• -¡Waaaah, el viento se siente genial! *reí mientras sacaba un poco más la cabeza por la ventana, dejando que mis orejitas se movieran libres*

    - ¡Mococo Abyssgard , mira, mira! ¡La ciudad entera está brillando hoy!

    *Ajusté mis lentes en forma de corazones y guiñé un ojo, emocionada.*

    -¡Cuando lleguemos, quiero una foto contigo! ¡Pero no una normal, una super cool para que todas se mueran de envidia! ¡Fuwawa style~!
    -¡Waaaah, el viento se siente genial! *reí mientras sacaba un poco más la cabeza por la ventana, dejando que mis orejitas se movieran libres* - ¡[haze_peridot_bat_137] , mira, mira! ¡La ciudad entera está brillando hoy! *Ajusté mis lentes en forma de corazones y guiñé un ojo, emocionada.* -¡Cuando lleguemos, quiero una foto contigo! ¡Pero no una normal, una super cool para que todas se mueran de envidia! ¡Fuwawa style~!
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  • ──── 𝘕𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘪𝘰𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰. ──── 𝑂𝑡𝑟𝑜 𝑑í𝑎 𝑚á𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜. [?]
    ──── 𝘕𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳 𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘪𝘰𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘰. ──── 𝑂𝑡𝑟𝑜 𝑑í𝑎 𝑚á𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜. [?]
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  • Es innegociable esa forma de ver la vida con alegría cada vez que tú me miras, cada vez que tú te cruzas en mi camino y me demuestras lo que es querer y sobre todo, sentirse querido.
    Es innegociable esa forma de ver la vida con alegría cada vez que tú me miras, cada vez que tú te cruzas en mi camino y me demuestras lo que es querer y sobre todo, sentirse querido.
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  • El umbral del recuerdo.
    Categoría Drama
    Rol con: Alak–il

    Ogidnew despertó sin recordar en qué momento se había quedado dormido.

    Estaba de pie en un pasillo largo y estéril, iluminado solo por una línea de luces amarillas que parpadeaban ocasionalmente. A ambos lados había puertas idénticas: grises, sin manijas, sin señalización.
    Todas cerradas. Todas silenciosas.

    Sentía que ya había estado allí.
    Pero no sabía cuándo.
    Ni por qué.

    El aire tenía un olor leve a humedad… y algo más.
    Algo parecido a ceniza y metal.

    Intentó retroceder, pero el pasillo seguía, idéntico, interminable.
    No avanzaba.
    No retrocedía.
    Solo existía.

    Su respiración empezó a agitarse.
    Una puerta, tres metros frente a él, tembló ligeramente.
    Como si algo del otro lado hubiese apoyado su mano sobre ella.

    Se acercó lentamente y la puerta se abrió ligeramente...
    Se detuvo, pero nada salió de dicha puerta.
    Continuó acercándose, hasta que el olor a muerte inundó su nariz, no pudo evitar sentir náuseas, pero ¿Por qué? Ya había olido la muerte de cerca, entonces...

    Entonces ¿Por qué su cuerpo le gritaba que no abriera la puerta?

    Acercó la mano para abrirla a pesar de todo, y el segundo que vio la escena frente a él fue suficiente para hacer que volviera al mundo real.

    Dio un salto en la cama y miró alrededor.
    Apenas podía respirar.
    Su corazón parecía que iba a escapar de su pecho en cualquier momento.

    Se echó una mano a la sien y cerró los ojos. — No era real... Tranquilo... — Se murmuró a si mismo.
    Pero la imagen no desaparecería de su cabeza tan fácilmente.

    Pasado el rato, Ogidnew se levantó de la cama, vistiéndose con su ropa usual y salió de su habitación.

    El olor a comida inundaba el pasillo de la posada, tenía hambre... Pero también tenía prisa.
    Los rumores de las ruinas de una aldea chamánica habían llamado su atención, pues puede que allí encontrara pistas sobre lo que llevaba tanto tiempo buscando.

    Una técnica de resurrección, no solo corpórea, sino también espiritual.

    Salió de la posada ofreciéndole una leve sonrisa al empleado que lo atendió la noche anterior.
    El sol apenas se asomaba cuando salió de la posada. Había venido a Cuyán con un propósito concreto, y las pesadillas no iban a desviarlo.

    El aire matutino olía a tierra húmeda. El terreno alrededor de Cuyán era agreste, quebrado, lleno de senderos que parecían cambiar bajo los pies. Ogidnew sabía que ciertas ruinas chamánicas estaban dispersas entre los riscos, pero no había un mapa fiable, dependía de su intuición y de algo más profundo: ese pulso oculto que a veces lo guiaba hacia lo que debía encontrar.

    Horas después, tras atravesar grietas que parecían heridas antiguas del mundo, vio algo.

    Primero fueron restos dispersos, piedras pintadas con pigmentos desvaídos, los aparentes restos de tótems, o puede que simplemente fueran animales muertos.

    Pero lo imposible estaba al final del camino.

    Un templo.

    Erguido.
    Intacto.
    Demasiado intacto.

    La estructura no parecía resistir al tiempo sino que más bien lo ignoraba. Los muros estaban cubiertos de símbolos, y la entrada, medianamente obstruida, tenía una clara entrada.

    Al acercarse a dicha entrada, el aire cambió, se respiraba una penumbra tibia, casi expectante.

