• ¿cómo enamoré a Maya?
    Fácil, la trato como reina, le cocino, robo lo que ella quiere, dejo que me embista y la embisto bien duro.

    Y uso un traje de conejito cuando ella me lo ordena.

    Como pueden ver ¡YO SOY QUIEN MANDA EN LA RELACIÓN!
    ....No le digan que yo dije eso en voz alta.
    ¿cómo enamoré a Maya? Fácil, la trato como reina, le cocino, robo lo que ella quiere, dejo que me embista y la embisto bien duro. Y uso un traje de conejito cuando ella me lo ordena. Como pueden ver ¡YO SOY QUIEN MANDA EN LA RELACIÓN! ....No le digan que yo dije eso en voz alta.
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  • — Uff
    Retira el exceso de sudor sobre la frente, tiene a la única amenaza real, el sol de verano para un hombre que ha vivido en el frío del espacio y el invierno eterno de Luna de Europa en Júpiter, el calor de la tierra le resulta incómodo y el sudor le causa incomodidad.
    — Uff Retira el exceso de sudor sobre la frente, tiene a la única amenaza real, el sol de verano para un hombre que ha vivido en el frío del espacio y el invierno eterno de Luna de Europa en Júpiter, el calor de la tierra le resulta incómodo y el sudor le causa incomodidad.
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  • -la hibrida había caminado por mucho tiempo, era de noche y apenas unas luces iluminaban el bosque, la vista desviada y su mente divagando por cada sitio, hizo tropesarse con una piedra. Su mente dio un vuelco de realidad, estaba callendo por una colina y no podía parar, los gritos de asombro y dolor resonaron por el lugar, solo se pudo escuchar el cuerpo caer con fuerza después de un salpicado intenso.

    Su cuerpo fué envuelto por las aguas del río, pero no sé podía mover, no sabía cómo escapar, cada movimiento de desesperación la hundían más, su mente insistía en tratar de salvar su cuerpo, pero la sorpresa del impacto solo le izo tragar agua. El fin se acercaba pero esto sería todo?... Se sintió extraño, nunca había sentido tal ahogamiento...-

    Nunca alguien pensaría que el agua podría quemar tú cuerpo, pero qué es peor? Agua o fuego?, el agua puede apagar el fuego, pero unas gotas no servirán de nada, el agua parece inofensiva pero eso no te salvará, es un placer para sanar, pero también necesitas respirar, cómo podrías creer que tus problemas terminarían en el fondo de tus recuerdos? Tal vez lo hayas olvidado pero aún siguen ahí, parece inofensiva pero te está quemando por dentro, algún día tenía que volver a pasar, tienes que volver a respirar!

    No es culpa del agua... Tampoco tuya, fué culpa del azar del destino, la piedra era solo el comienzo que desataría el problema, pero aún así conoces el agua, es parte de tú consuelo, a pesar que te queme ahora, nunca olvides que solo te abraza y te envuelve cuando te lastimas, tal vez pienses que quiere lastimarte pero algunas veces hay que dejarse envolver por ella.

    Así es la vida... Pero pronto verás... Que el dolor solo es un momento... Luego volverás, sanarás y serás más fuerte que antes...

