• 𝕿𝐡𝐞 𝕸𝐢𝐫𝐚𝐜𝐥𝐞: 𝖆 𝖓𝖊𝖕𝖍𝖎𝖑𝖑𝖎𝖒.
    Fandom Supernatural - Lucifer
    Categoría Crossover
    ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ➧ sᴛᴀʀᴛᴇʀ Chloe Decker I Fᴇᴍ AU I

    La tensión en la cuidad de plata era palpable, la corte celestial se encontraba reunida pero dividida en dos bandos. Por un lado se encontraban los que depositaban una confianza ciega en el creador y por el otro, aquellos que se encontraban al borde de la locura; en sus rostros se reflejaba la preocupación, la angustia y la desesperación. No había que ser un genio para darse de cuenta de que no les faltaba demasiado para arrancarse una por una las plumas de sus alas.

    Era una reacción lógica, el todopoderoso había tomado un pequeño receso de sus vacaciones indefinida, había ascendido a los cielos a ponerlo todo de cabeza y no parecía inmutarse por ello.

    Los murmullos de cientos de ángeles junto a los murmullos de los principales miembros de la Corte celestial hacian eco en cada rincón del paraíso. Como regla principal, todos los habitantes de la cuidad de plata tenían estrictamente prohibido pelear entre si y por ello estaban debatiendo sobre quien sería el elegido para darle una devolución al padre de todo que agurdaba impaciente en el centro del salón manteniendo su forma humana.

    ──No es necesario que murmuren o que susurren entre ustedes, puedo oirlos...── Menciono en un tono similar al de un regaño y con ello, el silencio se instalo en ese salón hecho de oro y mármol blanco. ──No les estoy pidiendo permiso, mucho menos quiero su opinión. Les estoy diciendo que voy a hacer con el fin de evitar que tomen a mi nieto, es decir a su sobrino, como una amenaza a la que deben erradicar.── Dios era consciente de que estaba tratando un tema delicado pero sabía exactamente lo que estaba haciendo al traer a la mesa el anuncio de que le daría a Lucifer, el hijo desterrado, un retoño y por si no fuera poco... La humana con la que había decidido compartir su vida seria la madre de ese ser. Simplemente inaceptable y no tardaron en saltarse las reglas de votación para tomar la palabra.

    El primero en hacerlo fue Amenadiel, el nuevo mensajero, un ángel que suplia a Gabriel en lo que este cumplía con sus deberes en la tierra.

    “Tampoco estoy del todo de acuerdo con papá pero confío en él. Si ha tomado esa decisión es porque sabe que el niño no será un peligro para nosotros o para sus padres, ni siquiera para los humanos." Explicó volteando a ver los rostros de sus hermanos y hermanas, buscando que alguien más compartiera su punto de vista pero solo un puñado de ellos asintieron.

    "Lamento mucho ser quien les recuerde lo que paso la última vez que los nephillim caminaron en la tierra." Mikha'el fue quien tomó la palabra posicionandose en mitad del salón, muy cerca del creador, para que todos pudieran verlo bien. "Esas criaturas no solo eran fruto del pecado, que es algo muy del estilo de nuestro hermano Lucifer, si no que también se convertían en gigantes incontrolables que arrasaban con todo a su paso. ¿Queremos una segunda invasión de esas abominaciones? ¿O es que en tus planes hay una segunda inundación para tus hijos favoritos, papá? No olvides que tu nuevo favorito vive en la tierra." Espetó el comandante de las huestes celestiales, desafiando a su padre no solo con la mirada, también con sus palabras que lanzo como si fuesen dagas filosas.

    ──Lo dices como si no pudiera traer a Jamie aquí, Miguel... Agradezco tu preocupación por él pero no corre peligro alguno, su bienestar y seguridad es algo que contemple antes de tomar esta decisión por agrandar la familia. ── Chuck sonrió por el comentario de su hijo, que entre los celos hacia Lucifer y el resentimiento por la atención extra que recibían las demás creaciónes, paso por alto con quien estaba hablando. ──Su condición de mortal no lo hace inferior a ti, lo hace más valioso. Aunque, si eso es un problema puedo darle tu divinidad, tu gracia y darte la oportunidad de experimentar lo que es la humanidad... O quizás debería enviarte a la tierra a cumplir con alguna labor similar a la que le di a Gabriel porque a él no lo escucho quejarse y contigo, hijo mio, no puedo decir lo mismo.── El arcángel bajo la mirada al oir las severas palabras de su padre. Se había dejado llevar por las emociones del momento que hasta había olvidado que a Lucifer lo habían desterrado del paraíso sin siquiera darle la oportunidad de excusarse por sus acciones.

    Todos en el cielo sabían que Dios castigaba primero y preguntaba después, cientos de siglos después, y si es que recordaba hacerlo. La prueba de ello era el mismísimo lucero del alba al que le estaban por obsequiar un milagro más no el perdón o la oportunidad de regresar al que alguna vez fue su hogar.

