• ⊹ ❛ ᴛʜᴇ ᴍʏᴏsᴏᴛɪs ғʟᴏᴡᴇʀ as 𝓯orget me not , and Lucy Gray as the singing 𝑚𝑜𝑐𝑘𝑖𝑛𝑔𝑗𝑎𝑦. Is the show really over?
    ⤷ ⋆ Penned by Jackie ! [ #writting #canon ]

    Para Lucy Gray, correr no era una experiencia nueva, escapar era una extraña norma que de un momento a otro tomó fuerza, escapar de los peacekeepers… salirse con la suya. Algunos corrían porque querían gobernar el mundo que esperaba a ser conquistado, e inevitablemente veía eso en Coriolanus Snow, su mentor, y a la vez, un guerrero, alguien que podía levantar un pueblo desde el polvo.

    Para peor, o para mejor.

    Y esa misma esperanza, cambiante como el océano, la hizo detenerse en sus pasos, incluso con la fuerza del humo que parece quitarle el humo de los pulmones para salir de su boca después de haberle arrebatado las cuerdas vocales. El Capitolio, esperando quitarle todo, no podía quitarle también a su mentos.

    “¡Por favor!”

    ¿Sería un pecado decir que en aquella voz rota logró reflejarse por primera vez? Ya no eran palabras estiradas, o una voz llena de autoritarismo propio del Capitolio, no, era simplemente un humano, tan roto cómo ella, como aquellos de los distritos.

    Porque su corazón se estrujó, y antes de darse cuenta, ya estaba volviendo en sus pasos, con más esfuerzo del que se necesitaba, no solo por la explosión, sino también por el hambre, y por las cadenas que querían retrasarla.

    Tose, tose, buscando alivianar el ardor en su torso que quema desde dentro, la mezcla del humo con el polvo quiere derrumbarla. Sus ojos oscuros buscan con la mirada a Coriolanus, quien se aferra con fuerza a su vestido achicharrado, o bueno, lo que queda del vestido que alguna vez fue de su madre.

    Porque el rostro de su madre es borroso, se ha perdido entre tantas nuevas memorias, porque Lucy se había prometido recordar algo más importante que el rostro, había dejado morir ese capitulo de su vida antes de que transformara todo lo demás a fuego y cenizas. Mira a Coriolanus, y entonces, las fuerzas parecen renovadas, cómo si repentinamente todos los pecados hubiesen sido perdonados, y ahora tuviera una fuerza para luchar.

    Si no murió antes, quizá moriría ahora, pero la adrenalina, las cenizas, el humo, los cadáveres, la hacían no detenerse a pesar del flaqueo: cómo un fénix recién nacido, Lucy Gray se preguntaba: “¿Qué harás ahora? ¿Cuánto estás dispuesta a perder?”

    Cómo un fénix, tenía el deber de alzarse, no por ella, sino por aquel chico que la había hecho sentir escuchada, vista. No era jugar dios, sino más bien, no olvidar aquella humanidad que las aves parecían recoger de las sobras humanas, encontradas en el aterrizaje después de un largo vuelo.

    --¡Coriolanus!—Lucy le grita, entre el propio pitido de sus oídos, entre la neblina que amenaza consumir todo, el mismo lugar donde la muerte se está escondiendo, llevándose la cuota que Lucy Gray conoce tan bien, tan de cerca, pero hay seguridad en sus pasos, entonces, el canto para evitar que Coriolanus sucumba al sueño eterno, comienza, una voz rasposa y gastada, pero con un esfuerzo sincero:

    ...Porque el ave en algún momento de la muerte se enamoró, siempre quería su compañía, pero las manos huesudas siempre le huían, el ave siempre le decía:
    “Querida mía, tu mano he de tomar, juntos eternamente vamos a cantar.”
    La guadaña siempre se reía, y entre risas le respondía.
    “¡Ni lo pienses, ave querida! Tienes amor aquí en la vida, que te cura las heridas, quizá en la lapida desvanecida volveremos a encontrarnos. Hasta entonces, camina precavida.”

    Lucy Gray observa al chico reírse con esfuerzo, siendo que está más cerca de la inconsciencia que otra cosa, como si quisiese darse por vencido, pero a pesar de todo, estuviese luchando por no caer.

    “Querida mía, tu melodía en vez de lastimar, me causa añoranza y felicidad. Entre el vuelo, estaré esperando el estrello, que, en tus manos, estoy segura que será lleno de bondad.”

    Los paramédicos entran con rapidez hacia el gran estadio, ella sabe lo que se aproxima. Sin embargo, al darle la ultima mirada a su mentor, no se arrepiente de la decisión tomada. A pesar de todo, sigue siendo humana, incluso si eso la hizo quedar tumbada en el suelo con el cuerpo lastimado, y un cañón frío en el cuello.

    Incluso si significó terminar aprisionada otra vez, como un ave sin alas, mientras la nieve seguía cayendo en la cima, en una postura excelente.

