• Musical (?
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    -algo que destaca de la angel exterminadora era esa maldita manía de interponer sus emociones para priorizar la salud y felicidades de los demás. Pro supuesto que hacer eso no le está haciendo ningún bien solo está volviéndose una bomba de tiempo pero es imposible que simplemente finja que no le importan los demás menos cuando esos demás son parte de su "familia"
    Supo que algo estaba mal con Sebastián antes de que se encerrará en la habitación lo vio discutiendo consigo mismo de una forma curiosamente familiar "ambas partes estaban despiertas y en conflicto. Agarro a del brazo al primer Adán que se encontró colándose por una ventana, su intuición no falló vio a Sebastián dividido en dos en medio de un conflicto y no dudo en arrastrar a Adán en una de las molestas cancioncitas que al parecer Sebastián amaba ¿Acaso le recordaba algo de su pasado? No lo pondría en duda el pasado de la lujuria es ... Extraño-

    https://youtu.be/CPa8mif7HOw?si=fpHDQcMdKfsf2VI9


    Adan- La cita empezó tan bien
    Que no le esperaba el susto que me iba a llevar
    Fue perfecta en lo que pude ver
    Cómo no ví el peligro que estaba junto a mi?

    Lute- El pescado es mi pasión

    Baby soy igual que tú

    Y los perros cartoon

    Baby amo Scooby doo

    Tu peli favorita es
    Dijo

    Amo a la mejor entre todos los tiempos

    -lute voló rodeando ambas partes de su hermano murmurando el nombre de la película que sigue sin entender porque le gusta a su hermano si es tan mala....-

    Human centipede
    Human centipede

    Creo que en esta noche me van a matar

    -volo regresando con Adán deslizando su daga entre los labios de su señor metiéndose en el personaje de la canción -

    Human centipede

    Es en serio si
    Dijo

    Los diseños y el traje son arte
    La trama es lo mejor

    Y la trama cuál es

    El doctor cose gente como un cien pies

    Cool...

    Human centipede

    -lute se sienta sobre la cama agitando sus alas levantando el polvo de la habitación dibujando un cien pies humano -

    Sácame de aquí creo que es una red flag puedo ver mi muerte
    Dijo

    Human centipede cine en su esplendor


    Pensé
    Voy a formar parte del menú de hoy
    Dijo

    Amo el desarrollo y la narración

    Hago señales en código morse llamando al mesero

    Pestañas mucho ¿No?

    Es mi ojo algo entro

    Ven te lo quito

    No gracias no moriré hoy

    -saco el peluche que su padre les había dado a ambos hace mucho tiempo, un mini peluche de títere con la forma de alastor para hacer al mesero -

    Bon jour, le pestañeaba a mi pues siñu cita es alguna frick?

    No

    Perfecto bon apetit

    -tiro al muñeco a las sombras para regresarlo al eden infernal -

    Deja de esconderte en esas tontas reglas no desperdicies la mejor pareja que podrías tener

    Quizás sea yo quien me pierdo en escusas mi corazón debería arriesgarse por este amor

    Puede ser mi amor mi amor de verdad

    Seremos pareja y nos podremos casar

    Tendremos la ceremonia con la boda ideal


    Solo si la boda es de

    Que temática tu dime

    Human centipede
    Human centipede

    Así ahorraremos en el Caterine

    Human centipede

    Una boca para mí

    -rodea de nuevo a Sebastián esperando a que se distrajera para que esas dos gemas se volvieran a unir en uno solo. Le puso la daga en las manos -

