos de Stelle un día más. (???) [ Difumino la imagen no porque sea mala, pero sí para evitar que piensen es mala y no entiendo la delgada línea entre una y otra cosa, así que más vale prevenir. (???) Y es que me encanta porque fue la inspiración de esta bobería. (??)]
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  • "Bad Moon Rising"
    Fandom The Vampire Diaries ~ Supernatural
    Categoría Fantasía
    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤI s𝑒e tℎe b𝑎d m𝑜o𝑛 𝑎-𝑟i𝑠i𝑛'
    ㅤㅤㅤㅤI s𝑒e t𝑟o𝑢b𝑙e o𝑛 𝑡h𝑒 𝑤a𝑦
    ㅤㅤㅤㅤ𝐼 𝑠e𝑒 𝑒a𝑟tℎq𝑢a𝑘e𝑠 𝑎n𝑑 𝑙i𝑔h𝑡n𝑖n'
    ㅤㅤㅤㅤ𝐼 𝑠e𝑒 𝑏a𝑑 𝑡i𝑚e𝑠 𝑡o𝑑a𝑦

    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Maya Lockwood


    ㅤㅤㅤHabía escuchado la historia sobre la tía Patience como un millón de veces. La nieta de una conocida médium que se había resistido a sus poderes durante muchos años y que, en su adolescencia y, a pesar de ser una alumna estrella había decidido dejar su prometedora carrera estudiantil a un lado para ayudar a la tia Claire, la tia Jody y las demás a salvar los culos de Sam y Dean Winchester… En cierto modo, puede que hasta le debiera su vida a Patience… Si no hubiera intervenido, Dean podría haber estirado la pata y él nunca hubiera nacido…

    RJ era una improbabilidad dentro de las improbabilidades. Si ya había sido improbable el nacimiento de su madre, una hija tríbrida de un hibrido original y una loba… El de RJ parecía una imposibilidad estadística y, aun asi… Robert John Winchester había llegado al mundo dentro de dos de las familias mas importantes del mundo sobrenatural.

    “La familia no termina en la sangre”, repetía siempre su padre. Y, por eso, a pesar de que biológicamente solo contaba con un tio, lo cierto era que su familia era mucho más grande que eso: La tia Claire, Kaia, Alex, Patience, Jody, Donna, Garth, Bess y sus hijos Sam y Castiel, el tio Bobby y la tia Charlie (los cuales venían de otro universo y decidieron no regresar a sus hogares, una locura)… Y a esto había que sumarle a toda la familia Mikaelson al completo…

    Era muy complicado mantenerse al margen de una familia tan grande y cuando su tia Patience, alguien con quien tenia una gran afinidad desde crio, lo llamó para avisarle de una catástrofe que estaba a punto de ocurrir, RJ no pudo mantenerse al margen.

    -¿RJ? No localizo a tus padres… Tienes que advertirles… He tenido una visión… Una visión horrible… Por favor, has de decirles exactamente lo que voy a contarte… -pidió Patience cuando RJ descolgó el teléfono.

    Pero en lugar de recurrir a sus padres, RJ decidió demostrar su valía, que no era un crio y que hacía mucho que había dejado de serlo. Que era capaz de resolver asuntos importantes… Fue por eso por lo que, aprovechando que su familia había salido a resolver los problemas del mundo, RJ pasó todo aquel día inmerso entre libros que pudieran darle una respuesta. Su mirada se detuvo horas después delante de una pagina que mostraba un extraño reloj de bolsillo. No había números, pero, en cambio sí había manecillas que no parecían apuntar nada con ningún sentido… pero la leyenda bajo este rezaba que este objeto permitía a su portador controlar el flujo del tiempo, acelerándolo, ralentizándolo, deteniéndolo o incluso permitiéndole eliminar según qué instantes llegando a poder manipular la realidad… Actualmente este artilugio obraba en poder del Tejedor del Tiempo. Y en este objeto, RJ encontró la clave para el problema que Patience le había advertido. Si le pedía al Tejedor del tiempo que detuviera el tiempo y que cambiara la realidad de aquella catástrofe, probablemente no tendrían nada que lamentar.

    Lo paradójico de las visiones es… que no se pueden cambiar. Hagas lo que hagas se terminarán cumpliendo… Nunca está en nuestra mano controlar aquella clase de cosas…

    Aun asi RJ encontró el modo de llegar hasta el Tejedor del Tiempo. Su casa estaba llena de relojes de todo tipo: de sol, de cuco, de arena, de manecillas, de cuerda… y ninguno parecía dar la hora al mismo tiempo, por lo que cada dos por tres sonaba una alarma, un cuco o una campanada en algún lugar de aquella enorme casa.

