• #DiezCosasSobre 𝕽𝖆𝖋𝖋𝖆𝖊𝖑𝖊

    1.- Nació hace más de 𝘁𝗿𝗲𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 en Florencia, Italia.

    2.- Nunca duerme más de tres horas seguidas.

    3.- Entre tantas propiedades en su poder, 𝗲𝘀 𝗱𝘂𝗲ñ𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗷𝗼𝘀𝗼 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗱𝗲 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗬𝗼𝗿𝗸, cuyo penthouse actualmente llama hogar (aunque rara vez se encuentre en él).

    4.- Tiene una 𝗰𝗶𝗰𝗮𝘁𝗿𝗶𝘇 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼, de una estaca que casi lo mata en el siglo XIIX. La dejó como recordatorio.

    5.- Conserva una 𝗽𝗹𝘂𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝗿𝘃𝗼 en el interior de su abrigo, un amuleto personal.

    6.- 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, pero simula hacerlo para no levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza.

    7.- Dada su antigüedad, 𝗵𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗮 𝗹𝘂𝘇 𝘂𝗹𝘁𝗿𝗮𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝘁𝗮, sin embargo, no es inmune a sus efectos si se expone por un tiempo prolongado.

    8.- Sufre una forma leve de 𝘀𝗶𝗻𝗲𝘀𝘁𝗲𝘀𝗶𝗮, asociando ciertos sonidos con colores específicos, lo que afina aún más su percepción privilegiada.

    9.- Sabe 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗶𝗮𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗼𝗻𝗰𝗵𝗲𝗹𝗼 con maestría. La música podría considerarse una de sus debilidades.

    10.- Tiene una colección privada de 𝗺á𝘀𝗰𝗮𝗿𝗮𝘀 𝗵𝗶𝘀𝘁ó𝗿𝗶𝗰𝗮𝘀, algunas de las cuales datan del siglo XVIII.

    Extra: Su familia estaba emparentada con un 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗹𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀. Por mucho tiempo, culpó de su vampirismo a estas brujas y sus descendiente, ya que lo consideraba consecuencia de su indiferencia hacia la rama mortal de la familia.
    #DiezCosasSobre 𝕽𝖆𝖋𝖋𝖆𝖊𝖑𝖊 1.- Nació hace más de 𝘁𝗿𝗲𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 en Florencia, Italia. 2.- Nunca duerme más de tres horas seguidas. 3.- Entre tantas propiedades en su poder, 𝗲𝘀 𝗱𝘂𝗲ñ𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗷𝗼𝘀𝗼 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗱𝗲 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗬𝗼𝗿𝗸, cuyo penthouse actualmente llama hogar (aunque rara vez se encuentre en él). 4.- Tiene una 𝗰𝗶𝗰𝗮𝘁𝗿𝗶𝘇 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼, de una estaca que casi lo mata en el siglo XIIX. La dejó como recordatorio. 5.- Conserva una 𝗽𝗹𝘂𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝗿𝘃𝗼 en el interior de su abrigo, un amuleto personal. 6.- 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, pero simula hacerlo para no levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza. 7.- Dada su antigüedad, 𝗵𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗮 𝗹𝘂𝘇 𝘂𝗹𝘁𝗿𝗮𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝘁𝗮, sin embargo, no es inmune a sus efectos si se expone por un tiempo prolongado. 8.- Sufre una forma leve de 𝘀𝗶𝗻𝗲𝘀𝘁𝗲𝘀𝗶𝗮, asociando ciertos sonidos con colores específicos, lo que afina aún más su percepción privilegiada. 9.- Sabe 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗶𝗮𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗼𝗻𝗰𝗵𝗲𝗹𝗼 con maestría. La música podría considerarse una de sus debilidades. 10.- Tiene una colección privada de 𝗺á𝘀𝗰𝗮𝗿𝗮𝘀 𝗵𝗶𝘀𝘁ó𝗿𝗶𝗰𝗮𝘀, algunas de las cuales datan del siglo XVIII. Extra: Su familia estaba emparentada con un 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗹𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀. Por mucho tiempo, culpó de su vampirismo a estas brujas y sus descendiente, ya que lo consideraba consecuencia de su indiferencia hacia la rama mortal de la familia.
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  • 𝙽𝚊𝚝𝚑 ♦ 𝚁𝚊𝚑𝚎𝚕

    Años atrás los bosques eran los lugares donde diferentes criaturas se escondían de los humanos. En el caso de brujas y brujos, eran los lugares perfectos para ello y para cometer sus rituales sin que nadie más molestara.