    "Mal interpretas mis palabras, padre. Intento ayudarte a que veas con claridad. Lo que quieres hacer es..." Mikha'el cerró la boca al ver que Chuck alzaba la mano y juntaba el dedo pulgar con el indice como última advertencia. Los angeles exclamaron al unísono, sabían que sucedía cuando Dios chasqueaba los dedos, podía ocurrir un milagro o podía ser el fin de algo y dada la circunstancia, la permanencia del arcángel en el paraíso pendía de un hilo muy delgado.

    ──Gracias por tu silencio, hijo. ¿Alguien más quiere aportar algo o quizás entregarme algún obsequio para la futura madre de mi nieto? ¿Que tal algún regalo para su futuro sobrino?.── Preguntó en un tono animado que rayaba en la burla y la provocación.

    Nadie se atrevió a decir nada más al respecto pero tampoco se acercaron a entregarle nada, se quedaron observandolo, quietos como las columnas de oro que decoraban el salón.

    ──Muy bien... Eso es todo, pueden regresar a sus actividades excepto tú Amenadiel. Tú vendrás conmigo y el resto, espero sean amables con su sobrino cuando lo conozcan; ya estan bastantes mayores como para recibir castigos.── Chuck miró directamente hacia Mikha'el y cuando Amenadiel llego a su lado, abandonaron el salón.

    ㅤ𝚃𝙸𝙴𝚁𝚁𝙰 𝟼𝟼𝟼 - 𝟿 𝙼𝙴𝚂𝙴𝚂 𝙳𝙴𝚂𝙿𝚄𝙴𝚂.

    El día había llegado, era una mañana radiante y cálida de primavera. Las calles estaban decoradas con telarañas, calaveras y calabazas; incluso el hospital estaba decorado con motivo de halloween, una celebración que a diferencia de lo que solían decir no le disgustaba al creador. De hecho, lo encontraba muy divertido e ingenioso porque a pesar de todo se viera tétrico, viejo, o muerto nada era lo que parecía ser.

    Chuck llegó a la recepción del hospital y se anunció con la secretaria que estaba vestida como una bruja.

    "Buenos días, señor. ¿Nombre del paciente al que va a visitar?“ preguntó la mujer mientras abría un archivo en la computadora.

    ──A mi nuera, su nombre es Chloe Decker.── Respondió con amabalidad aunque supiera que iba a decirle la mujer.

    "Chloe Decker..." Repitió la secretaria hasta que dio con el nombre en la lista. "Si, señor. Aquí esta, llega a tiempo; la señorita Decker tuvo a su bebé en la madrugada" le informo y procedió a entregarle un gafete que acreditaba a Chuck como visita. Luego le indico que camino debía tomar para llegar a la habitacion número 221.

    ──Gracias, Maggie. Ten un lindo día.── Chuck se dio la vuelta y la mujer bajó la visto a la solapa de su chaleco donde normalmente estaría su tarjeta de presentación con su nombre pero esta vez no estaba allí, por las prisas no la había traído consigo.

    Se encogió de hombros, pensando en que quizás le habría dicho su nombre en algún momento de la conversación y restandole importancia al asunto regreso a su trabajo.

    Por su parte, Chuck se dejó guiar por energía del pequeño. Aquella que le había quitado a Lucifer como castigo y que ahora entendía porque lo había hecho, alguien más iba a necesitarla, y ese alguien acababa de nacer.

    Antes de que el niño fuese concebido, como su abuelo, Dios había hablado con ese ser cuando era un alma en forma de esfera de luz y de todos los candidatos que se habían ofrecido, escogió al que había suplicado para ser hijo de Chloe. El resto había pedido ser elegidos para aprender de los humanos, para ayudarlos, para ser unos ellos, para experimentar pero solo uno había priorizado a la madre que lo llevaría en el vientre.

    Giró por última vez en el corredor y avanzo hasta dar con la habitación 221, no golpeó para entrar, solo abrió la puerta y entró. Ahí estaba Chloe, iluminada por los rayos de sol que entraban por la ventana, recostada con su bebé en brazos y rodeada de arreglos florales.

    Chloe al percatarse del extraño que había entrado sin anunciarse, se abrazo a su bebé con un solo brazo y con el otro parecía estar buscando algo en la mesa noche.

