• 桑蒂 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐢𝐚𝐠𝐨 ᴬᵒᶦ 葵 ¿Así que quieres jugar a una guerra de bolas de nieve?. Te advierto que pego muy fuerte porque tengo el brazo fuerte de una beisbolista... ¡Preparate!.
    [Santi12] ¿Así que quieres jugar a una guerra de bolas de nieve?. Te advierto que pego muy fuerte porque tengo el brazo fuerte de una beisbolista... ¡Preparate!.
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    —El invierno ha llegado, trayendo consigo un manto de nieve y una excusa perfecta para un chocolate caliente. Abran paso con cuidado, mis queridos feligreses.
    🌸—El invierno ha llegado, trayendo consigo un manto de nieve y una excusa perfecta para un chocolate caliente. Abran paso con cuidado, mis queridos feligreses.
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  • El invierno se acerca y hay que ir preparando todo. La decoración en casa ya está lista. Hemos pasado unos dias maravillosos en familia decorando nuestro hogar. Y pronto, cuando mis hijos comiencen sus vacaciones de inverno, iremos a patinar y esquiar. ¡Está todo precioso con la nieve!
    El invierno se acerca y hay que ir preparando todo. La decoración en casa ya está lista. Hemos pasado unos dias maravillosos en familia decorando nuestro hogar. Y pronto, cuando mis hijos comiencen sus vacaciones de inverno, iremos a patinar y esquiar. ¡Está todo precioso con la nieve! :STK-9:
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  • Ryuリュウ・イシュタル・ヨキン Ishtar Yokin Chantle Queen Ishtar

    Una tarde de galletitas, nieve y amor

    La nieve caía lenta al otro lado de la ventana, como si también quisiera asomarse a vernos. El apartamento olía a jengibre, a canela y a hogar. Nuestro árbol de navidad brillaba con una luz suave, casi tímida, mientras las guirnaldas reflejaban los destellos cálidos de las lámparas de la cocina.

    Ryu estaba a mi lado, mi hermosa lobita de colmillitos, concentrada como si hornear fuera un arte ancestral extraño para ella. Cada vez que levantaba la vista para mirarme, me regalaba esa sonrisa ligera que me desarma por completo. Yo, con mi plato de galletas a medio decorar, simplemente me sentía completa. Como si ese instante fuese el centro de todas mis vidas.

    Chantle, con su aire travieso, había tomado el control absoluto de las decoraciones. Sus manos se movían rápido sobre los pequeños muñecos de jengibre, vistiéndolos con fondant de colores. Algunos llevaban bufanditas, otros chaquetas diminutas.

    Ryu tomó una galleta y le dio un mordisco pequeño, como si probara algo sagrado. Luego apoyó su codo en la encimera y me dedicó esa mirada lenta, enamorada, que solo ella sabe dar.

    Nos reunimos alrededor de la isla de la cocina, los tres, con tazas de leche caliente, mordiendo galletitas que parecían demasiado bonitas para comer. Afuera la nieve seguía cayendo, pero dentro… dentro era cálido, seguro, perfecto.

    En un momento, sin pensarlo, me acerqué por detrás de Ryu, abracé su cintura, y apoyé mi mejilla en su hombro.

    —Amo esto —susurré—. Amo pasar tiempo con vosotros. Amo nuestra familia. 🩷

    Ryu cubrió mi mano con la suya, suave, cálida, llena de vida.

    Chantle, siempre atento, nos miró con una sonrisa llena de orgullo y cariño. Tomó una galleta con forma de corazón y la dejó en medio de la mesa, como un pequeño símbolo silencioso.

