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- El Primer Día en Hogwarts: La Selección de Anlhein
El Gran Comedor estaba iluminado por la luz de las velas flotantes y el techo encantado reflejaba un cielo estrellado. Los estudiantes de primer año, nerviosos y emocionados, estaban alineados frente al estrado donde el Sombrero Seleccionador descansaba. El bullicio de los estudiantes de las casas mayores se había calmado, y el ambiente estaba cargado de expectación.
La Profesora McGonagall, con su rígida postura y sus gafas de montura recta, avanzó al estrado. Con un movimiento elegante y autoritario, levantó su varita y el Sombrero Seleccionador se colocó sobre el taburete. McGonagall, con su voz clara y firme, comenzó a llamar los nombres de los estudiantes.
—Petro, Anlhein.
El nombre resonó en el Gran Comedor y todos los ojos se volvieron hacia Anlhein. Con el corazón latiéndole en el pecho, Anlhein avanzó hacia el taburete, sintiendo el peso de la expectación de sus compañeros de clase y el murmullo de las casas. Se sentó en el taburete, sintiendo el frío del sombrero sobre su cabeza mientras el Sombrero Seleccionador se ajustaba a su nuevo portador.
El sombrero parecía susurrar en su mente, y Anlhein trató de concentrarse en sus pensamientos más profundos, sabiendo que esta elección podría definir su futuro. Pensó en sus sueños y en sus ambiciones, esperando que el sombrero captara su verdadero yo. El Gran Comedor estaba en silencio, observando cada movimiento mientras el sombrero se desplazaba ligeramente sobre su cabeza.
Finalmente, el sombrero se quedó en silencio y Anlhein sintió un alivio cuando el sombrero empezó a hablar en voz alta.
—¡Slytherin!El Primer Día en Hogwarts: La Selección de Anlhein El Gran Comedor estaba iluminado por la luz de las velas flotantes y el techo encantado reflejaba un cielo estrellado. Los estudiantes de primer año, nerviosos y emocionados, estaban alineados frente al estrado donde el Sombrero Seleccionador descansaba. El bullicio de los estudiantes de las casas mayores se había calmado, y el ambiente estaba cargado de expectación. La Profesora McGonagall, con su rígida postura y sus gafas de montura recta, avanzó al estrado. Con un movimiento elegante y autoritario, levantó su varita y el Sombrero Seleccionador se colocó sobre el taburete. McGonagall, con su voz clara y firme, comenzó a llamar los nombres de los estudiantes. —Petro, Anlhein. El nombre resonó en el Gran Comedor y todos los ojos se volvieron hacia Anlhein. Con el corazón latiéndole en el pecho, Anlhein avanzó hacia el taburete, sintiendo el peso de la expectación de sus compañeros de clase y el murmullo de las casas. Se sentó en el taburete, sintiendo el frío del sombrero sobre su cabeza mientras el Sombrero Seleccionador se ajustaba a su nuevo portador. El sombrero parecía susurrar en su mente, y Anlhein trató de concentrarse en sus pensamientos más profundos, sabiendo que esta elección podría definir su futuro. Pensó en sus sueños y en sus ambiciones, esperando que el sombrero captara su verdadero yo. El Gran Comedor estaba en silencio, observando cada movimiento mientras el sombrero se desplazaba ligeramente sobre su cabeza. Finalmente, el sombrero se quedó en silencio y Anlhein sintió un alivio cuando el sombrero empezó a hablar en voz alta. —¡Slytherin! - Tenlo en cuenta al responder.Feliz vuelta a Hogwarts
A los que ya estáis graduados: ¿El mundo de los adultos mereció la pena?
A los que no habéis ido a Hogwarts: Obliviate-Feliz vuelta a Hogwarts A los que ya estáis graduados: ¿El mundo de los adultos mereció la pena? A los que no habéis ido a Hogwarts: Obliviate-0 comentarios 0 compartidos 387 vistas - Tenlo en cuenta al responder.Caroline Forbes || Hola, buenas, una preguntita.
Cuando en las normas pone "No está permitido imágenes de infantes menores de 13 años, ya sea personas reales, dibujos o caricaturas", ¿está también ligado a crearse pjs menores de 13 años aunque se usen fc que ya son mayores de 13 años?
(Aclaro: Lo pregunto porque buscaba crearme un pj de Harry Potter que entrase en Hogwarts con 11 años e ir roleando todo el crecimiento)[CarolineForbes] || Hola, buenas, una preguntita. Cuando en las normas pone "No está permitido imágenes de infantes menores de 13 años, ya sea personas reales, dibujos o caricaturas", ¿está también ligado a crearse pjs menores de 13 años aunque se usen fc que ya son mayores de 13 años? (Aclaro: Lo pregunto porque buscaba crearme un pj de Harry Potter que entrase en Hogwarts con 11 años e ir roleando todo el crecimiento) - / : me he decidido a probar suerte una vez más por esta plataforma así que nada para el que guste trama con Allie me avise, al mismo tiempo que llevaré a Frank en paralelo para otras tramas podéis contar conmigo.
