• #DuoRol

    𝑨𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒎𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒊𝒓𝒐...

    El almuerzo estaba listo, y todo se desarrolló según lo planeado por aquel albino alto quien, vestía extremadamente cómodo, pues sus guantes y su típico tapabocas habian desaparecido.

    ¿Porque?

    Estaba de vacaciones ( Mentira no lo estaba, como la agencia no le ha pagado el último trabajo, decidió no aceptar ninguna oferta de contratos adicionales ) Y quería invitar a su amiga Illyiv Drakov a almorzar y pasar un momento muy chévere.

    No podía olvidar la sonrisa de su amiga después de que juntos lograron imitar la mini coreografía de ballet, lo cual la llenó de felicidad.

    Desde entonces, no ha dejado de pensar en formas de volver a disfrutar de su compañía. Pensó en la opción de los videojuegos, aunque le pareció algo sosa. Luego consideró libros, que tal vez sería una buena idea, pero no lo suficiente. Había pensado en ver películas juntos, eso podría ser divertido. Pero... había visto muchos memes sobre cómo suele terminar esa situación.

    No se le ocurrió ninguna idea inmediatamente, pero luego pensó en lo que a él le gustaba, disparar. Entonces, decidió, después de almorzar, llevarla al campo de tiro para que pudieran disfrutar juntos.

    Con la ayuda de tutoriales de YouTube, pensó en preparar un delicioso sarmale, un platillo típico rumano. Finalmente, decidió llamar al dueño del campo de tiro para reservar algunas armas y asegurar un espacio VIP y privado para ellos.

    Ahora venía la parte más difícil... Llamar a su amiga...

    El alto peliblanco de cabellos plateados tomo el teléfono y llamo...

    ❝ Holaa Illyiv... Estaba pensando en... Invitarte... ¿Recuerdas que te prometí enseñarte a disparar? Bueno... Hoy puede ser el día... ¿Que dices?... ¿La asesina más hábil y la experta bailarina se atreve? ❞

    Paranox estaba más nervioso que un payaso con coulrofobia en un circo.

    ....
    #DuoRol 𝑨𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒎𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒊𝒓𝒐... El almuerzo estaba listo, y todo se desarrolló según lo planeado por aquel albino alto quien, vestía extremadamente cómodo, pues sus guantes y su típico tapabocas habian desaparecido. ¿Porque? Estaba de vacaciones ( Mentira no lo estaba, como la agencia no le ha pagado el último trabajo, decidió no aceptar ninguna oferta de contratos adicionales ) Y quería invitar a su amiga [Illyivdrakov00] a almorzar y pasar un momento muy chévere. No podía olvidar la sonrisa de su amiga después de que juntos lograron imitar la mini coreografía de ballet, lo cual la llenó de felicidad. Desde entonces, no ha dejado de pensar en formas de volver a disfrutar de su compañía. Pensó en la opción de los videojuegos, aunque le pareció algo sosa. Luego consideró libros, que tal vez sería una buena idea, pero no lo suficiente. Había pensado en ver películas juntos, eso podría ser divertido. Pero... había visto muchos memes sobre cómo suele terminar esa situación. No se le ocurrió ninguna idea inmediatamente, pero luego pensó en lo que a él le gustaba, disparar. Entonces, decidió, después de almorzar, llevarla al campo de tiro para que pudieran disfrutar juntos. Con la ayuda de tutoriales de YouTube, pensó en preparar un delicioso sarmale, un platillo típico rumano. Finalmente, decidió llamar al dueño del campo de tiro para reservar algunas armas y asegurar un espacio VIP y privado para ellos. Ahora venía la parte más difícil... Llamar a su amiga... El alto peliblanco de cabellos plateados tomo el teléfono y llamo... ❝ Holaa Illyiv... Estaba pensando en... Invitarte... ¿Recuerdas que te prometí enseñarte a disparar? Bueno... Hoy puede ser el día... ¿Que dices?... ¿La asesina más hábil y la experta bailarina se atreve? ❞ Paranox estaba más nervioso que un payaso con coulrofobia en un circo. ....
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  • —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales.

    Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah.

    Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás.

    Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... —

    Feliz cumpleaños, Elijah

    —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos—

    Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes?

