• 𝐄𝐥í𝐚𝐬
    ──────
    En Knaresborough cada nueva generación de neófitos "Llamas de sangre" eran censados y asignados a una unidad de nodrizas quienes los criarían y educarían desde el momento que terminaran de lactar, asignándole nombres aleatorios con el fin de no poder ser identificados por sus padres a medida que crezcan, el vínculo paternal era roto al momento que la madre dejaba de amamantar, luego de eso, sería un adiós para siempre.

    Así pasaba con cada infante de esta tribu que cada año crecía en número volviéndose más y más poderosa.

    Los padres asumían el arrebatamiento de sus hijos como algo natural parte del ciclo de vida. Los nuevos habitantes del pueblo serían inducidos a un duro entrenamiento y adoctrinamiento militar apenas tuvieran consciencia del porqué y con qué fin habían sido concebidos.

    Este no era el caso de Elías, hijo de Hamza, un Llama de Sangre y Astrid, arquera Nórdica quien se había asentado en la tribu sin saber lo que significaría ser madre en un lugar como ese. La única forma de que una extranjera sea aceptada y recibida en Knaresborough era procrear y pasar por el rito de brazas calientes en cuencos con agua de mar durante la luna sangrienta para que así, por este pacto, el niño naciera con poderes de fuego... un soldado más para la ambiciosa colección del gobernante en ese entonces.

    Las madres quedaban con quemaduras de segundo grado en gran parte de sus cuerpos, era el costo de procrear bebés con poderes sobrenaturales

    Astrid, como las demás sufrió el mismo destino, tardó un largo tiempo en sanar las cicatrices que las brazas habían hecho en su piel. Ella, después de todo este sacrificio no daría su único hijo así como así, lo amaba sin conocerlo aún, no lo dejaría ir. Tenía que encontrar la manera de no perderlo.

    Pasó el tiempo y Elías era un hermoso y feliz bebé pelirrojo de pocos meses, cuando con mucho pesar Astrid le pidió a su esposo Hamza que lo marcara en su espalda, una huella al rojo vivo que no se borarría, la señal que aún estando lejos les indicaría quien era su hijo. Y así fue, el niño creció ganándose el respeto y cariño de las personas que estaban a su cargo. Mientras sus padres biológicos jamás dejaron de verlo y compartir con él a escondidas entregando todos sus conocimientos y amor a su preciado hijo.
    Como pocos pudo conocer a sus padres y mantener una relación de familia en lo secreto de las vigilias, en la soledad y con ellos podía llamarse con su legítimo nombre: Elías, pero para todos los demás era conocido como Gaspar el joven promesa.

    En una de tantas veladas con sus padres recibió una noticia que traía consigo una gran responsabilidad: Su madre Astrid esperaba una niña; su nombre sería Elizabeth y por ella también haría el rito de la luna roja aunque eso significara pasar por el doloroso proceso de sanación.

    Pasó el tiempo y Elizabeth pequeña todavía ya era parte de un grupo que en el futuro tenían todas las fichas puestas para ser el escuadrón combativo más letal de los últimos tiempos.

    A diferencia de su hermano, Liz no fue marcada ya que sus padres fueron asesinados por alta traición (a penas ella nació) al descubrir que mantenían contacto con su hijo, más nunca descubrieron de quien se trataba.
    Elías hizo unos arreglos con una de las nodrisas que afortunadamente lo tenían en gran estima para registrar con el nombre real a la pequeña pelirroja, nunca se presentó ante ella como su familiar, la observaba y cuidaba a distancia siempre que podía.

    El año del Búho llegó y con este el terrible genocidio de toda la tribu, muchos murieron y a él lo tomaron prisionero, entre cinco fue engrillado y arrastrado hasta un barco para hacerlo esclavo en el viejo continente. Su mundo se había destrozado por completo el corazón le dolía causando en cada palpitar agudas punzadas, pero entonces la vio... su pequeña hermanita se escabullía para ser libre. Elizabeth lo logró, eso quería creer, era una chispa de esperanza. Lograría escapar y la encontraría donde sea que estuviera sólo tenía que esperar el tiempo adecuado.

    A͟͞c͟͞t͟͞u͟͞a͟͞l͟͞i͟͞d͟͞a͟͞d͟͞ ͟͞

    Seis años pasaron para lograr su ansiada independencia después de un largo y tortuoso tiempo como esclavo al fin pudo emprender su búsqueda. Recordaba a Elizabeth como una niña, sería difícil dar con ella dependiendo sólo de sus memorias.
    Por suerte para él, después de un par de años de intensa investigación arribó a uno de los poblados donde Liz había adquirido cierta popularidad como la Reina Escarlata: una guerrera de ojos carmesí y la furia de su llama que consumía todo a su paso. Elías no dudó, era ella.

    Siguió migaja por migaja que obtenía de información recorriendo cada lugar que Liz había pisado hasta que despues de miles de kilómetros recorridos de travesía llegó a Kyoto.

