• La espectral joven llegó con pasos suaves hasta el recinto donde se encontraba el oráculo, acompañada de aquella dualidad nata en ella. Seguida por sus sombras, tal como las polillas siguen a la luz. Entro lentamente con una actitud completamente respetuosa, dejando tras de ella las sombras que desaparecieron al entrar en contacto con la gran luz del lugar.

    En sus temblorosas mano llevaba una canasta tejida por ella misma, con una botella del mejor jugo de granada y lo que parecía un queso que la joven hizo con sus propias manos. Se detuvo, respirando como si pidiera permiso al viento para ello, su rostro imperturbable se vio iluminado al retirar el velo oscuro que la cubría. Y con voz serena y aterciopelada comenzó a hablar

    ─ Gran oráculo, te vengo a ver,
    No como dios, sino como hermana que quiere saber.
    Mi hermano Zagreus, guerrero valiente y fuerte,
    Lucha en el Inframundo, con fuego que arde sin muerte.
    Quiero saber si hay una profecía que lo espera,
    Y si puedes guiarme, para que yo pueda
    En su camino ser luz clara y sincera."

    La diosa iba no como tormenta, no como fuego abrazador, no como quien exige sino como quien suplica, quien añora respuestas. Levanto la canasta en directo del gran Apolo, mostrando su contenido. No era una deidad, no era oscuridad, no era nada mas que una hermana preocupada, una que añoraba encontrar un forma de ayudar a su querido hermano.

    ─ Pero se que todo tiene un costo, espero que esté pequeño gesto sea suficiente para lo que solicito...

    El dios sol al ver llegar a la joven, alzo las cejas algo sorprendido, su alegría era clara ante como la diosa se presento hablando en rima, honrándole así al ser dios de las artes y la poesía. Pero antes de poder abrir la boca, Apolo ya estaba soltando una profecía para la chica

    ─ Tu hermano no está perdido,
    duerme envuelto en rojo olvido.
    No lo salves por la fuerza,
    dale amor que le refuerza.
    Di su nombre con ternura,
    muéstrale que aún perdura.
    No es fantasma si hay amor:
    es camino, no dolor.

    Vio al dios terminar de hablar, volviendo a la normalidad, agradeciendo su ofrenda dejándola partir, con aun mas dudas. Su hermano el gran guerrero del inframundo en verdad la preocupaba, ella incapaz de dormir, siempre escuchaba los lamentos que Zagreus daba entre sueños. La preocupaba, en verdad quería ayudarle, esta profecía solo dejaba en claro una cosa, tendría que hablar con us hermano sin tapujos ni escudos, solo corazón y sinceridad en cada palabra.
    La espectral joven llegó con pasos suaves hasta el recinto donde se encontraba el oráculo, acompañada de aquella dualidad nata en ella. Seguida por sus sombras, tal como las polillas siguen a la luz. Entro lentamente con una actitud completamente respetuosa, dejando tras de ella las sombras que desaparecieron al entrar en contacto con la gran luz del lugar. En sus temblorosas mano llevaba una canasta tejida por ella misma, con una botella del mejor jugo de granada y lo que parecía un queso que la joven hizo con sus propias manos. Se detuvo, respirando como si pidiera permiso al viento para ello, su rostro imperturbable se vio iluminado al retirar el velo oscuro que la cubría. Y con voz serena y aterciopelada comenzó a hablar ─ Gran oráculo, te vengo a ver, No como dios, sino como hermana que quiere saber. Mi hermano Zagreus, guerrero valiente y fuerte, Lucha en el Inframundo, con fuego que arde sin muerte. Quiero saber si hay una profecía que lo espera, Y si puedes guiarme, para que yo pueda En su camino ser luz clara y sincera." La diosa iba no como tormenta, no como fuego abrazador, no como quien exige sino como quien suplica, quien añora respuestas. Levanto la canasta en directo del gran Apolo, mostrando su contenido. No era una deidad, no era oscuridad, no era nada mas que una hermana preocupada, una que añoraba encontrar un forma de ayudar a su querido hermano. ─ Pero se que todo tiene un costo, espero que esté pequeño gesto sea suficiente para lo que solicito... El dios sol al ver llegar a la joven, alzo las cejas algo sorprendido, su alegría era clara ante como la diosa se presento hablando en rima, honrándole así al ser dios de las artes y la poesía. Pero antes de poder abrir la boca, Apolo ya estaba soltando una profecía para la chica ─ Tu hermano no está perdido, duerme envuelto en rojo olvido. No lo salves por la fuerza, dale amor que le refuerza. Di su nombre con ternura, muéstrale que aún perdura. No es fantasma si hay amor: es camino, no dolor. Vio al dios terminar de hablar, volviendo a la normalidad, agradeciendo su ofrenda dejándola partir, con aun mas dudas. Su hermano el gran guerrero del inframundo en verdad la preocupaba, ella incapaz de dormir, siempre escuchaba los lamentos que Zagreus daba entre sueños. La preocupaba, en verdad quería ayudarle, esta profecía solo dejaba en claro una cosa, tendría que hablar con us hermano sin tapujos ni escudos, solo corazón y sinceridad en cada palabra.
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  • Entre la gente y la sombra
    Categoría Original
    Ash Bornhater Everblack

