• The Witch and The Necromancer
    Fandom Original Characters
    Categoría Fantasía
    Rol con: [glow_beryl_bull_179]


    ** Una vez supo que le fue concedida su audiencia, aquel ilustrado y pulcro doctor se hizo presente ante la sala donde seguramente encontraría a quien quizás sea la hechicera más poderosa de todos los tiempos: Morgan Le Fae. Una figura legendaria que es conocida por orquestar la caída de aquel Reino al que muchos llamaban "Perfecto".

    Las puertas se abrieron de par en par, al menos no completamente, tan solo el espacio necesario para poder dejar pasar al delgado hombre ataviado de un elegante traje oscuro, mismo del que sobresalia su larga y rubia cabellera.

    Se aproximó hasta estar ante ella, a una distancia prudente. Manteniendo el debido respeto por la mujer ante él. Dobló su cuerpo en una sutil pero marcada reverencia, extendiendo además sus brazos.

    — ¡Le saludo su Alteza!
    ¡Oh señora que trae justicia con su mano dura y firme! Mi nombre es Dee... Doctor John Dee. Y es un honor poder tener una audiencia con usted. —
    Había requerido de un suave tono, pero claro y audible para ella. Su acento resaltaba con un inconfundible y marcado británico, aunque más contemporáneo.

    — Quisiera solicitar de usted un gran favor y que, si resulta de gran interés, ambos podemos llegar a un mutuo beneficio.—
    Declaró de manera directa, esperando a la respuesta. **
    Rol con: [glow_beryl_bull_179] ** Una vez supo que le fue concedida su audiencia, aquel ilustrado y pulcro doctor se hizo presente ante la sala donde seguramente encontraría a quien quizás sea la hechicera más poderosa de todos los tiempos: Morgan Le Fae. Una figura legendaria que es conocida por orquestar la caída de aquel Reino al que muchos llamaban "Perfecto". Las puertas se abrieron de par en par, al menos no completamente, tan solo el espacio necesario para poder dejar pasar al delgado hombre ataviado de un elegante traje oscuro, mismo del que sobresalia su larga y rubia cabellera. Se aproximó hasta estar ante ella, a una distancia prudente. Manteniendo el debido respeto por la mujer ante él. Dobló su cuerpo en una sutil pero marcada reverencia, extendiendo además sus brazos. — ¡Le saludo su Alteza! ¡Oh señora que trae justicia con su mano dura y firme! Mi nombre es Dee... Doctor John Dee. Y es un honor poder tener una audiencia con usted. — Había requerido de un suave tono, pero claro y audible para ella. Su acento resaltaba con un inconfundible y marcado británico, aunque más contemporáneo. — Quisiera solicitar de usted un gran favor y que, si resulta de gran interés, ambos podemos llegar a un mutuo beneficio.— Declaró de manera directa, esperando a la respuesta. **
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  • Una nueva oportunidad
    Categoría Fantasía
    Una joven Alexandra de 19 años llego hasta los reinos humanos en su desesperación por esconderse de quienes la cazaban en nombre de Ian decidió desaparecer del reino Fae hasta que fuera seguro volver, pues habiendo huido con el hijo de Ian en su vientre, el cual ya había perdido por culpa del mismo Ian, no la dejaría tranquila.

    Llego a un reino humano e hizo lo que alguien como ella siempre hace, ayudar a los que lo necesitan, aun con su magia bloqueada la joven mujer era completamente capaz de curar enfermos, suturar heridas, romper maldiciones e incluso preparar medicamentos. Tenia conocimiento en hierbas y magia elemental, de esa que no necesita energía mágica propia solo lo que la intención ofrece.

    Ella comenzó curando a los pobres, esos que solo le podían ofrecer pan o refugio por una noche, después sus habilidades llegaron a oídos de quien le ofrecía monedas de oro, de los soldados que le daban raciones de comida, después a los nobles que le daban joyas y banquetes, hasta que sus acciones llegaron a oídos de la realeza.