Mientras que Alice recién se acaba de graduar de Hogwarts para empezar la academia de Aurores, Frank ( Frank Longbottom ) funciona como trama AU dónde todos los eventos canónicos del libro a él no le pasaron, él es un Auror, no está casado y no tiene hijos./ : me he decidido a probar suerte una vez más por esta plataforma así que nada para el que guste trama con Allie me avise, al mismo tiempo que llevaré a Frank en paralelo para otras tramas podéis contar conmigo. Mientras que Alice recién se acaba de graduar de Hogwarts para empezar la academia de Aurores, Frank ( [Frankielongbottom] ) funciona como trama AU dónde todos los eventos canónicos del libro a él no le pasaron, él es un Auror, no está casado y no tiene hijos. - Alice resopla instantes antes de abrir la puerta de aquel bar, que la recibe con el titileo de una campana que resuena dándole la bienvenida a Camden. Ni siquiera sabe bien qué hace allí.
Se había mensajeado con 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫, el que siempre había sido “el mejor amigo de su hermano” y no el suyo para tomar unas cervezas. ¿Por qué ahora jugaban a ser besties? No lo sabía. Lo cierto es que, con aquel chico, Alice había tenido una larga historia… O corta, porque más bien ni había comenzado.
La hija de Neville se había pasado sus años en Hogwarts admirándolo desde diferentes rincones del castillo, en todos ellos mientras se escondía de quienes la hacían bullying por ser Squib. Cómo habían cambiado las cosas. ¿eh? El castillo había permitido a los squib becados estudiar aquellas asignaturas que no requerían magia e incluso presenciar las que sí… Pero nadie había hablado nada de tolerancia. La adolescencia, ah… Menos más que ya pasó. James era el típico popular guapo y a ella le habiá tocado la peor parte. Pero ahora tenía algo así como una “cita” con él y no le temblaban ni las piernas.
Bueno, un poco.
—Hey. —Saluda, dejando el bolso en una silla. También le da un tímido beso en la mejilla.
Alice resopla instantes antes de abrir la puerta de aquel bar, que la recibe con el titileo de una campana que resuena dándole la bienvenida a Camden. Ni siquiera sabe bien qué hace allí. Se había mensajeado con [jamespweas1ey], el que siempre había sido “el mejor amigo de su hermano” y no el suyo para tomar unas cervezas. ¿Por qué ahora jugaban a ser besties? No lo sabía. Lo cierto es que, con aquel chico, Alice había tenido una larga historia… O corta, porque más bien ni había comenzado. La hija de Neville se había pasado sus años en Hogwarts admirándolo desde diferentes rincones del castillo, en todos ellos mientras se escondía de quienes la hacían bullying por ser Squib. Cómo habían cambiado las cosas. ¿eh? El castillo había permitido a los squib becados estudiar aquellas asignaturas que no requerían magia e incluso presenciar las que sí… Pero nadie había hablado nada de tolerancia. La adolescencia, ah… Menos más que ya pasó. James era el típico popular guapo y a ella le habiá tocado la peor parte. Pero ahora tenía algo así como una “cita” con él y no le temblaban ni las piernas. Bueno, un poco. —Hey. —Saluda, dejando el bolso en una silla. También le da un tímido beso en la mejilla. - El calor había llegado finalmente a Hogwarts. Todos los alumnos estaban en los jardines, en el patio, disfrutando de aquellos rayos de sol como si no hubiesen visto nunca aquello. Todo era una marea de gente por donde se mirase.
Pero para Astoria, aquello significaba otra cosa. Podía estar sola en la sala común. Daphne le había dicho de ir hasta el lago, pero cuanta más gente tenía alrededor más le costaba acallar las voces. Más dolores de cabeza tenía, y más irascible se ponía. Especialmente cuando no achacaba su mal humor a ello.
Por eso mismo, se dejó caer en el sofá de la sala común, tan larga como era, aunque no lo era, y cerró los ojos. Tan concentrada en no pensar en nada, que no escuchó a Draco Malfoy entrar.
El calor había llegado finalmente a Hogwarts. Todos los alumnos estaban en los jardines, en el patio, disfrutando de aquellos rayos de sol como si no hubiesen visto nunca aquello. Todo era una marea de gente por donde se mirase. Pero para Astoria, aquello significaba otra cosa. Podía estar sola en la sala común. Daphne le había dicho de ir hasta el lago, pero cuanta más gente tenía alrededor más le costaba acallar las voces. Más dolores de cabeza tenía, y más irascible se ponía. Especialmente cuando no achacaba su mal humor a ello. Por eso mismo, se dejó caer en el sofá de la sala común, tan larga como era, aunque no lo era, y cerró los ojos. Tan concentrada en no pensar en nada, que no escuchó a [n0tyourpuppett] entrar. - Tenlo en cuenta al responder.|| No quito el hiatus por perezosa, pero que estoy abierta a rolcitos con Syannita tanto en Hogwarts como fuera de él.|| No quito el hiatus por perezosa, pero que estoy abierta a rolcitos con Syannita tanto en Hogwarts como fuera de él.3 comentarios 0 compartidos 444 vistas
- — Hace unos días mientras buscaba unos documentos, encontré un álbum de fotos de mi adolescencia de cuando asistía a Hogwarts.
