• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Owen, tras ciertos acontecimientos, se la pasó viajando por el tiempo con el DeLorean de "Regreso al Futuro", conducido por Marty McFly, ya que él no tiene ni idea.

    Mientras decidían a qué época viajar, a Owen se le ocurrió enseñar a Marty un dibujo que había hecho de Rei Arakawa , su compañero.

    M: "¿Tenía cuernos?"

    O: "No, pero es medio Oni así que se me ocurrió ponerle unos..."

    M: "¿Medio qué?"

    O: "Como un demonio, tendrías que ver cuando se transforma, seguro que te asombras más que con cualquier invento del señor Brown."

    M: "Lo dudo, Doc es un científico loco en toda regla... ¿Y la espada esa?"

    O: "Es una Katana, la maneja que no veas, normal ha estado vivo como tropecientos años, desde la era... ¿Heian? Soy malo para la historia."

    M: "Yo creo que me estás tomando el pelo."

    O: "Piensa lo que quieras, un día te lo presento si quieres."

    M: "Vale pero que no se suba al DeLorean, como se transforme en el Ono ese o lo que sea y me lo destroce te enteras."

    O: "Oni."

    M: "Lo que sea."
    Owen, tras ciertos acontecimientos, se la pasó viajando por el tiempo con el DeLorean de "Regreso al Futuro", conducido por Marty McFly, ya que él no tiene ni idea. Mientras decidían a qué época viajar, a Owen se le ocurrió enseñar a Marty un dibujo que había hecho de [Oni_Deker_Red_22] , su compañero. M: "¿Tenía cuernos?" O: "No, pero es medio Oni así que se me ocurrió ponerle unos..." M: "¿Medio qué?" O: "Como un demonio, tendrías que ver cuando se transforma, seguro que te asombras más que con cualquier invento del señor Brown." M: "Lo dudo, Doc es un científico loco en toda regla... ¿Y la espada esa?" O: "Es una Katana, la maneja que no veas, normal ha estado vivo como tropecientos años, desde la era... ¿Heian? Soy malo para la historia." M: "Yo creo que me estás tomando el pelo." O: "Piensa lo que quieras, un día te lo presento si quieres." M: "Vale pero que no se suba al DeLorean, como se transforme en el Ono ese o lo que sea y me lo destroce te enteras." O: "Oni." M: "Lo que sea."
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  • ¿Nos conocemos?

    He cruzado océanos de tiempo para encontrarte.
    ¿Nos conocemos? He cruzado océanos de tiempo para encontrarte.
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  • Solo reproduce cualquier canción

    No era raro que a inicio del invierno el grupo que lo conocían de la orquesta le invitaran a salir a beber, siempre lo hacían cuadrando los tiempos necesarios para que él saliera, como si estuviesen a una agrupación conspirativa que se enfoca única y exclusivamente en salir a beber juntos, lo agradecía, muchas veces se olvidaba de lo divertido que era no estar preocupado, con los tiempos sobre su espalda, agotando su cuerpo hasta más no poder. Esa noche ya todos estaban un poco pasados de copas, hablando algunos más coherentes que otros, pero Yuiichi solo estaba callado con una sonrisa boba que no mostraba los dientes, nunca le gusto mostrar los dientes por el colmillo que sobresalía de forma suave. Por lo general, mantenía su rostro sereno, caracterizado por la expresión que muchas veces solo denotaba incomodidad, pero en ese momento solo tenía la sonrisa por el obvio estado de ebriedad era bastante adorable de ver.

    No supo en qué momento, pero soltaron papelillo en el ambiente del bar en el que estaban, algo de verdad muy bonito de ver. Por lo general no bebía, y si lo hacía no era en exceso, no quería terminar muriendo tan joven, además de que tenía una resistencia al alcohol en números negativos, pero a veces le era difícil medirse, en especial cuando sus amigos hacían juegos tontos que todo el mundo pensaba que habían quedado en la universidad. A pesar de todo, no podía evitar la risa baja que le hacía mostrar su rostro más pequeño ante las expresiones que se le escapaban.