    Un lugar pequeño, de arquitectura colonial con detalles modernos, donde todo parece normal… hasta que se mira más de cerca. Las casas tienen símbolos extraños tallados en sus marcos. Las calles están demasiado limpias. Las ventanas, demasiado cerradas. Y los habitantes… demasiado atentos.

    A primera vista, Crossroad es una postal de calma. Pero al caer la noche, las cosas cambian. Criaturas se arrastran desde las grietas, los susurros se multiplican en las sombras, y los nombres de los desaparecidos se murmuran en las tabernas.

    Criaturas como arañas gigantes, golems de hueso, ratas mutantes, gárgolas que vigilan desde los tejados, hombres lobo sin manada, y vampiros renegados rondan sus límites. Nadie lo dice abiertamente, pero todos lo saben que Crossroad es un lugar con muchos secretos.

    A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, Lyra no puede evitar llamar la atención. Su belleza antinatural, su elegancia silenciosa y su aura fría generan miradas en los mercados, susurros en las calles, y desconfianza entre los religiosos del pueblo. Todos la observan, pero ella también lo hace.

    En el mercadillo...

    Las manos de Lyra rozaron las frutas frescas dispuestas en la madera desgastada del puesto. La textura rugosa de la cáscara de una manzana contrastaba con la suavidad impecable de su piel pálida. Mientras elegía con cuidado, sus sentidos se agudizaron, un cambio sutil en el aire, un escalofrío apenas perceptible que no pertenecía al viento.

    Una presencia cercana, demasiado cerca para ser casual, hizo que levantara la mirada lentamente. En medio del bullicio del mercado, sus ojos se encontraron con una figura que parecía haber emergido de las sombras mismas. La sonrisa que iluminó su rostro fue dulce, casi inocente, pero sus palabras estaban cargadas de una promesa silenciosa.

    —¿Apareciste más rápido de lo que esperaba? —musitó con voz melodiosa, como un canto que solo unos pocos podían oír —Parece que en Crossroad las noticias vuelan rápido... o quizás alguien disfruta de la anticipación —agregó, con un tono igualmente dulce pero lleno de doble filo—. ¿Quién me espera tan impacientemente?


    [myth_titanium_squirrel_291] Un lugar pequeño, de arquitectura colonial con detalles modernos, donde todo parece normal… hasta que se mira más de cerca. Las casas tienen símbolos extraños tallados en sus marcos. Las calles están demasiado limpias. Las ventanas, demasiado cerradas. Y los habitantes… demasiado atentos. A primera vista, Crossroad es una postal de calma. Pero al caer la noche, las cosas cambian. Criaturas se arrastran desde las grietas, los susurros se multiplican en las sombras, y los nombres de los desaparecidos se murmuran en las tabernas. Criaturas como arañas gigantes, golems de hueso, ratas mutantes, gárgolas que vigilan desde los tejados, hombres lobo sin manada, y vampiros renegados rondan sus límites. Nadie lo dice abiertamente, pero todos lo saben que Crossroad es un lugar con muchos secretos. A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, Lyra no puede evitar llamar la atención. Su belleza antinatural, su elegancia silenciosa y su aura fría generan miradas en los mercados, susurros en las calles, y desconfianza entre los religiosos del pueblo. Todos la observan, pero ella también lo hace. En el mercadillo... Las manos de Lyra rozaron las frutas frescas dispuestas en la madera desgastada del puesto. La textura rugosa de la cáscara de una manzana contrastaba con la suavidad impecable de su piel pálida. Mientras elegía con cuidado, sus sentidos se agudizaron, un cambio sutil en el aire, un escalofrío apenas perceptible que no pertenecía al viento. Una presencia cercana, demasiado cerca para ser casual, hizo que levantara la mirada lentamente. En medio del bullicio del mercado, sus ojos se encontraron con una figura que parecía haber emergido de las sombras mismas. La sonrisa que iluminó su rostro fue dulce, casi inocente, pero sus palabras estaban cargadas de una promesa silenciosa. —¿Apareciste más rápido de lo que esperaba? —musitó con voz melodiosa, como un canto que solo unos pocos podían oír —Parece que en Crossroad las noticias vuelan rápido... o quizás alguien disfruta de la anticipación —agregó, con un tono igualmente dulce pero lleno de doble filo—. ¿Quién me espera tan impacientemente?
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  • La Flor de Ébano

    Perséfone emergió del templo de Apolo con la mirada perdida entre el mármol y los ecos de la profecía. El sol brillaba alto, indiferente a su inquietud. A lo lejos, los olivos danzaban con el viento, ajenos a la sombra que se había posado sobre ella. No fue la profecía lo que la había sacudido, sino la certeza de haberla comprendido, aunque no quisiera admitirlo.