    Ellos la habían mandado llamar, llevándola con una legión de solados como escolta, ella sabia que aquello podía significar muchas cosas, así que iba cubierta entera, solo con su cabello y labios visibles, su identidad era lo mas valioso que poseía, no lo entregaría por nada.

    La llevaron a una habitación oscura donde para su sorpresa solo se encontraba una bella joven que la miraba inquiridoramente. Supuso seria de la raleza, por lo que inmediatamente hizo una reverencia. Ella conocía bien los protocolos, la habían educado en ellos toda una vida.

    — Buenas noches su majestad...

    Dijo sin mostrar su rostro, con una voz suave y tranquila

    ||Rol con ᴅᴀᴇᴍʏʀᴀ ᴛᴀʀɢᴀʀʏᴇɴ
    Una joven Alexandra de 19 años llego hasta los reinos humanos en su desesperación por esconderse de quienes la cazaban en nombre de Ian decidió desaparecer del reino Fae hasta que fuera seguro volver, pues habiendo huido con el hijo de Ian en su vientre, el cual ya había perdido por culpa del mismo Ian, no la dejaría tranquila. Llego a un reino humano e hizo lo que alguien como ella siempre hace, ayudar a los que lo necesitan, aun con su magia bloqueada la joven mujer era completamente capaz de curar enfermos, suturar heridas, romper maldiciones e incluso preparar medicamentos. Tenia conocimiento en hierbas y magia elemental, de esa que no necesita energía mágica propia solo lo que la intención ofrece. Ella comenzó curando a los pobres, esos que solo le podían ofrecer pan o refugio por una noche, después sus habilidades llegaron a oídos de quien le ofrecía monedas de oro, de los soldados que le daban raciones de comida, después a los nobles que le daban joyas y banquetes, hasta que sus acciones llegaron a oídos de la realeza. Ellos la habían mandado llamar, llevándola con una legión de solados como escolta, ella sabia que aquello podía significar muchas cosas, así que iba cubierta entera, solo con su cabello y labios visibles, su identidad era lo mas valioso que poseía, no lo entregaría por nada. La llevaron a una habitación oscura donde para su sorpresa solo se encontraba una bella joven que la miraba inquiridoramente. Supuso seria de la raleza, por lo que inmediatamente hizo una reverencia. Ella conocía bien los protocolos, la habían educado en ellos toda una vida. — Buenas noches su majestad... Dijo sin mostrar su rostro, con una voz suave y tranquila ||Rol con [fable_topaz_zebra_366]
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  • "Has sangrado cerca de mí, ¿lo sabías?"

    Callejón trasero cerca del club Seven, Manhattan.
    Viernes 02:47 AM Llovizna

    | — ˢᵒᵇʳᵉⁿᵃᵗᵘʳᵃˡ
    | — ᴺᵒⁱʳ ᵁʳᵇᵃⁿᵒ
    | — ˢᵘˢᵖᵉⁿˢᵒ
    | — ᵀᵉⁿˢⁱóⁿ/ˢˡᵒʷ ᴮᵘʳⁿ
    | — ᴴᵘʳᵗ/ꟲᵒᵐᶠᵒʳᵗ

    El olor del tabaco llega antes, mezclado con especias, opio. Humo espeso y dulzón. La brasa encendida flota en la penumbra antes de que la silueta se revele.

    Raffaele se detiene junto a un charco donde una gota de tu sangre tiñe el agua como tinta en papel. Da una calada y exhala despacio.

    — No es mucho —dice, mirando el suelo como si el rojo le hablara—. Pero suficiente.

    Se lleva el cigarro de nuevo a los labios, sin prisa, y alza la vista hacia ti con una expresión que flota entre la simpatía y el hambre.

    — No te preocupes. No te voy a morder… aún.

    El humo se enrosca en el aire frío, entre las finas gotitas de lluvia, entre ambos, mientras él te observa cual 𝘤𝘰𝘯𝘯𝘰𝘪𝘴𝘴𝘦𝘶𝘳 frente a una obra del gran Picasso.

