• aaaa estando pensando no les pareceria lindo tener una pareja dulce que te abrace todas las noches y te cuide a pesar de todo?

    -con algo de sueño cierra los ojos hablando sin pensarlo-

    digo...alguien con que puedas tomarle la mano, salir a caminar sin necesidad de pensamientos sexuales o de necesitar si o si hablar ya que al estar conectados estarian felices solo con la presencia...zzzzz [se durmio]
    aaaa estando pensando no les pareceria lindo tener una pareja dulce que te abrace todas las noches y te cuide a pesar de todo? -con algo de sueño cierra los ojos hablando sin pensarlo- digo...alguien con que puedas tomarle la mano, salir a caminar sin necesidad de pensamientos sexuales o de necesitar si o si hablar ya que al estar conectados estarian felices solo con la presencia...zzzzz [se durmio]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    No aceptar solicitudes de amistad a lo loco, después me lleno de conectados que no hablan.
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    volvi de entre los desconectados
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  • El palacio de Hades se alzaba en silencio, envuelto por la oscuridad del inframundo, como una fortaleza impenetrable construida en la roca misma del abismo. Las paredes de piedra negra reflejaban apenas una luz tenue, filtrada por las antorchas que ardían sin cesar, dando una suave luminosidad al espacio. Los pasillos eran largos y fríos, y aunque en cada rincón habitaba la quietud, una presencia inconfundible recorría el aire. La figura de Perséfone, la Reina del Inframundo, caminaba en solitario por el vasto salón, su figura elegante y serena contrastando con la dureza de las sombras a su alrededor.

    El palacio, que antes le resultaba ajeno, ahora era su hogar, un lugar que había llegado a conocer profundamente. A pesar de que el eco de su llegada había sido marcado por el rapto y el dolor de su separación, con el paso del tiempo había encontrado en ese reino de sombras un propósito. El lugar ahora resonaba con su presencia, como si cada rincón hubiera sido testigo de su transformación. Su hijo, Zagreus, ya no era un niño. Había crecido, forjado en las luchas y desafíos del inframundo, un hombre que, aunque nacido en este reino de muerte, representaba la esperanza de una vida nueva. Su existencia, como la de Perséfone, era un puente entre dos mundos.

    Hoy, ella se encontraba de nuevo en uno de esos momentos de reflexión, sentada cerca del umbral de la gran sala del trono, mirando hacia el vacío, donde las sombras parecían no tener fin. La presencia de Zagreus, aunque no visible, siempre estaba con ella, en sus pensamientos, en el eco de cada paso que daba. No era necesario que él estuviera presente para sentir su conexión; el lazo que los unía era más allá de lo físico, más allá de lo que las palabras podían explicar.

    Así, en este refugio de sombras, en este palacio que ya era suyo tanto como lo había sido del mismísimo Hades, Perséfone pensaba en su hijo. En su destino. En la vida que había nacido en un lugar tan oscuro, pero que siempre llevaría en sí la luz de la primavera. Y mientras las sombras del palacio danzaban al ritmo de la brisa fría, la Reina del Inframundo sentía que su corazón, aunque atrapado en este reino de muerte, seguía latiendo con la promesa eterna de vida.

    —Zagreus... —susurró, como si su nombre fuera un hechizo, un susurro que viajaba entre las paredes del palacio, hacia dondequiera que él estuviera—. Hoy, más que nunca, siento que estamos conectados. Y aunque tú no puedas oírme, te hablo, hijo mío.

    El aire a su alrededor se espesó con las palabras que siguieron, una historia que era suya y de él, una historia tejida entre las sombras y la luz, una historia de amor que ni el inframundo podría borrar.


