• El trabajo estaba hecho, el objetivo cayó inerte al suelo con un agujero en la frente, ahora lo único que quedaba era salir antes de que la policía llegara. Así pasaron las horas, de callejón en callejón, oculto entre las sombras hasta dar con un lugar seguro: un bar de mala muerte, perteneciente a las personas que contrataron sus servicios como sicario. Solo tuvo que esperar un poco más para recibir la paga, contar los billetes y asegurarse de que no lo estafaran con dinero falso o algo así.

    —Todo en orden. —En contraste al crudo evento que vivió momentos atrás, donde actuó como algún psicópata de ficción, Liú tenía una mirada bastante... ¿Triste? Miraba los billetes uno por uno, pero lo hacía con un desgano totalmente opuesto a como lo haría normalmente. Algo le impedía sentirse bien tras recibir aquel pago, se trataba de algo sumamente profundo.

    Pasaron las horas, la luna llevaba rato en lo alto, hasta que el chino volvió a su morada, aquella cabaña abandonada en medio del bosque, su refugio para poder descansar de largos días de trabajo. Desde afuera se veía demacrada, sin vista al interior que era bastante distinto. Era pequeña, con apenas tres habitaciones: la sala, que se mezclaba como comedor y cocina, el baño y su habitación, que era un colchón tirado en el suelo.

    —Ya llegué... —Nadie respondió, pues él era el único en aquel lugar. Cerró la puerta tras de sí, luego apuntó directamente a irse a dormir. Entró a su habitación, donde solo había un colchón tirado en el suelo y un viejo oso de peluche. La mirada de Liú normalmente parecía la de un muerto, la de alguien carente de la energía de vivir, pero ahora parecía estar vivo, vivo por el dolor que lo estaba carcomiendo por dentro. Se dejó caer en el colchón, donde se unió en un fuerte abrazo con el oso.

    —No te preocupes, mèimei. Fue un día difícil... pero conseguí el dinero para tus libros... —Murmullos, perdidos en el silencio absoluto de la cabaña, procedentes de un recuerdo de antaño, una memoria inmortal que lo obliga a salirse de la realidad y lo mantiene preso de un delirio. Su mirada cambió nuevamente, una de mil yardas, una que vivió demasiado, una mirada vidriosa que no hacía más que perderse en el laberinto de la mente.
    El trabajo estaba hecho, el objetivo cayó inerte al suelo con un agujero en la frente, ahora lo único que quedaba era salir antes de que la policía llegara. Así pasaron las horas, de callejón en callejón, oculto entre las sombras hasta dar con un lugar seguro: un bar de mala muerte, perteneciente a las personas que contrataron sus servicios como sicario. Solo tuvo que esperar un poco más para recibir la paga, contar los billetes y asegurarse de que no lo estafaran con dinero falso o algo así. —Todo en orden. —En contraste al crudo evento que vivió momentos atrás, donde actuó como algún psicópata de ficción, Liú tenía una mirada bastante... ¿Triste? Miraba los billetes uno por uno, pero lo hacía con un desgano totalmente opuesto a como lo haría normalmente. Algo le impedía sentirse bien tras recibir aquel pago, se trataba de algo sumamente profundo. Pasaron las horas, la luna llevaba rato en lo alto, hasta que el chino volvió a su morada, aquella cabaña abandonada en medio del bosque, su refugio para poder descansar de largos días de trabajo. Desde afuera se veía demacrada, sin vista al interior que era bastante distinto. Era pequeña, con apenas tres habitaciones: la sala, que se mezclaba como comedor y cocina, el baño y su habitación, que era un colchón tirado en el suelo. —Ya llegué... —Nadie respondió, pues él era el único en aquel lugar. Cerró la puerta tras de sí, luego apuntó directamente a irse a dormir. Entró a su habitación, donde solo había un colchón tirado en el suelo y un viejo oso de peluche. La mirada de Liú normalmente parecía la de un muerto, la de alguien carente de la energía de vivir, pero ahora parecía estar vivo, vivo por el dolor que lo estaba carcomiendo por dentro. Se dejó caer en el colchón, donde se unió en un fuerte abrazo con el oso. —No te preocupes, mèimei. Fue un día difícil... pero conseguí el dinero para tus libros... —Murmullos, perdidos en el silencio absoluto de la cabaña, procedentes de un recuerdo de antaño, una memoria inmortal que lo obliga a salirse de la realidad y lo mantiene preso de un delirio. Su mirada cambió nuevamente, una de mil yardas, una que vivió demasiado, una mirada vidriosa que no hacía más que perderse en el laberinto de la mente.
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  • No tiene idea de cómo reaccionar, no está acostumbrada a recibir regalos, así que solo le sale reírse como una psicópata, pero por dentro está muy contenta.

