• MUERTE Y TIEMPO
    Fandom Multifandom
    Categoría Slice of Life
    En una noche, el joven Arti estaba caminando por la ciudad buscando algo interesante que hacer, algo que conocer, algo que comer, algo. El aburrimiento era tanto que en un momento se le pasó por la cabeza aplicar tempo reverso invertido en su mano para ver qué sucedía

    Cuando hizo que el tiempo vaya para atrás en su mano y luego hizo que el tiempo se invirtiera contrarrestando el tiempo que tenía ahora su mano empezó a parpadear generando un fuerte dolor el ella

    — ¡AHG!

    Artizult al no saber que hizo y como quitarlo solamente desactivo su poder, generando una ola de choque en muchos planetas y en la tierra, ya que su poder estaba en varios lugares.

    Cuando desactivo aquel poder la respiración de Artizult se detuvo igual que sus latidos. Su cuerpo empezó a presentar varias heridas repentinas y su cerebro dejo de funcionar, pero antes de que su cuerpo chocará con el suelo el poder de Artizult volvió haciendo que este retomará la conciencia

    Al rato el joven se pondría vendas en las heridas que le aparecieron y se quitaría la sudadera que tenía por el aumento de su temperatura. Luego se sentaría en el suelo sin la más mínima idea de que al técnicamente morir y revivir podría llamar la atención de aquel lobo que conocía Artizult, conocido como la muerte

    — Ahg... Me duele... Mi corazón... Duele...
    En una noche, el joven Arti estaba caminando por la ciudad buscando algo interesante que hacer, algo que conocer, algo que comer, algo. El aburrimiento era tanto que en un momento se le pasó por la cabeza aplicar tempo reverso invertido en su mano para ver qué sucedía Cuando hizo que el tiempo vaya para atrás en su mano y luego hizo que el tiempo se invirtiera contrarrestando el tiempo que tenía ahora su mano empezó a parpadear generando un fuerte dolor el ella — ¡AHG! Artizult al no saber que hizo y como quitarlo solamente desactivo su poder, generando una ola de choque en muchos planetas y en la tierra, ya que su poder estaba en varios lugares. Cuando desactivo aquel poder la respiración de Artizult se detuvo igual que sus latidos. Su cuerpo empezó a presentar varias heridas repentinas y su cerebro dejo de funcionar, pero antes de que su cuerpo chocará con el suelo el poder de Artizult volvió haciendo que este retomará la conciencia Al rato el joven se pondría vendas en las heridas que le aparecieron y se quitaría la sudadera que tenía por el aumento de su temperatura. Luego se sentaría en el suelo sin la más mínima idea de que al técnicamente morir y revivir podría llamar la atención de aquel lobo que conocía Artizult, conocido como la muerte — Ahg... Me duele... Mi corazón... Duele...
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  • Un pequeño bostezo dio,seguido de un bufido que la dejo anonada por unos segundos.

    Sus parpados ya le estaban empezando a pesar,y sin embargo,quería seguir leyendo aquel libro que encontró en la Biblioteca,la trama que llevaba era de su gran interés.
    Un pequeño bostezo dio,seguido de un bufido que la dejo anonada por unos segundos. Sus parpados ya le estaban empezando a pesar,y sin embargo,quería seguir leyendo aquel libro que encontró en la Biblioteca,la trama que llevaba era de su gran interés.
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  • No logro entender por que las serpientes me buscan y me brindan su ayuda .
    No logro entender por que las serpientes me buscan y me brindan su ayuda .
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  • ᴇᴛᴇʀɴᴀʟ ᴅʀɪꜰᴛ
    Fandom Libre
    Categoría Suspenso
    El cielo estaba teñido de un gris monótono, un tono que no anunciaba ni tormenta ni claridad, sino un peso constante que parecía aplastar todo lo que se encontraba debajo. El aire era frío y húmedo, como si el mundo entero estuviera atrapado en un instante antes de romperse. El puente de piedra que cruzaba el río se extendía como un vestigio olvidado, sus grietas llenas de musgo y marcas de un tiempo que ya no tenía relevancia. Las aguas que corrían bajo él eran turbias, opacas, arrastrando ramas y desechos que giraban en remolinos perezosos antes de desvanecerse río abajo.

    En el centro del puente, Scraps se mantenía erguido, inmóvil como una estatua olvidada. El viento jugueteaba con los bordes de su abrigo desgastado y hacía tintinear las cadenas que colgaban de su cinturón. No parecía notar nada de esto; sus ojos estaban fijos en el agua, pero no veía las corrientes ni los reflejos apagados. Su mirada estaba perdida en algo más profundo, algo que no pertenecía a este lugar ni a ese momento.