    Zᴀɢʀᴇᴜs
    El palacio de Hades se alzaba en silencio, envuelto por la oscuridad del inframundo, como una fortaleza impenetrable construida en la roca misma del abismo. Las paredes de piedra negra reflejaban apenas una luz tenue, filtrada por las antorchas que ardían sin cesar, dando una suave luminosidad al espacio. Los pasillos eran largos y fríos, y aunque en cada rincón habitaba la quietud, una presencia inconfundible recorría el aire. La figura de Perséfone, la Reina del Inframundo, caminaba en solitario por el vasto salón, su figura elegante y serena contrastando con la dureza de las sombras a su alrededor. El palacio, que antes le resultaba ajeno, ahora era su hogar, un lugar que había llegado a conocer profundamente. A pesar de que el eco de su llegada había sido marcado por el rapto y el dolor de su separación, con el paso del tiempo había encontrado en ese reino de sombras un propósito. El lugar ahora resonaba con su presencia, como si cada rincón hubiera sido testigo de su transformación. Su hijo, Zagreus, ya no era un niño. Había crecido, forjado en las luchas y desafíos del inframundo, un hombre que, aunque nacido en este reino de muerte, representaba la esperanza de una vida nueva. Su existencia, como la de Perséfone, era un puente entre dos mundos. Hoy, ella se encontraba de nuevo en uno de esos momentos de reflexión, sentada cerca del umbral de la gran sala del trono, mirando hacia el vacío, donde las sombras parecían no tener fin. La presencia de Zagreus, aunque no visible, siempre estaba con ella, en sus pensamientos, en el eco de cada paso que daba. No era necesario que él estuviera presente para sentir su conexión; el lazo que los unía era más allá de lo físico, más allá de lo que las palabras podían explicar. Así, en este refugio de sombras, en este palacio que ya era suyo tanto como lo había sido del mismísimo Hades, Perséfone pensaba en su hijo. En su destino. En la vida que había nacido en un lugar tan oscuro, pero que siempre llevaría en sí la luz de la primavera. Y mientras las sombras del palacio danzaban al ritmo de la brisa fría, la Reina del Inframundo sentía que su corazón, aunque atrapado en este reino de muerte, seguía latiendo con la promesa eterna de vida. —Zagreus... —susurró, como si su nombre fuera un hechizo, un susurro que viajaba entre las paredes del palacio, hacia dondequiera que él estuviera—. Hoy, más que nunca, siento que estamos conectados. Y aunque tú no puedas oírme, te hablo, hijo mío. El aire a su alrededor se espesó con las palabras que siguieron, una historia que era suya y de él, una historia tejida entre las sombras y la luz, una historia de amor que ni el inframundo podría borrar. [InferZ96]
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  • -en el bajo mundo donde todo los infiernos están conectados aparesco en forma de sombra los presentes odservaban divertidos que un visitante después de .mucho tiempo piso esas tierras cuando deje de caminar en un chasquido de mis dedos mis sombras se ponen en pocicion teniendo un instrumento cada uno seguía drogado no sabía dónde estaba Pero tenía la nesesidad de expulsar está sensación de mi cuerpo me sentía hanbriento le doy la señal a mis sombras enpesando para que empiecen a tocar y con mi amplia sonrisa ante los espectadores comencé a cantar atrayendolos mis sombras sonreían también al saborear el festín que se darán mientras coreaban mientras cantaba -

    https://youtu.be/VKXYRbd-XjI?si=VxrtYQjlCrK-uC0R
    -en el bajo mundo donde todo los infiernos están conectados aparesco en forma de sombra los presentes odservaban divertidos que un visitante después de .mucho tiempo piso esas tierras cuando deje de caminar en un chasquido de mis dedos mis sombras se ponen en pocicion teniendo un instrumento cada uno seguía drogado no sabía dónde estaba Pero tenía la nesesidad de expulsar está sensación de mi cuerpo me sentía hanbriento le doy la señal a mis sombras enpesando para que empiecen a tocar y con mi amplia sonrisa ante los espectadores comencé a cantar atrayendolos mis sombras sonreían también al saborear el festín que se darán mientras coreaban mientras cantaba - https://youtu.be/VKXYRbd-XjI?si=VxrtYQjlCrK-uC0R
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  • Mmmmm tengo ganas de hacer algo pero no se que es ellos no están conectados me estoy aburriendo y cuando me aburro me pongo creativo mmm esperaré un poco más a ver qué encuentro
    Mmmmm tengo ganas de hacer algo pero no se que es ellos no están conectados me estoy aburriendo y cuando me aburro me pongo creativo mmm esperaré un poco más a ver qué encuentro
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  • Recuerdo del ayer
    Categoría Slice of Life
    Consideración: No se mencionara el nombre de la persona de la historia, por lo que se utilizará el apodo "luciérnaga".