    ―Buahh, Taiga, tía, qué has hecho... ¿Lo has hecho tú? Si lo has hecho tú, estás loquísima. Muchas gracias... No voy a terminarme esto sola, eh. Compartámoslo juntas, no acepto un no como respuesta. Gracias~

    Tᥲιgᥲ
    No tiene idea de cómo reaccionar, no está acostumbrada a recibir regalos, así que solo le sale reírse como una psicópata, pero por dentro está muy contenta. ―Buahh, Taiga, tía, qué has hecho... ¿Lo has hecho tú? Si lo has hecho tú, estás loquísima. Muchas gracias... No voy a terminarme esto sola, eh. Compartámoslo juntas, no acepto un no como respuesta. Gracias~ [ANGRYT1G3R]
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  • Oye...
    Tienes una cara muy curiosa, tal vez algo de electricidad te venga bien.

    *Apunta con el arma electrica a la cara del lector y también se venda los ojos para hacer el reto más interesante*

    Confía en mí, en Pandora este método era bueno para relajar el cutis a los psicópatas y funciona un 30%
    Oye... Tienes una cara muy curiosa, tal vez algo de electricidad te venga bien. *Apunta con el arma electrica a la cara del lector y también se venda los ojos para hacer el reto más interesante* Confía en mí, en Pandora este método era bueno para relajar el cutis a los psicópatas y funciona un 30%
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  • 𝐁𝐀𝐂𝐊 𝐀𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐓𝐇𝐄𝐋.
    Fandom HOUSE OF THE DRAGON.
    Categoría Drama
    Aún se sentía extranjera en ese submundo. Cada vez que puno de sus pies ponía la planta sobre las calles portuarias, el escalofrío más pequeño le erguía la postura.

    Pero ahí estaba, ataviada con sus pantalones de entrenamiento, botas de cuero, camisa, y una capa que ocultaba las características visuales de Aemma Targaryen, permitiéndole fundirse con la multitud.

    Decidió prescindir de Ser Criston esta vez, ya que la misión era casi un reto personal. Lo normal sería entrar al burdel y pedir la presencia de su hermano al menos con los pantalones puestos, y le era traído. Hoy no. Hoy entraba con la cabeza en alto. Todos girándose a mirarla. Por cada paso un par de ojos más se pegaba en ella.

    —— Seguid con lo vuestro, sabéis a lo que vine. —— Y encontró a su objetivo con, vaya sorpresa, escasa ropa, una copa de vino servida a su lado, y una señorita sentada en sus piernas.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    ⸻ Odiaba estar en la Fortaleza Roja, detestaba a su familia. Le irritaba su hermana Aemma y más con su actitud de psicópata, siempre rechazado, humillado sin ningún tipo de piedad ¿Por qué debería hacerle algún tipo de favor? Era una loca y lo que más detestaba eran los Sentimientos que tenía hacia ella, amor. Estaba enamorado de una forma casi enfermiza y deseoso de sentir la mínima atención de Aemma. Tenía poco amor propio, se desintegró en el momento en que intentó pasar tiempo con ella. Siete infiernos, no podía dejar de pensar en ella y en Todo lo que le hacía sentir. . . Temblar cada célula de su cuerpo, incluso cuando lo golpeaba, la intimidad se hacía evidente entre ambos. . .

    No podía pensar con claridad, necesitaba olvidar y darle un mensaje a Aemma. No estaría siempre detrás de ella, dejaría de Prestarle atención, por eso decidió que el camino de la seda era la mejor opción para desintoxicar a su mente de su hermana pequeña.

    Estaba disfrutando, con una copa de vino y una fulana que no sabía su nombre, pero gracias a la embriaguez fluyendo por su sangre, podía Imaginar a Aemma, una mala opción para olvidarla. Estaba concentrado en acariciar la feminidad de la ramera, que ni se dio cuenta que su hermana estaba ahí. ⸻

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    No había asomo de sorpresa ni impresión. Las mujeres del establecimiento, cada vez que lo buscaba, lo despedían con vítores y risas, mientras las ganancias de la noche tintineaban en sus bolsas de paga.

    Quizás era demasiado contundente la influencia de su hermano en esta área tan particular y desprovista de ropajes para pasar desapercibida. El ojo de Aemma aterrizó en la entrepierna de esta... 𝗽𝘂𝘁𝗮, no hay otro nombre, es lo que es.

    —— Aegon. —— Detuvo su avance frente al dipsómano empedernido. La pulsión de asir a la mujer por la cabellera y estrellar su frente contra el borde de la mesa era formidable, casi irresistible. No obstante, ejerció un férreo autocontrol. Se hallaba en cumplimiento de su horario laboral. La situación era clara: ella no albergaba ningún deseo genuino de permanecer junto a Aegon. No necesita decirle a que vino. Él sabe. Su presencia no es otra cosa que la llamada a la retirada.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    ⸻ La otra mano tanteó la mesa para encontrar la copa de vino y se la llevó a los labios, para beber de un solo trago todo el contenido. El dulzor le llegó a la garganta, mientras disfrutaba de los gemidos procesados por la garganta de esa prostituta. Aumentando la velocidad De su actitud manual, estaba tan concentrado en su objetivo de hacer venir a la mujer, que se fijó en la presencia de su hermana cuando lo llamó. . . El color de su rostro se cambió a uno de desprecio y frustración, la estaba olvidando en parte y ahora seguía ahí, como un alma En pena dispuesta a torturarle. ⸻

    Lárgate Aemma, te he dejado todo el día en paz ¿No era eso lo que querías?.

