• ¿Una expedición al abismo?¿Estáis todos locos?
    Fandom Made in Abyss
    Categoría Aventura
    Rol con: 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 , [sinner_without_sin], [lunar_ruby_zebra_434], Kalhi NigDurgae

    El Abismo… Un enorme pozo que se abre hacia las profundidades del mundo. Se extiende cientos, miles de metros hacia abajo, con capas sucesivas que esconden ecosistemas, ruinas y criaturas jamás vistas en la superficie. La gravedad del Abismo es única, y con ella, una maldición terrible: quienes descienden arriesgan no solo sus vidas, sino su cuerpo y mente al intentar regresar. A pesar de esto, el Abismo atrae a los más valientes, a los que buscan respuestas, tesoros y secretos olvidados. Orth, la ciudad construida alrededor de su borde, vive y respira por el Abismo, porque en sus entrañas yace la promesa y el peligro más absoluto.

    En una isla al borde del mundo yacía este majestuoso lugar, y poco sabía una de sus exploradoras más frecuentes, que dentro de poco tendría que lidiar con la angustia de un grupo con ansias de bajar al mismo. Esta mujer era Ozen, una mujer alta y corpulenta, con una presencia que impone respeto y temor. Su piel es pálida, casi blanca, probablemente debido a los muchos años que ha pasado en el abismo, alejada de la luz solar. Sus ojos, penetrantes y grises, tienen una mirada fría y distante que parece observar sin emoción, como si parte de ella se hubiera quedado dentro del abismo.

    Por otro lado, estaba Lorenzo, de cabello rojizo y ojos azul cielo, un hombre dividido por nadie más que por si mismo, el vivo reflejo de un eterno conflicto interior, atormentado por los recuerdos de una vida pasada, parecía desconocer incluso su propia identidad. Pero algo tenía claro, su propósito, la tan aclamada redención, era la punta de lanza de la iglesia, y como en muchas otras ocasiones, su viaje venía de cortesía de la misma, enviado para recolectar una supuesta herramienta divina, ubicada en el fondo de dicho abismo.

    Junto a él se encontraba una chica peliverde de actitud molesta, una bruja que ahora parecía interesada en él, o al menos, en sus secretos, no se alejaba excesivamente de él, y, a pesar de contradecir muchas de sus ideas, decidió aprender, tomarlo como maestro después de haber perdido a su anterior mentor, con un grimorio como único recuerdo, grimorio el cual Lorenzo conocía.

    Ajenos a todo esto se encontraban Kalhi, una cambiaformas de secretos bien guardados, ahora tomando la forma de un hombre de piel blanca y ojos verdes, de complexión aparentemente delgada, pero entrenada, una figura imponente teniendo en cuenta que no parecía separarse de sus armas, las cuales mantenía siempre cerca. Era un hombre de sentidos agudos, no solo por su naturaleza, sino por la experiencia de una vida dura. Modificado para cumplir su objetivo sin importar lo que ocurra.

    Junto a él se encontraba Monster, algo que pocos llamarían fantasía, pero muchos llamarían pesadilla. Un ser proveniente de más allá del plano corpóreo, cuyo único propósito era causar caos, discordia, todo con tal de alimentarse de las emociones de sus víctimas, pero no era lo único de lo que se alimentaba. De la misma manera que en vida fue caníbal, continuaba siéndolo tras su muerte. Ya conocido por Ozen, la misma le otorgó un título en pos de su amistad, "El lameculos favorito de Ozen".

    ----------------------------------------------

    Era de noche, los pasos de la mujer resonaban por los caminos de piedra, como si tras ellos hubiera un peso antiguo. Rara vez se veía a Ozen en la superficie, pero esta era una de esas ocasiones, tras años de exploración, decidió volver a deleitarse con la vida normal durante un tiempo. Se dirigió a nada más y nada menos que una taverna, con intenciones obvias de beber hasta no poder más.

    Al entrar al local, las personas parecían murmurar cosas sobre ella, algo que a Ozen no le sorprendía, pues había muchos rumores siniestros sobre ella, pero algo le llamó especialmente la atención, parecía que un hombre se había enterado de que se encontraba en la ciudad, y habían estado buscándola. Su descripción le sonaba, un cura pelirrojo de estatura media, entonces fue cuando entró él, Lorenzo, o Cipriano, O ambos, pues esa era la gracia de su existencia.

    El cura venía acompañado, notando que era la "niña lechuga", o así la llamaba ella, pero no le daría importancia.

