• Quiero darla una pequeña alegría a una cazadora en particular

    A parte de los dulces que la he regalado

    #SeductiveSunday
    Quiero darla una pequeña alegría a una cazadora en particular A parte de los dulces que la he regalado #SeductiveSunday
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  • Menuda cagada, ahora cierta cazadora pensará mal de mí
    Menuda cagada, ahora cierta cazadora pensará mal de mí
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  • It's been along time coming...
    Fandom SUPERNATURAL
    Categoría Acción

    Las cosas habían cambiado bastante en estos últimos años.
    Bobby había dejado de discutir sobre el futuro de su propia hija y había decidido apoyarla en la decisión de ser cazadora. A pesar, de que estuvo luchando porque no lo fuera desde hace años.
    No quería perderla, era lo único que tenía en el mundo, ya que los demonios le quitaron a su mujer en su momento.
    Pero no iba a dejar que fuera sola en aquella cacería
    Siempre solía ir él con ella. O mándame a alguien para vigilarla por si necesitaba ayuda. Aunque la mayoría de la veces, ella podía sola.


    Una vez en aquel pequeño pueblo, la morena salió de la habitación del motel recogiéndose la melena en un semi recogido con una pinza.
    Hacia frío, no demasiado, pero lo suficiente para llevar una chaqueta por encima aquella mañana.
    Había mandado los links y las fotos de los periódicos a su padre para que la ayudara a lo que se estaba enfrentado.
    Tenía toda la pinta de ser un fantasma. Pero ¿ Quién?
    ¿ Quién podría ser y por qué?

    En los últimos años las fiestas recurrentes en el mes de octubre se iban hacia unos cinco años atrás. Algo había ocurrido antes de aquello. Pero no lograba encontrar la primera noticia mediante internet.
    Por lo que se dirijio al centro del pueblo donde hacían el periódico local. Allí podría preguntar lo que necesitaba en aquellos momentos, alguien seguramente estaría allí cuando todo aquello empezó.

    Cuando bajó del coche, sus orbes fueron hacia otro coche situado en la entrada del lugar, reconoció ese coche como si lo hubiera visto ayer. Rodó los ojos de forma molesta. ¿ Acaso su padre les habría llamado para que estuvieran pendiente de ella? Esperaba que no, ya habían tenido discusiones por el tema de que la hicieran de canguro. Y no iba a tener a los Winchester detrás de ella de aquella forma.

    Caminó cruzando la calle a la vez que se acercaba al coche, viendo una silueta salir del lado del copiloto, pero no del contrario. Reconociendo enseguida a 𝓓ean 𝓦inchester .

    Un par de pasos y llego al contrario, dejando un par de toques en el hombro derecho con dos de sus dedos.
    Cuando giró, cogió aire y después trago saliva. Hacia tiempo que no le veía, pero aquello no había cambiado nada.
    Le dedico una suave sonrisa, a la vez que dejaba de mirar aquellos preciosos ojos verdosos, algo que nunca podía hacer por demasiado tiempo. Y observó el lugar al cual iba a entrar .

    — Espero que esto sea una casualidad y no sea que mi padre te ha pedido echarme un ojo Dean.
    Las cosas habían cambiado bastante en estos últimos años. Bobby había dejado de discutir sobre el futuro de su propia hija y había decidido apoyarla en la decisión de ser cazadora. A pesar, de que estuvo luchando porque no lo fuera desde hace años. No quería perderla, era lo único que tenía en el mundo, ya que los demonios le quitaron a su mujer en su momento. Pero no iba a dejar que fuera sola en aquella cacería Siempre solía ir él con ella. O mándame a alguien para vigilarla por si necesitaba ayuda. Aunque la mayoría de la veces, ella podía sola. Una vez en aquel pequeño pueblo, la morena salió de la habitación del motel recogiéndose la melena en un semi recogido con una pinza. Hacia frío, no demasiado, pero lo suficiente para llevar una chaqueta por encima aquella mañana. Había mandado los links y las fotos de los periódicos a su padre para que la ayudara a lo que se estaba enfrentado. Tenía toda la pinta de ser un fantasma. Pero ¿ Quién? ¿ Quién podría ser y por qué? En los últimos años las fiestas recurrentes en el mes de octubre se iban hacia unos cinco años atrás. Algo había ocurrido antes de aquello. Pero no lograba encontrar la primera noticia mediante internet. Por lo que se dirijio al centro del pueblo donde hacían el periódico local. Allí podría preguntar lo que necesitaba en aquellos momentos, alguien seguramente estaría allí cuando todo aquello empezó. Cuando bajó del coche, sus orbes fueron hacia otro coche situado en la entrada del lugar, reconoció ese coche como si lo hubiera visto ayer. Rodó los ojos de forma molesta. ¿ Acaso su padre les habría llamado para que estuvieran pendiente de ella? Esperaba que no, ya habían tenido discusiones por el tema de que la hicieran de canguro. Y no iba a tener a los Winchester detrás de ella de aquella forma. Caminó cruzando la calle a la vez que se acercaba al coche, viendo una silueta salir del lado del copiloto, pero no del contrario. Reconociendo enseguida a [RIGHTE0USMAN] . Un par de pasos y llego al contrario, dejando un par de toques en el hombro derecho con dos de sus dedos. Cuando giró, cogió aire y después trago saliva. Hacia tiempo que no le veía, pero aquello no había cambiado nada. Le dedico una suave sonrisa, a la vez que dejaba de mirar aquellos preciosos ojos verdosos, algo que nunca podía hacer por demasiado tiempo. Y observó el lugar al cual iba a entrar . — Espero que esto sea una casualidad y no sea que mi padre te ha pedido echarme un ojo Dean.
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  • _Buenas tardes/ noches estimado/a espectador/ra, ¿Que infortunio la a traído hasta mi?. No se asuste no pretendo hacerle daño despues de todo soy una cazadora de demonios_**sonrie dejando ver sus colmillos**
    _Buenas tardes/ noches estimado/a espectador/ra, ¿Que infortunio la a traído hasta mi?. No se asuste no pretendo hacerle daño despues de todo soy una cazadora de demonios_**sonrie dejando ver sus colmillos**
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    Fandom Supernatural / The Vampire Diaries
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ "...𝐝i𝐣i𝐬t𝐞 𝐪u𝐞 𝐞s𝐭a𝐫í𝐚s a𝐪u𝐢́."
    ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 I𝐕
    ㅤㅤㅤㅤ ˹ Dean Winchester