    ⸻ La mirada se pasó de su hermana hacia los diferentes hombres que estaban ahí, no paraban de mirar a la princesa. . . Una sensación extraña de celos y pertenencia Se instaló en su estómago, estaban repitiendo toda la situación de esa fatídica noche. ⸻

    Solo mira hermanita, el placer que se te escapa. . .

    ⸻ Presiona los dedos dentro del calor de esa fulana y la tocaba de forma asombrosa. ⸻

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    —— ¿Crees que quiero estar aquí? —— El hedor del pecado nefando resultaba insoportable, mientras la cerveza de ínfima calidad derramada en el suelo embadurnaba su brillo con una capa pegajosa y opaca. Los sonidos estridentes perturbaban sus afinados y bien entrenados oídos. Este era el último lugar donde desearía encontrarse, y estuvo a punto de sujetar a Aegon por las orejas y arrastrarlo fuera, cual infante malcriado. Sin embargo, una vez más, se contuvo.

    —— Págale y vístete, nos vamos. —— Las miradas ajenas devoraban la capa que la envolvía hasta los tobillos. Pensamientos impuros atravesaban las mentes de aquellos hombres. No necesitaba ser una experta en la materia para percatarse de ello. —— Ahora.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    No llevo ni doce horas fuera y has tenido que venir. Dejar de ser una mentirosa y admite que no puedes estar sin mí. Tú obsesa actitud, me pone muy cachondo. . .

    ⸻ Uno de sus ojos se cerró a modo de guiño, sacando los dedos de la humedad ajena, observando aún a todos los que No apartaban sus lascivas miradas de su hermana. Siete infiernos, los mandaría colgar a todos ¿Cómo se atrevían a mirar a 𝙨𝙪 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖? Era de 𝙨𝙪 pertenencia.

    De nuevo volvían sus instintos más bajos y las sombras de su mirada, oscurecían más su iris. ⸻

    No te Va a resultar tan fácil, hermanita. Juguemos.

    ⸻ Se levanta con fuerza y lanza a la ramera hacia los brazos de su hermana, saliendo corriendo de ahí, sintiendo el frío recorrer todo su cuerpo y siguiendo su instinto, giró la perilla de una puerta y entró ahí, todo estaba en Penumbra y solo se escuchaba la pesada respiración del príncipe. ⸻

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    No es lógico dignarse a responder ante sus infamias. Ella sabe que no tienen fundamento, consciente de que Aegon está embriagado y simplemente busca incitarla. Estaba a punto de insistir en regresar a la Fortaleza Roja, cuando la joven escasamente vestida cae entre risas en sus brazos. Está envuelta en el torpor de los estupefacientes que alivian su carga laboral.

    La meretriz parece ansiosa por acariciarla y besarla, arrancarle algunas monedas también. En menos de dos segundos, la empuja hacia un sofá. La mujer cae riendo, aventurándose Aemma así en la boca del lobo para encontrar a su inquieto hermano.

    No reconoce la habitación, no al principio al menos. Hay unas cerillas en la mesa de noche y se sirve de la luz exterior para prender las lámparas de aceite.

    —— No estoy de humor. Quiero ir a casa —— susurra, consciente de que él anda por allí.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    ⸻ A través de la rendija de la puerta, podía ver los movimientos de su hermana. Le daba la sensación, de que estaba actuando de una forma más errática de lo normal, con mayor lentitud a la esperada. Parecía que realmente la afectaba estar ahí, la figura envuelta en un Capa y una capucha que evitaba que el cabello Targaryen saliera a la luz, le daban un aspecto de lo más interesante. . . Ya se estaba imaginando el quitárselo poco a poco y mostrarle lo que era el verdadero placer. Se notaba en el enrojecimiento de su faz, que su lógica se iba Y dejaba paso a la inconsciencia de la vid, dulce toque el que le otorgaba el dios del vino.

    Vio como encendía una lampara de aceite y aprovechó ese momento para salir del oscuro cubículo, poniéndose a su espalda, tomándola del cuello con su antebrazo. ⸻

    ¿Y perderse la Diversión? Me parece que no.

    ⸻ El suave susurro golpeó la tela de la capucha y con la otra mano, le extraía las cerillas. Para volver a liberarla y meterse en otra de las múltiples habitaciones, empezaba el juego. ⸻

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    Con un brazo estratégicamente posicionado sobre su cuello, ambas garras se están clavando en la piel desnuda en un intento desesperado por romper la prisión impuesta. No está en resistencia firme con Aegon, aunque anhele fervientemente deshacerse de él para regresar a su morada. Se deja ver arrastrada delante de una pareja de hombres en el pasillo. Uno está arrodillado frente al otro. Ella aparta la mirada, cierra los párpados, anula su único ojo.

    ¿Por qué?