    El hombre ojeó el local, como si estuviera escaneándolo por amenazas, su mirada parecía firme, casi como si juzgara a todos los presentes, entonces, vio a Ozen. Sin decir nada y con paso constante, se acercó a ella y tomó asiento en su mesa, su mirada parecía hablar por si misma. Se dirigió a alzar la voz, pero antes de decir nada, la puerta volvió a sonar con fuerza.
    Rol con: [Monster], [sinner_without_sin], [lunar_ruby_zebra_434], [kalh1] El Abismo… Un enorme pozo que se abre hacia las profundidades del mundo. Se extiende cientos, miles de metros hacia abajo, con capas sucesivas que esconden ecosistemas, ruinas y criaturas jamás vistas en la superficie. La gravedad del Abismo es única, y con ella, una maldición terrible: quienes descienden arriesgan no solo sus vidas, sino su cuerpo y mente al intentar regresar. A pesar de esto, el Abismo atrae a los más valientes, a los que buscan respuestas, tesoros y secretos olvidados. Orth, la ciudad construida alrededor de su borde, vive y respira por el Abismo, porque en sus entrañas yace la promesa y el peligro más absoluto. En una isla al borde del mundo yacía este majestuoso lugar, y poco sabía una de sus exploradoras más frecuentes, que dentro de poco tendría que lidiar con la angustia de un grupo con ansias de bajar al mismo. Esta mujer era Ozen, una mujer alta y corpulenta, con una presencia que impone respeto y temor. Su piel es pálida, casi blanca, probablemente debido a los muchos años que ha pasado en el abismo, alejada de la luz solar. Sus ojos, penetrantes y grises, tienen una mirada fría y distante que parece observar sin emoción, como si parte de ella se hubiera quedado dentro del abismo. Por otro lado, estaba Lorenzo, de cabello rojizo y ojos azul cielo, un hombre dividido por nadie más que por si mismo, el vivo reflejo de un eterno conflicto interior, atormentado por los recuerdos de una vida pasada, parecía desconocer incluso su propia identidad. Pero algo tenía claro, su propósito, la tan aclamada redención, era la punta de lanza de la iglesia, y como en muchas otras ocasiones, su viaje venía de cortesía de la misma, enviado para recolectar una supuesta herramienta divina, ubicada en el fondo de dicho abismo. Junto a él se encontraba una chica peliverde de actitud molesta, una bruja que ahora parecía interesada en él, o al menos, en sus secretos, no se alejaba excesivamente de él, y, a pesar de contradecir muchas de sus ideas, decidió aprender, tomarlo como maestro después de haber perdido a su anterior mentor, con un grimorio como único recuerdo, grimorio el cual Lorenzo conocía. Ajenos a todo esto se encontraban Kalhi, una cambiaformas de secretos bien guardados, ahora tomando la forma de un hombre de piel blanca y ojos verdes, de complexión aparentemente delgada, pero entrenada, una figura imponente teniendo en cuenta que no parecía separarse de sus armas, las cuales mantenía siempre cerca. Era un hombre de sentidos agudos, no solo por su naturaleza, sino por la experiencia de una vida dura. Modificado para cumplir su objetivo sin importar lo que ocurra. Junto a él se encontraba Monster, algo que pocos llamarían fantasía, pero muchos llamarían pesadilla. Un ser proveniente de más allá del plano corpóreo, cuyo único propósito era causar caos, discordia, todo con tal de alimentarse de las emociones de sus víctimas, pero no era lo único de lo que se alimentaba. De la misma manera que en vida fue caníbal, continuaba siéndolo tras su muerte. Ya conocido por Ozen, la misma le otorgó un título en pos de su amistad, "El lameculos favorito de Ozen". ---------------------------------------------- Era de noche, los pasos de la mujer resonaban por los caminos de piedra, como si tras ellos hubiera un peso antiguo. Rara vez se veía a Ozen en la superficie, pero esta era una de esas ocasiones, tras años de exploración, decidió volver a deleitarse con la vida normal durante un tiempo. Se dirigió a nada más y nada menos que una taverna, con intenciones obvias de beber hasta no poder más. Al entrar al local, las personas parecían murmurar cosas sobre ella, algo que a Ozen no le sorprendía, pues había muchos rumores siniestros sobre ella, pero algo le llamó especialmente la atención, parecía que un hombre se había enterado de que se encontraba en la ciudad, y habían estado buscándola. Su descripción le sonaba, un cura pelirrojo de estatura media, entonces fue cuando entró él, Lorenzo, o Cipriano, O ambos, pues esa era la gracia de su existencia. El cura venía acompañado, notando que era la "niña lechuga", o así la llamaba ella, pero no le daría importancia. El hombre ojeó el local, como si estuviera escaneándolo por amenazas, su mirada parecía firme, casi como si juzgara a todos los presentes, entonces, vio a Ozen. Sin decir nada y con paso constante, se acercó a ella y tomó asiento en su mesa, su mirada parecía hablar por si misma. Se dirigió a alzar la voz, pero antes de decir nada, la puerta volvió a sonar con fuerza.
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  • —¡JEJEJE...! ¡JAJAJA! ¡NYAHAHAHAHA! —se retuerce de risa porque a partir de ahora puede usar su poder de cambiaformas para imitar la apariencia de cierta persona con cabellera legendaria— ¡Por fin puedo copiar esa cabellera de ensueño!