    ⊹ ❛ ᴛʜᴇ ᴍʏᴏsᴏᴛɪs ғʟᴏᴡᴇʀ as 𝓯orget me not , and Lucy Gray as the singing 𝑚𝑜𝑐𝑘𝑖𝑛𝑔𝑗𝑎𝑦. Is the show really over? ⤷ ⋆ Penned by Jackie ! [ #writting #canon ] Para Lucy Gray, correr no era una experiencia nueva, escapar era una extraña norma que de un momento a otro tomó fuerza, escapar de los peacekeepers… salirse con la suya. Algunos corrían porque querían gobernar el mundo que esperaba a ser conquistado, e inevitablemente veía eso en Coriolanus Snow, su mentor, y a la vez, un guerrero, alguien que podía levantar un pueblo desde el polvo. Para peor, o para mejor. Y esa misma esperanza, cambiante como el océano, la hizo detenerse en sus pasos, incluso con la fuerza del humo que parece quitarle el humo de los pulmones para salir de su boca después de haberle arrebatado las cuerdas vocales. El Capitolio, esperando quitarle todo, no podía quitarle también a su mentos. “¡Por favor!” ¿Sería un pecado decir que en aquella voz rota logró reflejarse por primera vez? Ya no eran palabras estiradas, o una voz llena de autoritarismo propio del Capitolio, no, era simplemente un humano, tan roto cómo ella, como aquellos de los distritos. Porque su corazón se estrujó, y antes de darse cuenta, ya estaba volviendo en sus pasos, con más esfuerzo del que se necesitaba, no solo por la explosión, sino también por el hambre, y por las cadenas que querían retrasarla. Tose, tose, buscando alivianar el ardor en su torso que quema desde dentro, la mezcla del humo con el polvo quiere derrumbarla. Sus ojos oscuros buscan con la mirada a Coriolanus, quien se aferra con fuerza a su vestido achicharrado, o bueno, lo que queda del vestido que alguna vez fue de su madre. Porque el rostro de su madre es borroso, se ha perdido entre tantas nuevas memorias, porque Lucy se había prometido recordar algo más importante que el rostro, había dejado morir ese capitulo de su vida antes de que transformara todo lo demás a fuego y cenizas. Mira a Coriolanus, y entonces, las fuerzas parecen renovadas, cómo si repentinamente todos los pecados hubiesen sido perdonados, y ahora tuviera una fuerza para luchar. Si no murió antes, quizá moriría ahora, pero la adrenalina, las cenizas, el humo, los cadáveres, la hacían no detenerse a pesar del flaqueo: cómo un fénix recién nacido, Lucy Gray se preguntaba: “¿Qué harás ahora? ¿Cuánto estás dispuesta a perder?” Cómo un fénix, tenía el deber de alzarse, no por ella, sino por aquel chico que la había hecho sentir escuchada, vista. No era jugar dios, sino más bien, no olvidar aquella humanidad que las aves parecían recoger de las sobras humanas, encontradas en el aterrizaje después de un largo vuelo. --¡Coriolanus!—Lucy le grita, entre el propio pitido de sus oídos, entre la neblina que amenaza consumir todo, el mismo lugar donde la muerte se está escondiendo, llevándose la cuota que Lucy Gray conoce tan bien, tan de cerca, pero hay seguridad en sus pasos, entonces, el canto para evitar que Coriolanus sucumba al sueño eterno, comienza, una voz rasposa y gastada, pero con un esfuerzo sincero: ...Porque el ave en algún momento de la muerte se enamoró, siempre quería su compañía, pero las manos huesudas siempre le huían, el ave siempre le decía: “Querida mía, tu mano he de tomar, juntos eternamente vamos a cantar.” La guadaña siempre se reía, y entre risas le respondía. “¡Ni lo pienses, ave querida! Tienes amor aquí en la vida, que te cura las heridas, quizá en la lapida desvanecida volveremos a encontrarnos. Hasta entonces, camina precavida.” Lucy Gray observa al chico reírse con esfuerzo, siendo que está más cerca de la inconsciencia que otra cosa, como si quisiese darse por vencido, pero a pesar de todo, estuviese luchando por no caer. “Querida mía, tu melodía en vez de lastimar, me causa añoranza y felicidad. Entre el vuelo, estaré esperando el estrello, que, en tus manos, estoy segura que será lleno de bondad.” Los paramédicos entran con rapidez hacia el gran estadio, ella sabe lo que se aproxima. Sin embargo, al darle la ultima mirada a su mentor, no se arrepiente de la decisión tomada. A pesar de todo, sigue siendo humana, incluso si eso la hizo quedar tumbada en el suelo con el cuerpo lastimado, y un cañón frío en el cuello. Incluso si significó terminar aprisionada otra vez, como un ave sin alas, mientras la nieve seguía cayendo en la cima, en una postura excelente.
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  • Aquí no, Olivia, estamos en un lugar sagrado.
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  • Ya te han visto desfilar suficiente, Olivia, vamos a la habitación.
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  • Residente 1: doctora en la sala uno hay un paciente que le está dando un paro cardíaco.

    - la mujer estaba pasando por las salas de observaciones viendo a los pacientes y leyendo su historial al escuchar al residente lo miro de reojo mientras acercó la mesa a un paciente que lo habían operado recién-

    Y eso debería importarme ... ¿Por qué?

    Residente 1: por qué es la jefa de cirugía, y un paciente se está muriendo.

