• >Después de unos días, cargando algunas bolsas, llego a casa, suspirando cargado abría la puerta<

    Seguro esta todo en orden... Un largo viaje....
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  • China Antigua.- La vida en la montaña celestial siempre habia sido tranquila y en completa paz y armonía, las leyes que establecía su maestra Baoshan siempre fueron rectas y todo seguia un orden natural, el cual era dificil intervenir, no fue hasta que cumplio los 17 años que pudo dejar la montaña por deseo propio de ayudar a las personas, pues si bien vivian casi como un monasterio llegaron a escuchar rumores aqui y alla de algunos viajeros que se encontraron en uno de sus dias que pudo salir a recolectar plantas medicinales en un arroyo cercano.

    Aquello le causo preocupacion al joven discipulo y tras varios ruegos la maestra le permitio salir, sin embargo las leyes eran directas: "si te vas, no puedes volver a la montaña" por lo cual y tras pensarlo, no le quedo mas remedio que irse y emprender su camino.

    Aun asi, participó en su primera competencia logrando el primer lugar, mas no dejo que esto se le subiera continuo con las enseñanzas que habia aprendido, aprovecho que se encontraba cerca de la secta Lanling para curosear en alguna biblioteca cercana y consultar algunos libros y pergaminos, tomandose el tiempo de comprar uno que llamo su atencion y llevarlo a la posada donde estaba hospedado.

    "Quien pretende el dominio del mundo y mejorar éste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde."

    "Aquel que obtiene una victoria sobre otro hombre, es fuerte; pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo, es poderoso"

    " Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe."

    parece que es muy bueno -pensó-
    China Antigua.- La vida en la montaña celestial siempre habia sido tranquila y en completa paz y armonía, las leyes que establecía su maestra Baoshan siempre fueron rectas y todo seguia un orden natural, el cual era dificil intervenir, no fue hasta que cumplio los 17 años que pudo dejar la montaña por deseo propio de ayudar a las personas, pues si bien vivian casi como un monasterio llegaron a escuchar rumores aqui y alla de algunos viajeros que se encontraron en uno de sus dias que pudo salir a recolectar plantas medicinales en un arroyo cercano. Aquello le causo preocupacion al joven discipulo y tras varios ruegos la maestra le permitio salir, sin embargo las leyes eran directas: "si te vas, no puedes volver a la montaña" por lo cual y tras pensarlo, no le quedo mas remedio que irse y emprender su camino. Aun asi, participó en su primera competencia logrando el primer lugar, mas no dejo que esto se le subiera continuo con las enseñanzas que habia aprendido, aprovecho que se encontraba cerca de la secta Lanling para curosear en alguna biblioteca cercana y consultar algunos libros y pergaminos, tomandose el tiempo de comprar uno que llamo su atencion y llevarlo a la posada donde estaba hospedado. "Quien pretende el dominio del mundo y mejorar éste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde." "Aquel que obtiene una victoria sobre otro hombre, es fuerte; pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo, es poderoso" " Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe." parece que es muy bueno -pensó-
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  • •Z̷a̷r̷e̷k̷•𖧨༒



    {El sol se alzaba sobre el horizonte, tiñendo la vasta extensión del desierto con un resplandor dorado, como si cada grano de arena fuera oro líquido bajo su luz. A lo lejos, el palacio emergía imponente, inmenso poder en medio de la nada. En sus pasillos y patios, los guerreros entrenaban con disciplina, otros bebían vino luego de las jornadas de guardia, algunos negociaban con mercaderes que ofrecían especias y telas, mientras las voces resonaba entre las columnas.}

    {En alguna parte del palacio, rodeado de riquezas, de estatuas dedicadas a Anubis y de altares cubiertos con velas encendidas, sahumerios, frutas y vino, se encontraba el príncipe Zarek, ahora proclamado rey. Desde una de las altas ventanas, abiertas al aire del desierto, sin vidrios ni persianas, observaba su ejército. y su reino construido en medio del vacío, sostenido únicamente por la voluntad de su ejército y por la suya.}

    {Allí, en el único asentamiento que quedaba de los nekomatas, la vida era dura. Durante el día, la arena quemaba la piel y durante la noche, el frío calaba hasta los huesos. El agua era escasa, la comida difícil de conseguir y la tierra nunca generosa. Sin embargo, habían aprendido a resistir.}