    Hoy en día era diferente, con la expansión de la población humana, mucho de lo que fue naturaleza ahora se trataban de edificaciones y calles asfaltadas. Por eso, hubo que adaptarse. Que estuvieran rodeados no significaba que iban a detenerse. Al contrario. Desarrollaron la manera de crear subespacios que se ocultaban a simple vista. Todo se veía normal a menos que de verdad se prestase atención.

    Kael lo sabía muy bien, por eso esa noche iba caminando con tranquilidad por la calle. Diferentes viviendas rodeándolo, apenas unas pocas luces encendidas en los interiores y luego las de la calle, iluminando el camino como lo usual.

    Miró de un lado a otro antes de exhalar aire, dejando unos segundos antes de inhalar de nuevo y concentrarse. Entonces, empezó a verlo. Cómo se modificó el área, al aspecto bonito se tornó en uno descuidado y abandonado. Además, los árboles parecían observar.

    Siguió un rastro en el suelo de lo que parecían ser pisadas como si de sombras se tratasen, que lo guiaron hasta un edificio a medio destruir, paredes manchadas de hollín y con ventanas rotas. Ahí estaba su objetivo. Sin dudarlo entró por una de las ventanas, haciendo el menor ruido posible.
    [nathrahel01] Años atrás los bosques eran los lugares donde diferentes criaturas se escondían de los humanos. En el caso de brujas y brujos, eran los lugares perfectos para ello y para cometer sus rituales sin que nadie más molestara. Hoy en día era diferente, con la expansión de la población humana, mucho de lo que fue naturaleza ahora se trataban de edificaciones y calles asfaltadas. Por eso, hubo que adaptarse. Que estuvieran rodeados no significaba que iban a detenerse. Al contrario. Desarrollaron la manera de crear subespacios que se ocultaban a simple vista. Todo se veía normal a menos que de verdad se prestase atención. Kael lo sabía muy bien, por eso esa noche iba caminando con tranquilidad por la calle. Diferentes viviendas rodeándolo, apenas unas pocas luces encendidas en los interiores y luego las de la calle, iluminando el camino como lo usual. Miró de un lado a otro antes de exhalar aire, dejando unos segundos antes de inhalar de nuevo y concentrarse. Entonces, empezó a verlo. Cómo se modificó el área, al aspecto bonito se tornó en uno descuidado y abandonado. Además, los árboles parecían observar. Siguió un rastro en el suelo de lo que parecían ser pisadas como si de sombras se tratasen, que lo guiaron hasta un edificio a medio destruir, paredes manchadas de hollín y con ventanas rotas. Ahí estaba su objetivo. Sin dudarlo entró por una de las ventanas, haciendo el menor ruido posible.
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  • "Caminando con los Muertos" (Extra)

    Noche de luna nueva, la segunda desde el final del invierno, el bosque bajo la guardia del brujo se encuentra bañado en la más profunda oscuridad. La luna le ha dado la espalda al sol, esta noche, estas tierras le pertenecen a ella y a la primavera infantil, a sus hijas, incluso a las que ya no están cuyo eco resuena aún en los oídos de aquellos que les deseen escuchar... y en el destino de aquellos que se ganaron su rencor.

    El brujo está presente porque se lo permiten, porque se le necesita y porque habrá de servir. En su piel desnuda van marcados los símbolos de su familia, de los guerreros que abren caminos y los guardianes del hogar, de la energía que engendra y el cazador que provee, del fuego que no quema, que protege y abriga, que arde y compra con su vida la supervivencia de los suyos.

    Bajo sus pies, un circulo de invocación se dibuja en el fango maloliente. Ni siquiera los insectos se atreven a acercarse, las líneas profundas irradian la sensación de la muerte prematura.

    La luna de esta noche le susurra palabras de libertad a los oídos de las criaturas no muertas, pero tampoco vivas, les invita a recorrer una vez más las tierras, como bruma espectral. Es ese momento, esa brecha entre el nacimiento y el fallecimiento que una vez dio paso a la muerte de la niña y al nacimiento del demonio, lo que también abre las puertas a los fantasmas de las mujeres de su familia, brujas generosas que aceptaron acudir al llamado de su hijo, primo, sobrino, nieto...

