• - No creo soportar mas tiempo a esta chica...
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  • ||• Tarde en el Centro Comercial||•
    Categoría Contemporáneo
    Theadorine Lombard
    Un sonoro aplauso general retumbó en las cuatro paredes del estudio marcando el final de la jornada cuando el reloj dió las siete de la tarde. Peter, el director de la obra que estaban ensayando y Spinozza, quien era el dueño del centro también se sumaron al júbilo mientras el grupo remataba con una reverencia.- Vale, chicos,¡ Ha valido! Nos vemos mañana para repasar, no os durmáis en los laureles,que todavía queda por pulir.- De nuevo júbilo, vítores, incluso pareció que el agriado humor de Spinozza por un momento quedarse a un lado.
    El buen humor se mantuvo mientras bajaban como torbellinos a la planta baja, a la máquina de café y aperitivos ,como ya era tradición después de cada clase.
    Ángel una vez más se adelantó ,y antes de que la muchacha pudiera siquiera meter la moneda en la ranura, el chico ya había sacado un café para ella y después otro para él, guiñándole un ojo de forma cómplice mientras se lo ofrecía.- ¿Qué os apetece hacer ahora?- Era viernes, última hora. Con el fin de semana a la vuelta de la esquina , tenían todo el tiempo del mundo a su disposición. Mientras formulaba la pregunta que a todos se les pasaba por la cabeza, Ethan, miembro del equipo, daba un sorbo a su refresco.

    - ¿Un cine?- Propuso Sarah, quien había tenido la suerte de conseguir el papel principal , haciendo buena cuenta de su botella de agua. Ann, la encargada de sonido, que se acababa de incorporar tras recoger los cables, a su diestra, negó con un mohín.- No hay nada interesante todavía. Y paso de la película cursi de turno, la verdad.- Respondió Sarah con un bufido de fastidio.
    - ¿ Y el Centro Comercial que acaban de abrir?- Propuso Ángel.
    - Podemos echar un vistazo, y vamos viendo,¿No? Además , creo que hay un sitio nuevo de recreativos . Yo quiero probar.- Convino Rosie. Tras unos segundos de debate, el grupo se puso de acuerdo.

    Dicho y hecho. Entre risas, se despidieron del conserje y no tardaron en llegar.
    Fueron recibidos por un amasijo de luces, aromas diversos y el retumbar constante del ir y venir de la gente.-¿ Visteis la cara de sorpresa de Peter cuando llegó el momento de "¿ Recuerdas quién soy?"?- Fue bromeando Ángel a su lado ,impostando la voz varios tonos más aguda mientras el grupo dejaba atrás la zona electrónica y menaje para atajar hasta la zona dedicada a ocio, donde se encontraban los recreativos, cargados con bolsos y mochilas.
    - Un segundo, que creo que tengo que ir un momento al baño,¡ No tardo! - Comentó Rosie una vez estuvieron cerca de los aseos. Sarah fue con ella.