    Elijah Mikaelson

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales. Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah. Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás. Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... — Feliz cumpleaños, Elijah —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos— Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes? [Nbl3Stag] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • #Monorol

    ❝Ella solo me protege y tiene toda la razón❞

    Primero, sus manos empuñaron un arma para proteger a los inocentes, luego para mediar en tratos mafiosos, y ahora...

    Solo sirven para asesinar

    Dorian posee una capacidad extraordinaria para percibir lo que escapa al ojo común. Sus sospechas, a menudo consideradas improbables, suelen revelarse aterradoramente precisas. Es capaz de desentrañar secretos ocultos en las sombras, ver lo invisible y lo que se esconde. Lo más inquietante es lo que sus ojos no cuentan. Dorian siente la vibración de las mentiras y de las verdades no dichas. Sus visiones no son meras fantasías, son fragmentos de una realidad que otros ignoran o temen enfrentar.

    Justo cuando crees que has comprendido su don, él te sorprende con lo inesperado pero......

    ¿A qué costo?

    Y es que este superpoder le ha costado todo, absolutamente todo en su vida. Las relaciones se han desvanecido, y los malentendidos lo han dejado sin empleo y sin ingresos. Su habilidad, una bendición y una maldición, lo ha llevado a una existencia solitaria, envuelto en la oscuridad de sus propias percepciones inventadas por él mismo.

    Sin embargo, la Agencia reconoció su don, viendo en Dorian un talento invaluable. Le adoptaron por su "superpoder", apreciando su capacidad de tejer teorías precisas y calcular probabilidades, por fantásticas que parecieran. Ahora, su habilidad se ha convertido en un arma poderosa, utilizada para el asesinato a sueldo.

    :Ø: Pero ellos te están engañando y utilizando. Siempre te protejo y tengo toda la razón ¡Nunca lo olvides Dorian!
    #Monorol ❝Ella solo me protege y tiene toda la razón❞ Primero, sus manos empuñaron un arma para proteger a los inocentes, luego para mediar en tratos mafiosos, y ahora... Solo sirven para asesinar Dorian posee una capacidad extraordinaria para percibir lo que escapa al ojo común. Sus sospechas, a menudo consideradas improbables, suelen revelarse aterradoramente precisas. Es capaz de desentrañar secretos ocultos en las sombras, ver lo invisible y lo que se esconde. Lo más inquietante es lo que sus ojos no cuentan. Dorian siente la vibración de las mentiras y de las verdades no dichas. Sus visiones no son meras fantasías, son fragmentos de una realidad que otros ignoran o temen enfrentar. Justo cuando crees que has comprendido su don, él te sorprende con lo inesperado pero...... ¿A qué costo? Y es que este superpoder le ha costado todo, absolutamente todo en su vida. Las relaciones se han desvanecido, y los malentendidos lo han dejado sin empleo y sin ingresos. Su habilidad, una bendición y una maldición, lo ha llevado a una existencia solitaria, envuelto en la oscuridad de sus propias percepciones inventadas por él mismo. Sin embargo, la Agencia reconoció su don, viendo en Dorian un talento invaluable. Le adoptaron por su "superpoder", apreciando su capacidad de tejer teorías precisas y calcular probabilidades, por fantásticas que parecieran. Ahora, su habilidad se ha convertido en un arma poderosa, utilizada para el asesinato a sueldo. :Ø: Pero ellos te están engañando y utilizando. Siempre te protejo y tengo toda la razón ¡Nunca lo olvides Dorian!
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  • Trabajar para nepobabys o incluso personajes de la dichosa alta alcurnia no solia incluir comodidades, muchas veces los soldados como el eran tratados peor que un perro moribundo, en sus terminos no comprendia ese tipo de tratos ya que toda su vida tuvo que trabajar bajo condiciones de mierda.

    Llevaba la costumbre de evitar que la lluvia constante pudiera arruinar el traje que llevaba puesto, aunque la tec que traia equipada era superior en muchos sentidos. La lluvia acida de la ciudad podia ser altamente corrosiva y poco amigable con la tecnologia.