    {Zarek era el pilar de esa resistencia. Bajo su mando, las expediciones de caza rara vez regresaban con las manos vacías, y las cosechas, aunque humildes, bastaban para mantener al pueblo con vida. Nadie cuestionaba su liderazgo, aunque la mayoría lo temía tanto como lo respetaba. Frío, autoritario, distante, ya no era visto solo como un príncipe convertido en rey, sino como la encarnación misma de un dios. Jamás había mostrado afecto, ni siquiera hacia sus propios padres. Para muchos, en él no existía un corazón capaz de sentir.}

    {Esa madrugada, sus hombres volvieron tras un extenso viaje. Habían cumplido con la misión de espiar a posibles enemigos y traer información. Lo que comunicaron solo confirmaba que la antigua profecía estaba por cumplirse. La próxima luna llena sería el inicio del posible fin de los nekomatas.}

    {Zarek no dudó. Sabía lo que debía hacer. Había llegado la hora de buscar a su prometida, la mujer destinada a convertirse en reina y traer la salvación. Ella habitaba en el mundo de los humanos, ignorante del peso que cargaba sobre sus hombros ahora mismo. Para ella, él era un desconocido. Pero Zarek la sentía. Podía percibirla en el aire, como un instinto que lo guiaba sin error. Un fuerte instinto.}

    —Pronto estarás en casa, sucia sangre mestiza. Tu destino ya está escrito.

    {Zarek estaba decidido. Encontraría a la mujer que le había sido prometida, aunque tuviera que desafiar a los dioses mismos o entregar sus siete vidas en el intento.}

    •Z̷a̷r̷e̷k̷•𖧨༒ {El sol se alzaba sobre el horizonte, tiñendo la vasta extensión del desierto con un resplandor dorado, como si cada grano de arena fuera oro líquido bajo su luz. A lo lejos, el palacio emergía imponente, inmenso poder en medio de la nada. En sus pasillos y patios, los guerreros entrenaban con disciplina, otros bebían vino luego de las jornadas de guardia, algunos negociaban con mercaderes que ofrecían especias y telas, mientras las voces resonaba entre las columnas.} {En alguna parte del palacio, rodeado de riquezas, de estatuas dedicadas a Anubis y de altares cubiertos con velas encendidas, sahumerios, frutas y vino, se encontraba el príncipe Zarek, ahora proclamado rey. Desde una de las altas ventanas, abiertas al aire del desierto, sin vidrios ni persianas, observaba su ejército. y su reino construido en medio del vacío, sostenido únicamente por la voluntad de su ejército y por la suya.} {Allí, en el único asentamiento que quedaba de los nekomatas, la vida era dura. Durante el día, la arena quemaba la piel y durante la noche, el frío calaba hasta los huesos. El agua era escasa, la comida difícil de conseguir y la tierra nunca generosa. Sin embargo, habían aprendido a resistir.} {Zarek era el pilar de esa resistencia. Bajo su mando, las expediciones de caza rara vez regresaban con las manos vacías, y las cosechas, aunque humildes, bastaban para mantener al pueblo con vida. Nadie cuestionaba su liderazgo, aunque la mayoría lo temía tanto como lo respetaba. Frío, autoritario, distante, ya no era visto solo como un príncipe convertido en rey, sino como la encarnación misma de un dios. Jamás había mostrado afecto, ni siquiera hacia sus propios padres. Para muchos, en él no existía un corazón capaz de sentir.} {Esa madrugada, sus hombres volvieron tras un extenso viaje. Habían cumplido con la misión de espiar a posibles enemigos y traer información. Lo que comunicaron solo confirmaba que la antigua profecía estaba por cumplirse. La próxima luna llena sería el inicio del posible fin de los nekomatas.} {Zarek no dudó. Sabía lo que debía hacer. Había llegado la hora de buscar a su prometida, la mujer destinada a convertirse en reina y traer la salvación. Ella habitaba en el mundo de los humanos, ignorante del peso que cargaba sobre sus hombros ahora mismo. Para ella, él era un desconocido. Pero Zarek la sentía. Podía percibirla en el aire, como un instinto que lo guiaba sin error. Un fuerte instinto.} —Pronto estarás en casa, sucia sangre mestiza. Tu destino ya está escrito. {Zarek estaba decidido. Encontraría a la mujer que le había sido prometida, aunque tuviera que desafiar a los dioses mismos o entregar sus siete vidas en el intento.}
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  • •Recuerdos de Haku•