    Apolo la había recibido con su sonrisa habitual, esa mezcla de arrogancia y afecto, pero su rostro se desfiguró al recibir la visión. Sus ojos y boca se encendieron con una luz verde imposible, una claridad ajena incluso a su divinidad solar. Y entonces habló, o mejor dicho, algo habló a través de él:

    “En la era cuando el grano muera sin pena,
    y la Reina de Dos Mundos siembre sin mano,
    brotará del ébano una flor sin temblor,
    cuyo paso dará descanso a las almas sin canto.”

    La voz había sido firme, inapelable. Las palabras, poesía del destino. Apolo regresó a sí mismo con un movimiento de cabeza, sacudiéndose la tensión. Y con una mirada de resignación casi humana, le entregó la hoja escrita. “Ahí tienes tu profecía, diosa de la Primavera”, dijo.

    Pero Perséfone ya no se sentía primavera. No en ese momento.

    Mientras descendía hacia el Inframundo, su reino, pensaba en cada línea con una mezcla de temor, intuición y una tristeza difícil de nombrar. Ella conocía bien los símbolos. Los había pronunciado antes, para otros. Sabía cómo disfrazaba el destino sus designios con metáforas que, una vez cumplidas, se volvían obvias. Era el juego cruel de los oráculos.

    "Cuando el grano muera sin pena…"

    El grano. Su madre, Deméter, lo encarnaba. El alimento del mundo, el ritmo de la vida y la cosecha. Si el grano muere sin pena, ¿qué significa? ¿Una era donde ya no se valora la vida que se siembra y cosecha? ¿O una en la que la muerte ha dejado de doler?

    Perséfone sintió un escalofrío recorrerle la espalda. La indiferencia era peor que la muerte. Era olvido. El mundo olvidando a Deméter… olvidándola a ella.

    "Y la Reina de Dos Mundos siembre sin mano…"

    Esa línea la dolía en lo más íntimo. Ella era esa Reina. Dividida entre la luz de la superficie y la sombra del Inframundo, sembradora de vida en un mundo condenado a morir. ¿Sembrar sin mano? ¿Una creación sin su intervención? ¿Un ser nacido de su esencia, pero no de su voluntad?

    Quizás… una hija. No una engendrada por deseo, sino por destino.

    Se detuvo en medio del corredor de obsidiana, su reflejo oscuro devolviéndole una imagen descompuesta. ¿Una hija nacida de su poder, pero sin su amor? ¿Una flor envenenada o redentora?

    "Brotará del ébano una flor sin temblor…"

    Ébano. El árbol de madera oscura, símbolo de lo oculto, lo eterno, lo duro. Una flor nacida del ébano no sería frágil. No se rompería con el viento.
    Sin temblor. Imperturbable.

    Eso la asustó más que cualquier visión. Porque Perséfone, aun en su fuerza, había temblado. Cuando fue raptada, cuando eligió quedarse, cuando sostuvo en sus brazos a las almas errantes que no querían cruzar el río. Ella había temblado, había sentido.

    Una flor que no tiembla… ¿puede amar? ¿Puede compadecerse?

    "Cuyo paso dará descanso a las almas sin canto."

    Ese último verso le pareció el más bello… y el más trágico.
    Las almas sin canto eran las que no habían sido honradas, las que murieron sin nombre, sin ritual, sin memoria. Vagaban sin rumbo, sin fuerza para cruzar al olvido. Ella las conocía bien. Las escuchaba llorar en las grietas del Hades.

    ¿Esa flor las hará descansar? ¿O las dormirá eternamente, sin redención?

    Se sentó en su trono, las manos entrelazadas, los ojos clavados en el vacío. Las sombras del Inframundo se arremolinaron a su alrededor, inquietas por su silencio.
    Ni Hades se atrevía a interrumpirla. Él conocía ese gesto: Perséfone estaba recordando el futuro.

    Sintió una punzada en el vientre. No física, no tangible. Era como un eco que aún no había nacido. Una presencia lejana, pero inevitable.

    Algo vendría. Algo o alguien crecería en ella, o a través de ella, o desde ella. Una flor sin miedo, nacida del ébano. Y esa flor no sería suya. No en el modo en que una madre posee a su hija.
    No.
    Esa flor sería del mundo.
    O del destino.