    Caminó por un largo trecho controlando un area oscura, cerca de donde su maestro yacia teniendo una reunión, eran 20 como él, no seria la gran cosa si llegaban a matarlo, porque otros soldados mas saltarian al primer estupido que intentara invadir el area, le era facil concentrarse en el trabajo a pesar de las condiciones ambientales y el lugar con escasa luz en la cual se encontraba, parecia un perro, pero uno peligroso que estaba atento a lo que sucedia a su alrededor.
    Trabajar para nepobabys o incluso personajes de la dichosa alta alcurnia no solia incluir comodidades, muchas veces los soldados como el eran tratados peor que un perro moribundo, en sus terminos no comprendia ese tipo de tratos ya que toda su vida tuvo que trabajar bajo condiciones de mierda. Llevaba la costumbre de evitar que la lluvia constante pudiera arruinar el traje que llevaba puesto, aunque la tec que traia equipada era superior en muchos sentidos. La lluvia acida de la ciudad podia ser altamente corrosiva y poco amigable con la tecnologia. Caminó por un largo trecho controlando un area oscura, cerca de donde su maestro yacia teniendo una reunión, eran 20 como él, no seria la gran cosa si llegaban a matarlo, porque otros soldados mas saltarian al primer estupido que intentara invadir el area, le era facil concentrarse en el trabajo a pesar de las condiciones ambientales y el lugar con escasa luz en la cual se encontraba, parecia un perro, pero uno peligroso que estaba atento a lo que sucedia a su alrededor.
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  • 【 𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝é 𝐥𝐨 𝐝𝐨𝐥𝐨𝐫𝐨𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐫𝐨𝐝𝐞𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐨𝐬𝐚𝐬, 𝐥𝐚 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐮𝐬 𝐞𝐧𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐫𝐫𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐞𝐧 𝐦𝐢 𝐩𝐢𝐞𝐥 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐜𝐢𝐜𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐞𝐬. 】




    Era un día fresco, los vientos apaciguaron el calor que el sol provocaba, junto con las sombras que los árboles daban por sus frombosas hojas.

    Ryan se encontraba sentado debajo de una árbol, fumando su tercer cigarro mirando exactamente a la nada. Su camisa era un desastre, las mangas remangadas hasta los codos, los primeros botones de su camisa abiertos, dejándolo respirar tranquilo. El blanco era reemplazado por manchas de tierra y algo de sangre que había estado saliendo de su mano a varias gotas de heridas pequeñas. Ocacionado por arrancar una rosa sin importar las espinas y las enredaderas que terminaron por lastimarlo. No era nada, terminarían por desaparecer en poco minutos.

    A solo 30 centímetros de él había un conjunto de piedritas apiladas con plantas encima de estás que crecieron con el tiempo. Un trozo de madera totalmente viejo con letra que no podía distinguir; era la tumba de su primera mascota, Bianca. La cual fue hecha cuando apenas era un "Bambino".Después de su muerte se escabulló en la noche y la enterró con sus propias manos antes de ponerse a rezar por aquel animal.

    Estaba ahí, pero no solo. Podía sentir la presencia de varios hombres vigilando lo de cerca. Pero a este punto le daba igual. Volver nuevamente a la propiedad de su padre en dónde creció, le provocaba grandes náuseas y malestares que venían de lo psicológico. Sentía que se estaba pudriendo en aquel lugar, que se estaba volviendo cada vez más loco.
    Especialmente porque se enteró la razón del porque estaba ahí: El vejete se estaba muriendo y querían que tomará el lugar de jefe de aquella mafia. Y no solo eso, tenían a su cuidadora Camile como rehen.

    — Figlio di puttana... — Volvió a tomar una colada más. La única cosa que lo mantenía quieto y no volviera a intentar a escapar con su amiga era por esa razón. Camile era la mujer más preciada para él, la única que se atrevió a cuidar de sus heridas cuando apenas era un jovencito. Las cuales sus cicatrices eran evidencias de aquellos tratos que había recibido por su padre en aquellos tratamientos para endurecer su mente.

    Pero, para poder tomar el mando, tenía también que casarse, aunque lo más conveniente era estar con alguna mujer de cualquier mafia que sea también de Italia, su padre descartó por completo esto y simplemente llamó a mujeres ricas de otros paises. No le prestó atención, en primera porque no quería tomarse a cargo de una mafia, vio a primera mano como Kiev se moría del estrés con la mafia que manejaban. Estar aquí significaba su encadenamiento a algo que realmente detestaba.