¿A qué casa pertenecen?— Hace unos días mientras buscaba unos documentos, encontré un álbum de fotos de mi adolescencia de cuando asistía a Hogwarts. ¿A qué casa pertenecen? - Así en la vida como en la muerte{Rol cerrado con [thehalfblood_pr]
--------
En la vida existen tres tipos de secretos: los que se conocen porque han dejado de ser un misterio, los que se intuyen pero no se pueden confirmar y los que se guardan bajo un Juramento Inquebrantable, pues nunca deben ser desvelados.
El primer secreto era que Quien-No-Debe-Ser-Nombrado había regresado de entre los espectros del pasado y que había amenazado el mundo mágico por segunda vez, con un terror sólo visto durante los tiempos de Grindelwald; el segundo, era que el actual profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras tenía algún tipo de relación con una ex-alumna que, además, era su socia de negocios.
El tercero era que, aquella noche, al amparo de la oscuridad, iba a contraer matrimonio con dicha ex-alumna, protegida y adoptada por el matrimonio Urquart-McGonagall y criada a una distancia prudencial del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Sylvia Anna Urquart aquella noche transformaba su nombre a Sylvia Anna Snape.
Si bien las circunstancias del enlace no se parecían ni de lejos a la boda entre Bill Weasley y Fleur Delacour hacía unos meses, Syanna no podía negar que le hacía cierta ilusión. Le había costado aceptar, en primer lugar, que se había enamorado de un hombre dieciséis años mayor que ella; que ese hombre le había correspondido y que mantenían una relación de pareja en secreto desde que ella abandonase formalmente el colegio y se dedicase a su tienda y sus proyectos.
Syanna se coló por los recovecos del colegio bajo su forma animal de corneja para no ser vista. Sólo cuando llegó a la puerta del despacho de Albus Dumbledore regresó a su forma humana, mostrando así el aspecto que luciría durante el tiempo que se oficiase la ceremonia de casamiento: un delicado vestido de color blanco y encaje negro de mangas ajustadas, con pedrería sutil y un elegante corte de sirena sin cola, el cabello negro y azul perfectamente alisado, apenas recogido con un adorno de plata despejando un lado de su cráneo y el maquillaje discreto, sin más joyas que sus habituales anillos y unos pendientes sencillos.
Un funcionario, los contrayentes y dos testigos (que no tenían por qué estar vivos, como demostraron los cuadros de los antiguos directores del colegio Armando Dippet y Dilys Derwent). Quién sabía si, tras todo aquel caos, podrían celebrar una boda decente, con un festejo animado, sin tener que guardar el secreto.{Rol cerrado con [thehalfblood_pr] -------- En la vida existen tres tipos de secretos: los que se conocen porque han dejado de ser un misterio, los que se intuyen pero no se pueden confirmar y los que se guardan bajo un Juramento Inquebrantable, pues nunca deben ser desvelados. El primer secreto era que Quien-No-Debe-Ser-Nombrado había regresado de entre los espectros del pasado y que había amenazado el mundo mágico por segunda vez, con un terror sólo visto durante los tiempos de Grindelwald; el segundo, era que el actual profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras tenía algún tipo de relación con una ex-alumna que, además, era su socia de negocios. El tercero era que, aquella noche, al amparo de la oscuridad, iba a contraer matrimonio con dicha ex-alumna, protegida y adoptada por el matrimonio Urquart-McGonagall y criada a una distancia prudencial del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Sylvia Anna Urquart aquella noche transformaba su nombre a Sylvia Anna Snape. Si bien las circunstancias del enlace no se parecían ni de lejos a la boda entre Bill Weasley y Fleur Delacour hacía unos meses, Syanna no podía negar que le hacía cierta ilusión. Le había costado aceptar, en primer lugar, que se había enamorado de un hombre dieciséis años mayor que ella; que ese hombre le había correspondido y que mantenían una relación de pareja en secreto desde que ella abandonase formalmente el colegio y se dedicase a su tienda y sus proyectos. Syanna se coló por los recovecos del colegio bajo su forma animal de corneja para no ser vista. Sólo cuando llegó a la puerta del despacho de Albus Dumbledore regresó a su forma humana, mostrando así el aspecto que luciría durante el tiempo que se oficiase la ceremonia de casamiento: un delicado vestido de color blanco y encaje negro de mangas ajustadas, con pedrería sutil y un elegante corte de sirena sin cola, el cabello negro y azul perfectamente alisado, apenas recogido con un adorno de plata despejando un lado de su cráneo y el maquillaje discreto, sin más joyas que sus habituales anillos y unos pendientes sencillos. Un funcionario, los contrayentes y dos testigos (que no tenían por qué estar vivos, como demostraron los cuadros de los antiguos directores del colegio Armando Dippet y Dilys Derwent). Quién sabía si, tras todo aquel caos, podrían celebrar una boda decente, con un festejo animado, sin tener que guardar el secreto.TipoGrupalLíneasCualquier líneaEstadoDisponible
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