    Tiró de la cadena, poco a poco el sonido de ésta se fue apagando cuando salió y reparó en la chica que se encontraba frente al espejo, mientras Sarah se demoraba algo más.
    Le dedicó una sonrisa amable al tiempo que se lavaba las manos ,para después retocarse el peinado.- Anda,¡ Me encanta tu camiseta!- Comentó de forma genuina, tratando de romper el hielo.- Te queda bien,¿ De dónde es?
    [solar_magenta_fox_463] Un sonoro aplauso general retumbó en las cuatro paredes del estudio marcando el final de la jornada cuando el reloj dió las siete de la tarde. Peter, el director de la obra que estaban ensayando y Spinozza, quien era el dueño del centro también se sumaron al júbilo mientras el grupo remataba con una reverencia.- Vale, chicos,¡ Ha valido! Nos vemos mañana para repasar, no os durmáis en los laureles,que todavía queda por pulir.- De nuevo júbilo, vítores, incluso pareció que el agriado humor de Spinozza por un momento quedarse a un lado. El buen humor se mantuvo mientras bajaban como torbellinos a la planta baja, a la máquina de café y aperitivos ,como ya era tradición después de cada clase. Ángel una vez más se adelantó ,y antes de que la muchacha pudiera siquiera meter la moneda en la ranura, el chico ya había sacado un café para ella y después otro para él, guiñándole un ojo de forma cómplice mientras se lo ofrecía.- ¿Qué os apetece hacer ahora?- Era viernes, última hora. Con el fin de semana a la vuelta de la esquina , tenían todo el tiempo del mundo a su disposición. Mientras formulaba la pregunta que a todos se les pasaba por la cabeza, Ethan, miembro del equipo, daba un sorbo a su refresco. - ¿Un cine?- Propuso Sarah, quien había tenido la suerte de conseguir el papel principal , haciendo buena cuenta de su botella de agua. Ann, la encargada de sonido, que se acababa de incorporar tras recoger los cables, a su diestra, negó con un mohín.- No hay nada interesante todavía. Y paso de la película cursi de turno, la verdad.- Respondió Sarah con un bufido de fastidio. - ¿ Y el Centro Comercial que acaban de abrir?- Propuso Ángel. - Podemos echar un vistazo, y vamos viendo,¿No? Además , creo que hay un sitio nuevo de recreativos . Yo quiero probar.- Convino Rosie. Tras unos segundos de debate, el grupo se puso de acuerdo. Dicho y hecho. Entre risas, se despidieron del conserje y no tardaron en llegar. Fueron recibidos por un amasijo de luces, aromas diversos y el retumbar constante del ir y venir de la gente.-¿ Visteis la cara de sorpresa de Peter cuando llegó el momento de "¿ Recuerdas quién soy?"?- Fue bromeando Ángel a su lado ,impostando la voz varios tonos más aguda mientras el grupo dejaba atrás la zona electrónica y menaje para atajar hasta la zona dedicada a ocio, donde se encontraban los recreativos, cargados con bolsos y mochilas. - Un segundo, que creo que tengo que ir un momento al baño,¡ No tardo! - Comentó Rosie una vez estuvieron cerca de los aseos. Sarah fue con ella. Tiró de la cadena, poco a poco el sonido de ésta se fue apagando cuando salió y reparó en la chica que se encontraba frente al espejo, mientras Sarah se demoraba algo más. Le dedicó una sonrisa amable al tiempo que se lavaba las manos ,para después retocarse el peinado.- Anda,¡ Me encanta tu camiseta!- Comentó de forma genuina, tratando de romper el hielo.- Te queda bien,¿ De dónde es?
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  • El silencio reinaba en el teatro vacío, las largas filas de butacas abandonadas como ecos de un pasado de esplendor. Las luces apenas iluminaban el escenario, como una barrera entre el mundo real y aquel que pertenecía a los muertos. El aire estaba cargado de la nostalgia de una gloria pasada, pero no había ni una chispa de vida en el vasto espacio, solo la quietud eterna de la decadencia.

    Allí, en el centro del escenario, la silueta de Lyra vislumbraba entre las sombras, su figura era esbelta y sus movimientos suaves como la seda, se mantenía en un silencio profundo, observando la oscuridad que la rodeaba. Su piel pálida reflejaba lo poco de luz que quedaba, como si su propia existencia estuviera atrapada en un sueño eterno.

    En el fondo, casi imperceptible al principio, sonó una melodía.

    https://www.youtube.com/watch?v=qeMFqkcPYcg&list=RDqeMFqkcPYcg&start_radio=1

    “Sweet dreams” un contraste bastante interesante dado al sitio donde se encontraba , su ritmo desafiante chocando con la serenidad y quietud del lugar. La canción, con su toque provocador y misterioso, parecía entrar en conflicto con la serenidad del teatro, pero de alguna manera, encajaba a la perfección. Lyra, sin poder evitarlo, sintió cómo la música invadía su cuerpo, una oleada de energía que la empujó a moverse. Solo una persona sabía lo que aquello provocaba en ella...

