• Fiesta Caótica de Año Nuevo
    Fandom Cualquiera
    Categoría Acción
    A pocos días del 31 de Diciembre, en la ciudad surgió un feroz ataque, entidades demoníacas fueron enviadas a ocasionar el terror en las calles mientras las personas estaban haciendo los preparativos para la noche del recibimiento de próximo año. Una de los Esbirros de Judith Thompson la Princesa del Inframundo, Neganth la comandante de los demonios, ha sido enviada a la ciudad a causar el mayor caos posible, devorar tantas almas como se pueda, y conseguir la energía espiritual para su superior. ¿Neganth estará sóla o habrá alguien más que la ayudará?. Mientras tanto, algunos individuos con poderes sobrenaturales están dispuestos a detener a Neganth antes de que se salga con la suya.
    A pocos días del 31 de Diciembre, en la ciudad surgió un feroz ataque, entidades demoníacas fueron enviadas a ocasionar el terror en las calles mientras las personas estaban haciendo los preparativos para la noche del recibimiento de próximo año. Una de los Esbirros de Judith Thompson la Princesa del Inframundo, Neganth la comandante de los demonios, ha sido enviada a la ciudad a causar el mayor caos posible, devorar tantas almas como se pueda, y conseguir la energía espiritual para su superior. ¿Neganth estará sóla o habrá alguien más que la ayudará?. Mientras tanto, algunos individuos con poderes sobrenaturales están dispuestos a detener a Neganth antes de que se salga con la suya.
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  • 𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞.

    𓂅 @jaejunSanren ⠀。⠀。
    ˹ posted on ⇾ 26 / 12 / 25
    ˹ located in ⇾ Milán, Italia

    ❝Hoy, un nuevo espejo se abre al mundo.
    Mirror Esotérica llega a Milán.

    Una ciudad donde tradición y modernidad respiran juntas,
    donde el arte convive con la fe,
    y donde el destino encuentra siempre su reflejo.

    Inauguramos nuestra nueva sede con una exposición temporal única:

    『LEGADO EN REFLEJO: SOMBRAS, FE Y DESTINO』

    Un recorrido por reliquias antiguas, espiritualidad, pactos prohibidos, linajes…
    y el peso real de aquello que heredamos.

    Esta noche nuestras puertas se abren no solo para quienes conocen este mundo,
    sino para todos los que deseen descubrirlo:
    coleccionistas, amantes del arte, curiosos, estudiosos, soñadores.
    Si deseas mirar… si deseas sentir… estás invitado.

    Gracias por acompañarnos.
    Esto no es solo una inauguración.
    Es el inicio de algo mucho mayor.❞

    #MirrorEsoterica #MilánOpening #LegacyInReflection
    #SpiritualArt #EsotericCulture #SanrenLineage
    #NewEra #CulturaEsotérica #ArteVivo
    𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞. 𓂅 @jaejunSanren ⠀。⠀。 ˹ posted on ⇾ 26 / 12 / 25 ˹ located in ⇾ Milán, Italia ❝Hoy, un nuevo espejo se abre al mundo. Mirror Esotérica llega a Milán. Una ciudad donde tradición y modernidad respiran juntas, donde el arte convive con la fe, y donde el destino encuentra siempre su reflejo. Inauguramos nuestra nueva sede con una exposición temporal única: 『LEGADO EN REFLEJO: SOMBRAS, FE Y DESTINO』 Un recorrido por reliquias antiguas, espiritualidad, pactos prohibidos, linajes… y el peso real de aquello que heredamos. Esta noche nuestras puertas se abren no solo para quienes conocen este mundo, sino para todos los que deseen descubrirlo: coleccionistas, amantes del arte, curiosos, estudiosos, soñadores. Si deseas mirar… si deseas sentir… estás invitado. Gracias por acompañarnos. Esto no es solo una inauguración. Es el inicio de algo mucho mayor.❞ #MirrorEsoterica #MilánOpening #LegacyInReflection #SpiritualArt #EsotericCulture #SanrenLineage #NewEra #CulturaEsotérica #ArteVivo
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  • MIRROR ESOTÉRICA — SEDE MILÁN
    Gran Inauguración Oficial
    Via Montenapoleone, Milán— Italia
    26 de Diciembre
    18:30 hrs — Apertura de Puertas
    Dress Code: Elegancia Oscura

    EXPOSICIÓN TEMPORAL
    “LEGADO EN REFLEJO: SOMBRAS, FE Y DESTINO”
    Un recorrido espiritual y artístico que confronta linaje, poder, herencia y sacrificio.

    Reliquias del Juramento – S. XV al XVIII (China)
    Talismanes, sellos rituales, manuscritos prohibidos y objetos originales de cultivadores.

    La Fractura del Linaje – Corea (finales del S. XX)
    Piezas auténticas de la primera tienda en Insadong ( Seúl, Corea del Sur)

    Sala Oscura Interactiva – Mo Zun Hei-Yan
    Experiencia sensorial que aborda el pacto demoníaco y su huella espiritual.