    - la mujer abrió la sabana del paciendo que estaba recién operado vio el parche que tenía en el esternón, y de un tirón se lo saco, el paciente despertó casi de dolor, mientras la mujer le apunto con el parche al residente -

    Solo veo dos opciones o lo revives o te envío a qué lo traigas de vuelta.. la segunda opción es un pequeño pinchazo

    - el residente trago saliva y asintió, mientras la mujer tomo otro parche nuevo y se lo pegó como si fuera dardo al paciente quien aún se retorcía de dolor-

    Residente 1: de acuerdo doctora lo revivire..

    No quiero que ningún paciente fallezca si no está autorizado por mi, si uno muere desearan irse con él , y créanme los enviaré a buscarlo, ¿quedó claro?

    Residentes: si doctora!!

    - dijo la mujer y los residentes afirmaron unisono , mientras la mujer seguía paseando por las salas-

    Residente 1: doctora en la sala uno hay un paciente que le está dando un paro cardíaco. - la mujer estaba pasando por las salas de observaciones viendo a los pacientes y leyendo su historial al escuchar al residente lo miro de reojo mientras acercó la mesa a un paciente que lo habían operado recién- Y eso debería importarme ... ¿Por qué? Residente 1: por qué es la jefa de cirugía, y un paciente se está muriendo. - la mujer abrió la sabana del paciendo que estaba recién operado vio el parche que tenía en el esternón, y de un tirón se lo saco, el paciente despertó casi de dolor, mientras la mujer le apunto con el parche al residente - Solo veo dos opciones o lo revives o te envío a qué lo traigas de vuelta.. la segunda opción es un pequeño pinchazo - el residente trago saliva y asintió, mientras la mujer tomo otro parche nuevo y se lo pegó como si fuera dardo al paciente quien aún se retorcía de dolor- Residente 1: de acuerdo doctora lo revivire.. No quiero que ningún paciente fallezca si no está autorizado por mi, si uno muere desearan irse con él , y créanme los enviaré a buscarlo, ¿quedó claro? Residentes: si doctora!! - dijo la mujer y los residentes afirmaron unisono , mientras la mujer seguía paseando por las salas-
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    Me endiabla
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  • 【Oh, I knoɯ thαt I cαn't lıve ɯıthout чou.⛤
    But thıs ɯorld ɯıll keep turnıng ıf чou do.⛤
    Would чou even ɯαnt me,
    lookıng lıke α zombıe?⛤
    Would чou even ɯαnt me?】
    【Oh, I knoɯ thαt I cαn't lıve ɯıthout чou.⛤ But thıs ɯorld ɯıll keep turnıng ıf чou do.⛤ Would чou even ɯαnt me, lookıng lıke α zombıe?⛤ Would чou even ɯαnt me?】
    Me shockea
    Me entristece
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  • Una nueva y terrible realidad
    Fandom Harry Potter
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ"...𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚... 𝐞𝐬 𝐝𝐮𝐫𝐚... 𝐞𝐬... 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐢𝐛𝐥𝐞..."
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ ˹ Cameron Lee Keane

    ㅤLa visita a la celda de Alexander en Azkabán resultó de lo más estremecedora. Obviamente ni Cameron ni Violet esperaban que Alexander revelara su plan malvado y les ahorrara el esfuerzo de tener que resolver aquel entuerto. La parte buena era que, sin quererlo, Alexander había revelado más de lo que esperaba. Ahora sabían que realmente había un plan en marcha. Un plan para el que había formado y preparado a Brandon. Había colocado perfectamente sus peones… Y ahora se daba cuenta de que su arresto había estado perfectamente planeado y no era victoria de ellos, si no de Alexander.

    Por otro lado, ahora sabían que Brandon estaba trabajando con alguien más, con una chica. Una chica obscurial. Lo cual era realmente preocupante si tenían en cuenta los reportes de dias anteriores en los que un auror había rescatado a un monton de niños obscurial de un monasterio europeo. Un hechizo con poder de obscurial era el equivalente a una docena de bombas nucleares mágicas. Un poder capaz de hacer casi cualquier cosa… Y eso era lo que Violet y Cameron temían. Y ese temor y malestar no se separó de ellos aunque salieran de la prisión de Azkabán. Al contrario…

    La aparición en la isla de Jess, vieja amiga de Cameron, y de un tal Orión Pussett no hizo más que alimentar el mal presentimiento de Violet. Allí había demasiado en juego, tanto que no alcanzaban a ver el plan completo, ni siquiera… cuando -tras aparecer en la Mansión Barrow- los cuatro allí presentes fueron exponiendo los resultados de sus investigaciones personales. Había algo que no terminaban de ver…

    A pesar de saber que Brandon había manipulado a la chica, la tal Nora, para usar su poder de obscurial… A pesar de saber que Brandon había estado organizando el asesinato y secuestro de niños. A pesar de saber que Alexander tenia un as bajo la manga… No tenían ni idea de qué era lo que se proponía hacer. Por supuesto, intentaría joderles, como siempre que había aparecido en sus vidas.