    -La corriente la arrastró hasta la orilla inmediatamente como si tuviera voluntad propia, el dolor terminó, es hora de pensar y remediar el ahora, siendo la verdadera parte de ti mismo-
    -la hibrida había caminado por mucho tiempo, era de noche y apenas unas luces iluminaban el bosque, la vista desviada y su mente divagando por cada sitio, hizo tropesarse con una piedra. Su mente dio un vuelco de realidad, estaba callendo por una colina y no podía parar, los gritos de asombro y dolor resonaron por el lugar, solo se pudo escuchar el cuerpo caer con fuerza después de un salpicado intenso. Su cuerpo fué envuelto por las aguas del río, pero no sé podía mover, no sabía cómo escapar, cada movimiento de desesperación la hundían más, su mente insistía en tratar de salvar su cuerpo, pero la sorpresa del impacto solo le izo tragar agua. El fin se acercaba pero esto sería todo?... Se sintió extraño, nunca había sentido tal ahogamiento...- Nunca alguien pensaría que el agua podría quemar tú cuerpo, pero qué es peor? Agua o fuego?, el agua puede apagar el fuego, pero unas gotas no servirán de nada, el agua parece inofensiva pero eso no te salvará, es un placer para sanar, pero también necesitas respirar, cómo podrías creer que tus problemas terminarían en el fondo de tus recuerdos? Tal vez lo hayas olvidado pero aún siguen ahí, parece inofensiva pero te está quemando por dentro, algún día tenía que volver a pasar, tienes que volver a respirar! No es culpa del agua... Tampoco tuya, fué culpa del azar del destino, la piedra era solo el comienzo que desataría el problema, pero aún así conoces el agua, es parte de tú consuelo, a pesar que te queme ahora, nunca olvides que solo te abraza y te envuelve cuando te lastimas, tal vez pienses que quiere lastimarte pero algunas veces hay que dejarse envolver por ella. Así es la vida... Pero pronto verás... Que el dolor solo es un momento... Luego volverás, sanarás y serás más fuerte que antes... -La corriente la arrastró hasta la orilla inmediatamente como si tuviera voluntad propia, el dolor terminó, es hora de pensar y remediar el ahora, siendo la verdadera parte de ti mismo-
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  • Haku: No puedo creer aún, que halla rule34 de mi! Pero mi pregunta.. porque rayos me dibujan con un culo tan grande....

    Uzz: >Le tapa la boca< no comiences a decir, tienes 15, debes ser menos... Menos como yo, minimo

    Haku: >Tapado de boquita, pero aún pensativo, aunque si suben una, seguro los cuelgan cual pollo<
    Haku: No puedo creer aún, que halla rule34 de mi! Pero mi pregunta.. porque rayos me dibujan con un culo tan grande.... Uzz: >Le tapa la boca< no comiences a decir, tienes 15, debes ser menos... Menos como yo, minimo Haku: >Tapado de boquita, pero aún pensativo, aunque si suben una, seguro los cuelgan cual pollo< :STK-17:
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  • —Y así fue como me enamoré de tu padre~

    Musitaba acariciándose el vientre, recordando el tiempo en que lo conoció, todo loco, asesino, cubierto en sangre y con 3 cuerpos tirados a sus pies.
    Si, sin duda fue amor a primera vista, suspirando de sólo acordarse.
    —Y así fue como me enamoré de tu padre~ Musitaba acariciándose el vientre, recordando el tiempo en que lo conoció, todo loco, asesino, cubierto en sangre y con 3 cuerpos tirados a sus pies. Si, sin duda fue amor a primera vista, suspirando de sólo acordarse.
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    Una noche, una noche que no pertenecía a ningún calendario humano, mientras descansaba en su palacio de sombras líquidas, Morfeo cerró los ojos y se encontró en un prado de amapolas rojas. Y allí, entre la bruma del sueño que él no había creado, la vio.

    Tenía el cabello como un río de noche y la risa temblorosa como el cristal. No era mortal ni divina. No pertenecía a ningún sueño que él hubiese formado. Era libre, como si su sola existencia desafiara su poder. Habló con ella sin palabras, danzaron sin moverse, y cuando despertó, sí, él, Morfeo, despertó, la soledad lo golpeó como jamás lo habían hecho los siglos.

    Desde entonces, buscó ese rostro entre los sueños de los hombres. Bajó al lecho de reyes moribundos, se coló en los suspiros de los poetas, exploró los delírios de los locos. Pero nunca volvió a verla.

    Hasta que una joven mortal, dormida bajo un sauce en primavera, la soñó. Morfeo descendió con el sigilo de una caricia, dispuesto a observar. Y allí estaba otra vez: la mujer del sueño imposible, reencarnada en el deseo de aquella alma dormida. Comprendió entonces que no era un ser, sino una idea. Un anhelo colectivo que se filtraba entre los corazones del mundo. Ella era la manifestación del amor que no se puede tener, del recuerdo que nunca existió, del abrazo que nadie ha dado y todos esperan.