    Sus pensamientos fueron apesiguados cuando sintió algo que jalaba su pantalón desde abajo. Sus ojos ámbar se encontraron con una conejita blanca, la cual terminó encontrandose la otra vez en el jardín. La bautizo como "La reincarnazione di Bianca" lo que básicamente era "La reencarnación de Bianca" en italiano. No tenía tanta creatividad por ahora. Por lo que solo la llamaba como "Bianca 2, la resurrección"

    — Vieni qui, carino. — Palmeo su pierna. La coneja lo miró unos segundos, quedado se totalmente quieta antes de correr hacia él saltando. Se recostó en sus piernas y se mantuvo quieta, descansando. Ryan solo acarició su lomo y las orejas.

    A lo lejos, vio como uno de los hombres de acercaba, probablemente para decirle que debía alistarse para quien sabe. Simplemente disfruto de aquellos pocos segundos antes de volver a su condena.
    【 𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝é 𝐥𝐨 𝐝𝐨𝐥𝐨𝐫𝐨𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐫𝐨𝐝𝐞𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐨𝐬𝐚𝐬, 𝐥𝐚 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐮𝐬 𝐞𝐧𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐫𝐫𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐞𝐧 𝐦𝐢 𝐩𝐢𝐞𝐥 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐜𝐢𝐜𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐞𝐬. 】 Era un día fresco, los vientos apaciguaron el calor que el sol provocaba, junto con las sombras que los árboles daban por sus frombosas hojas. Ryan se encontraba sentado debajo de una árbol, fumando su tercer cigarro mirando exactamente a la nada. Su camisa era un desastre, las mangas remangadas hasta los codos, los primeros botones de su camisa abiertos, dejándolo respirar tranquilo. El blanco era reemplazado por manchas de tierra y algo de sangre que había estado saliendo de su mano a varias gotas de heridas pequeñas. Ocacionado por arrancar una rosa sin importar las espinas y las enredaderas que terminaron por lastimarlo. No era nada, terminarían por desaparecer en poco minutos. A solo 30 centímetros de él había un conjunto de piedritas apiladas con plantas encima de estás que crecieron con el tiempo. Un trozo de madera totalmente viejo con letra que no podía distinguir; era la tumba de su primera mascota, Bianca. La cual fue hecha cuando apenas era un "Bambino".Después de su muerte se escabulló en la noche y la enterró con sus propias manos antes de ponerse a rezar por aquel animal. Estaba ahí, pero no solo. Podía sentir la presencia de varios hombres vigilando lo de cerca. Pero a este punto le daba igual. Volver nuevamente a la propiedad de su padre en dónde creció, le provocaba grandes náuseas y malestares que venían de lo psicológico. Sentía que se estaba pudriendo en aquel lugar, que se estaba volviendo cada vez más loco. Especialmente porque se enteró la razón del porque estaba ahí: El vejete se estaba muriendo y querían que tomará el lugar de jefe de aquella mafia. Y no solo eso, tenían a su cuidadora Camile como rehen. — Figlio di puttana... — Volvió a tomar una colada más. La única cosa que lo mantenía quieto y no volviera a intentar a escapar con su amiga era por esa razón. Camile era la mujer más preciada para él, la única que se atrevió a cuidar de sus heridas cuando apenas era un jovencito. Las cuales sus cicatrices eran evidencias de aquellos tratos que había recibido por su padre en aquellos tratamientos para endurecer su mente. Pero, para poder tomar el mando, tenía también que casarse, aunque lo más conveniente era estar con alguna mujer de cualquier mafia que sea también de Italia, su padre descartó por completo esto y simplemente llamó a mujeres ricas de otros paises. No le prestó atención, en primera porque no quería tomarse a cargo de una mafia, vio a primera mano como Kiev se moría del estrés con la mafia que manejaban. Estar aquí significaba su encadenamiento a algo que realmente detestaba. Sus pensamientos fueron apesiguados cuando sintió algo que jalaba su pantalón desde abajo. Sus ojos ámbar se encontraron con una conejita blanca, la cual terminó encontrandose la otra vez en el jardín. La bautizo como "La reincarnazione di Bianca" lo que básicamente era "La reencarnación de Bianca" en italiano. No tenía tanta creatividad por ahora. Por lo que solo la llamaba como "Bianca 2, la resurrección" — Vieni qui, carino. — Palmeo su pierna. La coneja lo miró unos segundos, quedado se totalmente quieta antes de correr hacia él saltando. Se recostó en sus piernas y se mantuvo quieta, descansando. Ryan solo acarició su lomo y las orejas. A lo lejos, vio como uno de los hombres de acercaba, probablemente para decirle que debía alistarse para quien sabe. Simplemente disfruto de aquellos pocos segundos antes de volver a su condena.
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  • Los más de dos siglos que Sigrid ha vivido le han otorgado la libertad de hacer lo que se le venga en gana.