    Y Violet sabia que, a pesar de haber creado un gran equipo improvisado con Orión y Jess, no podrían reventar el plan de Alexander. Porque ahora sabia que ese plan llevaba fraguándose en secreto mucho más tiempo del que hacia que ellos lo habían descubierto. Había tantos peones, tantos resquicios…

    Pero eso no frenaría a Violet… Sabía que no había posibilidad de resolver aquello, pero… quizás… Quizás había una oportunidad de ayudar a Orión a recuperar a su novia… Puede que consiguieran salvar a la chica a tiempo…

    Puede…

    >> Aquella sala estaba perfectamente preparada para aguantar cualquier clase de hechizo. Eso fue lo primero que comprobó Violet cuando, tras valerse de Orión, creó un portal que los llevase hasta Nora. Bendita magia Asgardiana… Loki había sido un cretino, pero su magia era eficaz.

    Las paredes de aquella sala parecían vibrar, conteniendo el poder de un hechizo que creaba un enorme efecto de atracción, un viento nacido de ninguna parte y, como epicentro… Brandon y Nora.

    Cameron fue el primero en advertir la esfera en la mano de Brandon, advirtiendo a voz en grito, intentando hacerse oír por encima del zumbido insoportable de aquel hechizo, a Violet y Orión.

    -¡Hay que coger esa esfera! -gritó Violet a Orión, quien era el más adelantado y el que, en realidad, parecía tener menor resistencia hacia aquel hechizo, como si la magia de Nora realmente no intentara dañarlo- ¡Coge la esfera!

    Orión seguía avanzando.

    -¡Se lo que tengo que hacer!

    -¡ROMPE LA ESFERA! -gritaron Violet y Cameron al unísono tapándose el rostro como podían de la luz cegadora que, de pronto pareció nacer desde la propia Nora. Orión llegó hasta su chica, pero desde donde estaban, Cameron y Violet no eran capaces de vislumbrar qué estaba ocurriendo. Y entonces… El ruido, las luces, el viento… todo pareció colapsar en una onda expansiva que lanzó a Violet y Cameron hacia atrás.

    Y todo se volvió oscuro.

    >> Una joven despertó sobresaltada en su cama. Su rostro estaba perlado en sudor, su respiración estaba agitada. Intentó tragar saliva, pero su garganta estaba seca, totalmente seca. Se llevó la mano al rostro y después al pecho intentando calmarse. Había tenido una pesadilla horrible… Hubiera preferido uno de sus “buenos sueños”. Desde que tenia uso de razón había tenido sueños en los que ella era… otra persona. Era alguien valiente, era alguien fuerte. Era fiera, era luchadora. Sueños en los que tenia una vida distinta… En los que ella era alguien y su nombre significaba… algo…

    Regresar a la realidad solía ser un evento frustrante cada amanecer, siempre queriendo rascar unos segundos más. Siempre queriendo quedarse un poco más en su mundo de sueños. Pero aquel día… realmente agradeció haber despertado.

    Echó una mirada hacia la ventana y se dio cuenta de que casi amanecía sobre las colinas nevadas que rodeaban Hogsmeade. Otro día empezaba…

    Se levantó de la cama sin demasiado entusiasmo y anduvo hasta el cuarto de baño donde se miró en el espejo. El reflejo de sus orbes color miel le devolvió la mirada. Seguía siendo ella. Nada había cambiado. Ni sus ojos, ni sus labios, ni la cicatriz espantosa que iba desde su oreja derecha hasta la comisura de sus labios.

    -Buenos dias…- se dijo Violet a sí misma.

    >> Una hora después exactamente, y tras intentar pasar desapercibida entre la patrulla de mortífagos que paseaba por Hogsmeade aquella mañana, la joven abría la puerta de la botica que regentaba en el pueblo. No era un gran reclamo para los chicos de Hogwarts que venían de excursión los fines de semana, pero… al menos le permitía tener un plato en la mesa cada día. Hace un año todo iba bien… O casi... A pesar de que Lord Voldemort reinaba en el mundo mágico con mano de hierro... A pesar de las desapariciones, de las muertes... Violet tenia todo hacía un año:

    Tenia un novio, tenia ahorros y tenía una tienda…

    Ahora tenía un exnovio que, celoso de su buen talante con los clientes le había golpeado y marcado de por vida en pleno rostro…. Un ex-novio que le había robado los ahorros y había condenado a Violet a vivir al día… cada día… Uno tras otro.

    El tintineo de la campanita al entrar fue tímido, y tras cerrar la puerta, Violet giró el cartel que decía “Estamos cerrados”, por el reverso que anunciaba “Estamos abiertos”. Totalmente convencional. Por un segundo su mirada reparó en la sortija en su dedo anular. Uno de los muchos misterios de su vida. Lo había tenido desde que nació… Puede que también lo tuviera en el orfanato… Le gustaba pensar que había pertenecido a su madre, un regalo de una persona que la quiso aunque tuviera que renunciar a ella…

    Sacudió la cabeza y, mientras se quitaba el abrigo, caminó hasta el mostrador donde tenía que poner a punto un par de cosas antes de que empezara el día… Como todos los días de su vida…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter

    psd: [Mischief de waatsoned on DeviantArt]
    formato de texto: [WH0YAGONNACALL on X]