    Si eres el padrino sabes cómo ir
    Por fin e cruzado el portal del amor

    Por fin cosere bocas como el doctor

    Human centipede
    Human centipede

    -respiro agitada esperando hacerlo distraído lo suficiente para que olvidará su pelea interna -
    -algo que destaca de la angel exterminadora era esa maldita manía de interponer sus emociones para priorizar la salud y felicidades de los demás. Pro supuesto que hacer eso no le está haciendo ningún bien solo está volviéndose una bomba de tiempo pero es imposible que simplemente finja que no le importan los demás menos cuando esos demás son parte de su "familia" Supo que algo estaba mal con Sebastián antes de que se encerrará en la habitación lo vio discutiendo consigo mismo de una forma curiosamente familiar "ambas partes estaban despiertas y en conflicto. Agarro a del brazo al primer Adán que se encontró colándose por una ventana, su intuición no falló vio a Sebastián dividido en dos en medio de un conflicto y no dudo en arrastrar a Adán en una de las molestas cancioncitas que al parecer Sebastián amaba ¿Acaso le recordaba algo de su pasado? No lo pondría en duda el pasado de la lujuria es ... Extraño- https://youtu.be/CPa8mif7HOw?si=fpHDQcMdKfsf2VI9 Adan- La cita empezó tan bien Que no le esperaba el susto que me iba a llevar Fue perfecta en lo que pude ver Cómo no ví el peligro que estaba junto a mi? Lute- El pescado es mi pasión Baby soy igual que tú Y los perros cartoon Baby amo Scooby doo Tu peli favorita es Dijo Amo a la mejor entre todos los tiempos -lute voló rodeando ambas partes de su hermano murmurando el nombre de la película que sigue sin entender porque le gusta a su hermano si es tan mala....- Human centipede Human centipede Creo que en esta noche me van a matar -volo regresando con Adán deslizando su daga entre los labios de su señor metiéndose en el personaje de la canción - Human centipede Es en serio si Dijo Los diseños y el traje son arte La trama es lo mejor Y la trama cuál es El doctor cose gente como un cien pies Cool... Human centipede -lute se sienta sobre la cama agitando sus alas levantando el polvo de la habitación dibujando un cien pies humano - Sácame de aquí creo que es una red flag puedo ver mi muerte Dijo Human centipede cine en su esplendor Pensé Voy a formar parte del menú de hoy Dijo Amo el desarrollo y la narración Hago señales en código morse llamando al mesero Pestañas mucho ¿No? Es mi ojo algo entro Ven te lo quito No gracias no moriré hoy -saco el peluche que su padre les había dado a ambos hace mucho tiempo, un mini peluche de títere con la forma de alastor para hacer al mesero - Bon jour, le pestañeaba a mi pues siñu cita es alguna frick? No Perfecto bon apetit -tiro al muñeco a las sombras para regresarlo al eden infernal - Deja de esconderte en esas tontas reglas no desperdicies la mejor pareja que podrías tener Quizás sea yo quien me pierdo en escusas mi corazón debería arriesgarse por este amor Puede ser mi amor mi amor de verdad Seremos pareja y nos podremos casar Tendremos la ceremonia con la boda ideal Solo si la boda es de Que temática tu dime Human centipede Human centipede Así ahorraremos en el Caterine Human centipede Una boca para mí -rodea de nuevo a Sebastián esperando a que se distrajera para que esas dos gemas se volvieran a unir en uno solo. Le puso la daga en las manos - Si eres el padrino sabes cómo ir Por fin e cruzado el portal del amor Por fin cosere bocas como el doctor Human centipede Human centipede -respiro agitada esperando hacerlo distraído lo suficiente para que olvidará su pelea interna -
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  • La luz del mediodía se colaba entre las persianas torcidas de la oficina de Shoko, iluminando partículas de polvo que flotaban perezosamente en el aire. Con los pies descalzos y un cigarrillo apagado entre los labios, observó el desastre a su alrededor: papeles desparramados, cajas de medicamentos mal apiladas y una taza con algo que había dejado de ser café hacía días.

    — Bueno, esto es deprimente. — murmuró, soltando el cigarrillo en un cenicero ya colmado.

    Abrió una ventana para dejar entrar el aire fresco y, tras un suspiro resignado, se ató el cabello en un moño desordenado. En un acto más de aburrimiento que de convicción, comenzó a recoger hojas sueltas, tarareando una melodía que poco a poco se convirtió en una canción.

    “ Ah ~ poison on the inside, I could be your antidote tonight. "

    Su voz resonaba en el espacio vacío mientras apilaba los papeles en una esquina de su escritorio. De vez en cuando, movía las caderas al ritmo de la canción, levantando una ceja al encontrar un paquete de cigarrillos vacío bajo un montón de revistas médicas.

    Agarró un trapo húmedo y empezó a limpiar las superficies, cantando ahora a todo pulmón.

    “I could play the doctor, I can cure your disease. If you were a sinner, I could make you believe."

    Con cada verso, sus movimientos se hacían más exagerados, como si estuviera en un escenario. Limpió la mesa, la lámpara, incluso el marco torcido de una vieja fotografía de su grupo de amigos de la escuela. Una leve sonrisa se asomó al ver la cara de uno de ellos, pero rápidamente la ocultó sacudiendo la cabeza.

    “I can smell your sickness, I can cure ya, cure your disease."

    En un giro particularmente entusiasta, tropezó con una pila de revistas y cayó sentada al suelo con un estruendo. Soltó una carcajada al verse rodeada de desorden nuevamente.