    Espejo Ceremonial — Réplica Ritual Autorizada
    Pieza central de la exposición.

    ARTES, CULTURA Y CREACIÓN
    Espacio especial para artistas emergentes internacionales,
    presentando música, performance, escultura, pintura conceptual y arte espiritual contemporáneo.
    Presentaciones en vivo
    Galería abierta
    Networking cultural
    CEREMONIA DE INAUGURACIÓN

    Discurso de apertura a cargo de
    JAEJUN SANREN — Director de Mirror Esotérica
    Cocktail y aperitivos a cargo de Mirror Esotérica
    Ambientación musical
    Experiencia inmersiva

    ENTRADA
    Gratuita
    Aforo ilimitado repartido en tandas.
    Medidas espirituales y de seguridad activas

    Mirror Esotérica — Donde el espíritu mira… y el reflejo responde.
    🕯️ MIRROR ESOTÉRICA — SEDE MILÁN Gran Inauguración Oficial 📍 Via Montenapoleone, Milán— Italia 📅 26 de Diciembre ⏰ 18:30 hrs — Apertura de Puertas 🎩 Dress Code: Elegancia Oscura EXPOSICIÓN TEMPORAL “LEGADO EN REFLEJO: SOMBRAS, FE Y DESTINO” Un recorrido espiritual y artístico que confronta linaje, poder, herencia y sacrificio. 🔮 Reliquias del Juramento – S. XV al XVIII (China) Talismanes, sellos rituales, manuscritos prohibidos y objetos originales de cultivadores. 🕊️ La Fractura del Linaje – Corea (finales del S. XX) Piezas auténticas de la primera tienda en Insadong ( Seúl, Corea del Sur) 🔥 Sala Oscura Interactiva – Mo Zun Hei-Yan Experiencia sensorial que aborda el pacto demoníaco y su huella espiritual. 🪞 Espejo Ceremonial — Réplica Ritual Autorizada Pieza central de la exposición. ARTES, CULTURA Y CREACIÓN 💫 Espacio especial para artistas emergentes internacionales, presentando música, performance, escultura, pintura conceptual y arte espiritual contemporáneo. ✔️ Presentaciones en vivo ✔️ Galería abierta ✔️ Networking cultural CEREMONIA DE INAUGURACIÓN 🖤 Discurso de apertura a cargo de JAEJUN SANREN — Director de Mirror Esotérica 🥂 Cocktail y aperitivos a cargo de Mirror Esotérica 🎶 Ambientación musical 🌑 Experiencia inmersiva ENTRADA 🎟️ Gratuita ✔️ Aforo ilimitado repartido en tandas. 🔐 Medidas espirituales y de seguridad activas Mirror Esotérica — Donde el espíritu mira… y el reflejo responde.
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  • En la cima de una montaña, aislada de toda civilización posible.

    — Este lugar se vé lúgubre, debería darle más emoción, ¿O no? Bah, da igual, mis esbirros cometerán el mayor caos posible, y una vez que recolecte la mayor cantidad de energía espiritual necesaria, para acabar con aquel ser que sometió a algo de lo que se arrepentirá, al igual que las Deidades que intenten desafiarme. —
    En la cima de una montaña, aislada de toda civilización posible. — Este lugar se vé lúgubre, debería darle más emoción, ¿O no? Bah, da igual, mis esbirros cometerán el mayor caos posible, y una vez que recolecte la mayor cantidad de energía espiritual necesaria, para acabar con aquel ser que sometió a algo de lo que se arrepentirá, al igual que las Deidades que intenten desafiarme. —
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  • -La mujer de cabellos plateados estaba durmiendo cuando escucho voces a lo lejos sacándola de su sueño. Le había sido difícil dormir y cuando al fin logra conciliar el sueño la despertaron.
    Se levantó y vio a Jack, su mayordomo mirando un cuadro no muy grande, eso le causó curiosidad, dirigió la mirada hacia el cuadro.
    Era una mujer de piel blanca con cabellos plateados, cuatro alas grandes y lo que caracterizaba aquellas alas que tenían ojos. Eran ojos de un color azul.
    La mujer lado la cabeza y luego giro su rostro hasta Jack quien en sincronía la miró también-

    ¿Y.. esto Jack?, de dónde salió

    Jack: fue un regalo de Nathaniel. Dijo que es una imagen que encontró, estaba escondida en los archivos clasificados.

    Debería seguir escondida Jack..
    -La mujer se giró para caminar hacia la cocina para tomar un té. Jack la miró y luego a la imagen, y camino hacia la cocina para preparar el desayuno -

    Jack: en mi opinión.. creo que saliste bien Angie.
    -La mujer se estaba sirviendo el té cuando escucho eso alzó la tetera haciendo que el té se detuviera mirando al inglés, Jack prosiguió -
    No es común que muestres esa forma, después de todo puedes ver no solo el futuro si no el pasado. Quien nace y quien muere, poco saben que tú tienes esa habilidad, muchos te confunden con Raziel y por eso..

