• Su hermano la había dejado a cargo del reino mientras el realizaba algunos viajes a los que no había podido faltar, principalmente por que aun no confiaban mucho en nadie de la corte para enviarlo en si representación, El asunto había terminado involucrando a la desaparición de la su hermana la ex Reina.

    Ella portaba la corona de reina impuesta por su hermano antes de su partida, aquella tarde había una reunión de consejo donde muchos estaban en desacuerdo con la reciente posición adquirida por Adriana, solo era una formalidad para darle el poder irrefutable y prevenir un golpe de estado en ausencia del legitimo Rey.

    Algunos nobles aun seguía inconformes por la situación del repentino asenso al trono de Adrián, en su ausencia y para aprovechar el repentino poder de la princesa de la que se rumoraba "Era infantil y de pensamiento algo escaso", incluso algunos se atavían a decir que "algo no le funcionaba bien en la cabeza" nada mas lejano a la realidad, la cabeza de Adriana funcionaba diferente, pero eso no era una desventaja para ella que le había aprendido a sacar todo el provecho.

    Los nobles habían jugado bien sus cartas tocando temas importantes aquella tarde tratando de confundirla o provecharse de su desinformación sobre el tema, sin embargo ella había leído informes durante dos días seguidos para aquel día. La conversación se había vuelto algo complicada en cada tema ella había respondido filosamente sin dejar su juguetona personalidad en ningún momento.

    -"Por ultimo el tema sobre el heredero real... Ya que su majestad no se encuentra, queremos que usted evalué la posibilidad de un matrimonio morganático con alguna de las jóvenes hijas de la nobleza de terra" -Dijo el lord a quien habían designado como vocero aquella tarde, no lo reconocía, pero al ver la sonrisa era claro que planeaban algo raro. -"En vista de que usted no se a casado aun, ni esta comprometida, tememos por el linaje real... Autorícenos comenzar a buscarle una reina digna a nuestro reino... "-

    Los ojos de Adriana se oscurecieron sintiendo aquello como una ofensa grabe tanto a ella como a su gemelo. No por que se insinuara un matrimonio morganático, eso era indiferente, sino por la intención de imponerle una pareja a su hermano.

    -"Se que su majestad comprende la importancia de un heredero y...."- Una risa salió de sus labios con fuerza, claramente molesta impidiéndolo continuar ella comenzó a hablar.

    -Me parece divertido que me lo proponga a mi y no a mi hermano el rey.... -Dijo suavemente en voz alta- Quiero que algo quede bien claro... Mientras mi hermano siga en este torno... Y yo este a su lado la única que puede usar este trono y la corona real... SOY YO... Y si no es por amor, mi hermano no tendrá una reina a su lado... Si pretenden tener mas poder casando a una de sus hijas con mi hermano... Tendrán que pasar por sobre mi....

    La sala quedo en un sepulcral silencio, aquella reacción fue inesperada por el consejo de la menor de los Salvatore, quien normalmente era infantil y dulce.