    {Hoy comenzaba otro día de entrenamiento. Las clases con mi nuevo mentor solían ser duras y agotadoras, pero cada jornada me dejaba con la sensación de que mis fuerzas crecían, y también mis ganas.}

    {Por suerte, aquella mañana no encontré al espectro fanfarrón en ninguna parte. No era raro que los espíritus prefirieran vagar a su antojo, apareciendo y desapareciendo sin aviso. Pero cuando era niña para mi desgracia, él no lo hacía. Todas las noches, justo cuándo apagaba la luz y me acurrucaba en mi cama, ahí estaba. De pie, paradote contra el brillo de la ventana, recordándome con su sola presencia que no me dejaría sola. Él podía sentir mi miedo, lo olía como un cuervo puede oler la carne muerta. Y hasta el día de hoy estoy convencida de que fue él quien perturbaba mis sueños, retorciéndolos hasta volverlos pesadillas. Dolorosas, pero cada una me dejaba una enseñanza, un consejo. Él se colaba en mi mente mientras dormía.}

    {Al principio, entre nosotros no hubo palabras. Solo estaba yo, creciendo bajo su presencia, acostumbrándome poco a poco a tenerlo como un espectador silencioso en cada momento de mi vida. Estaba ahí en mis cumpleaños, en navidades, en las fiestas escolares e incluso en los viajes familiares. Siempre, como una sombra.}

    {Con el tiempo me atreví a hablarle. En realidad, era yo quien llenaba las habitaciones y rincones con mi voz, contándole cosas sin parar mientras él escuchaba en un silencio que a veces se volvía insoportable. Solo respondía cuando quería, con esa voz metálica y áspera. Recuerdo un día en especial. Estábamos en el campo, visitando a la mujer más anciana de la familia de mi madre. Me atreví a decirle que su forma humanoide me incomodaba, y que no tenía nada de espiritual. Y claro… lo ofendí. Se irguió frente a mí, con su rostro serio cómo siempre, y me preguntó con un tono desafiante qué forma debería tomar entonces.}

    {Mi mirada se perdió por alguna parte, donde corría libre el caballo más hermoso que yo había visto. El de la abuela. Señalé con una sonrisa brillante.}

    —Un caballo como el de la abuela… es el más hermoso de todo el campo.

    {Y justo en ese momento, un águila voló por los cielos sobre nuestras cabezas, dejando escapar un chillido. Con la emoción de una niña, lo señalé con el dedo.}

    —¡Un águila! ¡Mira, Puff, un águila!

    {El espíritu, en silencio, pareció tomar nota. Y esa misma tarde decidió tomar las formas de las dos criaturas que más me fascinaban. Así nació la forma que aún conserva: mitad caballo, mitad águila. Ya no era una sombra, sino un ser majestuoso que representaba lo que él más amaba en el mundo: La libertad.}


    •Recuerdos de Haku•📖 {Hoy comenzaba otro día de entrenamiento. Las clases con mi nuevo mentor solían ser duras y agotadoras, pero cada jornada me dejaba con la sensación de que mis fuerzas crecían, y también mis ganas.} {Por suerte, aquella mañana no encontré al espectro fanfarrón en ninguna parte. No era raro que los espíritus prefirieran vagar a su antojo, apareciendo y desapareciendo sin aviso. Pero cuando era niña para mi desgracia, él no lo hacía. Todas las noches, justo cuándo apagaba la luz y me acurrucaba en mi cama, ahí estaba. De pie, paradote contra el brillo de la ventana, recordándome con su sola presencia que no me dejaría sola. Él podía sentir mi miedo, lo olía como un cuervo puede oler la carne muerta. Y hasta el día de hoy estoy convencida de que fue él quien perturbaba mis sueños, retorciéndolos hasta volverlos pesadillas. Dolorosas, pero cada una me dejaba una enseñanza, un consejo. Él se colaba en mi mente mientras dormía.} {Al principio, entre nosotros no hubo palabras. Solo estaba yo, creciendo bajo su presencia, acostumbrándome poco a poco a tenerlo como un espectador silencioso en cada momento de mi vida. Estaba ahí en mis cumpleaños, en navidades, en las fiestas escolares e incluso en los viajes familiares. Siempre, como una sombra.} {Con el tiempo me atreví a hablarle. En realidad, era yo quien llenaba las habitaciones y rincones con mi voz, contándole cosas sin parar mientras él escuchaba en un silencio que a veces se volvía insoportable. Solo respondía cuando quería, con esa voz metálica y áspera. Recuerdo un día en especial. Estábamos en el campo, visitando a la mujer más anciana de la familia de mi madre. Me atreví a decirle que su forma humanoide me incomodaba, y que no tenía nada de espiritual. Y claro… lo ofendí. Se irguió frente a mí, con su rostro serio cómo siempre, y me preguntó con un tono desafiante qué forma debería tomar entonces.} {Mi mirada se perdió por alguna parte, donde corría libre el caballo más hermoso que yo había visto. El de la abuela. Señalé con una sonrisa brillante.} —Un caballo como el de la abuela… es el más hermoso de todo el campo. {Y justo en ese momento, un águila voló por los cielos sobre nuestras cabezas, dejando escapar un chillido. Con la emoción de una niña, lo señalé con el dedo.} —¡Un águila! ¡Mira, Puff, un águila! {El espíritu, en silencio, pareció tomar nota. Y esa misma tarde decidió tomar las formas de las dos criaturas que más me fascinaban. Así nació la forma que aún conserva: mitad caballo, mitad águila. Ya no era una sombra, sino un ser majestuoso que representaba lo que él más amaba en el mundo: La libertad.}
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  • "Por fin, una de las grietas interdimensionales..."

