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    ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡Sae Wheeler!
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Raza: Bruja / vampira
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤFandom: Oc
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Jueza

    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

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    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
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    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

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    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[galaxy_cyan_dolphin_577]! ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ🧬 Raza: Bruja / vampira ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ👾Fandom: Oc ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💼 Jueza 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • "Intercambio de ideas"
    Fandom Criminal Minds (Mentes Criminales)
    Categoría Slice of Life
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos"
    ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ Aaron Hotchner


    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada.

    Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes.

    Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué?

    Algo no encajaba.

    Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC.

    La puerta estaba abierta.

    -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café...

    #NuevoStarter #CriminalMinds
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D

    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos" ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [CRIMINAL.M1NDS] ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada. Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes. Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué? Algo no encajaba. Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC. La puerta estaba abierta. -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café... #NuevoStarter #CriminalMinds #Personajes3D #3D #Comunidad3D ㅤ
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    La caída de Veythra — El Cometa del Tiempo Roto

    Era de madrugada cuando el cielo se contrajo sobre sí mismo.

    Ryu, que velaba inquieta mirando hacia el horizonte desde la terraza del castillo Ishtar, sintió primero el crujido, como si el firmamento estuviera hecho de cristal y alguien lo hubiera arañado desde el otro lado.

    La luna, quieta.
    Las estrellas, temblorosas.
    El aire, helado.

    Entonces ocurrió.

    Una brecha, fina como el filo de una katana, rasgó el cielo verticalmente.
    La grieta no tenía color: tenía todos los colores a la vez, como si el tiempo y el espacio estuvieran sangrando luz.

    Ryu se incorporó de golpe.

    De la brecha estalló un relámpago negro-plateado, un cometa que no emitía luz sino sombra pulida.
    Cayó trazando una línea perfecta, directa, hiriente.
    No descendía: era expulsado, como si otro mundo lo estuviera escupiendo de vuelta.

    El impacto fue silencioso.
    No hubo explosión.
    Solo un pulso que hizo temblar los huesos de Ryu.

    El cometa atravesó las nubes…
    atravesó el bosque…
    atravesó el tiempo…

    Hasta que, muy lejos, se hundió en la tierra dejando un cráter sin fuego.
    La caída de Veythra — El Cometa del Tiempo Roto Era de madrugada cuando el cielo se contrajo sobre sí mismo. Ryu, que velaba inquieta mirando hacia el horizonte desde la terraza del castillo Ishtar, sintió primero el crujido, como si el firmamento estuviera hecho de cristal y alguien lo hubiera arañado desde el otro lado. La luna, quieta. Las estrellas, temblorosas. El aire, helado. Entonces ocurrió. Una brecha, fina como el filo de una katana, rasgó el cielo verticalmente. La grieta no tenía color: tenía todos los colores a la vez, como si el tiempo y el espacio estuvieran sangrando luz. Ryu se incorporó de golpe. De la brecha estalló un relámpago negro-plateado, un cometa que no emitía luz sino sombra pulida. Cayó trazando una línea perfecta, directa, hiriente. No descendía: era expulsado, como si otro mundo lo estuviera escupiendo de vuelta. El impacto fue silencioso. No hubo explosión. Solo un pulso que hizo temblar los huesos de Ryu. El cometa atravesó las nubes… atravesó el bosque… atravesó el tiempo… Hasta que, muy lejos, se hundió en la tierra dejando un cráter sin fuego.
    La caída de Veythra — El Cometa del Tiempo Roto

    Era de madrugada cuando el cielo se contrajo sobre sí mismo.

    Ryu, que velaba inquieta mirando hacia el horizonte desde la terraza del castillo Ishtar, sintió primero el crujido, como si el firmamento estuviera hecho de cristal y alguien lo hubiera arañado desde el otro lado.

    La luna, quieta.
    Las estrellas, temblorosas.
    El aire, helado.

    Entonces ocurrió.