    7 am

    Ni siquiera sabía el porque ponía la alarma si de por sí me despertaba antes de que sonará, llevaba un par de meses así, me estaba costando conciliar el sueño de forma seguida que incluso a veces llegaba a perder la noción del tiempo, sentía que poco a poco todo me iba consumiendo lentamente.

    Sumándole a eso que constantemente estaba pendiente al celular, mis razones tenía aunque mi alrededor no parecía entenderlo.

    Con el cuerpo cansado me levante de la cama para realizar mi rutina, hoy tenia un evento en el Victoria Secret, algunas entrevistas que dar junto con el elenco y para ser sinceros mis ánimos no eran los mejores, pero tenía que...

    https://youtu.be/iy4mXZN1Zzk?si=71tAbdmdzjYfQi29

    1 pm

    Me encontraba sentada en el escenario junto con mis compañeras hablando con los reporteros, todos parecían estar fascinados por lo que se iba a realizar, se escuchaban muchas risas, música, flashes de todo un poco. Por mi parte atinaba a sonreír y responder una que otra pregunta, tenía otra vez esa sensación extraña en el pecho, pero en esta ocasión era más fuerte.

    -Lia...pss- escuche que me llamaban desde las cortinas, gire mi rostro hacia el lugar y ahí estaba una de las maquillistas con mi celular en la mano, su cara reflejaba preocupación y ¿compasión...?, no quería imaginarme lo peor, aunque en el fondo sabía que lo era. Trate de ignorarlo, pensando que podría ser otra situación. Pero supe que no era así, cuando la encargada entró al escenario disculpándose por la interrupción y sacándome de ese bullicio.

    -Lía...- hizo una breve pausa, esa voz "no, por favor"- Lucía esta reventando tu teléfono de llamadas, al ver que no contestabas me llamo a mí...tienes que ir al hospital ahora mismo, no creo que Luciérnaga pase de esta noche- susurro, todo se congelo en ese momento, en mi cabeza solo escuchaba "No pasa de esta noche", con la mayor rapidez posible tome mis cosas y salí corriendo del lugar para agarrar el primer taxi al hospital, escuche los gritos de la encargada llamándome, pero no me importo, simplemente me fui.

    En el taxi mi cabeza no paraba de recrear recuerdos de Luciérnaga, "No puede ser cierto, quizás...quizás solo sea una breve caída", trataba de justificar el que no se podía ir aquel día, no podía dejarme aquí sola, sin darme cuenta me había empezado a morder el pulgar para controlar el manojo de emociones que llevaba encima. Apenas vi la fachada del hospital, me apresure a pagar y correr por los pasillos hasta que los vi...

    Estaban todos reunidos en la sala, sus caras solo me confirmaban lo que me estaba negando a creer.

    -Lia- dijo Lucía al verme, sus ojos estaban rojos- tienes que despedirte de luciérnaga mientras sus signos vitales aún le permitan- todo dio vueltas a mi alrededor, su voz se escuho lejana, quería pensar que era una pesadilla, pero no era así, volví a la realidad cuando escuche el llanto de Martha.

    Trate de tranquilizarme, aunque sentía que todo mi cuerpo temblaba, me dirigí a una de las habitaciones para ponerme las batas quirúrgicas y seguí al doctor hasta la habitación de Luciérnaga, ahí estaba, con todos los cables alrededor de su cuerpo, la máquina de signos no paraba de subir y bajar, podía escuchar los latidos de mi propio corazón, golpeaba fuerte en mi pecho.

    -Tienes que despedirte mientras la máquina siga sonando- comentó el doctor mientras su vista pasaba de Luciérnaga a mí- te dejo sola- fue lo último que dijo antes de desaparecer del lugar.