    — Bueno, al menos me queda la música,— dijo en voz alta, retomando la canción desde donde la había dejado, sin intención alguna de parar.
    La luz del mediodía se colaba entre las persianas torcidas de la oficina de Shoko, iluminando partículas de polvo que flotaban perezosamente en el aire. Con los pies descalzos y un cigarrillo apagado entre los labios, observó el desastre a su alrededor: papeles desparramados, cajas de medicamentos mal apiladas y una taza con algo que había dejado de ser café hacía días. — Bueno, esto es deprimente. — murmuró, soltando el cigarrillo en un cenicero ya colmado. Abrió una ventana para dejar entrar el aire fresco y, tras un suspiro resignado, se ató el cabello en un moño desordenado. En un acto más de aburrimiento que de convicción, comenzó a recoger hojas sueltas, tarareando una melodía que poco a poco se convirtió en una canción. “ Ah ~ poison on the inside, I could be your antidote tonight. " Su voz resonaba en el espacio vacío mientras apilaba los papeles en una esquina de su escritorio. De vez en cuando, movía las caderas al ritmo de la canción, levantando una ceja al encontrar un paquete de cigarrillos vacío bajo un montón de revistas médicas. Agarró un trapo húmedo y empezó a limpiar las superficies, cantando ahora a todo pulmón. “I could play the doctor, I can cure your disease. If you were a sinner, I could make you believe." Con cada verso, sus movimientos se hacían más exagerados, como si estuviera en un escenario. Limpió la mesa, la lámpara, incluso el marco torcido de una vieja fotografía de su grupo de amigos de la escuela. Una leve sonrisa se asomó al ver la cara de uno de ellos, pero rápidamente la ocultó sacudiendo la cabeza. “I can smell your sickness, I can cure ya, cure your disease." En un giro particularmente entusiasta, tropezó con una pila de revistas y cayó sentada al suelo con un estruendo. Soltó una carcajada al verse rodeada de desorden nuevamente. — Bueno, al menos me queda la música,— dijo en voz alta, retomando la canción desde donde la había dejado, sin intención alguna de parar.
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  • El murmullo del bar se mezclaba con el tintineo de vasos y el sonido bajo de una vieja canción de rock. Shoko Ieiri empujó la puerta y dejó que el olor a madera vieja y cerveza derramada la envolviera. Era uno de esos bares pequeños y acogedores donde nadie hacía demasiadas preguntas, justo lo que necesitaba esa noche.

    Cruzó el lugar con las manos en los bolsillos de su chaqueta y se sentó en un taburete junto a la barra. El bartender, un hombre de cabello canoso y expresión tranquila, le dirigió una mirada interrogante.

    —Cerveza, la más fría que tengas —dijo Shoko con una media sonrisa.

    Mientras el hombre llenaba el vaso, Shoko dejó escapar un suspiro y observó a los demás. Había un grupo de amigos jugando dardos, una pareja compartiendo una pizza, y algunos solitarios como ella, cada uno enfrascado en sus propios pensamientos. No era que tuviera algo en contra de la compañía, pero últimamente había aprendido a disfrutar de su propia soledad.

    Cuando el bartender colocó la cerveza frente a ella, Shoko levantó el vaso en un brindis silencioso y dio el primer trago. El líquido frío le recorrió la garganta, arrancándole una sonrisa genuina.

    —Esto es exactamente lo que necesitaba —murmuró para sí misma.

    Con el vaso en la mano, empezó a distraerse mirando los cuadros en las paredes, todos con fotografías de bandas antiguas y algún que otro autógrafo. La música cambió a una canción de los 80 que le era vagamente familiar, y, sin pensarlo demasiado, comenzó a tararear mientras tamborileaba con los dedos sobre la barra.

    El bartender, que limpiaba un vaso cerca, se rió suavemente.

    —Buena elección, ¿eh? —comentó, señalando la bocina.

    —No está mal. Aunque me vendría mejor algo más movido —respondió Shoko con un guiño.

    La noche avanzó sin prisa. Se pidió una segunda cerveza y, después de un rato, se dejó convencer por el bartender para probar un aperitivo de la casa. Para su sorpresa, estaba delicioso. Intercambiaron comentarios triviales: el clima, la música, incluso bromearon sobre el fútbol, aunque ninguno de los dos parecía realmente interesado.

    Shoko se dio cuenta de que llevaba rato sonriendo sin razón aparente, disfrutando del ambiente, del anonimato, y de la libertad de no tener que pensar demasiado en nada.

    Cuando terminó su última cerveza, pagó la cuenta y dejó una propina generosa.

    —Gracias, necesitaba esto —dijo, inclinando ligeramente la cabeza hacia el bartender antes de levantarse.

    —Vuelve cuando quieras. La próxima canción la eliges tú.