    Morfeo la amó sin poder poseerla.

    Y desde entonces, cada noche, baja al mundo con más cuidado. Ya no sólo para dar sueños, sino para encontrarse con ella, en fragmentos, en rostros, en gestos robados al subconsciente. Porque incluso los dioses, alguna vez, sueñan con amar lo inalcanzable...

    Y ese es su castigo, y su bendición.
    Una noche, una noche que no pertenecía a ningún calendario humano, mientras descansaba en su palacio de sombras líquidas, Morfeo cerró los ojos y se encontró en un prado de amapolas rojas. Y allí, entre la bruma del sueño que él no había creado, la vio. Tenía el cabello como un río de noche y la risa temblorosa como el cristal. No era mortal ni divina. No pertenecía a ningún sueño que él hubiese formado. Era libre, como si su sola existencia desafiara su poder. Habló con ella sin palabras, danzaron sin moverse, y cuando despertó, sí, él, Morfeo, despertó, la soledad lo golpeó como jamás lo habían hecho los siglos. Desde entonces, buscó ese rostro entre los sueños de los hombres. Bajó al lecho de reyes moribundos, se coló en los suspiros de los poetas, exploró los delírios de los locos. Pero nunca volvió a verla. Hasta que una joven mortal, dormida bajo un sauce en primavera, la soñó. Morfeo descendió con el sigilo de una caricia, dispuesto a observar. Y allí estaba otra vez: la mujer del sueño imposible, reencarnada en el deseo de aquella alma dormida. Comprendió entonces que no era un ser, sino una idea. Un anhelo colectivo que se filtraba entre los corazones del mundo. Ella era la manifestación del amor que no se puede tener, del recuerdo que nunca existió, del abrazo que nadie ha dado y todos esperan. Morfeo la amó sin poder poseerla. Y desde entonces, cada noche, baja al mundo con más cuidado. Ya no sólo para dar sueños, sino para encontrarse con ella, en fragmentos, en rostros, en gestos robados al subconsciente. Porque incluso los dioses, alguna vez, sueñan con amar lo inalcanzable... Y ese es su castigo, y su bendición.
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  • El tiempo había pasado, pero el ardor en el pecho de Nival no había menguado.

    Las heridas habían cerrado, sí, pero el vacío que dejaron las palabras no dichas, los cuerpos desaparecidos y los recuerdos arrancados por la furia de los dioses seguía latiendo con fuerza bajo su piel. Lo único que conservaba ahora era la *selaesfera*, aquella reliquia ancestral de su pueblo, un fragmento sagrado saturado de Wakfu, que en su interior albergaba un poder que nadie, ni siquiera los más antiguos, habían comprendido del todo.

    Nival había jurado protegerla. Pero eso fue *antes*. Antes de que la furia de Sramm y la voracidad de Ugiknak lo arrebataran todo.
    Ahora, su promesa era distinta.

    Era venganza.

    En una dimensión lejana, al borde de los confines del Krosmoz, Nival caminaba en solitario por una llanura de cristales flotantes, en cuyo centro levitaba la esfera. Tenía el tamaño de una cabeza, su núcleo giraba lentamente, emitiendo pulsos rítmicos de luz azulada, como si fuera un corazón vivo. Wakfu brotaba de ella como humo, como susurros que rozaban la piel del Eliatrope con voces del pasado.

    Se arrodilló frente a ella. Dejó caer su capa con lentitud, el traje azul marino ceñido al cuerpo, desgastado por la batalla, pero aún firme.

    —Durante años, fuiste símbolo de esperanza… —murmuró, sin apartar los ojos marrones del vórtice de la esfera—. Pero la esperanza no basta cuando la justicia es devorada por los dioses que se creen intocables.

    Extendió las manos. El Wakfu respondió de inmediato, reconociendo su sangre, su linaje, su dolor. Grietas de luz se extendieron por el suelo, rodeándolo. Su cuerpo tembló al contacto, como si cada fibra de su ser estuviera siendo escudriñada por la esfera.