    Así, rodeados de luces, azúcar y risas, la tarde se convirtió en uno de esos recuerdos que se guardan para siempre. Donde las galletas saben a magia, la nieve a calma, y el amor… a hogar.
    [Ryu] [frost_platinum_hare_393] Una tarde de galletitas, nieve y amor La nieve caía lenta al otro lado de la ventana, como si también quisiera asomarse a vernos. El apartamento olía a jengibre, a canela y a hogar. Nuestro árbol de navidad brillaba con una luz suave, casi tímida, mientras las guirnaldas reflejaban los destellos cálidos de las lámparas de la cocina. Ryu estaba a mi lado, mi hermosa lobita de colmillitos, concentrada como si hornear fuera un arte ancestral extraño para ella. Cada vez que levantaba la vista para mirarme, me regalaba esa sonrisa ligera que me desarma por completo. Yo, con mi plato de galletas a medio decorar, simplemente me sentía completa. Como si ese instante fuese el centro de todas mis vidas. Chantle, con su aire travieso, había tomado el control absoluto de las decoraciones. Sus manos se movían rápido sobre los pequeños muñecos de jengibre, vistiéndolos con fondant de colores. Algunos llevaban bufanditas, otros chaquetas diminutas. Ryu tomó una galleta y le dio un mordisco pequeño, como si probara algo sagrado. Luego apoyó su codo en la encimera y me dedicó esa mirada lenta, enamorada, que solo ella sabe dar. Nos reunimos alrededor de la isla de la cocina, los tres, con tazas de leche caliente, mordiendo galletitas que parecían demasiado bonitas para comer. Afuera la nieve seguía cayendo, pero dentro… dentro era cálido, seguro, perfecto. En un momento, sin pensarlo, me acerqué por detrás de Ryu, abracé su cintura, y apoyé mi mejilla en su hombro. —Amo esto —susurré—. Amo pasar tiempo con vosotros. Amo nuestra familia. 🩷 Ryu cubrió mi mano con la suya, suave, cálida, llena de vida. Chantle, siempre atento, nos miró con una sonrisa llena de orgullo y cariño. Tomó una galleta con forma de corazón y la dejó en medio de la mesa, como un pequeño símbolo silencioso. Así, rodeados de luces, azúcar y risas, la tarde se convirtió en uno de esos recuerdos que se guardan para siempre. Donde las galletas saben a magia, la nieve a calma, y el amor… a hogar.
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  • 𝑾𝙚𝒍𝙘𝒐𝙢𝒆 𝒕𝙤 𝙒𝒊𝙣𝒕𝙚𝒓𝙛𝒆𝙡𝒍
    Fandom Juego de Tronos
    Categoría Drama
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤ"𝐻𝑎𝑏𝑒́𝑖𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜. 𝐸𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎.
    ㅤㅤㅤ𝑃𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜. 𝑈𝑛 𝐿𝑎𝑛𝑛𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟
    ㅤㅤㅤ𝑟𝑒𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑖́ 𝑝𝑎𝑔𝑎 𝑠𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑢𝑑𝑎𝑠"

    ㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤ˹ Jaime Lannister
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤSiquiera un buen capitán pensaría que la peor batalla librada había sido la del paso de Altojardin. A pesar de las escasas pérdidas había sido una semi derrota para el bando de la reina Targaryen pues el grueso del oro de Altojardin ya había llegado a Desembarco cuando ellos atacaron. Desde que había pisado Poniente, cada prueba que se le había presentado parecía más complicada que la anterior. Como si Cersei avanzase a pasos agigantados y ella sintiera que se ahogaba, incapaz de ver más allá…

    El único que parecía avanzar en su cometido era Jon Nieve, pues a esas alturas el Rey en el Norte había comenzado con bastante éxito la extracción del vidriagón de la roca. No estaba demasiado contento con los métodos de Daenerys e incluso la reina tuvo la impresión de que guardaba una buena critica a sus métodos cuando regresó de Altojardin.

    Pero puede que la mayor victoria para Daenerys en aquellos dias fuera de ámbito personal. Una visita inesperada había llegado a Rocadragón mientras ella estuvo fuera. Sir Jorah Mormont había regresado. Curado y dispuesto a volver a jurarle su espada. Y Daenerys, quien a pesar de todo, de la traición y del dolor, seguía adorando a ese hombre, volvio a aceptarlo en sus filas.

