• [Valentino]

    << Había tomado el tren de regreso, Giovanni esperaba pacientemente en su cabina en clase media ya que no quería llamar la atención de su regreso. Se hallaba junto a la ventana para poder apreciar el paisaje que el viaje ofrecía. Mientras tanto, éste se debía conformar con el opaco, casi sepia, paisaje del andén mientras todos abordaban.

    —La gente ser impertinente estos días, Dimitri...— Vociferó el rubio hacia su acompañante quien se hallaba a su izquierda. Exhaló aquella bocanada de humo del cigarrillo mientras hablaba, quizás el cigarrillo le ayudaría a aliviar la tensión.

    —Que?— Responde Dimitri, consternado por el repentino comentario de su jefe y amigo.

    —Esa mujer ha estado mirando a nosotros desde que llegamos aquí... ser algo realmente grosero.— estaba a punto de sacar su arma escondida bajo el abrigo, Dimitri lo sabía muy bien que, cuando comenzaba a molestarse, el rubio era de armas tomar. Alzó una ceja en señal de curiosidad, no lo comprendía bien, pero debía de asegurarse que no cometiesen ningún error; rápidamente estiró el cuello para mirar en la dirección que los azules ojos de Gio se habían posado, sólo para descubrir que una chica era quien había clavado la mirada en él.

    —Ella no está mirando mal.. ella, te está mirando bien.— replicó Dimitri hacia su jefe, aliviado por entender la situación. —Ah...— pujó con desgano. —Y... ¿Qué esperar lograr con hacer eso?—. Al parecer éste no entendía bien la gesticulación a la hora del cortejo, menos la insinuación o indirectas.

    —Bueno, ella está esperando a ver si le devuelves la mirada...— explicó con calma mientras añadía algunos conceptos en el juego del cortejo, aunque Giovanni se mantuvo en calma y pasivo. —La mirada...— repitió.

    —Sí, ardiente, oscura, audaz, como la de un cazador dispuesto a saltar sobre su presa.— agregó Dimitri. —Referir a arder... ¿Algo como esto?— El rostro de Giovanni se giró hacia su compañero para mostrarle su expresión más fría e intimidante, realmente no era bueno para pretender mostrar un rostro amable, aun si lo requería. Si algo no le agradaba, simplemente no tenía que pretender otra cosa.

    —No— dijo Dimitri.
    —¿Ser esto?— dijo Giovanni frunciendo ligeramente el entrecejo.
    —Tal vez... un poco más feliz.— agregó el otro tratando de corregir lo que trataban de hacer.
    —¿Cómo es esto?— su expresión ahora parecía desprecio desde una postura llena de superioridad.
    —No, es peor...— agregó el contrario mientras trataba de arreglarlo. —Al parecer el aspecto oscuro de Giovanni es totalmente distinto al "aspecto oscuro" que te digo... trata con algo como: "me gustaría asesinar a toda tu familia con picahielos..."