    —Muéstrame lo que puedo ser. Lo que debo ser.

    Las pulsaciones de la esfera se aceleraron. Un viento invisible lo rodeó, y sus ojos brillaron por un instante con un resplandor profundo, casi abismal. La energía lo envolvió, cálida pero brutal, como una tormenta contenida desde tiempos antiguos. Los tatuajes de Wakfu en su piel comenzaron a encenderse, como antiguas escrituras que despertaban de su letargo.

    La *selaesfera* habló sin palabras, y Nival entendió. El poder estaba allí. Dormido, por miedo. Por respeto. Por equilibrio.
    Pero ahora… no habría equilibrio.

    La voz de su madre, lejana, lo atravesó en un recuerdo fugaz:
    *“No dejes que el dolor te cambie. Que el poder no sea una carga, sino una luz.”*

    —No, madre. Esta vez... el poder será espada.

    Se levantó. Sus portales se abrieron a su alrededor como espejos celestes, y la esfera flotó detrás de él, girando con fuerza, como un sol artificial. El viento aullaba, el cielo se curvaba.

    **Nival había despertado algo más que poder. Había despertado la furia ancestral de un pueblo traicionado.**

    Y con voz firme, mirando hacia el horizonte, dijo:
    —Esta vez… los dioses van a sangrar.
    El tiempo había pasado, pero el ardor en el pecho de Nival no había menguado. Las heridas habían cerrado, sí, pero el vacío que dejaron las palabras no dichas, los cuerpos desaparecidos y los recuerdos arrancados por la furia de los dioses seguía latiendo con fuerza bajo su piel. Lo único que conservaba ahora era la *selaesfera*, aquella reliquia ancestral de su pueblo, un fragmento sagrado saturado de Wakfu, que en su interior albergaba un poder que nadie, ni siquiera los más antiguos, habían comprendido del todo. Nival había jurado protegerla. Pero eso fue *antes*. Antes de que la furia de Sramm y la voracidad de Ugiknak lo arrebataran todo. Ahora, su promesa era distinta. Era venganza. En una dimensión lejana, al borde de los confines del Krosmoz, Nival caminaba en solitario por una llanura de cristales flotantes, en cuyo centro levitaba la esfera. Tenía el tamaño de una cabeza, su núcleo giraba lentamente, emitiendo pulsos rítmicos de luz azulada, como si fuera un corazón vivo. Wakfu brotaba de ella como humo, como susurros que rozaban la piel del Eliatrope con voces del pasado. Se arrodilló frente a ella. Dejó caer su capa con lentitud, el traje azul marino ceñido al cuerpo, desgastado por la batalla, pero aún firme. —Durante años, fuiste símbolo de esperanza… —murmuró, sin apartar los ojos marrones del vórtice de la esfera—. Pero la esperanza no basta cuando la justicia es devorada por los dioses que se creen intocables. Extendió las manos. El Wakfu respondió de inmediato, reconociendo su sangre, su linaje, su dolor. Grietas de luz se extendieron por el suelo, rodeándolo. Su cuerpo tembló al contacto, como si cada fibra de su ser estuviera siendo escudriñada por la esfera. —Muéstrame lo que puedo ser. Lo que debo ser. Las pulsaciones de la esfera se aceleraron. Un viento invisible lo rodeó, y sus ojos brillaron por un instante con un resplandor profundo, casi abismal. La energía lo envolvió, cálida pero brutal, como una tormenta contenida desde tiempos antiguos. Los tatuajes de Wakfu en su piel comenzaron a encenderse, como antiguas escrituras que despertaban de su letargo. La *selaesfera* habló sin palabras, y Nival entendió. El poder estaba allí. Dormido, por miedo. Por respeto. Por equilibrio. Pero ahora… no habría equilibrio. La voz de su madre, lejana, lo atravesó en un recuerdo fugaz: *“No dejes que el dolor te cambie. Que el poder no sea una carga, sino una luz.”* —No, madre. Esta vez... el poder será espada. Se levantó. Sus portales se abrieron a su alrededor como espejos celestes, y la esfera flotó detrás de él, girando con fuerza, como un sol artificial. El viento aullaba, el cielo se curvaba. **Nival había despertado algo más que poder. Había despertado la furia ancestral de un pueblo traicionado.** Y con voz firme, mirando hacia el horizonte, dijo: —Esta vez… los dioses van a sangrar.
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  • Lo bueno de ser fotógrafa es que puedo hacerme tantas sesiones como quiera y cuando quiera ~