    Su primer movimiento fue sutil, como una sombra que se desliza por el suelo, pero pronto sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de la canción. El sonido de los bajos pulsando a través del aire llenó el vacío del teatro, haciendo que las paredes parecieran vibrar con una energía que solo Lyra podía entender. La vampiresa comenzó a caminar, pero no de una forma común. Cada paso era una danza, un giro que desafiaba la gravedad, como si el escenario fuera suyo para siempre. Sus manos, delgadas y llenas de gracia, se elevaron suavemente, como si estuviera tocando los ecos del pasado en el aire.

    La oscuridad que la rodeaba comenzó a fundirse con ella, su figura etérea proyectada sobre las paredes del teatro, mientras sus movimientos se volvían más seductores, más atrevidos. A pesar de la naturaleza gótica de su ser, la energía de la música era tan vibrante, tan llena de vida, que parecía contrarrestar su condena eterna. Lyra no solo era una sombra en la noche, ella era una manifestación de lo prohibido, de lo que te podía dañar desde adentro.

    Sus ojos, de un rojo brillante como rubíes, brillaban en la penumbra mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, un reflejo de su alma atormentada. La canción resonaba en su ser, sus movimientos se volvían cada vez más provocativos, como si el escenario fuera su pista de baile y ella la reina indiscutible de ese espacio olvidado.

    A medida que la melodía se intensificaba, Lyra se dejó llevar por el ritmo, un baile en el que el tiempo parecía detenerse. La historia de su vida, de su condena, se entrelazaba con la música, como si cada acorde fuera una parte de su alma rota. Pero no había tristeza en su danza, solo había un ardiente deseo de sentirse viva, de sentir esa chispa de rebelión en la piel, a pesar de la eternidad que la atrapaba.

    Su figura, elegante y llena de gracia, se movía entre las sombras del teatro, un contraste entre la luz tenue del escenario y la oscuridad que parecía alimentarla. El teatro, aunque vacío, parecía cobrar vida, como si su presencia de desbordara las paredes y desafiara el vacío. La canción continuaba, susurrando en el aire, y ella bailaba, como un alma libre atrapada en el cuerpo de un monstruo.

