• —Carajo ¿A Charlie no se le pudo ocurrir otra fecha?
    La maldita luja roja...

    Intentaba relajar su cuerpo y controlarse, mirando por la ventana como la luna ya estaba teñida de un rojo brillante, algo que duraría por tres días hasta que la luna llena volviera a menguar.

    Desajustó su corbatin, suspirando con un leve gruñido, sería horrible aguantar el calor pero debía seguir con los planes de la fiesta.
    —Carajo ¿A Charlie no se le pudo ocurrir otra fecha? La maldita luja roja... Intentaba relajar su cuerpo y controlarse, mirando por la ventana como la luna ya estaba teñida de un rojo brillante, algo que duraría por tres días hasta que la luna llena volviera a menguar. Desajustó su corbatin, suspirando con un leve gruñido, sería horrible aguantar el calor pero debía seguir con los planes de la fiesta.
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  • —Ten cuidado acicalando mis alas...
    Están aún más sensibles con la luna roja tan cercana...

    Advirtió a su sirviente mientras dejaba que le retirara las plumas sueltas en la muda, estremeciendo y suspirando suave.
    —Ten cuidado acicalando mis alas... Están aún más sensibles con la luna roja tan cercana... Advirtió a su sirviente mientras dejaba que le retirara las plumas sueltas en la muda, estremeciendo y suspirando suave.
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  • {La luna apenas lograba filtrarse entre las nubes negras que cubrían el cielo. Las ruinas de la ciudad se extendían a lo lejos.}

    {Frente a mí, entre la bruma, emergió el espíritu que esperaba. A quién no había invocado hace muchos años. Un corcel alado de sombra, tan oscuro cómo la noche, y sus alas extendidas. Sus ojos vacíos, ardientes, se clavaron en mis ojos.}

    {Sostuve la mirada, mientras el viento agitaba mí cabello.}

    —Así que… Aquí estás...

    {Susurré, mientras mis dedos se apretaban sobre la empuñadura de la espada.}

    {El espíritu inclinó ligeramente la cabeza. Ambos nos mirábamos, unidos en un encuentro planeado por el mismo destino.}


    {Con una voz grave, metálica y demoníaca, el espíritu rompió el silencio.}

    —Han pasado muchos años, pequeña neko… Dime, ¿aún conservas el libro de transformación que los espíritus te entregaron como obsequio?

    {Sus ojos espectrales se posaron con insistencia en mis orejas felinas, y su mirada descendió hacia mi cola, que se movía inquieta.}

    —Ah… ya lo entiendo.

    {Prosiguió con una risa oscura y algo burlona.}

    —Por eso sentí esa energía al acercarme. Has liberado tu verdadero ser. Sin embargo, tu sangre sigue contaminada por lo humano. Esa debilidad jamás te permitirá alcanzar la fuerza absoluta. ¿Acaso no fue por eso que tus propios padres te ocultaron entre los humanos? Lo hicieron para que sobrevivieras.

    {Al escuchar esas palabras, un escalofrío recorrió mi piel. Mis manos se cerraron con fuerza en torno al mango de mi espada.}

    —Silencio. No te convoqué para escuchar tus lamentos.

    {Por mí tono de voz, el espíritu se irguió, pero no respondió. La fuerza de mi mirada lo obligó a callar.
    Su trabajo era obedecerme.}