    Me acerque a paso lento y no lo pude evitar, un sollozo escapó de mis labios, mis manos temblorosas se acercaron a las suyas.

    -Lle...llegué- tartamudee un poco- pensé que volverías a casa a comer la pizza que dejaste a medias- una pequeña sonrisa se asomo por mis labios- dijiste que volverías, que no me dejarías aquí sola - susurre mientras las lágrimas caían por mis mejillas- pero se, que esto no es vida para ti, vives por estos cables conectados...- "Vamos Lía, dilo...se tiene que ir en paz"- así que te dejo ir- susurre y por alguna razón el monitor aumento el ritmo cardíaco a estabilidad cuando dije aquella frase, sin embargo, volvió a bajar de nuevo- visitame en sueños Luciérnaga, te quiero mucho- con el último aliento que sentí que me podía dar, le di un abrazo fuerte, era la despedida...

    Aunque no quería separarme lo tuve que hacerlo, la máquina comenzó a sonar fuerte, dando a entender que sus signos iban decayendo cada vez más rápido, los doctores entraron y a mí me tuvieron que sacar de la sala, prefería quedarme con los momentos felices y la despedida.

    Me quite todo y me fui al mar, era su lugar favorito después de todo, los siguientes días fueron tan grises, una parte de mí se fue con luciérnaga aquel día, el velorio fue rápido pero tan deprimente para mí que no pude ir a casa en varios días por los recuerdos que atormentaban mi cabeza, tenía que tomarme un tiempo definitivamente.