    ── Te encontraré Elizabeth, aunque sea lo último que haga
    𝐄𝐥í𝐚𝐬 ────── En Knaresborough cada nueva generación de neófitos "Llamas de sangre" eran censados y asignados a una unidad de nodrizas quienes los criarían y educarían desde el momento que terminaran de lactar, asignándole nombres aleatorios con el fin de no poder ser identificados por sus padres a medida que crezcan, el vínculo paternal era roto al momento que la madre dejaba de amamantar, luego de eso, sería un adiós para siempre. Así pasaba con cada infante de esta tribu que cada año crecía en número volviéndose más y más poderosa. Los padres asumían el arrebatamiento de sus hijos como algo natural parte del ciclo de vida. Los nuevos habitantes del pueblo serían inducidos a un duro entrenamiento y adoctrinamiento militar apenas tuvieran consciencia del porqué y con qué fin habían sido concebidos. Este no era el caso de Elías, hijo de Hamza, un Llama de Sangre y Astrid, arquera Nórdica quien se había asentado en la tribu sin saber lo que significaría ser madre en un lugar como ese. La única forma de que una extranjera sea aceptada y recibida en Knaresborough era procrear y pasar por el rito de brazas calientes en cuencos con agua de mar durante la luna sangrienta para que así, por este pacto, el niño naciera con poderes de fuego... un soldado más para la ambiciosa colección del gobernante en ese entonces. Las madres quedaban con quemaduras de segundo grado en gran parte de sus cuerpos, era el costo de procrear bebés con poderes sobrenaturales Astrid, como las demás sufrió el mismo destino, tardó un largo tiempo en sanar las cicatrices que las brazas habían hecho en su piel. Ella, después de todo este sacrificio no daría su único hijo así como así, lo amaba sin conocerlo aún, no lo dejaría ir. Tenía que encontrar la manera de no perderlo. Pasó el tiempo y Elías era un hermoso y feliz bebé pelirrojo de pocos meses, cuando con mucho pesar Astrid le pidió a su esposo Hamza que lo marcara en su espalda, una huella al rojo vivo que no se borarría, la señal que aún estando lejos les indicaría quien era su hijo. Y así fue, el niño creció ganándose el respeto y cariño de las personas que estaban a su cargo. Mientras sus padres biológicos jamás dejaron de verlo y compartir con él a escondidas entregando todos sus conocimientos y amor a su preciado hijo. Como pocos pudo conocer a sus padres y mantener una relación de familia en lo secreto de las vigilias, en la soledad y con ellos podía llamarse con su legítimo nombre: Elías, pero para todos los demás era conocido como Gaspar el joven promesa. En una de tantas veladas con sus padres recibió una noticia que traía consigo una gran responsabilidad: Su madre Astrid esperaba una niña; su nombre sería Elizabeth y por ella también haría el rito de la luna roja aunque eso significara pasar por el doloroso proceso de sanación. Pasó el tiempo y Elizabeth pequeña todavía ya era parte de un grupo que en el futuro tenían todas las fichas puestas para ser el escuadrón combativo más letal de los últimos tiempos. A diferencia de su hermano, Liz no fue marcada ya que sus padres fueron asesinados por alta traición (a penas ella nació) al descubrir que mantenían contacto con su hijo, más nunca descubrieron de quien se trataba. Elías hizo unos arreglos con una de las nodrisas que afortunadamente lo tenían en gran estima para registrar con el nombre real a la pequeña pelirroja, nunca se presentó ante ella como su familiar, la observaba y cuidaba a distancia siempre que podía. El año del Búho llegó y con este el terrible genocidio de toda la tribu, muchos murieron y a él lo tomaron prisionero, entre cinco fue engrillado y arrastrado hasta un barco para hacerlo esclavo en el viejo continente. Su mundo se había destrozado por completo el corazón le dolía causando en cada palpitar agudas punzadas, pero entonces la vio... su pequeña hermanita se escabullía para ser libre. Elizabeth lo logró, eso quería creer, era una chispa de esperanza. Lograría escapar y la encontraría donde sea que estuviera sólo tenía que esperar el tiempo adecuado. A͟͞c͟͞t͟͞u͟͞a͟͞l͟͞i͟͞d͟͞a͟͞d͟͞ ͟͞ Seis años pasaron para lograr su ansiada independencia después de un largo y tortuoso tiempo como esclavo al fin pudo emprender su búsqueda. Recordaba a Elizabeth como una niña, sería difícil dar con ella dependiendo sólo de sus memorias. Por suerte para él, después de un par de años de intensa investigación arribó a uno de los poblados donde Liz había adquirido cierta popularidad como la Reina Escarlata: una guerrera de ojos carmesí y la furia de su llama que consumía todo a su paso. Elías no dudó, era ella. Siguió migaja por migaja que obtenía de información recorriendo cada lugar que Liz había pisado hasta que despues de miles de kilómetros recorridos de travesía llegó a Kyoto. ── Te encontraré Elizabeth, aunque sea lo último que haga
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    Empiezo a pensar que nadie lee las fichas... (?)
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    #Ro el lunes me pondré a rediseñar mis fichas de personajes a mí gusto y aviso de ya. Todo lo que contengan estás fichas es para el usser, si el personaje en cuestión hace mención a algo que mi personaje no le ha dicho, lo considero metarol. Y no sólo hablo de Mitsuru, hablo también de mis otros personajes de ficrol.
    #Ro el lunes me pondré a rediseñar mis fichas de personajes a mí gusto y aviso de ya. Todo lo que contengan estás fichas es para el usser, si el personaje en cuestión hace mención a algo que mi personaje no le ha dicho, lo considero metarol. Y no sólo hablo de Mitsuru, hablo también de mis otros personajes de ficrol.
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    #Novedades