    ♧ Sweet dreams are made of this - murmuró en la oscuridad, su voz cálida, pero cargada de intención - Who am I to disagree?...-
    El silencio reinaba en el teatro vacío, las largas filas de butacas abandonadas como ecos de un pasado de esplendor. Las luces apenas iluminaban el escenario, como una barrera entre el mundo real y aquel que pertenecía a los muertos. El aire estaba cargado de la nostalgia de una gloria pasada, pero no había ni una chispa de vida en el vasto espacio, solo la quietud eterna de la decadencia. Allí, en el centro del escenario, la silueta de Lyra vislumbraba entre las sombras, su figura era esbelta y sus movimientos suaves como la seda, se mantenía en un silencio profundo, observando la oscuridad que la rodeaba. Su piel pálida reflejaba lo poco de luz que quedaba, como si su propia existencia estuviera atrapada en un sueño eterno. En el fondo, casi imperceptible al principio, sonó una melodía. https://www.youtube.com/watch?v=qeMFqkcPYcg&list=RDqeMFqkcPYcg&start_radio=1 “Sweet dreams” un contraste bastante interesante dado al sitio donde se encontraba , su ritmo desafiante chocando con la serenidad y quietud del lugar. La canción, con su toque provocador y misterioso, parecía entrar en conflicto con la serenidad del teatro, pero de alguna manera, encajaba a la perfección. Lyra, sin poder evitarlo, sintió cómo la música invadía su cuerpo, una oleada de energía que la empujó a moverse. Solo una persona sabía lo que aquello provocaba en ella... Su primer movimiento fue sutil, como una sombra que se desliza por el suelo, pero pronto sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de la canción. El sonido de los bajos pulsando a través del aire llenó el vacío del teatro, haciendo que las paredes parecieran vibrar con una energía que solo Lyra podía entender. La vampiresa comenzó a caminar, pero no de una forma común. Cada paso era una danza, un giro que desafiaba la gravedad, como si el escenario fuera suyo para siempre. Sus manos, delgadas y llenas de gracia, se elevaron suavemente, como si estuviera tocando los ecos del pasado en el aire. La oscuridad que la rodeaba comenzó a fundirse con ella, su figura etérea proyectada sobre las paredes del teatro, mientras sus movimientos se volvían más seductores, más atrevidos. A pesar de la naturaleza gótica de su ser, la energía de la música era tan vibrante, tan llena de vida, que parecía contrarrestar su condena eterna. Lyra no solo era una sombra en la noche, ella era una manifestación de lo prohibido, de lo que te podía dañar desde adentro. Sus ojos, de un rojo brillante como rubíes, brillaban en la penumbra mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, un reflejo de su alma atormentada. La canción resonaba en su ser, sus movimientos se volvían cada vez más provocativos, como si el escenario fuera su pista de baile y ella la reina indiscutible de ese espacio olvidado. A medida que la melodía se intensificaba, Lyra se dejó llevar por el ritmo, un baile en el que el tiempo parecía detenerse. La historia de su vida, de su condena, se entrelazaba con la música, como si cada acorde fuera una parte de su alma rota. Pero no había tristeza en su danza, solo había un ardiente deseo de sentirse viva, de sentir esa chispa de rebelión en la piel, a pesar de la eternidad que la atrapaba. Su figura, elegante y llena de gracia, se movía entre las sombras del teatro, un contraste entre la luz tenue del escenario y la oscuridad que parecía alimentarla. El teatro, aunque vacío, parecía cobrar vida, como si su presencia de desbordara las paredes y desafiara el vacío. La canción continuaba, susurrando en el aire, y ella bailaba, como un alma libre atrapada en el cuerpo de un monstruo. ♧ Sweet dreams are made of this - murmuró en la oscuridad, su voz cálida, pero cargada de intención - Who am I to disagree?...-
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  • La Lágrima del Primer Olvido
    Fandom OC
    Categoría Aventura
    Gin Katsuragi

    El eco del corazón de Umbra aún latía en sus manos. Miyabi se arrodilló en medio de un claro que parecia no existir en ningún mapa, un lugar lleno de árboles cuya corteza temblaba con la respiración del tiempo pero que reflejaba su antigua aldea tal y como la recordaba.

    Acababa de dejar atrás el abismo, el lugar donde había arrancado el primer ingrediente para la Llama del Juicio.

    Pero el mundo que la recibia ahora no era el suyo. La hierba era más alta de lo que recordaba, el cielo más limpio, y el aire tan inocente que le provocaba paz. No había ruinas ni cicatrices ni la aldea destruída que recordaba; tampoco rastros de la guerra que habia empezado el clan del fenix negro.
    Se levantó lentamente, con el ceño fruncido —¿Dónde estoy...? —murmuró hasta sentir una presencia lejana y temblorosa, como un susurro que nacía del mismo suelo. Algo que no era ni alma ni materia: La Lágrima del Primer Olvido estaba cerca. Era un cristal puro, nacido del olvido absoluto de un ser que había renunciado a su nombre, a su forma y a su propósito, y que aún así, seguía caminando y la única forma de obtenerla era cambiando lugares con aquel ser.

    Miyabi se estremeció.. El corazón de Umbra en sus manos palpitó de nuevo, y por un instante, sus memorias parpadearon. Vió el rostro de Gin, su prometido, antes de que el abismo se los tragara. ¿Estaba él aquí también? ¿En este mundo? ¿Había sido arrastrado por la grieta que el corazón había abierto?

    —Gin... —susurró. Y el viento pareció conocer ese nombre. Pero ella ya no estaba segura de recordarlo.

