Escena: “Mortis Cola – Edición Prohibida”
Luna bajó a la cocina con los ojos aún entrecerrados. Había pasado toda la noche estudiando rituales antiguos y necesitaba un respiro… y cafeína. Pero en el suelo, encontró algo aún más desconcertante que cualquier símbolo arcano:
Mortis, acostado como una estrella de rock retirada, lucía una etiqueta de Coca-Cola alrededor del cuerpo. Inmóvil. Dramático. Y sí, con cara de que lo había hecho a propósito.
—¿Qué…? —Luna se frotó los ojos—. ¿Estás bien?
El gato ni se inmutó.
—¿Eres…? —continuó ella, reprimiendo una carcajada— ¿una edición coleccionable?
Mortis giró la cabeza lentamente, como si dijera: Soy más raro y valioso que cualquier objeto en esta dimensión.
Luna no aguantó más. Le tomó una foto.
—"Mortis Cola: con sabor a caos y conjuros. Solo por tiempo limitado" —leyó en voz alta, divertida.
De pronto, las luces parpadearon. El aire se volvió denso.
—Ups… —susurró ella, viendo cómo el collar de Mortis comenzaba a brillar—. No debí burlarme, ¿verdad?
El gato se levantó lentamente, dejó caer la etiqueta al suelo con un golpe seco… y caminó hacia la oscuridad del pasillo como si nada.
Pero antes de desaparecer, se detuvo y soltó un leve:
—Miau.
La luz volvió. Luna temblaba.
Mortis Coca-Cola no era una broma.
Luna bajó a la cocina con los ojos aún entrecerrados. Había pasado toda la noche estudiando rituales antiguos y necesitaba un respiro… y cafeína. Pero en el suelo, encontró algo aún más desconcertante que cualquier símbolo arcano:
Mortis, acostado como una estrella de rock retirada, lucía una etiqueta de Coca-Cola alrededor del cuerpo. Inmóvil. Dramático. Y sí, con cara de que lo había hecho a propósito.
—¿Qué…? —Luna se frotó los ojos—. ¿Estás bien?
El gato ni se inmutó.
—¿Eres…? —continuó ella, reprimiendo una carcajada— ¿una edición coleccionable?
Mortis giró la cabeza lentamente, como si dijera: Soy más raro y valioso que cualquier objeto en esta dimensión.
Luna no aguantó más. Le tomó una foto.
—"Mortis Cola: con sabor a caos y conjuros. Solo por tiempo limitado" —leyó en voz alta, divertida.
De pronto, las luces parpadearon. El aire se volvió denso.
—Ups… —susurró ella, viendo cómo el collar de Mortis comenzaba a brillar—. No debí burlarme, ¿verdad?
El gato se levantó lentamente, dejó caer la etiqueta al suelo con un golpe seco… y caminó hacia la oscuridad del pasillo como si nada.
Pero antes de desaparecer, se detuvo y soltó un leve:
—Miau.
La luz volvió. Luna temblaba.
Mortis Coca-Cola no era una broma.
🐾 Escena: “Mortis Cola – Edición Prohibida”
Luna bajó a la cocina con los ojos aún entrecerrados. Había pasado toda la noche estudiando rituales antiguos y necesitaba un respiro… y cafeína. Pero en el suelo, encontró algo aún más desconcertante que cualquier símbolo arcano:
Mortis, acostado como una estrella de rock retirada, lucía una etiqueta de Coca-Cola alrededor del cuerpo. Inmóvil. Dramático. Y sí, con cara de que lo había hecho a propósito.
—¿Qué…? —Luna se frotó los ojos—. ¿Estás bien?
El gato ni se inmutó.
—¿Eres…? —continuó ella, reprimiendo una carcajada— ¿una edición coleccionable?
Mortis giró la cabeza lentamente, como si dijera: Soy más raro y valioso que cualquier objeto en esta dimensión.
Luna no aguantó más. Le tomó una foto.
—"Mortis Cola: con sabor a caos y conjuros. Solo por tiempo limitado" —leyó en voz alta, divertida.
De pronto, las luces parpadearon. El aire se volvió denso.
—Ups… —susurró ella, viendo cómo el collar de Mortis comenzaba a brillar—. No debí burlarme, ¿verdad?
El gato se levantó lentamente, dejó caer la etiqueta al suelo con un golpe seco… y caminó hacia la oscuridad del pasillo como si nada.
Pero antes de desaparecer, se detuvo y soltó un leve:
—Miau.
La luz volvió. Luna temblaba.
Mortis Coca-Cola no era una broma.