    Había relojes rotos apilados por doquier y depende de en qué habitaciones parecía que nadie había limpiado desde hacia bastante tiempo…

    -¿Me ves cara de buen samaritano, muchacho? Crees que soy como ese niñato memo que se sienta en el trono del jefazo? -preguntó el Tejedor antes de dejar ir una carcajada- No, no voy a salvar el culo a la estúpida humanidad… No tengo ese poder…

    -Sí lo tienes…- protestó RJ- Si tú…

    -Es cierto. Lo tengo. Pero no lo haré. No estoy a tu disposición, chico… Pídele ayuda a tu padre. Por lo que tengo entendido trabaja para uno de los peces gordos…

    No pudo sacar más ayuda de aquel hombre y RJ pensó que aquella era una de esas ocasiones en que “si quieres que algo salga bien, habrás de hacerlo tu mismo”.

    Perdido entre los innumerables pasillos de aquella mansión, RJ tardó aun un rato bastante largo en encontrar el reloj que había ido buscando. Pero encontrarlo desató sobre él y sobre su familia algo mucho peor que todos los males a los que se hubieran enfrentado.

    Por supuesto, la bronca por parte de sus padres fue apoteósica. Recién enterados del aviso de Patience, pues esta al fin había conseguido localizarlos, se dieron cuenta de que su hijo había provocado precisamente lo que intentaba evitar… Y es que la venganza del Tejedor iba más allá de aquel tiempo… Resultó que su ira contra RJ iba mucho más allá de aquel tiempo, decidiendo erradicar a la familia Winchester desde su misma raíz…

    Fue el propio RJ quien demostró algo de sensatez y se ofreció voluntario para resolver aquella puta locura. Su padre sugirió abrir un portal al pasado para viajar al mismo tiempo desde donde el Tejedor había decidido empezar a trazar su venganza. Encontrarlo y eliminarlo. Y cuando RJ se ofreció voluntario aun le costó trabajo hacer entender a sus padres las razones de su decisión…

    -¿No crees que te volverías majara si vieras una versión de ti mismo en tu mismo plano? Pensarías que esos leviatanes han vuelto o… te meterías un tiro a ti mismo por considerarte un cambia formas… Y entonces… Se acabó… Estaríamos jodidos… Déjame hacer esto, papá… Por favor…

    Sus padres no parecían demasiado convencidos pero la experiencia les había enseñado que a veces se necesitaban medidas desesperadas. Además, a fin de cuentas, RJ tambien era un Winchester…

    -De acuerdo -asintió Dean- Nosotros pelearemos desde aquí con lo que venga… Pero prométeme que nos buscarás… A tu madre o a mi… Cuando me encuentres… Di “Poughkeepsie”. Sabré que eres amigo, que eres familia…

    -Volveré pronto…

    Esas palabras y un ultimo abrazo por parte de sus padres fue lo que RJ Winchester se llevó consigo antes de atravesar el portal que se había abierto en mitad de la cocina del bunker. ¿Cómo los Winchester habían conseguido abrir un portal temporal? Esa es una larga historia y tendrá su propio momento de ser contada.

    >> Era de noche cuando RJ cayó al suelo y rodó sobre si mismo contra el suelo de barro y hojarasca. Llevaba consigo un macuto con un par de pertenencias y en su bolsillo todavía portaba el reloj que le había robado al Tejedor.

    Se arrodilló sobre el suelo y olisqueó el aire. Reconocía aquel lugar… Había recorrido aquellos bosques mas de una vez. Aquellos eran los bosques del pantano de Luisiana… Su abuela-tia Hayley había sido Alfa de aquel lugar… Lo conocía bastante bien… ¿Por qué había caído allí? Lo desconocía…