    #seductivesunday
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    FICHA
    Nombre: Akane Queen Ishtar
    Raza: Híbrida entre súcubo y ogresa
    Altura: 1.52 m (en humana y goblina) - 1.80 m (en ogresa demonio)
    Ocupación: Estudiante de primer año de secundaria

    Descripción Física
    Forma humana: Cabello largo, lacio, azul con reflejos púrpura. Piel pálida, ojos verdes.

    Transformación ogresa-demonio: Aumenta de tamaño y masa muscular, piel azulada, ojos rojos, cabello largo y blanco. Cuernos con manchas negras en la frente como un Oni. Usa una alabarda extremadamente pesada que solo ella puede levantar con una mano.

    Transformación goblina: Piel azulada con un tono púrpura, cabello blanco, ojos marrones (cambian a rojos cuando se pone seria), orejas grandes. Especialista en armas de fuego y trampas.

    Familia
    Madre: Yuna Queen – Ogresa, muy cariñosa con Akane, la consiente mucho. Heredó el carácter de su madre, Ayane.

    Madre: Sasha Ishtar – Sucubu, la consiente, pero también es más estricta.

    Abuela materna: Jennifer Queen – Reina ogresa, entrenó a Akane con métodos extremadamente duros. Entrenó también a sus hijas Yuna y Albedo con rigurosidad, lo que hizo que Akane le tuviera miedo al principio.

    Abuela materna (esposa de Jennifer): Ayane Ishtar Queen – Madre de Yuna, más comprensiva y cariñosa. Al igual que Yuna, consiente mucho a Akane.

    Tía: Albedo Queen Ishtar – Hermana de Yuna. Akane al ver los entrenamientos de Jennifer con Albedo, comenzó a creer en las historias sobre el infierno que su madre vivió al entrenar con ella.

    Personalidad
    Akane comenzó siendo una niña inocente y traviesa, siempre buscando aventuras desde una edad temprana. Su amor por los animales es profundo y ha mantenido este cariño hasta la actualidad.

    Tiene una debilidad por los postres y es una glotona por naturaleza. A menudo es molestada con la idea de que podría engordar, pero ella sabe que eso no sucederá, ya que su metabolismo cambia radicalmente cuando usa sus transformaciones. Gasta una gran cantidad de energía y calorías, por lo que necesita comer mucho para reponerse. Sin embargo, si no come lo suficiente, se debilita más rápido al transformarse.

    Su apetito es enorme y se enfurece cuando la molestan con su comida, especialmente si le roban la fresa de su pastel, lo que le provoca rabietas como una niña pequeña.

    Es coqueta y algo presumida con su aspecto, pero su forma de vestir varía según sus transformaciones:

    Forma humana: Viste con un vestido negro largo con encajes estilo lolita gótica, resaltando su elegancia y gusto por la moda refinada.

    Forma ogresa-demonio: Su estilo cambia completamente, adoptando un aire rebelde y agresivo. Usa una mini falda que expone más sus piernas, junto con una blusa blanca de botones que mete en su falda, pero que a veces ata para exponer su estómago, dándole un aire de delincuente juvenil. Aunque todavia le gustan las cosas lindas, en esta forma se avergüenza fácilmente cuando su lado sensible queda expuesto.

    Forma goblina: Aquí adopta un look más funcional y práctico, reflejando su amor por la mecánica. Usa pantalón y camiseta verde, guantes de trabajo y lentes para soldar, dándole la apariencia de una típica mecánica friki. En esta forma, su naturaleza traviesa aflora aun más, se emociona por todo, aunque lucha por parecer madura, lo que le resulta difícil debido a su innata curiosidad.