    El tiempo había comenzado a deshilacharse y Miyabi estaba caminando hacia el lugar donde los recuerdos mueren.
    [Katsuragi01] El eco del corazón de Umbra aún latía en sus manos. Miyabi se arrodilló en medio de un claro que parecia no existir en ningún mapa, un lugar lleno de árboles cuya corteza temblaba con la respiración del tiempo pero que reflejaba su antigua aldea tal y como la recordaba. Acababa de dejar atrás el abismo, el lugar donde había arrancado el primer ingrediente para la Llama del Juicio. Pero el mundo que la recibia ahora no era el suyo. La hierba era más alta de lo que recordaba, el cielo más limpio, y el aire tan inocente que le provocaba paz. No había ruinas ni cicatrices ni la aldea destruída que recordaba; tampoco rastros de la guerra que habia empezado el clan del fenix negro. Se levantó lentamente, con el ceño fruncido —¿Dónde estoy...? —murmuró hasta sentir una presencia lejana y temblorosa, como un susurro que nacía del mismo suelo. Algo que no era ni alma ni materia: La Lágrima del Primer Olvido estaba cerca. Era un cristal puro, nacido del olvido absoluto de un ser que había renunciado a su nombre, a su forma y a su propósito, y que aún así, seguía caminando y la única forma de obtenerla era cambiando lugares con aquel ser. Miyabi se estremeció.. El corazón de Umbra en sus manos palpitó de nuevo, y por un instante, sus memorias parpadearon. Vió el rostro de Gin, su prometido, antes de que el abismo se los tragara. ¿Estaba él aquí también? ¿En este mundo? ¿Había sido arrastrado por la grieta que el corazón había abierto? —Gin... —susurró. Y el viento pareció conocer ese nombre. Pero ella ya no estaba segura de recordarlo. El tiempo había comenzado a deshilacharse y Miyabi estaba caminando hacia el lugar donde los recuerdos mueren.
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  • Recuerdo ese día... ha pasado un tiempo. Ser un guerrero era todo lo que me importaba.
    Recuerdo ese día... ha pasado un tiempo. Ser un guerrero era todo lo que me importaba.
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  • Saturado de labores, con más peso del que su alma podía sostener, y apenas tres horas de sueño que no alcanzaban a mitigar el desvelo del corazón.

    El trabajo se volvió su refugio, su escudo contra el pensamiento, la única disciplina que lo mantenía erguido, severo, profesional, como un faro que resiste la tormenta sin mirar atrás.

    El departamento que alguna vez compartió con ella permanecía intacto, como un santuario abandonado, solo la comida fue retirada, no por olvido, sino por necesidad.

    Con lo que le quedaba, se mudó a Roppongi,
    a un rincón donde la ciudad no podía alcanzarlo del todo.

    Su rostro envejeció antes de tiempo,
    marcado por la depresión, esa amante silenciosa que lo sedujo con la promesa de una soledad absoluta.

    Él era la encarnación de la eficiencia, la eficacia y la efectividad, atento a cada entrevista, cada firma de libros, y hasta las regalías de una película por venir, un dorama que quizás contaría su historia sin decir su nombre con generos y épocas diferentes.

    Su manager lamentaba su tragedia íntima,
    pero en el escenario público, Kagehiro era ya una eminencia. Sus libros para adultos, cargados de pasión, habían dado paso a narrativas más crudas, más contemporáneas, historias que dolían por lo cercanas, por lo reales.

    Haruki Murakami tenía ahora un rival,
    pero también un amigo entrañable,
    un espejo en el que la literatura japonesa se miraba con nuevos ojos.
    Saturado de labores, con más peso del que su alma podía sostener, y apenas tres horas de sueño que no alcanzaban a mitigar el desvelo del corazón. El trabajo se volvió su refugio, su escudo contra el pensamiento, la única disciplina que lo mantenía erguido, severo, profesional, como un faro que resiste la tormenta sin mirar atrás. El departamento que alguna vez compartió con ella permanecía intacto, como un santuario abandonado, solo la comida fue retirada, no por olvido, sino por necesidad. Con lo que le quedaba, se mudó a Roppongi, a un rincón donde la ciudad no podía alcanzarlo del todo. Su rostro envejeció antes de tiempo, marcado por la depresión, esa amante silenciosa que lo sedujo con la promesa de una soledad absoluta. Él era la encarnación de la eficiencia, la eficacia y la efectividad, atento a cada entrevista, cada firma de libros, y hasta las regalías de una película por venir, un dorama que quizás contaría su historia sin decir su nombre con generos y épocas diferentes. Su manager lamentaba su tragedia íntima, pero en el escenario público, Kagehiro era ya una eminencia. Sus libros para adultos, cargados de pasión, habían dado paso a narrativas más crudas, más contemporáneas, historias que dolían por lo cercanas, por lo reales. Haruki Murakami tenía ahora un rival, pero también un amigo entrañable, un espejo en el que la literatura japonesa se miraba con nuevos ojos.
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  • Bienvenido maestro llegaste justo a tiempo para la cena, pasa debes estar muy cansado no?
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  • Bosteza sacándose el polvo de encima.