    -Lucem demonstra…- dijo convencido el tríbrido creando en su mano una esfera de luz que iluminó el camino frente a él. Estaba rodeado de árboles, arbustos y todo era oscuridad… Pero sabia, gracias a sus sentidos sobrehumanos que no estaba solo…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter #NuevoStarter #TVD #SPN #Lockchester
    ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤI s𝑒e tℎe b𝑎d m𝑜o𝑛 𝑎-𝑟i𝑠i𝑛' ㅤㅤㅤㅤI s𝑒e t𝑟o𝑢b𝑙e o𝑛 𝑡h𝑒 𝑤a𝑦 ㅤㅤㅤㅤ𝐼 𝑠e𝑒 𝑒a𝑟tℎq𝑢a𝑘e𝑠 𝑎n𝑑 𝑙i𝑔h𝑡n𝑖n' ㅤㅤㅤㅤ𝐼 𝑠e𝑒 𝑏a𝑑 𝑡i𝑚e𝑠 𝑡o𝑑a𝑦 ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [thxlastL0ckwood] ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤHabía escuchado la historia sobre la tía Patience como un millón de veces. La nieta de una conocida médium que se había resistido a sus poderes durante muchos años y que, en su adolescencia y, a pesar de ser una alumna estrella había decidido dejar su prometedora carrera estudiantil a un lado para ayudar a la tia Claire, la tia Jody y las demás a salvar los culos de Sam y Dean Winchester… En cierto modo, puede que hasta le debiera su vida a Patience… Si no hubiera intervenido, Dean podría haber estirado la pata y él nunca hubiera nacido… RJ era una improbabilidad dentro de las improbabilidades. Si ya había sido improbable el nacimiento de su madre, una hija tríbrida de un hibrido original y una loba… El de RJ parecía una imposibilidad estadística y, aun asi… Robert John Winchester había llegado al mundo dentro de dos de las familias mas importantes del mundo sobrenatural. “La familia no termina en la sangre”, repetía siempre su padre. Y, por eso, a pesar de que biológicamente solo contaba con un tio, lo cierto era que su familia era mucho más grande que eso: La tia Claire, Kaia, Alex, Patience, Jody, Donna, Garth, Bess y sus hijos Sam y Castiel, el tio Bobby y la tia Charlie (los cuales venían de otro universo y decidieron no regresar a sus hogares, una locura)… Y a esto había que sumarle a toda la familia Mikaelson al completo… Era muy complicado mantenerse al margen de una familia tan grande y cuando su tia Patience, alguien con quien tenia una gran afinidad desde crio, lo llamó para avisarle de una catástrofe que estaba a punto de ocurrir, RJ no pudo mantenerse al margen. -¿RJ? No localizo a tus padres… Tienes que advertirles… He tenido una visión… Una visión horrible… Por favor, has de decirles exactamente lo que voy a contarte… -pidió Patience cuando RJ descolgó el teléfono. Pero en lugar de recurrir a sus padres, RJ decidió demostrar su valía, que no era un crio y que hacía mucho que había dejado de serlo. Que era capaz de resolver asuntos importantes… Fue por eso por lo que, aprovechando que su familia había salido a resolver los problemas del mundo, RJ pasó todo aquel día inmerso entre libros que pudieran darle una respuesta. Su mirada se detuvo horas después delante de una pagina que mostraba un extraño reloj de bolsillo. No había números, pero, en cambio sí había manecillas que no parecían apuntar nada con ningún sentido… pero la leyenda bajo este rezaba que este objeto permitía a su portador controlar el flujo del tiempo, acelerándolo, ralentizándolo, deteniéndolo o incluso permitiéndole eliminar según qué instantes llegando a poder manipular la realidad… Actualmente este artilugio obraba en poder del Tejedor del Tiempo. Y en este objeto, RJ encontró la clave para el problema que Patience le había advertido. Si le pedía al Tejedor del tiempo que detuviera el tiempo y que cambiara la realidad de aquella catástrofe, probablemente no tendrían nada que lamentar. Lo paradójico de las visiones es… que no se pueden cambiar. Hagas lo que hagas se terminarán cumpliendo… Nunca está en nuestra mano controlar aquella clase de cosas… Aun asi RJ encontró el modo de llegar hasta el Tejedor del Tiempo. Su casa estaba llena de relojes de todo tipo: de sol, de cuco, de arena, de manecillas, de cuerda… y ninguno parecía dar la hora al mismo tiempo, por lo que cada dos por tres sonaba una alarma, un cuco o una campanada en algún lugar de aquella enorme casa. Había relojes rotos apilados por doquier y depende de en qué habitaciones parecía que nadie había limpiado desde hacia bastante tiempo… -¿Me ves cara de buen samaritano, muchacho? Crees que soy como ese niñato memo que se sienta en el trono del jefazo? -preguntó el Tejedor antes de dejar ir una carcajada- No, no voy a salvar el culo a la estúpida humanidad… No tengo ese poder… -Sí lo tienes…- protestó RJ- Si tú… -Es cierto. Lo tengo. Pero no lo haré. No estoy a tu disposición, chico… Pídele ayuda a tu padre. Por lo que tengo entendido trabaja para uno de los peces gordos… No pudo sacar más ayuda de aquel hombre y RJ pensó que aquella era una de esas ocasiones en que “si quieres que algo salga bien, habrás de hacerlo tu mismo”. Perdido entre los innumerables pasillos de aquella mansión, RJ tardó aun un rato bastante largo en encontrar el reloj que había ido buscando. Pero encontrarlo desató sobre él y sobre su familia algo mucho peor que todos los males a los que se hubieran enfrentado. Por supuesto, la bronca por parte de sus padres fue apoteósica. Recién enterados del aviso de Patience, pues esta al fin había conseguido localizarlos, se dieron cuenta de que su hijo había provocado precisamente lo que intentaba evitar… Y es que la venganza del Tejedor iba más allá de aquel tiempo… Resultó que su ira contra RJ iba mucho más allá de aquel tiempo, decidiendo erradicar a la familia Winchester desde su misma raíz… Fue el propio RJ quien demostró algo de sensatez y se ofreció voluntario para resolver aquella puta locura. Su padre sugirió abrir un portal al pasado para viajar al mismo tiempo desde donde el Tejedor había decidido empezar a trazar su venganza. Encontrarlo y eliminarlo. Y cuando RJ se ofreció voluntario aun le costó trabajo hacer entender a sus padres las razones de su decisión… -¿No crees que te volverías majara si vieras una versión de ti mismo en tu mismo plano? Pensarías que esos leviatanes han vuelto o… te meterías un tiro a ti mismo por considerarte un cambia formas… Y entonces… Se acabó… Estaríamos jodidos… Déjame hacer esto, papá… Por favor… Sus padres no parecían demasiado convencidos pero la experiencia les había enseñado que a veces se necesitaban medidas desesperadas. Además, a fin de cuentas, RJ tambien era un Winchester… -De acuerdo -asintió Dean- Nosotros pelearemos desde aquí con lo que venga… Pero prométeme que nos buscarás… A tu madre o a mi… Cuando me encuentres… Di “Poughkeepsie”. Sabré que eres amigo, que eres familia… -Volveré pronto… Esas palabras y un ultimo abrazo por parte de sus padres fue lo que RJ Winchester se llevó consigo antes de atravesar el portal que se había abierto en mitad de la cocina del bunker. ¿Cómo los Winchester habían conseguido abrir un portal temporal? Esa es una larga historia y tendrá su propio momento de ser contada. >> Era de noche cuando RJ cayó al suelo y rodó sobre si mismo contra el suelo de barro y hojarasca. Llevaba consigo un macuto con un par de pertenencias y en su bolsillo todavía portaba el reloj que le había robado al Tejedor. Se arrodilló sobre el suelo y olisqueó el aire. Reconocía aquel lugar… Había recorrido aquellos bosques mas de una vez. Aquellos eran los bosques del pantano de Luisiana… Su abuela-tia Hayley había sido Alfa de aquel lugar… Lo conocía bastante bien… ¿Por qué había caído allí? Lo desconocía… -Lucem demonstra…- dijo convencido el tríbrido creando en su mano una esfera de luz que iluminó el camino frente a él. Estaba rodeado de árboles, arbustos y todo era oscuridad… Pero sabia, gracias a sus sentidos sobrehumanos que no estaba solo… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter #NuevoStarter #TVD #SPN #Lockchester
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  • #Monorol
    #Longtext