    Una brecha, fina como el filo de una katana, rasgó el cielo verticalmente.
    La grieta no tenía color: tenía todos los colores a la vez, como si el tiempo y el espacio estuvieran sangrando luz.

    Ryu se incorporó de golpe.

    De la brecha estalló un relámpago negro-plateado, un cometa que no emitía luz sino sombra pulida.
    Cayó trazando una línea perfecta, directa, hiriente.
    No descendía: era expulsado, como si otro mundo lo estuviera escupiendo de vuelta.

    El impacto fue silencioso.
    No hubo explosión.
    Solo un pulso que hizo temblar los huesos de Ryu.

    El cometa atravesó las nubes…
    atravesó el bosque…
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    Era de madrugada cuando el cielo se contrajo sobre sí mismo.

    Ryu, que velaba inquieta mirando hacia el horizonte desde la terraza del castillo Ishtar, sintió primero el crujido, como si el firmamento estuviera hecho de cristal y alguien lo hubiera arañado desde el otro lado.

    La luna, quieta.
    Las estrellas, temblorosas.
    El aire, helado.

    Entonces ocurrió.

    Una brecha, fina como el filo de una katana, rasgó el cielo verticalmente.
    La grieta no tenía color: tenía todos los colores a la vez, como si el tiempo y el espacio estuvieran sangrando luz.

    Ryu se incorporó de golpe.

    De la brecha estalló un relámpago negro-plateado, un cometa que no emitía luz sino sombra pulida.
    Cayó trazando una línea perfecta, directa, hiriente.
    No descendía: era expulsado, como si otro mundo lo estuviera escupiendo de vuelta.

    El impacto fue silencioso.
    No hubo explosión.
    Solo un pulso que hizo temblar los huesos de Ryu.

    El cometa atravesó las nubes…
    atravesó el bosque…
    atravesó el tiempo…

    Hasta que, muy lejos, se hundió en la tierra dejando un cráter sin fuego.
    La caída de Veythra — El Cometa del Tiempo Roto Era de madrugada cuando el cielo se contrajo sobre sí mismo. Ryu, que velaba inquieta mirando hacia el horizonte desde la terraza del castillo Ishtar, sintió primero el crujido, como si el firmamento estuviera hecho de cristal y alguien lo hubiera arañado desde el otro lado. La luna, quieta. Las estrellas, temblorosas. El aire, helado. Entonces ocurrió. Una brecha, fina como el filo de una katana, rasgó el cielo verticalmente. La grieta no tenía color: tenía todos los colores a la vez, como si el tiempo y el espacio estuvieran sangrando luz. Ryu se incorporó de golpe. De la brecha estalló un relámpago negro-plateado, un cometa que no emitía luz sino sombra pulida. Cayó trazando una línea perfecta, directa, hiriente. No descendía: era expulsado, como si otro mundo lo estuviera escupiendo de vuelta. El impacto fue silencioso. No hubo explosión. Solo un pulso que hizo temblar los huesos de Ryu. El cometa atravesó las nubes… atravesó el bosque… atravesó el tiempo… Hasta que, muy lejos, se hundió en la tierra dejando un cráter sin fuego.
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    Lili atrapada en el Lienzo del Caos — Hakos Baelz

    El mundo desaparece.
    El blanco se derrite en rojo.
    El rojo se pliega sobre sí mismo hasta formar cuadros, espirales, manchas, símbolos que cambian cada vez que los miras.
    Todo es pintura líquida… pero vibra como carne.

    Lili intenta respirar, pero el aire es espeso como tinta.
    Intenta moverse… pero su cuerpo está clavado en el lienzo, como si hubiera sido pintada allí.

    Una sombra pequeña y risueña aparece dando saltitos, dejando huellas de color que se retuercen detrás de ella como colas de serpiente.

    Hakos Baelz.

    Su silueta vibra entre caricatura y entidad primordial. Sus ojos, demasiado brillantes, lo ven todo y nada al mismo tiempo.

