“𝓛𝓪 𝓜𝓾𝓮𝓻𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓮 𝓡𝓲𝓷𝓭𝓲𝓸” Thanatos había caminado por la eternidad, siempre cumpliendo su destino con la precisión implacable de quien no cuestiona su propósito. Él no juzgaba, no vacilaba, no lamentaba. Su toque era definitivo, su presencia inevitable. Desde el principio de los tiempos, todos los caminos terminaban en él. Pero aquella noche, en un rincón olvidado del mundo,...