    ¡FICROLERS!
    La adminsitracion os ha preparado una plantilla de ficha que podéis usar si no sabéis cómo hacer o qué poner en la ficha de vuestro personaje.

    Del mismo modo, os recuerdo que en mi fanpage sobre consejos de escritura (https://ficrol.com/pages/RinconEscritor) tenéis varias guias que os ayudarán con tips para escritores y en la cual os dejé un articulo con campos que podeis usar para crear la ficha de vuestro personaje.

    Aqui teneis el enlace: https://ficrol.com/posts/166971

    ¡Estoy deseando leer vuestras fichas! ^^

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    #Novedades ¡FICROLERS! ✨ La adminsitracion os ha preparado una plantilla de ficha que podéis usar si no sabéis cómo hacer o qué poner en la ficha de vuestro personaje. Del mismo modo, os recuerdo que en mi fanpage sobre consejos de escritura (https://ficrol.com/pages/RinconEscritor) tenéis varias guias que os ayudarán con tips para escritores y en la cual os dejé un articulo con campos que podeis usar para crear la ficha de vuestro personaje. Aqui teneis el enlace: https://ficrol.com/posts/166971 ¡Estoy deseando leer vuestras fichas! ^^ #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    ¿Necesitas elaborar la ficha de tu personaje y no sabes por donde comenzar?

    Te presentamos el borrador oficial para ficha de personajes de FicRol.

    Puedes editar libremente el documento y luego utilizar la información para los artículos y así generar la ficha en FicRol.
    Tipo de archivo: docx
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    //¿En que momento mi Adán se fue corriendo tras Lilith cuando en la ficha queda claro que nunca la amo, cosas que con Eva si ? Perdón si peco de quisquillosa pero no me gusta que pasen por alto turnos, acciones o fichas de quien sea.
    //¿En que momento mi Adán se fue corriendo tras Lilith cuando en la ficha queda claro que nunca la amo, cosas que con Eva si ? Perdón si peco de quisquillosa pero no me gusta que pasen por alto turnos, acciones o fichas de quien sea. :STK-6:
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    #𝑼𝒔𝒆𝒓 Por favor, un formato borrador para las fichas (artículos en general) sería necesario. MUY NECESARIO.

    Bah, qué hago. Voy a pedirlo en los foros ahora.
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  • ꧁𓊈𒆜🆅🅸🅴🅹🅾🆂 🆁🅴🅲🆄🅴🆁🅳🅾🆂𒆜𓊉꧂
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤMonorol


    Se removió en sueños. Viejos recuerdos, casi olvidados de cuando aún vivía lo acecharon esa noche.
    Recordó las calles de Rusia cubiertas de nieve, se recordaba jugar en la nieve acompañado por su madre cuyo rostro ya había olvidado... Aunque sus mayores recuerdos erradicaban en pasear entre las mesas llenas de apostadores insaciables mientras jugaban algún juego de azar mientras una camarera les traía vaso tras vaso de alcohol. En su sueño, recordaba asomarse a ver a los jugadores apostar y maldecir cuando perdían, prestando atención a su forma de jugar hasta que el show de magia comenzaba para entretener al público.
    Entonces recordaba olvidar todos los juegos dispersos en ese casino para correr a sentarse en primera fila a observar con mirada entusiasmada el espectáculo.

    Soñó y recordó, cómo había logrado hacerse con un mazo de cartas, intentando imitar los trucos de magia que tantas veces había visto. Discusiones inaudibles, una voz femenina y otra masculina. Reconocía aquellas voces que hablaban como la de sus padres, aunque en sus sueños no era capaz de distinguir qué era lo que decían... Jamás les había prestado real atención, aunque luego podía notar a su madre decaída, preocupada... Y no sería hasta no mucho tiempo después el por qué.
    Un día repentinamente se lo llevó, abandonando Rusia, a su padre... Y de pronto, entonces, recordó que también tuvo un hermano.

    Volvió a removerse en la cama. Sus manos apretando las sábanas al igual que sus ojos. Se contraía en incontrolables movimientos ante los recuerdos de cuando vivía.

