• "-Muchas veces mi mente me juega en contra, en el momento que menos espero aparece un pensamiento intrusivo molesto o mí imaginación me hace dar arcadas de la nada o actuar extraño.. lo peor es cuando veo esas figuras, figuras extrañas que me observan desde cada rincón. Las escucho hablar cosas como 'ese hombre es tan patético', 'no deberías poder hacer esto?', 'lo estás haciendo mal" se que no son reales pero molestan muchísimo-"

    Kori termina de escribir en su diario y suspira cansado, se levanta y se arrastra hacia la cama para dormir. La pelea con yaken había destruido parte de su casa y había quedado algo agotado.
    "-Muchas veces mi mente me juega en contra, en el momento que menos espero aparece un pensamiento intrusivo molesto o mí imaginación me hace dar arcadas de la nada o actuar extraño.. lo peor es cuando veo esas figuras, figuras extrañas que me observan desde cada rincón. Las escucho hablar cosas como 'ese hombre es tan patético', 'no deberías poder hacer esto?', 'lo estás haciendo mal" se que no son reales pero molestan muchísimo-" Kori termina de escribir en su diario y suspira cansado, se levanta y se arrastra hacia la cama para dormir. La pelea con yaken había destruido parte de su casa y había quedado algo agotado.
    Me entristece
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • -estaba entrenando con mi hermano, quien me estaba regañando-

    Oh vamos, ya deja de reprocharme constantin, le dije que no queria hablar, y siguio insistiendo era natural que le gritara

    C- no, no es natural debes pedirle disculpas, ella sera tu futura esposa, asi que arregla tus cagadas

    -segui haciendo flexiones, gruñendo mientras las gotas de sudor caian al suelo-

    Grrr, sabes que no lo hare tengo un viaje de negocios no necesito distracciones

    -mi hermano me jalo del cabello, regañandome, mientras me quejaba-

    Ayayaya mierda, ya te dije que no!
    -estaba entrenando con mi hermano, quien me estaba regañando- Oh vamos, ya deja de reprocharme constantin, le dije que no queria hablar, y siguio insistiendo era natural que le gritara C- no, no es natural debes pedirle disculpas, ella sera tu futura esposa, asi que arregla tus cagadas -segui haciendo flexiones, gruñendo mientras las gotas de sudor caian al suelo- Grrr, sabes que no lo hare tengo un viaje de negocios no necesito distracciones -mi hermano me jalo del cabello, regañandome, mientras me quejaba- Ayayaya mierda, ya te dije que no!
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    Me entristece
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • La fama de los fantasmitas es agotadora. Sólo espero que alguna de estas sea tan dulce como sabe [spark_malachite_squirrel_310]... Aunque realmente lo dudo. ¡Ella sabe demasiado bien!

    #SeductiveSunday.

    PD: Sí, ella me sedujo. Sí, yo me dejé. ¿Y saben? Fue rico... Y seguirá siendo rico. ~ Si le dicen algo se meten conmigo, pero sean valientes para no bloquearme y decirme las cosas en la cara. Soy un lobo malo... Y así le gusta. Grrrr.
    La fama de los fantasmitas es agotadora. Sólo espero que alguna de estas sea tan dulce como sabe [spark_malachite_squirrel_310]... Aunque realmente lo dudo. ¡Ella sabe demasiado bien! #SeductiveSunday. PD: Sí, ella me sedujo. Sí, yo me dejé. ¿Y saben? Fue rico... Y seguirá siendo rico. ~ Si le dicen algo se meten conmigo, pero sean valientes para no bloquearme y decirme las cosas en la cara. Soy un lobo malo... Y así le gusta. Grrrr.
    Me gusta
    Me encocora
    3
    11 turnos 0 maullidos
  • La noche olía a humedad y metal oxidado. No quedaba nada del cuerpo, ni huesos, ni una gota que lo delatase. Sólo el aire, algo más denso de lo normal, como si el lugar recordara lo que había ocurrido allí unos minutos antes.