    ──No necesito ver tu placa, Chloe. Sé que eres policía y no estoy aquí para hacerles daño si no, para conocer a mi nieto.── Menciono con naturalidad sin moverse de su lugar pero al notar que la desconfianza no se esfumaba, agregó. ──El bebé es un niño, pesa tres kilogramos y tiene tus ojos. Nació a las tres de la madrugada, eso te asusto dada la naturaleza de su padre y me pediste a mi que por favor les diera la bendición de que el pequeño se viera normal, ¿olvide de mencionar algo?...
    ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ➧ sᴛᴀʀᴛᴇʀ [detectiveCDecker] La tensión en la cuidad de plata era palpable, la corte celestial se encontraba reunida pero dividida en dos bandos. Por un lado se encontraban los que depositaban una confianza ciega en el creador y por el otro, aquellos que se encontraban al borde de la locura; en sus rostros se reflejaba la preocupación, la angustia y la desesperación. No había que ser un genio para darse de cuenta de que no les faltaba demasiado para arrancarse una por una las plumas de sus alas. Era una reacción lógica, el todopoderoso había tomado un pequeño receso de sus vacaciones indefinida, había ascendido a los cielos a ponerlo todo de cabeza y no parecía inmutarse por ello. Los murmullos de cientos de ángeles junto a los murmullos de los principales miembros de la Corte celestial hacian eco en cada rincón del paraíso. Como regla principal, todos los habitantes de la cuidad de plata tenían estrictamente prohibido pelear entre si y por ello estaban debatiendo sobre quien sería el elegido para darle una devolución al padre de todo que agurdaba impaciente en el centro del salón manteniendo su forma humana. ──No es necesario que murmuren o que susurren entre ustedes, puedo oirlos...── Menciono en un tono similar al de un regaño y con ello, el silencio se instalo en ese salón hecho de oro y mármol blanco. ──No les estoy pidiendo permiso, mucho menos quiero su opinión. Les estoy diciendo que voy a hacer con el fin de evitar que tomen a mi nieto, es decir a su sobrino, como una amenaza a la que deben erradicar.── Dios era consciente de que estaba tratando un tema delicado pero sabía exactamente lo que estaba haciendo al traer a la mesa el anuncio de que le daría a Lucifer, el hijo desterrado, un retoño y por si no fuera poco... La humana con la que había decidido compartir su vida seria la madre de ese ser. Simplemente inaceptable y no tardaron en saltarse las reglas de votación para tomar la palabra. El primero en hacerlo fue Amenadiel, el nuevo mensajero, un ángel que suplia a Gabriel en lo que este cumplía con sus deberes en la tierra. “Tampoco estoy del todo de acuerdo con papá pero confío en él. Si ha tomado esa decisión es porque sabe que el niño no será un peligro para nosotros o para sus padres, ni siquiera para los humanos." Explicó volteando a ver los rostros de sus hermanos y hermanas, buscando que alguien más compartiera su punto de vista pero solo un puñado de ellos asintieron. "Lamento mucho ser quien les recuerde lo que paso la última vez que los nephillim caminaron en la tierra." Mikha'el fue quien tomó la palabra posicionandose en mitad del salón, muy cerca del creador, para que todos pudieran verlo bien. "Esas criaturas no solo eran fruto del pecado, que es algo muy del estilo de nuestro hermano Lucifer, si no que también se convertían en gigantes incontrolables que arrasaban con todo a su paso. ¿Queremos una segunda invasión de esas abominaciones? ¿O es que en tus planes hay una segunda inundación para tus hijos favoritos, papá? No olvides que tu nuevo favorito vive en la tierra." Espetó el comandante de las huestes celestiales, desafiando a su padre no solo con la mirada, también con sus palabras que lanzo como si fuesen dagas filosas. ──Lo dices como si no pudiera traer a Jamie aquí, Miguel... Agradezco tu preocupación por él pero no corre peligro alguno, su bienestar y seguridad es algo que contemple antes de tomar esta decisión por agrandar la familia. ── Chuck sonrió por el comentario de su hijo, que entre los celos hacia Lucifer y el resentimiento por la atención extra que recibían las demás creaciónes, paso por alto con quien estaba hablando. ──Su condición de mortal no lo hace inferior a ti, lo hace más valioso. Aunque, si eso es un problema puedo darle tu divinidad, tu gracia y darte la oportunidad de experimentar lo que es la humanidad... O quizás debería enviarte a la tierra a cumplir con alguna labor similar a la que le di a Gabriel porque a él no lo escucho quejarse y contigo, hijo mio, no puedo decir lo mismo.