    𝙼𝚊𝚔𝚊𝚝𝚘, 𝙺𝚊𝚗𝚜𝚊𝚜
    𝟸𝟸:𝟹𝟻 𝚙.𝚖


    Gary Trevit corría por Jefferson Street. La bruma de su aliento entrecortado nublaba ligeramente su vista con cada acelerada exhalación. De tanto en tanto miraba por encima de su hombro, como quien quiere cerciorarse de que está a salvo. Había corrido sin detenerse desde McRoberts Street, huyendo como alma que lleva el diablo, con el único propósito de salvar su vida.


    Había dejado su Ford Ranger aparcada en el desangelado y desvencijado cruce de N. Water Street. Casi podía ver el color rojo del capó del vehículo reflejando la luz mortecina de una farola solitaria en mitad de aquel camino perdido de la mano de Dios.


    Al llegar a su camioneta y echar la vista atrás sobre su hombro descubrió que estaba solo en mitad de la noche, nadie iba tras él, absolutamente nadie… De forma nerviosa rebuscó en los bolsillos de su cazadora pasando por encima del zippo y las cerillas y del arrugado recibo del motel de Lebanon donde se había alojado aquella noche pasada.


    Entró en su vehículo y casi sintió alivio. Pero no se detuvo allí. Sacó su revolver de la cartuchera y con la mano diestra rebuscó en la guantera en busca de su caja de balas matabrujas. Contó con los dedos y fue capaz de llegar hasta diez antes de coger cinco de ellas en su mano. Abrió el tambor del arma y comenzó a meter las balas en sus respectivos lugares. Y hubiera terminado rapido, Trevit estaba acostumbrado a aquello. Había trabajado en las condiciones más indeseables. Un poco de oscuridad no era nada para él. Era capaz de cargar cualquier arma con los ojos cerrados. Pero…


    Sintió una opresión en el pecho y tosió. La luna delantera se llenó de sangre esputada. Gary miró el espectáculo horrorizado. Tosió de nuevo llenando estaba vez de sangre sus manos y el volante.

    -Hijas de… -soltó el arma y comenzó a rebuscar en cada recoveco de la camioneta, en cada compartimento, en cada escondrijo… Pero la falta de aire, la tos incontrolada y la excesiva perdida de sangre provocaron que Gary Trevit sucumbiera en cuestión de segundos.


    Fue Lollis Staunton quien descubrió el cadáver a la mañana siguiente y horrorizada llamó al sheriff de Lebanon ya que era el pueblo más cercano. Una hora después, un pequeño y arcaico cordón policial se había montado en torno al coche de Gary Trevit. Walter Cordero analizaba rápidamente la escena del crimen. Aquello no tenia sentido. Ninguna clase de sentido. Y Walter sabia a qué se debía aquella percepción suya. En esa muerte no había nada de normal.


    >> A las ocho de la mañana el teléfono de Jody Mills comenzaba a sonar de forma incesante. Y en cuanto escuchó las palabras “esto es raro de cojones” supo a quien tenia que llamar.