    El homúnculo avanzaba sin prisa, sin su capucha característica puesta, probablemente más por descuido que por deseo. A su vez, la biomasa bajo su piel aún palpitaba, asimilando los fragmentos de memoria que no eran suyos. Voces ajenas, direcciones, miedos, todo mezclado en un ruido blanco que su mente iba filtrando de a poco.

    No obstante, en algún punto se detuvo.

    No fue por algún sonido que lo haya alertado, sino por una sensación más profunda, instintiva. Las vibraciones del aire se movían distinto detrás de él, demasiado constantes, demasiado evidentes..

    Giró apenas su cuerpo hacia la dirección que sus sentidos le indicaban, con una expresión extrañamente tranquila, con alguna pizca de irritación.

    — ¿Planeas seguirme más tiempo? —
    La noche olía a humedad y metal oxidado. No quedaba nada del cuerpo, ni huesos, ni una gota que lo delatase. Sólo el aire, algo más denso de lo normal, como si el lugar recordara lo que había ocurrido allí unos minutos antes. El homúnculo avanzaba sin prisa, sin su capucha característica puesta, probablemente más por descuido que por deseo. A su vez, la biomasa bajo su piel aún palpitaba, asimilando los fragmentos de memoria que no eran suyos. Voces ajenas, direcciones, miedos, todo mezclado en un ruido blanco que su mente iba filtrando de a poco. No obstante, en algún punto se detuvo. No fue por algún sonido que lo haya alertado, sino por una sensación más profunda, instintiva. Las vibraciones del aire se movían distinto detrás de él, demasiado constantes, demasiado evidentes.. Giró apenas su cuerpo hacia la dirección que sus sentidos le indicaban, con una expresión extrañamente tranquila, con alguna pizca de irritación. — ¿Planeas seguirme más tiempo? —
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • La luna, teñida de rojo como una herida abierta, bañaba la ciudad en un resplandor infernal. Blade avanzó entre el humo, con las espadas aún goteando la sangre de lo que ya no eran humanos. Su respiración era pesada, controlada, pero en el fondo había algo latiendo más fuerte que nunca.

    —Otra noche… otro baño de sangre.

    Sus labios se curvaron apenas, más por cansancio que por orgullo. El calor en su pecho no era solo del combate, era el pulso de la luna roja, ese viejo presagio que hacía temblar a los vampiros más antiguos y despertar al depredador en su interior. Podía sentirlo la parte de él que odiaba, la que siempre intentaba encadenar. El hambre.

    Una sombra se movió entre las ruinas. Blade alzó la vista, los ojos encendidos como brasas, reflejando el rojo del cielo.

    —Vengan uno por uno o todos a la vez… no importa.

    Su voz retumbó entre el humo y el fuego. La katana tembló en su mano, sedienta.

    —Si esta noche el cielo sangra, yo haré que tenga sentido.

    El cazador desapareció entre el polvo, dejando tras de sí el eco del acero y el rugido del infierno que llevaba dentro.

