• Obsequio recibido, gracias hermano, Sunday, son hermosas, estoy feliz de tener un hermano como tu.

    -Estando con las flores que su hermano había elegido para ella, aunque sabe que pronto llegará algo que hará que estén separados, quien sabe por cuanto tiempo-.

    Por eso daré todo de mi para protegerlos a todos.
    Obsequio recibido, gracias hermano, Sunday, son hermosas, estoy feliz de tener un hermano como tu. -Estando con las flores que su hermano había elegido para ella, aunque sabe que pronto llegará algo que hará que estén separados, quien sabe por cuanto tiempo-. Por eso daré todo de mi para protegerlos a todos.
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  • - "Ella dijo que mi cuerpo es de ella... solo de ella..."

    Para un demonio con la mente como Yaken, que le digan eso es humillante, pero al mismo tiempo esa sensación de romance hacia Yae gana contra el ego

    - "Donde esta Taoqi, necesito hablar con ella... ella conoce mas a su madre que yo..."
    - "Ella dijo que mi cuerpo es de ella... solo de ella..." Para un demonio con la mente como Yaken, que le digan eso es humillante, pero al mismo tiempo esa sensación de romance hacia Yae gana contra el ego - "Donde esta Taoqi, necesito hablar con ella... ella conoce mas a su madre que yo..."
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  • Tokio lo recibía con un torbellino de luces y murmullos. Una ciudad que nunca dormía, que lo devoraba todo, pero que al mismo tiempo le ofrecía un silencio extraño en los rincones donde nadie miraba. Viktor había aprendido a leer esos silencios, y era precisamente en ellos donde ahora estaba construyendo lo suyo: un restaurante que no era simplemente un negocio, sino una declaración personal.

    El edificio era discreto, una fachada tradicional que podía pasar desapercibida entre cientos de locales, pero por dentro se estaba transformando. Tablas de madera pulida, paredes reforzadas y un salón que empezaba a tomar forma. Mientras caminaba entre andamios y polvo de cemento, Viktor se detuvo en el centro, observando el espacio vacío como si ya pudiera verlo terminado. Lo imaginaba lleno de luz cálida, aromas intensos y voces mezcladas en un murmullo sofisticado. Pero sobre todo, lo imaginaba como suyo.

    Ayudar a Noah siempre había sido parte de su vida; lo hacía con convicción, aunque eso significara poner sus propios planes en pausa. Pero esta vez era diferente. Esta vez, Viktor necesitaba algo que no estuviera ligado al peso de los Veyrith, algo que no fuera sombra de nadie. Este restaurante era su forma de dejar una huella, de demostrarse —quizá más a sí mismo que a los demás— que podía levantar algo con sus propias manos.

    Apoyó una mano en la madera áspera de una de las columnas, cerrando los ojos unos segundos. Recordó los años en los que había sido solo un jugador más en el tablero de otros, cumpliendo órdenes, cargando con expectativas que nunca había pedido. Ese eco aún lo seguía, pero aquí… aquí había una oportunidad distinta. El restaurante no sería solo una pantalla para sus negocios; sería un refugio, un lugar que hablaría de él sin necesidad de palabras.

    En el despacho improvisado del segundo piso, desplegó los planos sobre la mesa. Con un cigarro encendido en los labios, trazaba con el dedo las líneas de los pasillos, de las habitaciones privadas, de la cocina que quería perfecta hasta en el último detalle. Había elegido chefs que no solo fueran talentosos, sino que transmitieran en cada plato una identidad. No buscaba simpleza; buscaba arte, precisión y alma.

    Sabía que pronto volvería a sumergirse en los asuntos de Noah, y no dudaba en hacerlo. Pero mientras tanto, cada decisión que tomaba sobre ese restaurante lo acercaba más a algo que sentía suyo. Por primera vez en mucho tiempo, se permitía imaginar un futuro donde no solo sobrevivía a base de cálculos y estrategias, sino donde podía sentarse en ese mismo salón, copa en mano, y sentirse dueño de su propio destino.