    Shoko salió del bar con las manos en los bolsillos y el aire frío de la noche despejándole los pensamientos. No había sido una noche extraordinaria ni memorable, pero, de algún modo, había sido perfecta. A veces, solo necesitaba eso: una cerveza fría, buena música y un poco de tiempo para dejar de ser doctora, hechicera, etc, simplemente ser Shoko.
    El murmullo del bar se mezclaba con el tintineo de vasos y el sonido bajo de una vieja canción de rock. Shoko Ieiri empujó la puerta y dejó que el olor a madera vieja y cerveza derramada la envolviera. Era uno de esos bares pequeños y acogedores donde nadie hacía demasiadas preguntas, justo lo que necesitaba esa noche. Cruzó el lugar con las manos en los bolsillos de su chaqueta y se sentó en un taburete junto a la barra. El bartender, un hombre de cabello canoso y expresión tranquila, le dirigió una mirada interrogante. —Cerveza, la más fría que tengas —dijo Shoko con una media sonrisa. Mientras el hombre llenaba el vaso, Shoko dejó escapar un suspiro y observó a los demás. Había un grupo de amigos jugando dardos, una pareja compartiendo una pizza, y algunos solitarios como ella, cada uno enfrascado en sus propios pensamientos. No era que tuviera algo en contra de la compañía, pero últimamente había aprendido a disfrutar de su propia soledad. Cuando el bartender colocó la cerveza frente a ella, Shoko levantó el vaso en un brindis silencioso y dio el primer trago. El líquido frío le recorrió la garganta, arrancándole una sonrisa genuina. —Esto es exactamente lo que necesitaba —murmuró para sí misma. Con el vaso en la mano, empezó a distraerse mirando los cuadros en las paredes, todos con fotografías de bandas antiguas y algún que otro autógrafo. La música cambió a una canción de los 80 que le era vagamente familiar, y, sin pensarlo demasiado, comenzó a tararear mientras tamborileaba con los dedos sobre la barra. El bartender, que limpiaba un vaso cerca, se rió suavemente. —Buena elección, ¿eh? —comentó, señalando la bocina. —No está mal. Aunque me vendría mejor algo más movido —respondió Shoko con un guiño. La noche avanzó sin prisa. Se pidió una segunda cerveza y, después de un rato, se dejó convencer por el bartender para probar un aperitivo de la casa. Para su sorpresa, estaba delicioso. Intercambiaron comentarios triviales: el clima, la música, incluso bromearon sobre el fútbol, aunque ninguno de los dos parecía realmente interesado. Shoko se dio cuenta de que llevaba rato sonriendo sin razón aparente, disfrutando del ambiente, del anonimato, y de la libertad de no tener que pensar demasiado en nada. Cuando terminó su última cerveza, pagó la cuenta y dejó una propina generosa. —Gracias, necesitaba esto —dijo, inclinando ligeramente la cabeza hacia el bartender antes de levantarse. —Vuelve cuando quieras. La próxima canción la eliges tú. Shoko salió del bar con las manos en los bolsillos y el aire frío de la noche despejándole los pensamientos. No había sido una noche extraordinaria ni memorable, pero, de algún modo, había sido perfecta. A veces, solo necesitaba eso: una cerveza fría, buena música y un poco de tiempo para dejar de ser doctora, hechicera, etc, simplemente ser Shoko.
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  • Estoy preparado para cierta futura doctora

    #SeductiveSunday


    #3D #Comunidad3D #Personajes3D
    Estoy preparado para cierta futura doctora #SeductiveSunday #3D #Comunidad3D #Personajes3D
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  • Noche Cerrada
    Fandom Free Rol
    Categoría Comedia
    Thomas aún no ha regresado a casa, reviso por enésima vez el horno.
    Hace casi un mes que estoy asistiendo a la consulta de la doctora Granger.
    Es la mujer más inteligente y fantástica con la que me he cruzado.
    En sus manos empiezo a sentirme segura.

    Al mirar la hora en mi móvil casi termina cayéndose de mis temblorosas manos.

    Mi mirada continúa pegada al aparato, me siento como si hubiera presenciado un fantasma.

    Thomas Williams
    Thomas aún no ha regresado a casa, reviso por enésima vez el horno. Hace casi un mes que estoy asistiendo a la consulta de la doctora Granger. Es la mujer más inteligente y fantástica con la que me he cruzado. En sus manos empiezo a sentirme segura. Al mirar la hora en mi móvil casi termina cayéndose de mis temblorosas manos. Mi mirada continúa pegada al aparato, me siento como si hubiera presenciado un fantasma. [SnowJ]
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  • “ 𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐢𝐫í𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬. ”






    Estaba realmente cansado, con un dolor de cabeza tan insoportable que provocaba ganas de golpearse contra una pared hasta que se le pase. Tenía ojeras ocasionadas por su desordenadas horas de sueño y un humor nada característico de él.

    Hace unos días andaba en "Tratamiento" tomaba cierta medicación con efectos secundarios que lo mataban físicamente. ¿Quién diría que escuchar voces solo una vez desencanaderia está mierda? Si lo hubiera sabido, mantendría la boca cerrada cuando el doctor le preguntó que es lo que escuchaba.