    Por lo que a las ocho y cuarto de la mañana era el teléfono de Dean Winchester el que estaba sonando desde su mesilla de noche. La vibración insistente provocó que Hope abriera los ojos mosqueada y, al ver que Dean dormía como un bendito a pierna suelta, la tríbrida arrugó la nariz. Ahuecó la sábana y se movió colocando su cuerpo por encima del de Dean, despertándole en el proceso de estirarse a coger el móvil. Miró el identificador de llamadas y al reacomodarse en la cama le colocó el móvil a Dean en el pecho desnudo.


    -Es Jody -anunció mientras el móvil vibraba contra la piel desnuda de Dean- Quizás ha muerto alguien.

    Habían pasado aproximadamente dos meses desde que Hope Mikaelson había decidido establecer su residencia habitual en el dormitorio de Dean en un pacto que habían resuelto con helado de chocolate, sexo y un extraño maratón de Scooby Doo. La combinación mas rara del mundo. Y aun asi.. funcionaba.


    A esas alturas, Hope conocía bastante acerca del circulo familiar de Dean, sus amigos, los que seguían vivos, los que estaban muertos y los que habían venido de ese otro universo paralelo. Había ampliado su conocimiento acerca de criaturas mágicas y tambien ella había puesto los propios al servicio del bunker: seres a los que se había enfrentado, diferentes mitologías, pociones…


    Castiel ya casi se fiaba de ella y Jack estaba entusiasmado con la tríbrida. A fin de cuentas los dos eran únicos en su especie y el joven parecía haber encontrado en Hope un alma raramente afín.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ "...𝐝i𝐣i𝐬t𝐞 𝐪u𝐞 𝐞s𝐭a𝐫í𝐚s a𝐪u𝐢́." ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 I𝐕 ㅤㅤㅤㅤ ˹ [BxbyDriv3r] ㅤ 𝙼𝚊𝚔𝚊𝚝𝚘, 𝙺𝚊𝚗𝚜𝚊𝚜 𝟸𝟸:𝟹𝟻 𝚙.𝚖 Gary Trevit corría por Jefferson Street. La bruma de su aliento entrecortado nublaba ligeramente su vista con cada acelerada exhalación. De tanto en tanto miraba por encima de su hombro, como quien quiere cerciorarse de que está a salvo. Había corrido sin detenerse desde McRoberts Street, huyendo como alma que lleva el diablo, con el único propósito de salvar su vida. Había dejado su Ford Ranger aparcada en el desangelado y desvencijado cruce de N. Water Street. Casi podía ver el color rojo del capó del vehículo reflejando la luz mortecina de una farola solitaria en mitad de aquel camino perdido de la mano de Dios. Al llegar a su camioneta y echar la vista atrás sobre su hombro descubrió que estaba solo en mitad de la noche, nadie iba tras él, absolutamente nadie… De forma nerviosa rebuscó en los bolsillos de su cazadora pasando por encima del zippo y las cerillas y del arrugado recibo del motel de Lebanon donde se había alojado aquella noche pasada. Entró en su vehículo y casi sintió alivio. Pero no se detuvo allí. Sacó su revolver de la cartuchera y con la mano diestra rebuscó en la guantera en busca de su caja de balas matabrujas. Contó con los dedos y fue capaz de llegar hasta diez antes de coger cinco de ellas en su mano. Abrió el tambor del arma y comenzó a meter las balas en sus respectivos lugares. Y hubiera terminado rapido, Trevit estaba acostumbrado a aquello. Había trabajado en las condiciones más indeseables. Un poco de oscuridad no era nada para él. Era capaz de cargar cualquier arma con los ojos cerrados. Pero… Sintió una opresión en el pecho y tosió. La luna delantera se llenó de sangre esputada. Gary miró el espectáculo horrorizado. Tosió de nuevo llenando estaba vez de sangre sus manos y el volante. -Hijas de… -soltó el arma y comenzó a rebuscar en cada recoveco de la camioneta, en cada compartimento, en cada escondrijo… Pero la falta de aire, la tos incontrolada y la excesiva perdida de sangre provocaron que Gary Trevit sucumbiera en cuestión de segundos. Fue Lollis Staunton quien descubrió el cadáver a la mañana siguiente y horrorizada llamó al sheriff de Lebanon ya que era el pueblo más cercano. Una hora después, un pequeño y arcaico cordón policial se había montado en torno al coche de Gary Trevit. Walter Cordero analizaba rápidamente la escena del crimen. Aquello no tenia sentido. Ninguna clase de sentido. Y Walter sabia a qué se debía aquella percepción suya. En esa muerte no había nada de normal. >> A las ocho de la mañana el teléfono de Jody Mills comenzaba a sonar de forma incesante. Y en cuanto escuchó las palabras “esto es raro de cojones” supo a quien tenia que llamar. Por lo que a las ocho y cuarto de la mañana era el teléfono de Dean Winchester el que estaba sonando desde su mesilla de noche. La vibración insistente provocó que Hope abriera los ojos mosqueada y, al ver que Dean dormía como un bendito a pierna suelta, la tríbrida arrugó la nariz. Ahuecó la sábana y se movió colocando su cuerpo por encima del de Dean, despertándole en el proceso de estirarse a coger el móvil. Miró el identificador de llamadas y al reacomodarse en la cama le colocó el móvil a Dean en el pecho desnudo. -Es Jody -anunció mientras el móvil vibraba contra la piel desnuda de Dean- Quizás ha muerto alguien. Habían pasado aproximadamente dos meses desde que Hope Mikaelson había decidido establecer su residencia habitual en el dormitorio de Dean en un pacto que habían resuelto con helado de chocolate, sexo y un extraño maratón de Scooby Doo. La combinación mas rara del mundo. Y aun asi.. funcionaba. A esas alturas, Hope conocía bastante acerca del circulo familiar de Dean, sus amigos, los que seguían vivos, los que estaban muertos y los que habían venido de ese otro universo paralelo. Había ampliado su conocimiento acerca de criaturas mágicas y tambien ella había puesto los propios al servicio del bunker: seres a los que se había enfrentado, diferentes mitologías, pociones… Castiel ya casi se fiaba de ella y Jack estaba entusiasmado con la tríbrida. A fin de cuentas los dos eran únicos en su especie y el joven parecía haber encontrado en Hope un alma raramente afín. #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • El ocaso que anuncia el final de un largo dia se abre paso por el cielo, el azul se vuelve naranja dotando a la naturaleza de un aire nostálgico pero digno de apreciar. La primavera esta cerca de su final, el calor que se cierne sobre la región es cada día más intenso siendo el anochecer el tan esperado alivio de las altas temperaturas que golpean este año.