    Un cuervo llegó poco después para Jon Nieve. Sus hermanos Arya y Bran habían regresado a Invernalia y el menor de los dos traía palabras negras: había visto al Rey de la Noche viajar hacia Guardaoriente del Mar con todas sus huestes con intención de cruzar el Muro. Jon expresó su deseo de regresar a Invernalia para la batalla y tanto él como Daenerys sabían que no tenía suficientes hombres. Y Daenerys no tenía intención de unírsele en ese momento. No con la amenaza de Cersei a sus espaldas a cada paso que daba.

    Pero Tyrion tuvo una idea acertada. Cersei y Poniente entero pensaban que los caminantes blancos eran una leyenda, un cuento para mandar a los niños a la cama. Había que refutarle aquella idea. Traer uno de los muertos hasta la civilización para convencer a Cersei de pelear por el mundo de los vivos. Para ello Sir Davos y Tyrion fueron hasta Desembarco del Rey. Tyrion se reunió con su hermano Jaime Lannister para pedir aquella audiencia. Mientras tanto, Davos tenía su propia tarea uniendo al equipo a Gendry, un herrero de Desembarco que resultó ser el heredero del difunto Robert Baratheon…

    La comitiva formada por Sir Jorah, Jon Nieve y Gendry partió de Rocadragón y en Guardaoriente sumaron a Sandor Clegane, Beric Dondarrion, Thoros de Myr, Tormund y un par de hombres libres a aquella complicada misión. Una misión que se selló con un final trágico. Dos de los hombres de Tormund perecieron en la tormenta, Thoros de Myr lo hizo en el hielo y cuando Gendry Baratheon envio aquel cuervo pidiendo ayuda a Daenerys Targaryen, la reina y sus tres dragones volaron hasta el otro lado del Muro. Y allí, la aspirante al trono de los Siete Reinos vio morir a uno de sus tres hijos cuando El Rey de la Noche le atravesó el pecho con una lanza helada.

    Pero, al menos, habían conseguido capturar a un caminante con “vida”.

    Siquiera Jon Nieve regresó con ellos, más bien llegó a caballo hasta Guardaoriente. Herido, congelado y casi al borde de la muerte. Pero al despertar, convaleciente aun, juró su lealtad y el Norte a la Reina plateada.

    En vista de que Jaime había conseguido convencer a Cersei, se dio lugar la reunión más extraña jamás vista en Pozodragón: Jon Nieve, Tyrion Lannister, Davos Seaworth, Theon Greyjoy, Jorah Mormont, Brienne de Tarth en representación de Sansa Stark, Sandor Clegane, Missandei de Naath, Euron Greyjoy, dothrakis, soldados Lannister, Cersei Lannister, su hermano Jaime y, al final, acompañada de sus dos dragones restantes, Daenerys Targaryen.

    Cersei no pareció demasiado convencida, siquiera al ver a aquel muerto en vida que traían con ellos, no al menos hasta que se reunió en privado con su hermano menor. Nadie supo de qué hablaron la Reina de Poniente y la Mano de Daenerys Targaryen, pero la convenció lo suficiente como para que la hija de Tywin accediera a enviar huestes al Norte mientras se llevaba a cabo una tregua entre ambos bandos. Al menos hasta que la guerra contra los muertos terminase.

    Tras lo que parecieron siglos a caballo -siendo apenas un mes y medio- la comitiva de Daenerys Targaryen, Jon Nieve y sus hombres, llegaron hasta Invernalia con intención de prepararse para la batalla contra los caminantes blancos. La recepción en Invernalia no fue tan bien como la reina Targaryen había imaginado. Pero, honestamente, no esperaba otra cosa. El norte era orgulloso, cerrado y no solían gustar de forasteros. Aun asi no sintió miradas hostiles, lo cual era de agradecer ya que había llegado hasta allí con intención de pelear por esas personas con sus dos dragones y su ejército.

    Aun asi, se había visto en peores circunstancias y había sabido como usar las condiciones en su favor. Solo era cuestión de… tiempo. Y es que el Norte no estaba del todo convencido de la alianza entre Jon Nieve y la Targaryen y aunque Jon sabia surcar aquellas aguas con bastante elegancia, se notaba que el ambiente era tenso.

