momento de vivir la vida, ya me desahogue, ya vuelvo a ser la tonta inmadura que me encanta ser, un consejo que me dijo mi maestro
madurar solo lo hacen las frutas y los aguacates, se como quieras ser y se feliz, consejo del dia besitos para todos!!
-lanza varios besos-
momento de vivir la vida, ya me desahogue, ya vuelvo a ser la tonta inmadura que me encanta ser, un consejo que me dijo mi maestro
madurar solo lo hacen las frutas y los aguacates, se como quieras ser y se feliz, consejo del dia besitos para todos!!
-lanza varios besos-
oigan que dia de locos, y mas que todo con personas que cren que son el centro del universo por tener un problema, amiga agarrate los pechos, y afrenta las cosas como son, que porque tienes un problema crees que puedes, decir que otra mujer es una sinverguenza te digo algo......yo no soy tu espejo para que reflejes tus inseguridades, ademas si adoro azotar puertas es mi pasion porque soy un ser humano con emociones, no un cubo de hielo de patas largas, que cree que todos somos un pedazo de manera, te digo algo soy humana, insensible estupida
me importa un carajo lo que digas
-dije alzando el dedo, para despues reirme-
oigan que dia de locos, y mas que todo con personas que cren que son el centro del universo por tener un problema, amiga agarrate los pechos, y afrenta las cosas como son, que porque tienes un problema crees que puedes, decir que otra mujer es una sinverguenza te digo algo......yo no soy tu espejo para que reflejes tus inseguridades, ademas si adoro azotar puertas es mi pasion porque soy un ser humano con emociones, no un cubo de hielo de patas largas, que cree que todos somos un pedazo de manera, te digo algo soy humana, insensible estupida
Me siento feliz así como soy, así como pienso, como creo, como actúo... Así como yo misma; genuina, libre de corrupción de terceros, de envidia, de egoísmo. Es de ésa manera que soy y seré; libre, salvaje, auténtica.
Me siento feliz así como soy, así como pienso, como creo, como actúo... Así como yo misma; genuina, libre de corrupción de terceros, de envidia, de egoísmo. Es de ésa manera que soy y seré; libre, salvaje, auténtica.
... Hun, como me quitare del alma tu ausencia, como le hago entender al oído que ya no escucharé tu voz en las mañanas, como hago con estas madrugadas que me reclaman el calor de tu piel, fueron días en esta vida y siglos en todas las pasadas, pero tú y yo y eso no cambiará, si pudieras ver mi corazón, si tus ojos vieran mi alma.. estoy seguro que vería caer tus lágrimas y yo recogería cada una con mis labios, diciéndote una y mil veces, te amare por siempre y un día más .
... Hun, como me quitare del alma tu ausencia, como le hago entender al oído que ya no escucharé tu voz en las mañanas, como hago con estas madrugadas que me reclaman el calor de tu piel, fueron días en esta vida y siglos en todas las pasadas, pero tú y yo y eso no cambiará, si pudieras ver mi corazón, si tus ojos vieran mi alma.. estoy seguro que vería caer tus lágrimas y yo recogería cada una con mis labios, diciéndote una y mil veces, te amare por siempre y un día más .
-Fue rumbo a la biblioteca del cielo donde normalmente, se encontraba, ya que deseaba ver como estaba.
Camino por el lugar buscándole.
Dejando escapar un suspiro. -
[tempest_cyan_elephant_253] espero este bien.
-Comentó para seguir buscando. -
Interior de una habitación elegante en la villa Di Vincenzo. El crepúsculo baña de oro tenue las paredes, y el silencio parece respirar con ella.
Elisabetta Di Vincenzo estaba sentada frente al espejo, su silueta reflejada con la delicadeza de una pintura viva. El camisón negro de seda abrazaba sus curvas con la misma suavidad que lo hacía la luz, mientras sus dedos, perfectamente cuidados, jugaban con un mechón de su cabello rubio.
Sus ojos violetas brillaban con una calma inusual. Una calma que, para cualquiera, sería un regalo… pero para ella era una advertencia.
—Cuando todo está tan en paz —susurró para sí misma, con una media sonrisa melancólica—, es porque el infierno está conteniendo la respiración.
Se sentía hermosa, serena… como si por fin el mundo la hubiera dejado respirar. Pero lo conocía bien. El mundo no era amable. No con ella.
No con la Farfalla della Morte.
Se levantó lentamente, caminando descalza sobre la alfombra mullida, mientras la brisa nocturna se colaba por la ventana abierta. Algo se avecinaba. Lo sentía en los huesos. Esa quietud no era más que el preludio del caos.
Y aun así, se permitió un instante más. Un momento para ser solo Elisabetta. No la líder. No la hija de Niccolò. Solo una mujer, hermosa y peligrosa, atrapada entre el deseo de paz… y la certeza de que esa paz jamás sería suya.
