• NO LO PUEDO EVITAR
    Fandom Libre
    Categoría Romance
    *Conocí una bella señorita...
    Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol...
    No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él...
    Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor...
    Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir...
    Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella.
    La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí...
    Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo.
    Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?*

    #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    *Conocí una bella señorita... Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol... No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él... Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor... Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir... Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella. La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí... Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo. Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?* #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
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  • SÓLO EL AMOR PUEDE SALVARNOS
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    Categoría Romance
    *Eres demasiado buena para ser real... Pero no puedo apartar mis ojos de ti.
    Estaba solo antes de ti. Sumido en la oscuridad de mi pasado... Pero un día llegaste sin que yo lo esperara, y trajiste luz a mi vida...
    Me sorprende, pero incluso alguien roto como yo también puede enamorarse... Y estoy enamorado de ti. Y descubrí gracias a ti que sólo el amor puede salvarnos...*

    *Sábado, y no tenía planes. Pero apareciste de visita a mi casa. Me reprochaste por dejar que la pereza prevaleciera sobre el hambre, y te ofreciste a cocinar algo. Estaba mirándote en la cocina, y entonces lo supe.
    Y no pude evitarlo, no pude controlarme ni resistirme, sólo me dejé llevar y fui a abrazarte. Me dijiste que era difícil moverse así, pero es que no podía soltarte... Porque no quiero soltarte. Así que decidiste seguir aunque no te soltara... Y cuando me dijiste que la comida estaba lista te sonreí enamorado y sólo pude dejar hablar a mi corazón.*

    —Te amo, y quiero que me cocines así el desayuno todos los días... Y lo siento, pero no puedo soltarte, porque no quiero soltarte... Quiero estar contigo por siempre. Así que cásate conmigo. Formemos una familia... Y déjame amarte y hacerte la más feliz con todo mi amor.
    #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    *Eres demasiado buena para ser real... Pero no puedo apartar mis ojos de ti. Estaba solo antes de ti. Sumido en la oscuridad de mi pasado... Pero un día llegaste sin que yo lo esperara, y trajiste luz a mi vida... Me sorprende, pero incluso alguien roto como yo también puede enamorarse... Y estoy enamorado de ti. Y descubrí gracias a ti que sólo el amor puede salvarnos...* *Sábado, y no tenía planes. Pero apareciste de visita a mi casa. Me reprochaste por dejar que la pereza prevaleciera sobre el hambre, y te ofreciste a cocinar algo. Estaba mirándote en la cocina, y entonces lo supe. Y no pude evitarlo, no pude controlarme ni resistirme, sólo me dejé llevar y fui a abrazarte. Me dijiste que era difícil moverse así, pero es que no podía soltarte... Porque no quiero soltarte. Así que decidiste seguir aunque no te soltara... Y cuando me dijiste que la comida estaba lista te sonreí enamorado y sólo pude dejar hablar a mi corazón.* —Te amo, y quiero que me cocines así el desayuno todos los días... Y lo siento, pero no puedo soltarte, porque no quiero soltarte... Quiero estar contigo por siempre. Así que cásate conmigo. Formemos una familia... Y déjame amarte y hacerte la más feliz con todo mi amor. #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
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    La ptm quetia abrazar a adriana y acabe quitandola de amigos no se ni como
    //
    La ptm quetia abrazar a adriana y acabe quitandola de amigos no se ni como :STK-12: //
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  • Kymsu dejó la carta de renuncia en la pastelería. Pidió disculpas a sus compañeras de piso y empacó sus cosas en preparación a lo que iba a hacer.

    Habían pasado meses desde que cambió a su cuerpo actual, pero, ¿había valido la pena? Por años pensaba que las catames que cambiaban por la aceptación social eran débiles, estúpidas, traicioneras... sin embargo, ella cayó, y mucho peor que caer, se dejó convencer por una bruja que le prometió maravillas, ¡una vida mejor! Pero esa vida fue al costo de lo que profundamente hacía a Kymsu ser ella misma.