    -Esta reunión a terminado... Y no dejare pasar esta falta a mi hermano, ténganlo presente, el es el rey y ustedes sus súbditos...
    Su hermano la había dejado a cargo del reino mientras el realizaba algunos viajes a los que no había podido faltar, principalmente por que aun no confiaban mucho en nadie de la corte para enviarlo en si representación, El asunto había terminado involucrando a la desaparición de la su hermana la ex Reina. Ella portaba la corona de reina impuesta por su hermano antes de su partida, aquella tarde había una reunión de consejo donde muchos estaban en desacuerdo con la reciente posición adquirida por Adriana, solo era una formalidad para darle el poder irrefutable y prevenir un golpe de estado en ausencia del legitimo Rey. Algunos nobles aun seguía inconformes por la situación del repentino asenso al trono de Adrián, en su ausencia y para aprovechar el repentino poder de la princesa de la que se rumoraba "Era infantil y de pensamiento algo escaso", incluso algunos se atavían a decir que "algo no le funcionaba bien en la cabeza" nada mas lejano a la realidad, la cabeza de Adriana funcionaba diferente, pero eso no era una desventaja para ella que le había aprendido a sacar todo el provecho. Los nobles habían jugado bien sus cartas tocando temas importantes aquella tarde tratando de confundirla o provecharse de su desinformación sobre el tema, sin embargo ella había leído informes durante dos días seguidos para aquel día. La conversación se había vuelto algo complicada en cada tema ella había respondido filosamente sin dejar su juguetona personalidad en ningún momento. -"Por ultimo el tema sobre el heredero real... Ya que su majestad no se encuentra, queremos que usted evalué la posibilidad de un matrimonio morganático con alguna de las jóvenes hijas de la nobleza de terra" -Dijo el lord a quien habían designado como vocero aquella tarde, no lo reconocía, pero al ver la sonrisa era claro que planeaban algo raro. -"En vista de que usted no se a casado aun, ni esta comprometida, tememos por el linaje real... Autorícenos comenzar a buscarle una reina digna a nuestro reino... "- Los ojos de Adriana se oscurecieron sintiendo aquello como una ofensa grabe tanto a ella como a su gemelo. No por que se insinuara un matrimonio morganático, eso era indiferente, sino por la intención de imponerle una pareja a su hermano. -"Se que su majestad comprende la importancia de un heredero y...."- Una risa salió de sus labios con fuerza, claramente molesta impidiéndolo continuar ella comenzó a hablar. -Me parece divertido que me lo proponga a mi y no a mi hermano el rey.... -Dijo suavemente en voz alta- Quiero que algo quede bien claro... Mientras mi hermano siga en este torno... Y yo este a su lado la única que puede usar este trono y la corona real... SOY YO... Y si no es por amor, mi hermano no tendrá una reina a su lado... Si pretenden tener mas poder casando a una de sus hijas con mi hermano... Tendrán que pasar por sobre mi.... La sala quedo en un sepulcral silencio, aquella reacción fue inesperada por el consejo de la menor de los Salvatore, quien normalmente era infantil y dulce. -Esta reunión a terminado... Y no dejare pasar esta falta a mi hermano, ténganlo presente, el es el rey y ustedes sus súbditos...
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  • —Como están amorosos?


    —Con intención de reproducción frenético con mujeres—
    —Como están amorosos? —Con intención de reproducción frenético con mujeres—
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  • Para mí eterno anhelo 𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆

    La palabra amor cobró vida el día en que tus ojos, mares teñidos de carmesí, atravesaron mi pecho como fuego candente.
    No sabía que buscaba algo con tanta desesperación, hasta que llegaste tú.

    Encontré mi verdadero hogar en el refugio de tus brazos,
    mis suspiros anidando en tu cabello,
    y mis anhelos desbordándose en la curva de tu boca.

    Te amo tanto, que si fueras lluvia, no buscaría refugio.
    Me rendiría sobre el frío suelo,
    dejando que cada gota tuya se convierta en tatuaje sobre mi piel.

    Me enamoré de ti.
    Y aunque mil vidas se desgasten bajo el brillo de mil lunas,
    volvería a hacerlo, una y otra vez.
    Porque escuchar mi nombre en tus labios
    es tocar el cielo, es habitar un sueño hecho realidad.

    Me entregué a ti, sin restricciones, sin remedio,
    con una pasión que jamás supe que ardía en mí.
    Te amo, aquí y ahora, en cada suspiro, en cada pensamiento, en cada suave caricia y en cada beso compartido.

    Tú eres y serás el amor de mi pasado,
    la llama del presente,
    y la promesa eterna de mi futuro.
    Para mí eterno anhelo [Liz_bloodFlame] La palabra amor cobró vida el día en que tus ojos, mares teñidos de carmesí, atravesaron mi pecho como fuego candente. No sabía que buscaba algo con tanta desesperación, hasta que llegaste tú. Encontré mi verdadero hogar en el refugio de tus brazos, mis suspiros anidando en tu cabello, y mis anhelos desbordándose en la curva de tu boca. Te amo tanto, que si fueras lluvia, no buscaría refugio. Me rendiría sobre el frío suelo, dejando que cada gota tuya se convierta en tatuaje sobre mi piel. Me enamoré de ti. Y aunque mil vidas se desgasten bajo el brillo de mil lunas, volvería a hacerlo, una y otra vez. Porque escuchar mi nombre en tus labios es tocar el cielo, es habitar un sueño hecho realidad. Me entregué a ti, sin restricciones, sin remedio, con una pasión que jamás supe que ardía en mí. Te amo, aquí y ahora, en cada suspiro, en cada pensamiento, en cada suave caricia y en cada beso compartido. Tú eres y serás el amor de mi pasado, la llama del presente, y la promesa eterna de mi futuro.
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  • Mamá esta enamorada y de un rey, que lindo!!
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  •   ꫶ ⃙◌⃙◍🌹፝⃟༘┼ ᜴⃕The Flower Garden...
    Fandom Creatividad/propio
    Categoría Fantasía
      ꫶ ⃙◌⃙◍፝⃟༘┼ ᜴⃕Role-playing...