    Había tenido días tranquilos a pesar del ajetreo de la ciudad, apenas le dieran las vacaciones su primer viaje sería estar un tiempo en su casa de la infancia, cada navidad se juntaban todos en la familia y de verdad es que era algo agradable, salir al mar de vez en cuando con el aire gélido en su piel y el olor a salitre en el ambiente era algo que le llenaba. A pesar de eso, estar donde su padre había fallecido era algo que le oprimía el pecho de vez en cuando.

    Después de una extensa conversación sobre qué harían para navidad que comenzó después de un largo rato jugando, Yuiichi se excusó un momento para salir a tomar aire, apenas podía caminar bien sin tropezar con sus propios zapatos y decidió no salir con su chaqueta, pero debido al alcohol no sentía con fuerza el clima gélido que estaba a su alrededor, sólo tenía su camisa blanca con un jean casual con algunos parches hechos en bordado tradicional que hacía su padre cuando él estaba más joven, tenía papelitos metalizados en el cabello y parte de la camisa al momento que salió del local, solo andaba sonriendo mientras miraba a la gente pasar por la calle, apoyado bajo los faroles neón del lugar siendo opacado por la leve capa de nieve vieja que se había asentado en distintos lugares.
    Solo reproduce cualquier canción No era raro que a inicio del invierno el grupo que lo conocían de la orquesta le invitaran a salir a beber, siempre lo hacían cuadrando los tiempos necesarios para que él saliera, como si estuviesen a una agrupación conspirativa que se enfoca única y exclusivamente en salir a beber juntos, lo agradecía, muchas veces se olvidaba de lo divertido que era no estar preocupado, con los tiempos sobre su espalda, agotando su cuerpo hasta más no poder. Esa noche ya todos estaban un poco pasados de copas, hablando algunos más coherentes que otros, pero Yuiichi solo estaba callado con una sonrisa boba que no mostraba los dientes, nunca le gusto mostrar los dientes por el colmillo que sobresalía de forma suave. Por lo general, mantenía su rostro sereno, caracterizado por la expresión que muchas veces solo denotaba incomodidad, pero en ese momento solo tenía la sonrisa por el obvio estado de ebriedad era bastante adorable de ver. No supo en qué momento, pero soltaron papelillo en el ambiente del bar en el que estaban, algo de verdad muy bonito de ver. Por lo general no bebía, y si lo hacía no era en exceso, no quería terminar muriendo tan joven, además de que tenía una resistencia al alcohol en números negativos, pero a veces le era difícil medirse, en especial cuando sus amigos hacían juegos tontos que todo el mundo pensaba que habían quedado en la universidad. A pesar de todo, no podía evitar la risa baja que le hacía mostrar su rostro más pequeño ante las expresiones que se le escapaban. Había tenido días tranquilos a pesar del ajetreo de la ciudad, apenas le dieran las vacaciones su primer viaje sería estar un tiempo en su casa de la infancia, cada navidad se juntaban todos en la familia y de verdad es que era algo agradable, salir al mar de vez en cuando con el aire gélido en su piel y el olor a salitre en el ambiente era algo que le llenaba. A pesar de eso, estar donde su padre había fallecido era algo que le oprimía el pecho de vez en cuando. Después de una extensa conversación sobre qué harían para navidad que comenzó después de un largo rato jugando, Yuiichi se excusó un momento para salir a tomar aire, apenas podía caminar bien sin tropezar con sus propios zapatos y decidió no salir con su chaqueta, pero debido al alcohol no sentía con fuerza el clima gélido que estaba a su alrededor, sólo tenía su camisa blanca con un jean casual con algunos parches hechos en bordado tradicional que hacía su padre cuando él estaba más joven, tenía papelitos metalizados en el cabello y parte de la camisa al momento que salió del local, solo andaba sonriendo mientras miraba a la gente pasar por la calle, apoyado bajo los faroles neón del lugar siendo opacado por la leve capa de nieve vieja que se había asentado en distintos lugares.
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  • -aquel hombre se encontraba sentado frente a la barra de madera gastada, el ambiente del bar envuelto en un ambiente tranquilo e incluso familiar para el y el murmullo constante de conversaciones ajenas hacían de ese lugar un nue lugar para finalmente dejar de pensar. Entre sus dedos descansaba una botella de cerveza, las gotas de condensación resbalaban lentamente por el vidrio, reflejando la luz amarillenta de las lámparas. Sus ojos, cansados pero atentos, permanecían fijos en la pantalla del televisor que colgaba en la pared. En ella, una reportera relataba los detalles del último caso en el que había trabajado, con esa voz ensayada que busca dramatismo donde para el solo era un día más de trabajo -