    —...

    Usualmente, ella finalizaba sus labores diarias bien entrado el atardecer, cuando el cielo se teñía de tonos rojizos y las sombras comenzaban a alargarse entre los árboles. Pero aquel día fue diferente. El sol apenas empezaba a inclinarse hacia el horizonte cuando ya había completado su tarea.

    Su labor como cazadora y aventurera consistía en la recolección de varios kilos de carne y pieles para los negocios locales, una tarea que requería habilidad y un buen conocimiento del terreno. Aunque a veces se tornaba un poco monótona, había algo en la caza que la mantenía en movimiento, un estímulo constante que la hacía sentir viva. Aunque aspiraba a encontrar algo mas emocionante algún día.

    Sintió la suave brisa agitar su cabello mientras se alejaba del pueblo, su espada envainada en una mano y una canasta llena de carne en la otra. Aceptó esos 5 Kilos como parte de su pago y decidió que acamparía en la tranquilidad de la naturaleza para darse un festín. .
    El ocaso que anuncia el final de un largo dia se abre paso por el cielo, el azul se vuelve naranja dotando a la naturaleza de un aire nostálgico pero digno de apreciar. La primavera esta cerca de su final, el calor que se cierne sobre la región es cada día más intenso siendo el anochecer el tan esperado alivio de las altas temperaturas que golpean este año. —... Usualmente, ella finalizaba sus labores diarias bien entrado el atardecer, cuando el cielo se teñía de tonos rojizos y las sombras comenzaban a alargarse entre los árboles. Pero aquel día fue diferente. El sol apenas empezaba a inclinarse hacia el horizonte cuando ya había completado su tarea. Su labor como cazadora y aventurera consistía en la recolección de varios kilos de carne y pieles para los negocios locales, una tarea que requería habilidad y un buen conocimiento del terreno. Aunque a veces se tornaba un poco monótona, había algo en la caza que la mantenía en movimiento, un estímulo constante que la hacía sentir viva. Aunque aspiraba a encontrar algo mas emocionante algún día. Sintió la suave brisa agitar su cabello mientras se alejaba del pueblo, su espada envainada en una mano y una canasta llena de carne en la otra. Aceptó esos 5 Kilos como parte de su pago y decidió que acamparía en la tranquilidad de la naturaleza para darse un festín. .
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    toy pensando em retomar un viejo personaje, una cazadora de demonios
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  • La mañana siguiente a la de la visita de la anciana coincidió con el primer día de vacaciones de verano en la academia.
    En cuanto se levantó, el brujo se encontró con todo un día libre por delante al que sobrevendrían varios más.

    Por lo pronto, sólo pudo perseguir el fantasma de Thomas por la casa. Le vio frente a la cafetera preparando café, mientras él cocinaba el siempre abundante desayuno que el dragón requería y le llegó el recuerdo del aroma de la salsa de frutos rojos y la carne crepitando perezosamente en la sartén.
    Esta mañana, sin embargo, un café amargo sería suficiente, uno que bebió rápidamente frente a la cafetera y sin ceremonias.