    Su arrepentimiento comenzó tras encontrar unas fotografías y los diarios que había escrito mientras trabajaba en el bar de Koray, el bar "Chichonas" donde escribía sobre la libertad de su gente y cómo nunca iba a rendirse.

    — ¡Quiero revertirlo! —Su puño golpeaba la puerta de aquella casa remota, rodeada de un bosque que parecía abrazarla, esconderla de los demás. Ella estaba buscando a la hechicera que la transformó.

    —¿¿Hola??— Su rostro apegado al vidrio de la puerta buscaba a la anciana, pero nadie parecía estar en casa. ¿Estaba ignorándola? Kymsu continuó golpeando la puerta, desesperándose al imaginarse que no había manera de volver a como era antes. —¡¡Por favor!! ¡Necesito su ayuda! —

    Un par de horas habían pasado, el cielo se empezaba a oscurecer y su voz estaba ronca de tanto gritar y sus ojos enrojecidos por tanto llorar. Estaba a punto de rendirse cuando escuchó movimiento aproximarse desde el camino entre los árboles: era ella. Una anciana de menos de metro y medio, cabello rizado blanco que caía como cascada alrededor de su rostro. Parecía contenta y sorprendida de ver a Kymsu.

    — Oh my, la-niña, ¿qué haces aquí? — la señora se movía con tranquilidad, arrastrando un pequeño cesto con ruedas que estaba lleno de frutas, verduras y hojas verdes de todo tamaño. Se detuvo en la entrada, ofreciéndole una mano a la muchacha. Kymsu se puso de pie rápidamente y se limpió el rostro húmedo en lágrimas.

    —... P-pensé que me estaba ignorando. —
    —¡Jajaja! —su carcajada acompañó el campaneo de sus llaves tras adelantarse para abrir la puerta. Su voz era como un cálido abrazo.— Calma esos nervios. Adelante, adelante. Ya que estás aquí, qué tal si me ayudas a guardar las verduras y me cuentas qué buscabas, ¿hm? —

    Kymsu asintió.

    Pasó la tarde con la anciana, haciendo lo que le pedía. De cierta manera había entrado a modo "trabajo" y solamente actuaba por costumbre: barría, limpiaba, recogía, apartaba las sobras que pudieran entorpecer a la hechicera mientras parecía trabajar una poción de color cambiante. Kymsu quería esperar a que terminara de trabajar para pedirle ayuda, pero cayó exhausta en el sofá.

    Y en el estado hipnagogico escuchó a la anciana aproximarse a paso lento. Sostenía una taza con la pócima que había estado preparando.

    — La-niña, toma. Te hará bien—dijo—, te buscaré una cobijita.

    Kymsu no recordó haberse dormido; tras haberse tomado el té de hierbas, su cabeza se sintió pesada y experimentó sueños vívidos bastante extraños. No sabía por cuántas horas había dormido, pero despertó bañada en sudor.

    —¿Qué hora es...? —y al intentar buscar su teléfono, sintió que su mano estaba atascada en el sofá. Intentó halar, pero no podía soltarse. Se asustó aún más al notar que escuchaba todo mucho más alto que antes, los colores se veían distintos, y algo le estorbaba en la espalda ¿tenía su cola nuevamente? Se incorporó lo más rápido que pudo, sus garras se habían atascado al mueble. Se sentía torpe en su cuerpo nuevamente, se tropezó en su propia cola al caminar y el sonido de la madera crujiendo mientras caminaba resultaba escandaloso a sus oídos, pero cuando alcanzó a encontrar un espejo, sus ojos se humedecieron, emocionada.

    ¡Volvió a ser una catame!

    Escuchó a la anciana hablar desde la otra habitación.

    —¿Ya te despertaste, la-niña? —
    Kymsu corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.

    — ¡G-gracias! —sollozaba de felicidad. La anciana sólo le palmeó la espalda, y agregó, soltándose de su abrazo con delicadeza.