    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ"...𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚... 𝐞𝐬 𝐝𝐮𝐫𝐚... 𝐞𝐬... 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐢𝐛𝐥𝐞..." ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ ˹ [xLKeane] ㅤLa visita a la celda de Alexander en Azkabán resultó de lo más estremecedora. Obviamente ni Cameron ni Violet esperaban que Alexander revelara su plan malvado y les ahorrara el esfuerzo de tener que resolver aquel entuerto. La parte buena era que, sin quererlo, Alexander había revelado más de lo que esperaba. Ahora sabían que realmente había un plan en marcha. Un plan para el que había formado y preparado a Brandon. Había colocado perfectamente sus peones… Y ahora se daba cuenta de que su arresto había estado perfectamente planeado y no era victoria de ellos, si no de Alexander. Por otro lado, ahora sabían que Brandon estaba trabajando con alguien más, con una chica. Una chica obscurial. Lo cual era realmente preocupante si tenían en cuenta los reportes de dias anteriores en los que un auror había rescatado a un monton de niños obscurial de un monasterio europeo. Un hechizo con poder de obscurial era el equivalente a una docena de bombas nucleares mágicas. Un poder capaz de hacer casi cualquier cosa… Y eso era lo que Violet y Cameron temían. Y ese temor y malestar no se separó de ellos aunque salieran de la prisión de Azkabán. Al contrario… La aparición en la isla de Jess, vieja amiga de Cameron, y de un tal Orión Pussett no hizo más que alimentar el mal presentimiento de Violet. Allí había demasiado en juego, tanto que no alcanzaban a ver el plan completo, ni siquiera… cuando -tras aparecer en la Mansión Barrow- los cuatro allí presentes fueron exponiendo los resultados de sus investigaciones personales. Había algo que no terminaban de ver… A pesar de saber que Brandon había manipulado a la chica, la tal Nora, para usar su poder de obscurial… A pesar de saber que Brandon había estado organizando el asesinato y secuestro de niños. A pesar de saber que Alexander tenia un as bajo la manga… No tenían ni idea de qué era lo que se proponía hacer. Por supuesto, intentaría joderles, como siempre que había aparecido en sus vidas. Y Violet sabia que, a pesar de haber creado un gran equipo improvisado con Orión y Jess, no podrían reventar el plan de Alexander. Porque ahora sabia que ese plan llevaba fraguándose en secreto mucho más tiempo del que hacia que ellos lo habían descubierto. Había tantos peones, tantos resquicios… Pero eso no frenaría a Violet… Sabía que no había posibilidad de resolver aquello, pero… quizás… Quizás había una oportunidad de ayudar a Orión a recuperar a su novia… Puede que consiguieran salvar a la chica a tiempo… Puede… >> Aquella sala estaba perfectamente preparada para aguantar cualquier clase de hechizo. Eso fue lo primero que comprobó Violet cuando, tras valerse de Orión, creó un portal que los llevase hasta Nora. Bendita magia Asgardiana… Loki había sido un cretino, pero su magia era eficaz. Las paredes de aquella sala parecían vibrar, conteniendo el poder de un hechizo que creaba un enorme efecto de atracción, un viento nacido de ninguna parte y, como epicentro… Brandon y Nora. Cameron fue el primero en advertir la esfera en la mano de Brandon, advirtiendo a voz en grito, intentando hacerse oír por encima del zumbido insoportable de aquel hechizo, a Violet y Orión. -¡Hay que coger esa esfera! -gritó Violet a Orión, quien era el más adelantado y el que, en realidad, parecía tener menor resistencia hacia aquel hechizo, como si la magia de Nora realmente no intentara dañarlo- ¡Coge la esfera! Orión seguía avanzando. -¡Se lo que tengo que hacer! -¡ROMPE LA ESFERA! -gritaron Violet y Cameron al unísono tapándose el rostro como podían de la luz cegadora que, de pronto pareció nacer desde la propia Nora. Orión llegó hasta su chica, pero desde donde estaban, Cameron y Violet no eran capaces de vislumbrar qué estaba ocurriendo. Y entonces… El ruido, las luces, el viento… todo pareció colapsar en una onda expansiva que lanzó a Violet y Cameron hacia atrás. Y todo se volvió oscuro. >> Una joven despertó sobresaltada en su cama. Su rostro estaba perlado en sudor, su respiración estaba agitada. Intentó tragar saliva, pero su garganta estaba seca, totalmente seca. Se llevó la mano al rostro y después al pecho intentando calmarse. Había tenido una pesadilla horrible… Hubiera preferido uno de sus “buenos sueños”. Desde que tenia uso de razón había tenido sueños en los que ella era… otra persona. Era alguien valiente, era alguien fuerte. Era fiera, era luchadora. Sueños en los que tenia una vida distinta… En los que ella era alguien y su nombre significaba… algo… Regresar a la realidad solía ser un evento frustrante cada amanecer, siempre queriendo rascar unos segundos más. Siempre queriendo quedarse un poco más en su mundo de sueños. Pero aquel día… realmente agradeció haber despertado. Echó una mirada hacia la ventana y se dio cuenta de que casi amanecía sobre las colinas nevadas que rodeaban Hogsmeade. Otro día empezaba… Se levantó de la cama sin demasiado entusiasmo y anduvo hasta el cuarto de baño donde se miró en el espejo. El reflejo de sus orbes color miel le devolvió la mirada. Seguía siendo ella. Nada había cambiado. Ni sus ojos, ni sus labios, ni la cicatriz espantosa que iba desde su oreja derecha hasta la comisura de sus labios. -Buenos dias…- se dijo Violet a sí misma. >> Una hora después exactamente, y tras intentar pasar desapercibida entre la patrulla de mortífagos que paseaba por Hogsmeade aquella mañana, la joven abría la puerta de la botica que regentaba en el pueblo. No era un gran reclamo para los chicos de Hogwarts que venían de excursión los fines de semana, pero… al menos le permitía tener un plato en la mesa cada día. Hace un año todo iba bien… O casi... A pesar de que Lord Voldemort reinaba en el mundo mágico con mano de hierro... A pesar de las desapariciones, de las muertes... Violet tenia todo hacía un año: Tenia un novio, tenia ahorros y tenía una tienda… Ahora tenía un exnovio que, celoso de su buen talante con los clientes le había golpeado y marcado de por vida en pleno rostro…. Un ex-novio que le había robado los ahorros y había condenado a Violet a vivir al día… cada día… Uno tras otro. El tintineo de la campanita al entrar fue tímido, y tras cerrar la puerta, Violet giró el cartel que decía “Estamos cerrados”, por el reverso que anunciaba “Estamos abiertos”. Totalmente convencional. Por un segundo su mirada reparó en la sortija en su dedo anular. Uno de los muchos misterios de su vida. Lo había tenido desde que nació… Puede que también lo tuviera en el orfanato… Le gustaba pensar que había pertenecido a su madre, un regalo de una persona que la quiso aunque tuviera que renunciar a ella… Sacudió la cabeza y, mientras se quitaba el abrigo, caminó hasta el mostrador donde tenía que poner a punto un par de cosas antes de que empezara el día… Como todos los días de su vida… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Starter psd: [Mischief de waatsoned on DeviantArt] formato de texto: [WH0YAGONNACALL on X]
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    Hilos de plata