    Y por eso le prohibieron la entrada al mundo espiritual… Además, a Raziel le encomendaron un grimonio muy importante y muy tarado que hizo se lo presto a Salomón.
    No sé cómo me pueden comparar con ese imbécil, que quedó viviendo en el mundo terrenal por sus agravios y se alimenta de almas para poder mantenerse.
    Gracias a eso descubrí que él estaba robándose las almas y había un desequilibrio.
    - la mujer suspiro, no le gustaba hablar de ese arcángel -

    Y lo que respecta al cuadro puedes conservarlo pero no estará en la sala de estar. Puedes dejaron en la biblioteca o en el sótano
    -Jack asiente sonriendo-

    Por otro lado, prepara un auto le iremos a dejar un regalo a Nathaniel…Se cual será el regalo que lo sorprenderá
    -Dijo La mujer alzando su té a medio servir sonriendo-
    -La mujer de cabellos plateados estaba durmiendo cuando escucho voces a lo lejos sacándola de su sueño. Le había sido difícil dormir y cuando al fin logra conciliar el sueño la despertaron. Se levantó y vio a Jack, su mayordomo mirando un cuadro no muy grande, eso le causó curiosidad, dirigió la mirada hacia el cuadro. Era una mujer de piel blanca con cabellos plateados, cuatro alas grandes y lo que caracterizaba aquellas alas que tenían ojos. Eran ojos de un color azul. La mujer lado la cabeza y luego giro su rostro hasta Jack quien en sincronía la miró también- ¿Y.. esto Jack?, de dónde salió Jack: fue un regalo de Nathaniel. Dijo que es una imagen que encontró, estaba escondida en los archivos clasificados. Debería seguir escondida Jack.. -La mujer se giró para caminar hacia la cocina para tomar un té. Jack la miró y luego a la imagen, y camino hacia la cocina para preparar el desayuno - Jack: en mi opinión.. creo que saliste bien Angie. -La mujer se estaba sirviendo el té cuando escucho eso alzó la tetera haciendo que el té se detuviera mirando al inglés, Jack prosiguió - No es común que muestres esa forma, después de todo puedes ver no solo el futuro si no el pasado. Quien nace y quien muere, poco saben que tú tienes esa habilidad, muchos te confunden con Raziel y por eso.. Y por eso le prohibieron la entrada al mundo espiritual… Además, a Raziel le encomendaron un grimonio muy importante y muy tarado que hizo se lo presto a Salomón. No sé cómo me pueden comparar con ese imbécil, que quedó viviendo en el mundo terrenal por sus agravios y se alimenta de almas para poder mantenerse. Gracias a eso descubrí que él estaba robándose las almas y había un desequilibrio. - la mujer suspiro, no le gustaba hablar de ese arcángel - Y lo que respecta al cuadro puedes conservarlo pero no estará en la sala de estar. Puedes dejaron en la biblioteca o en el sótano -Jack asiente sonriendo- Por otro lado, prepara un auto le iremos a dejar un regalo a Nathaniel…Se cual será el regalo que lo sorprenderá -Dijo La mujer alzando su té a medio servir sonriendo-
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  • En un futuro Apocalíptico y Futurista.

    Nicole ha sufrido el peor ataque por parte de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, sin embargo su energía espiritual, ha sido salvada debido a la intervención de sus aliados, sin embargo, los Jinetes descargaron su poder y su maldad sobre la humanidad de Nicole, por lo que sólo se podría restaurar toda su energía y memoria en forma de un mecanismo completamente futurista, para seguir siendo parte fundamental en la Resistencia contra el Apocalipsis de Mephisto y los mismos Jinetes.
    En un futuro Apocalíptico y Futurista. Nicole ha sufrido el peor ataque por parte de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, sin embargo su energía espiritual, ha sido salvada debido a la intervención de sus aliados, sin embargo, los Jinetes descargaron su poder y su maldad sobre la humanidad de Nicole, por lo que sólo se podría restaurar toda su energía y memoria en forma de un mecanismo completamente futurista, para seguir siendo parte fundamental en la Resistencia contra el Apocalipsis de Mephisto y los mismos Jinetes.
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  • Da un paso al centro, envuelto en un aura fría y luminosa. La imagen del chico de mirada azul cristalina —su yo más joven, su esencia pura— se proyecta detrás de él como un eco ancestral. Su tono es firme, solemne… pero con esa arrogancia elegante que sólo un descendiente de tantas líneas poderosas puede permitirse.

    Heredero del Caos Azul y Sangre de Tres Dinastías

    Mi nombre es Sting Nura Byakuren Ishtar.
    No soy un simple descendiente.
    Soy la confluencia de dos linajes que nunca debieron mezclarse…
    y aun así lo hicieron para crear algo que el mundo no podrá ignorar.

    ✦ Mi Padre:

    R𝚎𝚡 𝙷𝚒𝚛𝚘𝚜𝚑𝚒 𝙹𝚊𝚎𝚐𝚎𝚛𝚓𝚊𝚚𝚞𝚎𝚣 𝙸𝚜𝚑𝚝𝚊𝚛
    Un híbrido Arrancar/Íncubo.
    El Rey Demonio de la Luna Blanca.
    El Pilar de la Oscuridad.