    — Pero alguien más podría. Esta ciudad huele tu herida, amore. ¿Fue un accidente… o llamas a la tragedia?
    🪶 "Has sangrado cerca de mí, ¿lo sabías?" 🪶 — 📍 Callejón trasero cerca del club Seven, Manhattan. — 📆 Viernes 🕰️ 02:47 AM 🌧️Llovizna | 🩸 — ˢᵒᵇʳᵉⁿᵃᵗᵘʳᵃˡ | 🕶️ — ᴺᵒⁱʳ ᵁʳᵇᵃⁿᵒ | 💀 — ˢᵘˢᵖᵉⁿˢᵒ | 🔥 — ᵀᵉⁿˢⁱóⁿ/ˢˡᵒʷ ᴮᵘʳⁿ | 🩹 — ᴴᵘʳᵗ/ꟲᵒᵐᶠᵒʳᵗ El olor del tabaco llega antes, mezclado con especias, opio. Humo espeso y dulzón. La brasa encendida flota en la penumbra antes de que la silueta se revele. Raffaele se detiene junto a un charco donde una gota de tu sangre tiñe el agua como tinta en papel. Da una calada y exhala despacio. — No es mucho —dice, mirando el suelo como si el rojo le hablara—. Pero suficiente. Se lleva el cigarro de nuevo a los labios, sin prisa, y alza la vista hacia ti con una expresión que flota entre la simpatía y el hambre. — No te preocupes. No te voy a morder… aún. El humo se enrosca en el aire frío, entre las finas gotitas de lluvia, entre ambos, mientras él te observa cual 𝘤𝘰𝘯𝘯𝘰𝘪𝘴𝘴𝘦𝘶𝘳 frente a una obra del gran Picasso. — Pero alguien más podría. Esta ciudad huele tu herida, amore. ¿Fue un accidente… o llamas a la tragedia?
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  • La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes.

    Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría.

    ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez...

    Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa.

    Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo...

    ────Diosa... Cuánto lo siento...
    La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes. Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría. ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez... Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa. Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo... ────Diosa... Cuánto lo siento...
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Les presento a la nueva integrante del Reino Fae....
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  • "La Casa Negra".

    Los días se están volviendo más largos y el frío se va quedando atrás, el invierno se despide poco a poco y con ello se aleja la estación del año favorita del brujo. El anochecer ha llegado más tarde, la temperatura se mantiene agradable, ni siquiera tuvo que encender la calefacción del bar.

    — Tengo que irme y puede que esté perdido por un par de días. No te comas toda la plantita, por favor...

    El bar queda en buenas manos.

    Tolek se dirige a la trastienda donde una habitación sellada por medios mágicos le espera, sólo él es capaz de abrir la puerta que le abre paso directo al único mueble en la estancia: un diván. El brujo gruñe por lo bajo antes de darle la espalda al condenado mueble y cierra la puerta antes de abrir el portal que le lleva a las coordenadas que le ha facilitado su primo.

    Aparece un bosque del otro lado, Tolek puede sentir la vibra perturbadora tan propia de Los Apalaches, pero al contrario de la mayoría, a él no le incomoda en lo más mínimo. Pero aquí, dicha vibra se siente con mayor intensidad, como si las venas mágicas que circulan en el ambiente bombearan de forma errática y distorsionada, una sensación que sólo ha sentido en las backroom.

    Recuerda las palabras de Raffaele: "es la primera vez que me enfrento a espacios liminales".

    — Van a necesitar una guía —concluye, pensando en voz alta y hablándole a la nada.

    "La nada", que en realidad es un todo y algo más. Mientras camina por los alrededores va sondeando la intensidad de la energía que dejó la brecha que trajo la casa hasta aquí en primer lugar. Tras alrededor de media hora de sólo caminar alrededor, Tolek puede establecer un epicentro que debe haber sido el núcleo de la vivienda cuando estuvo aquí, aunque ya solo quedan rastros, potentes, pero con una carga caótica mucho menos significativa.