    Quizás sean los ecos persistentes de esos pasillos, la disposición meticulosa de las estancias, el eco constante de aromas y voces ajenas que la abruman más allá de la propia. Siente un verdadero desamparo y desconcierto sobre su destino. Los recuerdos parecen imponer más peso que su propia voluntad.

    —— ¿A dónde me llevas?

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    ⸻ Estaba atento a las reacciones fraternales, parecía que se estaba viendo vulnerada con todo el ambiente, tan pesado. Llenó de lujuria y deseo, los sonidos lascivos se hacían eco en el lugar. Todo estaba fielmente coordinado y él aún, no deseaba irse a ningún sitio. Tenía la Necesidad de ver hasta que punto, podría llevar a su hermana, tan mojigata en algunos aspectos. . . Era normal, nadie le explicó de una forma coherente lo que pasaba durante el sexo, donde ambas personas estaban de acuerdo por ejercerlo.

    Volviendo a entrar en escena, baja La capucha con sus manos muy lentamente, mientras la otra le quita los cordones de la capa de una forma suave y lenta. ⸻

    A ningún sitio, concéntrate en tus sentidos. La vista, es lo que menos puedes utilizar aquí.

    ⸻ El suave aliento, se dirigía hacia la vena de su cuello. Soplando aire tibio contra la piel de su yugular. ⸻

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    Los espectros del pasado acudían para arrojarle su ectoplasma. La máscara de indiferencia se resquebraja, y por primera vez en mucho tiempo, una fisura de humanidad atraviesa la mente calculadora de Aemma. Las manos, que nunca titubean y siempre ejecutan con precisión, comienzan a temblar sutilmente sobre el brazo de su hermano. Cada pulsación en su pecho reverbera con una urgencia desconocida, un recordatorio ineludible de su propia mortalidad. La sangre se agolpa en sus mejillas, y por primera vez en años, siente el calor abrasador del rubor. Una marea de pensamientos caóticos inunda su mente: pensamientos de fracaso, de derrota, de una vulnerabilidad que siempre ha despreciado en otros.