    Lo malo de las reuniones entre personas que no se conocían y que habían luchado unos contra otros es que siempre se encontraban tiranteces y malos deseos a la vuelta de la esquina. Como le ocurrió a la Reina al conocer a Samwell Tarly, amigo de Jon. No fue facil revelarle que había ejecutado a su padre y hermano por negarse a hincar la rodilla. Pero… cosas peores se habían llevado a cabo. A fin de cuentas, Lord Randyll Tarly había combatido junto a los Lannister y Baratheon contra la casa Targaryen. Daenerys sabía que aquella conversacion le traería más de un problema. Pero no podía pensar en eso en aquel momento. Había mucho que preparar, iban a ser semanas muy duras y complicadas en Invernalia. Para todos.

    Y es que Invernalia tuvo un inesperado recién llegado…

    Nada más y nada menos que Sir Jaime Lannister. Quien traía noticias para nada esperanzadoras para la gente del Norte y para la Alianza Ponientí.



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #GameOfThrones
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ"𝐻𝑎𝑏𝑒́𝑖𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜. 𝐸𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎. ㅤㅤㅤ𝑃𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜. 𝑈𝑛 𝐿𝑎𝑛𝑛𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟 ㅤㅤㅤ𝑟𝑒𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑖́ 𝑝𝑎𝑔𝑎 𝑠𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑢𝑑𝑎𝑠" ㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤ˹ [The_Lion] ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤSiquiera un buen capitán pensaría que la peor batalla librada había sido la del paso de Altojardin. A pesar de las escasas pérdidas había sido una semi derrota para el bando de la reina Targaryen pues el grueso del oro de Altojardin ya había llegado a Desembarco cuando ellos atacaron. Desde que había pisado Poniente, cada prueba que se le había presentado parecía más complicada que la anterior. Como si Cersei avanzase a pasos agigantados y ella sintiera que se ahogaba, incapaz de ver más allá… El único que parecía avanzar en su cometido era Jon Nieve, pues a esas alturas el Rey en el Norte había comenzado con bastante éxito la extracción del vidriagón de la roca. No estaba demasiado contento con los métodos de Daenerys e incluso la reina tuvo la impresión de que guardaba una buena critica a sus métodos cuando regresó de Altojardin. Pero puede que la mayor victoria para Daenerys en aquellos dias fuera de ámbito personal. Una visita inesperada había llegado a Rocadragón mientras ella estuvo fuera. Sir Jorah Mormont había regresado. Curado y dispuesto a volver a jurarle su espada. Y Daenerys, quien a pesar de todo, de la traición y del dolor, seguía adorando a ese hombre, volvio a aceptarlo en sus filas. Un cuervo llegó poco después para Jon Nieve. Sus hermanos Arya y Bran habían regresado a Invernalia y el menor de los dos traía palabras negras: había visto al Rey de la Noche viajar hacia Guardaoriente del Mar con todas sus huestes con intención de cruzar el Muro. Jon expresó su deseo de regresar a Invernalia para la batalla y tanto él como Daenerys sabían que no tenía suficientes hombres. Y Daenerys no tenía intención de unírsele en ese momento. No con la amenaza de Cersei a sus espaldas a cada paso que daba. Pero Tyrion tuvo una idea acertada. Cersei y Poniente entero pensaban que los caminantes blancos eran una leyenda, un cuento para mandar a los niños a la cama. Había que refutarle aquella idea. Traer uno de los muertos hasta la civilización para convencer a Cersei de pelear por el mundo de los vivos. Para ello Sir Davos y Tyrion fueron hasta Desembarco del Rey. Tyrion se reunió con su hermano Jaime Lannister para pedir aquella audiencia. Mientras tanto, Davos tenía su propia tarea uniendo al equipo a Gendry, un herrero de Desembarco que resultó ser el heredero del difunto Robert Baratheon… La comitiva formada por Sir Jorah, Jon Nieve y Gendry partió de Rocadragón y en Guardaoriente sumaron a Sandor Clegane, Beric Dondarrion, Thoros de Myr, Tormund y un par de hombres libres a aquella complicada misión. Una misión que se selló con un final trágico. Dos de los hombres de Tormund perecieron en la tormenta, Thoros de Myr lo hizo en el hielo y cuando Gendry Baratheon envio aquel cuervo pidiendo ayuda a Daenerys Targaryen, la reina y sus tres dragones volaron hasta el otro lado del Muro. Y allí, la aspirante al trono de los Siete Reinos vio morir a uno de sus tres hijos cuando El Rey de la Noche le atravesó el pecho con una lanza helada. Pero, al menos, habían conseguido capturar a un caminante con “vida”. Siquiera Jon Nieve regresó con ellos, más bien llegó a caballo hasta Guardaoriente. Herido, congelado y casi al borde de la muerte. Pero al despertar, convaleciente aun, juró su lealtad y el Norte a la