    Aunque tenía la opción de simplemente dejar de tomar la medicina, le había prometido a Kiev seguir todo lo que diría el doctor, era lo mínimo después de ocasionar un accidente en dónde casi se mueren.


    — Esto simplemente apesta. — Volvió a tomar una colada de su cigarro, libero el humo mientras miraba el techo de aquella habitación. Sus ojos ámbar vagaron hacia él psiquiatra, quien solo escribía las respuestas de las preguntas que le hacia al rubio. — ¿Ya me puedo ir?

    — Aún no, todavía falta media hora, recuerde que el señor Romalsko pidió que estuviera el tiempo que se le recomendó. — Dijo mientras terminaba de anotar unas cosas. — Ryan, se que esto debe ser muy pesado para tí, pero como ya le dije, los síntomas solo se presentarán la primera semana, después se calmaran. Pero hablemos, según con lo que me comentaste, puedo deducir que lo que tienes es un trauma guardado por mucho, la culpa te esta comiendo. Cuando viste a esa mujer, eh Yuki ¿No? siendo capturada, te trajo recuerdos por no haber ayudado a "esa" persona en el pasado. el casi mismo escenario y casi la misma situación, despertaron recuerdos y traumas que no habias tratado antes, las voces podría ser un síntoma de esquizofrenia pero para tu suerte no es eso. Sin embargo, la depresión es igual de fuerte así que espero que hayas estado haciendo lo que te recomendé.

    — Ejercicios, aromaterapia, hacer algo productivo, caminar, salir y estar bajo sol para decirle "Owww que lindo brillas, por favor, no me provoques cáncer a la piel" . — Habló sarcástico, miro al doctor quien lo observaba seriamente. Soltó un suspiro agotado, apagó su cigarro contra un platillo ubicado en una mesa alado de su sillón. — Yo ugh, lo siento, lamento ser grosero. Pero de verdad ya no puedo con esto, no sé en qué momento se torcieron tanto las cosas. — Cubrió su rostro con ambas manos, inhaló y exhalo profundamente para relajarse mientras se dejaba caer en el sillón. Él no quería actuar más así, quería volver a ser el de siempre, aunque su ultima salida era simplemente tomar aquellas pastillas que lo mataban. Definitivamente ahora entiende por que su mejor amigo siempre paraba de mal humor cuando tomaba aquella medicina por las alucinaciones.

    — Entiendo, mmm ¿Qué tal si hablamos de tu infancia? Cuéntame, ¿Hay una linda experiencia que tengas? — Notaba como el rubio se relajaba un poco más. — ¿Alguna mascota? ¿Amigos o primer amor? O con tu cuidadora Camile.


    Ryan miro al hombre unos segundos, antes de ponerse a pensar. — Mmm no sé me ocurre alguna buena experiencia. Pero no es mala idea hablar de eso. — Mencionó con una sonrisa y una expresión relajada. Él psiquiatra se puso más contento al ver que estaba abierto hablar sobre su infancia.

    — Bueno Alessandro, solo es cuestión de pensarlo.

    — Ah... ¿En serio?. Pero usted ya parece conocerme mejor.

    — ¿De que habl - Se quedó congelado, había cometido un error.


    Ryan mantuvo su sonrisa, miro al hombre a los ojos, al parecer ya se había dado cuenta. — Sabe, es muy curioso, no recuerdo haberle dicho mi verdadero nombre en estas sesiones, nunca se lo eh dicho a nadie. Es más, no recuerdo tampoco decirle que mi cuidadora se llamaba Camile. — Se levantó del sillón, dió unos pasos acercándose mientras sacaba un arma escondido en su bolsillo trasero, apunto en su cabeza y la obligó a mirarlo con una mano. — Dígame, ¿Desde cuándo trabaja para mí padre? Y no trate de hacerse el tonto, hablo de Fabrizio, Fabrizio Conti.