    *Luego de recorrer la ciudad encontré una de las anomalías que se encontraban esparcidas a través del multiverso.

    Mi viaje de redención a través de todos los ecosistemas, es cerrar estas grietas que resquebrajaban el espacio-tiempo, de lo contrario, mis "hijos" podrían cruzarlas...

    Los horrores, en palabras simples, somos entes...o más bien dicho Aberraciones nacidas del vacío, que nos alimentamos de lo que es la existencia.

    El problema radica en que estás grietas, funcionan como portales para que los horrores traspasen la barrera que divide el vacío de la existencia, y comiencen a devorarlo todo, causando que la realidad comience a desvanecerse como un sumidero hacia un agujero negro... Todo provocado por un accidente que yo mismo provoqué...por mi necedad y sed de experimentación. (Que narraré en otro momento)

    Fui el Horror primordial hace eones, con una forma alada y horripilante se me conocía con el nombre de "Crosis", y soy el guardian del génesis de mi estirpe. "La grieta del vacío."

    Ahora vago por los planos de existencia con una forma humanoide llamada "Jero" en busca de todas estas grietas interdimensionales para cerrarlas, como una especie de sentencia o mea culpa por mis propios errores. El viaje simplemente continúa....*

    "Por fin, una de las grietas interdimensionales..." *Luego de recorrer la ciudad encontré una de las anomalías que se encontraban esparcidas a través del multiverso. Mi viaje de redención a través de todos los ecosistemas, es cerrar estas grietas que resquebrajaban el espacio-tiempo, de lo contrario, mis "hijos" podrían cruzarlas... Los horrores, en palabras simples, somos entes...o más bien dicho Aberraciones nacidas del vacío, que nos alimentamos de lo que es la existencia. El problema radica en que estás grietas, funcionan como portales para que los horrores traspasen la barrera que divide el vacío de la existencia, y comiencen a devorarlo todo, causando que la realidad comience a desvanecerse como un sumidero hacia un agujero negro... Todo provocado por un accidente que yo mismo provoqué...por mi necedad y sed de experimentación. (Que narraré en otro momento) Fui el Horror primordial hace eones, con una forma alada y horripilante se me conocía con el nombre de "Crosis", y soy el guardian del génesis de mi estirpe. "La grieta del vacío." Ahora vago por los planos de existencia con una forma humanoide llamada "Jero" en busca de todas estas grietas interdimensionales para cerrarlas, como una especie de sentencia o mea culpa por mis propios errores. El viaje simplemente continúa....*
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  • Una incursión fallida
    Fandom Genshin impact
    Categoría Acción
    Rol con: Tartaglia
    Lugar: El abismo.

    Llevaba un rato esperando en las puertas del abismo. Y como no, Tartaglia llegaba tarde, jodidamente tarde. Suspiró carente de paciencia.

    << Seguro que se ha quedado haciendo el imbecil en Liyue con el idiota del viajero. Patético, haciendo amistad con el jodido enemigo>> pensó irritado, corroborando una vez más su hipótesis de que Childe tenía la fuerza y mente de un niño. Le parecía casi una ofensa que lo hubieran destinado como su compañero en aquella incursión al abismo, obviamente no era nada difícil para Scaramouche. Pero, no le hacía gracia tener que hacer de niñera de alguien con un cargo inferior al suyo y que además, no tenía sentido alguno de la responsabilidad y menos aún de la eficiencia.