    —Ejejeje… ¿Así que tú eres la hijita que tanto se resiste a romperse? —dice mientras se inclina hacia Lili, observando su rostro atrapado entre pinceladas vivas—. Qué mona. Qué trágica. Qué… deliciosamente incorrecta.

    Lili fuerza un grito, pero la voz se derrama como pintura negra por sus labios.

    Hakos la empuja con un dedo… pero su dedo se hunde en el lienzo como si Lili fuera solo un boceto mal terminado.

    —Ay, Lili, Lili, Lili… —suspira fingiendo angustia—. ¿Ves lo que pasa cuando juegas con una espada que corta el hilo de la realidad?
    Has venido a parar aquí… a mi estudio.

    Levanta una brocha cuya punta palpita como un ojo abierto.

    —Relájate. No voy a matarte. Aún no.
    Primero… voy a ver cómo te ves por dentro.
    Y luego…
    quizá te rehaga un poquito.

    La risa de Hakos Baelz se dobla sobre sí misma, repitiéndose con ecos imposibles, como si varios futuros se rieran al mismo tiempo.

    El lienzo empieza a absorber a Lili más profundo.
    Sus brazos desaparecen bajo capas de color viviente.
    Su corazón late al ritmo del Caos.

    Y Hakos sonríe, encantada.
    Lili atrapada en el Lienzo del Caos — Hakos Baelz El mundo desaparece. El blanco se derrite en rojo. El rojo se pliega sobre sí mismo hasta formar cuadros, espirales, manchas, símbolos que cambian cada vez que los miras. Todo es pintura líquida… pero vibra como carne. Lili intenta respirar, pero el aire es espeso como tinta. Intenta moverse… pero su cuerpo está clavado en el lienzo, como si hubiera sido pintada allí. Una sombra pequeña y risueña aparece dando saltitos, dejando huellas de color que se retuercen detrás de ella como colas de serpiente. Hakos Baelz. Su silueta vibra entre caricatura y entidad primordial. Sus ojos, demasiado brillantes, lo ven todo y nada al mismo tiempo. —Ejejeje… ¿Así que tú eres la hijita que tanto se resiste a romperse? —dice mientras se inclina hacia Lili, observando su rostro atrapado entre pinceladas vivas—. Qué mona. Qué trágica. Qué… deliciosamente incorrecta. Lili fuerza un grito, pero la voz se derrama como pintura negra por sus labios. Hakos la empuja con un dedo… pero su dedo se hunde en el lienzo como si Lili fuera solo un boceto mal terminado. —Ay, Lili, Lili, Lili… —suspira fingiendo angustia—. ¿Ves lo que pasa cuando juegas con una espada que corta el hilo de la realidad? Has venido a parar aquí… a mi estudio. Levanta una brocha cuya punta palpita como un ojo abierto. —Relájate. No voy a matarte. Aún no. Primero… voy a ver cómo te ves por dentro. Y luego… quizá te rehaga un poquito. La risa de Hakos Baelz se dobla sobre sí misma, repitiéndose con ecos imposibles, como si varios futuros se rieran al mismo tiempo. El lienzo empieza a absorber a Lili más profundo. Sus brazos desaparecen bajo capas de color viviente. Su corazón late al ritmo del Caos. Y Hakos sonríe, encantada.
    Lili atrapada en el Lienzo del Caos — Hakos Baelz

    El mundo desaparece.
    El blanco se derrite en rojo.
    El rojo se pliega sobre sí mismo hasta formar cuadros, espirales, manchas, símbolos que cambian cada vez que los miras.
    Todo es pintura líquida… pero vibra como carne.

    Lili intenta respirar, pero el aire es espeso como tinta.
    Intenta moverse… pero su cuerpo está clavado en el lienzo, como si hubiera sido pintada allí.

    Una sombra pequeña y risueña aparece dando saltitos, dejando huellas de color que se retuercen detrás de ella como colas de serpiente.