    Tal vez está sería su última sesión con aquel psiquiatra, pero bueno, al menos tenía a ese oso de peluche. Él lo escuchaba, y gratis.
    “ 𝐃𝐞𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐢𝐫í𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬. ” Estaba realmente cansado, con un dolor de cabeza tan insoportable que provocaba ganas de golpearse contra una pared hasta que se le pase. Tenía ojeras ocasionadas por su desordenadas horas de sueño y un humor nada característico de él. Hace unos días andaba en "Tratamiento" tomaba cierta medicación con efectos secundarios que lo mataban físicamente. ¿Quién diría que escuchar voces solo una vez desencanaderia está mierda? Si lo hubiera sabido, mantendría la boca cerrada cuando el doctor le preguntó que es lo que escuchaba. Aunque tenía la opción de simplemente dejar de tomar la medicina, le había prometido a Kiev seguir todo lo que diría el doctor, era lo mínimo después de ocasionar un accidente en dónde casi se mueren. — Esto simplemente apesta. — Volvió a tomar una colada de su cigarro, libero el humo mientras miraba el techo de aquella habitación. Sus ojos ámbar vagaron hacia él psiquiatra, quien solo escribía las respuestas de las preguntas que le hacia al rubio. — ¿Ya me puedo ir? — Aún no, todavía falta media hora, recuerde que el señor Romalsko pidió que estuviera el tiempo que se le recomendó. — Dijo mientras terminaba de anotar unas cosas. — Ryan, se que esto debe ser muy pesado para tí, pero como ya le dije, los síntomas solo se presentarán la primera semana, después se calmaran. Pero hablemos, según con lo que me comentaste, puedo deducir que lo que tienes es un trauma guardado por mucho, la culpa te esta comiendo. Cuando viste a esa mujer, eh Yuki ¿No? siendo capturada, te trajo recuerdos por no haber ayudado a "esa" persona en el pasado. el casi mismo escenario y casi la misma situación, despertaron recuerdos y traumas que no habias tratado antes, las voces podría ser un síntoma de esquizofrenia pero para tu suerte no es eso. Sin embargo, la depresión es igual de fuerte así que espero que hayas estado haciendo lo que te recomendé. — Ejercicios, aromaterapia, hacer algo productivo, caminar, salir y estar bajo sol para decirle "Owww que lindo brillas, por favor, no me provoques cáncer a la piel" . — Habló sarcástico, miro al doctor quien lo observaba seriamente. Soltó un suspiro agotado, apagó su cigarro contra un platillo ubicado en una mesa alado de su sillón. — Yo ugh, lo siento, lamento ser grosero. Pero de verdad ya no puedo con esto, no sé en qué momento se torcieron tanto las cosas. — Cubrió su rostro con ambas manos, inhaló y exhalo profundamente para relajarse mientras se dejaba caer en el sillón. Él no quería actuar más así, quería volver a ser el de siempre, aunque su ultima salida era simplemente tomar aquellas pastillas que lo mataban. Definitivamente ahora entiende por que su mejor amigo siempre paraba de mal humor cuando tomaba aquella medicina por las alucinaciones. — Entiendo, mmm ¿Qué tal si hablamos de tu infancia? Cuéntame, ¿Hay una linda experiencia que tengas? — Notaba como el rubio se relajaba un poco más. — ¿Alguna mascota? ¿Amigos o primer amor? O con tu cuidadora Camile. Ryan miro al hombre unos segundos, antes de ponerse a pensar. — Mmm no sé me ocurre alguna buena experiencia. Pero no es mala idea hablar de eso. — Mencionó con una sonrisa y una expresión relajada. Él psiquiatra se puso más contento al ver que estaba abierto hablar sobre su infancia. — Bueno Alessandro, solo es cuestión de pensarlo. — Ah... ¿En serio?. Pero usted ya parece conocerme mejor. — ¿De que habl - Se quedó congelado, había cometido un error. Ryan mantuvo su sonrisa, miro al hombre a los ojos, al parecer ya se había dado cuenta. — Sabe, es muy curioso, no recuerdo haberle dicho mi verdadero nombre en estas sesiones, nunca se lo eh dicho a nadie. Es más, no recuerdo tampoco decirle que mi cuidadora se llamaba Camile. — Se levantó del sillón, dió unos pasos acercándose mientras sacaba un arma escondido en su bolsillo trasero, apunto en su cabeza y la obligó a mirarlo con una mano. — Dígame, ¿Desde cuándo trabaja para mí padre? Y no trate de hacerse el tonto, hablo de Fabrizio, Fabrizio Conti. Tal vez está sería su última sesión con aquel psiquiatra, pero bueno, al menos tenía a ese oso de peluche. Él lo escuchaba, y gratis.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ࣪⚝‧₊˚♡ @𝐀𝐁𝐈𝐒𝐌𝐎ˢⁱᵐʸᵉ0ⁿ;

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    ㅤㅤㅤㅤ➥⵿꒷꒦ᤱ᪼␥᩠ᤱ Desde que se dio a la fuga, Abismo decidió tomar la decisión de aislarse y borrarse por completo, inclusive había tomado la medida de no regresar ni siquiera a su antiguo hogar para que nadie pudiera contactarlo; Había dado las firmes indicaciones a sus empleados que, en parte, se quedarían en la mansión para cuidarla, mantenerla y vigilarla, por otra parte, otro número pequeño de personal se encargó de estar con él y acompañarlo en este transcurso tan delicado.

    El omega se había refugiado en una casa de campo a las afueras de la ciudad que mas que casa, por supuesto se trataba de otra mansión, allí contaba con ganado y huerta de la cual sacaba provecho para cultivar sus alimentos, a su vez contaba con un bosque en el que aprovechaba también a recolectar lo que faltaba y muchos metros mas alejados contaban con otras viviendas de campesinos que dedicaban su vida al cultivo y la ganadería y que, incluso en ocasiones cuando este venia de visita le regalaban bastantes alimentos.