    De él heredé:
    —El poder para devorar almas y sombras.
    —La sangre que no se inclina ante nadie.
    —Una herencia que ha quebrado mundos.

    Abuelos paternos:

    ⛧ Seieki Yokin – Reina demonio, la que convirtió el deseo en arma.
    ⛧ Sasha Ishtar – La Emperatriz. No se la describe: se la obedece.
    ⛧ Henry Grimmtael Jaegerjaquez Black – Rey demonio, señor de lo inevitable.

    Mi linaje por parte de mi padre no es sangre:
    es sentencia.

    ✦ Mi Madre:
    Menardi Nura Byakuren
    Híbrida de Youkai y Ángel Celestial.
    De alas blancas, de magia curativa, de alma pura.
    La luz que puede sanar cualquier herida…
    y la sombra que dejó al dividir sus poderes entre sus dos hijas.

    Ella es el equilibrio imposible entre cielo y abismo.
    La que me enseñó que un arma también puede proteger.

    Su gemela:

    Sakura – alas negras, portadora de la magia oscura.
    El reflejo perfecto y contrario de mi madre.

    Abuelos maternos:

    ⛧ Hijiri Byakuren – Sacerdotisa eterna, bendecida por la luz.
    ⛧ Sain Nura Nanao – Patriarca Youkai, señor de la metamorfosis espiritual.

    De mi madre heredé:
    —El alma que brilla incluso entre monstruos.
    —La magia blanca que cicatriza lo que otros destruyen.
    —El equilibrio entre lo que soy y lo que podría perderme.

    ✦ Yo, Sting:

    Soy el hijo de la Luna Blanca y del Cielo Dividido.
    El nieto de demonios, emperatrices, ángeles y youkai.
    Un corazón que late entre el caos y la pureza.

    El mundo no me definirá.

    Seré yo quien lo rehaga.
    Da un paso al centro, envuelto en un aura fría y luminosa. La imagen del chico de mirada azul cristalina —su yo más joven, su esencia pura— se proyecta detrás de él como un eco ancestral. Su tono es firme, solemne… pero con esa arrogancia elegante que sólo un descendiente de tantas líneas poderosas puede permitirse. Heredero del Caos Azul y Sangre de Tres Dinastías Mi nombre es Sting Nura Byakuren Ishtar. No soy un simple descendiente. Soy la confluencia de dos linajes que nunca debieron mezclarse… y aun así lo hicieron para crear algo que el mundo no podrá ignorar. ✦ Mi Padre: R𝚎𝚡 𝙷𝚒𝚛𝚘𝚜𝚑𝚒 𝙹𝚊𝚎𝚐𝚎𝚛𝚓𝚊𝚚𝚞𝚎𝚣 𝙸𝚜𝚑𝚝𝚊𝚛 Un híbrido Arrancar/Íncubo. El Rey Demonio de la Luna Blanca. El Pilar de la Oscuridad. De él heredé: —El poder para devorar almas y sombras. —La sangre que no se inclina ante nadie. —Una herencia que ha quebrado mundos. Abuelos paternos: ⛧ Seieki Yokin – Reina demonio, la que convirtió el deseo en arma. ⛧ Sasha Ishtar – La Emperatriz. No se la describe: se la obedece. ⛧ Henry Grimmtael Jaegerjaquez Black – Rey demonio, señor de lo inevitable. Mi linaje por parte de mi padre no es sangre: es sentencia. ✦ Mi Madre: Menardi Nura Byakuren Híbrida de Youkai y Ángel Celestial. De alas blancas, de magia curativa, de alma pura. La luz que puede sanar cualquier herida… y la sombra que dejó al dividir sus poderes entre sus dos hijas. Ella es el equilibrio imposible entre cielo y abismo. La que me enseñó que un arma también puede proteger. Su gemela: Sakura – alas negras, portadora de la magia oscura. El reflejo perfecto y contrario de mi madre. Abuelos maternos: ⛧ Hijiri Byakuren – Sacerdotisa eterna, bendecida por la luz. ⛧ Sain Nura Nanao – Patriarca Youkai, señor de la metamorfosis espiritual. De mi madre heredé: —El alma que brilla incluso entre monstruos. —La magia blanca que cicatriza lo que otros destruyen. —El equilibrio entre lo que soy y lo que podría perderme. ✦ Yo, Sting: Soy el hijo de la Luna Blanca y del Cielo Dividido. El nieto de demonios, emperatrices, ángeles y youkai. Un corazón que late entre el caos y la pureza. El mundo no me definirá. Seré yo quien lo rehaga.
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  • — N-No... no puede ser... ella... está aquí. —

    Nicole ha sentido una energía sobrecargada de oscuridad, y además, un aura espiritual que ella conoce, el cual ha llegado a la tierra, se trata de su hermana Judith Thompson. La toma por sorpresa, esto la aterra, es uno de los tantos peligros que se aproximan en tiempos futuros, sin embargo, no se esperaba que sería tan pronto.
    — N-No... no puede ser... ella... está aquí. — Nicole ha sentido una energía sobrecargada de oscuridad, y además, un aura espiritual que ella conoce, el cual ha llegado a la tierra, se trata de su hermana Judith Thompson. La toma por sorpresa, esto la aterra, es uno de los tantos peligros que se aproximan en tiempos futuros, sin embargo, no se esperaba que sería tan pronto.
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  • El umbral del recuerdo.
    Categoría Drama
    Rol con: Alak–il

    Ogidnew despertó sin recordar en qué momento se había quedado dormido.