    Dentro de él, la quietud del entorno contrastaba con una tormenta que nunca cesaba. Los recuerdos eran dagas que giraban constantemente, hundiendo el filo en una herida que nunca cerraba del todo. Podía escuchar los ecos de risas ahogadas, de gritos que no lograba olvidar, entrelazándose con el sonido sordo de su propia respiración. El viento le trajo un olor tenue a hierro, lo suficientemente familiar como para revolver algo en su interior. No había sangre, pero su mente no escuchaba razones.

    "No debería estar aquí". Sus palabras, apenas un susurro, se perdieron en el aire antes de alcanzar sus propios oídos. No sabía si hablaba del puente, del lugar, o del mundo en general. Todo en él se sentía como un intruso, algo que no pertenecía, pero que seguía existiendo por una fuerza que no podía controlar.

    Su mano se alzó lentamente, rozando las cicatrices que decoraban su cuello como un collar macabro. Cada una de ellas representaba un recordatorio de elecciones equivocadas, de instantes en los que había optado por el sendero más sombrío, a pesar de saber que no debía. El arrepentimiento no era un lujo que pudiera permitirse, pero la culpa, esa eterna compañera, siempre estaba presente, aguardando como una sombra persistente en su mente.

    Desvió la mirada hacia el río una vez más. Podía imaginar las aguas llevándose todo consigo: su cuerpo, su carga, su historia. Sin embargo, no era tan sencillo. Nada lo era. Sabía que no había redención, ni final fácil, solo el incesante y eterno arrastre de los días, uno tras otro, como las corrientes que fluían bajo sus pies.

    El viento sopló con más fuerza, arrancando una hoja seca de un árbol cercano y arrojándola al río. Observó cómo giraba y danzaba antes de desaparecer en el agua. Su pecho se elevó con un suspiro que parecía desgarrarlo desde dentro, pero no trajo alivio. "Todo se va, pero yo sigo aquí," murmuró, con un tono que no era resignación ni aceptación, simplemente un hecho ineludible.
    El cielo estaba teñido de un gris monótono, un tono que no anunciaba ni tormenta ni claridad, sino un peso constante que parecía aplastar todo lo que se encontraba debajo. El aire era frío y húmedo, como si el mundo entero estuviera atrapado en un instante antes de romperse. El puente de piedra que cruzaba el río se extendía como un vestigio olvidado, sus grietas llenas de musgo y marcas de un tiempo que ya no tenía relevancia. Las aguas que corrían bajo él eran turbias, opacas, arrastrando ramas y desechos que giraban en remolinos perezosos antes de desvanecerse río abajo. En el centro del puente, Scraps se mantenía erguido, inmóvil como una estatua olvidada. El viento jugueteaba con los bordes de su abrigo desgastado y hacía tintinear las cadenas que colgaban de su cinturón. No parecía notar nada de esto; sus ojos estaban fijos en el agua, pero no veía las corrientes ni los reflejos apagados. Su mirada estaba perdida en algo más profundo, algo que no pertenecía a este lugar ni a ese momento. Dentro de él, la quietud del entorno contrastaba con una tormenta que nunca cesaba. Los recuerdos eran dagas que giraban constantemente, hundiendo el filo en una herida que nunca cerraba del todo. Podía escuchar los ecos de risas ahogadas, de gritos que no lograba olvidar, entrelazándose con el sonido sordo de su propia respiración. El viento le trajo un olor tenue a hierro, lo suficientemente familiar como para revolver algo en su interior. No había sangre, pero su mente no escuchaba razones. "No debería estar aquí". Sus palabras, apenas un susurro, se perdieron en el aire antes de alcanzar sus propios oídos. No sabía si hablaba del puente, del lugar, o del mundo en general. Todo en él se sentía como un intruso, algo que no pertenecía, pero que seguía existiendo por una fuerza que no podía controlar. Su mano se alzó lentamente, rozando las cicatrices que decoraban su cuello como un collar macabro. Cada una de ellas representaba un recordatorio de elecciones equivocadas, de instantes en los que había optado por el sendero más sombrío, a pesar de saber que no debía. El arrepentimiento no era un lujo que pudiera permitirse, pero la culpa, esa eterna compañera, siempre estaba presente, aguardando como una sombra persistente en su mente. Desvió la mirada hacia el río una vez más. Podía imaginar las aguas llevándose todo consigo: su cuerpo, su carga, su historia. Sin embargo, no era tan sencillo. Nada lo era. Sabía que no había redención, ni final fácil, solo el incesante y eterno arrastre de los días, uno tras otro, como las corrientes que fluían bajo sus pies. El viento sopló con más fuerza, arrancando una hoja seca de un árbol cercano y arrojándola al río. Observó cómo giraba y danzaba antes de desaparecer en el agua. Su pecho se elevó con un suspiro que parecía desgarrarlo desde dentro, pero no trajo alivio. "Todo se va, pero yo sigo aquí," murmuró, con un tono que no era resignación ni aceptación, simplemente un hecho ineludible.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Eh hecho tantas imágenes del Alter que ahorita no quiero que se queden en la carpeta de mi pc las voy a subir todas
    Eh hecho tantas imágenes del Alter que ahorita no quiero que se queden en la carpeta de mi pc las voy a subir todas :STK-7:
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  • No lo tomes como algo personal Michaelis, simplemente acabas de despertar mi curiosidad ¿Acaso eres alguna estúpida fusión? Quienes son las verdaderas entidades que te conforman ... Mich.... Mich.... ¿Cómo es que un desperfecto como tu puedes ser llamado pecado capital?