    Supongo que las noticias vuelan bastante rápido...

    -murmuró con una media sonrisa antes de bajar la mirada, observando el recorrido de una gota que descendía hasta su mano. Por un instante, se quedó inmóvil, perdido entre sus pensamientos, el reflejo del televisor se dibujaba en sus pupilas como una sombra conocida; cada palabra de la periodista resonaba como un eco y el solo ponia atención repasando cada detalle en su cabeza-

    Valla que sabe cómo narrar mis días con tanta elocuencia

    -Llevó la botella a los labios, dejando que el amargor de la cerveza le recordara que seguía vivo. Afuera llovía, podía escucharlo golpear el techo del bar como un reloj invisible que marcaba un tiempo solo suyo. Entonces, el crujir de la silla a su costado lo trajo de vuelta a la realidad. Su acompañante había llegado.-

    -El hombre no volteó de inmediato. Tomó otro trago, colocó la botella con suavidad sobre la barra y solo entonces giró ligeramente el rostro, dedicando una sonrisa cordial, Habían acordado encontrarse allí para hablar. De qué exactamente, no lo sabía. Tal vez del pasado, de los fantasmas que ambos compartían, o simplemente para conocer un nuevo mundo, Sea como fuere, aquella noche no tenía nada mejor que hacer. Y en el fondo, una parte de él agradecía la distracción.-

    Llegas justo a tiempo

    -Dijo finalmente, encendiendo un cigarrillo y ofreciéndole uno al recién llegado

    Las noches siempre son menos pesadas cuando alguien más comparte el silencio.
    -aquel hombre se encontraba sentado frente a la barra de madera gastada, el ambiente del bar envuelto en un ambiente tranquilo e incluso familiar para el y el murmullo constante de conversaciones ajenas hacían de ese lugar un nue lugar para finalmente dejar de pensar. Entre sus dedos descansaba una botella de cerveza, las gotas de condensación resbalaban lentamente por el vidrio, reflejando la luz amarillenta de las lámparas. Sus ojos, cansados pero atentos, permanecían fijos en la pantalla del televisor que colgaba en la pared. En ella, una reportera relataba los detalles del último caso en el que había trabajado, con esa voz ensayada que busca dramatismo donde para el solo era un día más de trabajo - Supongo que las noticias vuelan bastante rápido... -murmuró con una media sonrisa antes de bajar la mirada, observando el recorrido de una gota que descendía hasta su mano. Por un instante, se quedó inmóvil, perdido entre sus pensamientos, el reflejo del televisor se dibujaba en sus pupilas como una sombra conocida; cada palabra de la periodista resonaba como un eco y el solo ponia atención repasando cada detalle en su cabeza- Valla que sabe cómo narrar mis días con tanta elocuencia -Llevó la botella a los labios, dejando que el amargor de la cerveza le recordara que seguía vivo. Afuera llovía, podía escucharlo golpear el techo del bar como un reloj invisible que marcaba un tiempo solo suyo. Entonces, el crujir de la silla a su costado lo trajo de vuelta a la realidad. Su acompañante había llegado.- -El hombre no volteó de inmediato. Tomó otro trago, colocó la botella con suavidad sobre la barra y solo entonces giró ligeramente el rostro, dedicando una sonrisa cordial, Habían acordado encontrarse allí para hablar. De qué exactamente, no lo sabía. Tal vez del pasado, de los fantasmas que ambos compartían, o simplemente para conocer un nuevo mundo, Sea como fuere, aquella noche no tenía nada mejor que hacer. Y en el fondo, una parte de él agradecía la distracción.- Llegas justo a tiempo -Dijo finalmente, encendiendo un cigarrillo y ofreciéndole uno al recién llegado Las noches siempre son menos pesadas cuando alguien más comparte el silencio.
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  • "Una copa con la muerte"