    —Tengo un deber que cumplir. Mi aliado me ha encomendado una misión. Pero antes, necesito de tu ayuda...
    {La luna apenas lograba filtrarse entre las nubes negras que cubrían el cielo. Las ruinas de la ciudad se extendían a lo lejos.} {Frente a mí, entre la bruma, emergió el espíritu que esperaba. A quién no había invocado hace muchos años. Un corcel alado de sombra, tan oscuro cómo la noche, y sus alas extendidas. Sus ojos vacíos, ardientes, se clavaron en mis ojos.} {Sostuve la mirada, mientras el viento agitaba mí cabello.} —Así que… Aquí estás... {Susurré, mientras mis dedos se apretaban sobre la empuñadura de la espada.} {El espíritu inclinó ligeramente la cabeza. Ambos nos mirábamos, unidos en un encuentro planeado por el mismo destino.} {Con una voz grave, metálica y demoníaca, el espíritu rompió el silencio.} —Han pasado muchos años, pequeña neko… Dime, ¿aún conservas el libro de transformación que los espíritus te entregaron como obsequio? {Sus ojos espectrales se posaron con insistencia en mis orejas felinas, y su mirada descendió hacia mi cola, que se movía inquieta.} —Ah… ya lo entiendo. {Prosiguió con una risa oscura y algo burlona.} —Por eso sentí esa energía al acercarme. Has liberado tu verdadero ser. Sin embargo, tu sangre sigue contaminada por lo humano. Esa debilidad jamás te permitirá alcanzar la fuerza absoluta. ¿Acaso no fue por eso que tus propios padres te ocultaron entre los humanos? Lo hicieron para que sobrevivieras. {Al escuchar esas palabras, un escalofrío recorrió mi piel. Mis manos se cerraron con fuerza en torno al mango de mi espada.} —Silencio. No te convoqué para escuchar tus lamentos. {Por mí tono de voz, el espíritu se irguió, pero no respondió. La fuerza de mi mirada lo obligó a callar. Su trabajo era obedecerme.} —Tengo un deber que cumplir. Mi aliado me ha encomendado una misión. Pero antes, necesito de tu ayuda...
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  • Jero 💀


    {Bajo la luz de la luna, la gema violeta brillaba intensamente, y mi corazón latía al mismo ritmo que su resplandor. Siempre había amado lo que brillaba, pero esto era distinto… era hermoso y poderoso a la vez.}

    ~Quiero ser más fuerte… —susurré, acariciando la gema—. No pienso seguir escondiéndome. Lucharé como una verdadera guerrera Neko contra esos monstruos.~

    {Una sonrisa leve se dibujó en mis labios al mirar a mí nuevo aliado y compañero mientras caminaba hacía él para volver a nuestro entrenamiento.}

    ~Gracias… este regalo no es solo una espada. Es una oportunidad, y no la desperdiciaré.~

    [fire_lime_whale_384] {Bajo la luz de la luna, la gema violeta brillaba intensamente, y mi corazón latía al mismo ritmo que su resplandor. Siempre había amado lo que brillaba, pero esto era distinto… era hermoso y poderoso a la vez.} ~Quiero ser más fuerte… —susurré, acariciando la gema—. No pienso seguir escondiéndome. Lucharé como una verdadera guerrera Neko contra esos monstruos.~ {Una sonrisa leve se dibujó en mis labios al mirar a mí nuevo aliado y compañero mientras caminaba hacía él para volver a nuestro entrenamiento.} ~Gracias… este regalo no es solo una espada. Es una oportunidad, y no la desperdiciaré.~
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    La noche del 23 llegará con la luna nueva... Que los Dioses os protejan.
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  • -estaba en casa en mi teléfono, cuando ví unas fotos en redes, escupiendo mi whisky, callendo de la cama por primera vez mostrando otra cara, que no fuera mi cara dura-

    Pero que mierda!!!

    -grite, aplastando el celular, en mi mano, viendo las fotos que monto mi hermana, aunque si ella no sabía de mi existencia, yo la cuidaba desde las sombras era mi deber-

    Luna Aurelian Reis!!!!!
    -estaba en casa en mi teléfono, cuando ví unas fotos en redes, escupiendo mi whisky, callendo de la cama por primera vez mostrando otra cara, que no fuera mi cara dura- Pero que mierda!!! -grite, aplastando el celular, en mi mano, viendo las fotos que monto mi hermana, aunque si ella no sabía de mi existencia, yo la cuidaba desde las sombras era mi deber- Luna Aurelian Reis!!!!!
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  • ~ La niña que heredó la luna~

    Mientras Lilith disfrutaba de tomar fotografías a la naturaleza y una que otra persona que pasaa por el bosque capturando la atención de la joven vio a un padre y su hija compartiendo un helado, un momento donde solo importaban ellos, recordando entonces aquel momento en que solo fueron ella y su padre.

    "Una fría noche en el invernadero privado de la finca Blackwood una noche que prevee un cruel invierno por venir, pasadas las diez, la nieve cae suave. El mundo está en silencio.