── El arcángel bajo la mirada al oir las severas palabras de su padre. Se había dejado llevar por las emociones del momento que hasta había olvidado que a Lucifer lo habían desterrado del paraíso sin siquiera darle la oportunidad de excusarse por sus acciones. Todos en el cielo sabían que Dios castigaba primero y preguntaba después, cientos de siglos después, y si es que recordaba hacerlo. La prueba de ello era el mismísimo lucero del alba al que le estaban por obsequiar un milagro más no el perdón o la oportunidad de regresar al que alguna vez fue su hogar. "Mal interpretas mis palabras, padre. Intento ayudarte a que veas con claridad. Lo que quieres hacer es..." Mikha'el cerró la boca al ver que Chuck alzaba la mano y juntaba el dedo pulgar con el indice como última advertencia. Los angeles exclamaron al unísono, sabían que sucedía cuando Dios chasqueaba los dedos, podía ocurrir un milagro o podía ser el fin de algo y dada la circunstancia, la permanencia del arcángel en el paraíso pendía de un hilo muy delgado. ──Gracias por tu silencio, hijo. ¿Alguien más quiere aportar algo o quizás entregarme algún obsequio para la futura madre de mi nieto? ¿Que tal algún regalo para su futuro sobrino?.── Preguntó en un tono animado que rayaba en la burla y la provocación. Nadie se atrevió a decir nada más al respecto pero tampoco se acercaron a entregarle nada, se quedaron observandolo, quietos como las columnas de oro que decoraban el salón. ──Muy bien... Eso es todo, pueden regresar a sus actividades excepto tú Amenadiel. Tú vendrás conmigo y el resto, espero sean amables con su sobrino cuando lo conozcan; ya estan bastantes mayores como para recibir castigos.── Chuck miró directamente hacia Mikha'el y cuando Amenadiel llego a su lado, abandonaron el salón. ㅤ𝚃𝙸𝙴𝚁𝚁𝙰 𝟼𝟼𝟼 - 𝟿 𝙼𝙴𝚂𝙴𝚂 𝙳𝙴𝚂𝙿𝚄𝙴𝚂. El día había llegado, era una mañana radiante y cálida de primavera. Las calles estaban decoradas con telarañas, calaveras y calabazas; incluso el hospital estaba decorado con motivo de halloween, una celebración que a diferencia de lo que solían decir no le disgustaba al creador. De hecho, lo encontraba muy divertido e ingenioso porque a pesar de todo se viera tétrico, viejo, o muerto nada era lo que parecía ser. Chuck llegó a la recepción del hospital y se anunció con la secretaria que estaba vestida como una bruja. "Buenos días, señor. ¿Nombre del paciente al que va a visitar?“ preguntó la mujer mientras abría un archivo en la computadora. ──A mi nuera, su nombre es Chloe Decker.── Respondió con amabalidad aunque supiera que iba a decirle la mujer. "Chloe Decker..." Repitió la secretaria hasta que dio con el nombre en la lista. "Si, señor. Aquí esta, llega a tiempo; la señorita Decker tuvo a su bebé en la madrugada" le informo y procedió a entregarle un gafete que acreditaba a Chuck como visita. Luego le indico que camino debía tomar para llegar a la habitacion número 221. ──Gracias, Maggie. Ten un lindo día.── Chuck se dio la vuelta y la mujer bajó la visto a la solapa de su chaleco donde normalmente estaría su tarjeta de presentación con su nombre pero esta vez no estaba allí, por las prisas no la había traído consigo. Se encogió de hombros, pensando en que quizás le habría dicho su nombre en algún momento de la conversación y restandole importancia al asunto regreso a su trabajo. Por su parte, Chuck se dejó guiar por energía del pequeño. Aquella que le había quitado a Lucifer como castigo y que ahora entendía porque lo había hecho, alguien más iba a necesitarla, y ese alguien acababa de nacer. Antes de que el niño fuese concebido, como su abuelo, Dios había hablado con ese ser cuando era un alma en forma de esfera de luz y de todos los candidatos que se habían ofrecido, escogió al que había suplicado para ser hijo de Chloe. El resto había pedido ser elegidos para aprender de los humanos, para ayudarlos, para ser unos ellos, para experimentar pero solo uno había priorizado a la madre que lo llevaría en el vientre. Giró por última vez en el corredor y avanzo hasta dar con la habitación 221, no golpeó para entrar, solo abrió la puerta y entró. Ahí estaba Chloe, iluminada por los rayos de sol que entraban por la ventana, recostada con su bebé en brazos y rodeada de arreglos florales. Chloe al percatarse del extraño que había entrado sin anunciarse, se abrazo a su bebé con un solo brazo y con el otro parecía estar buscando algo en la mesa noche. ──No necesito ver tu placa, Chloe. Sé que eres policía y no estoy aquí para hacerles daño si no, para conocer a mi nieto.── Menciono con naturalidad sin moverse de su lugar pero al notar que la desconfianza no se esfumaba, agregó. ──El bebé es un niño, pesa tres kilogramos y tiene tus ojos. Nació a las tres de la madrugada, eso te asusto dada la naturaleza de su padre y me pediste a mi que por favor les diera la bendición de que el pequeño se viera normal, ¿olvide de mencionar algo?...
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  • Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando.
    Y hay quienes, como tú, Bella Mortem, despiertan gritando mariposas.

    Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros.
    El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas.
    Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
    Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando. Y hay quienes, como tú, [callefalsa123], despiertan gritando mariposas. Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros. El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas. Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Akane Queen Ishtar: Emperatriz del Glamour Infernal
    — "La divinidad oscura se ha puesto de pie, y viste de elegancia absoluta"—

    Ishtar’s Demonic Déesse Infernal Glamour presenta con orgullo a su joya más enigmática y dominante: Akane Queen Ishtar, la encarnación viviente del equilibrio imposible entre el abismo y el cielo. Una emperatriz forjada entre sombras de terciopelo y luz maldita, su sola presencia basta para marcar el inicio de una nueva era en la moda infernal.

    Akane irradia un magnetismo hipnótico que desafía la lógica visual. Su melena, bifurcada entre el blanco de la nieve eterna y el negro absoluto de la noche más profunda, cae con la gracia de una profecía. En su oreja derecha, un pendiente en forma de cruz brilla como un juramento divino sellado con pecado. Su mirada —serena, dominante, y milenaria— no observa: sentencia.

    La flor azul que reposa en su mano izquierda no es solo un adorno, sino un símbolo del deseo oculto, de aquello que arde en lo secreto. Con cada paso, Akane te invita a cruzar un umbral donde el deseo y el temor se entrelazan en perfecta armonía..

    Vestida en un conjunto negro como tinta astral, Akane no camina: flota como un eclipse elegante. Su atuendo fluye como sombra líquida, proyectando un aura tan sublime como intimidante. Representa el arquetipo definitivo de la Déesse Infernal —una figura divina, inalcanzable, que descompone las reglas del glamour tradicional para rescribirlas con fuego encantado y sutileza imperial.

    Frase de la marca Ishtar´s Demonic:
    Ishtar’s Demonic Déesse Infernal Glamour no descubre modelos, invoca leyendas.
    Akane no desfila… corona.
    Ella es la soberana visual de un reino donde la belleza no se admira: se obedece.
    👑 Akane Queen Ishtar: Emperatriz del Glamour Infernal — "La divinidad oscura se ha puesto de pie, y viste de elegancia absoluta"— Ishtar’s Demonic Déesse Infernal Glamour presenta con orgullo a su joya más enigmática y dominante: Akane Queen Ishtar, la encarnación viviente del equilibrio imposible entre el abismo y el cielo. Una emperatriz forjada entre sombras de terciopelo y luz maldita, su sola presencia basta para marcar el inicio de una nueva era en la moda infernal. Akane irradia un magnetismo hipnótico que desafía la lógica visual. Su melena, bifurcada entre el blanco de la nieve eterna y el negro absoluto de la noche más profunda, cae con la gracia de una profecía. En su oreja derecha, un pendiente en forma de cruz brilla como un juramento divino sellado con pecado. Su mirada —serena, dominante, y milenaria— no observa: sentencia. La flor azul que reposa en su mano izquierda no es solo un adorno, sino un símbolo del deseo oculto, de aquello que arde en lo secreto. Con cada paso, Akane te invita a cruzar un umbral donde el deseo y el temor se entrelazan en perfecta armonía.. Vestida en un conjunto negro como tinta astral, Akane no camina: flota como un eclipse elegante. Su atuendo fluye como sombra líquida, proyectando un aura tan sublime como intimidante. Representa el arquetipo definitivo de la Déesse Infernal —una figura divina, inalcanzable, que descompone las reglas del glamour tradicional para rescribirlas con fuego encantado y sutileza imperial. 🔹 Frase de la marca Ishtar´s Demonic: Ishtar’s Demonic Déesse Infernal Glamour no descubre modelos, invoca leyendas. Akane no desfila… corona. Ella es la soberana visual de un reino donde la belleza no se admira: se obedece.
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  • Finalmente aceptan.
    Fandom Z.Y.X.S
    Categoría Acción
    Habían sido años y años de continuos entrenamientos, aunque un día de tantos, surgió una duda, ¿Por qué nunca aquellos dos se habían enfrentado en esos días? Quizá coincidencia, quizá mala suerte o simplemente a ninguno le aparecía enfrentarse al otro.

    Algo había claro en su grupo, en los entrenamientos de Jasuke, casi siempre salía victorioso y lo mismo ocurría con Anyel, han sido más las victorias que las derrotas, entonces ¿Por qué nunca se han enfrentado? Aquello una noche salió a conversación, una observación hecha por Joahnna.

    "¿Por qué Anyel y Jasuke nunca han entrenado juntos?" Con solo esa pregunta, todo el grupo comenzó a debatir y llegaron a una sola conclusión, da igual el motivo, hay que ver eso. Y tras varios días de aquel simple comentario, todos organizaron el dichoso día. La única diferencia, será un enfrentamiento distinto al habitual.

    Erison guio al par a un sitio muy alejado de la ciudad y de cualquier otra, un sitio solitario, boscoso, dónde nadie les vería ni siquiera desde el aire. Pero ¿Por qué tanta preparación? ¿Cuál era la diferencia? Ellos debían enfrentarse sin limitaciones cómo lo hacen en la Torre.

    ¿Qué querían decir con esto? Podían usar poder, fuerza, velocidad, todo, a un nivel que ellos conocen cómo el 2% de su Vairant, un termino que solo ellos entienden que tanto poder quiere decir.

    Quizá el grupo confía mucho en ellos o simplemente quieren que sea un combate especial, ya que son tantos años en los cuales no se han enfrentado y ahora, con mayor experiencia, sin duda sería un combate sin igual.

    Una vez que los llevó al lugar, explicó las reglas y solo era una: "En cuanto uno de los dos Vairant diga que es suficiente, el otro se detendrá y se declarara ganador al chico poseedor del que no detuvo el combate." Todos confían en que cada Vairant conoce el límite del cuerpo de su humano, por ello confían todo en ellos.

