"`𝑊𝑒 𝑎𝑟𝑒 𝑎𝑙𝑙 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑒𝑠 𝑖𝑛 𝑡ℎ𝑒 𝑒𝑛𝑑, 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑖𝑡 𝑎 𝑔𝑜𝑜𝑑 𝑜𝑛𝑒"
𝗗𝗔𝗬𝗦 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗨𝗧𝗨𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗦𝗧
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
— La primera vez que tuve constancia de quien era, o de que era, fue a los seis años. Apenas sabía de mi historia familiar: mi madre estaba sola, criándome con ayuda de mis abuelos. Los cuatro vivíamos tranquilamente en Sankt Gilgen (Austria), al abrigo de una comunidad profundamente católica y tradicional. Era una niña como otra cualquiera: iba al colegio, jugaba con mis amigos, disfrutaba de los pequeños momentos familiares y estaba feliz con mi vida.
Estas cosas se desencadenan porque si, no hay un motivo que lo justifique. Me encontraba jugando en mi habitación, sola. Mis abuelos habían salido, mamá y yo estábamos solas.
Todo pasó de manera difusa, en un gritito de cría asustada: mi madre me encontró levitando en el aire, frente al espejo, mientras mis manos hacían movimientos raros, como si estuviera amasando.
No, no era una posesión, no pienses mal. Aquel hecho trajo consigo una historia por parte de mi madre que se ha ido repitiendo con el paso de los años: yo era especial, distinta. Era la hija del famoso científico Brian Xavier, el cual había desaparecido de su vida una vez supo de la existencia de una hija desconocida. Lo del tema de mis podres era otra cosa.
Saber que era diferente, que podía hacer cosas casi mágicas, me convertía en algo único. Crecer y ocultar mis dones fue algo complicado, no podía revelar al mundo lo que era. Llegué a pensar en que era algo malo, pero cuando me fui informando de otras personas como yo, de que no estaba sola en el mundo, eso me dio fuerzas para seguir perfeccionando mi habilidad.
Conocer el primer amor, a la primera persona que era igual que yo, alguien distinto, que te rompan el corazón. Descubrir que tenía un hermano, buscarlo por todas partes hasta encontrarlo, volverlo a perder. Crecer personal y profesionalmente, convertirme en profesora, ayudar a los niños que lo necesitan. Pasar por una invasión extraterrestre, descubrir que existe gente más allá de los universos que tiene diversas capacidades. Soñar con ser como ellos. Defender lo que eres. Tratar de encontrar a tus amigos. Intentar encajar en el mundo.
La vida no es fácil. Las historias son diversas. Pero todos podemos hacer buenas historias, encontrarnos y darnos una identidad.
Cruzar las estrellas. Crear aventuras. Pelear por tu mundo, por tu vida. Estar orgulloso de lo que eres.
Mi nombre es Nia Xavier. Y mi historia todavía no ha terminado. —
"`𝑊𝑒 𝑎𝑟𝑒 𝑎𝑙𝑙 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑒𝑠 𝑖𝑛 𝑡ℎ𝑒 𝑒𝑛𝑑, 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑖𝑡 𝑎 𝑔𝑜𝑜𝑑 𝑜𝑛𝑒"
𝗗𝗔𝗬𝗦 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗨𝗧𝗨𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗦𝗧
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
— La primera vez que tuve constancia de quien era, o de que era, fue a los seis años. Apenas sabía de mi historia familiar: mi madre estaba sola, criándome con ayuda de mis abuelos. Los cuatro vivíamos tranquilamente en Sankt Gilgen (Austria), al abrigo de una comunidad profundamente católica y tradicional. Era una niña como otra cualquiera: iba al colegio, jugaba con mis amigos, disfrutaba de los pequeños momentos familiares y estaba feliz con mi vida.
Estas cosas se desencadenan porque si, no hay un motivo que lo justifique. Me encontraba jugando en mi habitación, sola. Mis abuelos habían salido, mamá y yo estábamos solas.
Todo pasó de manera difusa, en un gritito de cría asustada: mi madre me encontró levitando en el aire, frente al espejo, mientras mis manos hacían movimientos raros, como si estuviera amasando.
No, no era una posesión, no pienses mal. Aquel hecho trajo consigo una historia por parte de mi madre que se ha ido repitiendo con el paso de los años: yo era especial, distinta. Era la hija del famoso científico Brian Xavier, el cual había desaparecido de su vida una vez supo de la existencia de una hija desconocida. Lo del tema de mis podres era otra cosa.
Saber que era diferente, que podía hacer cosas casi mágicas, me convertía en algo único. Crecer y ocultar mis dones fue algo complicado, no podía revelar al mundo lo que era. Llegué a pensar en que era algo malo, pero cuando me fui informando de otras personas como yo, de que no estaba sola en el mundo, eso me dio fuerzas para seguir perfeccionando mi habilidad.
Conocer el primer amor, a la primera persona que era igual que yo, alguien distinto, que te rompan el corazón. Descubrir que tenía un hermano, buscarlo por todas partes hasta encontrarlo, volverlo a perder. Crecer personal y profesionalmente, convertirme en profesora, ayudar a los niños que lo necesitan. Pasar por una invasión extraterrestre, descubrir que existe gente más allá de los universos que tiene diversas capacidades. Soñar con ser como ellos. Defender lo que eres. Tratar de encontrar a tus amigos. Intentar encajar en el mundo.
La vida no es fácil. Las historias son diversas. Pero todos podemos hacer buenas historias, encontrarnos y darnos una identidad.
Cruzar las estrellas. Crear aventuras. Pelear por tu mundo, por tu vida. Estar orgulloso de lo que eres.
Mi nombre es Nia Xavier. Y mi historia todavía no ha terminado. —