    Consideración: No se mencionara el nombre de la persona de la historia, por lo que se utilizará el apodo "luciérnaga". 7 am Ni siquiera sabía el porque ponía la alarma si de por sí me despertaba antes de que sonará, llevaba un par de meses así, me estaba costando conciliar el sueño de forma seguida que incluso a veces llegaba a perder la noción del tiempo, sentía que poco a poco todo me iba consumiendo lentamente. Sumándole a eso que constantemente estaba pendiente al celular, mis razones tenía aunque mi alrededor no parecía entenderlo. Con el cuerpo cansado me levante de la cama para realizar mi rutina, hoy tenia un evento en el Victoria Secret, algunas entrevistas que dar junto con el elenco y para ser sinceros mis ánimos no eran los mejores, pero tenía que... https://youtu.be/iy4mXZN1Zzk?si=71tAbdmdzjYfQi29 1 pm Me encontraba sentada en el escenario junto con mis compañeras hablando con los reporteros, todos parecían estar fascinados por lo que se iba a realizar, se escuchaban muchas risas, música, flashes de todo un poco. Por mi parte atinaba a sonreír y responder una que otra pregunta, tenía otra vez esa sensación extraña en el pecho, pero en esta ocasión era más fuerte. -Lia...pss- escuche que me llamaban desde las cortinas, gire mi rostro hacia el lugar y ahí estaba una de las maquillistas con mi celular en la mano, su cara reflejaba preocupación y ¿compasión...?, no quería imaginarme lo peor, aunque en el fondo sabía que lo era. Trate de ignorarlo, pensando que podría ser otra situación. Pero supe que no era así, cuando la encargada entró al escenario disculpándose por la interrupción y sacándome de ese bullicio. -Lía...- hizo una breve pausa, esa voz "no, por favor"- Lucía esta reventando tu teléfono de llamadas, al ver que no contestabas me llamo a mí...tienes que ir al hospital ahora mismo, no creo que Luciérnaga pase de esta noche- susurro, todo se congelo en ese momento, en mi cabeza solo escuchaba "No pasa de esta noche", con la mayor rapidez posible tome mis cosas y salí corriendo del lugar para agarrar el primer taxi al hospital, escuche los gritos de la encargada llamándome, pero no me importo, simplemente me fui. En el taxi mi cabeza no paraba de recrear recuerdos de Luciérnaga, "No puede ser cierto, quizás...quizás solo sea una breve caída", trataba de justificar el que no se podía ir aquel día, no podía dejarme aquí sola, sin darme cuenta me había empezado a morder el pulgar para controlar el manojo de emociones que llevaba encima. Apenas vi la fachada del hospital, me apresure a pagar y correr por los pasillos hasta que los vi... Estaban todos reunidos en la sala, sus caras solo me confirmaban lo que me estaba negando a creer. -Lia- dijo Lucía al verme, sus ojos estaban rojos- tienes que despedirte de luciérnaga mientras sus signos vitales aún le permitan- todo dio vueltas a mi alrededor, su voz se escuho lejana, quería pensar que era una pesadilla, pero no era así, volví a la realidad cuando escuche el llanto de Martha. Trate de tranquilizarme, aunque sentía que todo mi cuerpo temblaba, me dirigí a una de las habitaciones para ponerme las batas quirúrgicas y seguí al doctor hasta la habitación de Luciérnaga, ahí estaba, con todos los cables alrededor de su cuerpo, la máquina de signos no paraba de subir y bajar, podía escuchar los latidos de mi propio corazón, golpeaba fuerte en mi pecho. -Tienes que despedirte mientras la máquina siga sonando- comentó el doctor mientras su vista pasaba de Luciérnaga a mí- te dejo sola- fue lo último que dijo antes de desaparecer del lugar. Me acerque a paso lento y no lo pude evitar, un sollozo escapó de mis labios, mis manos temblorosas se acercaron a las suyas. -Lle...llegué- tartamudee un poco- pensé que volverías a casa a comer la pizza que dejaste a medias- una pequeña sonrisa se asomo por mis labios- dijiste que volverías, que no me dejarías aquí sola - susurre mientras las lágrimas caían por mis mejillas- pero se, que esto no es vida para ti, vives por estos cables conectados...- "Vamos Lía, dilo...se tiene que ir en paz"- así que te dejo ir- susurre y por alguna razón el monitor aumento el ritmo cardíaco a estabilidad cuando dije aquella frase, sin embargo, volvió a bajar de nuevo- visitame en sueños Luciérnaga, te quiero mucho- con el último aliento que sentí que me podía dar, le di un abrazo fuerte, era la despedida... Aunque no quería separarme lo tuve que hacerlo, la máquina comenzó a sonar fuerte, dando a entender que sus signos iban decayendo cada vez más rápido, los doctores entraron y a mí me tuvieron que sacar de la sala, prefería quedarme con los momentos felices y la despedida. Me quite todo y me fui al mar, era su lugar favorito después de todo, los siguientes días fueron tan grises, una parte de mí se fue con luciérnaga aquel día, el velorio fue rápido pero tan deprimente para mí que no pude ir a casa en varios días por los recuerdos que atormentaban mi cabeza, tenía que tomarme un tiempo definitivamente.
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  • //Esto es larguito, pero también tendréis un poco más de contexto de la trama de Dante. Espero que os guste.

    Cualquiera pensaría que los seres de la noche no requieren de sueño, un error muy común. Tal vez no necesiten tantas horas en brazos de Morfeo como lo haría un simple mortal, pero lo cierto es que sí necesitaban dormir.
    Por desgracia ese placer parecía estarle vetado a Dante. Cada vez que cerraba los ojos para descansar ni que fueran unos minutos, esa asfixiante sombra volvía a torturarlo. Visiones. Imágenes de un futuro que no sabía cuándo llegaría, tan solo que sin lugar a dudas iba a ocurrir. Llevaba así casi toda su vida y se había vuelto una parte más de su rutina, lidiar con las visiones de la que sería su muerte, una bastante desagradable cabía destacar.