    —— Por favor... suéltame. —— Pero algo en su conciencia la atormenta; Aegon no muestra intención alguna de liberarla.
    Aún se sentía extranjera en ese submundo. Cada vez que puno de sus pies ponía la planta sobre las calles portuarias, el escalofrío más pequeño le erguía la postura. Pero ahí estaba, ataviada con sus pantalones de entrenamiento, botas de cuero, camisa, y una capa que ocultaba las características visuales de Aemma Targaryen, permitiéndole fundirse con la multitud. Decidió prescindir de Ser Criston esta vez, ya que la misión era casi un reto personal. Lo normal sería entrar al burdel y pedir la presencia de su hermano al menos con los pantalones puestos, y le era traído. Hoy no. Hoy entraba con la cabeza en alto. Todos girándose a mirarla. Por cada paso un par de ojos más se pegaba en ella. —— Seguid con lo vuestro, sabéis a lo que vine. —— Y encontró a su objetivo con, vaya sorpresa, escasa ropa, una copa de vino servida a su lado, y una señorita sentada en sus piernas. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ ⸻ Odiaba estar en la Fortaleza Roja, detestaba a su familia. Le irritaba su hermana Aemma y más con su actitud de psicópata, siempre rechazado, humillado sin ningún tipo de piedad ¿Por qué debería hacerle algún tipo de favor? Era una loca y lo que más detestaba eran los Sentimientos que tenía hacia ella, amor. Estaba enamorado de una forma casi enfermiza y deseoso de sentir la mínima atención de Aemma. Tenía poco amor propio, se desintegró en el momento en que intentó pasar tiempo con ella. Siete infiernos, no podía dejar de pensar en ella y en Todo lo que le hacía sentir. . . Temblar cada célula de su cuerpo, incluso cuando lo golpeaba, la intimidad se hacía evidente entre ambos. . . No podía pensar con claridad, necesitaba olvidar y darle un mensaje a Aemma. No estaría siempre detrás de ella, dejaría de Prestarle atención, por eso decidió que el camino de la seda era la mejor opción para desintoxicar a su mente de su hermana pequeña. Estaba disfrutando, con una copa de vino y una fulana que no sabía su nombre, pero gracias a la embriaguez fluyendo por su sangre, podía Imaginar a Aemma, una mala opción para olvidarla. Estaba concentrado en acariciar la feminidad de la ramera, que ni se dio cuenta que su hermana estaba ahí. ⸻ ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ No había asomo de sorpresa ni impresión. Las mujeres del establecimiento, cada vez que lo buscaba, lo despedían con vítores y risas, mientras las ganancias de la noche tintineaban en sus bolsas de paga. Quizás era demasiado contundente la influencia de su hermano en esta área tan particular y desprovista de ropajes para pasar desapercibida. El ojo de Aemma aterrizó en la entrepierna de esta... 𝗽𝘂𝘁𝗮, no hay otro nombre, es lo que es. —— Aegon. —— Detuvo su avance frente al dipsómano empedernido. La pulsión de asir a la mujer por la cabellera y estrellar su frente contra el borde de la mesa era formidable, casi irresistible. No obstante, ejerció un férreo autocontrol. Se hallaba en cumplimiento de su horario laboral. La situación era clara: ella no albergaba ningún deseo genuino de permanecer junto a Aegon. No necesita decirle a que vino. Él sabe. Su presencia no es otra cosa que la llamada a la retirada. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ ⸻ La otra mano tanteó la mesa para encontrar la copa de vino y se la llevó a los labios, para beber de un solo trago todo el contenido. El dulzor le llegó a la garganta, mientras disfrutaba de los gemidos procesados por la garganta de esa prostituta. Aumentando la velocidad De su actitud manual, estaba tan concentrado en su objetivo de hacer venir a la mujer, que se fijó en la presencia de su hermana cuando lo llamó. . . El color de su rostro se cambió a uno de desprecio y frustración, la estaba olvidando en parte y ahora seguía ahí, como un alma En pena dispuesta a torturarle. ⸻ Lárgate Aemma, te he dejado todo el día en paz ¿No era eso lo que querías?. ⸻ La mirada se pasó de su hermana hacia los diferentes hombres que estaban ahí, no paraban de mirar a la princesa. . . Una sensación extraña de celos y pertenencia Se instaló en su estómago, estaban repitiendo toda la situación de esa fatídica noche. ⸻ Solo mira hermanita, el placer que se te escapa. . . ⸻ Presiona los dedos dentro del calor de esa fulana y la tocaba de forma asombrosa. ⸻ ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ —— ¿Crees que quiero estar aquí? —— El hedor del pecado nefando resultaba insoportable, mientras la cerveza de ínfima calidad derramada en el suelo embadurnaba su brillo con una capa pegajosa y opaca. Los sonidos estridentes perturbaban sus afinados y bien entrenados oídos. Este era el último lugar donde desearía encontrarse, y estuvo a punto de sujetar a Aegon por las orejas y arrastrarlo fuera, cual infante malcriado. Sin embargo, una vez más, se contuvo. —— Págale y vístete, nos vamos. —— Las miradas ajenas devoraban la capa que la envolvía hasta los tobillos. Pensamientos impuros atravesaban las mentes de aquellos hombres. No necesitaba ser una experta en la materia para percatarse de ello. —— Ahora. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ No llevo ni doce horas fuera y has tenido que venir. Dejar de ser una mentirosa y admite que no puedes estar sin mí. Tú obsesa actitud, me pone muy cachondo. . . ⸻ Uno de sus ojos se cerró a modo de guiño, sacando los dedos de la humedad ajena, observando aún a todos los que No apartaban sus lascivas miradas de su hermana. Siete infiernos, los mandaría colgar a todos ¿Cómo se atrevían a mirar a 𝙨𝙪 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖? Era de 𝙨𝙪 pertenencia. De nuevo volvían sus instintos más bajos y las sombras de su mirada, oscurecían más su iris. ⸻ No te Va a resultar tan fácil, hermanita. Juguemos. ⸻ Se levanta con fuerza y lanza a la ramera hacia los brazos de su hermana, saliendo corriendo de ahí, sintiendo el frío recorrer todo su cuerpo y siguiendo su instinto, giró la perilla de una puerta y entró ahí, todo estaba en Penumbra y solo se escuchaba la pesada respiración del príncipe. ⸻ ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ No es lógico dignarse a responder ante sus infamias. Ella sabe que no tienen fundamento, consciente de que Aegon está embriagado y simplemente busca incitarla. Estaba a punto de insistir en regresar a la Fortaleza Roja, cuando la joven escasamente vestida cae entre risas en sus brazos. Está envuelta en el torpor de los estupefacientes que alivian su carga laboral. La meretriz parece ansiosa por acariciarla y besarla, arrancarle algunas monedas también. En menos de dos segundos, la empuja hacia un sofá. La mujer cae riendo, aventurándose Aemma así en la boca del lobo para encontrar a su inquieto hermano. No reconoce la habitación, no al principio al menos. Hay unas cerillas en la mesa de noche y se sirve de la luz exterior para prender las lámparas de aceite. —— No estoy de humor. Quiero ir a casa —— susurra, consciente de que él anda por allí. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ ⸻ A través de la rendija de la puerta, podía ver los movimientos de su hermana. Le daba la sensación, de que estaba actuando de una forma más errática de lo normal, con mayor lentitud a la esperada. Parecía que realmente la afectaba estar ahí, la figura envuelta en un Capa y una capucha que evitaba que el cabello Targaryen saliera a la luz, le daban un aspecto de lo más interesante. . . Ya se estaba imaginando el quitárselo poco a poco y mostrarle lo que era el verdadero placer. Se notaba en el enrojecimiento de su faz, que su lógica se iba Y dejaba paso a la inconsciencia de la vid, dulce toque el que le otorgaba el dios del vino. Vio como encendía una lampara de aceite y aprovechó ese momento para salir del oscuro cubículo, poniéndose a su espalda, tomándola del cuello con su antebrazo. ⸻ ¿Y perderse la Diversión? Me parece que no. ⸻ El suave susurro golpeó la tela de la capucha y con la otra mano, le extraía las cerillas. Para volver a liberarla y meterse en otra de las múltiples habitaciones, empezaba el juego. ⸻ ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ Con un brazo estratégicamente posicionado sobre su cuello, ambas garras se están clavando en la piel desnuda en un intento desesperado por romper la prisión impuesta. No está en resistencia firme con Aegon, aunque anhele fervientemente deshacerse de él para regresar a su morada. Se deja ver arrastrada delante de una pareja de hombres en el pasillo. Uno está arrodillado frente al otro. Ella aparta la mirada, cierra los párpados, anula su único ojo. ¿Por qué? Quizás sean los ecos persistentes de esos pasillos, la disposición meticulosa de las estancias, el eco constante de aromas y voces ajenas que la abruman más allá de la propia. Siente un verdadero desamparo y desconcierto sobre su destino. Los recuerdos parecen imponer más peso que su propia voluntad. —— ¿A dónde me llevas? ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ ⸻ Estaba atento a las reacciones fraternales, parecía que se estaba viendo vulnerada con todo el ambiente, tan pesado. Llenó de lujuria y deseo, los sonidos lascivos se hacían eco en el lugar. Todo estaba fielmente coordinado y él aún, no deseaba irse a ningún sitio. Tenía la Necesidad de ver hasta que punto, podría llevar a su hermana, tan mojigata en algunos aspectos. . . Era normal, nadie le explicó de una forma coherente lo que pasaba durante el sexo, donde ambas personas estaban de acuerdo por ejercerlo. Volviendo a entrar en escena, baja La capucha con sus manos muy lentamente, mientras la otra le quita los cordones de la capa de una forma suave y lenta. ⸻ A ningún sitio, concéntrate en tus sentidos. La vista, es lo que menos puedes utilizar aquí. ⸻ El suave aliento, se dirigía hacia la vena de su cuello. Soplando aire tibio contra la piel de su yugular. ⸻ ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ Los espectros del pasado acudían para arrojarle su ectoplasma. La máscara de indiferencia se resquebraja, y por primera vez en mucho tiempo, una fisura de humanidad atraviesa la mente calculadora de Aemma. Las manos, que nunca titubean y siempre ejecutan con precisión, comienzan a temblar sutilmente sobre el brazo de su hermano. Cada pulsación en su pecho reverbera con una urgencia desconocida, un recordatorio ineludible de su propia mortalidad. La sangre se agolpa en sus mejillas, y por primera vez en años, siente el calor abrasador del rubor. Una marea de pensamientos caóticos inunda su mente: pensamientos de fracaso, de derrota, de una vulnerabilidad que siempre ha despreciado en otros. —— Por favor... suéltame. —— Pero algo en su conciencia la atormenta; Aegon no muestra intención alguna de liberarla.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ||• Solo para aclarar, gente hermosa : Si. Hago roles +18, pero no únicamente me dedico a ése género. También +18 (Gore — Temas explícitos), Mafia, peleas, social, comedia, aventura, acción, horror, sobrenatural, drama, fantasía y entre otros géneros. Esto es más que nada como aclaración y no pensar que solo me dedico al Rol Erótico y me bloqueen (Como ya pasó).