    𝗘𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗲𝗻 𝗞𝗶𝗲𝘃

    [ ♚ L . I . T . A ♚ ]

    _ Agente PARANOX, aquí Valentina. ¡Bienvenido a Ucrania! Eres una leyenda entre nuestros clientes más selectos. Adjunto el pago de 3.000.000 de Dólares para que hagas buen uso de ellos.

    Tu cometido aquí va a ser algo complicado, será eliminar a un ex oficial de las Fuerzas Invasoras Rusas:

    Igor Yakov

    La reunión tendrá lugar hoy a las 13 horas en el edificio Poltavskoi. El objetivo deberá ser eliminado durante la reunión, que durará 5 minutos según lo programado. Evita todo contacto con soldados y guardias. Tienen instrucciones de deshacerse de los civiles que vean en la zona.

    Suerte PARANOX

    . . .

    [ ♚ INFORME CERRADO ♚ ]

    ❝Tres millones de dólares no pueden llenar mi vacío ni devolver lo que he perdido❞

    *Paranox se dedicó a preparar su arsenal para la misión. Desplegó un mapa de la ciudad de Kiev y comenzó a estudiar las rutas y algunos puntos ciegos. De pronto, un ardor en su corazón lo invadió y una voz invisible e intrusa llegó a su mente*

    :Ø: Puede que hoy te maten...Puede que todo sea una trampa para que seas eliminado. Valentina no se despidió como solía serlo lo que significa que algo esconde y tres millones de dólares son poco así que hay algo que no te han dicho.

    *El joven peliblanco inhaló profundamente y se esforzó por mantenerse calmado y sereno, evitando que los pensamientos persistentes de una afección delirante lo dominaran, su misión era importante y debía mantenerse firme mentalmente. Cerró el mapa y se preparó para salir del hotel y dirigirse al encuentro. Llegando al edificio, echó un vistazo al reloj y se dio cuenta de que faltaban unos 15 minutos para la reunión. Sus ojos se tornaron inquietos al examinar el entorno, evaluando las probabilidades de tal vez, cumplir con su misión de forma rápida y segura *

    :Ø: Dos guardias que seguramente te están esperando, en la entrada principal. Un hombre en la ventana del segundo piso que te está mirando y probablemente tenga algo que ver y un edificio de cuatro pisos que parece un buen sitio para disparar y escapar fácilmente en caso de que te traicionen. Probablemente no te han visto todavía aunque ese hombre de la ventana te mira fijamente seguro sabe quién eres, debes silenciarlo.

    *Paradox tomó una profunda bocanada de aire y se adentró en el edificio de cuatro pisos mientras el tiempo avanzaba. Llevaba un francotirador en el maletín y vestía de negro. Su distintivo cubrebocas atraía las miradas de todos lo que empeoraba más su ansiedad. Aunque intentó integrarse entre la gente, su esencia no se perdió, ya que su elevada estatura lo hacía sobresalir. Consiguió llegar a la terraza del edificio por medio de mentiras y engaños. Una vez que Paradox estaba montando todas las partes del francotirador, Valentina le llamó a través del auricular espía e informó.*

    ---: Tienes 2 minutos, La reunión está por comenzar ¿Dónde estás?

    :Ø: ¡No le digas!