    Hacía sólo minutos que el sol había amanecido por completo cuando el brujo inició su caminata por el bosque, decidido a ocuparse en buscar a la criatura que cazó al niño, en su mano una bolsa embrujada para contener el olor sobrenatural de la prenda de la víctima.

    — Pero dejó un rastro —opina Lester, desde lo alto.

    El ave ayuda sobrevolando los alrededores y se comunica con él de forma mental.

    — Es cierto, aunque pudo haber sido un accidente —debate el brujo.

    — Los osos dejan restos y no por accidente, sino porque no les importa.

    — Lo que buscamos no es un oso —asegura, con dificultad al pasar por encima de un tronco caído—. Mira, aquí tenemos leña —comenta.

    Mientras el brujo y el ave discuten acerca de la posible inteligencia de la criatura que buscan, el bosque que les rodea se muestra en paz, las aves se comunican alegremente y el viento mece las copas de los árboles.
    Allí no hay señales de ningún depredador sobrenatural.

    — Esto no está funcionando —dice el brujo, deteniéndose para echar un vistazo alrededor—. Esta zona no ha visto cacerías extrañas.

    Lester se aleja un poco más dejando escapar algunos gritos que silencian a las aves cercanas, aunque sólo por un instante, pues pronto, el coro se reanuda.

    — Buena idea, Lester. Cuéntame qué dicen los pajaritos... —murmura el brujo.

    Alrededor de quince minutos más tarde, Lester trae las nuevas noticias y se las comunica a su amo tras posársele en el hombro.

    — Unas golondrinas dicen que tuvieron que abandonar su nido por la peste que asfixió a sus polluelos y unos cuervos salvajes dicen que un par de lobos han visto a una bestia cazadora apestosa en el valle —explica, dejando implícita la conexión entre los sucesos—, parece que la zona que busca está más al sur, cerca del cementerio del pueblo, amo.

    — Vaya, qué apropiado —responde el brujo, sin ganas.

    A pie, a través del bosque y sus obstáculos, Tolek y Lester cubren tanta extensión de terreno como les es posible desde la cabaña del lago hacia el cementerio del pueblo, manteniéndose a buena distancia de la urbe y al interior del bosque. Así, ya es bien pasado el atardecer cuando llegan más o menos cerca del cementerio y comprueban que, efectivamente, la energía en la zona se siente diferente. El silencio es aplastante, ni siquiera las hojas se sacuden, no hay ni la menor brisa.

    De pronto, Tolek puede oír una vez más la psicofonía del llanto del niño atacado y sabe que no se trata de una alucinación, sino de la esencia del Liche corriendo por sus venas.

    — Es aquí —declara.

    Lester se posa en una rama cercana a la que da un par de picotazos.

    — Este árbol está muerto —asegura el cuervo—. Aunque parece bien vivo.

    Las señales son claras, pero la visión no. El brujo es presa de ese momento del día en que el atardecer va dando paso al anochecer, cuando la luz del sol es insuficiente y la de la luna aún no llega, ese momento crepuscular cuando las linternas son inútiles pues aún no está demasiado oscuro para iluminar las sombras, pero tampoco está lo suficientemente claro como para ver a simple vista.

    En invierno, este es el momento más peligroso del día, incluso más peligroso que la noche misma.

    — Lester, ¿Puedes sentir algo?

    El ave grazna una sola vez y su voz hace eco en las inmediaciones.

    — Nada cerca, amo —responde.

    Pero el brujo sigue intranquilo, su intuición le dice que algo no anda bien, que algo les vigila.

    Y sólo un momento después, una voz familiar rompe el sepulcral silencio.

    — ¿Tolek? —Clama.

    Es la voz de Thomas.

    Tolek siente una punzada que le atraviesa de lado a lado y le paraliza por un instante. Mientras tanto, Lester luce igual de contrariado, pero menos afectado.

    — ¿Amo? ¿Qué fue eso? —Pregunta el ave, que también ha sido capaz de oír aquella voz.

    — Ese... —responde el brujo, entrecortadamente—, ese no es Thomas.