    Recordemos que Santi es un demonio, un médico/asesino a sueldo psicópata y con un pasado trágico donde se pueden armar muy bonitas tramas. Los quiero mucho y son increíbles. Agradezco siempre sus roles bonitos. ♡
    ||• Solo para aclarar, gente hermosa : Si. Hago roles +18, pero no únicamente me dedico a ése género. También +18 (Gore — Temas explícitos), Mafia, peleas, social, comedia, aventura, acción, horror, sobrenatural, drama, fantasía y entre otros géneros. Esto es más que nada como aclaración y no pensar que solo me dedico al Rol Erótico y me bloqueen (Como ya pasó). Recordemos que Santi es un demonio, un médico/asesino a sueldo psicópata y con un pasado trágico donde se pueden armar muy bonitas tramas. Los quiero mucho y son increíbles. Agradezco siempre sus roles bonitos. ♡
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  • Hoy me siento más psicópata de lo habitual...
    Hoy me siento más psicópata de lo habitual...
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  • — dime.. por qué mi**** trataste de envenenarme? Deberías respetarme como tú dios!..

    Sirviente: yo puedo-

    *Eraster lo apuñala en el estómago y se acerca a su oído*

    — no me gustan los farsantes, tu eres solo un peón más en mi juego, aquí no existe el perdón, ahora..

    Eraster en ese momento sonrió con una sonrisa psicópata, como si hubiera perdido completamente la razón..

    — m u e r e

    *Le saca su katana del estómago y se da la vuelta encontrándote como espectador de su crimen*

    —a eres tú.. no le digas nada a nadie si quieres seguir con vida.. cuídate..