    De pronto el ruido apareció en sus sueños de nuevo. Vasos tintineantes, risas, maldiciones, fichas cayendo, música de fondo... Y el ambiente iluminado como si fuese de día aunque era de noche. De nuevo en un casino. Lugares en donde toda su vida había crecido.
    Hablaban inglés pero él lo comprendía. Su madre se había encargado de enseñarle esa lengua desde su nacimiento, como su padre del ruso, siendo ella estadounidense y él ruso.
    Ahora lo recordaba, mientras se veía a un él más adolescente atreviéndose a husmear en partidas de póker y aprendiendo sus trucos... Estaban en Las Vegas, lugar dónde pasaría casi todo el resto de su vida. Allí habían ido a parar con su madre luego de la revolución Rusa.
    Sin embargo, el juego aún era ilegal y, aunque el lugar era bastante ostentoso, estaba oculto... Hasta que simplemente algo no salió como lo esperado.
    Jamás supo la disputa de fondo. Apretando los dientes aún dormido mientras sus orejas se agitaban al recordar los gritos, el sonido de los disparos y la gente salir despavorida. Él con su corazón agitado buscando a su madre a la que encontraría, no mucho después, no siendo más que un cadáver que había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado. La balacera la había alcanzado, habiendo estado expuesta sobre el escenario al ser una de las bailarinas.

    Pero, sin embargo, no se fue.
    Aún pese a lo transcurrido jamás dejaría el casino. Se volvería uno con ellos y al encontrarse en la necesidad del dinero que no tenía, aprendería los más sucios trucos en los juegos de azar para comenzar a ganar volviéndose así, alrededor de sus 20 años, el mejor (y más joven) jugador.
    Yendo de casino en casino, apostaría fortunas que luego ganaría. Se jugaría el pellejo haciendo trampa con gente de la mafia aunque la fortuna parecía sonreírle en aquel entonces, aunque a futuro lo pagaría caro...
    Partida tras partida, con trampas, comenzó a ganar. Sin perder una sola vez. Pronto sería conocido como "El demonio del juego" o "El mago", apodado así por todos con los que había jugado, ganando y dejándolos en bancarrota.

    En sueños recordó la gloria de sentirse el más poderoso, de ser el mejor. Destacar y brillar por sobre los demás. Y así pasaron años, muchos años... Por supuesto, recordaba, no siempre le había salido todo a su favor.
    En sus sueños recordó huir de balaceras tras descubrir que había hecho trampa. Recordó huir de mafias y otros jugadores que deseaban matarlo al ver que les había visto la cara.
    Y sin embargo, no se retiraba.
    Con el transcurrir de los años, aunque había crecido en casinos y empezado a jugar tanto por el gusto como por la necesidad del dinero... Lo que empezó como, en cierta parte necesidad, acabó por volverse una adicción.

    Juego tras juego, se expuso en todos los juegos de cartas y, aunque no siempre le salía todo según sus planes, no podía apartarse de ese mundo de apuestas.
    La vida, paciente, se guardó cada momento de sus artimañas. Cada mentira, cada abuso, cada adicción y mala decisión... El karma le permitió vivir con la fortuna de su lado hasta que vio la hora de cobrárselo.

    Apretó aún más las sábanas en sus manos, casi rasgándolas con sus garras.
    Gruñó en sueños... Y comenzó a recordar el sonido de las explosiones. Los gritos y los disparos.
    El ambiente con un aire pesado. Nubes negras que no eran más que densos humos de fuego, de algún incendió provocado tras una explosión no muy lejos.

    La guerra de Vietnam.

    En sueños pudo reconocer que estaba allí, aunque su mente no logró recordar los sucesos que lo llevaron a estar en ese momento luchando por su vida en una guerra que no deseó estar.
    La buena fortuna lo había abandonado finalmente. Contra su voluntad había terminado en esa lucha, no tenía duda... Aunque no pudiese recordar cómo exactamente había acabado allí...

    Aún cuando fuera imposible al estar soñando, podía asegurar podía oler el hedor a quemado. La tensión ante el más mínimo ruido mientras se refugiaba en su escondite asignado tras una batalla de la que apenas había logrado huir.
    Podía sentir el miedo calarle en los huesos, teniendo el presentimiento de que, pese haber escapado, pronto vendrían a por él.
    Sabía debía pedir refuerzos y eso era lo que intentaba hacer... Pero la vida ya tenía otros planes para él.
    La muerte lo esperaba, paciente, y el karma con hambre de cobrar todo lo que había hecho hasta ese momento.

    Jamás notó la bomba que había sido puesta en el lugar. La explosión lo tomaría por sorpresa.
    En sus oídos un molesto pitido... Su vista borrosa... Probablemente había perdido la consciencia unos momentos.
    Sentía un gran peso sobre su cuerpo y no podía moverse. Recordaba el punzante dolor en su cabeza...

    Apretó aún más los dientes y los ojos en sueños. Clavó las garras con fuerza en el lecho.