    Ya ha pasado demasiado tiempo, y quedan poco tiempo (relativamente) para la noche del solsticio.
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  • ~|Prólogo: El legado del eclipse|~

    Se dice que los Blackwood no nacieron del mundo, sino entre mundos. Su linaje proviene de una unión prohibida entre una sacerdotisa lunar y un espíritu de las sombras, una entidad que solo existe cuando la luz y la sombra se funden.

    De esa unión nació el primer Blackwood, Alaric.

    Desde entonces el linaje Blackwood ah estado tejido con hilos de sombra y luz, marcado por una magia que se transmite no solo por enseñanza, sino por revelación, cada miembro nace con una semilla mágica única, que permanece dormida.

    A diferencia de otros clanes, donde los dones se heredan como títulos, en los Blackwood cada poder duerme, oculto en lo más profundo del alma, esperando su momento. No hay hechizo que lo despierte. No hay ritual que lo fuerce , solo la union de la luz y la oscuridad en una danza momentanea, un Eclipse.

    Cada cierto ciclo, cuando el sol y la luna se alinean en un suspiro cósmico, el velo entre lo humano y lo eterno se rasga. Es entonces cuando la magia de cada integrante se revela. Algunos reciben visiones. Otros, fuego, los mas extraordinarios poderes que les llevan años dominar, pues
    la magia en los Blackwood nunca ha sido igual. Algunos nacen con afinidad por el aire, otros por la sangre, otros por el tiempo.

    Pero... hay uno que no se repite. Uno que solo aparece cuando el eclipse coincide con el renacer de una estrella caída: el poder del fénix.

    Ese poder no se manifiesta con llamas. Se insinúa. Vibra bajo la piel. Se oculta en sueños rotos y en plumas que no deberían existir. Y cuando aparece, no hay marcha atrás, no es fuego común.. no es destrucción.. es renacimiento... es transmutación es el susurro de lo que arde sin consumir, de lo que muere para volver más fuerte
    ~|Prólogo: El legado del eclipse|~ Se dice que los Blackwood no nacieron del mundo, sino entre mundos. Su linaje proviene de una unión prohibida entre una sacerdotisa lunar y un espíritu de las sombras, una entidad que solo existe cuando la luz y la sombra se funden. De esa unión nació el primer Blackwood, Alaric. Desde entonces el linaje Blackwood ah estado tejido con hilos de sombra y luz, marcado por una magia que se transmite no solo por enseñanza, sino por revelación, cada miembro nace con una semilla mágica única, que permanece dormida. A diferencia de otros clanes, donde los dones se heredan como títulos, en los Blackwood cada poder duerme, oculto en lo más profundo del alma, esperando su momento. No hay hechizo que lo despierte. No hay ritual que lo fuerce , solo la union de la luz y la oscuridad en una danza momentanea, un Eclipse. Cada cierto ciclo, cuando el sol y la luna se alinean en un suspiro cósmico, el velo entre lo humano y lo eterno se rasga. Es entonces cuando la magia de cada integrante se revela. Algunos reciben visiones. Otros, fuego, los mas extraordinarios poderes que les llevan años dominar, pues la magia en los Blackwood nunca ha sido igual. Algunos nacen con afinidad por el aire, otros por la sangre, otros por el tiempo. Pero... hay uno que no se repite. Uno que solo aparece cuando el eclipse coincide con el renacer de una estrella caída: el poder del fénix. Ese poder no se manifiesta con llamas. Se insinúa. Vibra bajo la piel. Se oculta en sueños rotos y en plumas que no deberían existir. Y cuando aparece, no hay marcha atrás, no es fuego común.. no es destrucción.. es renacimiento... es transmutación es el susurro de lo que arde sin consumir, de lo que muere para volver más fuerte
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  • Kazuo en un nuevo comienzo.