    Perséfone apretó los labios, conteniendo la oleada de emoción que pugnaba por salir. ¿Y si la profecía hablaba de una nueva era? ¿De un cambio tan grande que ni los dioses estarían preparados? ¿Y si esa flor era el final de una era donde los dioses gobernaban… y el inicio de una donde solo observarían?

    Por un instante se sintió pequeña. Pequeña ante algo inmenso, algo que se aproximaba como una ola silenciosa, pero imparable.
    Y por primera vez en siglos, no supo si debía temer… o prepararse para amar.
    Porque, aunque no lo dijera en voz alta, en lo más profundo de su pecho, ya sentía el brote.
    Y ese brote no era odio.
    Era amor.

    Silencioso, incierto, pero real.

    Una flor de ébano, nacida de la Reina de los Muertos.
    Una criatura destinada a cambiar el equilibrio, a poner fin al canto del dolor.

    Y Perséfone, con el alma dividida, entendió:
    El mayor acto de amor no es engendrar.
    Es dejar florecer lo que debe ser.
    Aunque eso signifique dejarlo ir.






    La Flor de Ébano Perséfone emergió del templo de Apolo con la mirada perdida entre el mármol y los ecos de la profecía. El sol brillaba alto, indiferente a su inquietud. A lo lejos, los olivos danzaban con el viento, ajenos a la sombra que se había posado sobre ella. No fue la profecía lo que la había sacudido, sino la certeza de haberla comprendido, aunque no quisiera admitirlo. Apolo la había recibido con su sonrisa habitual, esa mezcla de arrogancia y afecto, pero su rostro se desfiguró al recibir la visión. Sus ojos y boca se encendieron con una luz verde imposible, una claridad ajena incluso a su divinidad solar. Y entonces habló, o mejor dicho, algo habló a través de él: “En la era cuando el grano muera sin pena, y la Reina de Dos Mundos siembre sin mano, brotará del ébano una flor sin temblor, cuyo paso dará descanso a las almas sin canto.” La voz había sido firme, inapelable. Las palabras, poesía del destino. Apolo regresó a sí mismo con un movimiento de cabeza, sacudiéndose la tensión. Y con una mirada de resignación casi humana, le entregó la hoja escrita. “Ahí tienes tu profecía, diosa de la Primavera”, dijo. Pero Perséfone ya no se sentía primavera. No en ese momento. Mientras descendía hacia el Inframundo, su reino, pensaba en cada línea con una mezcla de temor, intuición y una tristeza difícil de nombrar. Ella conocía bien los símbolos. Los había pronunciado antes, para otros. Sabía cómo disfrazaba el destino sus designios con metáforas que, una vez cumplidas, se volvían obvias. Era el juego cruel de los oráculos. "Cuando el grano muera sin pena…" El grano. Su madre, Deméter, lo encarnaba. El alimento del mundo, el ritmo de la vida y la cosecha. Si el grano muere sin pena, ¿qué significa? ¿Una era donde ya no se valora la vida que se siembra y cosecha? ¿O una en la que la muerte ha dejado de doler? Perséfone sintió un escalofrío recorrerle la espalda. La indiferencia era peor que la muerte. Era olvido. El mundo olvidando a Deméter… olvidándola a ella. "Y la Reina de Dos Mundos siembre sin mano…" Esa línea la dolía en lo más íntimo. Ella era esa Reina. Dividida entre la luz de la superficie y la sombra del Inframundo, sembradora de vida en un mundo condenado a morir. ¿Sembrar sin mano? ¿Una creación sin su intervención? ¿Un ser nacido de su esencia, pero no de su voluntad? Quizás… una hija. No una engendrada por deseo, sino por destino. Se detuvo en medio del corredor de obsidiana, su reflejo oscuro devolviéndole una imagen descompuesta. ¿Una hija nacida de su poder, pero sin su amor? ¿Una flor envenenada o redentora? "Brotará del ébano una flor sin temblor…" Ébano. El árbol de madera oscura, símbolo de lo oculto, lo eterno, lo duro. Una flor nacida del ébano no sería frágil. No se rompería con el viento. Sin temblor. Imperturbable. Eso la asustó más que cualquier visión. Porque Perséfone, aun en su fuerza, había temblado. Cuando fue raptada, cuando eligió quedarse, cuando sostuvo en sus brazos a las almas errantes que no querían cruzar el río. Ella había temblado, había sentido. Una flor que no tiembla… ¿puede amar? ¿Puede compadecerse? "Cuyo paso dará descanso a las almas sin canto." Ese último verso le pareció el más bello… y el más trágico. Las almas sin canto eran las que no habían sido honradas, las que murieron sin nombre, sin ritual, sin memoria. Vagaban sin rumbo, sin fuerza para cruzar al olvido. Ella las conocía bien. Las escuchaba llorar en las grietas del Hades. ¿Esa flor las hará descansar? ¿O las dormirá eternamente, sin redención? Se sentó en su trono, las manos entrelazadas, los ojos clavados en el vacío. Las sombras del Inframundo se arremolinaron a su alrededor, inquietas por su silencio. Ni Hades se atrevía a interrumpirla. Él conocía ese gesto: Perséfone estaba recordando el futuro. Sintió una punzada en el vientre. No física, no tangible. Era como un eco que aún no había nacido. Una presencia lejana, pero inevitable. Algo vendría. Algo o alguien crecería en ella, o a través de ella, o desde ella. Una flor sin miedo, nacida del ébano. Y esa flor no sería suya. No en el modo en que una madre posee a su hija. No. Esa flor sería del mundo. O del destino. Perséfone apretó los labios, conteniendo la oleada de emoción que pugnaba por salir. ¿Y si la profecía hablaba de una nueva era? ¿De un cambio tan grande que ni los dioses estarían preparados? ¿Y si esa flor era el final de una era donde los dioses gobernaban… y el inicio de una donde solo observarían? Por un instante se sintió pequeña. Pequeña ante algo inmenso, algo que se aproximaba como una ola silenciosa, pero imparable. Y por primera vez en siglos, no supo si debía temer… o prepararse para amar. Porque, aunque no lo dijera en voz alta, en lo más profundo de su pecho, ya sentía el brote. Y ese brote no era odio. Era amor. Silencioso, incierto, pero real. Una flor de ébano, nacida de la Reina de los Muertos. Una criatura destinada a cambiar el equilibrio, a poner fin al canto del dolor. Y Perséfone, con el alma dividida, entendió: El mayor acto de amor no es engendrar. Es dejar florecer lo que debe ser. Aunque eso signifique dejarlo ir.
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  • La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes.

    Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría.

    ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez...

    Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa.

    Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo...

    ────Diosa... Cuánto lo siento...
    La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes. Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría. ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez... Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa. Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo... ────Diosa... Cuánto lo siento...
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  • ──Yo soy la legitima hija de la familia Selene, carne, sangre y energía de la mismísima diosa lunar.... Y cumpliré los designios de mi madre celestial... Así que no te atrevas a cuestionarme, menos a retarme... O serás testigo de lo que un hijo de la luna, de lo que un Selene es capas
    ──Yo soy la legitima hija de la familia Selene, carne, sangre y energía de la mismísima diosa lunar.... Y cumpliré los designios de mi madre celestial... Así que no te atrevas a cuestionarme, menos a retarme... O serás testigo de lo que un hijo de la luna, de lo que un Selene es capas
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  • Despeinada y dormida, descansaba sobre la mesa. Se había quedado hasta tarde leyendo planos y libros, estudiando aquello que le gustaba, la arquitectura. Había pasado tantas páginas, leído tantas líneas que había acabado cayendo dormida sobre su escritorio y la luz de la lámpara alumbrándola, como si intentase mantenerla despierta en un intento fallido. La joven semidiosa había bebido tantas tazas de café que ya no le hacían efecto alguno.
    Despeinada y dormida, descansaba sobre la mesa. Se había quedado hasta tarde leyendo planos y libros, estudiando aquello que le gustaba, la arquitectura. Había pasado tantas páginas, leído tantas líneas que había acabado cayendo dormida sobre su escritorio y la luz de la lámpara alumbrándola, como si intentase mantenerla despierta en un intento fallido. La joven semidiosa había bebido tantas tazas de café que ya no le hacían efecto alguno.
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  • Se encontraba mirando el paisaje del mundo terrenal con un rostro pacífico, mientras sus dedos se deslizaban suaves y delicados por su pequeña lira, recostada en una rama gruesa y tronco de un árbol, mientras había dejado el caos del Olimpo atrás por hoy. Afrodita había empezado a jugar a ser cupido, tirando flechas de amor a todos. Algunos dioses menores disfrutan del juego de la Diosa mayor, tales como Heracles y Melinoë, pero a Zagreus se lo veía viajar con discreción entre las sombras, Persefone estaba por enterarse de que Afrodita le tiró como cinco flechas a Hades, hoy si era un juego loco de "escóndete si puedes."

    «Morfeo se había escapado a tiempo de todo el loquero, mientras que al pobrecito de Than, ya le habían embaucado con otra Diosa.»pensó con una mirada desanimada«Soy la única Diosa que su corazón ahora lo tiene inmune para estas cosas...»sonríe con desgana.