    —Ya... ya, pero váyase pronto, que los gatos me dan alergias. —se rió y tras besar la frente de Kymsu, le dejó ir.
    Kymsu dejó la carta de renuncia en la pastelería. Pidió disculpas a sus compañeras de piso y empacó sus cosas en preparación a lo que iba a hacer. Habían pasado meses desde que cambió a su cuerpo actual, pero, ¿había valido la pena? Por años pensaba que las catames que cambiaban por la aceptación social eran débiles, estúpidas, traicioneras... sin embargo, ella cayó, y mucho peor que caer, se dejó convencer por una bruja que le prometió maravillas, ¡una vida mejor! Pero esa vida fue al costo de lo que profundamente hacía a Kymsu ser ella misma. Su arrepentimiento comenzó tras encontrar unas fotografías y los diarios que había escrito mientras trabajaba en el bar de Koray, el bar "Chichonas" donde escribía sobre la libertad de su gente y cómo nunca iba a rendirse. — ¡Quiero revertirlo! —Su puño golpeaba la puerta de aquella casa remota, rodeada de un bosque que parecía abrazarla, esconderla de los demás. Ella estaba buscando a la hechicera que la transformó. —¿¿Hola??— Su rostro apegado al vidrio de la puerta buscaba a la anciana, pero nadie parecía estar en casa. ¿Estaba ignorándola? Kymsu continuó golpeando la puerta, desesperándose al imaginarse que no había manera de volver a como era antes. —¡¡Por favor!! ¡Necesito su ayuda! — Un par de horas habían pasado, el cielo se empezaba a oscurecer y su voz estaba ronca de tanto gritar y sus ojos enrojecidos por tanto llorar. Estaba a punto de rendirse cuando escuchó movimiento aproximarse desde el camino entre los árboles: era ella. Una anciana de menos de metro y medio, cabello rizado blanco que caía como cascada alrededor de su rostro. Parecía contenta y sorprendida de ver a Kymsu. — Oh my, la-niña, ¿qué haces aquí? — la señora se movía con tranquilidad, arrastrando un pequeño cesto con ruedas que estaba lleno de frutas, verduras y hojas verdes de todo tamaño. Se detuvo en la entrada, ofreciéndole una mano a la muchacha. Kymsu se puso de pie rápidamente y se limpió el rostro húmedo en lágrimas. —... P-pensé que me estaba ignorando. — —¡Jajaja! —su carcajada acompañó el campaneo de sus llaves tras adelantarse para abrir la puerta. Su voz era como un cálido abrazo.— Calma esos nervios. Adelante, adelante. Ya que estás aquí, qué tal si me ayudas a guardar las verduras y me cuentas qué buscabas, ¿hm? — Kymsu asintió. Pasó la tarde con la anciana, haciendo lo que le pedía. De cierta manera había entrado a modo "trabajo" y solamente actuaba por costumbre: barría, limpiaba, recogía, apartaba las sobras que pudieran entorpecer a la hechicera mientras parecía trabajar una poción de color cambiante. Kymsu quería esperar a que terminara de trabajar para pedirle ayuda, pero cayó exhausta en el sofá. Y en el estado hipnagogico escuchó a la anciana aproximarse a paso lento. Sostenía una taza con la pócima que había estado preparando. — La-niña, toma. Te hará bien—dijo—, te buscaré una cobijita. Kymsu no recordó haberse dormido; tras haberse tomado el té de hierbas, su cabeza se sintió pesada y experimentó sueños vívidos bastante extraños. No sabía por cuántas horas había dormido, pero despertó bañada en sudor. —¿Qué hora es...? —y al intentar buscar su teléfono, sintió que su mano estaba atascada en el sofá. Intentó halar, pero no podía soltarse. Se asustó aún más al notar que escuchaba todo mucho más alto que antes, los colores se veían distintos, y algo le estorbaba en la espalda ¿tenía su cola nuevamente? Se incorporó lo más rápido que pudo, sus garras se habían atascado al mueble. Se sentía torpe en su cuerpo nuevamente, se tropezó en su propia cola al caminar y el sonido de la madera crujiendo mientras caminaba resultaba escandaloso a sus oídos, pero cuando alcanzó a encontrar un espejo, sus ojos se humedecieron, emocionada. ¡Volvió a ser una catame! Escuchó a la anciana hablar desde la otra habitación. —¿Ya te despertaste, la-niña? — Kymsu corrió hacia ella y la abrazó con fuerza. — ¡G-gracias! —sollozaba de felicidad. La anciana sólo le palmeó la espalda, y agregó, soltándose de su abrazo con delicadeza. —Ya... ya, pero váyase pronto, que los gatos me dan alergias. —se rió y tras besar la frente de Kymsu, le dejó ir.
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  • REVELACIONES:PARTE 2/2