    Cada miembro de la estirpe poseía sus propias capacidades, a demás de las habituales en ellos, y esta era la de Dante, heredada de su madre. Pues sí la madre de él fue una compañera de sangre. ¿Qué son los compañeros de sangre? Os estaréis preguntando. Hombres y mujeres humanos, que curiosamente contaban con alguna extraña peculiaridad o capacidad, que nacieron destinados a unirse con algún vampiro y no estamos hablando de un simple emparejamiento, va mucho más allá. Esa unión empieza a forjarse cuando el vampiro toma la sangre del compañero/a, los siguientes pasos serían la unión de sus cuerpos y darle de su sangre al humano.
    Ambos seres quedarían conectados de una forma que transciende al conocimiento humano, capaces de sentir las emociones del otro, su dolor físico, sus pensamientos, sus deseos, de percibir dónde está... La incapacidad de vivir el uno sin el otro, una devoción tan pura y profunda que no podría existir nada con qué compararlo.
    Tras esa unión, la facultad especial de dicho humano se expandiría hasta dar lugar a todo su potencial y viviría eternamente mientras siguiera consumiendo la sangre del vampiro. Así mismo el vampiro solo podría consumir la sangre de su compañero/a.

    Cabe mencionar que dichos compañeros/as de sangre, portan una pequeñísima marca de nacimiento que puede estar alojada en cualquier parte del cuerpo, una luna menguante tumbada, en forma de cuenco, con una pequeña gota entrando en ella. De un color rojizo.

    Cuando los involucrados en esas uniones tienen descendencia, esos hijos adquieren los poderes de su progenitor humano a parte de los básicos en la naturaleza del vampiro. Es la única forma de traer descendencia de la estirpe, pues entre ellos no pueden procrear.

    La madre de Dante siempre tuvo visiones de su propia muerte y parecía tenerlo perfectamente asimilado, pero jamás le mencionó a padre o hijo qué vio en estas.

    Seguramente os preguntéis, ¿y que pasa si uno de los involucrados en la unión fallece? Los padres de este joven guerrero fueron un claro ejemplo.
    El padre, siendo guerrero antes que él, falleció en combate contra una horda de vampiros enloquecidos por la lujuria de sangre, no supieron nunca los detalles concretos pero en el mismo instante que falleció, la madre lo supo pues algo dentro de ella se rompió. ¿Murió la mujer? No, cuando uno de ambos fallece el otro puede seguir viviendo incluso podría volver a emparejarse si así lo quisiera. ¿Dónde está el truco o el problema entonces? En que jamás quieren volver a enlazarse a nadie, el vacío que les crea es tan profundo y doloroso como si le hubieran arrancado el corazón dejándolos muertos en vida. La existencia en si deja de tener sentido y cualquier atisbo de felicidad les abandona para siempre.
    La madre de Dante cayó en una gran depresión y, al ser una compañera de sangre, no vampira, y no poder seguir consumiendo la sangre de su compañero, poco a poco iría envejeciendo hasta morir. Y así fue, físicamente hablando murió por vejez y enfermedad pero... Dante vio la muerte en los ojos de su madre el mismo día que su padre falleció.