    *Te da una palmada en la cabeza*

    — dime.. por qué mi**** trataste de envenenarme? Deberías respetarme como tú dios!.. Sirviente: yo puedo- *Eraster lo apuñala en el estómago y se acerca a su oído* — no me gustan los farsantes, tu eres solo un peón más en mi juego, aquí no existe el perdón, ahora.. Eraster en ese momento sonrió con una sonrisa psicópata, como si hubiera perdido completamente la razón.. — m u e r e *Le saca su katana del estómago y se da la vuelta encontrándote como espectador de su crimen* —a eres tú.. no le digas nada a nadie si quieres seguir con vida.. cuídate.. *Te da una palmada en la cabeza*
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  • ──── Pff. ──── Malhumorado y cansado siempre, caníbal, demonio, psicópata, asesino a sueldo y causante de múltiples atentados pero siempre feliz con su gato. [?]
    ──── Pff. ──── Malhumorado y cansado siempre, caníbal, demonio, psicópata, asesino a sueldo y causante de múltiples atentados pero siempre feliz con su gato. [?]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Tras haber pasado muchos años buscando memorias, entre los yermos y la tierra olvidada, existen algunos que aún lo perturban y buscan en él, ese golpe para recordar y estallar en la entidad traicionera del inframundo, y de que alguna vez, su corazón humano estuvo despierto desde mucho antes.

    Al cerrar los ojos, imágenes forjadas al vivo fuego y la risa macabra de sentimientos psicópatas con dejes de alivios desesperados, le contaron algo que podría tranquilizar a su búsqueda.

    Una casa incendiada. ¿Será en la que vivía? Pero... ¿Por qué? ¿Quiénes son los sujetos que se encontraron en sus afueras con palos y antorchas? No habían gritos de lamentos, sino de euforia y excitación de una meta lograda, de parte de aquellas personas alegres de agitar entre astillas altas y llameantes las cabezas de los que parecían los residentes, entre ellas la de un niño, y la de una... ¿Chica? Su expresión parecía ida, aún con el reciente llanto de una desesperada muerte...

    …cree haber visto esa chica ante tierras devastadas. Siente un apretón en el pecho, pero los recuerdos abstractos no dan paso a un llanto, sin justificación.

    Sólo en su subconsciente susurró... "Miki..."
    Tras haber pasado muchos años buscando memorias, entre los yermos y la tierra olvidada, existen algunos que aún lo perturban y buscan en él, ese golpe para recordar y estallar en la entidad traicionera del inframundo, y de que alguna vez, su corazón humano estuvo despierto desde mucho antes. Al cerrar los ojos, imágenes forjadas al vivo fuego y la risa macabra de sentimientos psicópatas con dejes de alivios desesperados, le contaron algo que podría tranquilizar a su búsqueda. Una casa incendiada. ¿Será en la que vivía? Pero... ¿Por qué? ¿Quiénes son los sujetos que se encontraron en sus afueras con palos y antorchas? No habían gritos de lamentos, sino de euforia y excitación de una meta lograda, de parte de aquellas personas alegres de agitar entre astillas altas y llameantes las cabezas de los que parecían los residentes, entre ellas la de un niño, y la de una... ¿Chica? Su expresión parecía ida, aún con el reciente llanto de una desesperada muerte... …cree haber visto esa chica ante tierras devastadas. Siente un apretón en el pecho, pero los recuerdos abstractos no dan paso a un llanto, sin justificación. Sólo en su subconsciente susurró... "Miki..."
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  • ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃𝙰𝚁𝚃𝙴𝚁 𝚙𝚊𝚛𝚊
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ⚆ Delirium Stratt


    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤEra curioso, durante toda su vida, nunca habia sido de los que trabajaban en grupo… Salvo con su hermano Merle. Habia llegado a convencerse de que nadie lo entendería igual que él. Pero, la verdad era que el apocalipsis y el fin del mundo habían cambiado muchas de las perspectivas que Daryl Dixon tenia sobre si mismo y sobre el ser humano.
    No habia entrado en sus planes pasar a formar parte de un grupo, nunca se le habían dado bien esas cosas. Y, sin embargo, ya habia pasado más de un año con aquellas personas: Rick, Carl, Carol, Beth, Maggie, Hershel, Glenn… No eran más que nombres para cualquier otro… pero para Daryl Dixon aquellas personas eran su familia. Una familia dispuesta a acoger a otros y ayudar al necesitado.

    Habían encontrado un lugar seguro. Un lugar protegido que fortificar, que proteger y en el cual podían convivir con más gente. Seis meses se habían desarrollado desde el ultimo ataque fallido del Gobernador, ese presuntuoso maníaco que casi habia logrado poner en jaque a Rick y los suyos. Pero, después de ser repelido de forma bastante eficaz y, tras un arrebato de ira ante la insubordinación provocada por el miedo de sus propios hombres habia arremetido contra todos ellos y disparado sobre sus cabezas. No habia quedado alma con vida. Salvo Karen… La cual los guio hasta Woodbury para que pudieran llevarse de allí al resto de la comunidad bajo el miedo de que El Gobernador provocase el mismo terror sobre personas inocentes.