    ❝En un edificio que está al frente del lugar del encuentro, tengo a mi vista la entrada principal, un hombre en una ventana y el gran salón donde se van a reunir❞

    ---: ¡Bien! El objetivo aún no ha sido identificado por lo tanto te estaré informando

    :Ø: ¿Lo ves? Es todo una farsa te van a asesinar ¡Voltea a ver!

    *Paradox respiro hondo y volteó a ver la puerta donde había entrado y percibió o mejor dicho sospechaba que alguien estaba allí. Dejó el francotirador montado y se puso de pie, acercándose con cautela a la puerta con su Desert Eagle en mano. Al abrir la puerta, se dio cuenta de que un espía ruso lo había estado siguiendo. Lo que vino después fue una batalla y un forcejeo con un cuchillo afilado*

    ---: La reunión ya comenzó y aún no ha sido informado el objetivo pero estate atento.

    *Paradox, de pronto, ganó el forcejeo y dejó al espía ruso inconsciente, silenciándolo. Tomo el cuchillo con sus guantes negros y lentamente lo degolló*

    ---: ¡Listo! El objetivo ha sido informado es un hombre con barba y un parche en su ojo derecho

    *Nervioso y con la respiración entrecortada, se acercó al rifle francotirador a toda prisa y disparó al objetivo, logrando identificarlo rápidamente. Sentir que su paranoia lo había salvado, y darse cuenta de que no había habido ningún engaño, le brindó una paz que no podía encontrar en ningún otro lugar.*

    𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫
    #Monorol #Longtext ⚠️ 𝗘𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗲𝗻 𝗞𝗶𝗲𝘃 [ ♚ L . I . T . A ♚ ] _ Agente PARANOX, aquí Valentina. ¡Bienvenido a Ucrania! Eres una leyenda entre nuestros clientes más selectos. Adjunto el pago de 3.000.000 de Dólares para que hagas buen uso de ellos. Tu cometido aquí va a ser algo complicado, será eliminar a un ex oficial de las Fuerzas Invasoras Rusas: Igor Yakov La reunión tendrá lugar hoy a las 13 horas en el edificio Poltavskoi. El objetivo deberá ser eliminado durante la reunión, que durará 5 minutos según lo programado. Evita todo contacto con soldados y guardias. Tienen instrucciones de deshacerse de los civiles que vean en la zona. Suerte PARANOX . . . [ ♚ INFORME CERRADO ♚ ] ❝Tres millones de dólares no pueden llenar mi vacío ni devolver lo que he perdido❞ *Paranox se dedicó a preparar su arsenal para la misión. Desplegó un mapa de la ciudad de Kiev y comenzó a estudiar las rutas y algunos puntos ciegos. De pronto, un ardor en su corazón lo invadió y una voz invisible e intrusa llegó a su mente* :Ø: Puede que hoy te maten...Puede que todo sea una trampa para que seas eliminado. Valentina no se despidió como solía serlo lo que significa que algo esconde y tres millones de dólares son poco así que hay algo que no te han dicho. *El joven peliblanco inhaló profundamente y se esforzó por mantenerse calmado y sereno, evitando que los pensamientos persistentes de una afección delirante lo dominaran, su misión era importante y debía mantenerse firme mentalmente. Cerró el mapa y se preparó para salir del hotel y dirigirse al encuentro. Llegando al edificio, echó un vistazo al reloj y se dio cuenta de que faltaban unos 15 minutos para la reunión. Sus ojos se tornaron inquietos al examinar el entorno, evaluando las probabilidades de tal vez, cumplir con su misión de forma rápida y segura * :Ø: Dos guardias que seguramente te están esperando, en la entrada principal. Un hombre en la ventana del segundo piso que te está mirando y probablemente tenga algo que ver y un edificio de cuatro pisos que parece un buen sitio para disparar y escapar fácilmente en caso de que te traicionen. Probablemente no te han visto todavía aunque ese hombre de la ventana te mira fijamente seguro sabe quién eres, debes silenciarlo. *Paradox tomó una profunda bocanada de aire y se adentró en el edificio de cuatro pisos mientras el tiempo avanzaba. Llevaba un francotirador en el maletín y vestía de negro. Su distintivo cubrebocas atraía las miradas de todos lo que empeoraba más su ansiedad. Aunque intentó integrarse entre la gente, su esencia no se perdió, ya que su elevada estatura lo hacía sobresalir. Consiguió llegar a la terraza del edificio por medio de mentiras y engaños. Una vez que Paradox estaba montando todas las partes del francotirador, Valentina le llamó a través del auricular espía e informó.* ---: Tienes 2 minutos, La reunión está por comenzar ¿Dónde estás? :Ø: ¡No le digas! ❝En un edificio que está al frente del lugar del encuentro, tengo a mi vista la entrada principal, un hombre en una ventana y el gran salón donde se van a reunir❞ ---: ¡Bien! El objetivo aún no ha sido identificado por lo tanto te estaré informando :Ø: ¿Lo ves? Es todo una farsa te van a asesinar ¡Voltea a ver! *Paradox respiro hondo y volteó a ver la puerta donde había entrado y percibió o mejor dicho sospechaba que alguien estaba allí. Dejó el francotirador montado y se puso de pie, acercándose con cautela a la puerta con su Desert Eagle en mano. Al abrir la puerta, se dio cuenta de que un espía ruso lo había estado siguiendo. Lo que vino después fue una batalla y un forcejeo con un cuchillo afilado* ---: La reunión ya comenzó y aún no ha sido informado el objetivo pero estate atento. *Paradox, de pronto, ganó el forcejeo y dejó al espía ruso inconsciente, silenciándolo. Tomo el cuchillo con sus guantes negros y lentamente lo degolló* ---: ¡Listo! El objetivo ha sido informado es un hombre con barba y un parche en su ojo derecho *Nervioso y con la respiración entrecortada, se acercó al rifle francotirador a toda prisa y disparó al objetivo, logrando identificarlo rápidamente. Sentir que su paranoia lo había salvado, y darse cuenta de que no había habido ningún engaño, le brindó una paz que no podía encontrar en ningún otro lugar.* 𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫
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  • Hace no muchos días, llegué al lugar donde el aroma se percibe, no es intenso pero Astra ha estado muy inquieta. Me he mantenido como indigente, no he querido alquilar un lugar porque no se si el sujeto u Alfa está en constante movimiento, por lo que solo he estado quedándome a dormir encima de lo alto de algunos árboles. Hay buenas noticias, encontré al Alfa de la leyenda, no ha sido una falsa alarma, es joven... Demasiado colágeno. Y lo mejor, no está en constante movimiento. Los contras, es menor que yo, no sabe nada del mundo al que pertenece y ¡Soy su inquilina! Ha pasado una semana desde que vivo con él, y no se me ha dado la oportunidad de explicarle nada, es muy amable y enérgico.