    —No gustarme remotamente aspecto de picahielos, pero tal vez necesito escuchar otros nuevos. ¿Debería hacerme a un lado para que puedas mirarla elegante? Quizá tener oportunidad con Yuki...—
    [Valentino] << Había tomado el tren de regreso, Giovanni esperaba pacientemente en su cabina en clase media ya que no quería llamar la atención de su regreso. Se hallaba junto a la ventana para poder apreciar el paisaje que el viaje ofrecía. Mientras tanto, éste se debía conformar con el opaco, casi sepia, paisaje del andén mientras todos abordaban. —La gente ser impertinente estos días, Dimitri...— Vociferó el rubio hacia su acompañante quien se hallaba a su izquierda. Exhaló aquella bocanada de humo del cigarrillo mientras hablaba, quizás el cigarrillo le ayudaría a aliviar la tensión. —Que?— Responde Dimitri, consternado por el repentino comentario de su jefe y amigo. —Esa mujer ha estado mirando a nosotros desde que llegamos aquí... ser algo realmente grosero.— estaba a punto de sacar su arma escondida bajo el abrigo, Dimitri lo sabía muy bien que, cuando comenzaba a molestarse, el rubio era de armas tomar. Alzó una ceja en señal de curiosidad, no lo comprendía bien, pero debía de asegurarse que no cometiesen ningún error; rápidamente estiró el cuello para mirar en la dirección que los azules ojos de Gio se habían posado, sólo para descubrir que una chica era quien había clavado la mirada en él. —Ella no está mirando mal.. ella, te está mirando bien.— replicó Dimitri hacia su jefe, aliviado por entender la situación. —Ah...— pujó con desgano. —Y... ¿Qué esperar lograr con hacer eso?—. Al parecer éste no entendía bien la gesticulación a la hora del cortejo, menos la insinuación o indirectas. —Bueno, ella está esperando a ver si le devuelves la mirada...— explicó con calma mientras añadía algunos conceptos en el juego del cortejo, aunque Giovanni se mantuvo en calma y pasivo. —La mirada...— repitió. —Sí, ardiente, oscura, audaz, como la de un cazador dispuesto a saltar sobre su presa.— agregó Dimitri. —Referir a arder... ¿Algo como esto?— El rostro de Giovanni se giró hacia su compañero para mostrarle su expresión más fría e intimidante, realmente no era bueno para pretender mostrar un rostro amable, aun si lo requería. Si algo no le agradaba, simplemente no tenía que pretender otra cosa. —No— dijo Dimitri. —¿Ser esto?— dijo Giovanni frunciendo ligeramente el entrecejo. —Tal vez... un poco más feliz.— agregó el otro tratando de corregir lo que trataban de hacer. —¿Cómo es esto?— su expresión ahora parecía desprecio desde una postura llena de superioridad. —No, es peor...— agregó el contrario mientras trataba de arreglarlo. —Al parecer el aspecto oscuro de Giovanni es totalmente distinto al "aspecto oscuro" que te digo... trata con algo como: "me gustaría asesinar a toda tu familia con picahielos..." —No gustarme remotamente aspecto de picahielos, pero tal vez necesito escuchar otros nuevos. ¿Debería hacerme a un lado para que puedas mirarla elegante? Quizá tener oportunidad con Yuki...—
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  • Hacía unos días que pensaba en su padre, Arthur Stevens, no solía pensar en él con frecuencia, no después de haberlo asesinado, no se arrepentía, jamás lo hacía, detrás de aquel parricidio habían más motivos que sólo el poder y el dinero, había mucho más... Aquél día, sentado en la tumba de su padre, pensaba en si quizá la vida hubiera sido diferente si ellos hubieran sido una familia diferente. Jugaba con unas flores que había encontrado ahí. "Al final, yo gané viejo, te dije que lo haría, que tal vez me tomaría toda la vida pero al final yo te iba a vencer, y mira por dónde, tu sangre cubrió mis manos y, en efecto, yo gané, ¿no te parece irónico?" — pensó mientras una sonrisa macabra se instalaba en su rostro.
    Hacía unos días que pensaba en su padre, Arthur Stevens, no solía pensar en él con frecuencia, no después de haberlo asesinado, no se arrepentía, jamás lo hacía, detrás de aquel parricidio habían más motivos que sólo el poder y el dinero, había mucho más... Aquél día, sentado en la tumba de su padre, pensaba en si quizá la vida hubiera sido diferente si ellos hubieran sido una familia diferente. Jugaba con unas flores que había encontrado ahí. "Al final, yo gané viejo, te dije que lo haría, que tal vez me tomaría toda la vida pero al final yo te iba a vencer, y mira por dónde, tu sangre cubrió mis manos y, en efecto, yo gané, ¿no te parece irónico?" — pensó mientras una sonrisa macabra se instalaba en su rostro.
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  • Ruxue, una espiritu Zorro, mi primera amiga no primate. Fue asesinada por mi hermano Demonio Rey Toro.
    Ruxue, una espiritu Zorro, mi primera amiga no primate. Fue asesinada por mi hermano Demonio Rey Toro.
    Me entristece
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  • Canciones para escuchar mientras asesinas a alguien en tu mente ¿alguien?
    Canciones para escuchar mientras asesinas a alguien en tu mente ¿alguien?
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  • Casi siempre estoy sola, a este paro ese demonio, me va a secuestrar o asesinar, no se que planes tiene, lo único que tengo es una daga.
    Casi siempre estoy sola, a este paro ese demonio, me va a secuestrar o asesinar, no se que planes tiene, lo único que tengo es una daga.
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  • Joshua no escapo, sigue encerrado en su propia mente, cuando saldra finalmente? que alma en pena tan desalmada... asesinatos, huida, tragedia en masa! un chico patetico que solo pudo asesinar, cosas tontas, sin alma, sin lugar, mis creaciones no pudieron contra el, pero la rata albina si, es ironico que el asesino intentara jugar de heroe, no es asi?