Reina plateada. En vista de que Jaime había conseguido convencer a Cersei, se dio lugar la reunión más extraña jamás vista en Pozodragón: Jon Nieve, Tyrion Lannister, Davos Seaworth, Theon Greyjoy, Jorah Mormont, Brienne de Tarth en representación de Sansa Stark, Sandor Clegane, Missandei de Naath, Euron Greyjoy, dothrakis, soldados Lannister, Cersei Lannister, su hermano Jaime y, al final, acompañada de sus dos dragones restantes, Daenerys Targaryen. Cersei no pareció demasiado convencida, siquiera al ver a aquel muerto en vida que traían con ellos, no al menos hasta que se reunió en privado con su hermano menor. Nadie supo de qué hablaron la Reina de Poniente y la Mano de Daenerys Targaryen, pero la convenció lo suficiente como para que la hija de Tywin accediera a enviar huestes al Norte mientras se llevaba a cabo una tregua entre ambos bandos. Al menos hasta que la guerra contra los muertos terminase. Tras lo que parecieron siglos a caballo -siendo apenas un mes y medio- la comitiva de Daenerys Targaryen, Jon Nieve y sus hombres, llegaron hasta Invernalia con intención de prepararse para la batalla contra los caminantes blancos. La recepción en Invernalia no fue tan bien como la reina Targaryen había imaginado. Pero, honestamente, no esperaba otra cosa. El norte era orgulloso, cerrado y no solían gustar de forasteros. Aun asi no sintió miradas hostiles, lo cual era de agradecer ya que había llegado hasta allí con intención de pelear por esas personas con sus dos dragones y su ejército. Aun asi, se había visto en peores circunstancias y había sabido como usar las condiciones en su favor. Solo era cuestión de… tiempo. Y es que el Norte no estaba del todo convencido de la alianza entre Jon Nieve y la Targaryen y aunque Jon sabia surcar aquellas aguas con bastante elegancia, se notaba que el ambiente era tenso. Lo malo de las reuniones entre personas que no se conocían y que habían luchado unos contra otros es que siempre se encontraban tiranteces y malos deseos a la vuelta de la esquina. Como le ocurrió a la Reina al conocer a Samwell Tarly, amigo de Jon. No fue facil revelarle que había ejecutado a su padre y hermano por negarse a hincar la rodilla. Pero… cosas peores se habían llevado a cabo. A fin de cuentas, Lord Randyll Tarly había combatido junto a los Lannister y Baratheon contra la casa Targaryen. Daenerys sabía que aquella conversacion le traería más de un problema. Pero no podía pensar en eso en aquel momento. Había mucho que preparar, iban a ser semanas muy duras y complicadas en Invernalia. Para todos. Y es que Invernalia tuvo un inesperado recién llegado… Nada más y nada menos que Sir Jaime Lannister. Quien traía noticias para nada esperanzadoras para la gente del Norte y para la Alianza Ponientí. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #GameOfThrones
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  • UNA TERRIBLE MAGA
    Fandom Libre
    Categoría Fantasía
    Viajaste hasta las tierras heladas, bajo la advertencia de que por esas tierras estaba la malvada hechicera de máscara puntiaguda. Claro que a ti, que eres un/a valiente aventurero/a poco te importaría lo que locos y extraños te dijeran, tenías que conseguir a como fuera tú objetivo.
    Avanzaste por la Tundra, muerto de frío y con tu mapa apenas legible, la tormenta de nieve era intensa e incesante, eso hasta que a la distancia viste una torre, que suerte tienes, encontraste unas "Ruinas". Decides correr desesperado al interior, muerto de frío.
    Al entrar, el ambiente es inusualmente cálido y las antorchas azules inundaban un ambiente tenebroso, pero acogedor.
    Viajaste hasta las tierras heladas, bajo la advertencia de que por esas tierras estaba la malvada hechicera de máscara puntiaguda. Claro que a ti, que eres un/a valiente aventurero/a poco te importaría lo que locos y extraños te dijeran, tenías que conseguir a como fuera tú objetivo. Avanzaste por la Tundra, muerto de frío y con tu mapa apenas legible, la tormenta de nieve era intensa e incesante, eso hasta que a la distancia viste una torre, que suerte tienes, encontraste unas "Ruinas". Decides correr desesperado al interior, muerto de frío. Al entrar, el ambiente es inusualmente cálido y las antorchas azules inundaban un ambiente tenebroso, pero acogedor.
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  • Magos, nieve y travesuras
    Fandom Harry Potter
    Categoría Slice of Life
    El patio de transformaciones se había convertido en una batalla improvisada de bola de nieves entre los del año de Ginny Weasley. La muchacha lideraba a los tres gryffindor, compañeros de ella, que se habían sumado, contra 4 chicos de Hufflepuff y dos de Ravenclaw. Los de Slytherin se habían ido después de los primeros bolazos diciendo que ellos no tenían tiempo para esas tontería.