🌒 Interior de una habitación elegante en la villa Di Vincenzo. El crepúsculo baña de oro tenue las paredes, y el silencio parece respirar con ella. 🌙
Elisabetta Di Vincenzo estaba sentada frente al espejo, su silueta reflejada con la delicadeza de una pintura viva. El camisón negro de seda abrazaba sus curvas con la misma suavidad que lo hacía la luz, mientras sus dedos, perfectamente cuidados, jugaban con un mechón de su cabello rubio.
Sus ojos violetas brillaban con una calma inusual. Una calma que, para cualquiera, sería un regalo… pero para ella era una advertencia.
—Cuando todo está tan en paz —susurró para sí misma, con una media sonrisa melancólica—, es porque el infierno está conteniendo la respiración.
Se sentía hermosa, serena… como si por fin el mundo la hubiera dejado respirar. Pero lo conocía bien. El mundo no era amable. No con ella.
No con la Farfalla della Morte.
Se levantó lentamente, caminando descalza sobre la alfombra mullida, mientras la brisa nocturna se colaba por la ventana abierta. Algo se avecinaba. Lo sentía en los huesos. Esa quietud no era más que el preludio del caos.
Y aun así, se permitió un instante más. Un momento para ser solo Elisabetta. No la líder. No la hija de Niccolò. Solo una mujer, hermosa y peligrosa, atrapada entre el deseo de paz… y la certeza de que esa paz jamás sería suya.
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Akake despertó a medianoche con una idea en su mente, se había despedido de su transformación de pequeña goblina, pero ¿qué pasaría con su transformación de Ogresa demonio? ¿Acaso aun estaba ahi? ¿habría cambiado luego de dejar atrás su lado infantil con la goblina?
Bajo de su cama y salió al patio trasero de su casa, se concentró. El recuerdo de la ogresa demonio estaba ahí, intacto en su mente: piel azul (como la de su madre Sasha), cabello como nieve caída, poder devastador corriendo por sus venas.
Akane cerró los ojos y gritó en silencio, llamando a esa forma. Pero algo la bloqueaba, una barrera invisible. El poder estaba ahí. Lo sentía. Podía saborearlo. Y sin embargo, no se desataba.
Su cuerpo tembló. No por debilidad, sino por algo más... el poder no era aun suficiente. Entonces ocurrió.
Un calor le recorrió la espalda, seguido de un zumbido agudo detrás de sus ojos. El cambio no fue doloroso, fue hermoso y extraño. Su cabello cayó sobre sus hombros como seda nueva, ahora completamente blanco. Pero no un blanco apagado como la ceniza, sino luminoso, vibrante, como filamentos de plata encantada. Brillaba con su propio fulgor, reflejando luz incluso en la penumbra.
Akane abrió los ojos. Respiró profundo. Algo era distinto. Su cuerpo se sentía más liviano, su pulso más feroz. Saltó hacia una rama cercana por instinto y la alcanzó con una gracia que antes le era ajena. Los movimientos eran fluidos, precisos. Sus sentidos afinados.
"Esto no es lo que buscaba" -susurró- "pero es algo. Algo nuevo, algo diferente, hermoso."
Y mientras la luna se ocultaba detrás de las nubes, Akane sonrió. No con triunfo, sino con una paciencia feroz. Esta evolución parcial no era un obstáculo. Era un preludio.
Hilos de plata
Akake despertó a medianoche con una idea en su mente, se había despedido de su transformación de pequeña goblina, pero ¿qué pasaría con su transformación de Ogresa demonio? ¿Acaso aun estaba ahi? ¿habría cambiado luego de dejar atrás su lado infantil con la goblina?
Bajo de su cama y salió al patio trasero de su casa, se concentró. El recuerdo de la ogresa demonio estaba ahí, intacto en su mente: piel azul (como la de su madre Sasha), cabello como nieve caída, poder devastador corriendo por sus venas.
Akane cerró los ojos y gritó en silencio, llamando a esa forma. Pero algo la bloqueaba, una barrera invisible. El poder estaba ahí. Lo sentía. Podía saborearlo. Y sin embargo, no se desataba.
Su cuerpo tembló. No por debilidad, sino por algo más... el poder no era aun suficiente. Entonces ocurrió.
Un calor le recorrió la espalda, seguido de un zumbido agudo detrás de sus ojos. El cambio no fue doloroso, fue hermoso y extraño. Su cabello cayó sobre sus hombros como seda nueva, ahora completamente blanco. Pero no un blanco apagado como la ceniza, sino luminoso, vibrante, como filamentos de plata encantada. Brillaba con su propio fulgor, reflejando luz incluso en la penumbra.
Akane abrió los ojos. Respiró profundo. Algo era distinto. Su cuerpo se sentía más liviano, su pulso más feroz. Saltó hacia una rama cercana por instinto y la alcanzó con una gracia que antes le era ajena. Los movimientos eran fluidos, precisos. Sus sentidos afinados.