    Observando a su alrededor, el brujo da cuenta de lo que parece un árbol más pequeño que el resto cuya apariencia le resulta tan familiar como antinatural. Mirando más de cerca, Tolek nota que se trata de un pino de plástico, un árbol de navidad sintético.

    — A Thomas no le gustaba que usáramos árboles de verdad... —murmura, mientras sus dedos acarician tiernamente las hojitas ficticias.

    Ese es el residuo liminal que estaba buscando.

    El brujo clava su bastón justo al costado del pino de plástico.

    — Muéstrame la vena que te alimenta —dice, ordenándole.

    El bastón gana temperatura, la primera señal de que se ha conectado a la fuente de magia más cercana y que, seguramente, sea la que alimenta también al pino.

    Tolek no necesita tocar el bastón para saberlo, pero sí necesita que la vena sea visible para sus ojos humanos, de alguna manera. Para ello, se lleva la mano al bolsillo para sacar un puñado de pequeñas pelotitas similares a pelusas de polvo, de color blanquecino y casi transparente, frágiles como copos de nieve, pero no se derriten. Se acerca la mano a la boca para susurrarles el conjuro que despertará a las pelusas de su letargo, con voz cálida las llama a la vida.

    Las pelusas se sacuden suave y perezosamente hasta desenrollarse como quien extiende el hilo de diminutas madejas de lana clara, van tomando forma de cientos de minúsculas criaturitas largas y aladas, como si a una lombriz le hubieran crecido una docena de pequeñas alitas.

    — Enséñenme el camino —les susurra, antes de liberarlas al viento.

    Las criaturitas, para las que la gente común ha adoptado el nombre de "rods", se dejan llevar con el soplo del aliento del brujo antes de remontar el vuelo. Se vuelven invisibles de lo rápido que son capaces de volar, así que Tolek ya sólo puede esperar a que los pequeños gusanitos con alas puedan cumplirle su petición.

    #ElBrujoCojo ꧁ঔৣ☬✞ 𝕮𝖗𝖔𝖜 ✞☬ঔৣ꧂
    "La Casa Negra". Los días se están volviendo más largos y el frío se va quedando atrás, el invierno se despide poco a poco y con ello se aleja la estación del año favorita del brujo. El anochecer ha llegado más tarde, la temperatura se mantiene agradable, ni siquiera tuvo que encender la calefacción del bar. — Tengo que irme y puede que esté perdido por un par de días. No te comas toda la plantita, por favor... El bar queda en buenas manos. Tolek se dirige a la trastienda donde una habitación sellada por medios mágicos le espera, sólo él es capaz de abrir la puerta que le abre paso directo al único mueble en la estancia: un diván. El brujo gruñe por lo bajo antes de darle la espalda al condenado mueble y cierra la puerta antes de abrir el portal que le lleva a las coordenadas que le ha facilitado su primo. Aparece un bosque del otro lado, Tolek puede sentir la vibra perturbadora tan propia de Los Apalaches, pero al contrario de la mayoría, a él no le incomoda en lo más mínimo. Pero aquí, dicha vibra se siente con mayor intensidad, como si las venas mágicas que circulan en el ambiente bombearan de forma errática y distorsionada, una sensación que sólo ha sentido en las backroom. Recuerda las palabras de Raffaele: "es la primera vez que me enfrento a espacios liminales". — Van a necesitar una guía —concluye, pensando en voz alta y hablándole a la nada. "La nada", que en realidad es un todo y algo más. Mientras camina por los alrededores va sondeando la intensidad de la energía que dejó la brecha que trajo la casa hasta aquí en primer lugar. Tras alrededor de media hora de sólo caminar alrededor, Tolek puede establecer un epicentro que debe haber sido el núcleo de la vivienda cuando estuvo aquí, aunque ya solo quedan rastros, potentes, pero con una carga caótica mucho menos significativa. Observando a su alrededor, el brujo da cuenta de lo que parece un árbol más pequeño que el resto cuya apariencia le resulta tan familiar como antinatural. Mirando más de cerca, Tolek nota que se trata de un pino de plástico, un árbol de navidad sintético. — A Thomas no le gustaba que usáramos árboles de verdad... —murmura, mientras sus dedos acarician tiernamente las hojitas ficticias. Ese es el residuo liminal que estaba buscando. El brujo clava su bastón justo al costado del pino de plástico. — Muéstrame la vena que te alimenta —dice, ordenándole. El bastón gana temperatura, la primera señal de que se ha conectado a la fuente de magia más cercana y que, seguramente, sea la que alimenta también al pino. Tolek no necesita tocar el bastón para saberlo, pero sí necesita que la vena sea visible para sus ojos humanos, de alguna manera. Para ello, se lleva la mano al bolsillo para sacar un puñado de pequeñas pelotitas similares a pelusas de polvo, de color blanquecino y casi transparente, frágiles como copos de nieve, pero no se derriten. Se acerca la mano a la boca para susurrarles el conjuro que despertará a las pelusas de su letargo, con voz cálida las llama a la vida. Las pelusas se sacuden suave y perezosamente hasta desenrollarse como quien extiende el hilo de diminutas madejas de lana clara, van tomando forma de cientos de minúsculas criaturitas largas y aladas, como si a una lombriz le hubieran crecido una docena de pequeñas alitas. — Enséñenme el camino —les susurra, antes de liberarlas al viento. Las criaturitas, para las que la gente común ha adoptado el nombre de "rods", se dejan llevar con el soplo del aliento del brujo antes de remontar el vuelo. Se vuelven invisibles de lo rápido que son capaces de volar, así que Tolek ya sólo puede esperar a que los pequeños gusanitos con alas puedan cumplirle su petición. #ElBrujoCojo [TheCrow]
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  • Bad News
    Fandom The Animals
    Categoría Acción
    Wolf ᴬᵁ
    Kalhi NigDurgae

    En la actualidad

    Noche de martes. La ciudad respira lento. Afuera, la lluvia apenas roza los cristales del Seven. Dentro, el club palpita suave. Jazz en vivo, humo de cigarro flotando como espectros. Poca gente. Sombras largas. Silencio cómplice.

    Raffaele se hunde en un sofá de terciopelo púrpura, en el rincón más apartado de la zona VIP. Nadie se atreve a molestarlo. Lleva la camisa entreabierta, el rostro medio oculto por la penumbra. Una copa de absenta en la mesa. El móvil entre los dedos pálidos.

    Lee.

    Los titulares no dicen mucho. No para un humano. Pero él sabe mirar más allá:

    ——— Hallan una serie de cadáveres animales sin sangre en Central Park. Las autoridades atribuyen los hechos a "rituales clandestinos" o "lobos urbanos".

    Huele a neofito hambriento. Nada importante. Desliza el dedo por la pantalla.

    ——— Incendio destruye biblioteca del Bronx. “Causa eléctrica”, aseguran los bomberos.

    Un nodo de conocimiento arcano desaparece. Algunos textos no deberían quemarse jamás. Tendría que llamar a Tolek, seguro le ha entrado la depresión.

    ——— Desaparece un músico callejero en el metro de la línea F. Su violín aparece intacto, con las cuerdas manchadas de una sustancia espesa, negra.

    Raffaele enarca una ceja. El Submundo se mueve. Sospecho, estará alerta, aunque no será mayor problema para él y sus negocios mientras se mantengan bajo tierra.

    ——— Testigos afirman ver “un hombre alado” sobre el puente de Williamsburg durante la madrugada. La policía no comenta.

    Mothkind. U otro mutante demasiado descuidado. No tardará en caer.

    ——— Incremento de “crisis nerviosas” en pacientes de un hospital psiquiátrico de Queens. Todos relatan sueños con una figura alargada.