    El murmullo del mundo se detuvo.
    Ni un suspiro, ni un tic del reloj, ni el latido más rebelde osó moverse.
    Solo él seguía ahí, reclinado en su silla, el guante negro apoyado sobre el mentón, la otra mano girando con parsimonia una copa de vino que parecía absorber la luz.

    El líquido tenía un color profundo, casi hipnótico, como si guardara siglos dentro.
    Cillian alzó la vista. Su mirada era tranquila, pero su calma tenía filo.

    —No temas —dijo, con voz baja y limpia, más cercana a un pensamiento que a un sonido—. Este es un lugar fuera de todo. Aquí no existe el tiempo, ni el juicio… solo la verdad.

    Dejó que el silencio se asentara, antes de deslizar otra copa hacia el frente.
    El vino reflejaba los destellos de una eternidad que pocos podrían soportar ver.

    —Bebe —ordenó suavemente, una sonrisa leve curvando sus labios—. Es el vino de las almas. Fino, añejo, destilado de los últimos suspiros de quienes ya no están. Cada trago… contiene un eco.

    Sus ojos brillaron apenas, un resplandor carmesí en medio de la penumbra.

    —Mientras lo bebas, el tiempo no correrá para ti.
    Podrás preguntarme lo que desees. Cualquier cosa.
    El precio es simple… —su voz se tornó casi un susurro de humo—: la verdad nunca llega sin costo.

    Apoyó el codo en la mesa, observando con detenimiento, casi con un aire de fascinación morbosa.
    La copa entre sus dedos parecía flotar, temblando con una vida propia.

    —Entonces, humano… —dijo con una elegancia perezosa, pero con un fondo de algo implacable—
    ¿qué deseas saber de la Muerte?
    "Una copa con la muerte" El murmullo del mundo se detuvo. Ni un suspiro, ni un tic del reloj, ni el latido más rebelde osó moverse. Solo él seguía ahí, reclinado en su silla, el guante negro apoyado sobre el mentón, la otra mano girando con parsimonia una copa de vino que parecía absorber la luz. El líquido tenía un color profundo, casi hipnótico, como si guardara siglos dentro. Cillian alzó la vista. Su mirada era tranquila, pero su calma tenía filo. —No temas —dijo, con voz baja y limpia, más cercana a un pensamiento que a un sonido—. Este es un lugar fuera de todo. Aquí no existe el tiempo, ni el juicio… solo la verdad. Dejó que el silencio se asentara, antes de deslizar otra copa hacia el frente. El vino reflejaba los destellos de una eternidad que pocos podrían soportar ver. —Bebe —ordenó suavemente, una sonrisa leve curvando sus labios—. Es el vino de las almas. Fino, añejo, destilado de los últimos suspiros de quienes ya no están. Cada trago… contiene un eco. Sus ojos brillaron apenas, un resplandor carmesí en medio de la penumbra. —Mientras lo bebas, el tiempo no correrá para ti. Podrás preguntarme lo que desees. Cualquier cosa. El precio es simple… —su voz se tornó casi un susurro de humo—: la verdad nunca llega sin costo. Apoyó el codo en la mesa, observando con detenimiento, casi con un aire de fascinación morbosa. La copa entre sus dedos parecía flotar, temblando con una vida propia. —Entonces, humano… —dijo con una elegancia perezosa, pero con un fondo de algo implacable— ¿qué deseas saber de la Muerte?
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  • Sé, que al buen entendedor pocas palabras.
    Pero está vez tendrá que ser distinto... Porque soy presa de la confusión.