    Si se había quejado por el dolor, jamás lo supo. El pitido en sus oídos no le permitía oír sonido alguno...
    Pestaneó, varias veces. Ya no sólo su vista se oscurecía cada vez más, sino que también comenzaba a sentirse rendido por el sueño... Alzó su vista, logró ver a un soldado que se asomaba para verificar si había muerto...
    Lo reconoció. Antes de cerrar sus ojos pudo reconocer en aquel soldado enemigo a su hermano ya olvidado. Esperaba volver a verlo al abrir los ojos, encontrando sólo un lúgubre panorama y cadáveres más allá... Su mano cubierta de su propia sangre cuando se la había llevado a la cabeza y ángeles con lanzas volando por el cielo...

    — ¡¡HIISS!! —

    Se levantó de golpe, enseñando los dientes.
    El pelaje erizado, el corazón latiéndole como un loco y su respiración acelerada... Tardaría unos momentos en darse cuenta que había estado soñando, recordando cosas que deseaba haber olvidado...
    Soltó un suspiro, temblando, mientras se llevaba ambas manos al rostro, revolviendo su pelaje antes de volverse a mirar sus propias manos.

    — Fue solo un sueño... Eso es todo... —

    Se dijo a sí mismo antes de cerrar sus manos en puños, apretando con fuerza, dejándose caer en su lecho de espaldas con otro suspiro mientras intentaba calmarse.
    Observó la botella de alcohol a medio tomar a su lado, en la mesilla de luz... Sabiendo que esa sería otra larga noche y que prefería no dormir, se levantó, la tomó y se fue directo al bar.