    Un tentáculo abre su libreta rosada cubierta de pegatinas, y otro tentáculo marca el item que dice: "Operación: pelo de seda oscura – fase 1: completada."
    —¡JEJEJE...! ¡JAJAJA! ¡NYAHAHAHAHA! 💜 —se retuerce de risa porque a partir de ahora puede usar su poder de cambiaformas para imitar la apariencia de cierta persona con cabellera legendaria— ¡Por fin puedo copiar esa cabellera de ensueño! Un tentáculo abre su libreta rosada cubierta de pegatinas, y otro tentáculo marca el item que dice: "Operación: pelo de seda oscura – fase 1: completada."
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  • El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción.

    Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla.

    En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara.

    Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan.

    El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba.

    Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener.

    Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas.

    Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria.

    Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña.

    Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin.

    Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila.

    —Es hora de volver a ser yo...

    Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
    El jueves 21 de noviembre, comenzó mi aventura personal, la primera pero no la última. Todo comenzó con mi pequeña intención de dar libertad a medias a mi loba espiritual: Astra, pero todo se salió de control al no hacer una buena observación de los ingredientes y el mejor estado de estos para hacer la poción para cambiar de formas, es decir: "la Transmutación instantánea." Había investigado a profundidad los ingredientes y la preparación correcta para la poción. Uno por uno de los ingredientes para poción bebible fui mezclando en un pequeño jarron de cristal; vertí el agua traslúcida pero algo grumosa hervida de la mandrágora, también la esencia de camaleón con una cucharada sopera mezclandolo en sentido contrario a las agujas del reloj. Miré la pluma de fénix que levitaba a un lado mío y lo dirigí al jarrón, dejándolo caer; inmediatamente el fuego encendido hizo una erupción al contacto con el líquido grumoso de la mezcla. En cuanto había hecho la mezcla el agua se había vuelto verdosa traslúcida al mezclarse con la pluma rojiza del fénix. En mi mortero de piedra tenía ya listos los petalos de rosa negra machacados previamente, espolvoreé el polvo de la rosa negra sobre la mezcla, volviendo el color hermoso a uno oscuro, sin embargo, el siguiente polvo: obsidiana, siguiendo la técnica de mezclar tres veces hacia el sentido horario con la cuchara. Olía exquisito. Todo parecía ir perfectamente de acuerdo al plan. El siguiente ingrediente fue el sacrificio de verter mi sangre en la poción, consiguiendo cerrar el ciclo mágico de la poción. De esta salieron cinco frascos de la poción, sin embargo cuando lo probé e ingerido el líquido ardió en mi garganta, cuerpo y poco despues una pequeña explosión interna hizo salir de mi nariz y oidos una pequeña humareda de explosión, dejándome ciega por unos instantes. Torpemente recuerdo haberme parado en búsqueda de un espejo, y fue grata la sorpresa de que la poción había logrado mostrar en efecto un cuerpo humano mitad loba. Los días fueron pasando, amigos se extrañaron por mi apariencia, otros al principio desconfiaron y finalmente empezaron a flotar de muchos fantasías de cosplay, vestimentas y hasta próximas formas de animales. Lastimosamente la poción no funcionaba así, en esta oportunidad estaba siendo una Ookami, es decir: chica loba. Por mi linaje lycan, yo no tenía elección para cambiar de forma como un humano común lo pudiera tener. Un humano, un demonio o un elfo, podía convertirse gracias a la poción en otros animales cambiaformas, podrían ser: Nekomimi, Inui, entre otros. Mientras que a mi solo podría tomar una forma de Ookami, o bien cambiar mi aspecto físico en cuánto al cabello, ojos y piel, pero más de eso, era imposible hacer transformaciones más drásticas. Mientras estuve esperando que la mandrágora creciera sana, con un poco de crecimiento rápido a causa de mi magia, conocí a una chica, Nenet, muy agradable, risueña y hermosa siento que pronto podríamos ser muy buenas amigas. También tengo un roomie, se llama Wriot, (no se pronunciar bien su nombre pero espero pronto conseguirlo) en casa, estoy feliz de tener un amigo cercano sabiendo que siempre he sido una loba solitaria. Cada instante que paso mas en este gran pueblo de otra dimensión, llamado FicRol, me siento agradecida de no tener mi maldición de desinterés prendido a full y qué después de tres años, ya no me siento tan hermitaña. Hoy 3 de diciembre, por fin puedo decir que todos los ingredientes de mi poción "Transmutación instantánea" con efecto fallido, tendrá su fin. Tomo el nuevo frasco con el antídoto y no siento ningún cambio, hasta que las lágrimas empiezan a caer y una gran tristeza me hace aullar. Solo en ese instante se que Astra siente decepción por no haber aprovechado y encontrado pareja, pero mientras yo estuviera consciente ningún desliz cambiaría nuestra vida tranquila. —Es hora de volver a ser yo... Escuché un explosión y poco después puro humo me envolvió, haciendo que estornudara inmediatamente. Corrí con apuro al baño y suspiré aliviada que la luz del día mostrara de nuevo mi aspecto de siempre, con una gran sonrisa, por fin vuelvo a ser yo misma.
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