    La conclusión le resultaba tan inevitable como inquietante: en una ciudad que tragaba imperios y olvidaba nombres, Viktor estaba decidido a dejar el suyo grabado. Y lo haría no con gritos, sino con un lugar donde cada persona que cruzara la puerta sentiría que estaba entrando en su mundo.
    Tokio lo recibía con un torbellino de luces y murmullos. Una ciudad que nunca dormía, que lo devoraba todo, pero que al mismo tiempo le ofrecía un silencio extraño en los rincones donde nadie miraba. Viktor había aprendido a leer esos silencios, y era precisamente en ellos donde ahora estaba construyendo lo suyo: un restaurante que no era simplemente un negocio, sino una declaración personal. El edificio era discreto, una fachada tradicional que podía pasar desapercibida entre cientos de locales, pero por dentro se estaba transformando. Tablas de madera pulida, paredes reforzadas y un salón que empezaba a tomar forma. Mientras caminaba entre andamios y polvo de cemento, Viktor se detuvo en el centro, observando el espacio vacío como si ya pudiera verlo terminado. Lo imaginaba lleno de luz cálida, aromas intensos y voces mezcladas en un murmullo sofisticado. Pero sobre todo, lo imaginaba como suyo. Ayudar a Noah siempre había sido parte de su vida; lo hacía con convicción, aunque eso significara poner sus propios planes en pausa. Pero esta vez era diferente. Esta vez, Viktor necesitaba algo que no estuviera ligado al peso de los Veyrith, algo que no fuera sombra de nadie. Este restaurante era su forma de dejar una huella, de demostrarse —quizá más a sí mismo que a los demás— que podía levantar algo con sus propias manos. Apoyó una mano en la madera áspera de una de las columnas, cerrando los ojos unos segundos. Recordó los años en los que había sido solo un jugador más en el tablero de otros, cumpliendo órdenes, cargando con expectativas que nunca había pedido. Ese eco aún lo seguía, pero aquí… aquí había una oportunidad distinta. El restaurante no sería solo una pantalla para sus negocios; sería un refugio, un lugar que hablaría de él sin necesidad de palabras. En el despacho improvisado del segundo piso, desplegó los planos sobre la mesa. Con un cigarro encendido en los labios, trazaba con el dedo las líneas de los pasillos, de las habitaciones privadas, de la cocina que quería perfecta hasta en el último detalle. Había elegido chefs que no solo fueran talentosos, sino que transmitieran en cada plato una identidad. No buscaba simpleza; buscaba arte, precisión y alma. Sabía que pronto volvería a sumergirse en los asuntos de Noah, y no dudaba en hacerlo. Pero mientras tanto, cada decisión que tomaba sobre ese restaurante lo acercaba más a algo que sentía suyo. Por primera vez en mucho tiempo, se permitía imaginar un futuro donde no solo sobrevivía a base de cálculos y estrategias, sino donde podía sentarse en ese mismo salón, copa en mano, y sentirse dueño de su propio destino. La conclusión le resultaba tan inevitable como inquietante: en una ciudad que tragaba imperios y olvidaba nombres, Viktor estaba decidido a dejar el suyo grabado. Y lo haría no con gritos, sino con un lugar donde cada persona que cruzara la puerta sentiría que estaba entrando en su mundo.
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  • -Durante una entrevista publicitaria, se generaron discusiones, sugerencias y preguntas ingeniosas mientras las cámaras capturaban distintos ángulos del evento.-

    Anfitrión: Bueno, señor Alastor, parece que los años no le afectan. ¡Jajaja! ¿Hay algún secreto que desee compartir con quienes seguimos su camino?

    A: Jajaja, pues no hago nada especial o algo diferente. Siento no poder ofrecerles una solución mágica.