    Estaba de pie en un pasillo largo y estéril, iluminado solo por una línea de luces amarillas que parpadeaban ocasionalmente. A ambos lados había puertas idénticas: grises, sin manijas, sin señalización.
    Todas cerradas. Todas silenciosas.

    Sentía que ya había estado allí.
    Pero no sabía cuándo.
    Ni por qué.

    El aire tenía un olor leve a humedad… y algo más.
    Algo parecido a ceniza y metal.

    Intentó retroceder, pero el pasillo seguía, idéntico, interminable.
    No avanzaba.
    No retrocedía.
    Solo existía.

    Su respiración empezó a agitarse.
    Una puerta, tres metros frente a él, tembló ligeramente.
    Como si algo del otro lado hubiese apoyado su mano sobre ella.

    Se acercó lentamente y la puerta se abrió ligeramente...
    Se detuvo, pero nada salió de dicha puerta.
    Continuó acercándose, hasta que el olor a muerte inundó su nariz, no pudo evitar sentir náuseas, pero ¿Por qué? Ya había olido la muerte de cerca, entonces...

    Entonces ¿Por qué su cuerpo le gritaba que no abriera la puerta?

    Acercó la mano para abrirla a pesar de todo, y el segundo que vio la escena frente a él fue suficiente para hacer que volviera al mundo real.

    Dio un salto en la cama y miró alrededor.
    Apenas podía respirar.
    Su corazón parecía que iba a escapar de su pecho en cualquier momento.

    Se echó una mano a la sien y cerró los ojos. — No era real... Tranquilo... — Se murmuró a si mismo.
    Pero la imagen no desaparecería de su cabeza tan fácilmente.

    Pasado el rato, Ogidnew se levantó de la cama, vistiéndose con su ropa usual y salió de su habitación.

    El olor a comida inundaba el pasillo de la posada, tenía hambre... Pero también tenía prisa.
    Los rumores de las ruinas de una aldea chamánica habían llamado su atención, pues puede que allí encontrara pistas sobre lo que llevaba tanto tiempo buscando.

    Una técnica de resurrección, no solo corpórea, sino también espiritual.

    Salió de la posada ofreciéndole una leve sonrisa al empleado que lo atendió la noche anterior.
    El sol apenas se asomaba cuando salió de la posada. Había venido a Cuyán con un propósito concreto, y las pesadillas no iban a desviarlo.

    El aire matutino olía a tierra húmeda. El terreno alrededor de Cuyán era agreste, quebrado, lleno de senderos que parecían cambiar bajo los pies. Ogidnew sabía que ciertas ruinas chamánicas estaban dispersas entre los riscos, pero no había un mapa fiable, dependía de su intuición y de algo más profundo: ese pulso oculto que a veces lo guiaba hacia lo que debía encontrar.

    Horas después, tras atravesar grietas que parecían heridas antiguas del mundo, vio algo.

    Primero fueron restos dispersos, piedras pintadas con pigmentos desvaídos, los aparentes restos de tótems, o puede que simplemente fueran animales muertos.

    Pero lo imposible estaba al final del camino.

    Un templo.

    Erguido.
    Intacto.
    Demasiado intacto.

    La estructura no parecía resistir al tiempo sino que más bien lo ignoraba. Los muros estaban cubiertos de símbolos, y la entrada, medianamente obstruida, tenía una clara entrada.

    Al acercarse a dicha entrada, el aire cambió, se respiraba una penumbra tibia, casi expectante.