    Bien esos son los puntos recaudados. Ahora mismo, la situación es diferente...

    "Hoy es luna llena "

    Y se supone que para los licantropos jovenes, es el tiempo justo para aprender a aceptar su instinto, su transformación y su naturaleza. Hasta allí se entiende, lo siguiente que ha pasado, ha sido lo mas tierno pero nostálgico de ver.

    Bipper, el Alfa de la leyenda, esta en plena transformación, ha querido protegerme, alejarme pero... Astra no me deja, y tampoco es que desee hacerlo. Él nos necesita. Me necesita.

    Estamos en medio de un bosque, para nuestra forma ese día habíamos quedado en hacer ejercicio. ¿Lo malo?que se nos hizo tarde.

    Lo estoy viendo transformado.
    Me mira desesperado, es un lobo bastante magestuoso y precioso, confirmándome de que las runas no mienten, es el Alfa. Con esos ojos rojos.

    Sin mucho que esperar, levanto la mano calmadamente, le acaricio la cabeza peluda y digo:

    —Cálmate, Bipper... No me harás nada, sé lo que te pasa, y te ayudaré a sobrellevarlo.

    Y dicho eso, retrocedí unos pasos y dejé que Astra tomara el control, transformandome sin dolor ni molestia ante la luz de luna llena y el joven lobo Alfa, en una hermosa loba blanca de ojos azul eléctrico.

    «A partir de ahora, somos manada, Bipper. Y sí, podemos comunicarnos por la mente» expresé prontamente al ver su mira de sorpresa.«Nunca más estarás solo, Alfa»ronronea Astra como una voz mas fuerte en el estado salvaje.

    Bipper Cooley
    Hace no muchos días, llegué al lugar donde el aroma se percibe, no es intenso pero Astra ha estado muy inquieta. Me he mantenido como indigente, no he querido alquilar un lugar porque no se si el sujeto u Alfa está en constante movimiento, por lo que solo he estado quedándome a dormir encima de lo alto de algunos árboles. Hay buenas noticias, encontré al Alfa de la leyenda, no ha sido una falsa alarma, es joven... Demasiado colágeno. Y lo mejor, no está en constante movimiento. Los contras, es menor que yo, no sabe nada del mundo al que pertenece y ¡Soy su inquilina! Ha pasado una semana desde que vivo con él, y no se me ha dado la oportunidad de explicarle nada, es muy amable y enérgico. Bien esos son los puntos recaudados. Ahora mismo, la situación es diferente... "Hoy es luna llena " Y se supone que para los licantropos jovenes, es el tiempo justo para aprender a aceptar su instinto, su transformación y su naturaleza. Hasta allí se entiende, lo siguiente que ha pasado, ha sido lo mas tierno pero nostálgico de ver. Bipper, el Alfa de la leyenda, esta en plena transformación, ha querido protegerme, alejarme pero... Astra no me deja, y tampoco es que desee hacerlo. Él nos necesita. Me necesita. Estamos en medio de un bosque, para nuestra forma ese día habíamos quedado en hacer ejercicio. ¿Lo malo?que se nos hizo tarde. Lo estoy viendo transformado. Me mira desesperado, es un lobo bastante magestuoso y precioso, confirmándome de que las runas no mienten, es el Alfa. Con esos ojos rojos. Sin mucho que esperar, levanto la mano calmadamente, le acaricio la cabeza peluda y digo: —Cálmate, Bipper... No me harás nada, sé lo que te pasa, y te ayudaré a sobrellevarlo. Y dicho eso, retrocedí unos pasos y dejé que Astra tomara el control, transformandome sin dolor ni molestia ante la luz de luna llena y el joven lobo Alfa, en una hermosa loba blanca de ojos azul eléctrico. «A partir de ahora, somos manada, Bipper. Y sí, podemos comunicarnos por la mente» expresé prontamente al ver su mira de sorpresa.«Nunca más estarás solo, Alfa»ronronea Astra como una voz mas fuerte en el estado salvaje. [Bipperc00l]
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  • Astra había estado inquieta, debía moverme y dejar el pueblo atrás. Extrañaría a mis amigos. Pero un deber me exigía moverme, mi loba pedía que buscara un aroma.