    Joshua Dreemur, me intrigaste, por eso te traje aqui, vive, CORRE! disfruta, pero sobre todo, no vuelvas alli, pues mis brazos estan cortados, al igual que tus victimas, victimas, victimas, JAJAJAJAJA!
    Joshua no escapo, sigue encerrado en su propia mente, cuando saldra finalmente? que alma en pena tan desalmada... asesinatos, huida, tragedia en masa! un chico patetico que solo pudo asesinar, cosas tontas, sin alma, sin lugar, mis creaciones no pudieron contra el, pero la rata albina si, es ironico que el asesino intentara jugar de heroe, no es asi? Joshua Dreemur, me intrigaste, por eso te traje aqui, vive, CORRE! disfruta, pero sobre todo, no vuelvas alli, pues mis brazos estan cortados, al igual que tus victimas, victimas, victimas, JAJAJAJAJA!
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  • — "Estás con un psicópata. Te voy a asesinar. Entonces... ¿por qué te veo tan tranquilo?. Deberías tener miedo, o acaso... ¿estás siempre preparado para tu muerte?"
    — "Estás con un psicópata. Te voy a asesinar. Entonces... ¿por qué te veo tan tranquilo?. Deberías tener miedo, o acaso... ¿estás siempre preparado para tu muerte?"
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  • El simple recuerdo de su yo anterior la dejaba anonada. Verse a si misma en su mente, alegre y viva le sacaba las palabras de la boca. Había tenido que soportar que la matasen brutalmente, todo por tierras, pero, ahora también debía verse viva con recuerdos impregnados.

    —Vaya... —sonrió con debilidad para después despertar de su cruel ensañamiento, para decir con voz dulce: —. Parece que tendré que trabajar un poco en el arte del asesinato.
    El simple recuerdo de su yo anterior la dejaba anonada. Verse a si misma en su mente, alegre y viva le sacaba las palabras de la boca. Había tenido que soportar que la matasen brutalmente, todo por tierras, pero, ahora también debía verse viva con recuerdos impregnados. —Vaya... —sonrió con debilidad para después despertar de su cruel ensañamiento, para decir con voz dulce: —. Parece que tendré que trabajar un poco en el arte del asesinato.
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  • ᴇʟíᴀꜱ
    ──────
    En Knaresborough cada nueva generación de neófitos "Llamas de sangre" eran censados y asignados a una unidad de nodrizas quienes los criarían y educarían desde el momento que terminaran de lactar, asignándole nombres aleatorios con el fin de no poder ser identificados por sus padres a medida que crezcan, el vínculo paternal era roto al momento que la madre dejaba de amamantar, luego de eso, sería un adiós para siempre.

    Así pasaba con cada infante de esta tribu que cada año crecía en número volviéndose más y más poderosa.