    Tras una fuerte palmada de sus manos, Erison simplemente desapareció con el uso del sello enseñado por Velme, dando así comienzo al enfrentamiento de aquellos dos jóvenes.
    Habían sido años y años de continuos entrenamientos, aunque un día de tantos, surgió una duda, ¿Por qué nunca aquellos dos se habían enfrentado en esos días? Quizá coincidencia, quizá mala suerte o simplemente a ninguno le aparecía enfrentarse al otro. Algo había claro en su grupo, en los entrenamientos de Jasuke, casi siempre salía victorioso y lo mismo ocurría con Anyel, han sido más las victorias que las derrotas, entonces ¿Por qué nunca se han enfrentado? Aquello una noche salió a conversación, una observación hecha por Joahnna. "¿Por qué Anyel y Jasuke nunca han entrenado juntos?" Con solo esa pregunta, todo el grupo comenzó a debatir y llegaron a una sola conclusión, da igual el motivo, hay que ver eso. Y tras varios días de aquel simple comentario, todos organizaron el dichoso día. La única diferencia, será un enfrentamiento distinto al habitual. Erison guio al par a un sitio muy alejado de la ciudad y de cualquier otra, un sitio solitario, boscoso, dónde nadie les vería ni siquiera desde el aire. Pero ¿Por qué tanta preparación? ¿Cuál era la diferencia? Ellos debían enfrentarse sin limitaciones cómo lo hacen en la Torre. ¿Qué querían decir con esto? Podían usar poder, fuerza, velocidad, todo, a un nivel que ellos conocen cómo el 2% de su Vairant, un termino que solo ellos entienden que tanto poder quiere decir. Quizá el grupo confía mucho en ellos o simplemente quieren que sea un combate especial, ya que son tantos años en los cuales no se han enfrentado y ahora, con mayor experiencia, sin duda sería un combate sin igual. Una vez que los llevó al lugar, explicó las reglas y solo era una: "En cuanto uno de los dos Vairant diga que es suficiente, el otro se detendrá y se declarara ganador al chico poseedor del que no detuvo el combate." Todos confían en que cada Vairant conoce el límite del cuerpo de su humano, por ello confían todo en ellos. Tras una fuerte palmada de sus manos, Erison simplemente desapareció con el uso del sello enseñado por Velme, dando así comienzo al enfrentamiento de aquellos dos jóvenes.
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  • Si nuestra logia ha desaparecido, ¿por que seguimos siguiendo sus reglas?

    podriamos..no se crear nuestras propias leyes.
    Si nuestra logia ha desaparecido, ¿por que seguimos siguiendo sus reglas? podriamos..no se crear nuestras propias leyes.
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  • Fragmento: “Ruido blanco”
    El cuarto estaba sumido en un silencio tibio, solo interrumpido por el bajo vibrar de la música que salía de sus audífonos. Luna tenía los ojos entornados, clavados en quien la miraba como si pudiera leerle las intenciones con solo un parpadeo. Sus labios, carnosos y ligeramente entreabiertos, parecían estar a punto de confesar algo... o de exigirlo.

    Con la manga del suéter cubriéndole casi toda la mano, se apoyó en su palma, dejando caer un mechón de su cabello sobre el rostro.

    —¿Vas a seguir observando desde lejos o te vas a atrever a hablarme? —susurró, como quien conoce el efecto exacto de su voz.

    Jugaba con el piercing de su labio inferior, pasándolo con la lengua, como si cada gesto estuviera coreografiado para incendiar el aire.

    —No voy a repetirlo. Estoy de humor… para cosas que no se dicen en voz alta.
    Y tú pareces… perfecto para romper reglas.