"Esto no es lo que buscaba" -susurró- "pero es algo. Algo nuevo, algo diferente, hermoso."
Y mientras la luna se ocultaba detrás de las nubes, Akane sonrió. No con triunfo, sino con una paciencia feroz. Esta evolución parcial no era un obstáculo. Era un preludio.
➢ Unas trufas de chocolate hechas por Sebastián.
Jean se comió una. Como era de esperarse, estaba deliciosa. Pero dejará el resto para más tarde.
➢ Un peluche de un conejo blanco, de Ciel.
Es... esponjoso y suave. Lo conservará, pero escondido en algún lado. Jean ya no es un niño para jugar con peluches (tiene 13 años).
➢ Un pergamino nórdico por parte de su padre, el conde Phantomhive (¿o debería decir ex-conde?). Está un poco dañado, pero el contenido puede leerse. Fascinante.
Lo traducirá más tarde.
➢ Un seax, una arma de doble filo. De su padre, el conde Grey. Se ve un poco desgastada, pero sin ningún rastro de oxido, excelentemente conservada. Le encanta.
➢ Una cruz celta, de Hiro. Parece que Jean no pudo disimular su fascinación por ellos. Su amigo es muy considerado.
➢ Un anillo céfiro, es precioso. De Ryan. Que buen detalle de su parte.
➢ Un atrapasueños que muestra indicios del futuro, de Alastor. Tendrá que probarlo esta noche.
➢ Una hermosa y antigua pluma estilográfica, una libreta de cuero, y también había una nota... Palabras sabias de la Teniente Sakimoto.
➢ Una colección de libros antiguos restaurados, junto a una nota escrita con tinta negra... de Heinrich. Él parece conocer bien sus gustos. Tendrá que agradecérselo personalmente.
➢ Un rompecabezas de cincomil piezas, de la señorita Charlotte. La dama con gran talento musical.
Lo demás, eran deliciosos pasteles que se habían consumido el día de la fiesta. Del señor Echeverri y la dama Taoqi.
Viendo la cantidad de paquetes y cajas apiladas a un lado, se sorprendió.
—No esperaba despertar tanto aprecio.
Desenvolviendo los regalos, Jean se encontró con:
➢ Unas trufas de chocolate hechas por Sebastián.
Jean se comió una. Como era de esperarse, estaba deliciosa. Pero dejará el resto para más tarde.
➢ Un peluche de un conejo blanco, de Ciel.
Es... esponjoso y suave. Lo conservará, pero escondido en algún lado. Jean ya no es un niño para jugar con peluches (tiene 13 años).
➢ Un pergamino nórdico por parte de su padre, el conde Phantomhive (¿o debería decir ex-conde?). Está un poco dañado, pero el contenido puede leerse. Fascinante.
Lo traducirá más tarde.
➢ Un seax, una arma de doble filo. De su padre, el conde Grey. Se ve un poco desgastada, pero sin ningún rastro de oxido, excelentemente conservada. Le encanta.
➢ Una cruz celta, de Hiro. Parece que Jean no pudo disimular su fascinación por ellos. Su amigo es muy considerado.
➢ Un anillo céfiro, es precioso. De Ryan. Que buen detalle de su parte.
➢ Un atrapasueños que muestra indicios del futuro, de Alastor. Tendrá que probarlo esta noche.
➢ Una hermosa y antigua pluma estilográfica, una libreta de cuero, y también había una nota... Palabras sabias de la Teniente Sakimoto.
➢ Una colección de libros antiguos restaurados, junto a una nota escrita con tinta negra... de Heinrich. Él parece conocer bien sus gustos. Tendrá que agradecérselo personalmente.
➢ Un rompecabezas de cincomil piezas, de la señorita Charlotte. La dama con gran talento musical.
Lo demás, eran deliciosos pasteles que se habían consumido el día de la fiesta. Del señor Echeverri y la dama Taoqi.
Viendo la cantidad de paquetes y cajas apiladas a un lado, se sorprendió.
—No esperaba despertar tanto aprecio.
Tranquilos, no todos los días llega un relámpago en persona
*Ray entra caminando con calma, echa un vistazo rápido al lugar, escaneando cada rincón con la visera de su casco como si buscara algo fuera de lugar, levanta un dedo al aire liberando la energía residual de su traje*
Todo en orden por ahora
*Se apoya contra una pared mientras la estática a su alrededor baja de forma perceptible*
Tranquilos, no todos los días llega un relámpago en persona
*Ray entra caminando con calma, echa un vistazo rápido al lugar, escaneando cada rincón con la visera de su casco como si buscara algo fuera de lugar, levanta un dedo al aire liberando la energía residual de su traje*
Todo en orden por ahora
*Se apoya contra una pared mientras la estática a su alrededor baja de forma perceptible*