    Los padres asumían el arrebatamiento de sus hijos como algo natural parte del ciclo de vida. Los nuevos habitantes del pueblo serían inducidos a un duro entrenamiento y adoctrinamiento militar apenas tuvieran consciencia del porqué y con qué fin habían sido concebidos.

    Este no era el caso de Elías, hijo de Hamza, un Llama de Sangre y Astrid, arquera Nórdica quien se había asentado en la tribu sin saber lo que significaría ser madre en un lugar como ese. La única forma de que una extranjera sea aceptada y recibida en Knaresborough era procrear y pasar por el rito de brazas calientes en cuencos con agua de mar durante la luna sangrienta para que así, por este pacto, el niño naciera con poderes de fuego... un soldado más para la ambiciosa colección del gobernante en ese entonces.

    Las madres quedaban con quemaduras de segundo grado en gran parte de sus cuerpos, era el costo de procrear bebés con poderes sobrenaturales

    Astrid, como las demás sufrió el mismo destino, tardó un largo tiempo en sanar las cicatrices que las brazas habían hecho en su piel. Ella, después de todo este sacrificio no daría su único hijo así como así, lo amaba sin conocerlo aún, no lo dejaría ir. Tenía que encontrar la manera de no perderlo.

    Pasó el tiempo y Elías era un hermoso y feliz bebé pelirrojo de pocos meses, cuando con mucho pesar Astrid le pidió a su esposo Hamza que lo marcara en su espalda, una huella al rojo vivo que no se borarría, la señal que aún estando lejos les indicaría quien era su hijo. Y así fue, el niño creció ganándose el respeto y cariño de las personas que estaban a su cargo. Mientras sus padres biológicos jamás dejaron de verlo y compartir con él a escondidas entregando todos sus conocimientos y amor a su preciado hijo.
    Como pocos pudo conocer a sus padres y mantener una relación de familia en lo secreto de las vigilias, en la soledad y con ellos podía llamarse con su legítimo nombre: Elías, pero para todos los demás era conocido como Gaspar el joven promesa.

    En una de tantas veladas con sus padres recibió una noticia que traía consigo una gran responsabilidad: Su madre Astrid esperaba una niña; su nombre sería Elizabeth y por ella también haría el rito de la luna roja aunque eso significara pasar por el doloroso proceso de sanación.

    Pasó el tiempo y Elizabeth pequeña todavía ya era parte de un grupo que en el futuro tenían todas las fichas puestas para ser el escuadrón combativo más letal de los últimos tiempos.

    A diferencia de su hermano, Liz no fue marcada ya que sus padres fueron asesinados por alta traición (a penas ella nació) al descubrir que mantenían contacto con su hijo, más nunca descubrieron de quien se trataba.
    Elías hizo unos arreglos con una de las nodrisas que afortunadamente lo tenían en gran estima para registrar con el nombre real a la pequeña pelirroja, nunca se presentó ante ella como su familiar, la observaba y cuidaba a distancia siempre que podía.

    El año del Búho llegó y con este el terrible genocidio de toda la tribu, muchos murieron y a él lo tomaron prisionero, entre cinco fue engrillado y arrastrado hasta un barco para hacerlo esclavo en el viejo continente. Su mundo se había destrozado por completo el corazón le dolía causando en cada palpitar agudas punzadas, pero entonces la vio... su pequeña hermanita se escabullía para ser libre. Elizabeth lo logró, eso quería creer, era una chispa de esperanza. Lograría escapar y la encontraría donde sea que estuviera sólo tenía que esperar el tiempo adecuado.

    A͟͞c͟͞t͟͞u͟͞a͟͞l͟͞i͟͞d͟͞a͟͞d͟͞ ͟͞

    Seis años pasaron para lograr su ansiada independencia después de un largo y tortuoso tiempo como esclavo al fin pudo emprender su búsqueda. Recordaba a Elizabeth como una niña, sería difícil dar con ella dependiendo sólo de sus memorias.
    Por suerte para él, después de un par de años de intensa investigación arribó a uno de los poblados donde Liz había adquirido cierta popularidad como la Reina Escarlata: una guerrera de ojos carmesí y la furia de su llama que consumía todo a su paso. Elías no dudó, era ella.