    Víctor Blackwood está sentado en un sillón de hierro forjado, rodeado de plantas dormidas. En sus manos, una copa de vino que no ha tocado. Frente a él, una pequeña figura se mueve entre las sombras con pasos suaves, como si el suelo la conociera.

    Lilith, con su abrigo negro demasiado grande y su cabello blanco desordenado, aparece entre las ramas. Tiene una flor marchita en la mano.

    —Papá… ¿las flores también se mueren cuando están tristes?— susurra en una tono suave y triste

    Víctor la observa. Su rostro, siempre severo, se suaviza.

    —Las flores mueren cuando dejan de luchar contra el frío, Pero algunas… renacen en primavera—

    Lilith se acerca. Se sube al regazo de su padre sin pedir permiso. Él la acomoda con una naturalidad que no tiene con nadie más.

    —¿Y mamá? ¿Ella era una flor?

    Víctor cierra los ojos un instante. El vino sigue intacto.

    —Tu madre era una tormenta disfrazada de jardín.... Y tú… tú eres su luna—

    Lilith sonríe feliz de aquella respuesta pues conoció muy poco a su madre, cansada y con frío poya la cabeza en el pecho de su padre

    —¿Entonces soy peligrosa?—

    —Desde que naciste— musitó con una sonrisa triste

    Ella saca un papel arrugado de su bolsillo. Es un dibujo: un castillo, una corona, y una figura pequeña con cabello blanco y con emoción y una brillo singular en su mirada se lo muestra a su padre

    —Esta soy yo, Pero no tengo espada, porque no quiero pelear. Quiero mandar—

    Víctor ríe, por primera vez en semanas. Una risa baja, rota, pero real.

    —¿Y cómo mandarás sin pelear?—

    —Con palabras. Y con miradas y si eso no funciona… con silencio.. como tú lo haces papá —

    Víctor la abraza más fuerte. En ella ve a su esposa. En ella ve algo más peligroso: una heredera que no necesita gritar para ser escuchada.

    —Prométeme que nunca dejarás que te apaguen— sus palabras mostraba nostálgia pero un amor sincero a la más pequeña de sus 11 hijos

    —Solo si tú prometes que siempre me mirarás como ahora—

    Él no responde. Solo la besa en la frente. La flor marchita cae al suelo. Y en ese instante, Víctor Blackwood deja de ser el hombre que gobierna imperios… y se convierte en un padre que teme perder lo único que aún le da luz. "


    Apagó su cámara para bajarla y sacar su móvil con la única intension de llamar a su padre,