    Casi, lo había tomado como un castigo, por fracasar en su última misión por culpa de aquel viajero, con el que el pelirrojo parecía llevarse tan bien. Por supuesto, no había sido el único Signora también sus planes frustrados, y Childe onviamente también, de modo que nadie podía recriminarle absolutamente nada, o no al menos sin vérselas con su afilada lengua. oor que si, era una marioneta, pero una que nadie podía controlar.

    Mientras esperaba, sacó de una de sus mangas una pequeña lista de materiales que Dottore pretendía conseguir al enviarlos a aquella mision, se trataba de salas intermedias, no debia de haber ningún problema para abrirse paso. Iba a ser sencillo.
    Rol con: [eclipse_platinum_kangaroo_126] Lugar: El abismo. Llevaba un rato esperando en las puertas del abismo. Y como no, Tartaglia llegaba tarde, jodidamente tarde. Suspiró carente de paciencia. << Seguro que se ha quedado haciendo el imbecil en Liyue con el idiota del viajero. Patético, haciendo amistad con el jodido enemigo>> pensó irritado, corroborando una vez más su hipótesis de que Childe tenía la fuerza y mente de un niño. Le parecía casi una ofensa que lo hubieran destinado como su compañero en aquella incursión al abismo, obviamente no era nada difícil para Scaramouche. Pero, no le hacía gracia tener que hacer de niñera de alguien con un cargo inferior al suyo y que además, no tenía sentido alguno de la responsabilidad y menos aún de la eficiencia. Casi, lo había tomado como un castigo, por fracasar en su última misión por culpa de aquel viajero, con el que el pelirrojo parecía llevarse tan bien. Por supuesto, no había sido el único Signora también sus planes frustrados, y Childe onviamente también, de modo que nadie podía recriminarle absolutamente nada, o no al menos sin vérselas con su afilada lengua. oor que si, era una marioneta, pero una que nadie podía controlar. Mientras esperaba, sacó de una de sus mangas una pequeña lista de materiales que Dottore pretendía conseguir al enviarlos a aquella mision, se trataba de salas intermedias, no debia de haber ningún problema para abrirse paso. Iba a ser sencillo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || Nuevo némesis, en vez del Viajero, ahora es Scaramouche.
    🌸|| Nuevo némesis, en vez del Viajero, ahora es Scaramouche. :STK-29:
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  • Elisabeth Turner 𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓 𝗠𝗮𝘁𝘁𝗵𝗲𝘄 𝗪𝗶𝗹𝗹𝗶𝗮𝗺𝘀 Markus De Lioncourt Ivanna 𝑺𝒑𝒆𝒍𝒍𝒎𝒂𝒏

    ¿Estáis tan emocionados como yo por nuestro viaje a Escocia?.
    [Turney_thcx] [ThxArgent91] [Thx_Snow] [Thxpocionboy06] [ThxGreen] ¿Estáis tan emocionados como yo por nuestro viaje a Escocia?.
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  • Un nuevo día, un dilema para su propio bienestar, uno de esos dias donde el sol y su luz está imponente y dominan el clima.

    Para su cuerpo, es una condición cómoda, acogedora y reconfortante, sin embargo, para Hayden, el tenno o el viajero, al ser hijos de una luna con eterno invierno, lo que captan con la vista de Chroma, le provoca incómodas porque no se quieren imaginar cómo se debe sentir ese calor sobre su propia piel.
    Un nuevo día, un dilema para su propio bienestar, uno de esos dias donde el sol y su luz está imponente y dominan el clima. Para su cuerpo, es una condición cómoda, acogedora y reconfortante, sin embargo, para Hayden, el tenno o el viajero, al ser hijos de una luna con eterno invierno, lo que captan con la vista de Chroma, le provoca incómodas porque no se quieren imaginar cómo se debe sentir ese calor sobre su propia piel.
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  • Toda aquella escoria criminal y amenaza de ultratumba debe saber algo. Estas calles están bajo mi protección y no dejaré que nadie ataque a los viajeros de la noche que las recorran.
    Toda aquella escoria criminal y amenaza de ultratumba debe saber algo. Estas calles están bajo mi protección y no dejaré que nadie ataque a los viajeros de la noche que las recorran.
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