    #ElBrujoCojo #Wendigo James Benjamin Blackwood
    La mañana siguiente a la de la visita de la anciana coincidió con el primer día de vacaciones de verano en la academia. En cuanto se levantó, el brujo se encontró con todo un día libre por delante al que sobrevendrían varios más. Por lo pronto, sólo pudo perseguir el fantasma de Thomas por la casa. Le vio frente a la cafetera preparando café, mientras él cocinaba el siempre abundante desayuno que el dragón requería y le llegó el recuerdo del aroma de la salsa de frutos rojos y la carne crepitando perezosamente en la sartén. Esta mañana, sin embargo, un café amargo sería suficiente, uno que bebió rápidamente frente a la cafetera y sin ceremonias. Hacía sólo minutos que el sol había amanecido por completo cuando el brujo inició su caminata por el bosque, decidido a ocuparse en buscar a la criatura que cazó al niño, en su mano una bolsa embrujada para contener el olor sobrenatural de la prenda de la víctima. — Pero dejó un rastro —opina Lester, desde lo alto. El ave ayuda sobrevolando los alrededores y se comunica con él de forma mental. — Es cierto, aunque pudo haber sido un accidente —debate el brujo. — Los osos dejan restos y no por accidente, sino porque no les importa. — Lo que buscamos no es un oso —asegura, con dificultad al pasar por encima de un tronco caído—. Mira, aquí tenemos leña —comenta. Mientras el brujo y el ave discuten acerca de la posible inteligencia de la criatura que buscan, el bosque que les rodea se muestra en paz, las aves se comunican alegremente y el viento mece las copas de los árboles. Allí no hay señales de ningún depredador sobrenatural. — Esto no está funcionando —dice el brujo, deteniéndose para echar un vistazo alrededor—. Esta zona no ha visto cacerías extrañas. Lester se aleja un poco más dejando escapar algunos gritos que silencian a las aves cercanas, aunque sólo por un instante, pues pronto, el coro se reanuda. — Buena idea, Lester. Cuéntame qué dicen los pajaritos... —murmura el brujo. Alrededor de quince minutos más tarde, Lester trae las nuevas noticias y se las comunica a su amo tras posársele en el hombro. — Unas golondrinas dicen que tuvieron que abandonar su nido por la peste que asfixió a sus polluelos y unos cuervos salvajes dicen que un par de lobos han visto a una bestia cazadora apestosa en el valle —explica, dejando implícita la conexión entre los sucesos—, parece que la zona que busca está más al sur, cerca del cementerio del pueblo, amo. — Vaya, qué apropiado —responde el brujo, sin ganas. A pie, a través del bosque y sus obstáculos, Tolek y Lester cubren tanta extensión de terreno como les es posible desde la cabaña del lago hacia el cementerio del pueblo, manteniéndose a buena distancia de la urbe y al interior del bosque. Así, ya es bien pasado el atardecer cuando llegan más o menos cerca del cementerio y comprueban que, efectivamente, la energía en la zona se siente diferente. El silencio es aplastante, ni siquiera las hojas se sacuden, no hay ni la menor brisa. De pronto, Tolek puede oír una vez más la psicofonía del llanto del niño atacado y sabe que no se trata de una alucinación, sino de la esencia del Liche corriendo por sus venas. — Es aquí —declara. Lester se posa en una rama cercana a la que da un par de picotazos. — Este árbol está muerto —asegura el cuervo—. Aunque parece bien vivo. Las señales son claras, pero la visión no. El brujo es presa de ese momento del día en que el atardecer va dando paso al anochecer, cuando la luz del sol es insuficiente y la de la luna aún no llega, ese momento crepuscular cuando las linternas son inútiles pues aún no está demasiado oscuro para iluminar las sombras, pero tampoco está lo suficientemente claro como para ver a simple vista. En invierno, este es el momento más peligroso del día, incluso más peligroso que la noche misma. — Lester, ¿Puedes sentir algo? El ave grazna una sola vez y su voz hace eco en las inmediaciones. — Nada cerca, amo —responde. Pero el brujo sigue intranquilo, su intuición le dice que algo no anda bien, que algo les vigila. Y sólo un momento después, una voz familiar rompe el sepulcral silencio. — ¿Tolek? —Clama. Es la voz de Thomas. Tolek siente una punzada que le atraviesa de lado a lado y le paraliza por un instante. Mientras tanto, Lester luce igual de contrariado, pero menos afectado. — ¿Amo? ¿Qué fue eso? —Pregunta el ave, que también ha sido capaz de oír aquella voz. — Ese... —responde el brujo, entrecortadamente—, ese no es Thomas. #ElBrujoCojo #Wendigo [Wendigo]
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  • Esta lloviendo, y el olor a lluvia procedente del bosque la atrae sin remedio, y no va a renunciar a su paseo matutino diario por un poco de agua.
    Se abriga, se pone unas botas de agua moradas con purpurina, sus pantalones vaqueros negros por dentro, y esta vez roba una cazadora impermeable del armario de cierto cazador, la cual le queda, obviamente enorme y en la que puede protegerse de la lluvia y el frio mucho mejor.


    #3D #Comunidad3D #Personajes3D
    Esta lloviendo, y el olor a lluvia procedente del bosque la atrae sin remedio, y no va a renunciar a su paseo matutino diario por un poco de agua. Se abriga, se pone unas botas de agua moradas con purpurina, sus pantalones vaqueros negros por dentro, y esta vez roba una cazadora impermeable del armario de cierto cazador, la cual le queda, obviamente enorme y en la que puede protegerse de la lluvia y el frio mucho mejor. #3D #Comunidad3D #Personajes3D
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  • Aquella mañana era demasiado temprano para quien hubiera dormido, como Sam, su objetivo de aquel día, al contrario que ella.
    Cuando sale de la cocina, con una taza de un café solo doble, y un vaso alto, lleno de un líquido demasiado espeso, y demasiado verde para su gusto, se encamina hacia la biblioteca, donde Sam perdía la vista frente aquellos libros.