    Y algo dentro de Ogidnew sabía que no estaría solo ahí dentro...
    Rol con: [Absolute_Annihilation] Ogidnew despertó sin recordar en qué momento se había quedado dormido. Estaba de pie en un pasillo largo y estéril, iluminado solo por una línea de luces amarillas que parpadeaban ocasionalmente. A ambos lados había puertas idénticas: grises, sin manijas, sin señalización. Todas cerradas. Todas silenciosas. Sentía que ya había estado allí. Pero no sabía cuándo. Ni por qué. El aire tenía un olor leve a humedad… y algo más. Algo parecido a ceniza y metal. Intentó retroceder, pero el pasillo seguía, idéntico, interminable. No avanzaba. No retrocedía. Solo existía. Su respiración empezó a agitarse. Una puerta, tres metros frente a él, tembló ligeramente. Como si algo del otro lado hubiese apoyado su mano sobre ella. Se acercó lentamente y la puerta se abrió ligeramente... Se detuvo, pero nada salió de dicha puerta. Continuó acercándose, hasta que el olor a muerte inundó su nariz, no pudo evitar sentir náuseas, pero ¿Por qué? Ya había olido la muerte de cerca, entonces... Entonces ¿Por qué su cuerpo le gritaba que no abriera la puerta? Acercó la mano para abrirla a pesar de todo, y el segundo que vio la escena frente a él fue suficiente para hacer que volviera al mundo real. Dio un salto en la cama y miró alrededor. Apenas podía respirar. Su corazón parecía que iba a escapar de su pecho en cualquier momento. Se echó una mano a la sien y cerró los ojos. — No era real... Tranquilo... — Se murmuró a si mismo. Pero la imagen no desaparecería de su cabeza tan fácilmente. Pasado el rato, Ogidnew se levantó de la cama, vistiéndose con su ropa usual y salió de su habitación. El olor a comida inundaba el pasillo de la posada, tenía hambre... Pero también tenía prisa. Los rumores de las ruinas de una aldea chamánica habían llamado su atención, pues puede que allí encontrara pistas sobre lo que llevaba tanto tiempo buscando. Una técnica de resurrección, no solo corpórea, sino también espiritual. Salió de la posada ofreciéndole una leve sonrisa al empleado que lo atendió la noche anterior. El sol apenas se asomaba cuando salió de la posada. Había venido a Cuyán con un propósito concreto, y las pesadillas no iban a desviarlo. El aire matutino olía a tierra húmeda. El terreno alrededor de Cuyán era agreste, quebrado, lleno de senderos que parecían cambiar bajo los pies. Ogidnew sabía que ciertas ruinas chamánicas estaban dispersas entre los riscos, pero no había un mapa fiable, dependía de su intuición y de algo más profundo: ese pulso oculto que a veces lo guiaba hacia lo que debía encontrar. Horas después, tras atravesar grietas que parecían heridas antiguas del mundo, vio algo. Primero fueron restos dispersos, piedras pintadas con pigmentos desvaídos, los aparentes restos de tótems, o puede que simplemente fueran animales muertos. Pero lo imposible estaba al final del camino. Un templo. Erguido. Intacto. Demasiado intacto. La estructura no parecía resistir al tiempo sino que más bien lo ignoraba. Los muros estaban cubiertos de símbolos, y la entrada, medianamente obstruida, tenía una clara entrada. Al acercarse a dicha entrada, el aire cambió, se respiraba una penumbra tibia, casi expectante. Y algo dentro de Ogidnew sabía que no estaría solo ahí dentro...
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • Martes de cosplay y próximamente más contenido en mis redes sociales.
    Martes de cosplay y próximamente más contenido en mis redes sociales. 😇
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  • Hay ocasiones en las que un hombre debe luchar, aunque sepa de antemano que va a perder.
    Hay ocasiones en las que un hombre debe luchar, aunque sepa de antemano que va a perder.
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  • -okey como en la practica gallade, y 1 y 2 y un dos tres- empezo a bailar un ballet con su pokemon el cual usando psiquico lo alzo en el aire dando vueltas ayudando a que los saltos se vieran mas llamativos -okey gallade ultima vuuuEELTA!- se escucho el grito de Summer seguido de un splash, su pokemon perdio la concentracion lanzandolo de boca al agua, summer unicamente se levanto con dolor quitandose a un lotad de la cabeza
    -okey como en la practica gallade, y 1 y 2 y un dos tres- empezo a bailar un ballet con su pokemon el cual usando psiquico lo alzo en el aire dando vueltas ayudando a que los saltos se vieran mas llamativos -okey gallade ultima vuuuEELTA!- se escucho el grito de Summer seguido de un splash, su pokemon perdio la concentracion lanzandolo de boca al agua, summer unicamente se levanto con dolor quitandose a un lotad de la cabeza
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  • Que día tan caluroso, definitivamente extraño el invierno.
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  • Angélique Wyndham
    𝖺𝗇𝗇𝗒𝖾𝗈𝗇𝗀𝗁𝖺𝗌𝖾𝗒𝗈﹗
    𝖻𝗂𝖾𝗇𝗏𝖾𝗇𝗂𝖽𝖺﹗
    [phantom_pink_frog_203] 𝖺𝗇𝗇𝗒𝖾𝗈𝗇𝗀𝗁𝖺𝗌𝖾𝗒𝗈﹗ 𝖻𝗂𝖾𝗇𝗏𝖾𝗇𝗂𝖽𝖺﹗
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  • Si quieres proteger lo que valoras, no pienses en si tu te lastimaras, primero debes pensar en la persona que quieres proteger.
    Si quieres proteger lo que valoras, no pienses en si tu te lastimaras, primero debes pensar en la persona que quieres proteger.
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