• Carmina rara vez tenía la oportunidad de alejarse de la tienda familiar, pero con el cumpleaños de su abuela acercándose rápidamente, sentía que debía encontrar el regalo perfecto. Lucia siempre había sido una mujer elegante, conocida en el vecindario por su buen gusto y su porte refinado. En su juventud, la gente hablaba de ella con admiración y un toque de envidia, mencionando cómo su estilo de vida parecía deslumbrar a todos. Algunos incluso decían que se creía superior a los demás debido a su afición por las marcas de lujo. Sin embargo, Carmina sabía que eso no era cierto. Aunque su esposo a veces le regalaba accesorios o prendas de diseñador, Lucía tenía un talento especial para combinarlos con ropa sencilla que resaltaba su belleza natural.

    Por eso, este año, Carmina había ahorrado cada centavo que pudo, con la esperanza de poder comprarle algo verdaderamente especial a su querida abuela. Con determinación, se dirigió a la parte de la ciudad donde se encontraban las boutiques más elegantes. Era un lugar completamente distinto a su vecindario; las calles estaban adornadas con árboles bien cuidados y las vitrinas exhibían artículos de lujo que brillaban bajo el sol.

    Al entrar en una de las tiendas, Carmina no pudo evitar abrir los ojos en sorpresa ante los precios exorbitantes que se exhibían. Se sintió un poco incómoda, como si los empleados pudieran leer sus pensamientos y notar que claramente no pertenecía a ese entorno exclusivo. Sin embargo, llevaba consigo sus ahorros, y eso le dio un poco de valor.

    Comenzó a recorrer la tienda, revisando cuidadosamente la ropa, los zapatos y los bolsos. Todo era absolutamente hermoso, pero sabía que, a su edad, su abuela no usaría muchas de esas cosas. Después de un rato, desalentada, se dirigió hacia la salida. Pero justo al pasar por el escaparate de una joyería, algo brillante captó su atención.

    ¡Ahí estaban! Un par de aretes de oro, deslumbrantes y elegantes, como solo podían ser. El precio era elevado, pero encajaba perfectamente con lo que había ahorrado. Su corazón latía con emoción mientras se acercaba al vendedor y pedía las joyas del escaparate. Notó la mirada evaluadora del empleado, pero no le importó. Una vez que realizó la compra, se sintió ligera de ahorros, pero llena de alegría y anticipación.

    Al salir de la joyería, algo más llamó su atención. Una joven de cabellos rubios, cuya belleza parecía sacada de una revista de moda, se movía con una gracia deslumbrante. Era, sin duda, de otro nivel. A medida que se acercaba, el rostro de la mujer le resultaba familiar. Después de un momento, Carmina lo comprendió: ¡era ella! Sin pensarlo dos veces, se acercó a la mujer que ya había salido del local.

    —¡Disculpa! ¿Acaso conoces a Flavio?— preguntó, consciente de que su pregunta podía sonar torpe, pero era la única manera que se le ocurrió de indagar sobre la relación de la joven con alguien tan cercano a ella. En ese instante, la ansiedad la invadió, temiendo que podría estar confundiéndola y pasar una vergüenza aún mayor. Pero la curiosidad y el no saber más de aquel que consideraba su amigo, le dieron el valor suficiente para preguntar.