    Y algo dentro de Ogidnew sabía que no estaría solo ahí dentro...
    Rol con: [Absolute_Annihilation] Ogidnew despertó sin recordar en qué momento se había quedado dormido. Estaba de pie en un pasillo largo y estéril, iluminado solo por una línea de luces amarillas que parpadeaban ocasionalmente. A ambos lados había puertas idénticas: grises, sin manijas, sin señalización. Todas cerradas. Todas silenciosas. Sentía que ya había estado allí. Pero no sabía cuándo. Ni por qué. El aire tenía un olor leve a humedad… y algo más. Algo parecido a ceniza y metal. Intentó retroceder, pero el pasillo seguía, idéntico, interminable. No avanzaba. No retrocedía. Solo existía. Su respiración empezó a agitarse. Una puerta, tres metros frente a él, tembló ligeramente. Como si algo del otro lado hubiese apoyado su mano sobre ella. Se acercó lentamente y la puerta se abrió ligeramente... Se detuvo, pero nada salió de dicha puerta. Continuó acercándose, hasta que el olor a muerte inundó su nariz, no pudo evitar sentir náuseas, pero ¿Por qué? Ya había olido la muerte de cerca, entonces... Entonces ¿Por qué su cuerpo le gritaba que no abriera la puerta? Acercó la mano para abrirla a pesar de todo, y el segundo que vio la escena frente a él fue suficiente para hacer que volviera al mundo real. Dio un salto en la cama y miró alrededor. Apenas podía respirar. Su corazón parecía que iba a escapar de su pecho en cualquier momento. Se echó una mano a la sien y cerró los ojos. — No era real... Tranquilo... — Se murmuró a si mismo. Pero la imagen no desaparecería de su cabeza tan fácilmente. Pasado el rato, Ogidnew se levantó de la cama, vistiéndose con su ropa usual y salió de su habitación. El olor a comida inundaba el pasillo de la posada, tenía hambre... Pero también tenía prisa. Los rumores de las ruinas de una aldea chamánica habían llamado su atención, pues puede que allí encontrara pistas sobre lo que llevaba tanto tiempo buscando. Una técnica de resurrección, no solo corpórea, sino también espiritual. Salió de la posada ofreciéndole una leve sonrisa al empleado que lo atendió la noche anterior. El sol apenas se asomaba cuando salió de la posada. Había venido a Cuyán con un propósito concreto, y las pesadillas no iban a desviarlo. El aire matutino olía a tierra húmeda. El terreno alrededor de Cuyán era agreste, quebrado, lleno de senderos que parecían cambiar bajo los pies. Ogidnew sabía que ciertas ruinas chamánicas estaban dispersas entre los riscos, pero no había un mapa fiable, dependía de su intuición y de algo más profundo: ese pulso oculto que a veces lo guiaba hacia lo que debía encontrar. Horas después, tras atravesar grietas que parecían heridas antiguas del mundo, vio algo. Primero fueron restos dispersos, piedras pintadas con pigmentos desvaídos, los aparentes restos de tótems, o puede que simplemente fueran animales muertos. Pero lo imposible estaba al final del camino. Un templo. Erguido. Intacto. Demasiado intacto. La estructura no parecía resistir al tiempo sino que más bien lo ignoraba. Los muros estaban cubiertos de símbolos, y la entrada, medianamente obstruida, tenía una clara entrada. Al acercarse a dicha entrada, el aire cambió, se respiraba una penumbra tibia, casi expectante. Y algo dentro de Ogidnew sabía que no estaría solo ahí dentro...
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    El despertar de mi nueva yo

    La luz…
    Qué cruel podía ser la luz después de tanto tiempo en el Jardín de Sombras.

    Parpadeo.
    Mis pupilas tiemblan, dilatadas, intentando recordar cómo se respira en un mundo que no es oscuro.
    Mi cuerpo… diferente. Más alto, más firme, más definido.
    Tres días fuera.
    Tres años dentro.
    Tres años caminando entre murmullos sin rostro, aprendiendo el idioma de las sombras, cantando con ellas, sobreviviendo a su hambre y a su cariño torcido.

    Aún siento en los labios el roce de Akane.
    Aquel beso…
    Ese instante robado mientras la sombra la tragaba.
    ¿Fue real?
    ¿Fue un sueño?
    Mi corazón no sabe la diferencia y quizá… eso ya no importa.

    Camino con mi flor de loto entre los dedos, la única constancia de mi noche eterna, hacia lo que un día llamé hogar.
    La esperanza aún me quema en la garganta, aunque sé que es tonta, ingenua, casi infantil.

    Oz no está esperándome.
    No está en la entrada.
    No está en ninguna parte.

    Y duele.
    Duele de una manera que no sabía que existía.

    Akane tampoco está.
    Mi Renge no me espera sonriendo.
    No está en la cocina riéndose de mis despistes.
    No me abraza por la espalda como siempre hacía cuando iba a decir algo importante.

    Estoy sola.

    O eso creía.

    Porque en cuanto cruzo el umbral, Jennifer y Ayane me envuelven.
    Jennifer llora.
    Ayane me mira como si hubiera regresado de entre los muertos.

    —Lili… mi niña… —susurra Jennifer, y algo en mí se quiebra.

    Ella me cuenta lo que pasó durante mi ausencia.
    Que tras el regreso de Oz, tuvo que buscar al Ejército del Caos para saber a quién seguían realmente.
    Que para su sorpresa…
    Oz nunca los reclamó.

    Yo no respondo.
    No hace falta.
    Mi pecho ya lo entiende:

    Oz me dejó a Jennifer.
    Para que yo pudiera vivir algo que él nunca supo darme:
    una madre.

    Lo entendí.
    Y lo odié.

    Su regreso sólo me trajo soledad.
    Si él no hubiera vuelto, Akane seguiría aquí.
    Si él no hubiera marchado, yo no habría caído tanto.