    — 𝐁𝐋𝐀𝐃𝐄
    𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐚𝐲𝐰𝐚𝐥𝐤𝐞𝐫
    刃影 · 인영
    La luna, teñida de rojo como una herida abierta, bañaba la ciudad en un resplandor infernal. Blade avanzó entre el humo, con las espadas aún goteando la sangre de lo que ya no eran humanos. Su respiración era pesada, controlada, pero en el fondo había algo latiendo más fuerte que nunca. —Otra noche… otro baño de sangre. Sus labios se curvaron apenas, más por cansancio que por orgullo. El calor en su pecho no era solo del combate, era el pulso de la luna roja, ese viejo presagio que hacía temblar a los vampiros más antiguos y despertar al depredador en su interior. Podía sentirlo la parte de él que odiaba, la que siempre intentaba encadenar. El hambre. Una sombra se movió entre las ruinas. Blade alzó la vista, los ojos encendidos como brasas, reflejando el rojo del cielo. —Vengan uno por uno o todos a la vez… no importa. Su voz retumbó entre el humo y el fuego. La katana tembló en su mano, sedienta. —Si esta noche el cielo sangra, yo haré que tenga sentido. El cazador desapareció entre el polvo, dejando tras de sí el eco del acero y el rugido del infierno que llevaba dentro. — 𝐁𝐋𝐀𝐃𝐄 𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐚𝐲𝐰𝐚𝐥𝐤𝐞𝐫 刃影 · 인영
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • El agotamiento puede conmigo, necesito un largo descanso
    El agotamiento puede conmigo, necesito un largo descanso
    Me gusta
    Me encocora
    5
    26 turnos 0 maullidos
  • -era otro dia en valhalla , termino de molestar a todos los dioses con sus bromas y travesuras , algunos dioses menores y semidioses se mentenian alegado de el, ademas de aquella runion con otros dioses sobre la humanidad y su fin de exitirgirlos y algunos juicios que estaba alli presente.-

    Vaya , dia que agotador y casi siempre lo mismo .

    -da un suspiro mientras , mantenia la manos en los bolsillos.-
    -era otro dia en valhalla , termino de molestar a todos los dioses con sus bromas y travesuras , algunos dioses menores y semidioses se mentenian alegado de el, ademas de aquella runion con otros dioses sobre la humanidad y su fin de exitirgirlos y algunos juicios que estaba alli presente.- Vaya , dia que agotador y casi siempre lo mismo . -da un suspiro mientras , mantenia la manos en los bolsillos.-
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Su alma aunque ahora estuviera rota, siempre aparentaba estar bien, estar entera. Siempre mostrando una dulce sonrisa para que vieran que era fuerte y no débil. No deseaba mostrar debilidad ante nadie ni nada. Ella se alegraba mucho por lo que estaba pasando a su alrededor.

    Subió a su habitación para cambiarse de ropa, poniéndose un bañador. Una vez que se lo puso, se colocó un albornoz y salió de su habitación. Se fue a la piscina, para estar sola, estar con sus pensamientos. Nada más llegar ahí, se quitó el albornoz, mostrando su traje de baño. Colocándose su gorro para la piscina y se lanzó de cabeza a la piscina.

    Empezando a hacer unos largos para calmarse cuando una vez se agotó. Se fue hacia el centro de la misma para sumergirse hacia el centro, empezando a gritar, donde algunas de sus lágrimas brotaron de sus ojos. El agua era el único elemento donde nadie vería que se escapaban de sus ojos.

    Una vez que sintió que su alma se calmo, salió nuevamente a la superficie para tumbarse sobre el agua y mirar hacia las estrellas.
    Su alma aunque ahora estuviera rota, siempre aparentaba estar bien, estar entera. Siempre mostrando una dulce sonrisa para que vieran que era fuerte y no débil. No deseaba mostrar debilidad ante nadie ni nada. Ella se alegraba mucho por lo que estaba pasando a su alrededor. Subió a su habitación para cambiarse de ropa, poniéndose un bañador. Una vez que se lo puso, se colocó un albornoz y salió de su habitación. Se fue a la piscina, para estar sola, estar con sus pensamientos. Nada más llegar ahí, se quitó el albornoz, mostrando su traje de baño. Colocándose su gorro para la piscina y se lanzó de cabeza a la piscina. Empezando a hacer unos largos para calmarse cuando una vez se agotó. Se fue hacia el centro de la misma para sumergirse hacia el centro, empezando a gritar, donde algunas de sus lágrimas brotaron de sus ojos. El agua era el único elemento donde nadie vería que se escapaban de sus ojos. Una vez que sintió que su alma se calmo, salió nuevamente a la superficie para tumbarse sobre el agua y mirar hacia las estrellas.
    Me gusta
    2
    9 turnos 0 maullidos
  • ⠀⠀⠀⠀Para ella, dormir era un acto de travesía, no de descanso. Al cerrar los ojos, a veces, incluso sin intención, el suelo de su propia mente podía ceder, sumergiéndola en sueños que no le pertenecían, pesadillas ajenas, o recuerdos propios tan vívidos que, al despertar, la sombra de un sueño a menudo se posaba en su sillón, provocando que los límites entre lo soñado y lo vivido se desdibujaran hasta volverse irreconocibles.