    Eᥣιsᥲbᥱttᥲ Dι Vιᥒᥴᥱᥒzo
    Carmina rara vez tenía la oportunidad de alejarse de la tienda familiar, pero con el cumpleaños de su abuela acercándose rápidamente, sentía que debía encontrar el regalo perfecto. Lucia siempre había sido una mujer elegante, conocida en el vecindario por su buen gusto y su porte refinado. En su juventud, la gente hablaba de ella con admiración y un toque de envidia, mencionando cómo su estilo de vida parecía deslumbrar a todos. Algunos incluso decían que se creía superior a los demás debido a su afición por las marcas de lujo. Sin embargo, Carmina sabía que eso no era cierto. Aunque su esposo a veces le regalaba accesorios o prendas de diseñador, Lucía tenía un talento especial para combinarlos con ropa sencilla que resaltaba su belleza natural. Por eso, este año, Carmina había ahorrado cada centavo que pudo, con la esperanza de poder comprarle algo verdaderamente especial a su querida abuela. Con determinación, se dirigió a la parte de la ciudad donde se encontraban las boutiques más elegantes. Era un lugar completamente distinto a su vecindario; las calles estaban adornadas con árboles bien cuidados y las vitrinas exhibían artículos de lujo que brillaban bajo el sol. Al entrar en una de las tiendas, Carmina no pudo evitar abrir los ojos en sorpresa ante los precios exorbitantes que se exhibían. Se sintió un poco incómoda, como si los empleados pudieran leer sus pensamientos y notar que claramente no pertenecía a ese entorno exclusivo. Sin embargo, llevaba consigo sus ahorros, y eso le dio un poco de valor. Comenzó a recorrer la tienda, revisando cuidadosamente la ropa, los zapatos y los bolsos. Todo era absolutamente hermoso, pero sabía que, a su edad, su abuela no usaría muchas de esas cosas. Después de un rato, desalentada, se dirigió hacia la salida. Pero justo al pasar por el escaparate de una joyería, algo brillante captó su atención. ¡Ahí estaban! Un par de aretes de oro, deslumbrantes y elegantes, como solo podían ser. El precio era elevado, pero encajaba perfectamente con lo que había ahorrado. Su corazón latía con emoción mientras se acercaba al vendedor y pedía las joyas del escaparate. Notó la mirada evaluadora del empleado, pero no le importó. Una vez que realizó la compra, se sintió ligera de ahorros, pero llena de alegría y anticipación. Al salir de la joyería, algo más llamó su atención. Una joven de cabellos rubios, cuya belleza parecía sacada de una revista de moda, se movía con una gracia deslumbrante. Era, sin duda, de otro nivel. A medida que se acercaba, el rostro de la mujer le resultaba familiar. Después de un momento, Carmina lo comprendió: ¡era ella! Sin pensarlo dos veces, se acercó a la mujer que ya había salido del local. —¡Disculpa! ¿Acaso conoces a Flavio?— preguntó, consciente de que su pregunta podía sonar torpe, pero era la única manera que se le ocurrió de indagar sobre la relación de la joven con alguien tan cercano a ella. En ese instante, la ansiedad la invadió, temiendo que podría estar confundiéndola y pasar una vergüenza aún mayor. Pero la curiosidad y el no saber más de aquel que consideraba su amigo, le dieron el valor suficiente para preguntar. [ElisabettaDV1]
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  • Quiero darla una pequeña alegría a una cazadora en particular

    A parte de los dulces que la he regalado

    #SeductiveSunday
    Quiero darla una pequeña alegría a una cazadora en particular A parte de los dulces que la he regalado #SeductiveSunday
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  • En la infinita desesperación existe esperanza ¡Bienvenidos damas y caballeros!, es la primera edición de mi querido podcast "Los fantasmas son el mejor tipo de pokemones", como primera invitada tenemos a una gran invitada. Nessa quien es la líder de gimnasio número dos de la Región Galar, especialista en Pokémon de tipo agua. Viene en pleno uso de sus facultades mentales a hablarnos de las maravillas del mejor tipo de pokemones ¿No es así querida señorita?

    -Están en una casa abandonada, en la sala principal donde hay 1 gran escritorio que es donde esta sentado el pokemon fantasma, y delante hay un sofá color azul donde estaría su invitada. Lo más importante es que hay una cámara encendida apoyada en una mesa de madera en un rincón de la habitación grabando todo-


    Nessa
    En la infinita desesperación existe esperanza ¡Bienvenidos damas y caballeros!, es la primera edición de mi querido podcast "Los fantasmas son el mejor tipo de pokemones", como primera invitada tenemos a una gran invitada. Nessa quien es la líder de gimnasio número dos de la Región Galar, especialista en Pokémon de tipo agua. Viene en pleno uso de sus facultades mentales a hablarnos de las maravillas del mejor tipo de pokemones ¿No es así querida señorita? -Están en una casa abandonada, en la sala principal donde hay 1 gran escritorio que es donde esta sentado el pokemon fantasma, y delante hay un sofá color azul donde estaría su invitada. Lo más importante es que hay una cámara encendida apoyada en una mesa de madera en un rincón de la habitación grabando todo- [zephyr_lime_mule_692]
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  • ꧁ 𝐻𝑎𝑝𝑝𝑦 𝐻𝑎𝑙𝑙𝑜𝑤𝑒𝑒𝑛

    𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐜𝐞𝐫𝐢𝐚

    Mientras los demás se disfrazan, aquel se viste de gala. Llego la hora del exterminio⸻ 𓃠

    #Halloween
    ꧁ 𝐻𝑎𝑝𝑝𝑦 𝐻𝑎𝑙𝑙𝑜𝑤𝑒𝑒𝑛 🎃 𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐜𝐞𝐫𝐢𝐚 🫀 Mientras los demás se disfrazan, aquel se viste de gala. Llego la hora del exterminio⸻ 𓃠 #Halloween
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  • ¿Qué se le regala a un hibrido inmortal y super rico, que puede y tiene de todo y encima es tu suegro?
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  • "U-Umm.. Creo que es un poco atrevido el que me llame de esa manera apenas conocernos, señor"

    -Luna, con un leve temblor en las manos, extendió los brazos para recibir el ramo de flores. A pesar de su aparente compostura, una sensación cálida comenzó a subirle por las mejillas, tiñéndolas de un rosa profundo que contrastaba con su habitual tranquilidad.
    Hizo una tímida reverencia, agachando la cabeza.
    Por respeto y para no decepcionarlo, sus labios se entreabrieron, y asi articular una respuesta adecuada-