    -acaricia aquellos cabellos negros para después enterrarle las uñas en el cráneo y alzarlo del suelo como si fuera un simple muñeco de trapo -

    Estoy seguro de haber extinguido a los de tu especie.... Vaya falla la que sigue viva onyx onyx..... Recuerdo que una gema gritaba con desesperación tu nombre debiste ver el terror de sus ojos estaba más desesperada por proteger de una canasta dónde sospecho que estabas metido que por salvar su propia vida... Y su esposo.... Un estúpido híbrido motivo del porque lleve a la extinción a los perros demoníacos.... Ohh cariño, no te sientas mal

    -golpea su cráneo contra la pared -

    Te juro que sesshomaru se unirá a ti ambos darán sus cuerpos en el nombre de la ciencia Sebastián Michaelis
    No lo tomes como algo personal Michaelis, simplemente acabas de despertar mi curiosidad ¿Acaso eres alguna estúpida fusión? Quienes son las verdaderas entidades que te conforman ... Mich.... Mich.... ¿Cómo es que un desperfecto como tu puedes ser llamado pecado capital? -acaricia aquellos cabellos negros para después enterrarle las uñas en el cráneo y alzarlo del suelo como si fuera un simple muñeco de trapo - Estoy seguro de haber extinguido a los de tu especie.... Vaya falla la que sigue viva onyx onyx..... Recuerdo que una gema gritaba con desesperación tu nombre debiste ver el terror de sus ojos estaba más desesperada por proteger de una canasta dónde sospecho que estabas metido que por salvar su propia vida... Y su esposo.... Un estúpido híbrido motivo del porque lleve a la extinción a los perros demoníacos.... Ohh cariño, no te sientas mal -golpea su cráneo contra la pared - Te juro que sesshomaru se unirá a ti ambos darán sus cuerpos en el nombre de la ciencia [Michaelis]
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  • Dean nunca había sido un hombre detallista. Al menos eso había pensado sobre si mismo durante demasiado tiempo. Pero tambien había llegado casi a convencerse de que él no quería una vida tranquila, una vida normal, un matrimonio, una relación, una casa e hijos. Barbacoas y partidos de futbol los domingos.

    Sin embargo, su tiempo con Lisa había demostrado que no se le daba nada mal ser un padre de mi familia, llevar una vida como el resto del mundo, y lo peor no era que no se le diera mal, si no que le gustaba.

    El gran problema era que él no podia olvidar todo cuanto sabia que vivía acechando en las sombras. Y aquella vida con Lisa estaba demasiado lejos de lo que su pasado le había obligado a ser.

    Pero ahora... Con Hope podia tener el punto intermedio, lo mejor de los dos mundos, si es que su mundo tenia algo de bueno.
    Lo que si sabia era que no iba a dinamitar la paz y la seguridad de Hope por estar cerca, porque Hope había nacido, crecido y vivido en el mundo de las sombras, como él.

    De modo que el mayor de los hermanos que ahora ocupaba el bunker, había sacado a relucir de nuevo aquel lado suyo que escondía tanto que incluso a él llegaba a sorprenderle, caminaba por el pasillo, cargando una bandeja, con dos cafés, un vaso opaco con leche calentada a temperatura corporal, dos zumos, dos platos con seis tortitas repartidas, dos huevos y bacon.