    ... ¿Acaso los jardines no son mágicos?

    Un jardín lleno de flores de todos los colores, un jardín lleno de vida y amor cultivado por años y años de nacimiento de estas. Entre las frágiles flores yacía un joven sentado en el pasto disfrutando del paisaje mientras la brisa proveniente del las montañas movía sus cabellos rosados junto con las pequeñas y miles flores, un bastó paisaje lleno de paz, el joven podría quedarse allí por años y años sin cansarse.


    De pronto un ruido sonó al rededor del paisaje, cerca de la entrada del bosque, este joven despertó de su viaje pacífico mientras que se levanta con cautela mientras sus manos con rapidez agarran el arco y lo posiciona para cualquier ataque inminente...

    -"¿Quien está ahí? Sal ahora mismo. "-

    El joven habló en frente de cualquier peligro que mantenía esos arbustos, su tono era cuidadoso y severo...
    ¿Quien o qué será detrás de todo esto?

    <¡Pueden responderme como gusten! >
      ꫶ ⃙◌⃙◍🌹፝⃟༘┼ ᜴⃕Role-playing... ... ¿Acaso los jardines no son mágicos? Un jardín lleno de flores de todos los colores, un jardín lleno de vida y amor cultivado por años y años de nacimiento de estas. Entre las frágiles flores yacía un joven sentado en el pasto disfrutando del paisaje mientras la brisa proveniente del las montañas movía sus cabellos rosados junto con las pequeñas y miles flores, un bastó paisaje lleno de paz, el joven podría quedarse allí por años y años sin cansarse. De pronto un ruido sonó al rededor del paisaje, cerca de la entrada del bosque, este joven despertó de su viaje pacífico mientras que se levanta con cautela mientras sus manos con rapidez agarran el arco y lo posiciona para cualquier ataque inminente... -"¿Quien está ahí? Sal ahora mismo. "- El joven habló en frente de cualquier peligro que mantenía esos arbustos, su tono era cuidadoso y severo... ¿Quien o qué será detrás de todo esto? <¡Pueden responderme como gusten! >
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  • — Ya entendí mi amor… pero es que sigo pensando que tú vas a iluminar mis noches más de lo que lo haría cualquier luz.—
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Todos han de pensar que mi stolas es cogelon :v nooo!! Desde que abrí esto stolas simplemente trata a todos con respeto y amor XD y apenas le muestran interés y hasta se sorprende el wey ! Noo mi stolas parece niño virgen y nadie lo quiere
    Pobresito ni ofreciéndose lo querrían (?)
    //Todos han de pensar que mi stolas es cogelon :v nooo!! Desde que abrí esto stolas simplemente trata a todos con respeto y amor XD y apenas le muestran interés y hasta se sorprende el wey ! Noo mi stolas parece niño virgen y nadie lo quiere 🤣 Pobresito ni ofreciéndose lo querrían (?)
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  • La calle estaba vacía, desierta, más allá de la oscuridad. El único sonido que rompía el silencio era el crujir de las piedras bajo sus botas, ahogadas por el eco distante de una tormenta que había comenzado hacía horas. Scraps no estaba seguro de cuánto tiempo llevaba deambulando por allí. La niebla espesa, un velo grisáceo que parecía tragarse cada rincón, se arrastraba por las calles como una serpiente que se deslizaba entre las sombras. Aquella zona estaba muerta, tanto en su gente como en su vida, una extensión perfecta de su propio vacío.