    Trasfondo
    Desde su nacimiento, Akane destacó por ser diferente. Como híbrida entre súcubo y ogresa, su crecimiento acelerado le permitió desarrollar una madurez temprana, pero sin perder su innata curiosidad y espíritu travieso. Desde pequeña, adoraba explorar su entorno, escapando de casa para embarcarse en pequeñas aventuras. Su amor por los animales fue algo que nunca cambió, viéndolos como compañeros de viaje en su aprendizaje del mundo.

    A medida que crecía, su herencia híbrida se manifestó en formas inesperadas. A los 8 años, desbloqueó su primera transformación: su forma de ogresa-demonio, la cual le otorgaba un poder descomunal, aumentando su tamaño y fuerza a niveles sobrehumanos. Sin embargo, esta transformación también aceleraba su envejecimiento aparente, haciéndola lucir como una joven de 15 años cuando en realidad seguía siendo una niña. Su abuela, Jennifer Queen, al ver su potencial, decidió entrenarla bajo métodos extremos, los mismos que había impuesto sobre su propia hija, Yuna.

    Aunque Akane tenía miedo de los métodos de entrenamiento infernales de Jennifer, aceptó someterse a ellos, creyendo que era el camino para hacerse más fuerte. Sin embargo, su entusiasmo la llevó a sobreentrenarse en secreto, lo que provocó que su cuerpo sufriera una involución drástica. Sin previo aviso, perdió el acceso a su forma de ogresa-demonio y quedó atrapada en una forma infantil de goblina, reducida a tan solo 80 cm de altura. Desesperada por recuperar su fuerza, Akane pasó por un periodo de frustración y autoevaluación. Fue en este tiempo que descubrió que, aunque había perdido su físico imponente, su inteligencia y capacidad analítica habían aumentado considerablemente.

    En su forma goblina, Akane se convirtió en una prodigio de la ingeniería de armas, desarrollando dispositivos avanzados y estrategias especializadas en trampas y armamento de fuego. Su abuela Jennifer, intrigada por este cambio, le propuso un desafío: si lograba golpearla en combate con una de sus armas, le enseñaría a recuperar sus transformaciones anteriores. Akane aceptó la apuesta y, en un momento crítico durante la batalla, logró evolucionar su forma goblina, aumentando su velocidad y precisión. En un acto de desesperación, canalizó energía en un arma dañada y provocó una explosión que impactó a Jennifer, cumpliendo con el reto.

    Como recompensa, Akane recuperó su forma humana, pero con un desarrollo físico más avanzado y una nueva perspectiva de sí misma. Ahora, con total control sobre sus transformaciones, aprendió a adaptar su estilo de combate a cada una de sus formas:

    En su forma ogresa-demonio, es un torbellino de fuerza bruta, resistiendo golpes que serían mortales para otros y usando una alabarda gigantesca con facilidad.

    En su forma goblina, es una estratega veloz y astuta, especializada en armas de fuego y trampas mecánicas.

    En su forma humana, es ágil y refinada, dominando el arte de la katana con precisión letal.