    Quiero saber dónde estoy parada,
    si estoy en la orilla, si estoy bien centrada.
    O si estoy fuera de tu corazón.

    ¿Porque no me das corazón, la seguridad de un amor, a toda prueba?
    Sabes bien que tengo razón, el tiempo ya terminó, tan solo queda.

    Ser, lo suficientemente decididos.
    Para dejar lo nuestro en el olvido, y abrirle las puertas a un nuevo cariño.
    Que nos devuelva a salvó la ilusión.
    🎵🎶 Sé, que al buen entendedor pocas palabras. Pero está vez tendrá que ser distinto... Porque soy presa de la confusión. Quiero saber dónde estoy parada, si estoy en la orilla, si estoy bien centrada. O si estoy fuera de tu corazón. ¿Porque no me das corazón, la seguridad de un amor, a toda prueba? Sabes bien que tengo razón, el tiempo ya terminó, tan solo queda. Ser, lo suficientemente decididos. Para dejar lo nuestro en el olvido, y abrirle las puertas a un nuevo cariño. Que nos devuelva a salvó la ilusión. 🎶🎵
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  • OBSESIÓN

    Estoy jodida por ti. Ya está. Esa es la verdad que no cambia aunque pase el tiempo. Lo he intentado, créeme. He probado a reemplazarte con cuerpos vacíos, a distraerme con ruido, a llenarme la boca diciendo que te olvidé. Mentira. No eres “lo correcto”. Eres mi maldito punto débil. Siempre vuelvo. Aunque me escupa sangre.
    OBSESIÓN Estoy jodida por ti. Ya está. Esa es la verdad que no cambia aunque pase el tiempo. Lo he intentado, créeme. He probado a reemplazarte con cuerpos vacíos, a distraerme con ruido, a llenarme la boca diciendo que te olvidé. Mentira. No eres “lo correcto”. Eres mi maldito punto débil. Siempre vuelvo. Aunque me escupa sangre.
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  • Últimamente los casos me tienen tan absorbido que apenas tengo tiempo para mí, pero hoy he tomado la decisión de tomarme la tarde libre y me he ido con tanatos se paseo por el bosque hace mucho que no lo hacía y me sentido tan bien.
    Últimamente los casos me tienen tan absorbido que apenas tengo tiempo para mí, pero hoy he tomado la decisión de tomarme la tarde libre y me he ido con tanatos se paseo por el bosque hace mucho que no lo hacía y me sentido tan bien.
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  • —Tan pequeña, tan frágil, y al mismo tiempo, tan poderosa. ¿Qué triste, no? Cómo el dinero ofusca y vuelve burdas las transacciones que deberían ser pasionales y sublimes, las ensucia, las simplifica hasta sus núcleos más primordiales. En muchos sentidos, no hay demonio peor que el dinero, y este altar que hemos decidido construirle, ¿qué es, sino un monumento a la decadencia?
    —Tan pequeña, tan frágil, y al mismo tiempo, tan poderosa. ¿Qué triste, no? Cómo el dinero ofusca y vuelve burdas las transacciones que deberían ser pasionales y sublimes, las ensucia, las simplifica hasta sus núcleos más primordiales. En muchos sentidos, no hay demonio peor que el dinero, y este altar que hemos decidido construirle, ¿qué es, sino un monumento a la decadencia?
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || Estaré un tiempo fuera de línea... Subire la tercera parte del rol antes del 31... Pero es que me dijeron algo hace poco que de verdad me dió un insta-bajón y quisiera desconectarme de todo por un rato.... O hasta que Shadow regrese
    Por favor, paciencia
    || Estaré un tiempo fuera de línea... Subire la tercera parte del rol antes del 31... Pero es que me dijeron algo hace poco que de verdad me dió un insta-bajón y quisiera desconectarme de todo por un rato.... O hasta que Shadow regrese Por favor, paciencia
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