ㅤEn su mano portaba una pequeña piedra roja, aquella forma perfectamente redonda le daba una imagen simple y barata, no obstante el rostro del joven lucía nervioso antes de apretar su puño sobre aquella pequeña gema nuevamente. LiXue daba dos pasos y sentía la necesidad de revisar que en su mano aún se encontrara esa pequeña posesión. Era en momentos como esos que se arrepentía totalmente de la decisión de jugar con su destino, desafiando a aquel demonio zorro y robando su alma.
ㅤSi, Lixue se había tornado en un demonio más poderoso aunque aún no fuera lo suficientemente fuerte, había puesto en vista que era capaz de mucho más de lo que todos creían de alguien como él, incluso se había impresionado a sí mismo en aquel entonces.
ㅤO así había sido hasta que las consecuencias se presentaron de forma que cambiaría el resto de su vida de un modo bastante inconveniente.
ㅤClaro que había escuchado con anterioridad que los demonios conocidos como Húli Jïng eran portadores de una joya que contenía la esencia de su alma, pues cada libro de demonología hablaba de cómo estos doblegarían su voluntad si esta piedra se les era arrebatada, concederían deseos o se convertirían en fieles esclavos con tal de asegurar su integridad; y cuando él se hizo con una de ellas pudo comprobar todo lo que aquellos antiguos textos profesaban entre sus amarillentas páginas.
ㅤAsí es, Lixue había tenido bajo su control a una de estas maravillosas criaturas luego de robarle su alma, para descontento del reino demoníaco, era el alma de una de un Húli Jïng de avanzado rango, el ser todopoderoso que luego de desarrollar sus habilidades por siglos, había sido emboscado por un débil remanente cuyos huesos se aplastarían bajo el peso de la pata de esta criatura.
ㅤNo obstante, el joven de apellido Song había logrado lo que otros ni siquiera hubieran imaginado antes de morir y había logrado hacer que uno de los espíritus más temidos se hincara de rodillas y pidiera por piedad incluso teniendo la oportunidad de obtener un deseo o eliminar la sangre celestial que por su torrente circulaba, tendría el pase al reino de los demonios totalmente asegurada.
ㅤPero no era así cómo quería hacerlo y él tenía sus propios planes. Allí, en el limbo entre el reino de los mortales y la entrada a lo que muchos describieron como el infierno, Lixue apretó su puño concentrado cada esfuerzo y energía en su palma y frente a cientos de ojos atónitos, aquel demonio se volvió cenizas. Con suficiencia, Lixue miró al frente y con una mirada comunicó con claridad su intención “Me desharé de cada uno de ustedes”.
ㅤPero su mirada desafiante se opacó con rapidez en el momento en que se vió envuelto en una nube de cenizas que apretaba su pecho hasta asfixiarlo a tal punto que en cada bocanada desesperada de aire aspiraba un poco de aquel ceniciento que lo abrazaba y prontamente en su mano apretada volvió a sentir una sensación familiar, una que apenas unos instantes atrás había experimentado. En su puño, los pequeños trozos que anteriormente se habían incrustado en su piel parecían tener propia memoria, volviendo a juntarse en una misma pieza como la original que se había destrozado anteriormente.
ㅤPodía sentir que algo en él había cambiado notoriamente y su mente, a pesar del shock, había sido capaz de hilar los puntos y aunque nunca había visto, escuchado o leído de que algo como eso pudiera pasar, luego de aquel evento la realidad de Lixue ahora era otra.
ㅤTal cómo aquel día, su mano se apretaba con fuerza alrededor de este nuevo artefacto que ahora contenía parte de su alma, temiendo cuál sería su destino si lo perdía de vista, por lo que siempre solía llevarlo encima en un pequeño collar, sin embargo, esta no era una piedra normal y cada cadena terminaba corroída y desgastada en cuestión de meses incluso si la encantaba, el proceso era desgastante. En la búsqueda de una solución un poco más duradera, en un libro creyó encontrar algo útil sobre artefactos que cargaran con una energía propia, tal como esas espadas antiguas indestructibles que poseían un núcleo propio, existían todo tipos de artefactos de este estilo, el problema sería encontrarlos o dar con una persona que pudiera hacerlos, teniendo en cuenta que actualmente el número de cultivadores y alquimistas se había reducido.
ㅤSus contactos se habían puesto en marcha para encontrar un fabricante, pero en lo que la búsqueda daba frutos, alguien le había recomendado una tienda de antigüedades cuya energía era un tanto peculiar, presumiblemente por que en ella se albergaban artefactos especiales, quizás entre ellos podría encontrar lo que necesitaba.
ㅤAfortunadamente el lugar estaba tan cerca de la cafetería que podía ubicarlo con facilidad, y aunque esa sensación nerviosa persistía en cada paso que daba en la acera, la familiaridad del lugar le otorgaba un poco más de seguridad y eliminar cualquier vestigio de preocupación en su rostro a la hora de entrar en la tienda fue bastante sencillo, aunque estaba seguro que en la oscuridad del lugar, sus expresiones no importaban básicamente porque apenas se podía distinguir algo allí.
ㅤ
ㅤㅤ⸻ Buenas tardes.
ㅤHabló con su voz haciéndose notar entre las paredes. No veía un timbre, tampoco ningún empleado, pero oía pequeños movimientos y a su nariz un aroma distinto llegaba para hacerse destacar sobre el típico aroma a polvo y paso del tiempo que usualmente tienen los artefactos que allí se podrían alojar.
ㅤEn la espera de que alguien apareciera, apoyó parte de su cuerpo sobre el mostrador de entrada, sabía que había alguien cerca, solo era cuestión de esperar por una respuesta.