    Una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro. No era cálida. Era peligrosa. Como si supiera que después de esta noche, no ibas a poder quitártela de la cabeza.
    Fragmento: “Ruido blanco” El cuarto estaba sumido en un silencio tibio, solo interrumpido por el bajo vibrar de la música que salía de sus audífonos. Luna tenía los ojos entornados, clavados en quien la miraba como si pudiera leerle las intenciones con solo un parpadeo. Sus labios, carnosos y ligeramente entreabiertos, parecían estar a punto de confesar algo... o de exigirlo. Con la manga del suéter cubriéndole casi toda la mano, se apoyó en su palma, dejando caer un mechón de su cabello sobre el rostro. —¿Vas a seguir observando desde lejos o te vas a atrever a hablarme? —susurró, como quien conoce el efecto exacto de su voz. Jugaba con el piercing de su labio inferior, pasándolo con la lengua, como si cada gesto estuviera coreografiado para incendiar el aire. —No voy a repetirlo. Estoy de humor… para cosas que no se dicen en voz alta. Y tú pareces… perfecto para romper reglas. Una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro. No era cálida. Era peligrosa. Como si supiera que después de esta noche, no ibas a poder quitártela de la cabeza.
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  • (¡Las reglas fueron hechas para romperse! nadie va a hacerme pensar lo contrario)
    (¡Las reglas fueron hechas para romperse! nadie va a hacerme pensar lo contrario)
    Me enjaja
    Me shockea
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  • Soy un monje. Hay muchas cosas que no debo hacer ni puedo hacer. Además, hay tantas reglas y órdenes que obedecer. Una de ellas es ser vegetariano, levantarse temprano, tampoco soy un hombre que busqué mujeres. -Sentado en postura de loto, haciendo un mudra (gesto) con sus manos, mentón levantado y ojos cerrado, se dedica a meditar ya que habia descuidado bastante su paz interior, su vida cómo guerrero está dividida entre ser un rey de su clan y por otra, un monje budista.-
    Soy un monje. Hay muchas cosas que no debo hacer ni puedo hacer. Además, hay tantas reglas y órdenes que obedecer. Una de ellas es ser vegetariano, levantarse temprano, tampoco soy un hombre que busqué mujeres. -Sentado en postura de loto, haciendo un mudra (gesto) con sus manos, mentón levantado y ojos cerrado, se dedica a meditar ya que habia descuidado bastante su paz interior, su vida cómo guerrero está dividida entre ser un rey de su clan y por otra, un monje budista.-
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  • “Tinta y Mentiras”
    Estaba recostada en su cama, el ventilador girando perezoso sobre su cabeza, mientras la luz filtrada de la tarde caía sobre su cuerpo como si lo adorara. Tomó su teléfono, lo apuntó al espejo, y con un click congeló su reflejo: mirada felina, delineado afilado, cabello como una tormenta sin domar, y el tatuaje en su hombro izquierdo aún fresco, con el nombre de alguien que ya no debía recordar.

    —"Bonito error... el número trece" —murmuró para sí misma con una sonrisa torcida.

    Vivía sola en un departamento con paredes rayadas por grafitis y poesía. No creía en las reglas, ni en las promesas. Pero esa noche tenía una cita no escrita, un encuentro que venía gestándose hace días con ese tipo misterioso de chaqueta de cuero que le dejó un diseño en su bandeja de entrada junto a un mensaje críptico: “Solo tú puedes tatuarme esto.”

    Encendió una vela, se puso su cadenita de seguridad con una llave rota en la punta, y sacó su kit de agujas. El corazón le latía más fuerte de lo que admitía.

    —“Si viene, va a llevarse más que tinta bajo la piel…” —dijo mientras observaba su reflejo una vez más, sabiendo que la próxima historia no se escribiría con palabras, sino con marcas, susurros, y miradas peligrosas.
    “Tinta y Mentiras” Estaba recostada en su cama, el ventilador girando perezoso sobre su cabeza, mientras la luz filtrada de la tarde caía sobre su cuerpo como si lo adorara. Tomó su teléfono, lo apuntó al espejo, y con un click congeló su reflejo: mirada felina, delineado afilado, cabello como una tormenta sin domar, y el tatuaje en su hombro izquierdo aún fresco, con el nombre de alguien que ya no debía recordar. —"Bonito error... el número trece" —murmuró para sí misma con una sonrisa torcida. Vivía sola en un departamento con paredes rayadas por grafitis y poesía. No creía en las reglas, ni en las promesas. Pero esa noche tenía una cita no escrita, un encuentro que venía gestándose hace días con ese tipo misterioso de chaqueta de cuero que le dejó un diseño en su bandeja de entrada junto a un mensaje críptico: “Solo tú puedes tatuarme esto.” Encendió una vela, se puso su cadenita de seguridad con una llave rota en la punta, y sacó su kit de agujas. El corazón le latía más fuerte de lo que admitía. —“Si viene, va a llevarse más que tinta bajo la piel…” —dijo mientras observaba su reflejo una vez más, sabiendo que la próxima historia no se escribiría con palabras, sino con marcas, susurros, y miradas peligrosas.
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    ISHTAR BATTLE: “El Dios de la Danza vs La Bestia de la Tierra”

    Shiva (Record of Ragnarok) vs Yujiro Hanma (Baki)

    Escenario: El Anillo de los Mil Golpes
    Un coliseo flotante entre dimensiones, donde el suelo es de obsidiana que resuena con cada paso y las paredes están cubiertas con grabados de los más grandes guerreros de la historia. Un espacio creado para que la batalla no tenga límites… ni reglas.

    Inicio del Combate
    Shiva, el dios hindú de la destrucción, camina con cuatro brazos en sincronía perfecta, su cuerpo danzando con energía cósmica, el tercer ojo brillando con poder divino. Cada paso irradia una amenaza apocalíptica.

    Yujiro Hanma, el hombre más fuerte del mundo, aparece con su aura demoníaca, su espalda mostrando la cara del demonio, y una sonrisa confiada. “¿Un dios? No me impresiona. Yo soy el terror de la Tierra.”

    Choque y Habilidades
    Shiva (Record of Ragnarok)
    〷 Velocidad divina: Capaz de moverse y atacar más rápido que los ojos humanos pueden seguir.

