Un dia un extranjero llegó al bar, armado con su app de traducción y ganas de conocer a los locales.
La chqrla se extendió, cuando solo estaba el extranjero y Okiko, él no pudo evitar preguntar con ayuda del traductor;
**And what are you doing for yourself?
When was the last time that Okiko bought an ice cream?
When was the last time you saw something that you genuinely liked and purchased? **
El traductor hizo lo suyo y le hizo saber aquello a la japonesa.
Y en lugar de responder, Okiko simplemente bajó la cabeza, sabiendo que la respuesta a todas esas preguntas no era otra que... "nunca".
**You really have a low self-esteem Okiko, I can't believe you've been living around 40 years trying to always blend and fit into a shut-down society. **
De nuevo, Okiko solo esbozó una suave mueca de sonrisa, creando un silencio incómodo.
No hubo más, el hombre de habla inglesa, dio las gracias y se retiró, dejando sola a Okiko, sentada en la parte detras de su restaurante, en silencio, sintiéndose rota, herida, porque sabía que era verdad.
Todos los dias, su madre planchaba su cabello, desde la primaria hasta la preparatoria, todo para no destacar por si inusual cabello más ondulado.
Cuando se descubrió que tenia talento y sazón para la cocina, cambió al club de arte y cuando ahi también descubrió cierto talento, se cambió al club de astronomía, donde definitivamente era un fracaso.
Cuando su cuerpo empezó a desarrollarse, también comenzó a usar ropa mas holgada y vendaba su pecho para lucir lo más simple posible.
Su madre una y otra vez le decía
"Al clavo salido, siempre hay que martillarlo" y Okiko...creció tanto bajo esa imposición, que ahora le parecia extraño y grosero que tantas personas le pidieran salir de su escondite, cuando alguna persona la llamaba hermosa, Okiko creía que era por lástima o buscar una comisa gratis.
Cuando adulan su comida, cree que lo hacen por compromiso y cuando le dan las gracias, cree de nuevo que es por culpa.
Tal vez, algun dia ella aprenderá, que no esta bien guardar todo ese dolor. Tal vez, algun dia el vaso se desborde y sea demasiado tarde.
Un dia un extranjero llegó al bar, armado con su app de traducción y ganas de conocer a los locales.
La chqrla se extendió, cuando solo estaba el extranjero y Okiko, él no pudo evitar preguntar con ayuda del traductor;
**And what are you doing for yourself?
When was the last time that Okiko bought an ice cream?
When was the last time you saw something that you genuinely liked and purchased? **
El traductor hizo lo suyo y le hizo saber aquello a la japonesa.
Y en lugar de responder, Okiko simplemente bajó la cabeza, sabiendo que la respuesta a todas esas preguntas no era otra que... "nunca".
**You really have a low self-esteem Okiko, I can't believe you've been living around 40 years trying to always blend and fit into a shut-down society. **
De nuevo, Okiko solo esbozó una suave mueca de sonrisa, creando un silencio incómodo.
No hubo más, el hombre de habla inglesa, dio las gracias y se retiró, dejando sola a Okiko, sentada en la parte detras de su restaurante, en silencio, sintiéndose rota, herida, porque sabía que era verdad.
Todos los dias, su madre planchaba su cabello, desde la primaria hasta la preparatoria, todo para no destacar por si inusual cabello más ondulado.
Cuando se descubrió que tenia talento y sazón para la cocina, cambió al club de arte y cuando ahi también descubrió cierto talento, se cambió al club de astronomía, donde definitivamente era un fracaso.
Cuando su cuerpo empezó a desarrollarse, también comenzó a usar ropa mas holgada y vendaba su pecho para lucir lo más simple posible.
Su madre una y otra vez le decía
"Al clavo salido, siempre hay que martillarlo" y Okiko...creció tanto bajo esa imposición, que ahora le parecia extraño y grosero que tantas personas le pidieran salir de su escondite, cuando alguna persona la llamaba hermosa, Okiko creía que era por lástima o buscar una comisa gratis.
Cuando adulan su comida, cree que lo hacen por compromiso y cuando le dan las gracias, cree de nuevo que es por culpa.
Tal vez, algun dia ella aprenderá, que no esta bien guardar todo ese dolor. Tal vez, algun dia el vaso se desborde y sea demasiado tarde.