    El brujo se arrodilla en el centro del círculo y agacha la cabeza. Frente a él hay un cuerpo, una joven maldita, un vientre herido por la desnaturalización, infértil; ella está cansada y desea abandonar, desea terminar su ciclo fuera de la vista de una sociedad de moral ficticia que está lejos de comprenderle, ella yace arrodillada frente a él, nerviosa y abrumada, pero también decidida y en paz consigo misma.

    — Tranquila, te prometo que no sentirás nada. Ellas conocen tu dolor y no permitirán que se repita —le susurra el brujo, con voz cálida y protectora.

    Los huesos malditos están hundidos en la ciénaga, ellas y él están en la orilla.
    En el agua estancada la encontró, al agua estancada le regresó.

    El pantano no siente rencor hacia la muerte, al contrario, le da la bienvenida en un abrazo cariñoso que cuida y atesora cada fibra, cada pedacito de carne cadavérica. Y donde hay muerte y putrefacción, también se acomoda el demonio y el pecado. Ni siquiera ellos son rechazados por el pantano.

    Cuando el brujo cierra los ojos y extiende los brazos a sus lados, como entregándose a las mujeres suyas, el ritual da comienzo. De sus manos brotan llamas que avanzan hacia sus hombros y más allá.

    — Ante el ojo vacío de la Madre Primera le ofrezco la semilla que cayó en tierra dañada, el alma quebrada, el fuego que purifica. Recibe a esta, tu hija mutilada, acúnala en tus brazos como la madre debió tener y no como la que le negó el fruto, y le daré a su alma la oportunidad de cobrar todas sus deudas.

    La joven, atenta a cada palabra que sale de la boca del brujo, sonríe, y los fantasmas de las mujeres alrededor también le sonríen justo antes de empezar a cantar en una lengua antigua y pagana.

    Las llamas se extienden a través del cuerpo del brujo, tocan el suelo lodoso y conectan con la joven. Ella grita de espanto al ver sus piernas desnudas ardiendo, pero pronto se da cuenta de que no siente dolor alguno, sólo el éxtasis de la mujer libre de cadenas. Su cuerpo se consume en las llamas entre risas de histeria, sus brazos se alzan al cielo y hacia la luna invisible.

    La hija regresa junto a su verdadera madre.

    El fuego no se apaga, baila alrededor del brujo cuando este se pone de pie y camina, pasando por encima de los restos ardientes de la joven, para acercarse a la ciénaga. Ni siquiera se apaga mientras, en medio del fervor de las mujeres fantasmas, sus piernas se hunden en el agua estancada.

    El brujo recuerda, como si hubiera sido ayer, aquella vez que tuvo a Side entre sus brazos temblando de placer, cada vez que esa voz susurrante le llamó "monstruo", los labios dulces que acariciando los suyos.

    Ella, el eco de un ciclo interrumpido, pero que jamás debió ser detenido, es la dueña de los huesos que yacen bajo el agua estancada adonde también van a parar las lágrimas del brujo tras caer de sus mejillas.

    El fuego no se apaga, tampoco ilumina demasiado, la oscuridad es sobrecogedora, excepto por la pequeña chispa que brota de los restos de la joven quemada. Las fantasmas la llaman, le señalan el camino: "sigue el fuego", le dicen, "sigue el fuego". Y así lo hace, dejándose llevar por el rastro que dejó el brujo, "sigue el fuego", la pequeña semilla avanza, "sigue el fuego", hay cientos de criaturas de la noche negra y el submundo que querrían devorarla, "sigue el fuego y estarás a salvo", porque las fantasmas la protegen.

    Tolek se agacha para tocar los huesos y contagiarle sus llamas, el agua le llega hasta los hombros, la pequeña alma levita, se desliza confiando en el fuego, ese que siempre acompañó a las brujas, y se apropia de los huesos marchitos.

    El fango del fondo reconoce la nueva vida, resuena con esta, responde a la guía de las fantasmas y a las intenciones del brujo, quien también comienza a recitar un conjuro con el que cubre a los huesos por raíces en un abrazo protector, raíces que pronto se convierten en un grueso tallo palpitante que crece, poco a poco, hacia la superficie, mientras otros más pequeños se transforman en hojas gigantes, aunque no verdes sino negras como las sombras, sombras que ni la luz del fuego del brujo pueden doblegar, sombras de esencia demoníaca.