    #HazbinHotel
    ꧁𓊈𒆜🆅🅸🅴🅹🅾🆂 🆁🅴🅲🆄🅴🆁🅳🅾🆂𒆜𓊉꧂ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤMonorol Se removió en sueños. Viejos recuerdos, casi olvidados de cuando aún vivía lo acecharon esa noche. Recordó las calles de Rusia cubiertas de nieve, se recordaba jugar en la nieve acompañado por su madre cuyo rostro ya había olvidado... Aunque sus mayores recuerdos erradicaban en pasear entre las mesas llenas de apostadores insaciables mientras jugaban algún juego de azar mientras una camarera les traía vaso tras vaso de alcohol. En su sueño, recordaba asomarse a ver a los jugadores apostar y maldecir cuando perdían, prestando atención a su forma de jugar hasta que el show de magia comenzaba para entretener al público. Entonces recordaba olvidar todos los juegos dispersos en ese casino para correr a sentarse en primera fila a observar con mirada entusiasmada el espectáculo. Soñó y recordó, cómo había logrado hacerse con un mazo de cartas, intentando imitar los trucos de magia que tantas veces había visto. Discusiones inaudibles, una voz femenina y otra masculina. Reconocía aquellas voces que hablaban como la de sus padres, aunque en sus sueños no era capaz de distinguir qué era lo que decían... Jamás les había prestado real atención, aunque luego podía notar a su madre decaída, preocupada... Y no sería hasta no mucho tiempo después el por qué. Un día repentinamente se lo llevó, abandonando Rusia, a su padre... Y de pronto, entonces, recordó que también tuvo un hermano. Volvió a removerse en la cama. Sus manos apretando las sábanas al igual que sus ojos. Se contraía en incontrolables movimientos ante los recuerdos de cuando vivía. De pronto el ruido apareció en sus sueños de nuevo. Vasos tintineantes, risas, maldiciones, fichas cayendo, música de fondo... Y el ambiente iluminado como si fuese de día aunque era de noche. De nuevo en un casino. Lugares en donde toda su vida había crecido. Hablaban inglés pero él lo comprendía. Su madre se había encargado de enseñarle esa lengua desde su nacimiento, como su padre del ruso, siendo ella estadounidense y él ruso. Ahora lo recordaba, mientras se veía a un él más adolescente atreviéndose a husmear en partidas de póker y aprendiendo sus trucos... Estaban en Las Vegas, lugar dónde pasaría casi todo el resto de su vida. Allí habían ido a parar con su madre luego de la revolución Rusa. Sin embargo, el juego aún era ilegal y, aunque el lugar era bastante ostentoso, estaba oculto... Hasta que simplemente algo no salió como lo esperado. Jamás supo la disputa de fondo. Apretando los dientes aún dormido mientras sus orejas se agitaban al recordar los gritos, el sonido de los disparos y la gente salir despavorida. Él con su corazón agitado buscando a su madre a la que encontraría, no mucho después, no siendo más que un cadáver que había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado. La balacera la había alcanzado, habiendo estado expuesta sobre el escenario al ser una de las bailarinas. Pero, sin embargo, no se fue. Aún pese a lo transcurrido jamás dejaría el casino. Se volvería uno con ellos y al encontrarse en la necesidad del dinero que no tenía, aprendería los más sucios trucos en los juegos de azar para comenzar a ganar volviéndose así, alrededor de sus 20 años, el mejor (y más joven) jugador. Yendo de casino en casino, apostaría fortunas que luego ganaría. Se jugaría el pellejo haciendo trampa con gente de la mafia aunque la fortuna parecía sonreírle en aquel entonces, aunque a futuro lo pagaría caro... Partida tras partida, con trampas, comenzó a ganar. Sin perder una sola vez. Pronto sería conocido como "El demonio del juego" o "El mago", apodado así por todos con los que había jugado, ganando y dejándolos en bancarrota. En sueños recordó la gloria de sentirse el más poderoso, de ser el mejor. Destacar y brillar por sobre los demás. Y así pasaron años, muchos años... Por supuesto, recordaba, no siempre le había salido todo a su favor. En sus sueños recordó huir de balaceras tras descubrir que había hecho trampa. Recordó huir de mafias y otros jugadores que deseaban matarlo al ver que les había visto la cara. Y sin embargo, no se retiraba. Con el transcurrir de los años, aunque había crecido en casinos y empezado a jugar tanto por el gusto como por la necesidad del dinero... Lo que empezó como, en cierta parte necesidad, acabó por volverse una adicción. Juego tras juego, se expuso en todos los juegos de cartas y, aunque no siempre le salía todo según sus planes, no podía apartarse de ese mundo de apuestas. La vida, paciente, se guardó cada momento de sus artimañas. Cada mentira, cada abuso, cada adicción y mala decisión... El karma le permitió vivir con la fortuna de su lado hasta que vio la hora de cobrárselo. Apretó aún más las sábanas en sus manos, casi rasgándolas con sus garras. Gruñó en sueños... Y comenzó a recordar el sonido de las explosiones. Los gritos y los disparos. El ambiente con un aire pesado. Nubes negras que no eran más que densos humos de fuego, de algún incendió provocado tras una explosión no muy lejos. La guerra de Vietnam. En sueños pudo reconocer que estaba allí, aunque su mente no logró recordar los sucesos que lo llevaron a estar en ese momento luchando por su vida en una guerra que no deseó estar. La buena fortuna lo había abandonado finalmente. Contra su voluntad había terminado en esa lucha, no tenía duda... Aunque no pudiese recordar cómo exactamente había acabado allí... Aún cuando fuera imposible al estar soñando, podía asegurar podía oler el hedor a quemado. La tensión ante el más mínimo ruido mientras se refugiaba en su escondite asignado tras una batalla de la que apenas había logrado huir. Podía sentir el miedo calarle en los huesos, teniendo el presentimiento de que, pese haber escapado, pronto vendrían a por él. Sabía debía pedir refuerzos y eso era lo que intentaba hacer... Pero la vida ya tenía otros planes para él. La muerte lo esperaba, paciente, y el karma con hambre de cobrar todo lo que había hecho hasta ese momento. Jamás notó la bomba que había sido puesta en el lugar. La explosión lo tomaría por sorpresa. En sus oídos un molesto pitido... Su vista borrosa... Probablemente había perdido la consciencia unos momentos. Sentía un gran peso sobre su cuerpo y no podía moverse. Recordaba el punzante dolor en su cabeza... Apretó aún más los dientes y los ojos en sueños. Clavó las garras con fuerza en el lecho. Si se había quejado por el dolor, jamás lo supo. El pitido en sus oídos no le permitía oír sonido alguno... Pestaneó, varias veces. Ya no sólo su vista se oscurecía cada vez más, sino que también comenzaba a sentirse rendido por el sueño... Alzó su vista, logró ver a un soldado que se asomaba para verificar si había muerto... Lo reconoció. Antes de cerrar sus ojos pudo reconocer en aquel soldado enemigo a su hermano ya olvidado. Esperaba volver a verlo al abrir los ojos, encontrando sólo un lúgubre panorama y cadáveres más allá... Su mano cubierta de su propia sangre cuando se la había llevado a la cabeza y ángeles con lanzas volando por el cielo... — ¡¡HIISS!! — Se levantó de golpe, enseñando los dientes. El pelaje erizado, el corazón latiéndole como un loco y su respiración acelerada... Tardaría unos momentos en darse cuenta que había estado soñando, recordando cosas que deseaba haber olvidado... Soltó un suspiro, temblando, mientras se llevaba ambas manos al rostro, revolviendo su pelaje antes de volverse a mirar sus propias manos. — Fue solo un sueño... Eso es todo... — Se dijo a sí mismo antes de cerrar sus manos en puños, apretando con fuerza, dejándose caer en su lecho de espaldas con otro suspiro mientras intentaba calmarse. Observó la botella de alcohol a medio tomar a su lado, en la mesilla de luz... 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  • Aquella mañana era demasiado temprano para quien hubiera dormido, como Sam, su objetivo de aquel día, al contrario que ella.
    Cuando sale de la cocina, con una taza de un café solo doble, y un vaso alto, lleno de un líquido demasiado espeso, y demasiado verde para su gusto, se encamina hacia la biblioteca, donde Sam perdía la vista frente aquellos libros.

    Le coloca el vaso alto frente a él, con algo más de ruido del necesario para sacarlo de su estado de hipnosis. Lo consigue le dedica una sonrisa mientras se sienta frente a él.