    Hakos Baelz.

    Su silueta vibra entre caricatura y entidad primordial. Sus ojos, demasiado brillantes, lo ven todo y nada al mismo tiempo.

    —Ejejeje… ¿Así que tú eres la hijita que tanto se resiste a romperse? —dice mientras se inclina hacia Lili, observando su rostro atrapado entre pinceladas vivas—. Qué mona. Qué trágica. Qué… deliciosamente incorrecta.

    Lili fuerza un grito, pero la voz se derrama como pintura negra por sus labios.

    Hakos la empuja con un dedo… pero su dedo se hunde en el lienzo como si Lili fuera solo un boceto mal terminado.

    —Ay, Lili, Lili, Lili… —suspira fingiendo angustia—. ¿Ves lo que pasa cuando juegas con una espada que corta el hilo de la realidad?
    Has venido a parar aquí… a mi estudio.

    Levanta una brocha cuya punta palpita como un ojo abierto.

    —Relájate. No voy a matarte. Aún no.
    Primero… voy a ver cómo te ves por dentro.
    Y luego…
    quizá te rehaga un poquito.

    La risa de Hakos Baelz se dobla sobre sí misma, repitiéndose con ecos imposibles, como si varios futuros se rieran al mismo tiempo.

    El lienzo empieza a absorber a Lili más profundo.
    Sus brazos desaparecen bajo capas de color viviente.
    Su corazón late al ritmo del Caos.

    Y Hakos sonríe, encantada.
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    Cuando Lili cayó fuera del tiempo, perdida en un espacio donde no existían ni segundos ni direcciones, fueron Tsukumo Sana, guardiana del espacio, y Aikaterine, regente del tiempo, quienes la encontraron. La miraron con esa calma antigua de quienes sostienen el universo desde antes del primer latido.

    Ellas comprendieron algo que Lili aún no recordaba:
    su alma estaba fragmentada entre ella misma y el filo de Veythra, la espada que, durante el eclipse, había rasgado realidad y memoria a la vez.

    Bajo la luz inmóvil de ese lugar sin hora, Sana le ofreció una esfera de polvo cósmico donde vibraba el eco del instante perdido.

    —Si cruzas —le dijo— verás el momento del corte. No lo que fuiste, sino lo que eres.

    Aikaterine, a su lado, sostuvo el equilibrio, abriendo el camino entre los pliegues del tiempo.

    Lili pronunció las palabras que debían pronunciarse:

    «Muéstrame el corte… y déjame recordar.»

    Entonces todo ocurrió a la vez.

    Volvió al instante en que su madre Jennifer sostenía con ella la espada. El filo de Veythra vibraba, reclamando su nombre verdadero.
    Una risa infantil —la risa del Caos— resonó en la grieta abierta, mientras la herida entre planos se iluminaba.

    Y allí, en el centro del corte, Veythra apareció.

    No como espada.
    No como memoria.
    Sino como un espíritu incompleto, proyectado desde el borde del abismo.

    La grieta se cerró con un susurro de luz.

    Lili quedó atrapada en el sueño del lienzo del Caos y Veythra se proyecto en cuerpo y alma en el pasado.