    Había contratado servicio de obra para poder remodelar la casa, específicamente una habitación la cual tenia que estar equipada para recibir a la bebé que estaba a semanas o incluso días de nacer, se sabia que en cualquier momento el omega daría a luz, por eso mismo luego decidieron equipar otra habitación más que contara como sala médica equipando todo debidamente, inclusive habían doctores que también estaban viviendo con el resto del personal, cada uno con sus respectivas habitaciones, y un dato importante, era que todo empleado era beta.

    Debido a su embarazo delicado como omega recesivo y su delicada situación física, llevó consigo una prenda bañada de feromonas para poder mantenerse en calma y aliviar los dolores del embarazo cada vez que olfateara, armando un pequeño nido en la habitación para descansar debidamente el resto del tiempo que quedaba.

    Sin duda el arreglo de las habitaciones habían sido magnificas y rápidamente lo equiparon con todo lo necesario, Abismo incluso compro ropa y chupetes nuevos y por supuesto, como un amante de los peluches iba a consentir a su bebé con muchos peluchitos lindos y suavecitos.

    —Pronto estarás en mis brazos, Aome.—

    Susurró mientras con ambas manos acariciaba suavemente su pancita crecida recibiendo como respuesta una suave patada de la pequeña.
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    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ࣪⚝‧₊˚🖇️♡ @𝐀𝐁𝐈𝐒𝐌𝐎ˢⁱᵐʸᵉ0ⁿ; ㅤ𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄⏝ ͝ ︶𝅄⏝ ͝ ︶𝅄 ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ➥⵿꒷꒦💭ᤱ᪼␥᩠ᤱ Desde que se dio a la fuga, Abismo decidió tomar la decisión de aislarse y borrarse por completo, inclusive había tomado la medida de no regresar ni siquiera a su antiguo hogar para que nadie pudiera contactarlo; Había dado las firmes indicaciones a sus empleados que, en parte, se quedarían en la mansión para cuidarla, mantenerla y vigilarla, por otra parte, otro número pequeño de personal se encargó de estar con él y acompañarlo en este transcurso tan delicado. El omega se había refugiado en una casa de campo a las afueras de la ciudad que mas que casa, por supuesto se trataba de otra mansión, allí contaba con ganado y huerta de la cual sacaba provecho para cultivar sus alimentos, a su vez contaba con un bosque en el que aprovechaba también a recolectar lo que faltaba y muchos metros mas alejados contaban con otras viviendas de campesinos que dedicaban su vida al cultivo y la ganadería y que, incluso en ocasiones cuando este venia de visita le regalaban bastantes alimentos. Había contratado servicio de obra para poder remodelar la casa, específicamente una habitación la cual tenia que estar equipada para recibir a la bebé que estaba a semanas o incluso días de nacer, se sabia que en cualquier momento el omega daría a luz, por eso mismo luego decidieron equipar otra habitación más que contara como sala médica equipando todo debidamente, inclusive habían doctores que también estaban viviendo con el resto del personal, cada uno con sus respectivas habitaciones, y un dato importante, era que todo empleado era beta. Debido a su embarazo delicado como omega recesivo y su delicada situación física, llevó consigo una prenda bañada de feromonas para poder mantenerse en calma y aliviar los dolores del embarazo cada vez que olfateara, armando un pequeño nido en la habitación para descansar debidamente el resto del tiempo que quedaba. Sin duda el arreglo de las habitaciones habían sido magnificas y rápidamente lo equiparon con todo lo necesario, Abismo incluso compro ropa y chupetes nuevos y por supuesto, como un amante de los peluches iba a consentir a su bebé con muchos peluchitos lindos y suavecitos. —Pronto estarás en mis brazos, Aome.— Susurró mientras con ambas manos acariciaba suavemente su pancita crecida recibiendo como respuesta una suave patada de la pequeña. ㅤ𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄⏝ ͝ ︶𝅄⏝ ͝ ︶𝅄
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  • >> ᒐᥱ ᙃᥱɾᥒɩᥱɾ ᘎoყᥲɠᥱ. <<
    Fandom Original Characters
    Categoría Drama
    Rol con [Odel1ah]

    No tenía tiempo de estar convaleciente en cama y relamiendose las heridas, sabía que un gran peligro se acercaba al confirmar el regreso de uno de sus enemigos más mortales: el Doctor Dee, quien justamente había mandado a su asesino a terminar la vida del Conde, algo que simplemente terminó en una aparente victoria para ellos, pues se las había ingeniado para fingir su muerte y escapar gracias al cause del río Sena.