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Yan Zhan Xie ㅤEn su mano portaba una pequeña piedra roja, aquella forma perfectamente redonda le daba una imagen simple y barata, no obstante el rostro del joven lucía nervioso antes de apretar su puño sobre aquella pequeña gema nuevamente. LiXue daba dos pasos y sentía la necesidad de revisar que en su mano aún se encontrara esa pequeña posesión. Era en momentos como esos que se arrepentía totalmente de la decisión de jugar con su destino, desafiando a aquel demonio zorro y robando su alma.
ㅤSi, Lixue se había tornado en un demonio más poderoso aunque aún no fuera lo suficientemente fuerte, había puesto en vista que era capaz de mucho más de lo que todos creían de alguien como él, incluso se había impresionado a sí mismo en aquel entonces.
ㅤO así había sido hasta que las consecuencias se presentaron de forma que cambiaría el resto de su vida de un modo bastante inconveniente.
ㅤClaro que había escuchado con anterioridad que los demonios conocidos como Húli Jïng eran portadores de una joya que contenía la esencia de su alma, pues cada libro de demonología hablaba de cómo estos doblegarían su voluntad si esta piedra se les era arrebatada, concederían deseos o se convertirían en fieles esclavos con tal de asegurar su integridad; y cuando él se hizo con una de ellas pudo comprobar todo lo que aquellos antiguos textos profesaban entre sus amarillentas páginas.
ㅤAsí es, Lixue había tenido bajo su control a una de estas maravillosas criaturas luego de robarle su alma, para descontento del reino demoníaco, era el alma de una de un Húli Jïng de avanzado rango, el ser todopoderoso que luego de desarrollar sus habilidades por siglos, había sido emboscado por un débil remanente cuyos huesos se aplastarían bajo el peso de la pata de esta criatura.
ㅤNo obstante, el joven de apellido Song había logrado lo que otros ni siquiera hubieran imaginado antes de morir y había logrado hacer que uno de los espíritus más temidos se hincara de rodillas y pidiera por piedad incluso teniendo la oportunidad de obtener un deseo o eliminar la sangre celestial que por su torrente circulaba, tendría el pase al reino de los demonios totalmente asegurada.
ㅤPero no era así cómo quería hacerlo y él tenía sus propios planes. Allí, en el limbo entre el reino de los mortales y la entrada a lo que muchos describieron como el infierno, Lixue apretó su puño concentrado cada esfuerzo y energía en su palma y frente a cientos de ojos atónitos, aquel demonio se volvió cenizas. Con suficiencia, Lixue miró al frente y con una mirada comunicó con claridad su intención “Me desharé de cada uno de ustedes”.
ㅤPero su mirada desafiante se opacó con rapidez en el momento en que se vió envuelto en una nube de cenizas que apretaba su pecho hasta asfixiarlo a tal punto que en cada bocanada desesperada de aire aspiraba un poco de aquel ceniciento que lo abrazaba y prontamente en su mano apretada volvió a sentir una sensación familiar, una que apenas unos instantes atrás había experimentado. En su puño, los pequeños trozos que anteriormente se habían incrustado en su piel parecían tener propia memoria, volviendo a juntarse en una misma pieza como la original que se había destrozado anteriormente.
ㅤPodía sentir que algo en él había cambiado notoriamente y su mente, a pesar del shock, había sido capaz de hilar los puntos y aunque nunca había visto, escuchado o leído de que algo como eso pudiera pasar, luego de aquel evento la realidad de Lixue ahora era otra.
ㅤTal cómo aquel día, su mano se apretaba con fuerza alrededor de este nuevo artefacto que ahora contenía parte de su alma, temiendo cuál sería su destino si lo perdía de vista, por lo que siempre solía llevarlo encima en un pequeño collar, sin embargo, esta no era una piedra normal y cada cadena terminaba corroída y desgastada en cuestión de meses incluso si la encantaba, el proceso era desgastante. En la búsqueda de una solución un poco más duradera, en un libro creyó encontrar algo útil sobre artefactos que cargaran con una energía propia, tal como esas espadas antiguas indestructibles que poseían un núcleo propio, existían todo tipos de artefactos de este estilo, el problema sería encontrarlos o dar con una persona que pudiera hacerlos, teniendo en cuenta que actualmente el número de cultivadores y alquimistas se había reducido.
ㅤSus contactos se habían puesto en marcha para encontrar un fabricante, pero en lo que la búsqueda daba frutos, alguien le había recomendado una tienda de antigüedades cuya energía era un tanto peculiar, presumiblemente por que en ella se albergaban artefactos especiales, quizás entre ellos podría encontrar lo que necesitaba.
ㅤAfortunadamente el lugar estaba tan cerca de la cafetería que podía ubicarlo con facilidad, y aunque esa sensación nerviosa persistía en cada paso que daba en la acera, la familiaridad del lugar le otorgaba un poco más de seguridad y eliminar cualquier vestigio de preocupación en su rostro a la hora de entrar en la tienda fue bastante sencillo, aunque estaba seguro que en la oscuridad del lugar, sus expresiones no importaban básicamente porque apenas se podía distinguir algo allí.
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ㅤㅤ⸻ Buenas tardes.
ㅤHabló con su voz haciéndose notar entre las paredes. No veía un timbre, tampoco ningún empleado, pero oía pequeños movimientos y a su nariz un aroma distinto llegaba para hacerse destacar sobre el típico aroma a polvo y paso del tiempo que usualmente tienen los artefactos que allí se podrían alojar.
ㅤEn la espera de que alguien apareciera, apoyó parte de su cuerpo sobre el mostrador de entrada, sabía que había alguien cerca, solo era cuestión de esperar por una respuesta.
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