    Akake despertó a medianoche con una idea en su mente, se había despedido de su transformación de pequeña goblina, pero ¿qué pasaría con su transformación de Ogresa demonio? ¿Acaso aun estaba ahi? ¿habría cambiado luego de dejar atrás su lado infantil con la goblina?

    Bajo de su cama y salió al patio trasero de su casa, se concentró. El recuerdo de la ogresa demonio estaba ahí, intacto en su mente: piel azul (como la de su madre Sasha), cabello como nieve caída, poder devastador corriendo por sus venas.

    Akane cerró los ojos y gritó en silencio, llamando a esa forma. Pero algo la bloqueaba, una barrera invisible. El poder estaba ahí. Lo sentía. Podía saborearlo. Y sin embargo, no se desataba.

    Su cuerpo tembló. No por debilidad, sino por algo más... el poder no era aun suficiente. Entonces ocurrió.

    Un calor le recorrió la espalda, seguido de un zumbido agudo detrás de sus ojos. El cambio no fue doloroso, fue hermoso y extraño. Su cabello cayó sobre sus hombros como seda nueva, ahora completamente blanco. Pero no un blanco apagado como la ceniza, sino luminoso, vibrante, como filamentos de plata encantada. Brillaba con su propio fulgor, reflejando luz incluso en la penumbra.

    Akane abrió los ojos. Respiró profundo. Algo era distinto. Su cuerpo se sentía más liviano, su pulso más feroz. Saltó hacia una rama cercana por instinto y la alcanzó con una gracia que antes le era ajena. Los movimientos eran fluidos, precisos. Sus sentidos afinados.

    "Esto no es lo que buscaba" -susurró- "pero es algo. Algo nuevo, algo diferente, hermoso."