    —En un momento creí que era buen juego, ahora lo veo como la dinámica hace enloquecer a todos como hormigas antes de ser fumigadas —comentó al aire, como si fuera otra travesura hecha con resultados para nada esperados.
    Se encontraba mirando el paisaje del mundo terrenal con un rostro pacífico, mientras sus dedos se deslizaban suaves y delicados por su pequeña lira, recostada en una rama gruesa y tronco de un árbol, mientras había dejado el caos del Olimpo atrás por hoy. Afrodita había empezado a jugar a ser cupido, tirando flechas de amor a todos. Algunos dioses menores disfrutan del juego de la Diosa mayor, tales como Heracles y Melinoë, pero a Zagreus se lo veía viajar con discreción entre las sombras, Persefone estaba por enterarse de que Afrodita le tiró como cinco flechas a Hades, hoy si era un juego loco de "escóndete si puedes." «Morfeo se había escapado a tiempo de todo el loquero, mientras que al pobrecito de Than, ya le habían embaucado con otra Diosa.»pensó con una mirada desanimada«Soy la única Diosa que su corazón ahora lo tiene inmune para estas cosas...»sonríe con desgana. —En un momento creí que era buen juego, ahora lo veo como la dinámica hace enloquecer a todos como hormigas antes de ser fumigadas —comentó al aire, como si fuera otra travesura hecha con resultados para nada esperados.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad!

    Denle una cálida bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐍𝐞𝐟𝐞𝐫𝐚 𝐊𝐚 𝐑𝐚

    Nefera Ka Ra, princesa egipcia y jueza de la Luna, camina entre sombras y secretos con la sabiduría de un alma antigua. Semidiosa del universo Marvel, su mirada eterna guarda misterios que ni el tiempo se atreve a tocar.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ Skylar Knight

    Skylar Knight llega envuelta en misterio, con un nombre que promete historia y carácter. Aún no ha revelado nada sobre sí misma, pero a veces, el silencio dice más que mil palabras. ¿Qué secretos esconderá detrás de ese apellido? Solo el tiempo —y el rol— lo dirán.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝗕𝗮𝗲𝗸﹣𝗛𝘆𝘂𝗻 𝗠𝗼𝗼𝗻

    Baek-hyun Moon es el tipo de hombre que domina una sala sin alzar la voz. Empresario hecho a sí mismo, elegante y calculador, se mueve entre cifras y acuerdos con la misma soltura con la que otros respiran. Su mirada es afilada, su palabra medida, y su ambición… imparable. Un humano, sí, pero con un aura que impone.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐒𝐞𝐢𝐫𝐲𝐬 𝐀𝐡𝐚𝐢

    Seirys Ahai es fuego vestido de carne. Bastarda nacida en las sombras de la corte, pero con sangre real ardiendo en sus venas, encontró en R’hllor la llama que la guía. Princesa sin trono, sacerdotisa con visión. En ella se cruzan los susurros del linaje Targaryen y el fulgor de una fe que no perdona. En Poniente, pocos arden como ella.



    ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo.



    Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!


    Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil:


    Normas básicas de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines 


    Guías y miniguías para no perderse:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 


    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D


    Directorios para encontrar rol y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS  
    Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 


    Consejos para mejorar escritura y narración
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor 


    ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción!


    #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad! 🎉 Denle una cálida bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Nefera_Ra] Nefera Ka Ra, princesa egipcia y jueza de la Luna, camina entre sombras y secretos con la sabiduría de un alma antigua. Semidiosa del universo Marvel, su mirada eterna guarda misterios que ni el tiempo se atreve a tocar. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [fusion_lime_rhino_394] Skylar Knight llega envuelta en misterio, con un nombre que promete historia y carácter. Aún no ha revelado nada sobre sí misma, pero a veces, el silencio dice más que mil palabras. ¿Qué secretos esconderá detrás de ese apellido? Solo el tiempo —y el rol— lo dirán. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Do.or.Die] Baek-hyun Moon es el tipo de hombre que domina una sala sin alzar la voz. Empresario hecho a sí mismo, elegante y calculador, se mueve entre cifras y acuerdos con la misma soltura con la que otros respiran. Su mirada es afilada, su palabra medida, y su ambición… imparable. Un humano, sí, pero con un aura que impone. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Seirys_Ahai] Seirys Ahai es fuego vestido de carne. Bastarda nacida en las sombras de la corte, pero con sangre real ardiendo en sus venas, encontró en R’hllor la llama que la guía. Princesa sin trono, sacerdotisa con visión. En ella se cruzan los susurros del linaje Targaryen y el fulgor de una fe que no perdona. En Poniente, pocos arden como ella. 👋 ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil: 📌 Normas básicas de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines  📖 Guías y miniguías para no perderse: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS  🌍 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar rol y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS   🔗 Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL  ✍️ Consejos para mejorar escritura y narración 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor  ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción! 🚀🔥 #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
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  • https://suno.com/s/wDXZJbMT8tYeXubE

    Ella cantaba una canción en lo alto de un árbol del mundo mortal, con su lira en mano, tarareando con los ojos cerrados una canción para revertir su travesura, ya mucho lío podía escuchar con que solo pensaran en ella. No deseaba que ellos fueran infelices por culpa de su corazón roto, nunca fue su intención, solo quería jugar pero terminó con lastimandolos.