    Su personalidad dominante va de la mano con la extravagancia, no pide perdón ni permiso, simplemente toma lo que quiere cuando quiere.
    ¿Hacer tratos con ella? Sólo un suicida o una persona experta en el arte del engaño lo consideraría
    Los más de dos siglos que Sigrid ha vivido le han otorgado la libertad de hacer lo que se le venga en gana. Su personalidad dominante va de la mano con la extravagancia, no pide perdón ni permiso, simplemente toma lo que quiere cuando quiere. ¿Hacer tratos con ella? Sólo un suicida o una persona experta en el arte del engaño lo consideraría
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  • —El jardín era amplio, impecable, y bañado por la suave luz del mediodía. Las mesas estaban dispuestas con una perfección casi obsesiva, adornadas con flores frescas y vajilla de porcelana que reflejaba el brillo del sol. El evento parecía sacado de una revista de lujo.

    La chica observaba desde la sombra de un limonero mientras los invitados se congregaban alrededor de la larga mesa principal. Conversaciones llenas de risas educadas y comentarios sobre la última tendencia en la bolsa de valores llenaban el aire. Ella había llegado temprano, como siempre, ayudando a supervisar los detalles finales. No era su trabajo, pero alguien tenía que hacerlo.

    —¿Estás disfrutando? —preguntó él, apareciendo a su lado con dos copas de vino. Su sonrisa era tan encantadora como siempre, pero ella la veía cada vez más como una máscara.

    —Claro —mintió, aceptando la copa y fingiendo un interés que ya no sentía.

    Él no pareció notar la falsedad en su respuesta. Dio un sorbo a su copa y giró su atención al grupo más cercano, donde un par de empresarios discutían sobre mercados emergentes. Ella sabía lo que vendría después: él se deslizaría entre las conversaciones, tejiendo su red de contactos y cerrando acuerdos disfrazados de charlas casuales.

    Desde fuera, todo parecía una simple reunión social. Pero para ella, las reuniones de mediodía tenían una cualidad distinta a las fiestas nocturnas. Durante la noche, al menos, había algo de desenfreno y diversión. Durante el día, las transacciones eran más evidentes. Aquí se trazaban líneas invisibles de poder y se intercambiaban promesas con sonrisas calculadas.

    Mientras los platos principales se servían y la charla se hacía más animada, él desapareció, como era habitual. Probablemente en el estudio, con una puerta cerrada y un selecto grupo de personas que no estaban allí por casualidad.

    Ella miró su plato, el filet mignon perfectamente cocinado, y sintió que apenas podía probarlo. ¿Qué estaba haciendo allí realmente?

    Levantándose con un gesto discreto, se escabulló hacia la casa. La fiesta seguiría sin ella. Nadie notaría su ausencia, ni siquiera él, demasiado ocupado cerrando tratos para percatarse de que la chica que lo había acompañado a tantas de estas reuniones ya no estaba dispuesta a ser solo parte del decorado.—