    La risa de la pelirroja se escuchaba mientras correteaba por el patio. Se agachó, para recoger algo de nieve que dio formar entre sus manos, mientras esquivaba una de las bolas que lanzaron en su dirección.

    Y lanzó una nueva bola, sin embargo, no miró bien a quien, y, por supuesto, no se dio cuenta de que una clase estaba saliendo de la clase de Transformaciones. Para cuando quiso darse cuenta, la bola de nieve impactó sobre el brazo de Harry Potter.

    Ginny rio muy suavemente, alzando la mano para disculparse...
    El patio de transformaciones se había convertido en una batalla improvisada de bola de nieves entre los del año de Ginny Weasley. La muchacha lideraba a los tres gryffindor, compañeros de ella, que se habían sumado, contra 4 chicos de Hufflepuff y dos de Ravenclaw. Los de Slytherin se habían ido después de los primeros bolazos diciendo que ellos no tenían tiempo para esas tontería. La risa de la pelirroja se escuchaba mientras correteaba por el patio. Se agachó, para recoger algo de nieve que dio formar entre sus manos, mientras esquivaba una de las bolas que lanzaron en su dirección. Y lanzó una nueva bola, sin embargo, no miró bien a quien, y, por supuesto, no se dio cuenta de que una clase estaba saliendo de la clase de Transformaciones. Para cuando quiso darse cuenta, la bola de nieve impactó sobre el brazo de Harry Potter. Ginny rio muy suavemente, alzando la mano para disculparse...
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  • Una noche que prende el alma
    Fandom Harry Potter
    Categoría Slice of Life
    La noche era fría y cerrada cuando salieron de aquella fiesta. No celebraban nada concreto, pero era una oportunidad perfecta para que las distintas familias de alta clase se reunieran y hablaran de negocios. Bellatrix había acudido a aquella después de haberse saltado la última.

    Y Bellatrix debería haberse ido ya a su propia casa, pero Rodolphus le dijo que se pasara por la suya, a tomar algo. Últimamente pasaban tiempo juntos, por eso no se negó.