    La solitaria farola frente a él parpadeaba intermitentemente, proyectando una luz débil y vacilante que apenas iluminaba el paso tortuoso. Las paredes de los edificios, cubiertas de moho y marcas de vandalismo, respiraban humedad, emanando un aire denso y pegajoso. En la esquina más alejada, la entrada a un callejón olvidado le ofrecía un paso más hacia la penumbra. Sin embargo, algo lo mantenía allí, frente a la pared, con los ojos cerrados, mientras el aire nocturno le helaba la piel. Algo lo retenía dentro de su mente, como un peso invisible que, de alguna manera, era más pesado que cualquier otra carga.

    Las voces comenzaron entonces. Al principio fueron solo susurros, una leve sensación como si alguien hablara en su oído sin querer que se diera cuenta.

    «Lo sabes, ¿verdad?»

    Una voz suave, casi un murmullo, que parecía surgir de lo más profundo de su ser. Apretó los dientes, su mandíbula tensándose, el dolor familiar de ese combate interno invadiéndolo. No era la primera vez que las voces intentaban arrastrarlo hacia el abismo, pero siempre había logrado mantenerse alejado. Al menos, eso pensaba.

    «No tienes a nadie. ¿Recuerdas?»

    Otra voz, más áspera, menos preocupada por el susurro. Esta vez, más fuerte, más incisiva. Scraps apretó los puños. Lo que antes había sido un roce contra su conciencia, ahora era un clamor constante. Como si estuviera siendo desgarrado desde dentro.

    «Ellos te abandonaron.»

    Esas palabras, esa frase, se coló entre las voces, desatando un torrente de pensamientos. La siempre cruda realidad lo golpeó como una cuchillada, los rostros surgiendo ahora en su mente como una imagen congelada.

    «Es irónico. ¿No es así? Aquellos que te ofrecen una salida, siempre se marchan, y ahora ni siquiera puedes enfrentarte a la verdad.»

    Las palabras fueron más rápidas, más hirientes. Como un veneno que se filtraba por sus venas. Un escalofrío recorrió su espalda. Pensar en aquellos pocos que podía haber ayudado, en medio de ese caos mental, parecía absurdo, casi cómico: como alguien como él podía salvar, si ni él mismo tenía salvación. Había tenido el coraje de intentar acercarse, abrirse, sin temor a lo que él mismo podría representar. Un gesto de liberación que ahora, con el peso de las voces, parecía una broma cruel.
    «Mira lo que has hecho…»

    Otra voz. Un rugido bajo, gutural, con un toque de pena y rabia. Dejó escapar un suspiro entrecortado. Estaba cansado, pero el dolor que lo acompañaba, ese desgaste constante que desgarraba cada rincón de su alma, no podía ganar. No debía dejarse arrastrar por esas voces.

    «Todo lo que tocas se destruye, Keenan. Siempre fue así.»
    La última voz parecía ser la que definía su destino. La más oscura. La que, al escucharse, convencía a su ser de que no había más salida que sucumbir. Apretó los ojos con fuerza, como si intentara bloquear el flujo de pensamientos que inundaban su mente. De repente, la niebla pareció moverse, como si las sombras fueran ahora más espesas, más densas… Seguida de una nueva voz que ahora acechaba en su mente.

    «Libérate de tu miseria. Encierralas donde no puedas escucharlas.»

    Un destello de ironía recorrió su mente. ¿Liberarse? ¿De qué? ¿De la oscuridad en la que vivía, o de la mentira que se había convertido en su única realidad?