    ⠀⠀⠀⠀Por esa razón, incluso tras doce horas de sueño, un cansancio profundo podía apoderarse de su cuerpo si no hacia uso de sus cristales, un agotamiento del alma que, en ocasiones, ni siquiera la magia podía disipar del todo; tal vez ese era el precio de vivir con un pie en cada lado.
    ⠀⠀⠀⠀Para ella, dormir era un acto de travesía, no de descanso. Al cerrar los ojos, a veces, incluso sin intención, el suelo de su propia mente podía ceder, sumergiéndola en sueños que no le pertenecían, pesadillas ajenas, o recuerdos propios tan vívidos que, al despertar, la sombra de un sueño a menudo se posaba en su sillón, provocando que los límites entre lo soñado y lo vivido se desdibujaran hasta volverse irreconocibles. ⠀⠀⠀⠀Por esa razón, incluso tras doce horas de sueño, un cansancio profundo podía apoderarse de su cuerpo si no hacia uso de sus cristales, un agotamiento del alma que, en ocasiones, ni siquiera la magia podía disipar del todo; tal vez ese era el precio de vivir con un pie en cada lado.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • La fuga no fue perfecta, pero sí lo bastante sigilosa como para engañar a las cámaras y a los guardias somnolientos. Anomaly había dejado un rastro mínimo de alquitrán en las cerraduras, nada que no pudiera pasar por corrosión natural. Sabe que el reloj corre: dos, quizás tres horas antes de que los técnicos noten su ausencia en los monitores, pero no necesita más para disfrutar del aire libre y la naturaleza.

    Emergió al exterior con cierto recelo, con torpeza de quien aprendió a caminar en pasillos de concreto bajo vigilancia constante. Esperó sentir la brisa tibia de la noche, el rumor de insectos, el olor de los pinos, pero lo que la recibió fue una cortina helada de lluvia.

    La noche esta cerrada, el cielo apenas una mancha sin luna, y el bosque se alza oscuro y húmedo alrededor de ella.

    El frío la atraviesa enseguida; el alquitrán bajo su piel no sabe guardar calor, y pronto comienza a tiritar. Aun así, levanta el rostro, dejando que las gotas resbalen por sus mejillas, y una sonrisa se dibuja en su rostro ante la maravillosa y contradictoria sensación de sentirse viva bajo los pinchazos del agua helada en la piel.
    La fuga no fue perfecta, pero sí lo bastante sigilosa como para engañar a las cámaras y a los guardias somnolientos. Anomaly había dejado un rastro mínimo de alquitrán en las cerraduras, nada que no pudiera pasar por corrosión natural. Sabe que el reloj corre: dos, quizás tres horas antes de que los técnicos noten su ausencia en los monitores, pero no necesita más para disfrutar del aire libre y la naturaleza. Emergió al exterior con cierto recelo, con torpeza de quien aprendió a caminar en pasillos de concreto bajo vigilancia constante. Esperó sentir la brisa tibia de la noche, el rumor de insectos, el olor de los pinos, pero lo que la recibió fue una cortina helada de lluvia. La noche esta cerrada, el cielo apenas una mancha sin luna, y el bosque se alza oscuro y húmedo alrededor de ella. El frío la atraviesa enseguida; el alquitrán bajo su piel no sabe guardar calor, y pronto comienza a tiritar. Aun así, levanta el rostro, dejando que las gotas resbalen por sus mejillas, y una sonrisa se dibuja en su rostro ante la maravillosa y contradictoria sensación de sentirse viva bajo los pinchazos del agua helada en la piel.
    Me gusta
    2
    7 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados