• Noche Cerrada
    Fandom Free Rol
    Categoría Comedia
    Thomas aún no ha regresado a casa, reviso por enésima vez el horno.
    Hace casi un mes que estoy asistiendo a la consulta de la doctora Granger.
    Es la mujer más inteligente y fantástica con la que me he cruzado.
    En sus manos empiezo a sentirme segura.

    Al mirar la hora en mi móvil casi termina cayéndose de mis temblorosas manos.

    Mi mirada continúa pegada al aparato, me siento como si hubiera presenciado un fantasma.

    Thomas Williams
    Thomas aún no ha regresado a casa, reviso por enésima vez el horno. Hace casi un mes que estoy asistiendo a la consulta de la doctora Granger. Es la mujer más inteligente y fantástica con la que me he cruzado. En sus manos empiezo a sentirme segura. Al mirar la hora en mi móvil casi termina cayéndose de mis temblorosas manos. Mi mirada continúa pegada al aparato, me siento como si hubiera presenciado un fantasma. [SnowJ]
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  • “ 𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐢𝐫í𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬. ”






    Estaba realmente cansado, con un dolor de cabeza tan insoportable que provocaba ganas de golpearse contra una pared hasta que se le pase. Tenía ojeras ocasionadas por su desordenadas horas de sueño y un humor nada característico de él.

    Hace unos días andaba en "Tratamiento" tomaba cierta medicación con efectos secundarios que lo mataban físicamente. ¿Quién diría que escuchar voces solo una vez desencanaderia está mierda? Si lo hubiera sabido, mantendría la boca cerrada cuando el doctor le preguntó que es lo que escuchaba.


    Aunque tenía la opción de simplemente dejar de tomar la medicina, le había prometido a Kiev seguir todo lo que diría el doctor, era lo mínimo después de ocasionar un accidente en dónde casi se mueren.


    — Esto simplemente apesta. — Volvió a tomar una colada de su cigarro, libero el humo mientras miraba el techo de aquella habitación. Sus ojos ámbar vagaron hacia él psiquiatra, quien solo escribía las respuestas de las preguntas que le hacia al rubio. — ¿Ya me puedo ir?

    — Aún no, todavía falta media hora, recuerde que el señor Romalsko pidió que estuviera el tiempo que se le recomendó. — Dijo mientras terminaba de anotar unas cosas. — Ryan, se que esto debe ser muy pesado para tí, pero como ya le dije, los síntomas solo se presentarán la primera semana, después se calmaran. Pero hablemos, según con lo que me comentaste, puedo deducir que lo que tienes es un trauma guardado por mucho, la culpa te esta comiendo. Cuando viste a esa mujer, eh Yuki ¿No? siendo capturada, te trajo recuerdos por no haber ayudado a "esa" persona en el pasado. el casi mismo escenario y casi la misma situación, despertaron recuerdos y traumas que no habias tratado antes, las voces podría ser un síntoma de esquizofrenia pero para tu suerte no es eso. Sin embargo, la depresión es igual de fuerte así que espero que hayas estado haciendo lo que te recomendé.

    — Ejercicios, aromaterapia, hacer algo productivo, caminar, salir y estar bajo sol para decirle "Owww que lindo brillas, por favor, no me provoques cáncer a la piel" . — Habló sarcástico, miro al doctor quien lo observaba seriamente. Soltó un suspiro agotado, apagó su cigarro contra un platillo ubicado en una mesa alado de su sillón. — Yo ugh, lo siento, lamento ser grosero. Pero de verdad ya no puedo con esto, no sé en qué momento se torcieron tanto las cosas. — Cubrió su rostro con ambas manos, inhaló y exhalo profundamente para relajarse mientras se dejaba caer en el sillón. Él no quería actuar más así, quería volver a ser el de siempre, aunque su ultima salida era simplemente tomar aquellas pastillas que lo mataban. Definitivamente ahora entiende por que su mejor amigo siempre paraba de mal humor cuando tomaba aquella medicina por las alucinaciones.

    — Entiendo, mmm ¿Qué tal si hablamos de tu infancia? Cuéntame, ¿Hay una linda experiencia que tengas? — Notaba como el rubio se relajaba un poco más. — ¿Alguna mascota? ¿Amigos o primer amor? O con tu cuidadora Camile.


    Ryan miro al hombre unos segundos, antes de ponerse a pensar. — Mmm no sé me ocurre alguna buena experiencia. Pero no es mala idea hablar de eso. — Mencionó con una sonrisa y una expresión relajada. Él psiquiatra se puso más contento al ver que estaba abierto hablar sobre su infancia.

    — Bueno Alessandro, solo es cuestión de pensarlo.

    — Ah... ¿En serio?. Pero usted ya parece conocerme mejor.

    — ¿De que habl - Se quedó congelado, había cometido un error.


    Ryan mantuvo su sonrisa, miro al hombre a los ojos, al parecer ya se había dado cuenta. — Sabe, es muy curioso, no recuerdo haberle dicho mi verdadero nombre en estas sesiones, nunca se lo eh dicho a nadie. Es más, no recuerdo tampoco decirle que mi cuidadora se llamaba Camile. — Se levantó del sillón, dió unos pasos acercándose mientras sacaba un arma escondido en su bolsillo trasero, apunto en su cabeza y la obligó a mirarlo con una mano. — Dígame, ¿Desde cuándo trabaja para mí padre? Y no trate de hacerse el tonto, hablo de Fabrizio, Fabrizio Conti.


    Tal vez está sería su última sesión con aquel psiquiatra, pero bueno, al menos tenía a ese oso de peluche. Él lo escuchaba, y gratis.
    “ 𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐢𝐫í𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬. ” Estaba realmente cansado, con un dolor de cabeza tan insoportable que provocaba ganas de golpearse contra una pared hasta que se le pase. Tenía ojeras ocasionadas por su desordenadas horas de sueño y un humor nada característico de él. Hace unos días andaba en "Tratamiento" tomaba cierta medicación con efectos secundarios que lo mataban físicamente. ¿Quién diría que escuchar voces solo una vez desencanaderia está mierda? Si lo hubiera sabido, mantendría la boca cerrada cuando el doctor le preguntó que es lo que escuchaba. Aunque tenía la opción de simplemente dejar de tomar la medicina, le había prometido a Kiev seguir todo lo que diría el doctor, era lo mínimo después de ocasionar un accidente en dónde casi se mueren. — Esto simplemente apesta. — Volvió a tomar una colada de su cigarro, libero el humo mientras miraba el techo de aquella habitación. Sus ojos ámbar vagaron hacia él psiquiatra, quien solo escribía las respuestas de las preguntas que le hacia al rubio. — ¿Ya me puedo ir? — Aún no, todavía falta media hora, recuerde que el señor Romalsko pidió que estuviera el tiempo que se le recomendó. — Dijo mientras terminaba de anotar unas cosas. — Ryan, se que esto debe ser muy pesado para tí, pero como ya le dije, los síntomas solo se presentarán la primera semana, después se calmaran. Pero hablemos, según con lo que me comentaste, puedo deducir que lo que tienes es un trauma guardado por mucho, la culpa te esta comiendo. Cuando viste a esa mujer, eh Yuki ¿No? siendo capturada, te trajo recuerdos por no haber ayudado a "esa" persona en el pasado. el casi mismo escenario y casi la misma situación, despertaron recuerdos y traumas que no habias tratado antes, las voces podría ser un síntoma de esquizofrenia pero para tu suerte no es eso. Sin embargo, la depresión es igual de fuerte así que espero que hayas estado haciendo lo que te recomendé. — Ejercicios, aromaterapia, hacer algo productivo, caminar, salir y estar bajo sol para decirle "Owww que lindo brillas, por favor, no me provoques cáncer a la piel" . — Habló sarcástico, miro al doctor quien lo observaba seriamente. Soltó un suspiro agotado, apagó su cigarro contra un platillo ubicado en una mesa alado de su sillón. — Yo ugh, lo siento, lamento ser grosero. Pero de verdad ya no puedo con esto, no sé en qué momento se torcieron tanto las cosas. — Cubrió su rostro con ambas manos, inhaló y exhalo profundamente para relajarse mientras se dejaba caer en el sillón. Él no quería actuar más así, quería volver a ser el de siempre, aunque su ultima salida era simplemente tomar aquellas pastillas que lo mataban. Definitivamente ahora entiende por que su mejor amigo siempre paraba de mal humor cuando tomaba aquella medicina por las alucinaciones. — Entiendo, mmm ¿Qué tal si hablamos de tu infancia? Cuéntame, ¿Hay una linda experiencia que tengas? — Notaba como el rubio se relajaba un poco más. — ¿Alguna mascota? ¿Amigos o primer amor? O con tu cuidadora Camile. Ryan miro al hombre unos segundos, antes de ponerse a pensar. — Mmm no sé me ocurre alguna buena experiencia. Pero no es mala idea hablar de eso. — Mencionó con una sonrisa y una expresión relajada. Él psiquiatra se puso más contento al ver que estaba abierto hablar sobre su infancia. — Bueno Alessandro, solo es cuestión de pensarlo. — Ah... ¿En serio?. Pero usted ya parece conocerme mejor. — ¿De que habl - Se quedó congelado, había cometido un error. Ryan mantuvo su sonrisa, miro al hombre a los ojos, al parecer ya se había dado cuenta. — Sabe, es muy curioso, no recuerdo haberle dicho mi verdadero nombre en estas sesiones, nunca se lo eh dicho a nadie. Es más, no recuerdo tampoco decirle que mi cuidadora se llamaba Camile. — Se levantó del sillón, dió unos pasos acercándose mientras sacaba un arma escondido en su bolsillo trasero, apunto en su cabeza y la obligó a mirarlo con una mano. — Dígame, ¿Desde cuándo trabaja para mí padre? Y no trate de hacerse el tonto, hablo de Fabrizio, Fabrizio Conti. Tal vez está sería su última sesión con aquel psiquiatra, pero bueno, al menos tenía a ese oso de peluche. Él lo escuchaba, y gratis.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ࣪⚝‧₊˚♡ @𝐀𝐁𝐈𝐒𝐌𝐎ˢⁱᵐʸᵉ0ⁿ;

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    ㅤㅤㅤㅤ➥⵿꒷꒦ᤱ᪼␥᩠ᤱ Desde que se dio a la fuga, Abismo decidió tomar la decisión de aislarse y borrarse por completo, inclusive había tomado la medida de no regresar ni siquiera a su antiguo hogar para que nadie pudiera contactarlo; Había dado las firmes indicaciones a sus empleados que, en parte, se quedarían en la mansión para cuidarla, mantenerla y vigilarla, por otra parte, otro número pequeño de personal se encargó de estar con él y acompañarlo en este transcurso tan delicado.

    El omega se había refugiado en una casa de campo a las afueras de la ciudad que mas que casa, por supuesto se trataba de otra mansión, allí contaba con ganado y huerta de la cual sacaba provecho para cultivar sus alimentos, a su vez contaba con un bosque en el que aprovechaba también a recolectar lo que faltaba y muchos metros mas alejados contaban con otras viviendas de campesinos que dedicaban su vida al cultivo y la ganadería y que, incluso en ocasiones cuando este venia de visita le regalaban bastantes alimentos.

    Había contratado servicio de obra para poder remodelar la casa, específicamente una habitación la cual tenia que estar equipada para recibir a la bebé que estaba a semanas o incluso días de nacer, se sabia que en cualquier momento el omega daría a luz, por eso mismo luego decidieron equipar otra habitación más que contara como sala médica equipando todo debidamente, inclusive habían doctores que también estaban viviendo con el resto del personal, cada uno con sus respectivas habitaciones, y un dato importante, era que todo empleado era beta.

    Debido a su embarazo delicado como omega recesivo y su delicada situación física, llevó consigo una prenda bañada de feromonas para poder mantenerse en calma y aliviar los dolores del embarazo cada vez que olfateara, armando un pequeño nido en la habitación para descansar debidamente el resto del tiempo que quedaba.

    Sin duda el arreglo de las habitaciones habían sido magnificas y rápidamente lo equiparon con todo lo necesario, Abismo incluso compro ropa y chupetes nuevos y por supuesto, como un amante de los peluches iba a consentir a su bebé con muchos peluchitos lindos y suavecitos.

    —Pronto estarás en mis brazos, Aome.—

    Susurró mientras con ambas manos acariciaba suavemente su pancita crecida recibiendo como respuesta una suave patada de la pequeña.
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  • >> ᒐᥱ ᙃᥱɾᥒɩᥱɾ ᘎoყᥲɠᥱ. <<
    Fandom Original Characters
    Categoría Drama
    Rol con 𝐎deliah 𝐃uskveil

    No tenía tiempo de estar convaleciente en cama y relamiendose las heridas, sabía que un gran peligro se acercaba al confirmar el regreso de uno de sus enemigos más mortales: el Doctor Dee, quien justamente había mandado a su asesino a terminar la vida del Conde, algo que simplemente terminó en una aparente victoria para ellos, pues se las había ingeniado para fingir su muerte y escapar gracias al cause del río Sena.

    Tras saber de su maestro, Nicolás Flamel, que tardaría un poco en regenerar su brazo con la fórmula de la piedra filosofal, decidió tomar ese tiempo para movilizarse y buscar maneras distintas de ejercer su magia, pues... hasta ahora, dependía de sus dos brazos para poder ejecutarla. Fue así que emprendió el viaje.

    ¿Su destino? Hacia los Cárpatos, ya conocía la zona tras algún tiempo en los 1600 haber escapado a la zona por los conflictos con Inglaterra, además, había escuchado de cierto reino que aún mantenía ciertas conexiones con la magia antigua, una muy similar a la que él y su maestro manejaban. Quería aprender un poco de ello.
    Rol con [Odel1ah] No tenía tiempo de estar convaleciente en cama y relamiendose las heridas, sabía que un gran peligro se acercaba al confirmar el regreso de uno de sus enemigos más mortales: el Doctor Dee, quien justamente había mandado a su asesino a terminar la vida del Conde, algo que simplemente terminó en una aparente victoria para ellos, pues se las había ingeniado para fingir su muerte y escapar gracias al cause del río Sena. Tras saber de su maestro, Nicolás Flamel, que tardaría un poco en regenerar su brazo con la fórmula de la piedra filosofal, decidió tomar ese tiempo para movilizarse y buscar maneras distintas de ejercer su magia, pues... hasta ahora, dependía de sus dos brazos para poder ejecutarla. Fue así que emprendió el viaje. ¿Su destino? Hacia los Cárpatos, ya conocía la zona tras algún tiempo en los 1600 haber escapado a la zona por los conflictos con Inglaterra, además, había escuchado de cierto reino que aún mantenía ciertas conexiones con la magia antigua, una muy similar a la que él y su maestro manejaban. Quería aprender un poco de ello.
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  • ¿Como se supone que haga ahora? ¿Como se movera si tendrá que mantenerse acostada? Sobre todo para ir a hacer sus necesidades, de alguna forma necesitaba hacerlo, observó las muletas que estaba apoyada a su costado, recostado en la pared. El doctor habría dicho que con eso le ayudará a moverse cuando requiera salir para algún sitio.

    Ya estaba cansada de estar en cama, quería ir a divertirse, aunque dudaba mucho que podría hacer algo teniendo en cuenta de su pierna en recuperación. Tampoco lo pensó, así que decidió tomar las muletas con ambos brazos, ¿Sabe usar muletas? No, no pero puede intentar, solto un suave suspiro, antes de incorporarse con la ayuda de sus muletas. Sonrió pensado que por fin podría levantarse de aquella cama, soltando una carcajada. Pero lo que nunca que pensó es que su cuerpo se inclinaba hacia adelante, sus ojos se abrieron completo por el susto, su corazón latía rápidamente— ¿Eh? ¡Oooh, Oooh, Oooh, aaaah! — Cae el suelo haciendo que también hacen que las muletas caigan a sus costados, ambas muletas causaron un sonido al impactar contra el piso.

    Soltó un suspiro, genial. No sabe cómo usar las muletas. ¿Se quedará en el piso tirada? Sí, no puede fincar su pie vendada, menos hacer un esfuerzo y tratar de volver a ir a la cama por su cuenta.

    ¿Como se supone que haga ahora? ¿Como se movera si tendrá que mantenerse acostada? Sobre todo para ir a hacer sus necesidades, de alguna forma necesitaba hacerlo, observó las muletas que estaba apoyada a su costado, recostado en la pared. El doctor habría dicho que con eso le ayudará a moverse cuando requiera salir para algún sitio. Ya estaba cansada de estar en cama, quería ir a divertirse, aunque dudaba mucho que podría hacer algo teniendo en cuenta de su pierna en recuperación. Tampoco lo pensó, así que decidió tomar las muletas con ambos brazos, ¿Sabe usar muletas? No, no pero puede intentar, solto un suave suspiro, antes de incorporarse con la ayuda de sus muletas. Sonrió pensado que por fin podría levantarse de aquella cama, soltando una carcajada. Pero lo que nunca que pensó es que su cuerpo se inclinaba hacia adelante, sus ojos se abrieron completo por el susto, su corazón latía rápidamente— ¿Eh? ¡Oooh, Oooh, Oooh, aaaah! — Cae el suelo haciendo que también hacen que las muletas caigan a sus costados, ambas muletas causaron un sonido al impactar contra el piso. Soltó un suspiro, genial. No sabe cómo usar las muletas. ¿Se quedará en el piso tirada? Sí, no puede fincar su pie vendada, menos hacer un esfuerzo y tratar de volver a ir a la cama por su cuenta.
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  • — Quién es el siguiente paciente que requiere amputación?— Con un diploma sacado de internet. Hoy chambea como doctor.
    — Quién es el siguiente paciente que requiere amputación?— Con un diploma sacado de internet. Hoy chambea como doctor.
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  • El Inicio — | Flashback |
    Fandom Original Character
    Categoría Ciencia ficción
    Ayla Klein

    ┉┅━━━┅┉

    Lo recuerdo de manera vívida. Ese momento en que las noticias en la tele, en cada comunicador, en cada holograma, anunció con desesperación la desestabilización del mundo. Justo antes de quedar completamente incomunicados, a ciegas.

    Mi hermano y yo siempre pensamos que algún día iba a ocurrir, una invasión. Pero nunca creímos que sería tan aterrador. Éramos niños, por supuesto que no íbamos a imaginar nada malo. Estuvimos muy equivocados.

    Una inmensa nave se hizo presente, de la nada, sobre el cielo. Era tan grande que oscureció todo, el sol desapareció. Y desde ahí cayeron criaturas, los extraterrestres, los demonios.

    Gritos, explosiones, gruñidos, y mucho más se escuchó afuera mientras que mi familia se resguardó dentro de casa. De nada sirvió, cabe decir, y aunque mi hermano y yo logramos sobrevivir porque nos ocultamos en el sótano a tiempo, no ocurrió lo mismo con nuestros padres.

    Estuvimos encerrados ahí abajo por mucho tiempo. Estábamos aterrados de salir y que una de esas cosas nos viera. Solo lo hicimos cuando el hambre era tal que podríamos comernos nuestra propia carne.

    Todo estaba destruido, ya ni siquiera había un solo sonido. La nave desapareció también, pero el ambiente era ta oscuro y lúgubre como cuando la vimos en el cielo.

    El panorama de toda la sangre, los cuerpos, las vísceras por doquier, era una vista que ningún niño debería presenciar nunca. Recuerdo que mis padres tenían sus rostros petrificados en expresiones de puro de terror, con los ojos casi desorbitados y sus bocas más abiertas de lo que los músculos faciales permitían.

    ┉┅━━━┅┉

    Un día llegó una nave, no sé cómo, pero nos encontraron. Militares que nos hicieron ir con ellos, dijeron que íbamos a estar a salvo y en buenas manos. Era la primera vez después de muchas semanas que veíamos a adultos con vida. Los seguimos sin pensarlo demasiado.

    De esa manera llegamos al Domo. Una cúpula gigante que camuflaba la pequeña ciudad que había dentro para evitar que los demonios encontraran a los sobrevivientes. Una invención de Darien Asker, quien dio todo para que los que quedamos estuviéramos protegidos.

    Llegamos a los laboratorios donde el mismísimo Asker nos dio la bienvenida y, con una sonrisa que parecía mostrar que nunca hubo ningún apocalipsis, nos guío hasta un gran comedor donde vimos otros niños. Todos huérfanos.

    Nos dieron comida, nos ofrecieron duchas calientes y ropa cómoda. Allí mismo nos quedamos y, luego de unos días, Asker finalmente hizo un anuncio en la hora del almuerzo.

    —Buen provecho, niños. Interrumpo un momento su comida para darles una pequeña noticia... Me complace hacerles saber que formarán parte de un proyecto. Ustedes serán el futuro de la humanidad, nos ayudarán a salir adelante, ¿qué me dicen? —éramos ilusos en ese entonces, creyendo que seríamos como superhéroes. Muchos aceptamos de inmediato sin saber que, para ser el futuro, deberíamos someternos a pruebas muy dolorosas.

    Ahí mismo ví, entre varios de los demás niños, a una en particular que se mantuvo en silencio y con una mirada de desconfianza. A juzgar por su expresión no le gustó para nada esa idea, algo que no comprendí al principio.

    ┉┅━━━┅┉

    Las pruebas comenzaron ese mismo día, primero con inyecciones que, según los doctores, "nos harían más fuertes".

    A mí nunca me gustaron las agujas, así que fue una pelea para que pudieran sentarme.

    —Ale, no seas llorón. —escuché a Elijah, mi hermano, hablar con una sonrisa. Él se lo pasaba en grande.

    Estaba a punto de responderle cuando, de nuevo, vi a la niña, también siendo forzada para que pudieran darle la inyección, pero ella... ella era más salvaje y parecía que jamás iba a dar su brazo a torcer.
    [aylaklein19] ┉┅━━━┅┉ Lo recuerdo de manera vívida. Ese momento en que las noticias en la tele, en cada comunicador, en cada holograma, anunció con desesperación la desestabilización del mundo. Justo antes de quedar completamente incomunicados, a ciegas. Mi hermano y yo siempre pensamos que algún día iba a ocurrir, una invasión. Pero nunca creímos que sería tan aterrador. Éramos niños, por supuesto que no íbamos a imaginar nada malo. Estuvimos muy equivocados. Una inmensa nave se hizo presente, de la nada, sobre el cielo. Era tan grande que oscureció todo, el sol desapareció. Y desde ahí cayeron criaturas, los extraterrestres, los demonios. Gritos, explosiones, gruñidos, y mucho más se escuchó afuera mientras que mi familia se resguardó dentro de casa. De nada sirvió, cabe decir, y aunque mi hermano y yo logramos sobrevivir porque nos ocultamos en el sótano a tiempo, no ocurrió lo mismo con nuestros padres. Estuvimos encerrados ahí abajo por mucho tiempo. Estábamos aterrados de salir y que una de esas cosas nos viera. Solo lo hicimos cuando el hambre era tal que podríamos comernos nuestra propia carne. Todo estaba destruido, ya ni siquiera había un solo sonido. La nave desapareció también, pero el ambiente era ta oscuro y lúgubre como cuando la vimos en el cielo. El panorama de toda la sangre, los cuerpos, las vísceras por doquier, era una vista que ningún niño debería presenciar nunca. Recuerdo que mis padres tenían sus rostros petrificados en expresiones de puro de terror, con los ojos casi desorbitados y sus bocas más abiertas de lo que los músculos faciales permitían. ┉┅━━━┅┉ Un día llegó una nave, no sé cómo, pero nos encontraron. Militares que nos hicieron ir con ellos, dijeron que íbamos a estar a salvo y en buenas manos. Era la primera vez después de muchas semanas que veíamos a adultos con vida. Los seguimos sin pensarlo demasiado. De esa manera llegamos al Domo. Una cúpula gigante que camuflaba la pequeña ciudad que había dentro para evitar que los demonios encontraran a los sobrevivientes. Una invención de Darien Asker, quien dio todo para que los que quedamos estuviéramos protegidos. Llegamos a los laboratorios donde el mismísimo Asker nos dio la bienvenida y, con una sonrisa que parecía mostrar que nunca hubo ningún apocalipsis, nos guío hasta un gran comedor donde vimos otros niños. Todos huérfanos. Nos dieron comida, nos ofrecieron duchas calientes y ropa cómoda. Allí mismo nos quedamos y, luego de unos días, Asker finalmente hizo un anuncio en la hora del almuerzo. —Buen provecho, niños. Interrumpo un momento su comida para darles una pequeña noticia... Me complace hacerles saber que formarán parte de un proyecto. Ustedes serán el futuro de la humanidad, nos ayudarán a salir adelante, ¿qué me dicen? —éramos ilusos en ese entonces, creyendo que seríamos como superhéroes. Muchos aceptamos de inmediato sin saber que, para ser el futuro, deberíamos someternos a pruebas muy dolorosas. Ahí mismo ví, entre varios de los demás niños, a una en particular que se mantuvo en silencio y con una mirada de desconfianza. A juzgar por su expresión no le gustó para nada esa idea, algo que no comprendí al principio. ┉┅━━━┅┉ Las pruebas comenzaron ese mismo día, primero con inyecciones que, según los doctores, "nos harían más fuertes". A mí nunca me gustaron las agujas, así que fue una pelea para que pudieran sentarme. —Ale, no seas llorón. —escuché a Elijah, mi hermano, hablar con una sonrisa. Él se lo pasaba en grande. Estaba a punto de responderle cuando, de nuevo, vi a la niña, también siendo forzada para que pudieran darle la inyección, pero ella... ella era más salvaje y parecía que jamás iba a dar su brazo a torcer.
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  • — soy el mejor doctor del mundo
    — soy el mejor doctor del mundo
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  • Inesperado fue el momento en que su amigo y discípulo, el Conde de Saint Germain y una amiga de él, llegaron a su casa mostrando el lamentable estado del ataque de aquel sujeto que parecía estar aliado a su némesis: el Doctor John Dee. Tras una exhaustiva plática sobre los incidentes que los inmortales tuvieron, pudieron concluir que había un agente en las sombras que era el responsable del regreso del Nigromante de Mortlake. Permitió al Conde y a su amiga descansar en su casa, mientras tanto aquél se encargaría de contactar a otros seres inmortales, pero desgraciadamente, muchos de ellos no mantenían el contacto los unos con los otros. Querían vivir aislados o seguir aquella nueva época sin recordar los viejos tiempos.

    Había contactado a Doris (La bruja de Endor) en una llamada por cobrar hacia Ohai, para ver si había alguien quien ella pudiese contactar.

    [Inicia conversación telefónica.]

    D : ¿Hallo?
    N : ¡Hallo, Doris! soy yo, Nick.
    N : ¡Ah, el encantador Nicolás! ¡Qué sorpresa que llamas, ha pasado tiempo! ¿Qué se te ofrece?
    N : Desgraciadamente... la necesidad, disculpa si te molesto con esto nuevamente.
    D : ¿Nuevamente? Quieres decir que hay peligro una vez más.
    N : Efectivamente, ya he recibido la advertencia de uno de sus aliados, al igual que Francis.
    D : ¿Francis? ¡Ah! ¿Sigue vivo? La última vez que lo vi fue cuando vino a mi cabaña en el bosque, hace un par de años, se veía terrible... la pérdida de su esposa lo mantiene un tanto desquiciado.
    N : Lo sé, todos lamentamos su pérdida, pero él no se ha cansado de investigar. Y justamente él fue atacado también, no salió muy bien que digamos.
    D : Entiendo, y dime ¿Cómo puedo ayudarte?
    N : De la misma forma que la última vez, sin embargo, pienso viajar a través de las Puertas Telúricas, con más prontitud.
    D : Serás fácilmente detectable, Nicolás. ¿Por qué no consultaste a Sophie para esto? Ella tiene mis memorias y está más cerca de ti.
    N : Ya no quiero involucrarla en esto, suficiente dolor carga ella por haber perdido a su hermano. Yo aún cargo con ese peso aún cuando todo a terminado.
    D : Está bien, escucha con atención. Hay algunas personas que pueden ayudarte. Una se encuentra cerca de mi casa y otra está en las profundidades de los bosques de Gales. Tendrás que ingeniartelas para poder convencerla, ella es casi tan longeva como yo. Te activaré la línea telúrica hacia donde tú me digas, pero ésta será la última vez que llamas para algo así, no me gustan estas llamadas de favores sin intenciones de visitar.
    N : Hahaha... está bien, agradezco tu apoyo querida Doris.
    D : Puedo preguntar ¿Qué clase de peligro es al que te enfrentas, querido?
    N : John Dee ha sido resucitado.
    D : Entiendo. . . ¿Tienes alguna prueba?
    N : Alguien quien decía conocerlo y haberse enfrentado a él me lo dijo. . .
    D : ¿Alguien? ¿Quien?
    N : No estoy seguro, pero no es humano aunque lo parece. Tengo que irme, debo moverme antes de que puedan detectarme.
    D : Abriré las líneas telúricas para ti, después me hablarás con más calma de esto.
    N : Gracias Doris, muchas gracias.

    [Fin de la llamada]

    Tras aquella llamada, Nicolás se hallaba en su habitación preparándose para irse y alistarse para afrontar el nevo peligro. Hacer una visita a aquellas personas para convencerlas sería una tarea complicada, debido a que muchos no querían abandonar la comodidad de sus vidas. Se acercó al espejo y gracias a la magia de Doris fue que el cristal comenzó a relucir en un cegador destello que anunciaba que el portal estaba listo para usarse.

    Cruzó el portal el cual estaba listo para dirigirse a ello, la salida lo llevaría hasta un círculo celta, de los pocos que aún permanecían de pie.

    Natalie Rushman
    Inesperado fue el momento en que su amigo y discípulo, el Conde de Saint Germain y una amiga de él, llegaron a su casa mostrando el lamentable estado del ataque de aquel sujeto que parecía estar aliado a su némesis: el Doctor John Dee. Tras una exhaustiva plática sobre los incidentes que los inmortales tuvieron, pudieron concluir que había un agente en las sombras que era el responsable del regreso del Nigromante de Mortlake. Permitió al Conde y a su amiga descansar en su casa, mientras tanto aquél se encargaría de contactar a otros seres inmortales, pero desgraciadamente, muchos de ellos no mantenían el contacto los unos con los otros. Querían vivir aislados o seguir aquella nueva época sin recordar los viejos tiempos. Había contactado a Doris (La bruja de Endor) en una llamada por cobrar hacia Ohai, para ver si había alguien quien ella pudiese contactar. [Inicia conversación telefónica.] D 📲 : ¿Hallo? N 📲 : ¡Hallo, Doris! soy yo, Nick. N 📲 : ¡Ah, el encantador Nicolás! ¡Qué sorpresa que llamas, ha pasado tiempo! ¿Qué se te ofrece? N 📲 : Desgraciadamente... la necesidad, disculpa si te molesto con esto nuevamente. D 📲 : ¿Nuevamente? Quieres decir que hay peligro una vez más. N 📲 : Efectivamente, ya he recibido la advertencia de uno de sus aliados, al igual que Francis. D 📲 : ¿Francis? ¡Ah! ¿Sigue vivo? La última vez que lo vi fue cuando vino a mi cabaña en el bosque, hace un par de años, se veía terrible... la pérdida de su esposa lo mantiene un tanto desquiciado. N 📲 : Lo sé, todos lamentamos su pérdida, pero él no se ha cansado de investigar. Y justamente él fue atacado también, no salió muy bien que digamos. D 📲 : Entiendo, y dime ¿Cómo puedo ayudarte? N 📲 : De la misma forma que la última vez, sin embargo, pienso viajar a través de las Puertas Telúricas, con más prontitud. D 📲 : Serás fácilmente detectable, Nicolás. ¿Por qué no consultaste a Sophie para esto? Ella tiene mis memorias y está más cerca de ti. N 📲 : Ya no quiero involucrarla en esto, suficiente dolor carga ella por haber perdido a su hermano. Yo aún cargo con ese peso aún cuando todo a terminado. D 📲 : Está bien, escucha con atención. Hay algunas personas que pueden ayudarte. Una se encuentra cerca de mi casa y otra está en las profundidades de los bosques de Gales. Tendrás que ingeniartelas para poder convencerla, ella es casi tan longeva como yo. Te activaré la línea telúrica hacia donde tú me digas, pero ésta será la última vez que llamas para algo así, no me gustan estas llamadas de favores sin intenciones de visitar. N 📲 : Hahaha... está bien, agradezco tu apoyo querida Doris. D 📲 : Puedo preguntar ¿Qué clase de peligro es al que te enfrentas, querido? N 📲 : John Dee ha sido resucitado. D 📲 : Entiendo. . . ¿Tienes alguna prueba? N 📲 : Alguien quien decía conocerlo y haberse enfrentado a él me lo dijo. . . D 📲 : ¿Alguien? ¿Quien? N 📲 : No estoy seguro, pero no es humano aunque lo parece. Tengo que irme, debo moverme antes de que puedan detectarme. D 📲 : Abriré las líneas telúricas para ti, después me hablarás con más calma de esto. N 📲 : Gracias Doris, muchas gracias. [Fin de la llamada] Tras aquella llamada, Nicolás se hallaba en su habitación preparándose para irse y alistarse para afrontar el nevo peligro. Hacer una visita a aquellas personas para convencerlas sería una tarea complicada, debido a que muchos no querían abandonar la comodidad de sus vidas. Se acercó al espejo y gracias a la magia de Doris fue que el cristal comenzó a relucir en un cegador destello que anunciaba que el portal estaba listo para usarse. Cruzó el portal el cual estaba listo para dirigirse a ello, la salida lo llevaría hasta un círculo celta, de los pocos que aún permanecían de pie. [illusion_magenta_spider_197]
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    ⏍ Aᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇs: Monorrol

    ────── 𓉳 ──────

    ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐... —su voz era un susurro que flotaba en la habitación, cargado de una mezcla de desesperación y ternura—. Dicen que te estás rindiendo, pero yo no lo creo... No quiero creerlo. —Su mano temblorosa se aferraba a la de él, fría y sin respuesta, pero aún llena de un calor invisible que ella se negaba a dejar ir—. Por favor, lucha… —sus ojos comenzaron a nublarse, pero ella parpadeó rápidamente, negándose a dejar caer las lágrimas. No quería sentirse débil, necesitaba ser fuerte—. Sé que quieres luchar, lo sé. No me obligues a decidir dejarte ir... aún te queda tanto por vivir... vivir como un humano… por favor, no te vayas a un lugar donde no pueda seguirte…

    ㅤ El silencio en la habitación del hospital era abrumador, roto solo por el suave pitido del monitor cardíaco que marcaba el pulso lento y constante de Choso, como un reloj que agonizaba en la cuenta regresiva hacia un final inevitable.

    ㅤ El aire estaba impregnado de ese olor aséptico característico, una mezcla de desinfectante y medicamentos, que apenas lograba ocultar la sensación de desesperanza que impregnaba cada rincón.

    ㅤ 𝑼𝒏𝒂 𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔...

    ㅤ El pasillo del hospital era un túnel sin fin, sus paredes blancas y frías parecían acercarse cada vez más, ahogándola con cada paso.

    ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 avanzaba con la cabeza baja, como si el peso de la conversación que acababa de tener la arrastrara hacia el suelo. Recordaba cada palabra del hechicero médico, cada una de ellas como una puñalada lenta y precisa.

    ㅤ —Lamento decirle que, por nuestra parte, está todo hecho, señorita Tsukumo. —La voz del médico había sido profesional, carente de emoción, pero no carente de empatía—. Los daños que sufrió Choso tras el ataque de Sukuna fueron de tal magnitud que su cuerpo es incapaz de recuperarse completamente. Durante todo el tiempo que lleva hospitalizado, podemos decir que su evolución se ha estancado. Eso significa que tan solo estamos prolongando su vida de una forma casi artificial y… quizá debería plantearse que lo mejor para él sería dejarle descansar en paz.

    ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 no había dicho nada en ese momento, simplemente asintió. Su garganta estaba cerrada por un nudo de angustia imposible de deshacer, y dentro de ella algo se rompía, se fragmentaba en mil pedazos irreparables.

    ㅤ —No tiene que tomar una decisión hoy, ni mañana… tómese el tiempo que necesite antes de tomar una decisión —añadió el doctor con formalidad—. Lamento no tener mejores noticias, señorita Tsukumo. Espero que tenga un buen día a pesar de las circunstancias.

    ㅤ «Buen día...»

    ㅤ Aquellas palabras resonaban en su cabeza con un tono hueco, casi absurdo en su banalidad. ¿Cómo podía alguien tener un buen día después de escuchar algo así? ¿Cómo podía siquiera pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Choso, pálido y quieto, casi irreconocible, consumido por el dolor y el sufrimiento?

    ㅤ «Y en aquel momento sentí cómo todo se rompía dentro de mí. Mi alma, mí corazón, mi esperanza...»

    ㅤ Cada una de esas cosas que la mantenían en pie, que la empujaban hacia adelante, parecían ahora frágiles, como si una ráfaga de viento pudiera desvanecerlas para siempre.

    ㅤ Después de sobrevivir al ataque de Kenjaku, 𝒀𝒖𝒌𝒊 había pasado una larga temporada en el hospital. Había luchado, día tras día, para recuperarse, a pesar de que su cuerpo y su mente estaban al borde de la rendición. Pero entonces recibió la noticia: 𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒗𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐...

    ㅤ Herido de una forma que parecía imposible de sanar, sí, pero aún había vida en él.

    ㅤ La noticia fue un golpe para 𝒀𝒖𝒌𝒊 pero, al mismo tiempo, una fuente de fuerza inagotable.

    ㅤ No estaba dispuesta a quedarse postrada en una cama mientras él la necesitaba.

    ㅤ Contra todo pronóstico, contra las órdenes de los médicos, 𝒀𝒖𝒌𝒊 se levantó y salió del hospital antes de lo previsto. Choso la necesitaba, y eso era lo único que a ella le importaba.

    ㅤ Cuando llegó a su habitación, su corazón se detuvo por un momento. Lo encontró postrado en la cama, su cuerpo inerte y sin vida aparente. Parecía que dormía, pero el sueño en el que estaba sumido no era natural, no era uno del que pudiera despertar por su cuenta. Era un coma profundo, un abismo oscuro del cual no había garantías de retorno.

    ㅤ Su cuerpo estaba cubierto de heridas graves, algunas aún vendadas, otras visibles. Marcas crudas de una batalla que no había terminado para él. Pero mientras su corazón latiera, aunque fuera con la ayuda de máquinas, la esperanza de 𝒀𝒖𝒌𝒊 latiría con él.

    ㅤ Los días pasaban, cada uno más largo que el anterior. Las sombras se alargaban en la habitación, y ella permanecía a su lado, día y noche, esperando y rogando por lo que ya solo parecía un milagro.

    ㅤ Yuji y ella eran todo lo que le quedaba a Choso, y Yuji estaba demasiado ocupado enfrentándose a Sukuna.

    ㅤ Eso dejaba a 𝒀𝒖𝒌𝒊 sola, luchando no solo contra la desesperanza que crecía en su pecho, sino también contra el miedo paralizante de que quizás, tal vez, Choso no volviera a ver la luz de un nuevo día.

    ㅤ Aquella mañana, la noticia que más temía vino de la mano de ese mismo doctor. 𝒀𝒖𝒌𝒊 lo supo en el instante en que vio la expresión en su rostro, una mezcla de compasión y resignación, que hizo que el mundo se detuviera a su alrededor.

    ㅤ Sus palabras, aunque amables, eran un golpe implacable.

    ㅤ «—Quizás debería considerar… dejarlo descansar...»

    ㅤ ¿𝑸ué debería de hacer? La pregunta giraba en su mente como una tormenta, cada posible respuesta más dolorosa que la anterior. ¿𝑬ra egoísta por querer obligar a Choso a luchar un poco más? —se preguntaba—. ¿𝑶 era noble por no rendirse ni dejar que él se rindiera?

    ㅤ Ahora, mientras miraba el rostro pálido de Choso, la respuesta no era más clara que antes. Solo sabía que no estaba lista para decirle adiós para siempre.

    ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐… —repitió con su voz en apenas un susurro—, por favor… lucha un poco más...

    ㅤ Las lágrimas, finalmente, rompieron el dique y comenzaron a correr libremente por sus mejillas. El dolor en su pecho era insoportable, como si su corazón se estuviera desgarrando. Y tal vez lo estaba haciendo.

    ㅤ Pero mientras la esperanza latiera en su corazón, aunque solo fuera un débil eco, no podía rendirse. No lo haría. 𝑳ucharía con él y por él hasta el final.

    ㅤ[choso]

    #YukiTsukumo
    ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen
    #2D #Personajes2D #Comunidad2D
    ────𝐘𝐮𝐤𝐢───────────── ✦ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ˚✩ ⋆。˚ ✩ ┊ ┊ ┊ ✩ ┊ ┊ 🌙⋆ ┊ ⊹ ✧.⋆ ┊ . ˚ ˚✩ ⏍ Aᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇs: Monorrol ────── 𓉳 ────── ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐... —su voz era un susurro que flotaba en la habitación, cargado de una mezcla de desesperación y ternura—. Dicen que te estás rindiendo, pero yo no lo creo... No quiero creerlo. —Su mano temblorosa se aferraba a la de él, fría y sin respuesta, pero aún llena de un calor invisible que ella se negaba a dejar ir—. Por favor, lucha… —sus ojos comenzaron a nublarse, pero ella parpadeó rápidamente, negándose a dejar caer las lágrimas. No quería sentirse débil, necesitaba ser fuerte—. Sé que quieres luchar, lo sé. No me obligues a decidir dejarte ir... aún te queda tanto por vivir... vivir como un humano… por favor, no te vayas a un lugar donde no pueda seguirte… ㅤ El silencio en la habitación del hospital era abrumador, roto solo por el suave pitido del monitor cardíaco que marcaba el pulso lento y constante de Choso, como un reloj que agonizaba en la cuenta regresiva hacia un final inevitable. ㅤ El aire estaba impregnado de ese olor aséptico característico, una mezcla de desinfectante y medicamentos, que apenas lograba ocultar la sensación de desesperanza que impregnaba cada rincón. ㅤ 𝑼𝒏𝒂 𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔... ㅤ El pasillo del hospital era un túnel sin fin, sus paredes blancas y frías parecían acercarse cada vez más, ahogándola con cada paso. ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 avanzaba con la cabeza baja, como si el peso de la conversación que acababa de tener la arrastrara hacia el suelo. Recordaba cada palabra del hechicero médico, cada una de ellas como una puñalada lenta y precisa. ㅤ —Lamento decirle que, por nuestra parte, está todo hecho, señorita Tsukumo. —La voz del médico había sido profesional, carente de emoción, pero no carente de empatía—. Los daños que sufrió Choso tras el ataque de Sukuna fueron de tal magnitud que su cuerpo es incapaz de recuperarse completamente. Durante todo el tiempo que lleva hospitalizado, podemos decir que su evolución se ha estancado. Eso significa que tan solo estamos prolongando su vida de una forma casi artificial y… quizá debería plantearse que lo mejor para él sería dejarle descansar en paz. ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 no había dicho nada en ese momento, simplemente asintió. Su garganta estaba cerrada por un nudo de angustia imposible de deshacer, y dentro de ella algo se rompía, se fragmentaba en mil pedazos irreparables. ㅤ —No tiene que tomar una decisión hoy, ni mañana… tómese el tiempo que necesite antes de tomar una decisión —añadió el doctor con formalidad—. Lamento no tener mejores noticias, señorita Tsukumo. Espero que tenga un buen día a pesar de las circunstancias. ㅤ «Buen día...» ㅤ Aquellas palabras resonaban en su cabeza con un tono hueco, casi absurdo en su banalidad. ¿Cómo podía alguien tener un buen día después de escuchar algo así? ¿Cómo podía siquiera pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Choso, pálido y quieto, casi irreconocible, consumido por el dolor y el sufrimiento? ㅤ «Y en aquel momento sentí cómo todo se rompía dentro de mí. Mi alma, mí corazón, mi esperanza...» ㅤ Cada una de esas cosas que la mantenían en pie, que la empujaban hacia adelante, parecían ahora frágiles, como si una ráfaga de viento pudiera desvanecerlas para siempre. ㅤ Después de sobrevivir al ataque de Kenjaku, 𝒀𝒖𝒌𝒊 había pasado una larga temporada en el hospital. Había luchado, día tras día, para recuperarse, a pesar de que su cuerpo y su mente estaban al borde de la rendición. Pero entonces recibió la noticia: 𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒗𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐... ㅤ Herido de una forma que parecía imposible de sanar, sí, pero aún había vida en él. ㅤ La noticia fue un golpe para 𝒀𝒖𝒌𝒊 pero, al mismo tiempo, una fuente de fuerza inagotable. ㅤ No estaba dispuesta a quedarse postrada en una cama mientras él la necesitaba. ㅤ Contra todo pronóstico, contra las órdenes de los médicos, 𝒀𝒖𝒌𝒊 se levantó y salió del hospital antes de lo previsto. Choso la necesitaba, y eso era lo único que a ella le importaba. ㅤ Cuando llegó a su habitación, su corazón se detuvo por un momento. Lo encontró postrado en la cama, su cuerpo inerte y sin vida aparente. Parecía que dormía, pero el sueño en el que estaba sumido no era natural, no era uno del que pudiera despertar por su cuenta. Era un coma profundo, un abismo oscuro del cual no había garantías de retorno. ㅤ Su cuerpo estaba cubierto de heridas graves, algunas aún vendadas, otras visibles. Marcas crudas de una batalla que no había terminado para él. Pero mientras su corazón latiera, aunque fuera con la ayuda de máquinas, la esperanza de 𝒀𝒖𝒌𝒊 latiría con él. ㅤ Los días pasaban, cada uno más largo que el anterior. Las sombras se alargaban en la habitación, y ella permanecía a su lado, día y noche, esperando y rogando por lo que ya solo parecía un milagro. ㅤ Yuji y ella eran todo lo que le quedaba a Choso, y Yuji estaba demasiado ocupado enfrentándose a Sukuna. ㅤ Eso dejaba a 𝒀𝒖𝒌𝒊 sola, luchando no solo contra la desesperanza que crecía en su pecho, sino también contra el miedo paralizante de que quizás, tal vez, Choso no volviera a ver la luz de un nuevo día. ㅤ Aquella mañana, la noticia que más temía vino de la mano de ese mismo doctor. 𝒀𝒖𝒌𝒊 lo supo en el instante en que vio la expresión en su rostro, una mezcla de compasión y resignación, que hizo que el mundo se detuviera a su alrededor. ㅤ Sus palabras, aunque amables, eran un golpe implacable. ㅤ «—Quizás debería considerar… dejarlo descansar...» ㅤ ¿𝑸ué debería de hacer? La pregunta giraba en su mente como una tormenta, cada posible respuesta más dolorosa que la anterior. ¿𝑬ra egoísta por querer obligar a Choso a luchar un poco más? —se preguntaba—. ¿𝑶 era noble por no rendirse ni dejar que él se rindiera? ㅤ Ahora, mientras miraba el rostro pálido de Choso, la respuesta no era más clara que antes. Solo sabía que no estaba lista para decirle adiós para siempre. ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐… —repitió con su voz en apenas un susurro—, por favor… lucha un poco más... ㅤ Las lágrimas, finalmente, rompieron el dique y comenzaron a correr libremente por sus mejillas. El dolor en su pecho era insoportable, como si su corazón se estuviera desgarrando. Y tal vez lo estaba haciendo. ㅤ Pero mientras la esperanza latiera en su corazón, aunque solo fuera un débil eco, no podía rendirse. No lo haría. 𝑳ucharía con él y por él hasta el final. ㅤ ㅤ[choso] ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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