    —Bueeeeenos diaaaasss.— Canturrea Claire, mientras alza las cejas al ver la mirada desconfiada que Sam le dedica al cuestionable batido.
    —Oye, yo observo ¿Vale? Te he visto preparar esa asquerosidad ya demasiadas mañanas. Si tiene ese aspecto no es mi culpa, si no tuya. —

    Sam se arma, al menos lo parece por su gesto, de valor y da un sorbo del brebaje. Tras sopesarlo, sonríe.
    — Gracias Claire. ¿A qué debo el gesto? —

    —Bueno, lo cierto es que quería hablar contigo.— y así de rápido la sonrisa del rostro femenino se desvanece, y por consecuencia también la de su interlocutor.


    — ¿Hablar? ¿Estás bien? ¿Va todo bien? —

    —Como la seda Sam, tranquilo, es solo que.... —Inspira hondo antes de dar un largo sorbo a su café y proseguir después. — Necesito tu ayuda en algo muy importante. Se que no debo desvelaros nada del futuro, pero... Me da miedo no ser capaz de lograrlo yo sola, esto es poner todos nuestros huevos en una sola cesta, si la cago.... Se acabó. —

    Aquel pensamiento le daba pánico, había demasiadas esperanzas sobre sus hombros. De modo que si, iba a arriesgarse a develar los menos detalles posibles para que Sam estuviera de su lado.

    — Lo cierto es que cuando nos vimos en casa de Jody, os mentí, un poco. No tengo claro que cuando ocurrirá, pero si que sé que es lo que tengo que evitar. Estoy convencida de ello. —

    — Eso es estupendo, Claire. No hace falta que me lo cuentes, tan solo dime lo que necesitas que haga, y lo haré.—

    — No, ese es el problema que todo esto no se reduce a un momento, si no a una persona...— La rubia se inclina sobre la mesa llegando casi hasta el centro de esta con las manos, mira alrededor para asegurarse de que no hay oídos indiscretos escuchando, y aún así cuando habla lo hace en un susurro. — Dean va a morir Sam. No se cuando, pero tarde o temprano va a morir. Antes que cualquiera de nosotros, antes del apocalipsis. De hecho estoy segura de que esa es la razón por la que Miguel y Lucifer pueden campar a sus anchas...—

    El silencio, cuando las palabras de la rubia se extinguen se instala entre ellos como una losa.

    —He vuelto para salvarlo. Si cambio ese evento, todo lo demás caerá como si fueran fichas de dominó.—

    — Claire no tienes que pedirme ayuda para salvar a Dean es mi hermano claro q—

    — Espera. — La joven cazadora lo frena alzando el dedo índice de su mano derecha. —Hay algo mas que debes saber, algo que si tenemos éxito quizás no llegues a conseguir nunca, por que todo cambiara y pod...—

    — No Claire, para, no sigas. No quiero saberlo, me da igual. Puedo imaginarme lo que es, y no lo quiero. No si es a cambio de la vida de mi hermano, y tiempo después de la de el mundo entero.—

    La sonrisa de Claire vuelve a aparecer de nuevo, esta vez mas suave, pero mucho mas autentica.

    — Suponía que dirías eso. Bien, en ese caso, debe ser él quien sobreviva, ¿entendido? No yo, él. Y tu. Sois vosotros quienes salváis el mundo... No, no voy a hacer ninguna estupidez Sam— Le responde antes de que hable, al ver su rostro y el gesto que se dibuja en él. — No soy una suicida, ¿vale? Tengo muchas cosas por las que vivir, mas que cuando llegué aquí, incluso. Pero si he de anteponerle lo hare, si he de protegerlo de si mismo hare, y si tu debes elegir entre uno de los dos, siempre será él. Lo arrastraras lejos del peligro y yo buscaré mi camino.—

    — Claire...—

    — Lo se Sam, y esta bien. Ya es hora de que se sacrifiquen otros para variar, ¿no?.—

    No espera a que Sam le responda, no quiere ver su lastima, no quiere sus "palabras de consuelo" o que la intentara consolar cuando aún no había ocurrido nada. Esa era su decisión y no había mucho mas que decir.
    Cuando rodea la mesa y pasa por el lado del cazador, se inclina, aunque no le hace falta demasiado, y deja un beso en su mejilla antes de desaparecer de la habitación, con su café en las manos, ya frio.