    Y mientras la luna se ocultaba detrás de las nubes, Akane sonrió. No con triunfo, sino con una paciencia feroz. Esta evolución parcial no era un obstáculo. Era un preludio.
    Hilos de plata Akake despertó a medianoche con una idea en su mente, se había despedido de su transformación de pequeña goblina, pero ¿qué pasaría con su transformación de Ogresa demonio? ¿Acaso aun estaba ahi? ¿habría cambiado luego de dejar atrás su lado infantil con la goblina? Bajo de su cama y salió al patio trasero de su casa, se concentró. El recuerdo de la ogresa demonio estaba ahí, intacto en su mente: piel azul (como la de su madre Sasha), cabello como nieve caída, poder devastador corriendo por sus venas. Akane cerró los ojos y gritó en silencio, llamando a esa forma. Pero algo la bloqueaba, una barrera invisible. El poder estaba ahí. Lo sentía. Podía saborearlo. Y sin embargo, no se desataba. Su cuerpo tembló. No por debilidad, sino por algo más... el poder no era aun suficiente. Entonces ocurrió. Un calor le recorrió la espalda, seguido de un zumbido agudo detrás de sus ojos. El cambio no fue doloroso, fue hermoso y extraño. Su cabello cayó sobre sus hombros como seda nueva, ahora completamente blanco. Pero no un blanco apagado como la ceniza, sino luminoso, vibrante, como filamentos de plata encantada. Brillaba con su propio fulgor, reflejando luz incluso en la penumbra. Akane abrió los ojos. Respiró profundo. Algo era distinto. Su cuerpo se sentía más liviano, su pulso más feroz. Saltó hacia una rama cercana por instinto y la alcanzó con una gracia que antes le era ajena. Los movimientos eran fluidos, precisos. Sus sentidos afinados. "Esto no es lo que buscaba" -susurró- "pero es algo. Algo nuevo, algo diferente, hermoso." Y mientras la luna se ocultaba detrás de las nubes, Akane sonrió. No con triunfo, sino con una paciencia feroz. Esta evolución parcial no era un obstáculo. Era un preludio.
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    Fandom Brok the InvestiGator/Crossover
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    **Los cielos de los Drums se oscurecían, ya anticipando la noche o la usual lluvia qué suele haber todos los días. La gente alrededor del lugar, haciendo lo que mejor saben hacer: no hacer nada. "tribot, esto..." "tribot, otro..." se escuchan entre el lugar. El parque se siente todavía más solitario; solo poca gente que decide dejar de ser un inútil y estirar las piernas. Y ahí en medio del solitario lugar, se encuentra nuestro querido canguro, Sin; sentado en una banca, su cuerpo blandito resalta igual que una mancha en una camisa blanca. Su mirada hacia abajo, sus orejas hacia atrás, la forma que aprieta esa gorra de policía entre sus manos o como da pequeños golpecitos en el suelo con su pata... cualquiera de las 4 señalan lo mismo: que el canguro esta... angustiado, aunque ya es costumbre verlo así al pobre... pero no... no es su simple dolor de divorciado qué ya hasta aprece qué se le pegó esa cara deprimida... no... algo más hay... arrepentimiento quizás?... como no va a estar arrepentid si cometió el error más grande que ha hecho, almenos desde su punto de vista; traicionar a su amigo y casi robar... trás un dolor por el divorcio, el grandullón fue con su mejor amigo, RJ, y le invitó a ir juntos a tomar algo. RJ, como el buen amigo que es, acepto, sin saber que había caído en una trampa... el oso terminó despertando en medio de una calle desconocida, en ropa interior y al lado de una tienda, justo siendo la señora encargada de la tienda la que lo despertó... Sin lo había drogado, le robó el uniforme y aprovechó para infiltrarse en una farmacia y robar Oblivion, medicina tranquilizador que planeaba dársela a su esposa y que pudieran hablar sobre el video falso que inició todo... RJ llegó a tiempo al lugar antes de que Sin terminará su misión, y le hizo recuperar la cabeza después de una... no tan amigable discusión...**

    ...Porque... soy así?... **murmuró y murmuraba el canguro...** porque... siempre daño a otra gente?...

    **mientras en pobre se terminaba de destrozar en su mente, RJ se acercó al canguro, sorprendentemente no enojado...**

    : hey... sigues aquí?... ya paso rato, se está haciendo tarde... ve a tu casa... no te lo tomes a mal, sabes?, ya te dije que no estoy molesto... **dijo, buscando calmar a su amigo**
    RJ... solo déjame... te conozco... se que estas molesto... solo vuelve a tu casa... **respondió Sin, con una tristeza más que sensible en su voz.**
    : Oh, vamos Sin... solo- ugh, sabes que? Olvídalo... a veces es imposible razonar contigo... solo... cuídate, esta bien?... adiós... amigo... *responde el oso, antes de dar la vuelta e irse...**

    **Sin solo pudo volver a mirar hacia abajo, volviéndose a meter en sus pensamientos.**
    **Los cielos de los Drums se oscurecían, ya anticipando la noche o la usual lluvia qué suele haber todos los días. La gente alrededor del lugar, haciendo lo que mejor saben hacer: no hacer nada. "tribot, esto..." "tribot, otro..." se escuchan entre el lugar. El parque se siente todavía más solitario; solo poca gente que decide dejar de ser un inútil y estirar las piernas. Y ahí en medio del solitario lugar, se encuentra nuestro querido canguro, Sin; sentado en una banca, su cuerpo blandito resalta igual que una mancha en una camisa blanca. Su mirada hacia abajo, sus orejas hacia atrás, la forma que aprieta esa gorra de policía entre sus manos o como da pequeños golpecitos en el suelo con su pata... cualquiera de las 4 señalan lo mismo: que el canguro esta... angustiado, aunque ya es costumbre verlo así al pobre... pero no... no es su simple dolor de divorciado qué ya hasta aprece qué se le pegó esa cara deprimida... no... algo más hay... arrepentimiento quizás?... como no va a estar arrepentid si cometió el error más grande que ha hecho, almenos desde su punto de vista; traicionar a su amigo y casi robar... trás un dolor por el divorcio, el grandullón fue con su mejor amigo, RJ, y le invitó a ir juntos a tomar algo. RJ, como el buen amigo que es, acepto, sin saber que había caído en una trampa... el oso terminó despertando en medio de una calle desconocida, en ropa interior y al lado de una tienda, justo siendo la señora encargada de la tienda la que lo despertó... Sin lo había drogado, le robó el uniforme y aprovechó para infiltrarse en una farmacia y robar Oblivion, medicina tranquilizador que planeaba dársela a su esposa y que pudieran hablar sobre el video falso que inició todo... RJ llegó a tiempo al lugar antes de que Sin terminará su misión, y le hizo recuperar la cabeza después de una... no tan amigable discusión...** ...Porque... soy así?... **murmuró y murmuraba el canguro...** porque... siempre daño a otra gente?... **mientras en pobre se terminaba de destrozar en su mente, RJ se acercó al canguro, sorprendentemente no enojado...** 🐻: hey... sigues aquí?... ya paso rato, se está haciendo tarde... ve a tu casa... no te lo tomes a mal, sabes?, ya te dije que no estoy molesto... **dijo, buscando calmar a su amigo** RJ... solo déjame... te conozco... se que estas molesto... solo vuelve a tu casa... **respondió Sin, con una tristeza más que sensible en su voz.** 🐻: Oh, vamos Sin... solo- ugh, sabes que? Olvídalo... a veces es imposible razonar contigo... solo... cuídate, esta bien?... adiós... amigo... *responde el oso, antes de dar la vuelta e irse...** **Sin solo pudo volver a mirar hacia abajo, volviéndose a meter en sus pensamientos.**
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    Individual
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    Cualquier línea
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  • Barcelona.
    El tren desde el aeropuerto va medio vacío. Me siento del lado de la ventana, como siempre, y dejo que el traqueteo me adormezca un poco. La ciudad pasa rápida al otro lado del cristal, pero mi cabeza sigue lejos. En lo mismo de siempre: si llego tarde, si está más delgada, si va a notar que estoy peor, si la medicación sigue funcionando.