    —¡QUIERO EXPLICACIONES DE ESTO!

    —Esteban alzo los papeles de su adopcion frente a sus padres,cosa que los tomo de sorpresa,pero al ver que no tenían escapatoria,decidieron contarle la verdad—

    Fernando [Padre Adoptivo de Esteban]:"Hijo...Lamento hacer que te enteres asi...queriamos decirtelo pero...el miedo nos invadió...quiero que sepas que te amamos,seas Hank o Esteban,para nosotros eres nuestro hijo sin importar que"


    —Esteban solo estaba llorando,a pesar de estar enfadado por la gran mentira de su vida,tenian razon,el los amaba y los apreciaba,simplemente dejo los papeles en el piso y corrio a abrazarlos,poniendo fin a su enojo pero no de su curiosidad de saber sobre sus antepasados—
    REVELACIONES:PARTE 2/2 —¡QUIERO EXPLICACIONES DE ESTO! —Esteban alzo los papeles de su adopcion frente a sus padres,cosa que los tomo de sorpresa,pero al ver que no tenían escapatoria,decidieron contarle la verdad— Fernando [Padre Adoptivo de Esteban]:"Hijo...Lamento hacer que te enteres asi...queriamos decirtelo pero...el miedo nos invadió...quiero que sepas que te amamos,seas Hank o Esteban,para nosotros eres nuestro hijo sin importar que" —Esteban solo estaba llorando,a pesar de estar enfadado por la gran mentira de su vida,tenian razon,el los amaba y los apreciaba,simplemente dejo los papeles en el piso y corrio a abrazarlos,poniendo fin a su enojo pero no de su curiosidad de saber sobre sus antepasados—
    Me entristece
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  • — ¿Por qué al parecer saca a relucir que si tengo un poco de corazón? Quiero abrazarlo, más de lo que quiero abrazarme a mí misma.—
    — ¿Por qué al parecer saca a relucir que si tengo un poco de corazón? Quiero abrazarlo, más de lo que quiero abrazarme a mí misma.—
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  • Ser la oscuridad que cobija la luz de las estrellas, es algo a lo cual no temo abrazarme ya que donde existe la luz también deben de reinar las tinieblas una cara de una misma moneda
    Ser la oscuridad que cobija la luz de las estrellas, es algo a lo cual no temo abrazarme ya que donde existe la luz también deben de reinar las tinieblas una cara de una misma moneda
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  • Abel, mi luz en la sombra, mi sol en la oscuridad,
    aunque mis ojos no vean, mi corazón te puede abrazar.
    Tus palabras son la melodía que mi alma sabe escuchar,
    y en cada latido siento que contigo siempre quiero estar.

    Gracias, mi amor, por amarme sin importar mi ceguera,
    por encontrar belleza en mi alma, aunque mi vista no sea entera.
    En tus brazos veo el universo, en tu voz hallo mi paz,
    y aunque mis ojos no te miren, te siento en cada compás.