    Cuando Lili cayó fuera del tiempo, perdida en un espacio donde no existían ni segundos ni direcciones, fueron Tsukumo Sana, guardiana del espacio, y Aikaterine, regente del tiempo, quienes la encontraron. La miraron con esa calma antigua de quienes sostienen el universo desde antes del primer latido. Ellas comprendieron algo que Lili aún no recordaba: su alma estaba fragmentada entre ella misma y el filo de Veythra, la espada que, durante el eclipse, había rasgado realidad y memoria a la vez. Bajo la luz inmóvil de ese lugar sin hora, Sana le ofreció una esfera de polvo cósmico donde vibraba el eco del instante perdido. —Si cruzas —le dijo— verás el momento del corte. No lo que fuiste, sino lo que eres. Aikaterine, a su lado, sostuvo el equilibrio, abriendo el camino entre los pliegues del tiempo. Lili pronunció las palabras que debían pronunciarse: «Muéstrame el corte… y déjame recordar.» Entonces todo ocurrió a la vez. Volvió al instante en que su madre Jennifer sostenía con ella la espada. El filo de Veythra vibraba, reclamando su nombre verdadero. Una risa infantil —la risa del Caos— resonó en la grieta abierta, mientras la herida entre planos se iluminaba. Y allí, en el centro del corte, Veythra apareció. No como espada. No como memoria. Sino como un espíritu incompleto, proyectado desde el borde del abismo. La grieta se cerró con un susurro de luz. Lili quedó atrapada en el sueño del lienzo del Caos y Veythra se proyecto en cuerpo y alma en el pasado.
    Cuando Lili cayó fuera del tiempo, perdida en un espacio donde no existían ni segundos ni direcciones, fueron Tsukumo Sana, guardiana del espacio, y Aikaterine, regente del tiempo, quienes la encontraron. La miraron con esa calma antigua de quienes sostienen el universo desde antes del primer latido.

    Ellas comprendieron algo que Lili aún no recordaba:
    su alma estaba fragmentada entre ella misma y el filo de Veythra, la espada que, durante el eclipse, había rasgado realidad y memoria a la vez.

    Bajo la luz inmóvil de ese lugar sin hora, Sana le ofreció una esfera de polvo cósmico donde vibraba el eco del instante perdido.

    —Si cruzas —le dijo— verás el momento del corte. No lo que fuiste, sino lo que eres.

    Aikaterine, a su lado, sostuvo el equilibrio, abriendo el camino entre los pliegues del tiempo.

    Lili pronunció las palabras que debían pronunciarse:

    «Muéstrame el corte… y déjame recordar.»

    Entonces todo ocurrió a la vez.

    Volvió al instante en que su madre Jennifer sostenía con ella la espada. El filo de Veythra vibraba, reclamando su nombre verdadero.
    Una risa infantil —la risa del Caos— resonó en la grieta abierta, mientras la herida entre planos se iluminaba.

    Y allí, en el centro del corte, Veythra apareció.

    No como espada.
    No como memoria.
    Sino como un espíritu incompleto, proyectado desde el borde del abismo.

    La grieta se cerró con un susurro de luz.

    Lili quedó atrapada en el sueño del lienzo del Caos y Veythra se proyecto en cuerpo y alma en el pasado.

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    Lili atrapada en el Lienzo del Caos — Hakos Baelz

    El mundo desaparece.
    El blanco se derrite en rojo.
    El rojo se pliega sobre sí mismo hasta formar cuadros, espirales, manchas, símbolos que cambian cada vez que los miras.
    Todo es pintura líquida… pero vibra como carne.

    Lili intenta respirar, pero el aire es espeso como tinta.
    Intenta moverse… pero su cuerpo está clavado en el lienzo, como si hubiera sido pintada allí.

    Una sombra pequeña y risueña aparece dando saltitos, dejando huellas de color que se retuercen detrás de ella como colas de serpiente.

    Hakos Baelz.

    Su silueta vibra entre caricatura y entidad primordial. Sus ojos, demasiado brillantes, lo ven todo y nada al mismo tiempo.

    —Ejejeje… ¿Así que tú eres la hijita que tanto se resiste a romperse? —dice mientras se inclina hacia Lili, observando su rostro atrapado entre pinceladas vivas—. Qué mona. Qué trágica. Qué… deliciosamente incorrecta.

    Lili fuerza un grito, pero la voz se derrama como pintura negra por sus labios.

    Hakos la empuja con un dedo… pero su dedo se hunde en el lienzo como si Lili fuera solo un boceto mal terminado.