    Siente la mirada y la sonrisa de Sam cuando se cruzan, él dirección a las habitaciones y el mas joven a la cocina, pero ninguno de los dos dice nada.

    El cazador abre la puerta con el codo y deja la bandeja en su lado de la cama para que Hope Mikaelson la viera cuando se despertase.

    — Buenos diaaaas...
    Dean nunca había sido un hombre detallista. Al menos eso había pensado sobre si mismo durante demasiado tiempo. Pero tambien había llegado casi a convencerse de que él no quería una vida tranquila, una vida normal, un matrimonio, una relación, una casa e hijos. Barbacoas y partidos de futbol los domingos. Sin embargo, su tiempo con Lisa había demostrado que no se le daba nada mal ser un padre de mi familia, llevar una vida como el resto del mundo, y lo peor no era que no se le diera mal, si no que le gustaba. El gran problema era que él no podia olvidar todo cuanto sabia que vivía acechando en las sombras. Y aquella vida con Lisa estaba demasiado lejos de lo que su pasado le había obligado a ser. Pero ahora... Con Hope podia tener el punto intermedio, lo mejor de los dos mundos, si es que su mundo tenia algo de bueno. Lo que si sabia era que no iba a dinamitar la paz y la seguridad de Hope por estar cerca, porque Hope había nacido, crecido y vivido en el mundo de las sombras, como él. De modo que el mayor de los hermanos que ahora ocupaba el bunker, había sacado a relucir de nuevo aquel lado suyo que escondía tanto que incluso a él llegaba a sorprenderle, caminaba por el pasillo, cargando una bandeja, con dos cafés, un vaso opaco con leche calentada a temperatura corporal, dos zumos, dos platos con seis tortitas repartidas, dos huevos y bacon. Siente la mirada y la sonrisa de Sam cuando se cruzan, él dirección a las habitaciones y el mas joven a la cocina, pero ninguno de los dos dice nada. El cazador abre la puerta con el codo y deja la bandeja en su lado de la cama para que [thetribrid] la viera cuando se despertase. — Buenos diaaaas...
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  • ❝ ── 𝑨 𝒔𝒊𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 ❞




    Un suspiro cargado de cansancio se deslizó de sus labios mientras abotonaba la camisa blanca que había elegido para esa noche. El tejido ligero caía suavemente sobre su piel, dejando los dos últimos botones desabrochados, como si incluso el pequeño esfuerzo de cerrarlos fuera innecesario.

    Llevó las manos hacia su cuello, con movimientos lentos apartando su cabello ondulado de un rojo vibrante para dejarlo caer libremente sobre su espalda. Había sido un día largo, pero había valido la pena; la reunión con esa Italiana había salido mucho mejor de lo que esperaba, y ahora solo buscaba un momento de paz en su propio espacio.

    Su mirada vagó por el departamento, un lugar que llamaba "hogar" por comodidad, pero que en realidad siempre había sentido más como un refugio temporal más que nada en dónde podía descansar. Sus pasos, descalzos y casi inaudibles, la llevaron hacia la ventana, en dónde observo la ciudad bajo sus pies que se extendía como un mapa vacío, sin personas presentes.

    Al llegar, apoyó los antebrazos en el marco y dejó caer su mentón sobre ellos. Sus ojos vagaron hacia el cielo oscuro, buscando algo que ni siquiera ella sabía. De un momento a otro, sintió como un viento helado se filtraba poco a poco sobre sus piernas, muslos y luego por debajo de la camisa, llegando hasta sus pechos. Un escalofrío recorrió su cuerpo, pero ni eso hizo que se apartará de ahí, era terca.

    Últimamente había estado sintiéndose muy agotada, probablemente debido al trabajo que tenia. Aunque, en realidad más que nada terminaba apoyando en la mafia a la que trabajaba debido a su puesto, en realidad habia deseado salir de aquel trabajo muy "legal" hacia ya mucho tiempo, pero no tenia opciones, solo estaba ahi con un objetivo en claro, eso, y porque básicamente tenia un contrato que debia cumplir. Aunque intento escapar varias veces, siempre fue encontrada, de hecho, fue tantas las veces que lo intento que más parecía un juego "Del gato y del ratón" para sus compañeros de trabajo. Un juego que terminaba perdiendo y del cual se rindió hace ya mucho tiempo.