    Siguió migaja por migaja que obtenía de información recorriendo cada lugar que Liz había pisado hasta que despues de miles de kilómetros recorridos de travesía llegó a Kyoto.

    ── Te encontraré Elizabeth, aunque sea lo último que haga
    ᴇʟíᴀꜱ ────── En Knaresborough cada nueva generación de neófitos "Llamas de sangre" eran censados y asignados a una unidad de nodrizas quienes los criarían y educarían desde el momento que terminaran de lactar, asignándole nombres aleatorios con el fin de no poder ser identificados por sus padres a medida que crezcan, el vínculo paternal era roto al momento que la madre dejaba de amamantar, luego de eso, sería un adiós para siempre. Así pasaba con cada infante de esta tribu que cada año crecía en número volviéndose más y más poderosa. Los padres asumían el arrebatamiento de sus hijos como algo natural parte del ciclo de vida. Los nuevos habitantes del pueblo serían inducidos a un duro entrenamiento y adoctrinamiento militar apenas tuvieran consciencia del porqué y con qué fin habían sido concebidos. Este no era el caso de Elías, hijo de Hamza, un Llama de Sangre y Astrid, arquera Nórdica quien se había asentado en la tribu sin saber lo que significaría ser madre en un lugar como ese. La única forma de que una extranjera sea aceptada y recibida en Knaresborough era procrear y pasar por el rito de brazas calientes en cuencos con agua de mar durante la luna sangrienta para que así, por este pacto, el niño naciera con poderes de fuego... un soldado más para la ambiciosa colección del gobernante en ese entonces. Las madres quedaban con quemaduras de segundo grado en gran parte de sus cuerpos, era el costo de procrear bebés con poderes sobrenaturales Astrid, como las demás sufrió el mismo destino, tardó un largo tiempo en sanar las cicatrices que las brazas habían hecho en su piel. Ella, después de todo este sacrificio no daría su único hijo así como así, lo amaba sin conocerlo aún, no lo dejaría ir. Tenía que encontrar la manera de no perderlo. Pasó el tiempo y Elías era un hermoso y feliz bebé pelirrojo de pocos meses, cuando con mucho pesar Astrid le pidió a su esposo Hamza que lo marcara en su espalda, una huella al rojo vivo que no se borarría, la señal que aún estando lejos les indicaría quien era su hijo. Y así fue, el niño creció ganándose el respeto y cariño de las personas que estaban a su cargo. Mientras sus padres biológicos jamás dejaron de verlo y compartir con él a escondidas entregando todos sus conocimientos y amor a su preciado hijo. Como pocos pudo conocer a sus padres y mantener una relación de familia en lo secreto de las vigilias, en la soledad y con ellos podía llamarse con su legítimo nombre: Elías, pero para todos los demás era conocido como Gaspar el joven promesa. En una de tantas veladas con sus padres recibió una noticia que traía consigo una gran responsabilidad: Su madre Astrid esperaba una niña; su nombre sería Elizabeth y por ella también haría el rito de la luna roja aunque eso significara pasar por el doloroso proceso de sanación. Pasó el tiempo y Elizabeth pequeña todavía ya era parte de un grupo que en el futuro tenían todas las fichas puestas para ser el escuadrón combativo más letal de los últimos tiempos. A diferencia de su hermano, Liz no fue marcada ya que sus padres fueron asesinados por alta traición (a penas ella nació) al descubrir que mantenían contacto con su hijo, más nunca descubrieron de quien se trataba. Elías hizo unos arreglos con una de las nodrisas que afortunadamente lo tenían en gran estima para registrar con el nombre real a la pequeña pelirroja, nunca se presentó ante ella como su familiar, la observaba y cuidaba a distancia siempre que podía. El año del Búho llegó y con este el terrible genocidio de toda la tribu, muchos murieron y a él lo tomaron prisionero, entre cinco fue engrillado y arrastrado hasta un barco para hacerlo esclavo en el viejo continente. Su mundo se había destrozado por completo el corazón le dolía causando en cada palpitar agudas punzadas, pero entonces la vio... su pequeña hermanita se escabullía para ser libre. Elizabeth lo logró, eso quería creer, era una chispa de esperanza. Lograría escapar y la encontraría donde sea que estuviera sólo tenía que esperar el tiempo adecuado. A͟͞c͟͞t͟͞u͟͞a͟͞l͟͞i͟͞d͟͞a͟͞d͟͞ ͟͞ Seis años pasaron para lograr su ansiada independencia después de un largo y tortuoso tiempo como esclavo al fin pudo emprender su búsqueda. Recordaba a Elizabeth como una niña, sería difícil dar con ella dependiendo sólo de sus memorias. Por suerte para él, después de un par de años de intensa investigación arribó a uno de los poblados donde Liz había adquirido cierta popularidad como la Reina Escarlata: una guerrera de ojos carmesí y la furia de su llama que consumía todo a su paso. Elías no dudó, era ella. Siguió migaja por migaja que obtenía de información recorriendo cada lugar que Liz había pisado hasta que despues de miles de kilómetros recorridos de travesía llegó a Kyoto. ── Te encontraré Elizabeth, aunque sea lo último que haga
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  • ¿Para Sophie que era la sensación de no tener a sus padres?