    Eres mi refugio, mi razón, mi cielo, mi verdad,
    en tu amor hallé el milagro, en tu ternura mi realidad.
    No necesito ver el mundo, porque contigo todo es perfecto,
    y en la oscuridad de mis días, eres mi faro, mi amor, mi anhelo.
    Abel, mi luz en la sombra, mi sol en la oscuridad, aunque mis ojos no vean, mi corazón te puede abrazar. Tus palabras son la melodía que mi alma sabe escuchar, y en cada latido siento que contigo siempre quiero estar. Gracias, mi amor, por amarme sin importar mi ceguera, por encontrar belleza en mi alma, aunque mi vista no sea entera. En tus brazos veo el universo, en tu voz hallo mi paz, y aunque mis ojos no te miren, te siento en cada compás. Eres mi refugio, mi razón, mi cielo, mi verdad, en tu amor hallé el milagro, en tu ternura mi realidad. No necesito ver el mundo, porque contigo todo es perfecto, y en la oscuridad de mis días, eres mi faro, mi amor, mi anhelo.
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  • —————— Cumpleaños Feliz

    #OneShot

    La mesa está adornada con guirnaldas doradas y flores frescas. Una docena de velas centellean en el pastel de vainilla, y el nombre de la cumpleañera está escrito en glaseado rosado con una caligrafía pulcra. Lo leo en silencio. Alaya.

    Es una vergüenza, lo sé. Olvidar nombres es casi una tradición en mí. Pero nadie espera otra cosa, así que nadie dice nada cuando mis ojos van y vienen del pastel para saber nombre de a quien canto.

    Acomodo mi camisa y aliso la bonita bolsita que cuelga de mi brazo. Dentro hay un vestido con lazos y un el juego de maquillaje que elegí con esmero. Alaya está entrando en esa edad donde las niñas comienzan a sentirse mujeres, y estoy seguro que disfrutará experimentar frente al espejo. ¿Cómo conozco las preferencias de la niña, si ni siquiera puedo recordar su nombre? Fácil, consulté a mi hermano, Vidhi NigDurgae, quien me aseguró que Alaya es una niña muy femenina.

    Estoy esperando pacientemente mi turno para abrazarla, para consentirla, cuando Rajenda abre la boca.

    — Ya se le empiezan a marcar las caderas —dice con la misma ligereza con la que uno comentaría el clima. Cualquiera creería que es una broma, un comentario desubicado pero inofensivo de esos que hacen los tíos borrachos en toda reunión familiar, pero Rajenda pertenece a la rama más conservadora y retrograda del clan. No ha bebido una gota de alcohol. Sé que no se está haciendo el gracioso— Será una buena reproductora.

    Mi puño encuentra su rostro antes de que nadie más reaccione. Hay un sonido hueco, un crujido apagado, y su cuerpo es arrojado hacia atrás como si fuera de papel. Choca contra el muro con un golpe seco. Un murmullo ahogado recorre el salón mientras todos se apartan de mi camino.

    Me acerco a él con la calma de una marea creciente. La furia no ciega mis pasos; los guía con precisión.

    Rajenda apenas entiende lo que pasa cuando lo tomo por la ropa, alzándolo con la facilidad con la que se sacude el polvo de un abrigo.

    — Que no te vea cerca de mi hermana —gruño. Mi voz es baja, más peligrosa por lo contenida— Ninguna de ellas.

    Lo lanzo hacia la puerta sin esfuerzo, no pesa más que una piedrecilla en mi mano. La gente se aparta en silencio. Nadie se interpone.

    Llega al suelo con un golpe sordo. Me acerco de nuevo. Lo miro con el desprecio de quien ve una mancha en el suelo y la empujo con el pie hasta sacarlo del recinto.

    — Primera y última advertencia.

    La puerta se cierra con un estruendo.

    Doy media vuelta y respiro profundo. La música ha cesado, los murmullos han tomado su lugar. Pero cuando alzo la vista, Alaya está allí, con las mejillas sonrojadas, los ojos brillantes. No de miedo, no de vergüenza. De alivio.