    Un loto color del ébano se alza por encima de la superficie, cerrado y ardiendo en llamas, palpita con la nueva vida que guarda en su interior.

    El brujo lo contempla, su ceño se frunce con el peso de la extrañeza: el loto está cerrado, ¿Tendrá que esperar?

    Esperará. Las llamas arderán cuanto haga falta, alimentarán a las raíces oscuras cuanto haga falta, consumirán lo que haga falta.

    #ElBrujoCojo 𝖭𝗼𝘣𝗼𝖽𝘆
    "Caminando con los Muertos" (Extra) Noche de luna nueva, la segunda desde el final del invierno, el bosque bajo la guardia del brujo se encuentra bañado en la más profunda oscuridad. La luna le ha dado la espalda al sol, esta noche, estas tierras le pertenecen a ella y a la primavera infantil, a sus hijas, incluso a las que ya no están cuyo eco resuena aún en los oídos de aquellos que les deseen escuchar... y en el destino de aquellos que se ganaron su rencor. El brujo está presente porque se lo permiten, porque se le necesita y porque habrá de servir. En su piel desnuda van marcados los símbolos de su familia, de los guerreros que abren caminos y los guardianes del hogar, de la energía que engendra y el cazador que provee, del fuego que no quema, que protege y abriga, que arde y compra con su vida la supervivencia de los suyos. Bajo sus pies, un circulo de invocación se dibuja en el fango maloliente. Ni siquiera los insectos se atreven a acercarse, las líneas profundas irradian la sensación de la muerte prematura. La luna de esta noche le susurra palabras de libertad a los oídos de las criaturas no muertas, pero tampoco vivas, les invita a recorrer una vez más las tierras, como bruma espectral. Es ese momento, esa brecha entre el nacimiento y el fallecimiento que una vez dio paso a la muerte de la niña y al nacimiento del demonio, lo que también abre las puertas a los fantasmas de las mujeres de su familia, brujas generosas que aceptaron acudir al llamado de su hijo, primo, sobrino, nieto... El brujo se arrodilla en el centro del círculo y agacha la cabeza. Frente a él hay un cuerpo, una joven maldita, un vientre herido por la desnaturalización, infértil; ella está cansada y desea abandonar, desea terminar su ciclo fuera de la vista de una sociedad de moral ficticia que está lejos de comprenderle, ella yace arrodillada frente a él, nerviosa y abrumada, pero también decidida y en paz consigo misma. — Tranquila, te prometo que no sentirás nada. Ellas conocen tu dolor y no permitirán que se repita —le susurra el brujo, con voz cálida y protectora. Los huesos malditos están hundidos en la ciénaga, ellas y él están en la orilla. En el agua estancada la encontró, al agua estancada le regresó. El pantano no siente rencor hacia la muerte, al contrario, le da la bienvenida en un abrazo cariñoso que cuida y atesora cada fibra, cada pedacito de carne cadavérica. Y donde hay muerte y putrefacción, también se acomoda el demonio y el pecado. Ni siquiera ellos son rechazados por el pantano. Cuando el brujo cierra los ojos y extiende los brazos a sus lados, como entregándose a las mujeres suyas, el ritual da comienzo. De sus manos brotan llamas que avanzan hacia sus hombros y más allá. — Ante el ojo vacío de la Madre Primera le ofrezco la semilla que cayó en tierra dañada, el alma quebrada, el fuego que purifica. Recibe a esta, tu hija mutilada, acúnala en tus brazos como la madre debió tener y no como la que le negó el fruto, y le daré a su alma la oportunidad de cobrar todas sus deudas. La joven, atenta a cada palabra que sale de la boca del brujo, sonríe, y los fantasmas de las mujeres alrededor también le sonríen justo antes de empezar a cantar en una lengua antigua y pagana. Las llamas se extienden a través del cuerpo del brujo, tocan el suelo lodoso y conectan con la joven. Ella grita de espanto al ver sus piernas desnudas ardiendo, pero pronto se da cuenta de que no siente dolor alguno, sólo el éxtasis de la mujer libre de cadenas. Su cuerpo se consume en las llamas entre risas de histeria, sus brazos se alzan al cielo y hacia la luna invisible. La hija regresa junto a su verdadera madre. El fuego no se apaga, baila alrededor