|| #Inkfest #dia13 Un misterioso gato negro se cruza en tu camino. Desde ese momento, parecen seguirte una serie de eventos desafortunados. ||
—¡Un gato!
De las pocas cosas que le encantaban al chico, eran los gatos. Aquel era de pelaje azabache, un poco esponjado y mucho más dócil de lo que pensaba. Se dejó acariciar un par de veces antes de continuar su misterioso camino, dejando al chico seguir vagando con pereza.
A los pocos metros, se tropezó y cayó directamente de cara al lodo. Se limpió las gafas, masculló un par de cosas y siguió adelante. No pasaron ni cinco metros cuando la suela del tenis se le rompió, dejándolo sin un zapato. Bueno, igual ya eran viejos, pero no dejaba de ser molesto.
—Esto ya comienza a irritarme —gruñó para sí mismo, teniendo que seguir el camino con un solo zapato. Bueno, tocaría robar uno después.
Como si hubiera invocado su desgracia con ese pensamiento, el karma instantáneo hizo que un búho le cayera de la nada, queriendo picotearlo y haciéndolo lanzar golpes al aire. Cuando Toby logró alejar a la alimaña esa, su cartera había desaparecido totalmente. Entre la frustración, lanzó el hacha que llevaba en el cinturón al piso, y como si la vida quisiera escupirle otra vez, el hacha rebotó y le dio con el mango de madera en el meñique del pie.
—Ja! En tu cara, eso no puede lastimarme —al menos podía regodearse en eso. Por desgracia, el daño fue emocional, pues el mango del hacha se había dañado por el impacto ¡era su favorita!— Tal vez si no me muevo no me pase nada…
Lo malo es que estaba en medio de la calle en la noche, pronto le comenzaría a dar hambre y… se aburría mucho estando quieto. ¿Por qué la vida de pronto decidió odiarlo?
|| que no se diga que no lo intento(?)||
—¡Un gato!
De las pocas cosas que le encantaban al chico, eran los gatos. Aquel era de pelaje azabache, un poco esponjado y mucho más dócil de lo que pensaba. Se dejó acariciar un par de veces antes de continuar su misterioso camino, dejando al chico seguir vagando con pereza.
A los pocos metros, se tropezó y cayó directamente de cara al lodo. Se limpió las gafas, masculló un par de cosas y siguió adelante. No pasaron ni cinco metros cuando la suela del tenis se le rompió, dejándolo sin un zapato. Bueno, igual ya eran viejos, pero no dejaba de ser molesto.
—Esto ya comienza a irritarme —gruñó para sí mismo, teniendo que seguir el camino con un solo zapato. Bueno, tocaría robar uno después.
Como si hubiera invocado su desgracia con ese pensamiento, el karma instantáneo hizo que un búho le cayera de la nada, queriendo picotearlo y haciéndolo lanzar golpes al aire. Cuando Toby logró alejar a la alimaña esa, su cartera había desaparecido totalmente. Entre la frustración, lanzó el hacha que llevaba en el cinturón al piso, y como si la vida quisiera escupirle otra vez, el hacha rebotó y le dio con el mango de madera en el meñique del pie.
—Ja! En tu cara, eso no puede lastimarme —al menos podía regodearse en eso. Por desgracia, el daño fue emocional, pues el mango del hacha se había dañado por el impacto ¡era su favorita!— Tal vez si no me muevo no me pase nada…
Lo malo es que estaba en medio de la calle en la noche, pronto le comenzaría a dar hambre y… se aburría mucho estando quieto. ¿Por qué la vida de pronto decidió odiarlo?
|| que no se diga que no lo intento(?)||
|| #Inkfest #dia13 Un misterioso gato negro se cruza en tu camino. Desde ese momento, parecen seguirte una serie de eventos desafortunados. ||
—¡Un gato!
De las pocas cosas que le encantaban al chico, eran los gatos. Aquel era de pelaje azabache, un poco esponjado y mucho más dócil de lo que pensaba. Se dejó acariciar un par de veces antes de continuar su misterioso camino, dejando al chico seguir vagando con pereza.
A los pocos metros, se tropezó y cayó directamente de cara al lodo. Se limpió las gafas, masculló un par de cosas y siguió adelante. No pasaron ni cinco metros cuando la suela del tenis se le rompió, dejándolo sin un zapato. Bueno, igual ya eran viejos, pero no dejaba de ser molesto.
—Esto ya comienza a irritarme —gruñó para sí mismo, teniendo que seguir el camino con un solo zapato. Bueno, tocaría robar uno después.
Como si hubiera invocado su desgracia con ese pensamiento, el karma instantáneo hizo que un búho le cayera de la nada, queriendo picotearlo y haciéndolo lanzar golpes al aire. Cuando Toby logró alejar a la alimaña esa, su cartera había desaparecido totalmente. Entre la frustración, lanzó el hacha que llevaba en el cinturón al piso, y como si la vida quisiera escupirle otra vez, el hacha rebotó y le dio con el mango de madera en el meñique del pie.
—Ja! En tu cara, eso no puede lastimarme —al menos podía regodearse en eso. Por desgracia, el daño fue emocional, pues el mango del hacha se había dañado por el impacto ¡era su favorita!— Tal vez si no me muevo no me pase nada…
Lo malo es que estaba en medio de la calle en la noche, pronto le comenzaría a dar hambre y… se aburría mucho estando quieto. ¿Por qué la vida de pronto decidió odiarlo?
|| que no se diga que no lo intento(?)||
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