    Se enderezó, su figura delineada contra la penumbra, y con los ojos aún cerrados, un leve suspiro escapó de sus labios. Las voces seguían allí, queriendo devorarlo, provocando pequeñas reacciones en él: sus manos temblorosas, sus dedos que se abrían y cerraban en un tic nervioso, su cuerpo balanceándose ligeramente de un lado a otro. Todo denotaba que, aquella noche, estaba al límite.
    La calle estaba vacía, desierta, más allá de la oscuridad. El único sonido que rompía el silencio era el crujir de las piedras bajo sus botas, ahogadas por el eco distante de una tormenta que había comenzado hacía horas. Scraps no estaba seguro de cuánto tiempo llevaba deambulando por allí. La niebla espesa, un velo grisáceo que parecía tragarse cada rincón, se arrastraba por las calles como una serpiente que se deslizaba entre las sombras. Aquella zona estaba muerta, tanto en su gente como en su vida, una extensión perfecta de su propio vacío. La solitaria farola frente a él parpadeaba intermitentemente, proyectando una luz débil y vacilante que apenas iluminaba el paso tortuoso. Las paredes de los edificios, cubiertas de moho y marcas de vandalismo, respiraban humedad, emanando un aire denso y pegajoso. En la esquina más alejada, la entrada a un callejón olvidado le ofrecía un paso más hacia la penumbra. Sin embargo, algo lo mantenía allí, frente a la pared, con los ojos cerrados, mientras el aire nocturno le helaba la piel. Algo lo retenía dentro de su mente, como un peso invisible que, de alguna manera, era más pesado que cualquier otra carga. Las voces comenzaron entonces. Al principio fueron solo susurros, una leve sensación como si alguien hablara en su oído sin querer que se diera cuenta. «Lo sabes, ¿verdad?» Una voz suave, casi un murmullo, que parecía surgir de lo más profundo de su ser. Apretó los dientes, su mandíbula tensándose, el dolor familiar de ese combate interno invadiéndolo. No era la primera vez que las voces intentaban arrastrarlo hacia el abismo, pero siempre había logrado mantenerse alejado. Al menos, eso pensaba. «No tienes a nadie. ¿Recuerdas?» Otra voz, más áspera, menos preocupada por el susurro. Esta vez, más fuerte, más incisiva. Scraps apretó los puños. Lo que antes había sido un roce contra su conciencia, ahora era un clamor constante. Como si estuviera siendo desgarrado desde dentro. «Ellos te abandonaron.» Esas palabras, esa frase, se coló entre las voces, desatando un torrente de pensamientos. La siempre cruda realidad lo golpeó como una cuchillada, los rostros surgiendo ahora en su mente como una imagen congelada. «Es irónico. ¿No es así? Aquellos que te ofrecen una salida, siempre se marchan, y ahora ni siquiera puedes enfrentarte a la verdad.» Las palabras fueron más rápidas, más hirientes. Como un veneno que se filtraba por sus venas. Un escalofrío recorrió su espalda. Pensar en aquellos pocos que podía haber ayudado, en medio de ese caos mental, parecía absurdo, casi cómico: como alguien como él podía salvar, si ni él mismo tenía salvación. Había tenido el coraje de intentar acercarse, abrirse, sin temor a lo que él mismo podría representar. Un gesto de liberación que ahora, con el peso de las voces, parecía una broma cruel. «Mira lo que has hecho…» Otra voz. Un rugido bajo, gutural, con un toque de pena y rabia. Dejó escapar un suspiro entrecortado. Estaba cansado, pero el dolor que lo acompañaba, ese desgaste constante que desgarraba cada rincón de su alma, no podía ganar. No debía dejarse arrastrar por esas voces. «Todo lo que tocas se destruye, Keenan. Siempre fue así.» La última voz parecía ser la que definía su destino. La más oscura. La que, al escucharse, convencía a su ser de que no había más salida que sucumbir. Apretó los ojos con fuerza, como si intentara bloquear el flujo de pensamientos que inundaban su mente. De repente, la niebla pareció moverse, como si las sombras fueran ahora más espesas, más densas… Seguida de una nueva voz que ahora acechaba en su mente. «Libérate de tu miseria. Encierralas donde no puedas escucharlas.» Un destello de ironía recorrió su mente. ¿Liberarse? ¿De qué? ¿De la oscuridad en la que vivía, o de la mentira que se había convertido en su única realidad? Se enderezó, su figura delineada contra la penumbra, y con los ojos aún cerrados, un leve suspiro escapó de sus labios. Las voces seguían allí, queriendo devorarlo, provocando pequeñas reacciones en él: sus manos temblorosas, sus dedos que se abrían y cerraban en un tic nervioso, su cuerpo balanceándose ligeramente de un lado a otro. Todo denotaba que, aquella noche, estaba al límite.
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  • ¿Debería volver a abrir mi corazón para un nuevo amor?
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  • ¿Crees en el amor a primera vista o vuelvo a pasar?
    ¿Crees en el amor a primera vista o vuelvo a pasar? 😏 😏
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