    Kazuo es el mismo ser, con su esencia intacta y el mismo pasado que lo forjó, pero en este universo comienza desde cero. No hay ataduras, no hay vínculos establecidos ni destinos marcados: solo un nuevo punto de partida en el que recorrer su camino.

    Aunque el mundo que lo rodea sea distinto, Kazuo no cambia. Su sabiduría, sus cicatrices, su luz y sus sombras lo acompañan, recordando que él es un alma constante más allá de los universos.

    Aquí, todo puede volver a escribirse. Es otra vida, otro espacio, otro lienzo. Pero siempre será Kazuo, con su propia verdad, listo para descubrir lo que este universo le depare.

    En este nuevo comienzo Elizabeth no existe en este universo, porque de estarlo —en cualquier forma, en cualquier tiempo o lugar— Kazuo volvería a ella sin remedio. Por eso este camino es verdaderamente un inicio desde cero.

    //Esto es un reset. Como si la cuenta hubiese sido creada desde 0. A aquellos personajes que conocen a Kazuo le propongo dos opciones;

    * Comenzar de 0. Que vuelvan a conocerse y empezar una nueva historia.

    * Mantener la presentación inicial, en resumen, ahorrarnos la presentación. Aunque igualmente todo lo ocurrido tras dicho encuentro queda totalmente anulado.

    No voy a borrar nada de la cuenta. La historia de Kazuo y Elizabeth perdurará para quien quiera disfrutar de ella.
    En el apartado de enlaces podéis leer su historia de forma cronológica.

    https://ficrol.com/posts/208109

    Su historia terminó en una heternidad juntos, formando una familia y felices.

    Dicho esto. Vuelvo a las andadas. Gracias a todes por leer hasta aquí .
    Kazuo en un nuevo comienzo. Kazuo es el mismo ser, con su esencia intacta y el mismo pasado que lo forjó, pero en este universo comienza desde cero. No hay ataduras, no hay vínculos establecidos ni destinos marcados: solo un nuevo punto de partida en el que recorrer su camino. Aunque el mundo que lo rodea sea distinto, Kazuo no cambia. Su sabiduría, sus cicatrices, su luz y sus sombras lo acompañan, recordando que él es un alma constante más allá de los universos. Aquí, todo puede volver a escribirse. Es otra vida, otro espacio, otro lienzo. Pero siempre será Kazuo, con su propia verdad, listo para descubrir lo que este universo le depare. En este nuevo comienzo Elizabeth no existe en este universo, porque de estarlo —en cualquier forma, en cualquier tiempo o lugar— Kazuo volvería a ella sin remedio. Por eso este camino es verdaderamente un inicio desde cero. //Esto es un reset. Como si la cuenta hubiese sido creada desde 0. A aquellos personajes que conocen a Kazuo le propongo dos opciones; * Comenzar de 0. Que vuelvan a conocerse y empezar una nueva historia. * Mantener la presentación inicial, en resumen, ahorrarnos la presentación. Aunque igualmente todo lo ocurrido tras dicho encuentro queda totalmente anulado. No voy a borrar nada de la cuenta. La historia de Kazuo y Elizabeth perdurará para quien quiera disfrutar de ella. En el apartado de enlaces podéis leer su historia de forma cronológica. https://ficrol.com/posts/208109 Su historia terminó en una heternidad juntos, formando una familia y felices. Dicho esto. Vuelvo a las andadas. Gracias a todes por leer hasta aquí ❤️‍🩹.
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