    -siendo humorista mientras la audiencia se divierte con la broma ligera -

    A: Solamente realizo lo que sé hacer con excelencia, que es sonreír, esa sonrisa que cada uno de ustedes genera en mí cuando recibo sus cartas, sus saludos y, por supuesto, sus solicitudes musicales para que las interprete, ya que son ustedes los auténticos artistas en mi vida. Yo únicamente soy quien hace los toques finales.

    -La cámara se acerca a mí; al mismo tiempo, me doy cuenta de esto y mi expresión alegre se transforma en una seductora, mirando directamente a la lente.-

    Porque yo les pertenezco y ustedes me pertenecen por sienpre hasta el fin de los tiempos.

    -Los clamores de las admiradoras resonaron, entusiastas, repitiendo mi nombre con palabras de apoyo.-

    Anfitrión: ¡Increíble, realmente dejaste al público impresionado, Alastor! ¡Jajajaja!

    -El Anfitrion Refrescaba un poco su rostro,Abanicandose con su mano porque se sintió algo acalorado -

    Anfitrion: Me gustaría, o perdón quiero decir tus oyentes desearían oírte interpretar una canción. ¿Podrías ofrecernos uno?

    A: Por supuesto, ¿por qué no? Por esta razón me encuentro aquí, para satisfacer a quienes me escuchan.

    Me pongo de pie del sofá, sosteniendo mi micrófono, ascendiendo al escenario mientras los asistentes permanecen en silencio ante mi actuación.

    https://youtu.be/ZOpJmpVVoxk?si=-2Q_prvl_9qCoGkf
    -Durante una entrevista publicitaria, se generaron discusiones, sugerencias y preguntas ingeniosas mientras las cámaras capturaban distintos ángulos del evento.- Anfitrión: Bueno, señor Alastor, parece que los años no le afectan. ¡Jajaja! ¿Hay algún secreto que desee compartir con quienes seguimos su camino? A: Jajaja, pues no hago nada especial o algo diferente. Siento no poder ofrecerles una solución mágica. -siendo humorista mientras la audiencia se divierte con la broma ligera - A: Solamente realizo lo que sé hacer con excelencia, que es sonreír, esa sonrisa que cada uno de ustedes genera en mí cuando recibo sus cartas, sus saludos y, por supuesto, sus solicitudes musicales para que las interprete, ya que son ustedes los auténticos artistas en mi vida. Yo únicamente soy quien hace los toques finales. -La cámara se acerca a mí; al mismo tiempo, me doy cuenta de esto y mi expresión alegre se transforma en una seductora, mirando directamente a la lente.- Porque yo les pertenezco y ustedes me pertenecen por sienpre hasta el fin de los tiempos. -Los clamores de las admiradoras resonaron, entusiastas, repitiendo mi nombre con palabras de apoyo.- Anfitrión: ¡Increíble, realmente dejaste al público impresionado, Alastor! ¡Jajajaja! -El Anfitrion Refrescaba un poco su rostro,Abanicandose con su mano porque se sintió algo acalorado - Anfitrion: Me gustaría, o perdón quiero decir tus oyentes desearían oírte interpretar una canción. ¿Podrías ofrecernos uno? A: Por supuesto, ¿por qué no? Por esta razón me encuentro aquí, para satisfacer a quienes me escuchan. Me pongo de pie del sofá, sosteniendo mi micrófono, ascendiendo al escenario mientras los asistentes permanecen en silencio ante mi actuación. https://youtu.be/ZOpJmpVVoxk?si=-2Q_prvl_9qCoGkf
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  • — Me dijo que mi rostro era muy rápido y tiene razón, hace tiempo que no me afeito... Que descuidado soy. —
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  • Aquellos días habían sido horriblemente estresantes, necesitaba paz y, finalmente, podía obtenerla.
    Como hacía tiempo, se encerró en su estudio, pero no para trabajar frenéticamente en crear nuevos patitos, si no para retomar otra de sus pasiones.