    —Ay, Lili, Lili, Lili… —suspira fingiendo angustia—. ¿Ves lo que pasa cuando juegas con una espada que corta el hilo de la realidad?
    Has venido a parar aquí… a mi estudio.

    Levanta una brocha cuya punta palpita como un ojo abierto.

    —Relájate. No voy a matarte. Aún no.
    Primero… voy a ver cómo te ves por dentro.
    Y luego…
    quizá te rehaga un poquito.

    La risa de Hakos Baelz se dobla sobre sí misma, repitiéndose con ecos imposibles, como si varios futuros se rieran al mismo tiempo.

    El lienzo empieza a absorber a Lili más profundo.
    Sus brazos desaparecen bajo capas de color viviente.
    Su corazón late al ritmo del Caos.

    Y Hakos sonríe, encantada.
    Lili atrapada en el Lienzo del Caos — Hakos Baelz El mundo desaparece. El blanco se derrite en rojo. El rojo se pliega sobre sí mismo hasta formar cuadros, espirales, manchas, símbolos que cambian cada vez que los miras. Todo es pintura líquida… pero vibra como carne. Lili intenta respirar, pero el aire es espeso como tinta. Intenta moverse… pero su cuerpo está clavado en el lienzo, como si hubiera sido pintada allí. Una sombra pequeña y risueña aparece dando saltitos, dejando huellas de color que se retuercen detrás de ella como colas de serpiente. Hakos Baelz. Su silueta vibra entre caricatura y entidad primordial. Sus ojos, demasiado brillantes, lo ven todo y nada al mismo tiempo. —Ejejeje… ¿Así que tú eres la hijita que tanto se resiste a romperse? —dice mientras se inclina hacia Lili, observando su rostro atrapado entre pinceladas vivas—. Qué mona. Qué trágica. Qué… deliciosamente incorrecta. Lili fuerza un grito, pero la voz se derrama como pintura negra por sus labios. Hakos la empuja con un dedo… pero su dedo se hunde en el lienzo como si Lili fuera solo un boceto mal terminado. —Ay, Lili, Lili, Lili… —suspira fingiendo angustia—. ¿Ves lo que pasa cuando juegas con una espada que corta el hilo de la realidad? Has venido a parar aquí… a mi estudio. Levanta una brocha cuya punta palpita como un ojo abierto. —Relájate. No voy a matarte. Aún no. Primero… voy a ver cómo te ves por dentro. Y luego… quizá te rehaga un poquito. La risa de Hakos Baelz se dobla sobre sí misma, repitiéndose con ecos imposibles, como si varios futuros se rieran al mismo tiempo. El lienzo empieza a absorber a Lili más profundo. Sus brazos desaparecen bajo capas de color viviente. Su corazón late al ritmo del Caos. Y Hakos sonríe, encantada.
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  • Bueno… justo ahora acababa de recibir una respuesta a su mensaje. Nunca pensó que Alessio aceptaría tam rapido, con lo cauteloso que siempre fue. Aunque en parte eso le preocupó, significaba que eñ la familia cada vez lo estaban castigando más al silencio. Y nadie mejor wue él sabía lo que significaba eso, la retirada absoluta de todos sus derechos como individuo y ni hablar de expresar su opinion o saber a cerca de nada.

    Lo bueno, es que había estado pensando en proponerle algo, pero antes necesitaba saber cómo reaccionaría frente a su prometido. Así que solo quedaba una cosa ¿Como evitar que Husk se empute nada más ver a Alessio?