    No. No podía permitir que nadie se enlazase jamás a él. Pues a parte del hecho de que la idea no era de su agrado, sentirse un perro atado con una correa en corto, o así lo percibía él, tampoco le simpatizaba pensar que si lo hacía, su compañero/a algún día pasaría por lo mismo que su madre. Pues estaba seguro de ello ya que tenía siempre la misma visión sobre su muerte atormentándolo.
    //Esto es larguito, pero también tendréis un poco más de contexto de la trama de Dante. Espero que os guste. Cualquiera pensaría que los seres de la noche no requieren de sueño, un error muy común. Tal vez no necesiten tantas horas en brazos de Morfeo como lo haría un simple mortal, pero lo cierto es que sí necesitaban dormir. Por desgracia ese placer parecía estarle vetado a Dante. Cada vez que cerraba los ojos para descansar ni que fueran unos minutos, esa asfixiante sombra volvía a torturarlo. Visiones. Imágenes de un futuro que no sabía cuándo llegaría, tan solo que sin lugar a dudas iba a ocurrir. Llevaba así casi toda su vida y se había vuelto una parte más de su rutina, lidiar con las visiones de la que sería su muerte, una bastante desagradable cabía destacar. Cada miembro de la estirpe poseía sus propias capacidades, a demás de las habituales en ellos, y esta era la de Dante, heredada de su madre. Pues sí la madre de él fue una compañera de sangre. ¿Qué son los compañeros de sangre? Os estaréis preguntando. Hombres y mujeres humanos, que curiosamente contaban con alguna extraña peculiaridad o capacidad, que nacieron destinados a unirse con algún vampiro y no estamos hablando de un simple emparejamiento, va mucho más allá. Esa unión empieza a forjarse cuando el vampiro toma la sangre del compañero/a, los siguientes pasos serían la unión de sus cuerpos y darle de su sangre al humano. Ambos seres quedarían conectados de una forma que transciende al conocimiento humano, capaces de sentir las emociones del otro, su dolor físico, sus pensamientos, sus deseos, de percibir dónde está... La incapacidad de vivir el uno sin el otro, una devoción tan pura y profunda que no podría existir nada con qué compararlo. Tras esa unión, la facultad especial de dicho humano se expandiría hasta dar lugar a todo su potencial y viviría eternamente mientras siguiera consumiendo la sangre del vampiro. Así mismo el vampiro solo podría consumir la sangre de su compañero/a. Cabe mencionar que dichos compañeros/as de sangre, portan una pequeñísima marca de nacimiento que puede estar alojada en cualquier parte del cuerpo, una luna menguante tumbada, en forma de cuenco, con una pequeña gota entrando en ella. De un color rojizo. Cuando los involucrados en esas uniones tienen descendencia, esos hijos adquieren los poderes de su progenitor humano a parte de los básicos en la naturaleza del vampiro. Es la única forma de traer descendencia de la estirpe, pues entre ellos no pueden procrear. La madre de Dante siempre tuvo visiones de su propia muerte y parecía tenerlo perfectamente asimilado, pero jamás le mencionó a padre o hijo qué vio en estas. Seguramente os preguntéis, ¿y que pasa si uno de los involucrados en la unión fallece? Los padres de este joven guerrero fueron un claro ejemplo. El padre, siendo guerrero antes que él, falleció en combate contra una horda de vampiros enloquecidos por la lujuria de sangre, no supieron nunca los detalles concretos pero en el mismo instante que falleció, la madre lo supo pues algo dentro de ella se rompió. ¿Murió la mujer? No, cuando uno de ambos fallece el otro puede seguir viviendo incluso podría volver a emparejarse si así lo quisiera. ¿Dónde está el truco o el problema entonces? En que jamás quieren volver a enlazarse a nadie, el vacío que les crea es tan profundo y doloroso como si le hubieran arrancado el corazón dejándolos muertos en vida. La existencia en si deja de tener sentido y cualquier atisbo de felicidad les abandona para siempre. La madre de Dante cayó en una gran depresión y, al ser una compañera de sangre, no vampira, y no poder seguir consumiendo la sangre de su compañero, poco a poco iría envejeciendo hasta morir. Y así fue, físicamente hablando murió por vejez y enfermedad pero... Dante vio la muerte en los ojos de su madre el mismo día que su padre falleció. No. No podía permitir que nadie se enlazase jamás a él. Pues a parte del hecho de que la idea no era de su agrado, sentirse un perro atado con una correa en corto, o así lo percibía él, tampoco le simpatizaba pensar que si lo hacía, su compañero/a algún día pasaría por lo mismo que su madre. Pues estaba seguro de ello ya que tenía siempre la misma visión sobre su muerte atormentándolo.
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  • Bueno mis queridos oyentes espero que estén disfrutando este programa radial que aquí su más fiel servidor ALASTOR los delita con sus pedidos musicales HAHAHAHA!! Al parecer mientras me deleitaba con con este manjar dorado que tengo en este vaso me acordé de una canción y da la casualidad que uno de mis oyentes pidió está canción jejejejeje
    Si me escuchas querido tengo que decir que mis pensamientos están conectados a ti y es por eso que está canción es una dedicatoria espero y lo disfrutes