    #3D #Personajes3D #Comunidad3D
    Aquella mañana era demasiado temprano para quien hubiera dormido, como Sam, su objetivo de aquel día, al contrario que ella. Cuando sale de la cocina, con una taza de un café solo doble, y un vaso alto, lleno de un líquido demasiado espeso, y demasiado verde para su gusto, se encamina hacia la biblioteca, donde Sam perdía la vista frente aquellos libros. Le coloca el vaso alto frente a él, con algo más de ruido del necesario para sacarlo de su estado de hipnosis. Lo consigue le dedica una sonrisa mientras se sienta frente a él. —Bueeeeenos diaaaasss.— Canturrea Claire, mientras alza las cejas al ver la mirada desconfiada que Sam le dedica al cuestionable batido. —Oye, yo observo ¿Vale? Te he visto preparar esa asquerosidad ya demasiadas mañanas. Si tiene ese aspecto no es mi culpa, si no tuya. — Sam se arma, al menos lo parece por su gesto, de valor y da un sorbo del brebaje. Tras sopesarlo, sonríe. — Gracias Claire. ¿A qué debo el gesto? — —Bueno, lo cierto es que quería hablar contigo.— y así de rápido la sonrisa del rostro femenino se desvanece, y por consecuencia también la de su interlocutor. — ¿Hablar? ¿Estás bien? ¿Va todo bien? — —Como la seda Sam, tranquilo, es solo que.... —Inspira hondo antes de dar un largo sorbo a su café y proseguir después. — Necesito tu ayuda en algo muy importante. Se que no debo desvelaros nada del futuro, pero... Me da miedo no ser capaz de lograrlo yo sola, esto es poner todos nuestros huevos en una sola cesta, si la cago.... Se acabó. — Aquel pensamiento le daba pánico, había demasiadas esperanzas sobre sus hombros. De modo que si, iba a arriesgarse a develar los menos detalles posibles para que Sam estuviera de su lado. — Lo cierto es que cuando nos vimos en casa de Jody, os mentí, un poco. No tengo claro que cuando ocurrirá, pero si que sé que es lo que tengo que evitar. Estoy convencida de ello. — — Eso es estupendo, Claire. No hace falta que me lo cuentes, tan solo dime lo que necesitas que haga, y lo haré.— — No, ese es el problema que todo esto no se reduce a un momento, si no a una persona...— La rubia se inclina sobre la mesa llegando casi hasta el centro de esta con las manos, mira alrededor para asegurarse de que no hay oídos indiscretos escuchando, y aún así cuando habla lo hace en un susurro. — Dean va a morir Sam. No se cuando, pero tarde o temprano va a morir. Antes que cualquiera de nosotros, antes del apocalipsis. De hecho estoy segura de que esa es la razón por la que Miguel y Lucifer pueden campar a sus anchas...— El silencio, cuando las palabras de la rubia se extinguen se instala entre ellos como una losa. —He vuelto para salvarlo. Si cambio ese evento, todo lo demás caerá como si fueran fichas de dominó.— — Claire no tienes que pedirme ayuda para salvar a Dean es mi hermano claro q— — Espera. — La joven cazadora lo frena alzando el dedo índice de su mano derecha. —Hay algo mas que debes saber, algo que si tenemos éxito quizás no llegues a conseguir nunca, por que todo cambiara y pod...— — No Claire, para, no sigas. No quiero saberlo, me da igual. Puedo imaginarme lo que es, y no lo quiero. No si es a cambio de la vida de mi hermano, y tiempo después de la de el mundo entero.— La sonrisa de Claire vuelve a aparecer de nuevo, esta vez mas suave, pero mucho mas autentica. — Suponía que dirías eso. Bien, en ese caso, debe ser él quien sobreviva, ¿entendido? No yo, él. Y tu. Sois vosotros quienes salváis el mundo... No, no voy a hacer ninguna estupidez Sam— Le responde antes de que hable, al ver su rostro y el gesto que se dibuja en él. — No soy una suicida, ¿vale? Tengo muchas cosas por las que vivir, mas que cuando llegué aquí, incluso. Pero si he de anteponerle lo hare, si he de protegerlo de si mismo hare, y si tu debes elegir entre uno de los dos, siempre será él. Lo arrastraras lejos del peligro y yo buscaré mi camino.— — Claire...— — Lo se Sam, y esta bien. Ya es hora de que se sacrifiquen otros para variar, ¿no?.— No espera a que Sam le responda, no quiere ver su lastima, no quiere sus "palabras de consuelo" o que la intentara consolar cuando aún no había ocurrido nada. Esa era su decisión y no había mucho mas que decir. Cuando rodea la mesa y pasa por el lado del cazador, se inclina, aunque no le hace falta demasiado, y deja un beso en su mejilla antes de desaparecer de la habitación, con su café en las manos, ya frio. #3D #Personajes3D #Comunidad3D
    Me entristece
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  • *Toda la familia se encontraba en casa. La tarde del miércoles había sido muy entretenida para los niños. Después de la siesta, clase de magia con su padre y después, los deberes de la escuela. Para los mellizos, unas fichas para pintar. Pero su madre les tenía una sorpresa. Ate regaló a cada niño un cuaderno de pasatiempos, adaptado a su edad. Y así estaban los cuatro hermanos entretenidos hasta la hora de la cena, que ya estaba próximo *
    *Toda la familia se encontraba en casa. La tarde del miércoles había sido muy entretenida para los niños. Después de la siesta, clase de magia con su padre y después, los deberes de la escuela. Para los mellizos, unas fichas para pintar. Pero su madre les tenía una sorpresa. Ate regaló a cada niño un cuaderno de pasatiempos, adaptado a su edad. Y así estaban los cuatro hermanos entretenidos hasta la hora de la cena, que ya estaba próximo *
    Me encocora
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