    Desde que sucedió aquel dichoso y horrible evento, Anneliese tuvo que cambiar toda su vida. A veces la han estado tratando de loca y otras, haciendo su vida un infierno, todo en aquel instituto en el que tenía que fingir ser una estudiante.

    Para una princesa que no está ocupada a tanta actualidad para ella era un duelo constante, no ser ayudada, no ser comprendida y que al fin y al cabo hacía lo posible para que no se notase que era una de las princesas que acabó escapando y que sobretodo salió en las noticias haciéndola sentir culpable como si aquella televisión y esas personas que comentaban la hicieron asesina de la muerte de sus padres, ya que no se sabía ningún rastro de éstos.

    Ella huía, huía por orden del rey y de la reina, sus padres. Ella observó cómo casi estaban muriendo y como tuvo que irse por un helicóptero de su reino, ella jamás dejaría que acabase eso de aquella manera pero las circunstancias no ayudaron.

    Cada día llora, tocando el colgante que sus madre y su padre habían regalado, echándolos de menos y esperando que por fin pueda volver y poner justicia.
    ¿Para Sophie que era la sensación de no tener a sus padres? Desde que sucedió aquel dichoso y horrible evento, Anneliese tuvo que cambiar toda su vida. A veces la han estado tratando de loca y otras, haciendo su vida un infierno, todo en aquel instituto en el que tenía que fingir ser una estudiante. Para una princesa que no está ocupada a tanta actualidad para ella era un duelo constante, no ser ayudada, no ser comprendida y que al fin y al cabo hacía lo posible para que no se notase que era una de las princesas que acabó escapando y que sobretodo salió en las noticias haciéndola sentir culpable como si aquella televisión y esas personas que comentaban la hicieron asesina de la muerte de sus padres, ya que no se sabía ningún rastro de éstos. Ella huía, huía por orden del rey y de la reina, sus padres. Ella observó cómo casi estaban muriendo y como tuvo que irse por un helicóptero de su reino, ella jamás dejaría que acabase eso de aquella manera pero las circunstancias no ayudaron. Cada día llora, tocando el colgante que sus madre y su padre habían regalado, echándolos de menos y esperando que por fin pueda volver y poner justicia.
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