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —El jardín era amplio, impecable, y bañado por la suave luz del mediodía. Las mesas estaban dispuestas con una perfección casi obsesiva, adornadas con flores frescas y vajilla de porcelana que reflejaba el brillo del sol. El evento parecía sacado de una revista de lujo. La chica observaba desde la sombra de un limonero mientras los invitados se congregaban alrededor de la larga mesa principal. Conversaciones llenas de risas educadas y comentarios sobre la última tendencia en la bolsa de valores llenaban el aire. Ella había llegado temprano, como siempre, ayudando a supervisar los detalles finales. No era su trabajo, pero alguien tenía que hacerlo. —¿Estás disfrutando? —preguntó él, apareciendo a su lado con dos copas de vino. Su sonrisa era tan encantadora como siempre, pero ella la veía cada vez más como una máscara. —Claro —mintió, aceptando la copa y fingiendo un interés que ya no sentía. Él no pareció notar la falsedad en su respuesta. Dio un sorbo a su copa y giró su atención al grupo más cercano, donde un par de empresarios discutían sobre mercados emergentes. Ella sabía lo que vendría después: él se deslizaría entre las conversaciones, tejiendo su red de contactos y cerrando acuerdos disfrazados de charlas casuales. Desde fuera, todo parecía una simple reunión social. Pero para ella, las reuniones de mediodía tenían una cualidad distinta a las fiestas nocturnas. Durante la noche, al menos, había algo de desenfreno y diversión. Durante el día, las transacciones eran más evidentes. Aquí se trazaban líneas invisibles de poder y se intercambiaban promesas con sonrisas calculadas. Mientras los platos principales se servían y la charla se hacía más animada, él desapareció, como era habitual. Probablemente en el estudio, con una puerta cerrada y un selecto grupo de personas que no estaban allí por casualidad. Ella miró su plato, el filet mignon perfectamente cocinado, y sintió que apenas podía probarlo. ¿Qué estaba haciendo allí realmente? Levantándose con un gesto discreto, se escabulló hacia la casa. La fiesta seguiría sin ella. Nadie notaría su ausencia, ni siquiera él, demasiado ocupado cerrando tratos para percatarse de que la chica que lo había acompañado a tantas de estas reuniones ya no estaba dispuesta a ser solo parte del decorado.— #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Si se lo preguntaban, se lo había advertido, no era alguien fácil de tratar, pero ¿por qué no tomar el riesgo?, se habían conocido y había una conexión, aparte de los tratos “sucios” que ambos hacían en su campo, el en bajo mundo del inframundo y ella en el bajo mundo mundano, su sangre, su maldición, lo que él llamaba “hermanos de sangre”. Entonces debía pagar por jugar con fuego y aunque no fue capturada sin pelear, le seguía sorprendiendo que él tuviera más fuerza que la de ella, pero apuestas eran apuestas, si algo tenía Claudia era su honra en la palabra.

    Ahora ahí estaba medio furibunda por la pérdida en contra de el albino, maniatada y expectante. Aunque una pregunta rondaba su mente “¿Está es la clase de fetiches que le gustan?”.
    Si se lo preguntaban, se lo había advertido, no era alguien fácil de tratar, pero ¿por qué no tomar el riesgo?, se habían conocido y había una conexión, aparte de los tratos “sucios” que ambos hacían en su campo, el en bajo mundo del inframundo y ella en el bajo mundo mundano, su sangre, su maldición, lo que él llamaba “hermanos de sangre”. Entonces debía pagar por jugar con fuego y aunque no fue capturada sin pelear, le seguía sorprendiendo que él tuviera más fuerza que la de ella, pero apuestas eran apuestas, si algo tenía Claudia era su honra en la palabra. Ahora ahí estaba medio furibunda por la pérdida en contra de el albino, maniatada y expectante. Aunque una pregunta rondaba su mente “¿Está es la clase de fetiches que le gustan?”.
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  • La biblioteca
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Original
    Dejo de mirar por una de las ventanas de la biblioteca, necesito paz y está es la única sala de toda la casa, donde siempre la encuentro.
    Esparcidos por toda la mesa hay cientos de retratos, todos hechos por mí.

    No hay ninguno que me guste, ninguno es válido.