    Oz…
    Oz…

    Mi mente es un campo de emociones rotas.

    Pero entonces Jennifer me abraza.
    Y ocurre.

    Algo se despierta en mis entrañas.
    Un rugido profundo, antiguo, como si una criatura dormida durante eras hubiera abierto un ojo dentro de mí.

    Mi piel arde.
    Mi sombra se estremece.
    El aire alrededor se vuelve pesado, eléctrico.

    Un vínculo.
    Un vínculo ancestral, nacido del abrazo de una madre a su hija.

    Y entonces la escucho.

    La voz.

    No es humana.
    No es sombra.
    No es luna.

    Es dragón.

    Un dragón guardián despertándose dentro de mí, uno que parece reconocerme como si me hubiera estado esperando desde antes de mi nacimiento.

    Jennifer me sostiene mientras tiemblo.

    —No tengas miedo —me susurra—. Arc está contigo.

    Ese nombre retumba en mis huesos.

    Arc.
    La sacerdotisa ancestral de Elune.
    La madre espiritual de Jennifer.
    La guía de los Elunai.

    —Esta vez no adoptó forma humana —continúa—. Tomó la forma de un dragón. Tu dragón.
    El que te ayudará a dominar tu sombra…
    El que te ayudará a dominarte a ti misma.

    Y entonces lo siento.

    Una presencia gigantesca, benigna y peligrosa a la vez.
    Un espíritu que se enrosca alrededor de mi alma.
    Sus alas me envuelven.
    Su fuego no quema: purifica.
    Y sus ojos… sus ojos ven a través de mí, hasta el lugar donde Akane se sacrificó, hasta el rincón donde mi sombra aún canta.

    No estoy sola.

    Ni completamente libre.

    Ni completamente perdida.

    Estoy en el punto exacto donde las sombras se inclinan ante un dragón.

    Y ese dragón… late dentro de mí.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 El despertar de mi nueva yo La luz… Qué cruel podía ser la luz después de tanto tiempo en el Jardín de Sombras. Parpadeo. Mis pupilas tiemblan, dilatadas, intentando recordar cómo se respira en un mundo que no es oscuro. Mi cuerpo… diferente. Más alto, más firme, más definido. Tres días fuera. Tres años dentro. Tres años caminando entre murmullos sin rostro, aprendiendo el idioma de las sombras, cantando con ellas, sobreviviendo a su hambre y a su cariño torcido. Aún siento en los labios el roce de Akane. Aquel beso… Ese instante robado mientras la sombra la tragaba. ¿Fue real? ¿Fue un sueño? Mi corazón no sabe la diferencia y quizá… eso ya no importa. Camino con mi flor de loto entre los dedos, la única constancia de mi noche eterna, hacia lo que un día llamé hogar. La esperanza aún me quema en la garganta, aunque sé que es tonta, ingenua, casi infantil. Oz no está esperándome. No está en la entrada. No está en ninguna parte. Y duele. Duele de una manera que no sabía que existía. Akane tampoco está. Mi Renge no me espera sonriendo. No está en la cocina riéndose de mis despistes. No me abraza por la espalda como siempre hacía cuando iba a decir algo importante. Estoy sola. O eso creía. Porque en cuanto cruzo el umbral, Jennifer y Ayane me envuelven. Jennifer llora. Ayane me mira como si hubiera regresado de entre los muertos. —Lili… mi niña… —susurra Jennifer, y algo en mí se quiebra. Ella me cuenta lo que pasó durante mi ausencia. Que tras el regreso de Oz, tuvo que buscar al Ejército del Caos para saber a quién seguían realmente. Que para su sorpresa… Oz nunca los reclamó. Yo no respondo. No hace falta. Mi pecho ya lo entiende: Oz me dejó a Jennifer. Para que yo pudiera vivir algo que él nunca supo darme: una madre. Lo entendí. Y lo odié. Su regreso sólo me trajo soledad. Si él no hubiera vuelto, Akane seguiría aquí. Si él no hubiera marchado, yo no habría caído tanto. Oz… Oz… Mi mente es un campo de emociones rotas. Pero entonces Jennifer me abraza. Y ocurre. Algo se despierta en mis entrañas. Un rugido profundo, antiguo, como si una criatura dormida durante eras hubiera abierto un ojo dentro de mí. Mi piel arde. Mi sombra se estremece. El aire alrededor se vuelve pesado, eléctrico. Un vínculo. Un vínculo ancestral, nacido del abrazo de una madre a su hija. Y entonces la escucho. La voz. No es humana. No es sombra. No es luna. Es dragón. Un dragón guardián despertándose dentro de mí, uno que parece reconocerme como si me hubiera estado esperando desde antes de mi nacimiento. Jennifer me sostiene mientras tiemblo. —No tengas miedo —me susurra—. Arc está contigo. Ese nombre retumba en mis huesos. Arc. La sacerdotisa ancestral de Elune. La madre espiritual de Jennifer. La guía de los Elunai. —Esta vez no adoptó forma humana —continúa—. Tomó la forma de un dragón. Tu dragón. El que te ayudará a dominar tu sombra… El que te ayudará a dominarte a ti misma. Y entonces lo siento. Una presencia gigantesca, benigna y peligrosa a la vez. Un espíritu que se enrosca alrededor de mi alma. Sus alas me envuelven. Su fuego no quema: purifica. Y sus ojos… sus ojos ven a través de mí, hasta el lugar donde Akane se sacrificó, hasta el rincón donde mi sombra aún canta. No estoy sola. Ni completamente libre. Ni completamente perdida. Estoy en el punto exacto donde las sombras se inclinan ante un dragón. Y ese dragón… late dentro de mí.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    El despertar de mi nueva yo

