#BitchLife #FreeRol #LoIntentoPeroNadieRespondeEstasShitys
Camina por el callejón con el ceño fruncido, sus altísimos tacones traquetean contra el asfalto mojado como un metrónomo de su mal humor. Refunfuña entre dientes, lanzando una que otra maldición en voz baja.
Cada cosa parece molestarle: la luminaria parpadeando, una gotera que le salpica el borde de la falda, incluso el tintineo de sus pulseras le parece irritante. La gota que colma el vaso es el viento removiendo su cabello, causando que un mechón se peque en el lipstick de sus labios.
--- Holly shit! ¡Qué noche de mierda! ---se queja para sí, mientras ajusta su abrigo con un tirón brusco.
Al llegar a la tienda, apenas una ventana en la oscura pared, lanza una mirada impaciente hacia el encargado, cruzando los brazos con teatralidad. Su humor está lejos de mejorar, pero la promesa de un poco de "polvo mágico" parece ser su único refugio.
Camina por el callejón con el ceño fruncido, sus altísimos tacones traquetean contra el asfalto mojado como un metrónomo de su mal humor. Refunfuña entre dientes, lanzando una que otra maldición en voz baja.
Cada cosa parece molestarle: la luminaria parpadeando, una gotera que le salpica el borde de la falda, incluso el tintineo de sus pulseras le parece irritante. La gota que colma el vaso es el viento removiendo su cabello, causando que un mechón se peque en el lipstick de sus labios.
--- Holly shit! ¡Qué noche de mierda! ---se queja para sí, mientras ajusta su abrigo con un tirón brusco.
Al llegar a la tienda, apenas una ventana en la oscura pared, lanza una mirada impaciente hacia el encargado, cruzando los brazos con teatralidad. Su humor está lejos de mejorar, pero la promesa de un poco de "polvo mágico" parece ser su único refugio.
#BitchLife #FreeRol #LoIntentoPeroNadieRespondeEstasShitys
Camina por el callejón con el ceño fruncido, sus altísimos tacones traquetean contra el asfalto mojado como un metrónomo de su mal humor. Refunfuña entre dientes, lanzando una que otra maldición en voz baja.
Cada cosa parece molestarle: la luminaria parpadeando, una gotera que le salpica el borde de la falda, incluso el tintineo de sus pulseras le parece irritante. La gota que colma el vaso es el viento removiendo su cabello, causando que un mechón se peque en el lipstick de sus labios.
--- Holly shit! ¡Qué noche de mierda! ---se queja para sí, mientras ajusta su abrigo con un tirón brusco.
Al llegar a la tienda, apenas una ventana en la oscura pared, lanza una mirada impaciente hacia el encargado, cruzando los brazos con teatralidad. Su humor está lejos de mejorar, pero la promesa de un poco de "polvo mágico" parece ser su único refugio.