    Dejando el abrigo, mientras él iba a buscar esas bebidas, Bellatrix avanzó por el salón de la familia Lestrange, hasta llegar a la ventana, sólo para apreciar que los primeros copos de nieve empezaban a caer. La primera nevada. Y le había pillado en aquel sitio.
    La noche era fría y cerrada cuando salieron de aquella fiesta. No celebraban nada concreto, pero era una oportunidad perfecta para que las distintas familias de alta clase se reunieran y hablaran de negocios. Bellatrix había acudido a aquella después de haberse saltado la última. Y Bellatrix debería haberse ido ya a su propia casa, pero Rodolphus le dijo que se pasara por la suya, a tomar algo. Últimamente pasaban tiempo juntos, por eso no se negó. Dejando el abrigo, mientras él iba a buscar esas bebidas, Bellatrix avanzó por el salón de la familia Lestrange, hasta llegar a la ventana, sólo para apreciar que los primeros copos de nieve empezaban a caer. La primera nevada. Y le había pillado en aquel sitio.
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  • Están siendo unas vacaciones de ensueño, adoro la nieve Draco Negrescu

    Están siendo unas vacaciones de ensueño, adoro la nieve [ThxVampire13]
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  • ──── 𝑁𝑜𝑐ℎ𝑒 𝑁𝑒𝑜𝑦𝑜𝑟𝑘𝑖𝑛𝑎 ──── 𝑃𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡 𝐷𝑎𝑦 | 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟏𝟒.𝟓]

    [🇺🇲] 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑌𝑜𝑟𝑘, 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑈𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 — 𝟶𝟹:𝟹𝟸 𝐴.𝑀

    La nieve caía ligera sobre las calles casi desiertas del Lower East Side, apenas iluminadas por los faroles anaranjados y los neones parpadeantes de algún bar que se resistía a cerrar.

    Eran las tres y media de la madrugada y Nueva York parecía haberse quedado sin alma, solo el viento helado silbando entre los edificios y el crujir de sus botas militares sobre la capa fina de hielo.

    Santiago caminaba sin prisa, las manos metidas en los bolsillos de su abrigo negro largo, el cuello subido hasta taparle media cara. Con esa presencia que hacía que incluso los borrachos más valientes cruzaran de acera al verlo venir.

    Había llegado hace poco a la ciudad después de tomar un vuelo directo desde Roma; el vuelo a Alemania y se había complicado y tuvo que desaparecer rápido. Ahora tenía un asunto pendiente aquí, uno que pagaba lo suficiente como para justificar cruzar el Atlántico en invierno.

    Sacó un cigarrillo, lo encendió con un Zippo plateado que reflejó por un segundo la luz de un letrero de “Open 24h”, y dio una calada profunda. El humo salió blanco, denso, mezclándose con su aliento.

    Y empezó a canturrear un poco alto donde la noche tenía un poco más de melodía mientras seguía caminando:

    ──── 𝘞𝘩𝘦𝘯 𝘮𝘢𝘳𝘪𝘮𝘣𝘢 𝘳𝘩𝘺𝘵𝘩𝘮𝘴 𝘴𝘵𝘢𝘳𝘵 𝘵𝘰 𝘱𝘭𝘢𝘺. . . 𝘥𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦. . . 𝘮𝘢𝘬𝘦 𝘮𝘦 𝘴𝘸𝘢𝘺. . . ────

    Su voz era grave, ronca por los años, pero llevaba el ritmo perfecto, como si la ciudad entera fuera su salón vacío. Las palabras salían en un perfecto inglés, dejando de lado su español con tonada argentina y disfrutando la noche neoyorkina.

    ──── 𝘓𝘪𝘬𝘦 𝘢 𝘭𝘢𝘻𝘺 𝘰𝘤𝘦𝘢𝘯 𝘩𝘶𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘳𝘦. . . 𝘩𝘰𝘭𝘥 𝘮𝘦 𝘤𝘭𝘰𝘴𝘦. . .𝘚𝘸𝘢𝘺 𝘮𝘦 𝘮𝘰𝘳𝘦. . .────

    Un taxi pasó despacio, el conductor lo miró de reojo, extrañado de ver a aquel gigante solitario y elegante cantando swing en medio de la noche helada.