    Con una ligera lágrima perdida que el viento llevó, liberó el canto para quitar el efecto de esas galletas:

    →Color de Alma [Apolo&Afro]

    Horneé con risas y un poco de miel,
    chispitas de néctar y aroma a papel.
    No fue maldad, solo fue travesura,
    pero el sol y el amor cayeron en locura.

    Apolo brilló en rosa, morado y verde limón,
    Afrodita lloró en un deprimente azul.
    Cambian sus melenas, como el viento y la flor,
    como si el alma gritara su color.

    Camaleones del cielo y del mar,
    no están hechos para así cambiar.
    Que vuelva el oro, que vuelva el jazmín,
    que el néctar los cure con canto sutil.
    Color de alma, deja de gritar,
    deja que el amor se vuelva a calmar.

    No quise que el sol se cubriera de nubes,
    ni que la diosa en su furia se nuble.
    Pero olvidé que al jugar con la emoción,
    hasta el néctar causa transformación.

    Y aunque Afro me lance su mirada fatal,
    y Apolo resople de forma inmortal,
    les devuelvo el color que un día perdí,
    cuando el amor también jugó en mí.

    Néctar en cada galleta puse yo,
    pero también mi nostalgia se coló.
    Ahora el canto dulzura llevará,
    y el hechizo poco a poco cesará…

    Camaleones del cielo y del mar,
    no están hechos para así cambiar.
    Que vuelva el oro, que vuelva el jazmín,
    que el néctar los cure con canto sutil.
    Color de alma, vuelve a danzar,
    que el amor sepa cómo respirar…

    Y si lloran en rojo, o aman en azul,
    que recuerden que hay belleza en la luz.
    Pero ya es hora de regresar,
    sus colores, al fin, vuelven a brillar.
    https://suno.com/s/wDXZJbMT8tYeXubE Ella cantaba una canción en lo alto de un árbol del mundo mortal, con su lira en mano, tarareando con los ojos cerrados una canción para revertir su travesura, ya mucho lío podía escuchar con que solo pensaran en ella. No deseaba que ellos fueran infelices por culpa de su corazón roto, nunca fue su intención, solo quería jugar pero terminó con lastimandolos. Con una ligera lágrima perdida que el viento llevó, liberó el canto para quitar el efecto de esas galletas: →Color de Alma [Apolo&Afro] Horneé con risas y un poco de miel, chispitas de néctar y aroma a papel. No fue maldad, solo fue travesura, pero el sol y el amor cayeron en locura. Apolo brilló en rosa, morado y verde limón, Afrodita lloró en un deprimente azul. Cambian sus melenas, como el viento y la flor, como si el alma gritara su color. Camaleones del cielo y del mar, no están hechos para así cambiar. Que vuelva el oro, que vuelva el jazmín, que el néctar los cure con canto sutil. Color de alma, deja de gritar, deja que el amor se vuelva a calmar. No quise que el sol se cubriera de nubes, ni que la diosa en su furia se nuble. Pero olvidé que al jugar con la emoción, hasta el néctar causa transformación. Y aunque Afro me lance su mirada fatal, y Apolo resople de forma inmortal, les devuelvo el color que un día perdí, cuando el amor también jugó en mí. Néctar en cada galleta puse yo, pero también mi nostalgia se coló. Ahora el canto dulzura llevará, y el hechizo poco a poco cesará… Camaleones del cielo y del mar, no están hechos para así cambiar. Que vuelva el oro, que vuelva el jazmín, que el néctar los cure con canto sutil. Color de alma, vuelve a danzar, que el amor sepa cómo respirar… Y si lloran en rojo, o aman en azul, que recuerden que hay belleza en la luz. Pero ya es hora de regresar, sus colores, al fin, vuelven a brillar.
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  • Melioë, diosa de mentira y verdad, de odio y amor, de locura y cordura, de luz y oscuridad, de vida y muerte... Una mujer de hermosa e irresistible belleza y de un poder incontenible e inestable, hija de la primavera misma, era como un capullo oscuro que florecía en la penumbra, completamente hermoso, con un aroma dulce y de granate intenso, una flor rodeada de espinas muy afiladas capaces de atravesar incluso almas.
    Melinoë, forjada en el fuego del inframundo, como una flor que crece en la adversidad, hija no solo de nombre de Hades, sino también en espíritu del dios más temido por mortales, almas y dioses. Aunque no corría la sangre del dios de la muerte por sus venas, el fuego implacable de este sí lo hacía, y la había vuelto una mujer fuerte e imponente. Su madre, la diosa que florece incluso en el fuego del inframundo, la mujer que llevó vida al lugar más muerto de todo el mundo, la había vuelto dulce, bondadosa y completamente capaz de llorar por los que vagaban sin rumbo y por aquellos a quienes ella corrompía.
    La diosa se encontraba sentada en la sala del trono, sola, mirando cada detalle como si sus ojos no fueran a ver de nuevo aquello. Lo miró sin parar: las molduras, el color de las paredes, cada textura de estas, cada pequeña línea en el mármol negro del piso, cada adorno en las columnas, hasta que llegó al candelabro en la esquina de la pared. Una vela solitaria brillaba arrogante, iluminando la oscuridad de la sala con fuerza, como si ella sola pudiera hacer desaparecer toda la tiniebla del Hades.
    La diosa, que siempre había carecido de la capacidad de sentir dolor cuando estaba dentro de aquel castillo, se vio tentada en tocarla, en sentir el irradiado calor en su piel, en tener entre sus dedos esa llama arrogante que luchaba contra la adversidad tal como ella luchaba por no iluminar el inframundo como siempre lo hacía. Tocó la cera caliente que escurría por el torso alargado de la vela, y la sensación le agradó, cedosa, como si un aceite se esparciera por sus dedos. El aroma también era adictivo, dulce y carbonizado, como los árboles quemados por los ríos de lava en el Tártaro. No lo pudo resistir y tomó la vela entre sus manos, llenándolas de cera. Aferrada al calor que apenas si la rozaba, que apenas si la hacía sentir abrigada, y entonces, con la luz titilando entre sus manos y la cera bañándolas, la apagó, cerrando sus manos sobre el pabilo como quien quita una vida de tajo, apagándola de golpe sin preguntar ni dar explicaciones.