    La luz…
    Qué cruel podía ser la luz después de tanto tiempo en el Jardín de Sombras.

    Parpadeo.
    Mis pupilas tiemblan, dilatadas, intentando recordar cómo se respira en un mundo que no es oscuro.
    Mi cuerpo… diferente. Más alto, más firme, más definido.
    Tres días fuera.
    Tres años dentro.
    Tres años caminando entre murmullos sin rostro, aprendiendo el idioma de las sombras, cantando con ellas, sobreviviendo a su hambre y a su cariño torcido.

    Aún siento en los labios el roce de Akane.
    Aquel beso…
    Ese instante robado mientras la sombra la tragaba.
    ¿Fue real?
    ¿Fue un sueño?
    Mi corazón no sabe la diferencia y quizá… eso ya no importa.

    Camino con mi flor de loto entre los dedos, la única constancia de mi noche eterna, hacia lo que un día llamé hogar.
    La esperanza aún me quema en la garganta, aunque sé que es tonta, ingenua, casi infantil.

    Oz no está esperándome.
    No está en la entrada.
    No está en ninguna parte.

    Y duele.
    Duele de una manera que no sabía que existía.

    Akane tampoco está.
    Mi Renge no me espera sonriendo.
    No está en la cocina riéndose de mis despistes.
    No me abraza por la espalda como siempre hacía cuando iba a decir algo importante.

    Estoy sola.

    O eso creía.

    Porque en cuanto cruzo el umbral, Jennifer y Ayane me envuelven.
    Jennifer llora.
    Ayane me mira como si hubiera regresado de entre los muertos.

    —Lili… mi niña… —susurra Jennifer, y algo en mí se quiebra.

    Ella me cuenta lo que pasó durante mi ausencia.
    Que tras el regreso de Oz, tuvo que buscar al Ejército del Caos para saber a quién seguían realmente.
    Que para su sorpresa…
    Oz nunca los reclamó.

    Yo no respondo.
    No hace falta.
    Mi pecho ya lo entiende:

    Oz me dejó a Jennifer.
    Para que yo pudiera vivir algo que él nunca supo darme:
    una madre.

    Lo entendí.
    Y lo odié.

    Su regreso sólo me trajo soledad.
    Si él no hubiera vuelto, Akane seguiría aquí.
    Si él no hubiera marchado, yo no habría caído tanto.

    Oz…
    Oz…

    Mi mente es un campo de emociones rotas.

    Pero entonces Jennifer me abraza.
    Y ocurre.

    Algo se despierta en mis entrañas.
    Un rugido profundo, antiguo, como si una criatura dormida durante eras hubiera abierto un ojo dentro de mí.

    Mi piel arde.
    Mi sombra se estremece.
    El aire alrededor se vuelve pesado, eléctrico.

    Un vínculo.
    Un vínculo ancestral, nacido del abrazo de una madre a su hija.

    Y entonces la escucho.

    La voz.

    No es humana.
    No es sombra.
    No es luna.

    Es dragón.

    Un dragón guardián despertándose dentro de mí, uno que parece reconocerme como si me hubiera estado esperando desde antes de mi nacimiento.

    Jennifer me sostiene mientras tiemblo.

    —No tengas miedo —me susurra—. Arc está contigo.

    Ese nombre retumba en mis huesos.

    Arc.
    La sacerdotisa ancestral de Elune.
    La madre espiritual de Jennifer.
    La guía de los Elunai.

    —Esta vez no adoptó forma humana —continúa—. Tomó la forma de un dragón. Tu dragón.
    El que te ayudará a dominar tu sombra…
    El que te ayudará a dominarte a ti misma.

    Y entonces lo siento.

    Una presencia gigantesca, benigna y peligrosa a la vez.
    Un espíritu que se enrosca alrededor de mi alma.
    Sus alas me envuelven.
    Su fuego no quema: purifica.
    Y sus ojos… sus ojos ven a través de mí, hasta el lugar donde Akane se sacrificó, hasta el rincón donde mi sombra aún canta.

    No estoy sola.

    Ni completamente libre.

    Ni completamente perdida.

    Estoy en el punto exacto donde las sombras se inclinan ante un dragón.

    Y ese dragón… late dentro de mí.
    Me entristece
    Me encocora
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