    Santiago ni se inmutó. Dio otra calada, soltó el humo hacia el cielo negro y sonrió apenas, una sonrisa que no llegaba a los ojos.

    Tenía una pistola cargada bajo el abrigo, un sobre con fotos y una dirección en el bolsillo interior, y una cita al amanecer con alguien que ya no vería el próximo atardecer.

    Pero por ahora, solo él, la nieve y Michael Bublé resonando dentro de su cabeza.

    Y siguió caminando, perdiéndose entre las sombras de la ciudad que nunca duerme.
    ──── 𝑁𝑜𝑐ℎ𝑒 𝑁𝑒𝑜𝑦𝑜𝑟𝑘𝑖𝑛𝑎 ──── 𝑃𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡 𝐷𝑎𝑦 | 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟏𝟒.𝟓] [🇺🇲] 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑌𝑜𝑟𝑘, 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑈𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 — 𝟶𝟹:𝟹𝟸 𝐴.𝑀 La nieve caía ligera sobre las calles casi desiertas del Lower East Side, apenas iluminadas por los faroles anaranjados y los neones parpadeantes de algún bar que se resistía a cerrar. Eran las tres y media de la madrugada y Nueva York parecía haberse quedado sin alma, solo el viento helado silbando entre los edificios y el crujir de sus botas militares sobre la capa fina de hielo. Santiago caminaba sin prisa, las manos metidas en los bolsillos de su abrigo negro largo, el cuello subido hasta taparle media cara. Con esa presencia que hacía que incluso los borrachos más valientes cruzaran de acera al verlo venir. Había llegado hace poco a la ciudad después de tomar un vuelo directo desde Roma; el vuelo a Alemania y se había complicado y tuvo que desaparecer rápido. Ahora tenía un asunto pendiente aquí, uno que pagaba lo suficiente como para justificar cruzar el Atlántico en invierno. Sacó un cigarrillo, lo encendió con un Zippo plateado que reflejó por un segundo la luz de un letrero de “Open 24h”, y dio una calada profunda. El humo salió blanco, denso, mezclándose con su aliento. Y empezó a canturrear un poco alto donde la noche tenía un poco más de melodía mientras seguía caminando: ──── 𝘞𝘩𝘦𝘯 𝘮𝘢𝘳𝘪𝘮𝘣𝘢 𝘳𝘩𝘺𝘵𝘩𝘮𝘴 𝘴𝘵𝘢𝘳𝘵 𝘵𝘰 𝘱𝘭𝘢𝘺. . . 𝘥𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦. . . 𝘮𝘢𝘬𝘦 𝘮𝘦 𝘴𝘸𝘢𝘺. . . ──── Su voz era grave, ronca por los años, pero llevaba el ritmo perfecto, como si la ciudad entera fuera su salón vacío. Las palabras salían en un perfecto inglés, dejando de lado su español con tonada argentina y disfrutando la noche neoyorkina. ──── 𝘓𝘪𝘬𝘦 𝘢 𝘭𝘢𝘻𝘺 𝘰𝘤𝘦𝘢𝘯 𝘩𝘶𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘳𝘦. . . 𝘩𝘰𝘭𝘥 𝘮𝘦 𝘤𝘭𝘰𝘴𝘦. . .𝘚𝘸𝘢𝘺 𝘮𝘦 𝘮𝘰𝘳𝘦. . .──── Un taxi pasó despacio, el conductor lo miró de reojo, extrañado de ver a aquel gigante solitario y elegante cantando swing en medio de la noche helada. Santiago ni se inmutó. Dio otra calada, soltó el humo hacia el cielo negro y sonrió apenas, una sonrisa que no llegaba a los ojos. Tenía una pistola cargada bajo el abrigo, un sobre con fotos y una dirección en el bolsillo interior, y una cita al amanecer con alguien que ya no vería el próximo atardecer. Pero por ahora, solo él, la nieve y Michael Bublé resonando dentro de su cabeza. Y siguió caminando, perdiéndose entre las sombras de la ciudad que nunca duerme.
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