    Después de ese grupo llegaron otros… Un grupo de supervivientes de Decatur liderado por un tal David, un grupo proveniente de una pequeña comunidad situada a unos kilómetros de allí… y Bob. Resultó que Bob era médico, algo que les venia bastante bien, no podían negarlo.
    Y Daryl… Habia pasado semanas saliendo al exterior con Kate en busca de ese cabrón del parche esperando verle en alguna parte. Pero cada vez viajaban más lejos y cada vez encontraban menos pistas y un día… simplemente, dejaron de salir… Daryl se dio cuenta de que le importaba más la gente de dentro de la prisión que encontrar a ese psicópata. Michonne no era de esa opinión…

    Llevaba dos dias en carretera dando vueltas por autovías cercanas esperando ver rastros de vida. Aquella noche habia buscado refugio en lo que parecía un bar de carretera, de esos en los que -antes del fin del mundo- te preguntas cual seria su clientela y si alguien realmente llegaba a parar allí alguna vez. Mientras estaba cargando algunas provisiones en el coche -raro era que se hubiera llevado un coche dado que siempre viajaba con su inseparable moto, pero las provisiones no cabían en el vehículo de su hermano- una pequeña horda de caminantes lo rodeó y la única opción del arquero fue escabullirse rápidamente dentro del vehículo y esperar que los muertos se cansaran de aporrear las ventanas. Algo que no iba a pasar. Solo tenia dos opciones… Morir allí dentro agazapado o… morir luchando…

    Y Daryl lo tenia muy claro.

    Resopló y sacó su cuchillo de caza dispuesto a empezar a matar a todo bicho que se le pusiera por delante.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter #TheWalkingDead
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃𝙰𝚁𝚃𝙴𝚁 𝚙𝚊𝚛𝚊 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ⚆ [delirium.stratt] ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤEra curioso, durante toda su vida, nunca habia sido de los que trabajaban en grupo… Salvo con su hermano Merle. Habia llegado a convencerse de que nadie lo entendería igual que él. Pero, la verdad era que el apocalipsis y el fin del mundo habían cambiado muchas de las perspectivas que Daryl Dixon tenia sobre si mismo y sobre el ser humano. No habia entrado en sus planes pasar a formar parte de un grupo, nunca se le habían dado bien esas cosas. Y, sin embargo, ya habia pasado más de un año con aquellas personas: Rick, Carl, Carol, Beth, Maggie, Hershel, Glenn… No eran más que nombres para cualquier otro… pero para Daryl Dixon aquellas personas eran su familia. Una familia dispuesta a acoger a otros y ayudar al necesitado. Habían encontrado un lugar seguro. Un lugar protegido que fortificar, que proteger y en el cual podían convivir con más gente. Seis meses se habían desarrollado desde el ultimo ataque fallido del Gobernador, ese presuntuoso maníaco que casi habia logrado poner en jaque a Rick y los suyos. Pero, después de ser repelido de forma bastante eficaz y, tras un arrebato de ira ante la insubordinación provocada por el miedo de sus propios hombres habia arremetido contra todos ellos y disparado sobre sus cabezas. No habia quedado alma con vida. Salvo Karen… La cual los guio hasta Woodbury para que pudieran llevarse de allí al resto de la comunidad bajo el miedo de que El Gobernador provocase el mismo terror sobre personas inocentes. Después de ese grupo llegaron otros… Un grupo de supervivientes de Decatur liderado por un tal David, un grupo proveniente de una pequeña comunidad situada a unos kilómetros de allí… y Bob. Resultó que Bob era médico, algo que les venia bastante bien, no podían negarlo. Y Daryl… Habia pasado semanas saliendo al exterior con Kate en busca de ese cabrón del parche esperando verle en alguna parte. Pero cada vez viajaban más lejos y cada vez encontraban menos pistas y un día… simplemente, dejaron de salir… Daryl se dio cuenta de que le importaba más la gente de dentro de la prisión que encontrar a ese psicópata. Michonne no era de esa opinión… Llevaba dos dias en carretera dando vueltas por autovías cercanas esperando ver rastros de vida. Aquella noche habia buscado refugio en lo que parecía un bar de carretera, de esos en los que -antes del fin del mundo- te preguntas cual seria su clientela y si alguien realmente llegaba a parar allí alguna vez. Mientras estaba cargando algunas provisiones en el coche -raro era que se hubiera llevado un coche dado que siempre viajaba con su inseparable moto, pero las provisiones no cabían en el vehículo de su hermano- una pequeña horda de caminantes lo rodeó y la única opción del arquero fue escabullirse rápidamente dentro del vehículo y esperar que los muertos se cansaran de aporrear las ventanas. Algo que no iba a pasar. Solo tenia dos opciones… Morir allí dentro agazapado o… morir luchando… Y Daryl lo tenia muy claro. Resopló y sacó su cuchillo de caza dispuesto a empezar a matar a todo bicho que se le pusiera por delante. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter #TheWalkingDead
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