    «¿Buscar un aroma?»
    Sí, debía encontrar un lobo. Y no uno simplemente salvaje, sino un licantropo como mi linaje materno alemán. Lo peor es que mi instinto solo sabía que debía dejar todo atrás para emprender esa nueva misión.

    Por lo que, a cada uno de mis allegados mas fieles les escribí una carta y me despedí mediante palabras cordiales, nada podía hacer cuando mi vida parecía tener un objetivo. Suspiré al ver Los ingredientes que había preparado para hacer los postres con Elizabeth, mire el charco de agua por el cual solía hablar con Santi, observé el regalo de cumpleaños de Sigma, dejaría mi casa encastrada aquí, a mi inquilino probablemente lo dejaría sin casa, después de todo sin mi... Mi hogar no autorizaba desconocidos en este.

    Miré por última vez todo, puse el hechizo de bloqueo y protección, dejé que las cartas fueran enviadas por mis aliados de vientos, y sin más me fui. Perdiendo el rastro de todos a quienes conocí para embarcarme en una nueva aventura.

    Y ese era: "Encontrar al lobo Alfa de la leyenda" , si Astra lo exigía, yo no podía ir en contra de mi destino.

    Agarré mi mochila entre mi hocico, y traspasé el portal a otro lugar.
    Tan solo esperaba que no fuera solicitada porque no me enteraría de nada, solo si fuera a volver, lo cual lo dudaba.
    Astra había estado inquieta, debía moverme y dejar el pueblo atrás. Extrañaría a mis amigos. Pero un deber me exigía moverme, mi loba pedía que buscara un aroma. «¿Buscar un aroma?» Sí, debía encontrar un lobo. Y no uno simplemente salvaje, sino un licantropo como mi linaje materno alemán. Lo peor es que mi instinto solo sabía que debía dejar todo atrás para emprender esa nueva misión. Por lo que, a cada uno de mis allegados mas fieles les escribí una carta y me despedí mediante palabras cordiales, nada podía hacer cuando mi vida parecía tener un objetivo. Suspiré al ver Los ingredientes que había preparado para hacer los postres con Elizabeth, mire el charco de agua por el cual solía hablar con Santi, observé el regalo de cumpleaños de Sigma, dejaría mi casa encastrada aquí, a mi inquilino probablemente lo dejaría sin casa, después de todo sin mi... Mi hogar no autorizaba desconocidos en este. Miré por última vez todo, puse el hechizo de bloqueo y protección, dejé que las cartas fueran enviadas por mis aliados de vientos, y sin más me fui. Perdiendo el rastro de todos a quienes conocí para embarcarme en una nueva aventura. Y ese era: "Encontrar al lobo Alfa de la leyenda" , si Astra lo exigía, yo no podía ir en contra de mi destino. Agarré mi mochila entre mi hocico, y traspasé el portal a otro lugar. Tan solo esperaba que no fuera solicitada porque no me enteraría de nada, solo si fuera a volver, lo cual lo dudaba.
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  • Let's take a ride
    Fandom The legend of zelda
    Categoría Fantasía
    //Rol privado con Link //

    Por mucho que intentaron retrasar, el calendario marcó el principio del fin. El rey zora y el héroe del tiempo debían ir a Hyrule.

    Los últimos dos meses y medio habían pasado más rápido de lo que quisiera admitir en voz alta. Al inicio, había creído que sólo recuperó a su mejor amigo, a su cómplice, aquel que admiraba como el héroe valeroso que era de quien se cantaban leyendas y cuyo nombre ahora portaban niños en su honor. No obstante, conforme pasaron los días y fue conociendo más a Link, el hyliano, Sidón se encontró más y más a gusto en su presencia, recuperando ese característico repiqueteo que acostumbraba sentir en su corazón hace más de un siglo cada que lo veía. El rubor constante y las risas alegres delataban lo bien que se estaba a su lado.

    Y sobre todas las cosas, se alegraba de ver el cambio tan positivo que había tenido el reino en aquel rubio que había arribado sin un solo fragmento de alma. Sidón no quería darse crédito del asunto, incluso con toda la ayuda que otorgó, y simplemente era feliz viendo que Link volvía pues a ser Link.