    — "A-aunque… estoy realmente agradecida… por tan hermosa bienvenida…"

    -Sus ojos se alzaron para toparse con la mirada de él, para acto seguido regalarle una sonrisa sincera y algo timida-

    Axel Koroved
    "U-Umm.. Creo que es un poco atrevido el que me llame de esa manera apenas conocernos, señor" -Luna, con un leve temblor en las manos, extendió los brazos para recibir el ramo de flores. A pesar de su aparente compostura, una sensación cálida comenzó a subirle por las mejillas, tiñéndolas de un rosa profundo que contrastaba con su habitual tranquilidad. Hizo una tímida reverencia, agachando la cabeza. Por respeto y para no decepcionarlo, sus labios se entreabrieron, y asi articular una respuesta adecuada- — "A-aunque… estoy realmente agradecida… por tan hermosa bienvenida…" -Sus ojos se alzaron para toparse con la mirada de él, para acto seguido regalarle una sonrisa sincera y algo timida- [Akly_5]
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  • Me regalaron un libro de hechizos, y es bastante interesante, aunque yo no puedo usar esos hechizos porque no tengo poderes mágicos, pero igual sigue siendo muy interesante.
    𝐴𝑟𝑎𝑛𝑡 ☄ 𝐿𝑣𝑔𝑣𝑠⭑ muchas gracias señorita ^^
    Me regalaron un libro de hechizos, y es bastante interesante, aunque yo no puedo usar esos hechizos porque no tengo poderes mágicos, pero igual sigue siendo muy interesante. [Arantxza.lvgvs] muchas gracias señorita ^^
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  • Qué se le regala a un dragón?

    — se queda en silencio.— quizás no lo acepte..
    Qué se le regala a un dragón? — se queda en silencio.— quizás no lo acepte..
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  • Ideas simples para disfraz de Halloween.

    Obsesionada por las golosinas.

    ¿Me regalas esas piruletas?
    ¡Quiero ese chocolate!
    Ideas simples para disfraz de Halloween. Obsesionada por las golosinas. ¿Me regalas esas piruletas? ¡Quiero ese chocolate!
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  • IV. A la luz.
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler OC y otros
    Categoría Otros
    Vestido de gala y ubicado en los balcones privados del gran anfiteatro del sur londinense, Junior sostenía un refinado par de binoculares, observando en detalle la función en el escenario.

    La cantante, Fiorella De Santis, una artista italiana emergente, destacaba tanto por su hermosa y potente voz como por su belleza angelical. Sus cabellos rubios, ligeramente ondulados, y su mirada borgoña tenían un efecto hipnótico, igual que su voz.

    "Aquí viene," pensó Junior al anticipar un pasaje alto que lo dejó con el cuerpo vibrando. Asintió suavemente, encantado con la función.

    Últimamente, Junior... No, más bien, Jean, había estado visitando la ciudad de Londres con más frecuencia. Antes de que llegase el día en que heredaría lo que le correspondía, y con ello los deberes ineludibles, se estaba permitiendo disfrutar de ciertos placeres que anteriormente le habían sido privados.

    Ahora era común que los nobles lo reconocieran por su nombre y apellido. Claro, así como lo saludaban cordialmente de frente, a sus espaldas cuchicheaban vulgarmente. Por esa razón, en esta ocasión había optado por acudir al balcón, donde podría hallarse solo y tranquilo.

    Tras unas horas de puro deleite, la función llegó a su fin, y Jean se encaminó a retirarse antes de que alguno de esos nobles lo viera y lo obligara a entablar una conversación de cortesía.
    Vestido de gala y ubicado en los balcones privados del gran anfiteatro del sur londinense, Junior sostenía un refinado par de binoculares, observando en detalle la función en el escenario. La cantante, Fiorella De Santis, una artista italiana emergente, destacaba tanto por su hermosa y potente voz como por su belleza angelical. Sus cabellos rubios, ligeramente ondulados, y su mirada borgoña tenían un efecto hipnótico, igual que su voz. "Aquí viene," pensó Junior al anticipar un pasaje alto que lo dejó con el cuerpo vibrando. Asintió suavemente, encantado con la función. Últimamente, Junior... No, más bien, Jean, había estado visitando la ciudad de Londres con más frecuencia. Antes de que llegase el día en que heredaría lo que le correspondía, y con ello los deberes ineludibles, se estaba permitiendo disfrutar de ciertos placeres que anteriormente le habían sido privados. Ahora era común que los nobles lo reconocieran por su nombre y apellido. Claro, así como lo saludaban cordialmente de frente, a sus espaldas cuchicheaban vulgarmente. Por esa razón, en esta ocasión había optado por acudir al balcón, donde podría hallarse solo y tranquilo. Tras unas horas de puro deleite, la función llegó a su fin, y Jean se encaminó a retirarse antes de que alguno de esos nobles lo viera y lo obligara a entablar una conversación de cortesía.
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