    Curioso, pero irrelevante.

    Raffaele desliza el dedo. Otra noticia. Otro susurro entre líneas. La noche está tranquila, pero algo le dice que no terminará del mismo modo.
    ▷ [Wolfy] ▷ [kalh1] ⏳ En la actualidad ⏳ Noche de martes. La ciudad respira lento. Afuera, la lluvia apenas roza los cristales del Seven. Dentro, el club palpita suave. Jazz en vivo, humo de cigarro flotando como espectros. Poca gente. Sombras largas. Silencio cómplice. Raffaele se hunde en un sofá de terciopelo púrpura, en el rincón más apartado de la zona VIP. Nadie se atreve a molestarlo. Lleva la camisa entreabierta, el rostro medio oculto por la penumbra. Una copa de absenta en la mesa. El móvil entre los dedos pálidos. Lee. Los titulares no dicen mucho. No para un humano. Pero él sabe mirar más allá: ——— Hallan una serie de cadáveres animales sin sangre en Central Park. Las autoridades atribuyen los hechos a "rituales clandestinos" o "lobos urbanos". Huele a neofito hambriento. Nada importante. Desliza el dedo por la pantalla. ——— Incendio destruye biblioteca del Bronx. “Causa eléctrica”, aseguran los bomberos. Un nodo de conocimiento arcano desaparece. Algunos textos no deberían quemarse jamás. Tendría que llamar a Tolek, seguro le ha entrado la depresión. ——— Desaparece un músico callejero en el metro de la línea F. Su violín aparece intacto, con las cuerdas manchadas de una sustancia espesa, negra. Raffaele enarca una ceja. El Submundo se mueve. Sospecho, estará alerta, aunque no será mayor problema para él y sus negocios mientras se mantengan bajo tierra. ——— Testigos afirman ver “un hombre alado” sobre el puente de Williamsburg durante la madrugada. La policía no comenta. Mothkind. U otro mutante demasiado descuidado. No tardará en caer. ——— Incremento de “crisis nerviosas” en pacientes de un hospital psiquiátrico de Queens. Todos relatan sueños con una figura alargada. Curioso, pero irrelevante. Raffaele desliza el dedo. Otra noticia. Otro susurro entre líneas. La noche está tranquila, pero algo le dice que no terminará del mismo modo.
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  • Pasan las tres de la mañana en Seven Night Club.

    La atmósfera se había vuelto espesa, íntima, como el humo de cigarro que flotaba perezoso entre las luces púrpuras y las mesas vacías. Los pocos clientes que quedaban estaban hundidos en sillones de terciopelo, bebiendo lentamente, con la mirada perdida o fija en algún deseo difuso.

    Raffaele emergió de las sombras, sin anuncio, sin ceremonia. Caminó hacia el escenario, felino, seductor. El silencio no fue inmediato, pero le siguió, inevitablemente. Subió los tres escalones del escenario, tomó el micrófono con una mano enguantada en cuero negro y se lo llevó a los labios con esa calma que precede a la tormenta.

    https://www.youtube.com/watch?v=2kqtsj54eaA
    Pasan las tres de la mañana en Seven Night Club. La atmósfera se había vuelto espesa, íntima, como el humo de cigarro que flotaba perezoso entre las luces púrpuras y las mesas vacías. Los pocos clientes que quedaban estaban hundidos en sillones de terciopelo, bebiendo lentamente, con la mirada perdida o fija en algún deseo difuso. Raffaele emergió de las sombras, sin anuncio, sin ceremonia. Caminó hacia el escenario, felino, seductor. El silencio no fue inmediato, pero le siguió, inevitablemente. Subió los tres escalones del escenario, tomó el micrófono con una mano enguantada en cuero negro y se lo llevó a los labios con esa calma que precede a la tormenta. https://www.youtube.com/watch?v=2kqtsj54eaA
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  • Have a Drink on Me
    Fandom Original
    Categoría Slice of Life
    ➜ 𝗟 𝗜 𝗕 𝗥 𝗘

    El micrófono cae de su mano. El chasquido rebota en las paredes del club como un disparo.