del brujo cuando este se pone de pie y camina, pasando por encima de los restos ardientes de la joven, para acercarse a la ciénaga. Ni siquiera se apaga mientras, en medio del fervor de las mujeres fantasmas, sus piernas se hunden en el agua estancada. El brujo recuerda, como si hubiera sido ayer, aquella vez que tuvo a Side entre sus brazos temblando de placer, cada vez que esa voz susurrante le llamó "monstruo", los labios dulces que acariciando los suyos. Ella, el eco de un ciclo interrumpido, pero que jamás debió ser detenido, es la dueña de los huesos que yacen bajo el agua estancada adonde también van a parar las lágrimas del brujo tras caer de sus mejillas. El fuego no se apaga, tampoco ilumina demasiado, la oscuridad es sobrecogedora, excepto por la pequeña chispa que brota de los restos de la joven quemada. Las fantasmas la llaman, le señalan el camino: "sigue el fuego", le dicen, "sigue el fuego". Y así lo hace, dejándose llevar por el rastro que dejó el brujo, "sigue el fuego", la pequeña semilla avanza, "sigue el fuego", hay cientos de criaturas de la noche negra y el submundo que querrían devorarla, "sigue el fuego y estarás a salvo", porque las fantasmas la protegen. Tolek se agacha para tocar los huesos y contagiarle sus llamas, el agua le llega hasta los hombros, la pequeña alma levita, se desliza confiando en el fuego, ese que siempre acompañó a las brujas, y se apropia de los huesos marchitos. El fango del fondo reconoce la nueva vida, resuena con esta, responde a la guía de las fantasmas y a las intenciones del brujo, quien también comienza a recitar un conjuro con el que cubre a los huesos por raíces en un abrazo protector, raíces que pronto se convierten en un grueso tallo palpitante que crece, poco a poco, hacia la superficie, mientras otros más pequeños se transforman en hojas gigantes, aunque no verdes sino negras como las sombras, sombras que ni la luz del fuego del brujo pueden doblegar, sombras de esencia demoníaca. Un loto color del ébano se alza por encima de la superficie, cerrado y ardiendo en llamas, palpita con la nueva vida que guarda en su interior. El brujo lo contempla, su ceño se frunce con el peso de la extrañeza: el loto está cerrado, ¿Tendrá que esperar? Esperará. Las llamas arderán cuanto haga falta, alimentarán a las raíces oscuras cuanto haga falta, consumirán lo que haga falta. #ElBrujoCojo [SideBlackHole]
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  • Las brujas tambien somos sexys...que no te engañen los cuentos de hadas
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  • || Uff no me acordaba de Ursula Callistis, lástima deje el rol de Fantasy, las brujas una debilidad (?)
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  • Las personas ven...las brujas observan y analizan
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  • — Me estoy rodeando de brujas. Esto pinta mal, es peligroso, llámame niña me da lo mismo.– ¿?
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    creo que la mejor forma de describir a las brujas de mi creacion en una cancion, seria esta:
    https://youtu.be/5dbD7A7MpdU?si=9KkKjPVpQvu7Bvxz
    pasen ideas de escenarios para usarla
    creo que la mejor forma de describir a las brujas de mi creacion en una cancion, seria esta: https://youtu.be/5dbD7A7MpdU?si=9KkKjPVpQvu7Bvxz pasen ideas de escenarios para usarla
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Quiero hacer algo sobrenatural con hechizeros/brujas/hadas/duendes, lo que seaaaa.

    Conviertan en rana a este humano, leanme las cartas o prestenme una escoba, ¡ugh! Yo me adapto a lo que sea: *te miro* o el nuevo testamento.

    #nojao >:c
    #búsqueda
    Quiero hacer algo sobrenatural con hechizeros/brujas/hadas/duendes, lo que seaaaa. Conviertan en rana a este humano, leanme las cartas o prestenme una escoba, ¡ugh! Yo me adapto a lo que sea: *te miro* o el nuevo testamento. #nojao >:c #búsqueda
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  • — A las brujas se les quema y a las diosas se nos reza, darling. Ahora arde.
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