    〷 Rudra Tandava: Su danza de destrucción, que lo hace casi imposible de predecir.

    〷 Cuatro brazos: Le permiten atacar, bloquear y contraatacar sin interrupción.

    〷 Resistencia sobrehumana: Puede pelear durante horas en calor extremo sin perder ritmo.

    〷 Fuego cósmico: Su cuerpo genera calor destructivo a medida que se intensifica el combate.

    〷 Ventaja: Técnica, resistencia divina, velocidad y ataques múltiples simultáneos.

    Yujiro Hanma (Baki)
    ❊ Fuerza inhumana: Capaz de detener terremotos con un puñetazo, matar elefantes con una bofetada.

    ❊ Reflejos monstruosos: Puede esquivar balas y relámpagos con pura anticipación y percepción.

    ❊ Control absoluto del cuerpo: Cada músculo funciona a nivel perfecto, lo que lo vuelve impredecible.

    ❊ Dominio marcial: Conoce todos los estilos de combate conocidos por la humanidad.

    ❊ Aura demoníaca: Solo su presencia intimida incluso a bestias y soldados entrenados.

    ❊ Ventaja: Pura fuerza bruta, instinto asesino, experiencia extrema y resistencia animal.

    Clímax del Combate
    Shiva lanza una secuencia de golpes en todas direcciones con su danza Tandava, cada uno incendiando el aire. Yujiro responde con un puñetazo directo que rompe la barrera sónica. El choque sacude el coliseo.

    Shiva aumenta la temperatura a niveles solares. Yujiro sonríe, sudando por primera vez, y contraataca con una técnica de presión arterial que detiene momentáneamente el flujo de sangre del dios.

    Shiva abre su tercer ojo, desatando su verdadero poder. Yujiro responde activando al 100% su forma demoníaca. El resultado es una explosión que fractura la realidad temporal del coliseo.

    Resultado Final:
    ⚔️ ISHTAR BATTLE: “El Dios de la Danza vs La Bestia de la Tierra” Shiva (Record of Ragnarok) vs Yujiro Hanma (Baki) 🏞️ Escenario: El Anillo de los Mil Golpes Un coliseo flotante entre dimensiones, donde el suelo es de obsidiana que resuena con cada paso y las paredes están cubiertas con grabados de los más grandes guerreros de la historia. Un espacio creado para que la batalla no tenga límites… ni reglas. ⚡ Inicio del Combate Shiva, el dios hindú de la destrucción, camina con cuatro brazos en sincronía perfecta, su cuerpo danzando con energía cósmica, el tercer ojo brillando con poder divino. Cada paso irradia una amenaza apocalíptica. Yujiro Hanma, el hombre más fuerte del mundo, aparece con su aura demoníaca, su espalda mostrando la cara del demonio, y una sonrisa confiada. “¿Un dios? No me impresiona. Yo soy el terror de la Tierra.” 💢 Choque y Habilidades 🔱 Shiva (Record of Ragnarok) 〷 Velocidad divina: Capaz de moverse y atacar más rápido que los ojos humanos pueden seguir. 〷 Rudra Tandava: Su danza de destrucción, que lo hace casi imposible de predecir. 〷 Cuatro brazos: Le permiten atacar, bloquear y contraatacar sin interrupción. 〷 Resistencia sobrehumana: Puede pelear durante horas en calor extremo sin perder ritmo. 〷 Fuego cósmico: Su cuerpo genera calor destructivo a medida que se intensifica el combate. 〷 Ventaja: Técnica, resistencia divina, velocidad y ataques múltiples simultáneos. 🦍 Yujiro Hanma (Baki) ❊ Fuerza inhumana: Capaz de detener terremotos con un puñetazo, matar elefantes con una bofetada. ❊ Reflejos monstruosos: Puede esquivar balas y relámpagos con pura anticipación y percepción. ❊ Control absoluto del cuerpo: Cada músculo funciona a nivel perfecto, lo que lo vuelve impredecible. ❊ Dominio marcial: Conoce todos los estilos de combate conocidos por la humanidad. ❊ Aura demoníaca: Solo su presencia intimida incluso a bestias y soldados entrenados. ❊ Ventaja: Pura fuerza bruta, instinto asesino, experiencia extrema y resistencia animal. 🔥 Clímax del Combate Shiva lanza una secuencia de golpes en todas direcciones con su danza Tandava, cada uno incendiando el aire. Yujiro responde con un puñetazo directo que rompe la barrera sónica. El choque sacude el coliseo. Shiva aumenta la temperatura a niveles solares. Yujiro sonríe, sudando por primera vez, y contraataca con una técnica de presión arterial que detiene momentáneamente el flujo de sangre del dios. Shiva abre su tercer ojo, desatando su verdadero poder. Yujiro responde activando al 100% su forma demoníaca. El resultado es una explosión que fractura la realidad temporal del coliseo. 🏆 Resultado Final:
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