    Revisé cinco veces la dirección de la residencia antes de subir al taxi. Es la misma de siempre, pero cuando estoy nerviosa, desconfío de todo.

    Llego. No hay nadie en la puerta. Toco el timbre. La recepcionista me mira y asiente con la cabeza, ya me tiene fichada.

    —Está despierta. Pero hoy ha estado algo cansada —dice bajito.

    No respondo. Solo asiento, trago saliva, y camino por el pasillo sin prisa. Me sé el número de la habitación de memoria, pero esta vez no acelero. Me doy unos segundos más.

    La puerta está entornada. La empujo con suavidad.

    —Mamá…

    Está sentada en el sillón junto a la ventana, envuelta en esa manta de cuadros que le regalé hace dos inviernos. Mira hacia afuera, pero gira al oír mi voz.

    —Cloe…

    No dice nada más. No hace falta.

    Camino hasta ella, me agacho a su lado y le tomo la mano. Está tibia. La suya siempre está tibia, aunque yo venga helada de fuera.

    —¿Cómo estás?

    —Mejor ahora —responde.
    Y me lo creo. O quiero creérmelo al menos.

    La abrazo. Huele igual. A lavanda y crema hidratante.

    Y por primera vez en meses, no tengo prisa. No hay mails, ni sesiones, ni facturas pendientes. Solo ella y yo.
    Barcelona. El tren desde el aeropuerto va medio vacío. Me siento del lado de la ventana, como siempre, y dejo que el traqueteo me adormezca un poco. La ciudad pasa rápida al otro lado del cristal, pero mi cabeza sigue lejos. En lo mismo de siempre: si llego tarde, si está más delgada, si va a notar que estoy peor, si la medicación sigue funcionando. Revisé cinco veces la dirección de la residencia antes de subir al taxi. Es la misma de siempre, pero cuando estoy nerviosa, desconfío de todo. Llego. No hay nadie en la puerta. Toco el timbre. La recepcionista me mira y asiente con la cabeza, ya me tiene fichada. —Está despierta. Pero hoy ha estado algo cansada —dice bajito. No respondo. Solo asiento, trago saliva, y camino por el pasillo sin prisa. Me sé el número de la habitación de memoria, pero esta vez no acelero. Me doy unos segundos más. La puerta está entornada. La empujo con suavidad. —Mamá… Está sentada en el sillón junto a la ventana, envuelta en esa manta de cuadros que le regalé hace dos inviernos. Mira hacia afuera, pero gira al oír mi voz. —Cloe… No dice nada más. No hace falta. Camino hasta ella, me agacho a su lado y le tomo la mano. Está tibia. La suya siempre está tibia, aunque yo venga helada de fuera. —¿Cómo estás? —Mejor ahora —responde. Y me lo creo. O quiero creérmelo al menos. La abrazo. Huele igual. A lavanda y crema hidratante. Y por primera vez en meses, no tengo prisa. No hay mails, ni sesiones, ni facturas pendientes. Solo ella y yo.
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  • - Hacía mucho tiempo que no sentía la lluvia con mi propia piel.

    Con algo de dificultad se levanta de la grama verde y reluciente gracias a la suave brisa y las gotas de lluvia arrastradas que llegaron a dar sobre su rostro.

    Siente que valía la pena quedarse un rato más y sentir la lluvia, había leído y escuchado que la lluvia es un fenómeno natural que se asocia demasiado a un alivio, una relajación, una limpieza o una liberación.

    - Supongo que es mejor que una nevada.
    - Hacía mucho tiempo que no sentía la lluvia con mi propia piel. Con algo de dificultad se levanta de la grama verde y reluciente gracias a la suave brisa y las gotas de lluvia arrastradas que llegaron a dar sobre su rostro. Siente que valía la pena quedarse un rato más y sentir la lluvia, había leído y escuchado que la lluvia es un fenómeno natural que se asocia demasiado a un alivio, una relajación, una limpieza o una liberación. - Supongo que es mejor que una nevada.
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