    Entre sus manos materializó su instrumento divino, aquel violín dorado que tanto le encantaba y, revisando que todo estuviera bien, se acomodó para empezar a tocar algunas notas al azar que pronto se tornaron en una melodía.

    https://www.youtube.com/watch?v=YDXOioU_OKM


    ||El que no me diga que soy lindo, es p*to(??)
    Aquellos días habían sido horriblemente estresantes, necesitaba paz y, finalmente, podía obtenerla. Como hacía tiempo, se encerró en su estudio, pero no para trabajar frenéticamente en crear nuevos patitos, si no para retomar otra de sus pasiones. Entre sus manos materializó su instrumento divino, aquel violín dorado que tanto le encantaba y, revisando que todo estuviera bien, se acomodó para empezar a tocar algunas notas al azar que pronto se tornaron en una melodía. https://www.youtube.com/watch?v=YDXOioU_OKM ||El que no me diga que soy lindo, es p*to(??)
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  • - sentada en la ventana la luna afuera , como si la estaba viendola
    Habían pasado tiempo Pero su pensamiento, estaban confundiendo mientras miraba aquel anillo que sotenia en su mano .-

    > Olvidar quien soy , solo quiero olvidarme de el? <
    - sentada en la ventana la luna afuera , como si la estaba viendola Habían pasado tiempo Pero su pensamiento, estaban confundiendo mientras miraba aquel anillo que sotenia en su mano .- > Olvidar quien soy , solo quiero olvidarme de el? <
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  • Llega un momento en el que no sabes quién eres. Llega un momento en el que no sabes quién quieres ser. Pero llegará el momento en que te curarás. Y llegará el momento en que te convertirás en la persona que siempre quisiste ser.

    La vida no se trata solo de sueños y personas, sino también de ti. Al final, no importa cuántas personas o cosas entierres, siempre te tendrás a ti mismo. Y siempre tendrás tiempo, años por delante, por los que esperar. Aunque sepas que será difícil, aunque sepas que las cosas tienen que ser así, detrás de todas esas nubes tormentosas, volverá a salir el sol.

    Así que ve al espejo. Mira detrás de ti. Dos veces. Porque por muy bien que creas conocer a alguien, nunca lo conoces lo suficiente.

    Siempre hay alguien observando.

    Siempre hay alguien observándote.

    Abróchate el cinturón. Prepara la pala. Prepárate para enterrar todos los sentimientos, todo lo que hay que enterrar. Y prepárate para plantar algunas flores. Porque donde florecen las cosas oscuras, siempre hay algo que ha sido enterrado.
    Llega un momento en el que no sabes quién eres. Llega un momento en el que no sabes quién quieres ser. Pero llegará el momento en que te curarás. Y llegará el momento en que te convertirás en la persona que siempre quisiste ser. La vida no se trata solo de sueños y personas, sino también de ti. Al final, no importa cuántas personas o cosas entierres, siempre te tendrás a ti mismo. Y siempre tendrás tiempo, años por delante, por los que esperar. Aunque sepas que será difícil, aunque sepas que las cosas tienen que ser así, detrás de todas esas nubes tormentosas, volverá a salir el sol. Así que ve al espejo. Mira detrás de ti. Dos veces. Porque por muy bien que creas conocer a alguien, nunca lo conoces lo suficiente. Siempre hay alguien observando. Siempre hay alguien observándote. Abróchate el cinturón. Prepara la pala. Prepárate para enterrar todos los sentimientos, todo lo que hay que enterrar. Y prepárate para plantar algunas flores. Porque donde florecen las cosas oscuras, siempre hay algo que ha sido enterrado.
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  • — Así que es tu segunda casa, últimamente pasas más tiempo aquí ¿No esta preocupado alguien en tu primer hogar?

    Conversaba tranquila con el minino mientras esperaba en el sofá a su hermano para desayunar.
    — Así que es tu segunda casa, últimamente pasas más tiempo aquí ¿No esta preocupado alguien en tu primer hogar? Conversaba tranquila con el minino mientras esperaba en el sofá a su hermano para desayunar.
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  • Espero que queden bien, no cocino desde hace tiempo.
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