    A pesar de todos los cambios, Akane sigue siendo la misma chica traviesa y curiosa de antes, aunque ahora con una perspectiva más madura sobre la vida y el combate. Su amor por la comida y los postres es insaciable, y no soporta que alguien le robe la fresa de su pastel. Su actitud varía con cada transformación, pero en su esencia, sigue siendo una soñadora con un deseo insaciable de crecer y mejorar.
    FICHA Nombre: Akane Queen Ishtar Raza: Híbrida entre súcubo y ogresa Altura: 1.52 m (en humana y goblina) - 1.80 m (en ogresa demonio) Ocupación: Estudiante de primer año de secundaria Descripción Física Forma humana: Cabello largo, lacio, azul con reflejos púrpura. Piel pálida, ojos verdes. Transformación ogresa-demonio: Aumenta de tamaño y masa muscular, piel azulada, ojos rojos, cabello largo y blanco. Cuernos con manchas negras en la frente como un Oni. Usa una alabarda extremadamente pesada que solo ella puede levantar con una mano. Transformación goblina: Piel azulada con un tono púrpura, cabello blanco, ojos marrones (cambian a rojos cuando se pone seria), orejas grandes. Especialista en armas de fuego y trampas. Familia Madre: Yuna Queen – Ogresa, muy cariñosa con Akane, la consiente mucho. Heredó el carácter de su madre, Ayane. Madre: Sasha Ishtar – Sucubu, la consiente, pero también es más estricta. Abuela materna: Jennifer Queen – Reina ogresa, entrenó a Akane con métodos extremadamente duros. Entrenó también a sus hijas Yuna y Albedo con rigurosidad, lo que hizo que Akane le tuviera miedo al principio. Abuela materna (esposa de Jennifer): Ayane Ishtar Queen – Madre de Yuna, más comprensiva y cariñosa. Al igual que Yuna, consiente mucho a Akane. Tía: Albedo Queen Ishtar – Hermana de Yuna. Akane al ver los entrenamientos de Jennifer con Albedo, comenzó a creer en las historias sobre el infierno que su madre vivió al entrenar con ella. Personalidad Akane comenzó siendo una niña inocente y traviesa, siempre buscando aventuras desde una edad temprana. Su amor por los animales es profundo y ha mantenido este cariño hasta la actualidad. Tiene una debilidad por los postres y es una glotona por naturaleza. A menudo es molestada con la idea de que podría engordar, pero ella sabe que eso no sucederá, ya que su metabolismo cambia radicalmente cuando usa sus transformaciones. Gasta una gran cantidad de energía y calorías, por lo que necesita comer mucho para reponerse. Sin embargo, si no come lo suficiente, se debilita más rápido al transformarse. Su apetito es enorme y se enfurece cuando la molestan con su comida, especialmente si le roban la fresa de su pastel, lo que le provoca rabietas como una niña pequeña. Es coqueta y algo presumida con su aspecto, pero su forma de vestir varía según sus transformaciones: Forma humana: Viste con un vestido negro largo con encajes estilo lolita gótica, resaltando su elegancia y gusto por la moda refinada. Forma ogresa-demonio: Su estilo cambia completamente, adoptando un aire rebelde y agresivo. Usa una mini falda que expone más sus piernas, junto con una blusa blanca de botones que mete en su falda, pero que a veces ata para exponer su estómago, dándole un aire de delincuente juvenil. Aunque todavia le gustan las cosas lindas, en esta forma se avergüenza fácilmente cuando su lado sensible queda expuesto. Forma goblina: Aquí adopta un look más funcional y práctico, reflejando su amor por la mecánica. Usa pantalón y camiseta verde, guantes de trabajo y lentes para soldar, dándole la apariencia de una típica mecánica friki. En esta forma, su naturaleza traviesa aflora aun más, se emociona por todo, aunque lucha por parecer madura, lo que le resulta difícil debido a su innata curiosidad. Trasfondo Desde su nacimiento, Akane destacó por ser diferente. Como híbrida entre súcubo y ogresa, su crecimiento acelerado le permitió desarrollar una madurez temprana, pero sin perder su innata curiosidad y espíritu travieso. Desde pequeña, adoraba explorar su entorno, escapando de casa para embarcarse en pequeñas aventuras. Su amor por los animales fue algo que nunca cambió, viéndolos como compañeros de viaje en su aprendizaje del mundo. A medida que crecía, su herencia híbrida se manifestó en formas inesperadas. A los 8 años, desbloqueó su primera transformación: su forma de ogresa-demonio, la cual le otorgaba un poder descomunal, aumentando su tamaño y fuerza a niveles sobrehumanos. Sin embargo, esta transformación también aceleraba su envejecimiento aparente, haciéndola lucir como una joven de 15 años cuando en realidad seguía siendo una niña. Su abuela, Jennifer Queen, al ver su potencial, decidió entrenarla bajo métodos extremos, los mismos que había impuesto sobre su propia hija, Yuna. Aunque Akane tenía miedo de los métodos de entrenamiento infernales de Jennifer, aceptó someterse a ellos, creyendo que era el camino para hacerse más fuerte. Sin embargo, su entusiasmo la llevó a sobreentrenarse en secreto, lo que provocó que su cuerpo sufriera una involución drástica. Sin previo aviso, perdió el acceso a su forma de ogresa-demonio y quedó atrapada en una forma infantil de goblina, reducida a tan solo 80 cm de altura. Desesperada por recuperar su fuerza, Akane pasó por un periodo de frustración y autoevaluación. Fue en este tiempo que descubrió que, aunque había perdido su físico imponente, su inteligencia y capacidad analítica habían aumentado considerablemente. En su forma goblina, Akane se convirtió en una prodigio de la ingeniería de armas, desarrollando dispositivos avanzados y estrategias especializadas en trampas y armamento de fuego. Su abuela Jennifer, intrigada por este cambio, le propuso un desafío: si lograba golpearla en combate con una de sus armas, le enseñaría a recuperar sus transformaciones anteriores. Akane aceptó la apuesta y, en un momento crítico durante la batalla, logró evolucionar su forma goblina, aumentando su velocidad y precisión. En un acto de desesperación, canalizó energía en un arma dañada y provocó una explosión que impactó a Jennifer, cumpliendo con el reto. Como recompensa, Akane recuperó su forma humana, pero con un desarrollo físico más avanzado y una nueva perspectiva de sí misma. Ahora, con total control sobre sus transformaciones, aprendió a adaptar su estilo de combate a cada una de sus formas: En su forma ogresa-demonio, es un torbellino de fuerza bruta, resistiendo golpes que serían mortales para otros y usando una alabarda gigantesca con facilidad. En su forma goblina, es una estratega veloz y astuta, especializada en armas de fuego y trampas mecánicas. En su forma humana, es ágil y refinada, dominando el arte de la katana con precisión letal. A pesar de todos los cambios, Akane sigue siendo la misma chica traviesa y curiosa de antes, aunque ahora con una perspectiva más madura sobre la vida y el combate. Su amor por la comida y los postres es insaciable, y no soporta que alguien le robe la fresa de su pastel. Su actitud varía con cada transformación, pero en su esencia, sigue siendo una soñadora con un deseo insaciable de crecer y mejorar.
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  • — Supongo que tengo la fortuna de estar en un sitio tranquilo y relativamente seguro.