    — papá ¿Estás ocupado? ... Genial ...tu luna te tiene una propuesta — sin más se alejaba lentamente del parque en dirección al estacionamiento para poder subir a su auto caminando con ese aire diversión y dulcura que solo ella sabía da a la perfección
    ~ La niña que heredó la luna~ Mientras Lilith disfrutaba de tomar fotografías a la naturaleza y una que otra persona que pasaa por el bosque capturando la atención de la joven vio a un padre y su hija compartiendo un helado, un momento donde solo importaban ellos, recordando entonces aquel momento en que solo fueron ella y su padre. "Una fría noche en el invernadero privado de la finca Blackwood una noche que prevee un cruel invierno por venir, pasadas las diez, la nieve cae suave. El mundo está en silencio. Víctor Blackwood está sentado en un sillón de hierro forjado, rodeado de plantas dormidas. En sus manos, una copa de vino que no ha tocado. Frente a él, una pequeña figura se mueve entre las sombras con pasos suaves, como si el suelo la conociera. Lilith, con su abrigo negro demasiado grande y su cabello blanco desordenado, aparece entre las ramas. Tiene una flor marchita en la mano. —Papá… ¿las flores también se mueren cuando están tristes?— susurra en una tono suave y triste Víctor la observa. Su rostro, siempre severo, se suaviza. —Las flores mueren cuando dejan de luchar contra el frío, Pero algunas… renacen en primavera— Lilith se acerca. Se sube al regazo de su padre sin pedir permiso. Él la acomoda con una naturalidad que no tiene con nadie más. —¿Y mamá? ¿Ella era una flor? Víctor cierra los ojos un instante. El vino sigue intacto. —Tu madre era una tormenta disfrazada de jardín.... Y tú… tú eres su luna— Lilith sonríe feliz de aquella respuesta pues conoció muy poco a su madre, cansada y con frío poya la cabeza en el pecho de su padre —¿Entonces soy peligrosa?— —Desde que naciste— musitó con una sonrisa triste Ella saca un papel arrugado de su bolsillo. Es un dibujo: un castillo, una corona, y una figura pequeña con cabello blanco y con emoción y una brillo singular en su mirada se lo muestra a su padre —Esta soy yo, Pero no tengo espada, porque no quiero pelear. Quiero mandar— Víctor ríe, por primera vez en semanas. Una risa baja, rota, pero real. —¿Y cómo mandarás sin pelear?— —Con palabras. Y con miradas y si eso no funciona… con silencio.. como tú lo haces papá — Víctor la abraza más fuerte. En ella ve a su esposa. En ella ve algo más peligroso: una heredera que no necesita gritar para ser escuchada. —Prométeme que nunca dejarás que te apaguen— sus palabras mostraba nostálgia pero un amor sincero a la más pequeña de sus 11 hijos —Solo si tú prometes que siempre me mirarás como ahora— Él no responde. Solo la besa en la frente. La flor marchita cae al suelo. Y en ese instante, Víctor Blackwood deja de ser el hombre que gobierna imperios… y se convierte en un padre que teme perder lo único que aún le da luz. " Apagó su cámara para bajarla y sacar su móvil con la única intension de llamar a su padre, — papá ¿Estás ocupado? ... Genial ...tu luna te tiene una propuesta — sin más se alejaba lentamente del parque en dirección al estacionamiento para poder subir a su auto caminando con ese aire diversión y dulcura que solo ella sabía da a la perfección
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  • La puerta estaba entreabierta. Constantin no necesitó mucho para encontrarla; el silencio del lugar era demasiado elocuente. Sus pasos pesados resonaron apenas, pero él no la llamó. Se detuvo en el marco, cruzando los brazos, y la observó.

    Luna estaba encogida sobre el sofá, la luz tibia acariciando su rostro cansado. Tenía los auriculares colgando del cuello, pero no había música. Sus ojos estaban perdidos en algún punto lejano, demasiado lejos para notar que alguien más estaba allí.

    Constantin apretó la mandíbula. No era la primera vez que la veía así, aunque para él sí lo era. Toda su vida había luchado para mantenerla a salvo desde las sombras, y ahora que por fin la tenía a unos metros, se encontraba con esa imagen: su hermana rota por el peso del mundo, abandonada en una penumbra que nunca mereció cargar.

    —Siempre sola… —murmuró para sí mismo, con un tono áspero.

    Se apoyó en el marco, la chaqueta abierta como si la misma sala no pudiera contener su presencia. Por un instante quiso acercarse, posar una mano en su hombro, decirle que ya no tendría que seguir soportando todo aquello. Pero el recuerdo de los años ocultos, las decisiones tomadas, lo retuvo.

    "¿Cómo mirarla a los ojos después de tanto silencio?", pensó.

    Apretó el taco de billar que aún sostenía en una mano; lo había traído sin darse cuenta desde el bar, como si necesitara algo que le recordara que aún sabía manejar la tensión.

    Un suspiro largo escapó de él.