    Silencio.

    Hasta los vasos se detienen a medio camino.

    — No queremos problemas aquí.

    Raffaele se sienta en el borde del escenario, las piernas cruzadas con descuido, como si todo el lugar le perteneciera. Porque lo hace.

    Las luces lo bañan en púrpura tenue.

    Los músicos retoman detrás de él: jazz, lento, tenso, sexy.

    Todos en Seven lo miran. Todos lo conocen. El anfitrión nocturno. El encantador espectro que aparece cuando menos se espera.

    Afuera, muy pocos serían capaces de reconocer su rostro, mucho menos ponerle nombre. Dentro, es leyenda.

    — ¿Por qué golpearse cuando pueden beber? —su voz acaricia el aire—. Vamos. La casa invita la próxima ronda.
    ➜ 𝗟 𝗜 𝗕 𝗥 𝗘 El micrófono cae de su mano. El chasquido rebota en las paredes del club como un disparo. Silencio. Hasta los vasos se detienen a medio camino. — No queremos problemas aquí. Raffaele se sienta en el borde del escenario, las piernas cruzadas con descuido, como si todo el lugar le perteneciera. Porque lo hace. Las luces lo bañan en púrpura tenue. Los músicos retoman detrás de él: jazz, lento, tenso, sexy. Todos en Seven lo miran. Todos lo conocen. El anfitrión nocturno. El encantador espectro que aparece cuando menos se espera. Afuera, muy pocos serían capaces de reconocer su rostro, mucho menos ponerle nombre. Dentro, es leyenda. — ¿Por qué golpearse cuando pueden beber? —su voz acaricia el aire—. Vamos. La casa invita la próxima ronda.
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  • Luego de buscar en las cosas de su hermano, Rafael se encontró con una pequeña caja justo debajo de la cama.
    La anterior habitación de su adoptado y molesto hermano Alessandro había estado intacta. Justo cómo él la había dejado, con todo y las botellas de alcohol regadas por el suelo. Sin embargo su nuevo descubrimiento le hizo sentir curiosidad.
    La caja no tenía ningún seguro, Rafael incluso no tardó en darse cuenta que la caja era una de zapatos pintada de negro.

    No dudó en abrirla.
    Cuando vió las fotos un ligero gesto de sorpresa se le dibujó en el rostro. Inicialmente esperaba ver jeringas o alguna sustancia.
    No contaba con ver los "trofeos" del pelinegro. A algunos era sencillo reconocerlos, trataban de hombres que ellos junto la señorita Salerno debieron encargarse. ¿Pero y los otros? Entonces se encontró con una nota ahí entre las fotos, cerca de una dónde salía un hombre y una mujer cercenados.

    “De vuelta a casa, gracias por su hospitalidad, mamá y papá <3”
    Luego de buscar en las cosas de su hermano, Rafael se encontró con una pequeña caja justo debajo de la cama. La anterior habitación de su adoptado y molesto hermano Alessandro había estado intacta. Justo cómo él la había dejado, con todo y las botellas de alcohol regadas por el suelo. Sin embargo su nuevo descubrimiento le hizo sentir curiosidad. La caja no tenía ningún seguro, Rafael incluso no tardó en darse cuenta que la caja era una de zapatos pintada de negro. No dudó en abrirla. Cuando vió las fotos un ligero gesto de sorpresa se le dibujó en el rostro. Inicialmente esperaba ver jeringas o alguna sustancia. No contaba con ver los "trofeos" del pelinegro. A algunos era sencillo reconocerlos, trataban de hombres que ellos junto la señorita Salerno debieron encargarse. ¿Pero y los otros? Entonces se encontró con una nota ahí entre las fotos, cerca de una dónde salía un hombre y una mujer cercenados. “De vuelta a casa, gracias por su hospitalidad, mamá y papá <3”
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