    Suelta un suspiro mientras nuevamente tapa el cuerpo de Chroma con muchas cosas para esconder ese Warframe, recuerda condiciones especiales que separan al tenno de su cuerpo(Warframe) pero nada como está situación, ni siquiera recuerda como llegaron a compartir ese corte en las palmas de su mano, ni el hecho que aún usando la maldición del vacío no se curan, ni las del tenno ni las de Chroma.

    — Como padre polar decía, luego encontraré una solución.

    No tiene mucha fe, pero por mientras le tocaría ir con cuidado en un mundo que solo conoce a través de los sentidos de Chroma y no con sus propias manos, ni siquiera puede traer otro Warframe a esta realidad.
    — Supongo que tengo la fortuna de estar en un sitio tranquilo y relativamente seguro. Suelta un suspiro mientras nuevamente tapa el cuerpo de Chroma con muchas cosas para esconder ese Warframe, recuerda condiciones especiales que separan al tenno de su cuerpo(Warframe) pero nada como está situación, ni siquiera recuerda como llegaron a compartir ese corte en las palmas de su mano, ni el hecho que aún usando la maldición del vacío no se curan, ni las del tenno ni las de Chroma. — Como padre polar decía, luego encontraré una solución. No tiene mucha fe, pero por mientras le tocaría ir con cuidado en un mundo que solo conoce a través de los sentidos de Chroma y no con sus propias manos, ni siquiera puede traer otro Warframe a esta realidad.
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