    Luego me enteraría de que Alaya tiene el don de ver, y esa noche cesaron sus pesadillas.

    La fiesta sigue en pausa, pero yo continúo mi camino hacia la mesa. Tomo la bolsita con el regalo y se la entrego, y ella la acepta con una sonrisa que sólo ella entiende.

    — Feliz cumpleaños, Alaya.

    #𓆙𓆙𓆙 #NagaBros
    —————— Cumpleaños Feliz #OneShot La mesa está adornada con guirnaldas doradas y flores frescas. Una docena de velas centellean en el pastel de vainilla, y el nombre de la cumpleañera está escrito en glaseado rosado con una caligrafía pulcra. Lo leo en silencio. Alaya. Es una vergüenza, lo sé. Olvidar nombres es casi una tradición en mí. Pero nadie espera otra cosa, así que nadie dice nada cuando mis ojos van y vienen del pastel para saber nombre de a quien canto. Acomodo mi camisa y aliso la bonita bolsita que cuelga de mi brazo. Dentro hay un vestido con lazos y un el juego de maquillaje que elegí con esmero. Alaya está entrando en esa edad donde las niñas comienzan a sentirse mujeres, y estoy seguro que disfrutará experimentar frente al espejo. ¿Cómo conozco las preferencias de la niña, si ni siquiera puedo recordar su nombre? Fácil, consulté a mi hermano, [V1dh1], quien me aseguró que Alaya es una niña muy femenina. Estoy esperando pacientemente mi turno para abrazarla, para consentirla, cuando Rajenda abre la boca. — Ya se le empiezan a marcar las caderas —dice con la misma ligereza con la que uno comentaría el clima. Cualquiera creería que es una broma, un comentario desubicado pero inofensivo de esos que hacen los tíos borrachos en toda reunión familiar, pero Rajenda pertenece a la rama más conservadora y retrograda del clan. No ha bebido una gota de alcohol. Sé que no se está haciendo el gracioso— Será una buena reproductora. Mi puño encuentra su rostro antes de que nadie más reaccione. Hay un sonido hueco, un crujido apagado, y su cuerpo es arrojado hacia atrás como si fuera de papel. Choca contra el muro con un golpe seco. Un murmullo ahogado recorre el salón mientras todos se apartan de mi camino. Me acerco a él con la calma de una marea creciente. La furia no ciega mis pasos; los guía con precisión. Rajenda apenas entiende lo que pasa cuando lo tomo por la ropa, alzándolo con la facilidad con la que se sacude el polvo de un abrigo. — Que no te vea cerca de mi hermana —gruño. Mi voz es baja, más peligrosa por lo contenida— Ninguna de ellas. Lo lanzo hacia la puerta sin esfuerzo, no pesa más que una piedrecilla en mi mano. La gente se aparta en silencio. Nadie se interpone. Llega al suelo con un golpe sordo. Me acerco de nuevo. Lo miro con el desprecio de quien ve una mancha en el suelo y la empujo con el pie hasta sacarlo del recinto. — Primera y última advertencia. La puerta se cierra con un estruendo. Doy media vuelta y respiro profundo. La música ha cesado, los murmullos han tomado su lugar. Pero cuando alzo la vista, Alaya está allí, con las mejillas sonrojadas, los ojos brillantes. No de miedo, no de vergüenza. De alivio. Luego me enteraría de que Alaya tiene el don de ver, y esa noche cesaron sus pesadillas. La fiesta sigue en pausa, pero yo continúo mi camino hacia la mesa. Tomo la bolsita con el regalo y se la entrego, y ella la acepta con una sonrisa que sólo ella entiende. — Feliz cumpleaños, Alaya. #𓆙𓆙𓆙 #NagaBros
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    *Conocí una bella señorita...
    Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol...
    No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él...
    Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor...
    Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir...
    Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella.
    La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí...
    Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo.
    Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?*

    #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    *Conocí una bella señorita... Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol... No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él... Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor... Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir... Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella. La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí... Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo. Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?* #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
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