Los gatos son lindos, gruñones, pero no te dejan sola, sean como los gatos. Te extraño Salem.

- Odio los lunes~...

*Sus nuevos instintos felinos salen a flote, al parecer esto ocurre en todas las especies de gatos, incluso las infernales*

Ina estaba enojada porque alguien odio su dibujo, así que aplastaba furiosa su cuaderno contra el suelo, pero las páginas se resistían a cerrarse, mostrando un boceto de lo que parecía ser un "gatito"...si los gatos tuvieran seis ojos, mandibulas segmentadas y un aura de pesadilla lovecraftiana. Otro de los bocetos, un tentáculo con boca, sacó la lengua hacia ella, burlón.

— ¡Cállate tu también! —gruñó, pateando una piedra que en lugar de rebotar, se hundió en el suelo como si la tierra se hubiera vuelto liquida por un segundo— Grrrrr...

Yo debo de ser la señora de los gatos porque siempre vienen a mi casa a qué les dé siempre comidita.

Oh vamos ~ ¿de verdad te desagradan los gatos?
¿Entonces si hago esto...?
¿No me dejarás sentarme en tu regazo? ♡¡

— Eh, alto allí. Ni se te ocurra tirar esa vela, Mikan, te lo adv-... —

El estallido del vaso de vidrio resonó por toda la habitación, haciendo que los otros dos gatos salieran corriendo despavoridos por la "travesura" del anaranjado. Quien estaba allí sentado como estatua sobre el mueble de la tele, meneando la cola con la parsimonía de quien está en paz con la vida; retador, mirando a su dueña a los ojos.

—... Suficiente, ahora mismo llamaré al reformatorio de gatos para que vengan por ti. —

Me visto de gala para despedirme de quien nunca volverá. Porque algunas despedidas no son para los muertos, sino para los vivos que siguen cargando con sombras.

Algunos amores son como gatos negros, hermosos, pero temidos sin motivo. Quizás por eso los elijo, por eso los entiendo.
Hay quienes se pierden en la luz.

Yo, en cambio, me encontré en la oscuridad…

Pues ahora se como se siente cenicienta, despertando con ayuda de los animalitos.

-Se sentó en su cama mientras tiernos pajaritos la ayudaron a levántese, aunque la noche fue algo calurosa, la paso bien. -

Solo me quejo de que ya por el calor mis michitos ya no gusten dormir conmigo, debere esperar cuando vuelva a hacer frio.

-Suspira aburrida pues sus gatos se volvieron buena compañía, pese que desafiante la lógica de como algo tan pequeño ocupa 99% de ka cama, enserio un día de estos sus dos michis la van a tirar de la cama. -

- Esa... fue una noche muy larga. -

A König le gustan los gatos, le fascinan, le encantan. Pero de vez en cuando se topa con... una... que termina convertida en la horma de su zapato.

Jugando con su gato recordó una vez su hermano Xiao intento buscarle pareja para que formará una familia. Lo que Xiao no sabía es que la familia de Su hermano son puros gatos y perros. Para que quiere un bebé, si el papel de ser bebé le sale muy bien a Alek. (?)