    —Ah… Husk… mío caro…Hoy va a venir alguien a vernos ¿Vale? —fue lo único que se le ocurrió decir con sospechosa suavidad.
    Bueno… justo ahora acababa de recibir una respuesta a su mensaje. Nunca pensó que Alessio aceptaría tam rapido, con lo cauteloso que siempre fue. Aunque en parte eso le preocupó, significaba que eñ la familia cada vez lo estaban castigando más al silencio. Y nadie mejor wue él sabía lo que significaba eso, la retirada absoluta de todos sus derechos como individuo y ni hablar de expresar su opinion o saber a cerca de nada. Lo bueno, es que había estado pensando en proponerle algo, pero antes necesitaba saber cómo reaccionaría frente a su prometido. Así que solo quedaba una cosa ¿Como evitar que [barcat75] se empute nada más ver a Alessio? —Ah… Husk… mío caro…Hoy va a venir alguien a vernos ¿Vale? —fue lo único que se le ocurrió decir con sospechosa suavidad.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Cuando Lili cayó fuera del tiempo, perdida en un espacio donde no existían ni segundos ni direcciones, fueron Tsukumo Sana, guardiana del espacio, y Aikaterine, regente del tiempo, quienes la encontraron. La miraron con esa calma antigua de quienes sostienen el universo desde antes del primer latido.

    Ellas comprendieron algo que Lili aún no recordaba:
    su alma estaba fragmentada entre ella misma y el filo de Veythra, la espada que, durante el eclipse, había rasgado realidad y memoria a la vez.

    Bajo la luz inmóvil de ese lugar sin hora, Sana le ofreció una esfera de polvo cósmico donde vibraba el eco del instante perdido.

    —Si cruzas —le dijo— verás el momento del corte. No lo que fuiste, sino lo que eres.

    Aikaterine, a su lado, sostuvo el equilibrio, abriendo el camino entre los pliegues del tiempo.

    Lili pronunció las palabras que debían pronunciarse:

    «Muéstrame el corte… y déjame recordar.»

    Entonces todo ocurrió a la vez.

    Volvió al instante en que su madre Jennifer sostenía con ella la espada. El filo de Veythra vibraba, reclamando su nombre verdadero.
    Una risa infantil —la risa del Caos— resonó en la grieta abierta, mientras la herida entre planos se iluminaba.

    Y allí, en el centro del corte, Veythra apareció.

    No como espada.
    No como memoria.
    Sino como un espíritu incompleto, proyectado desde el borde del abismo.

    La grieta se cerró con un susurro de luz.

    Lili quedó atrapada en el sueño del lienzo del Caos y Veythra se proyecto en cuerpo y alma en el pasado.

    Cuando Lili cayó fuera del tiempo, perdida en un espacio donde no existían ni segundos ni direcciones, fueron Tsukumo Sana, guardiana del espacio, y Aikaterine, regente del tiempo, quienes la encontraron. La miraron con esa calma antigua de quienes sostienen el universo desde antes del primer latido. Ellas comprendieron algo que Lili aún no recordaba: su alma estaba fragmentada entre ella misma y el filo de Veythra, la espada que, durante el eclipse, había rasgado realidad y memoria a la vez. Bajo la luz inmóvil de ese lugar sin hora, Sana le ofreció una esfera de polvo cósmico donde vibraba el eco del instante perdido. —Si cruzas —le dijo— verás el momento del corte. No lo que fuiste, sino lo que eres. Aikaterine, a su lado, sostuvo el equilibrio, abriendo el camino entre los pliegues del tiempo. Lili pronunció las palabras que debían pronunciarse: «Muéstrame el corte… y déjame recordar.» Entonces todo ocurrió a la vez. Volvió al instante en que su madre Jennifer sostenía con ella la espada. El filo de Veythra vibraba, reclamando su nombre verdadero. Una risa infantil —la risa del Caos— resonó en la grieta abierta, mientras la herida entre planos se iluminaba. Y allí, en el centro del corte, Veythra apareció. No como espada. No como memoria. Sino como un espíritu incompleto, proyectado desde el borde del abismo. La grieta se cerró con un susurro de luz. Lili quedó atrapada en el sueño del lienzo del Caos y Veythra se proyecto en cuerpo y alma en el pasado.
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  • — Hora de la cacería de inspectos... — Murmuró entre risas mientras acomodaba su sombrero
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