    Al ver entrar en la sala a Sophie Beckett , muevo deprisa mis manos para guardarlos todos en una carpeta.
    Dejo de mirar por una de las ventanas de la biblioteca, necesito paz y está es la única sala de toda la casa, donde siempre la encuentro. Esparcidos por toda la mesa hay cientos de retratos, todos hechos por mí. No hay ninguno que me guste, ninguno es válido. Al ver entrar en la sala a [Cinderella], muevo deprisa mis manos para guardarlos todos en una carpeta.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
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  • 𝐏𝐑𝐄𝐋𝐔𝐃𝐈𝐎: 𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐄́𝐑𝐃𝐈𝐃𝐀
    Fandom DnD, Baldur's Gate
    Categoría Slice of Life
    En los juzgados de Baldur’s Gate reinaba el silencio, un silencio que se constituía por las cosas que faltaban, si uno oía atentamente podría escuchar que no había el murmullo de alguien que necesitase ayuda por ser salvado de una acusación injusta, ni tampoco el movimiento apresurado de los becarios, tampoco estaba el sonido de las plumas escribiendo sobre pergaminos, ni el de los jueces debatiendo entre ellos sobre un caso concreto, aquel silencio era el silencio de la pérdida y Rennyn que estaba sentada en su lujosa silla y leía el periódico, era su dueña.



    Aquella mañana, que no era especial, ni diferente a las demás, Rennyn sentía todavía más el abrazo de la Dama de la Pérdida. Pocos eran los adoradores de la dama Sharr en Puerta de Baldur, pero… ella había perdido algo demasiado valioso y el consuelo de la dama oscura le había llenado un vacío en el corazón que nadie era capaz de rellenar.
    Rennyn revisaba viejos papeles, viejos periódicos rememorando una noche fatídica, aquella en la que perdió su hermosa perla, una perla que era la más valiosa. Era una perla especial.

    El silencio se vio interrumpido por alguien que llamaba a la puerta.

    — ¿Sí?

    Alzó la voz Rennyn que miró por encima de una lupa que tenía en la mano derecha, la puerta se abrió y dio paso a un hombre moreno, que ya algunas canas peinaba de ojos fríos como el hielo y un tanto musculoso, era el carcelero.

    — Magistrada, deberíamos hablar.

    — ¿Hmpf?

    Ella no se metía en los “dominios” del carcelero ni él en los suyos, por lo que aquella interacción le resultó tan extraña como molesta.

    — Hay un prisionero que deberías de escuchar, ha pedido la cabeza pero…

    — Muchos pierden la cabeza bajo tu mando, y no lo juzgo pero ¿Para qué querría yo escuchar los lamentos de un loco?

    — Porque a veces los locos dicen la verdad.

    Si bien era cierto aquello que decían, pues los locos no tenían conciencia de lo que estaba “bien” o “mal” o lo que era “correcto contar” o no, Rennyn asintió.

    — Bien, pero espero que al menos hoy haya desayunado.

    — Como siempre, Magistrada. Alimento mínimo, una vez por día.

    — Denigrante.

    — Son presos, no merecen dignidad alguna, cometieron crimenes.

    — No pienso discutir contigo sobre la reinserción de presos dentro de la sociedad, y menos cuando eres un bruto sin cerebro, llévame ante el preso.

    Y así fue, el carcelero y la magistrada bajaron aquellas escaleras de piedra que daban a los calabozos, era un lugar frío y húmedo, no tenía ninguna comodidad, muchos presos habían muerto entre aquellas rocas, ya fuera por los malos tratos, por su vejez o por que sencillamente habían encontrado la forma de quitarse la vida. Los fantasmas de aquellas atrocidades atormentaban a Rennyn, a decir verdad, odiaba aquel lugar oscuro y frío, lo odiaba con toda su alma. Pero un canturreo la sacó de un monólogo obsesivo interno.

    “ A los escudos de plata una perla robaron,
    ellos se la comieron, ellos se la zamparon.”

    Rennyn abrió tanto los ojos que una rabia intensa hizo que de su cintura descolgara su martillo de plata, sin pensarlo, pero fue el carcelero quien con una delicadeza poco propia de un hombre de su tamaño posó la mano sobre el martillo y lentamente lo bajo observando a través de sus pestañas a la magistrada.

    — Ahora lo entiendes.

    — Mátalo.

    Rennyn mostró su rostro más estoico e inexpresivo.
    El carcelero se llevó la mano al pecho, sonrió.

