Fragmento: “Luna en modo letal”
La habitación estaba sumida en sombras, apenas iluminada por la luz roja que se filtraba a través de las persianas. Luna se recargó contra la pared, con ese gesto suyo que parecía una invitación y una amenaza al mismo tiempo. El top negro apenas cubría lo suficiente, dejando al descubierto las cicatrices decorativas que cruzaban su abdomen como susurros de guerra... o de deseo.
—¿Vienes a buscar respuestas... o a perder el control? —murmuró, sin moverse.
Sus ojos, delineados con precisión quirúrgica, lo observaban con una calma inquietante. Su voz era suave, como terciopelo con filo de navaja.
Se acercó con pasos lentos, como si bailara con el peligro. Al llegar frente al espejo, se miró con una sonrisa torcida y se acomodó la cinta de su brazo, revelando más tinta, más secretos.
—Te advierto algo, cariño... —dijo, sin dejar de mirarse—. Si das un paso más, no te vas a salvar de mí.
Y no estoy hablando de amor.
Estoy hablando de lo que viene cuando alguien me toca sin permiso… o con demasiadas ganas.
Giró apenas el rostro y bajó la mascarilla hasta dejar ver sus labios.
—¿Aún quieres jugar?
#seductivesunday Fragmento: “Luna en modo letal”
La habitación estaba sumida en sombras, apenas iluminada por la luz roja que se filtraba a través de las persianas. Luna se recargó contra la pared, con ese gesto suyo que parecía una invitación y una amenaza al mismo tiempo. El top negro apenas cubría lo suficiente, dejando al descubierto las cicatrices decorativas que cruzaban su abdomen como susurros de guerra... o de deseo.
—¿Vienes a buscar respuestas... o a perder el control? —murmuró, sin moverse.
Sus ojos, delineados con precisión quirúrgica, lo observaban con una calma inquietante. Su voz era suave, como terciopelo con filo de navaja.
Se acercó con pasos lentos, como si bailara con el peligro. Al llegar frente al espejo, se miró con una sonrisa torcida y se acomodó la cinta de su brazo, revelando más tinta, más secretos.
—Te advierto algo, cariño... —dijo, sin dejar de mirarse—. Si das un paso más, no te vas a salvar de mí.
Y no estoy hablando de amor.
Estoy hablando de lo que viene cuando alguien me toca sin permiso… o con demasiadas ganas.
Giró apenas el rostro y bajó la mascarilla hasta dejar ver sus labios.
—¿Aún quieres jugar?
#seductivesunday