    —Pronto… lo sabrás todo, Luna. —dijo, lo bastante bajo para que no lo escuchara, pero lo bastante fuerte para convencerse a sí mismo.
    La puerta estaba entreabierta. Constantin no necesitó mucho para encontrarla; el silencio del lugar era demasiado elocuente. Sus pasos pesados resonaron apenas, pero él no la llamó. Se detuvo en el marco, cruzando los brazos, y la observó. Luna estaba encogida sobre el sofá, la luz tibia acariciando su rostro cansado. Tenía los auriculares colgando del cuello, pero no había música. Sus ojos estaban perdidos en algún punto lejano, demasiado lejos para notar que alguien más estaba allí. Constantin apretó la mandíbula. No era la primera vez que la veía así, aunque para él sí lo era. Toda su vida había luchado para mantenerla a salvo desde las sombras, y ahora que por fin la tenía a unos metros, se encontraba con esa imagen: su hermana rota por el peso del mundo, abandonada en una penumbra que nunca mereció cargar. —Siempre sola… —murmuró para sí mismo, con un tono áspero. Se apoyó en el marco, la chaqueta abierta como si la misma sala no pudiera contener su presencia. Por un instante quiso acercarse, posar una mano en su hombro, decirle que ya no tendría que seguir soportando todo aquello. Pero el recuerdo de los años ocultos, las decisiones tomadas, lo retuvo. "¿Cómo mirarla a los ojos después de tanto silencio?", pensó. Apretó el taco de billar que aún sostenía en una mano; lo había traído sin darse cuenta desde el bar, como si necesitara algo que le recordara que aún sabía manejar la tensión. Un suspiro largo escapó de él. —Pronto… lo sabrás todo, Luna. —dijo, lo bastante bajo para que no lo escuchara, pero lo bastante fuerte para convencerse a sí mismo.
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  • El festival de los faroles
    Fandom Mo Dao Zu Shi
    Categoría Fantasía
    -China Antigua.- La secta Jixuan tambien conocida como Tianshan un hermoso lugar entre las altas montañas de China, lugar donde los primeros rayos de sol iban bañando de sus hermosos rayos solares por la mañana como si una cortina se tratare iniciando asi las labores de ese lugar.

    Habitado por sus dos jovenes maestros cuya armonia destacaba para los demas, tal como se tratare del Ying y yang, diferentes pero a la misma vez un hermoso complemento, Xue Yang Chengmei y Daozhang Xiao XIngchen conocido en el mundo del cultivo como la brillante luna y suave brisa tambien discipulo de la maestra Baoshan Sanren, el cual actualmente se encontraba ciego por circunstancias del destino mas no por ello era menos que los demas cultivadores, habil en el uso de la espada, asi como su compañero de cultivo se desarrollaba de igual manera y fuerza en su propia fortaleza, agil e inteligente.

    El tiempo pasaba y de igual modo los acontecimientos importantes llegaban hasta sus oidos, siendo uno de ellos el festival de los faroles; pensando en sus pocos discipulos y que aun eran jovenes quiso que se divirtieran tambien para poder asistir a tal acontecimiento con su compañero y discipulos disfrutando de ese momento unico.-

    Recuerden comportarse -aseveró mientras su pareja trataba de tranquilizarlo y decirle que eran mayores y podrian cuidarse-

    No entren en peleas y estaremos en la posada y los alrededores..cuidense mucho chicos..
    -China Antigua.- La secta Jixuan tambien conocida como Tianshan un hermoso lugar entre las altas montañas de China, lugar donde los primeros rayos de sol iban bañando de sus hermosos rayos solares por la mañana como si una cortina se tratare iniciando asi las labores de ese lugar. Habitado por sus dos jovenes maestros cuya armonia destacaba para los demas, tal como se tratare del Ying y yang, diferentes pero a la misma vez un hermoso complemento, Xue Yang Chengmei y Daozhang Xiao XIngchen conocido en el mundo del cultivo como la brillante luna y suave brisa tambien discipulo de la maestra Baoshan Sanren, el cual actualmente se encontraba ciego por circunstancias del destino mas no por ello era menos que los demas cultivadores, habil en el uso de la espada, asi como su compañero de cultivo se desarrollaba de igual manera y fuerza en su propia fortaleza, agil e inteligente. El tiempo pasaba y de igual modo los acontecimientos importantes llegaban hasta sus oidos, siendo uno de ellos el festival de los faroles; pensando en sus pocos discipulos y que aun eran jovenes quiso que se divirtieran tambien para poder asistir a tal acontecimiento con su compañero y discipulos disfrutando de ese momento unico.- Recuerden comportarse -aseveró mientras su pareja trataba de tranquilizarlo y decirle que eran mayores y podrian cuidarse- No entren en peleas y estaremos en la posada y los alrededores..cuidense mucho chicos..
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    60
    Estado
    Disponible
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