    -Tenemos todo listo para el viaje -había dicho a uno de sus consejeros mientras terminaban de ver algunas cosas.

    -Me alegro de que vaya escoltado por el héroe. De otro modo, insistiría en que llevara guardias -respondió aquel zora, que era mucho mayor que el rey y las arrugas en su rostro delataba los años de la experiencia-. Lo que no entiendo… es por qué solicitaron un caballo extra ¿Epona no irá con ustedes?

    -Ah, debió ser un error o la costumbre tal vez, no hace falta -Sidón, como siempre, mentía con maestría.

    Al tonto se le había olvidado que los zora no acostumbran usar caballos y no había modo de explicarles que deseaba la montura para cuando sucediera su maldición. Hasta ahora, solo un alma sabía al respecto y deseaba que siguiera así.

    Las dos semanas que estuvieron entrenando en el bosque, conversando y bromeando, le habían sanado también un poco el alma al rey. No le daba oportunidad de pensar respecto a sus males y ya no necesitaba escapar corriendo cada que veía a Link. Después de todo, Mipha sí que había tenido razón: la pena dolió menos en compañía.

    Fue a esperar a Link en la entrada del reino. Sin despedidas públicas o glamurosas y con el frío sol de las diez de la mañana, quería ser lo más discreto posible.

    -¡Link! ¿Está todo listo? -preguntó nada más verlo, con su sonrisa colmilluda visible. Sidón llevaba una mochila cruzada con un par de provisiones. Según le explicaron, la mayor parte de lo necesario se lo habrían dado a Link para poner en sus alforjas-. Tendremos viaje libre hasta eso de las seis de la tarde. Nos serviré de reloj -aprovechaba ahora que alguien podía entender sus temas. Sus escamas incluso parecían haber adquirido un tono más vibrante.
    //Rol privado con [Hero0ft1me] // Por mucho que intentaron retrasar, el calendario marcó el principio del fin. El rey zora y el héroe del tiempo debían ir a Hyrule. Los últimos dos meses y medio habían pasado más rápido de lo que quisiera admitir en voz alta. Al inicio, había creído que sólo recuperó a su mejor amigo, a su cómplice, aquel que admiraba como el héroe valeroso que era de quien se cantaban leyendas y cuyo nombre ahora portaban niños en su honor. No obstante, conforme pasaron los días y fue conociendo más a Link, el hyliano, Sidón se encontró más y más a gusto en su presencia, recuperando ese característico repiqueteo que acostumbraba sentir en su corazón hace más de un siglo cada que lo veía. El rubor constante y las risas alegres delataban lo bien que se estaba a su lado. Y sobre todas las cosas, se alegraba de ver el cambio tan positivo que había tenido el reino en aquel rubio que había arribado sin un solo fragmento de alma. Sidón no quería darse crédito del asunto, incluso con toda la ayuda que otorgó, y simplemente era feliz viendo que Link volvía pues a ser Link. -Tenemos todo listo para el viaje -había dicho a uno de sus consejeros mientras terminaban de ver algunas cosas. -Me alegro de que vaya escoltado por el héroe. De otro modo, insistiría en que llevara guardias -respondió aquel zora, que era mucho mayor que el rey y las arrugas en su rostro delataba los años de la experiencia-. Lo que no entiendo… es por qué solicitaron un caballo extra ¿Epona no irá con ustedes? -Ah, debió ser un error o la costumbre tal vez, no hace falta -Sidón, como siempre, mentía con maestría. Al tonto se le había olvidado que los zora no acostumbran usar caballos y no había modo de explicarles que deseaba la montura para cuando sucediera su maldición. Hasta ahora, solo un alma sabía al respecto y deseaba que siguiera así. Las dos semanas que estuvieron entrenando en el bosque, conversando y bromeando, le habían sanado también un poco el alma al rey. No le daba oportunidad de pensar respecto a sus males y ya no necesitaba escapar corriendo cada que veía a Link. Después de todo, Mipha sí que había tenido razón: la pena dolió menos en compañía. Fue a esperar a Link en la entrada del reino. Sin despedidas públicas o glamurosas y con el frío sol de las diez de la mañana, quería ser lo más discreto posible. -¡Link! ¿Está todo listo? -preguntó nada más verlo, con su sonrisa colmilluda visible. Sidón llevaba una mochila cruzada con un par de provisiones. Según le explicaron, la mayor parte de lo necesario se lo habrían dado a Link para poner en sus alforjas-. Tendremos viaje libre hasta eso de las seis de la tarde. Nos serviré de reloj -aprovechaba ahora que alguien podía entender sus temas. Sus escamas incluso parecían haber adquirido un tono más vibrante.
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    Individual
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  • ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━
    Cuánto tiempo. . . Aliada. . .

    [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada.

    Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama.

    Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama.

    Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban.

    La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso.

    ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos?

    La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ]

    𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆
    ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━ 🌹 Cuánto tiempo. . . Aliada. . . [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada. Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama. Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama. Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban. La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso. ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos? La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ] [Liz_bloodFlame] 🌹
    Me endiabla
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