    Una vida "normal" es lo único que hubiera deseado, pero la vida actual era su realidad, una muy y terriblemente mala. Sus pensamientos seguían vagando, no paro hasta que sintió algo suave y caliente en su pierna, bajo la mirada notando la presencia de su pequeña minina y su cola sobre esta.

    — Hanna, ven aquí ... — Pronunció suavemente y con una sonrisa delicada, la tomó entre sus brazos y fue hacia el sofá para acomodarse, se hecho apenas pudo, dejando que su gata se enrollara como caracol sobre sus piernas desnudas, apoyó su cabeza en el antebrazo del sillón mientras aun mantenia su mirada sobre la ventana y luego sobre la mesita de la sala en dónde se hallaba una cartera blanca, en donde se encontraba cierto papel con un nombre y número telefónico, que le había entregado Elisabetta para comunicarse con una mujer para sacarle información. Si que estos días iban a ser movidos, aunque ahora simplemente se relajaría.

    ❝ ── 𝑨 𝒔𝒊𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 ❞ Un suspiro cargado de cansancio se deslizó de sus labios mientras abotonaba la camisa blanca que había elegido para esa noche. El tejido ligero caía suavemente sobre su piel, dejando los dos últimos botones desabrochados, como si incluso el pequeño esfuerzo de cerrarlos fuera innecesario. Llevó las manos hacia su cuello, con movimientos lentos apartando su cabello ondulado de un rojo vibrante para dejarlo caer libremente sobre su espalda. Había sido un día largo, pero había valido la pena; la reunión con esa Italiana había salido mucho mejor de lo que esperaba, y ahora solo buscaba un momento de paz en su propio espacio. Su mirada vagó por el departamento, un lugar que llamaba "hogar" por comodidad, pero que en realidad siempre había sentido más como un refugio temporal más que nada en dónde podía descansar. Sus pasos, descalzos y casi inaudibles, la llevaron hacia la ventana, en dónde observo la ciudad bajo sus pies que se extendía como un mapa vacío, sin personas presentes. Al llegar, apoyó los antebrazos en el marco y dejó caer su mentón sobre ellos. Sus ojos vagaron hacia el cielo oscuro, buscando algo que ni siquiera ella sabía. De un momento a otro, sintió como un viento helado se filtraba poco a poco sobre sus piernas, muslos y luego por debajo de la camisa, llegando hasta sus pechos. Un escalofrío recorrió su cuerpo, pero ni eso hizo que se apartará de ahí, era terca. Últimamente había estado sintiéndose muy agotada, probablemente debido al trabajo que tenia. Aunque, en realidad más que nada terminaba apoyando en la mafia a la que trabajaba debido a su puesto, en realidad habia deseado salir de aquel trabajo muy "legal" hacia ya mucho tiempo, pero no tenia opciones, solo estaba ahi con un objetivo en claro, eso, y porque básicamente tenia un contrato que debia cumplir. Aunque intento escapar varias veces, siempre fue encontrada, de hecho, fue tantas las veces que lo intento que más parecía un juego "Del gato y del ratón" para sus compañeros de trabajo. Un juego que terminaba perdiendo y del cual se rindió hace ya mucho tiempo. Una vida "normal" es lo único que hubiera deseado, pero la vida actual era su realidad, una muy y terriblemente mala. Sus pensamientos seguían vagando, no paro hasta que sintió algo suave y caliente en su pierna, bajo la mirada notando la presencia de su pequeña minina y su cola sobre esta. — Hanna, ven aquí ... — Pronunció suavemente y con una sonrisa delicada, la tomó entre sus brazos y fue hacia el sofá para acomodarse, se hecho apenas pudo, dejando que su gata se enrollara como caracol sobre sus piernas desnudas, apoyó su cabeza en el antebrazo del sillón mientras aun mantenia su mirada sobre la ventana y luego sobre la mesita de la sala en dónde se hallaba una cartera blanca, en donde se encontraba cierto papel con un nombre y número telefónico, que le había entregado Elisabetta para comunicarse con una mujer para sacarle información. Si que estos días iban a ser movidos, aunque ahora simplemente se relajaría.
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  • Bien hecho caballero haz cumplido con tu deber, ahora tu cuerpo y tu alma pueden descansar, tu historia nunca será olvidada...
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  • Había estado toda la tarde y casi tres noches preparando esta poción mágica, ahora solo faltaba que lo prepare tal y como había investigado hacerla; uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla.

    —Vamos bien, tiene buen color dorado rojizo... —miré en cuánto agua verdosa traslúcida se mezcló con la pluma rojiza del fénix. Caminé dos pasos hasta una mesita cercana donde se encontraba mi mortero de piedra con petalos de rosa negra machados previamente, lo tomé y volví a acercarme hacia a la poción.