    — Como ordene, mi señora.

    Rennyn era la ley de plata, la ley de la pérdida, la ley. Ella determinaba quién bajo su mirada debía ser juzgado de muerte y quién no… y cuando encontrase a aquel ser que le robó su perla, iba a matarlo con sus propias manos.
    En los juzgados de Baldur’s Gate reinaba el silencio, un silencio que se constituía por las cosas que faltaban, si uno oía atentamente podría escuchar que no había el murmullo de alguien que necesitase ayuda por ser salvado de una acusación injusta, ni tampoco el movimiento apresurado de los becarios, tampoco estaba el sonido de las plumas escribiendo sobre pergaminos, ni el de los jueces debatiendo entre ellos sobre un caso concreto, aquel silencio era el silencio de la pérdida y Rennyn que estaba sentada en su lujosa silla y leía el periódico, era su dueña. Aquella mañana, que no era especial, ni diferente a las demás, Rennyn sentía todavía más el abrazo de la Dama de la Pérdida. Pocos eran los adoradores de la dama Sharr en Puerta de Baldur, pero… ella había perdido algo demasiado valioso y el consuelo de la dama oscura le había llenado un vacío en el corazón que nadie era capaz de rellenar. Rennyn revisaba viejos papeles, viejos periódicos rememorando una noche fatídica, aquella en la que perdió su hermosa perla, una perla que era la más valiosa. Era una perla especial. El silencio se vio interrumpido por alguien que llamaba a la puerta. — ¿Sí? Alzó la voz Rennyn que miró por encima de una lupa que tenía en la mano derecha, la puerta se abrió y dio paso a un hombre moreno, que ya algunas canas peinaba de ojos fríos como el hielo y un tanto musculoso, era el carcelero. — Magistrada, deberíamos hablar. — ¿Hmpf? Ella no se metía en los “dominios” del carcelero ni él en los suyos, por lo que aquella interacción le resultó tan extraña como molesta. — Hay un prisionero que deberías de escuchar, ha pedido la cabeza pero… — Muchos pierden la cabeza bajo tu mando, y no lo juzgo pero ¿Para qué querría yo escuchar los lamentos de un loco? — Porque a veces los locos dicen la verdad. Si bien era cierto aquello que decían, pues los locos no tenían conciencia de lo que estaba “bien” o “mal” o lo que era “correcto contar” o no, Rennyn asintió. — Bien, pero espero que al menos hoy haya desayunado. — Como siempre, Magistrada. Alimento mínimo, una vez por día. — Denigrante. — Son presos, no merecen dignidad alguna, cometieron crimenes. — No pienso discutir contigo sobre la reinserción de presos dentro de la sociedad, y menos cuando eres un bruto sin cerebro, llévame ante el preso. Y así fue, el carcelero y la magistrada bajaron aquellas escaleras de piedra que daban a los calabozos, era un lugar frío y húmedo, no tenía ninguna comodidad, muchos presos habían muerto entre aquellas rocas, ya fuera por los malos tratos, por su vejez o por que sencillamente habían encontrado la forma de quitarse la vida. Los fantasmas de aquellas atrocidades atormentaban a Rennyn, a decir verdad, odiaba aquel lugar oscuro y frío, lo odiaba con toda su alma. Pero un canturreo la sacó de un monólogo obsesivo interno. “ A los escudos de plata una perla robaron, ellos se la comieron, ellos se la zamparon.” Rennyn abrió tanto los ojos que una rabia intensa hizo que de su cintura descolgara su martillo de plata, sin pensarlo, pero fue el carcelero quien con una delicadeza poco propia de un hombre de su tamaño posó la mano sobre el martillo y lentamente lo bajo observando a través de sus pestañas a la magistrada. — Ahora lo entiendes. — Mátalo. Rennyn mostró su rostro más estoico e inexpresivo. El carcelero se llevó la mano al pecho, sonrió. — Como ordene, mi señora. Rennyn era la ley de plata, la ley de la pérdida, la ley. Ella determinaba quién bajo su mirada debía ser juzgado de muerte y quién no… y cuando encontrase a aquel ser que le robó su perla, iba a matarlo con sus propias manos.
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