    #desafiodivino #misiondiarialunes ─⁠──⁠─ ☾
    Melioë, diosa de mentira y verdad, de odio y amor, de locura y cordura, de luz y oscuridad, de vida y muerte... Una mujer de hermosa e irresistible belleza y de un poder incontenible e inestable, hija de la primavera misma, era como un capullo oscuro que florecía en la penumbra, completamente hermoso, con un aroma dulce y de granate intenso, una flor rodeada de espinas muy afiladas capaces de atravesar incluso almas. Melinoë, forjada en el fuego del inframundo, como una flor que crece en la adversidad, hija no solo de nombre de Hades, sino también en espíritu del dios más temido por mortales, almas y dioses. Aunque no corría la sangre del dios de la muerte por sus venas, el fuego implacable de este sí lo hacía, y la había vuelto una mujer fuerte e imponente. Su madre, la diosa que florece incluso en el fuego del inframundo, la mujer que llevó vida al lugar más muerto de todo el mundo, la había vuelto dulce, bondadosa y completamente capaz de llorar por los que vagaban sin rumbo y por aquellos a quienes ella corrompía. La diosa se encontraba sentada en la sala del trono, sola, mirando cada detalle como si sus ojos no fueran a ver de nuevo aquello. Lo miró sin parar: las molduras, el color de las paredes, cada textura de estas, cada pequeña línea en el mármol negro del piso, cada adorno en las columnas, hasta que llegó al candelabro en la esquina de la pared. Una vela solitaria brillaba arrogante, iluminando la oscuridad de la sala con fuerza, como si ella sola pudiera hacer desaparecer toda la tiniebla del Hades. La diosa, que siempre había carecido de la capacidad de sentir dolor cuando estaba dentro de aquel castillo, se vio tentada en tocarla, en sentir el irradiado calor en su piel, en tener entre sus dedos esa llama arrogante que luchaba contra la adversidad tal como ella luchaba por no iluminar el inframundo como siempre lo hacía. Tocó la cera caliente que escurría por el torso alargado de la vela, y la sensación le agradó, cedosa, como si un aceite se esparciera por sus dedos. El aroma también era adictivo, dulce y carbonizado, como los árboles quemados por los ríos de lava en el Tártaro. No lo pudo resistir y tomó la vela entre sus manos, llenándolas de cera. Aferrada al calor que apenas si la rozaba, que apenas si la hacía sentir abrigada, y entonces, con la luz titilando entre sus manos y la cera bañándolas, la apagó, cerrando sus manos sobre el pabilo como quien quita una vida de tajo, apagándola de golpe sin preguntar ni dar explicaciones. #desafiodivino #misiondiarialunes ─⁠──⁠─ ☾
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