    Le coloca el vaso alto frente a él, con algo más de ruido del necesario para sacarlo de su estado de hipnosis. Lo consigue le dedica una sonrisa mientras se sienta frente a él.

    —Bueeeeenos diaaaasss.— Canturrea Claire, mientras alza las cejas al ver la mirada desconfiada que Sam le dedica al cuestionable batido.
    —Oye, yo observo ¿Vale? Te he visto preparar esa asquerosidad ya demasiadas mañanas. Si tiene ese aspecto no es mi culpa, si no tuya. —

    Sam se arma, al menos lo parece por su gesto, de valor y da un sorbo del brebaje. Tras sopesarlo, sonríe.
    — Gracias Claire. ¿A qué debo el gesto? —

    —Bueno, lo cierto es que quería hablar contigo.— y así de rápido la sonrisa del rostro femenino se desvanece, y por consecuencia también la de su interlocutor.


    — ¿Hablar? ¿Estás bien? ¿Va todo bien? —

    —Como la seda Sam, tranquilo, es solo que.... —Inspira hondo antes de dar un largo sorbo a su café y proseguir después. — Necesito tu ayuda en algo muy importante. Se que no debo desvelaros nada del futuro, pero... Me da miedo no ser capaz de lograrlo yo sola, esto es poner todos nuestros huevos en una sola cesta, si la cago.... Se acabó. —

    Aquel pensamiento le daba pánico, había demasiadas esperanzas sobre sus hombros. De modo que si, iba a arriesgarse a develar los menos detalles posibles para que Sam estuviera de su lado.

    — Lo cierto es que cuando nos vimos en casa de Jody, os mentí, un poco. No tengo claro que cuando ocurrirá, pero si que sé que es lo que tengo que evitar. Estoy convencida de ello. —

    — Eso es estupendo, Claire. No hace falta que me lo cuentes, tan solo dime lo que necesitas que haga, y lo haré.—

    — No, ese es el problema que todo esto no se reduce a un momento, si no a una persona...— La rubia se inclina sobre la mesa llegando casi hasta el centro de esta con las manos, mira alrededor para asegurarse de que no hay oídos indiscretos escuchando, y aún así cuando habla lo hace en un susurro. — Dean va a morir Sam. No se cuando, pero tarde o temprano va a morir. Antes que cualquiera de nosotros, antes del apocalipsis. De hecho estoy segura de que esa es la razón por la que Miguel y Lucifer pueden campar a sus anchas...—

    El silencio, cuando las palabras de la rubia se extinguen se instala entre ellos como una losa.

    —He vuelto para salvarlo. Si cambio ese evento, todo lo demás caerá como si fueran fichas de dominó.—

    — Claire no tienes que pedirme ayuda para salvar a Dean es mi hermano claro q—

    — Espera. — La joven cazadora lo frena alzando el dedo índice de su mano derecha. —Hay algo mas que debes saber, algo que si tenemos éxito quizás no llegues a conseguir nunca, por que todo cambiara y pod...—

    — No Claire, para, no sigas. No quiero saberlo, me da igual. Puedo imaginarme lo que es, y no lo quiero. No si es a cambio de la vida de mi hermano, y tiempo después de la de el mundo entero.—

    La sonrisa de Claire vuelve a aparecer de nuevo, esta vez mas suave, pero mucho mas autentica.

    — Suponía que dirías eso. Bien, en ese caso, debe ser él quien sobreviva, ¿entendido? No yo, él. Y tu. Sois vosotros quienes salváis el mundo... No, no voy a hacer ninguna estupidez Sam— Le responde antes de que hable, al ver su rostro y el gesto que se dibuja en él. — No soy una suicida, ¿vale? Tengo muchas cosas por las que vivir, mas que cuando llegué aquí, incluso. Pero si he de anteponerle lo hare, si he de protegerlo de si mismo hare, y si tu debes elegir entre uno de los dos, siempre será él. Lo arrastraras lejos del peligro y yo buscaré mi camino.—

    — Claire...—

    — Lo se Sam, y esta bien. Ya es hora de que se sacrifiquen otros para variar, ¿no?.—

    No espera a que Sam le responda, no quiere ver su lastima, no quiere sus "palabras de consuelo" o que la intentara consolar cuando aún no había ocurrido nada. Esa era su decisión y no había mucho mas que decir.
    Cuando rodea la mesa y pasa por el lado del cazador, se inclina, aunque no le hace falta demasiado, y deja un beso en su mejilla antes de desaparecer de la habitación, con su café en las manos, ya frio.