    Tras saber de su maestro, Nicolás Flamel, que tardaría un poco en regenerar su brazo con la fórmula de la piedra filosofal, decidió tomar ese tiempo para movilizarse y buscar maneras distintas de ejercer su magia, pues... hasta ahora, dependía de sus dos brazos para poder ejecutarla. Fue así que emprendió el viaje.

    ¿Su destino? Hacia los Cárpatos, ya conocía la zona tras algún tiempo en los 1600 haber escapado a la zona por los conflictos con Inglaterra, además, había escuchado de cierto reino que aún mantenía ciertas conexiones con la magia antigua, una muy similar a la que él y su maestro manejaban. Quería aprender un poco de ello.
    Rol con [Odel1ah] No tenía tiempo de estar convaleciente en cama y relamiendose las heridas, sabía que un gran peligro se acercaba al confirmar el regreso de uno de sus enemigos más mortales: el Doctor Dee, quien justamente había mandado a su asesino a terminar la vida del Conde, algo que simplemente terminó en una aparente victoria para ellos, pues se las había ingeniado para fingir su muerte y escapar gracias al cause del río Sena. Tras saber de su maestro, Nicolás Flamel, que tardaría un poco en regenerar su brazo con la fórmula de la piedra filosofal, decidió tomar ese tiempo para movilizarse y buscar maneras distintas de ejercer su magia, pues... hasta ahora, dependía de sus dos brazos para poder ejecutarla. Fue así que emprendió el viaje. ¿Su destino? Hacia los Cárpatos, ya conocía la zona tras algún tiempo en los 1600 haber escapado a la zona por los conflictos con Inglaterra, además, había escuchado de cierto reino que aún mantenía ciertas conexiones con la magia antigua, una muy similar a la que él y su maestro manejaban. Quería aprender un poco de ello.
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  • ¿Como se supone que haga ahora? ¿Como se movera si tendrá que mantenerse acostada? Sobre todo para ir a hacer sus necesidades, de alguna forma necesitaba hacerlo, observó las muletas que estaba apoyada a su costado, recostado en la pared. El doctor habría dicho que con eso le ayudará a moverse cuando requiera salir para algún sitio.

    Ya estaba cansada de estar en cama, quería ir a divertirse, aunque dudaba mucho que podría hacer algo teniendo en cuenta de su pierna en recuperación. Tampoco lo pensó, así que decidió tomar las muletas con ambos brazos, ¿Sabe usar muletas? No, no pero puede intentar, solto un suave suspiro, antes de incorporarse con la ayuda de sus muletas. Sonrió pensado que por fin podría levantarse de aquella cama, soltando una carcajada. Pero lo que nunca que pensó es que su cuerpo se inclinaba hacia adelante, sus ojos se abrieron completo por el susto, su corazón latía rápidamente— ¿Eh? ¡Oooh, Oooh, Oooh, aaaah! — Cae el suelo haciendo que también hacen que las muletas caigan a sus costados, ambas muletas causaron un sonido al impactar contra el piso.

    Soltó un suspiro, genial. No sabe cómo usar las muletas. ¿Se quedará en el piso tirada? Sí, no puede fincar su pie vendada, menos hacer un esfuerzo y tratar de volver a ir a la cama por su cuenta.

    ¿Como se supone que haga ahora? ¿Como se movera si tendrá que mantenerse acostada? Sobre todo para ir a hacer sus necesidades, de alguna forma necesitaba hacerlo, observó las muletas que estaba apoyada a su costado, recostado en la pared. El doctor habría dicho que con eso le ayudará a moverse cuando requiera salir para algún sitio. Ya estaba cansada de estar en cama, quería ir a divertirse, aunque dudaba mucho que podría hacer algo teniendo en cuenta de su pierna en recuperación. Tampoco lo pensó, así que decidió tomar las muletas con ambos brazos, ¿Sabe usar muletas? No, no pero puede intentar, solto un suave suspiro, antes de incorporarse con la ayuda de sus muletas. Sonrió pensado que por fin podría levantarse de aquella cama, soltando una carcajada. Pero lo que nunca que pensó es que su cuerpo se inclinaba hacia adelante, sus ojos se abrieron completo por el susto, su corazón latía rápidamente— ¿Eh? ¡Oooh, Oooh, Oooh, aaaah! — Cae el suelo haciendo que también hacen que las muletas caigan a sus costados, ambas muletas causaron un sonido al impactar contra el piso. Soltó un suspiro, genial. No sabe cómo usar las muletas. ¿Se quedará en el piso tirada? Sí, no puede fincar su pie vendada, menos hacer un esfuerzo y tratar de volver a ir a la cama por su cuenta.
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  • — Quién es el siguiente paciente que requiere amputación?— Con un diploma sacado de internet. Hoy chambea como doctor.
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