    - enpiesa a sonar una guitarra mientras acerco mis labios al micrófono y con una voz seductora enpieso a cantar mientras levanto mi vaso de whisky deleitándome con su color y aroma -





    https://youtu.be/rAXdXD_8TPk?si=yYkbnrZA3USXQX_n
    Bueno mis queridos oyentes 🎙️espero que estén disfrutando este programa radial que aquí su más fiel servidor ALASTOR los delita con sus pedidos musicales 🎙️HAHAHAHA!! Al parecer mientras me deleitaba con con este manjar dorado que tengo en este vaso 🎙️me acordé de una canción y da la casualidad que uno de mis oyentes pidió está canción 🎙️jejejejeje 🎙️ Si me escuchas querido tengo que decir que mis pensamientos están conectados a ti y es por eso que está canción es una dedicatoria espero y lo disfrutes 😏 - enpiesa a sonar una guitarra mientras acerco mis labios al micrófono y con una voz seductora enpieso a cantar mientras levanto mi vaso de whisky deleitándome con su color y aroma - https://youtu.be/rAXdXD_8TPk?si=yYkbnrZA3USXQX_n
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  • La espera, el miedo, la incertidumbre... Todo aquello había merecido la pena después de la resolución final en el mundo de los espíritus.

    El solsticio había concluido, y con ello su más ansido deseo; "Juntos por toda una eternidad". ( Trama; https://ficrol.com/posts/219994 ).

    Kazuo nunca se hubiera imaginado lo fácil que podía ser llegar a amar a alguien, no hasta que ella apareció en su vida.

    Una humana... Una llama de sangre que había conseguido consumirlo por completo, marcandolo para siempre.

    El Zorro no concebía una vida sin ella, por lo que enlazó su alma a la de ella. Si ella moría él la seguiría al más allá, con convicción y sin remordimiento. Pero todo eso cambió son su visita al reino espiritual.

    Inari, en su gracia bondadosa, enlazó el alma de la pelirroja a la del Zorro. Ahora ambos conectados en ambas direcciones. Ella viviría lo que el zorro lo hiciera; si este vivía eternamente, ella también lo haría. Pero... Si la fatalidad se cernía sobre alguno de ellos, ese vínculo arrastraría al otro al mismo destino.

    No podían pedir más. Aquel era un regalo que había superado las expectativas de ambos. Nada ni nadie iba a separar lo que de por nacimiento debía haber sido unido. Habían conseguido aquello que los mantenía en un cosntale en vilo; burlar a la muerte, burlar al paso del tiempo.

    El zorro, al despertar cada mañana, podía ver el rostro de su amada 𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆 , con la certeza de que lo haría por siempre jamás.
    La espera, el miedo, la incertidumbre... Todo aquello había merecido la pena después de la resolución final en el mundo de los espíritus. El solsticio había concluido, y con ello su más ansido deseo; "Juntos por toda una eternidad". ( Trama; https://ficrol.com/posts/219994 ). Kazuo nunca se hubiera imaginado lo fácil que podía ser llegar a amar a alguien, no hasta que ella apareció en su vida. Una humana... Una llama de sangre que había conseguido consumirlo por completo, marcandolo para siempre. El Zorro no concebía una vida sin ella, por lo que enlazó su alma a la de ella. Si ella moría él la seguiría al más allá, con convicción y sin remordimiento. Pero todo eso cambió son su visita al reino espiritual. Inari, en su gracia bondadosa, enlazó el alma de la pelirroja a la del Zorro. Ahora ambos conectados en ambas direcciones. Ella viviría lo que el zorro lo hiciera; si este vivía eternamente, ella también lo haría. Pero... Si la fatalidad se cernía sobre alguno de ellos, ese vínculo arrastraría al otro al mismo destino. No podían pedir más. Aquel era un regalo que había superado las expectativas de ambos. Nada ni nadie iba a separar lo que de por nacimiento debía haber sido unido. Habían conseguido aquello que los mantenía en un cosntale en vilo; burlar a la muerte, burlar al paso del tiempo. El zorro, al despertar cada mañana, podía ver el rostro de su amada [Liz_bloodFlame] , con la certeza de que lo haría por siempre jamás.
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