    #3D #Personajes3D #Comunidad3D
    Aquella mañana era demasiado temprano para quien hubiera dormido, como Sam, su objetivo de aquel día, al contrario que ella. Cuando sale de la cocina, con una taza de un café solo doble, y un vaso alto, lleno de un líquido demasiado espeso, y demasiado verde para su gusto, se encamina hacia la biblioteca, donde Sam perdía la vista frente aquellos libros. Le coloca el vaso alto frente a él, con algo más de ruido del necesario para sacarlo de su estado de hipnosis. Lo consigue le dedica una sonrisa mientras se sienta frente a él. —Bueeeeenos diaaaasss.— Canturrea Claire, mientras alza las cejas al ver la mirada desconfiada que Sam le dedica al cuestionable batido. —Oye, yo observo ¿Vale? Te he visto preparar esa asquerosidad ya demasiadas mañanas. Si tiene ese aspecto no es mi culpa, si no tuya. — Sam se arma, al menos lo parece por su gesto, de valor y da un sorbo del brebaje. Tras sopesarlo, sonríe. — Gracias Claire. ¿A qué debo el gesto? — —Bueno, lo cierto es que quería hablar contigo.— y así de rápido la sonrisa del rostro femenino se desvanece, y por consecuencia también la de su interlocutor. — ¿Hablar? ¿Estás bien? ¿Va todo bien? — —Como la seda Sam, tranquilo, es solo que.... —Inspira hondo antes de dar un largo sorbo a su café y proseguir después. — Necesito tu ayuda en algo muy importante. Se que no debo desvelaros nada del futuro, pero... Me da miedo no ser capaz de lograrlo yo sola, esto es poner todos nuestros huevos en una sola cesta, si la cago.... Se acabó. — Aquel pensamiento le daba pánico, había demasiadas esperanzas sobre sus hombros. De modo que si, iba a arriesgarse a develar los menos detalles posibles para que Sam estuviera de su lado. — Lo cierto es que cuando nos vimos en casa de Jody, os mentí, un poco. No tengo claro que cuando ocurrirá, pero si que sé que es lo que tengo que evitar. Estoy convencida de ello. — — Eso es estupendo, Claire. No hace falta que me lo cuentes, tan solo dime lo que necesitas que haga, y lo haré.— — No, ese es el problema que todo esto no se reduce a un momento, si no a una persona...— La rubia se inclina sobre la mesa llegando casi hasta el centro de esta con las manos, mira alrededor para asegurarse de que no hay oídos indiscretos escuchando, y aún así cuando habla lo hace en un susurro. — Dean va a morir Sam. No se cuando, pero tarde o temprano va a morir. Antes que cualquiera de nosotros, antes del apocalipsis. De hecho estoy segura de que esa es la razón por la que Miguel y Lucifer pueden campar a sus anchas...— El silencio, cuando las palabras de la rubia se extinguen se instala entre ellos como una losa. —He vuelto para salvarlo. Si cambio ese evento, todo lo demás caerá como si fueran fichas de dominó.— — Claire no tienes que pedirme ayuda para salvar a Dean es mi hermano claro q— — Espera. — La joven cazadora lo frena alzando el dedo índice de su mano derecha. —Hay algo mas que debes saber, algo que si tenemos éxito quizás no llegues a conseguir nunca, por que todo cambiara y pod...— — No Claire, para, no sigas. No quiero saberlo, me da igual. Puedo imaginarme lo que es, y no lo quiero. No si es a cambio de la vida de mi hermano, y tiempo después de la de el mundo entero.— La sonrisa de Claire vuelve a aparecer de nuevo, esta vez mas suave, pero mucho mas autentica. — Suponía que dirías eso. Bien, en ese caso, debe ser él quien sobreviva, ¿entendido? No yo, él. Y tu. Sois vosotros quienes salváis el mundo... No, no voy a hacer ninguna estupidez Sam— Le responde antes de que hable, al ver su rostro y el gesto que se dibuja en él. — No soy una suicida, ¿vale? Tengo muchas cosas por las que vivir, mas que cuando llegué aquí, incluso. Pero si he de anteponerle lo hare, si he de protegerlo de si mismo hare, y si tu debes elegir entre uno de los dos, siempre será él. Lo arrastraras lejos del peligro y yo buscaré mi camino.— — Claire...— — Lo se Sam, y esta bien. Ya es hora de que se sacrifiquen otros para variar, ¿no?.— No espera a que Sam le responda, no quiere ver su lastima, no quiere sus "palabras de consuelo" o que la intentara consolar cuando aún no había ocurrido nada. Esa era su decisión y no había mucho mas que decir. Cuando rodea la mesa y pasa por el lado del cazador, se inclina, aunque no le hace falta demasiado, y deja un beso en su mejilla antes de desaparecer de la habitación, con su café en las manos, ya frio. #3D #Personajes3D #Comunidad3D
    Me entristece
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