    Espolvoreo el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, agarro el siguiente polvo: obsidiana en polvo, siguiendo la técnica de mezclar ahora tres veces hacia el sentido horario con la cuchara.

    —Huele bien, a rosas... ~

    Finalmente, me miro la mano y con determinación en mi mirada de color marrón claro, saco una garra de mi lado lobuno con dificultades. Para luego dirigir esa uña directamente hacia mi muñeca y rasguñar un poco para empezar a verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción.

    Inmediatamente luego de que mi sangre se vierte tal y como había memorizado la receta, esta cambia de color a una dorada intensa. Percibo un escalofrío de anticipación por toda mi espalda y nuca.

    —Espero que funcione esta poción...

    Lo miro unos instantes, río encantada. Para luego tomar el jarron y verterlo en cinco frascos. Perfecto. En cuánto guardo las otras cuatro, tomo entre mis manos el frasco que no guardé, y me lo tomo sin retrasar mas mi motivo, el líquido va cayendo por mi garganta y en cuanto termino la poción, dejandolo vacío. Algo en mi garganta y cuerpo arde y luego... ¡paft!

    El humo sale por mi nariz, orejas y boca al punto que me ciega tal y como si hubiera eructado. Pero no lo sentí como tal.

    Sin embargo...

    —¿Uh?

    «¿Porqué siento mis orejas mas sensibles?»pensé con desconcierto un momento.

    Me levantó torpemente de mi butaca y me dirijo al espejo. Quedando muda y tiesa frente a este.

    «Me siento diferente... ¡pero funcionó! Esta vez no somos una gran loba feroz en un sitio tan pequeño como este...»

    «pero mis ojos claros se fueron y los ojos de Astra se instalaron, su pelaje cambió mi cabello negro natural y corto...»pensé con una sonrisa tensa, incomoda. Realmente no me esperaba este resultado.

    —Tan solo espero que haya hecho todo correcto con la poción y mañana en la noche vuelva a ser yo....
    Había estado toda la tarde y casi tres noches preparando esta poción mágica, ahora solo faltaba que lo prepare tal y como había investigado hacerla; uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla. —Vamos bien, tiene buen color dorado rojizo... —miré en cuánto agua verdosa traslúcida se mezcló con la pluma rojiza del fénix. Caminé dos pasos hasta una mesita cercana donde se encontraba mi mortero de piedra con petalos de rosa negra machados previamente, lo tomé y volví a acercarme hacia a la poción. Espolvoreo el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, agarro el siguiente polvo: obsidiana en polvo, siguiendo la técnica de mezclar ahora tres veces hacia el sentido horario con la cuchara. —Huele bien, a rosas... ~ Finalmente, me miro la mano y con determinación en mi mirada de color marrón claro, saco una garra de mi lado lobuno con dificultades. Para luego dirigir esa uña directamente hacia mi muñeca y rasguñar un poco para empezar a verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. Inmediatamente luego de que mi sangre se vierte tal y como había memorizado la receta, esta cambia de color a una dorada intensa. Percibo un escalofrío de anticipación por toda mi espalda y nuca. —Espero que funcione esta poción... Lo miro unos instantes, río encantada. Para luego tomar el jarron y verterlo en cinco frascos. Perfecto. En cuánto guardo las otras cuatro, tomo entre mis manos el frasco que no guardé, y me lo tomo sin retrasar mas mi motivo, el líquido va cayendo por mi garganta y en cuanto termino la poción, dejandolo vacío. Algo en mi garganta y cuerpo arde y luego... ¡paft! El humo sale por mi nariz, orejas y boca al punto que me ciega tal y como si hubiera eructado. Pero no lo sentí como tal. Sin embargo... —¿Uh? «¿Porqué siento mis orejas mas sensibles?»pensé con desconcierto un momento. Me levantó torpemente de mi butaca y me dirijo al espejo. Quedando muda y tiesa frente a este. «Me siento diferente... ¡pero funcionó! Esta vez no somos una gran loba feroz en un sitio tan pequeño como este...» «pero mis ojos claros se fueron y los ojos de Astra se instalaron, su pelaje cambió mi cabello negro natural y corto...»pensé con una sonrisa tensa, incomoda. Realmente no me esperaba este resultado. —Tan solo espero que haya hecho todo correcto con la poción y mañana en la noche vuelva a ser yo....
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