Últimamente no había casi descanso entre sesiones de fotos, pues había firmado varias colaboraciones nuevas. Entre ellas con una famosa marca de ropa tipo techwear francesa, un par de anuncios de perfumes y una colaboración con una marca de cosmética y maquillaje coreanos.
Quedaba mucho trabajo por delante e iba a tener que posar con varios modelos nuevos en la industria.
¿Lo divertido? Cada vez las ciudades estaban más y más llenas de su cara ahí dónde fuera. Aparecía en televisión, en anuncios digitales en las calles, en las revistas de cualquier lugar al que fueras, anuncios en los buses, etc.
A esas alturas resultaba difícil que alguien no supiera quien era Dante. Justo por ello le tocaba salir a pasear a horas no muy transitadas, generalmente cubriendo su rostro todo lo posible. Eso si la compañía no le obligaba a salir con escoltas, claro que llamaba mucho más la atención.
Quedaba mucho trabajo por delante e iba a tener que posar con varios modelos nuevos en la industria.
¿Lo divertido? Cada vez las ciudades estaban más y más llenas de su cara ahí dónde fuera. Aparecía en televisión, en anuncios digitales en las calles, en las revistas de cualquier lugar al que fueras, anuncios en los buses, etc.
A esas alturas resultaba difícil que alguien no supiera quien era Dante. Justo por ello le tocaba salir a pasear a horas no muy transitadas, generalmente cubriendo su rostro todo lo posible. Eso si la compañía no le obligaba a salir con escoltas, claro que llamaba mucho más la atención.
Últimamente no había casi descanso entre sesiones de fotos, pues había firmado varias colaboraciones nuevas. Entre ellas con una famosa marca de ropa tipo techwear francesa, un par de anuncios de perfumes y una colaboración con una marca de cosmética y maquillaje coreanos.
Quedaba mucho trabajo por delante e iba a tener que posar con varios modelos nuevos en la industria.
¿Lo divertido? Cada vez las ciudades estaban más y más llenas de su cara ahí dónde fuera. Aparecía en televisión, en anuncios digitales en las calles, en las revistas de cualquier lugar al que fueras, anuncios en los buses, etc.
A esas alturas resultaba difícil que alguien no supiera quien era Dante. Justo por ello le tocaba salir a pasear a horas no muy transitadas, generalmente cubriendo su rostro todo lo posible. Eso si la compañía no le obligaba a salir con escoltas, claro que llamaba mucho más la atención.



