Luna de sangre
𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖: 𝐸𝑙 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑎𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚𝑎́𝑡𝑖𝑐𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑢𝑦 𝑑𝑒𝑙𝑖𝑐𝑎𝑑𝑜𝑠. 𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑒𝑟𝑎́ 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠 𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑒𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑢𝑠𝑒𝑟. 𝐴𝑢́𝑛 𝑎𝑠𝑖́, 𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑙 𝑙𝑒𝑒𝑟.
𝙍𝙤𝙡 𝙘𝙤𝙣: Valentino y Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗
𝙇𝙪𝙜𝙖𝙧: 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚍𝚎 𝙻𝚞𝚌𝚒𝚏𝚎𝚛 𝙼𝚘𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐𝚜𝚝𝚊𝚛, 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘.
Oʀᴅᴇɴ ᴅᴇ ʀᴇsᴘᴜᴇsᴛᴀ: Vox, Lucifer y Valentino.
No le fue difícil hackear la seguridad del lugar, a fin de cuentas también pertenecía a Vox Tek. Por lo que enseguida se apareció en la misma estancia de quien, a otrora fue su amigo.
—Hace mucho que no nos veíamos, Lucifer.—saludó, saliendo de entre las sombras, para al menos, tener la cortesía de intercambiar algunas palabras con quien iba a ser su víctima. Suya y de Tino. Su gesto era de resignación, mirando de arriba abajo al rubio, avanzando hacia él con los brazos tras la espalda y su paso tranquilo. Sabedor de que en primeras no iba a ser atacado y en segundas, el rey infernal se encontraba demasiado debilitado para defenderse. Y es que olía, su refinado olfato se encontraba prácticamente emborrachado por el hedor de las Fedro o as, y su piel sentía el calor que el ángel caído irradiaba. Lo que no hacía más que enervar aquellos instintos predatorios que siempre ocultaba en pos de emanar una fachada de elegancia y perfección.
Vox inspiró hondo y finalmente suspiró.
—Una lástima que, esta vez no estoy aquí para tomar café.—y en ese momento se desactivaron todas las defensas del castillo y las puertas se abrieron, pues debía dejar entrar a un último invitado—.Si no, por el último capricho de Tino—presentó con un gesto de la mano cuando este entrase—. Y ya sabes que sin importar que, los deseos de Valentino son mi prioridad—y aquello casi sonó como una disculpa, casi. Pues si eso iba a hacer feliz a su querido Tino, no se iba a arrepentir.
𝙍𝙤𝙡 𝙘𝙤𝙣: Valentino y Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗
𝙇𝙪𝙜𝙖𝙧: 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚍𝚎 𝙻𝚞𝚌𝚒𝚏𝚎𝚛 𝙼𝚘𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐𝚜𝚝𝚊𝚛, 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘.
Oʀᴅᴇɴ ᴅᴇ ʀᴇsᴘᴜᴇsᴛᴀ: Vox, Lucifer y Valentino.
No le fue difícil hackear la seguridad del lugar, a fin de cuentas también pertenecía a Vox Tek. Por lo que enseguida se apareció en la misma estancia de quien, a otrora fue su amigo.
—Hace mucho que no nos veíamos, Lucifer.—saludó, saliendo de entre las sombras, para al menos, tener la cortesía de intercambiar algunas palabras con quien iba a ser su víctima. Suya y de Tino. Su gesto era de resignación, mirando de arriba abajo al rubio, avanzando hacia él con los brazos tras la espalda y su paso tranquilo. Sabedor de que en primeras no iba a ser atacado y en segundas, el rey infernal se encontraba demasiado debilitado para defenderse. Y es que olía, su refinado olfato se encontraba prácticamente emborrachado por el hedor de las Fedro o as, y su piel sentía el calor que el ángel caído irradiaba. Lo que no hacía más que enervar aquellos instintos predatorios que siempre ocultaba en pos de emanar una fachada de elegancia y perfección.
Vox inspiró hondo y finalmente suspiró.
—Una lástima que, esta vez no estoy aquí para tomar café.—y en ese momento se desactivaron todas las defensas del castillo y las puertas se abrieron, pues debía dejar entrar a un último invitado—.Si no, por el último capricho de Tino—presentó con un gesto de la mano cuando este entrase—. Y ya sabes que sin importar que, los deseos de Valentino son mi prioridad—y aquello casi sonó como una disculpa, casi. Pues si eso iba a hacer feliz a su querido Tino, no se iba a arrepentir.
𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖: 𝐸𝑙 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑎𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚𝑎́𝑡𝑖𝑐𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑢𝑦 𝑑𝑒𝑙𝑖𝑐𝑎𝑑𝑜𝑠. 𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑒𝑟𝑎́ 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠 𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑒𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑢𝑠𝑒𝑟. 𝐴𝑢́𝑛 𝑎𝑠𝑖́, 𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑎𝑙 𝑙𝑒𝑒𝑟.
𝙍𝙤𝙡 𝙘𝙤𝙣: [ember_silver_hare_973] y [LuciHe11]
𝙇𝙪𝙜𝙖𝙧: 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚎𝚍𝚊𝚍 𝚍𝚎 𝙻𝚞𝚌𝚒𝚏𝚎𝚛 𝙼𝚘𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐𝚜𝚝𝚊𝚛, 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘.
Oʀᴅᴇɴ ᴅᴇ ʀᴇsᴘᴜᴇsᴛᴀ: Vox, Lucifer y Valentino.
No le fue difícil hackear la seguridad del lugar, a fin de cuentas también pertenecía a Vox Tek. Por lo que enseguida se apareció en la misma estancia de quien, a otrora fue su amigo.
—Hace mucho que no nos veíamos, Lucifer.—saludó, saliendo de entre las sombras, para al menos, tener la cortesía de intercambiar algunas palabras con quien iba a ser su víctima. Suya y de Tino. Su gesto era de resignación, mirando de arriba abajo al rubio, avanzando hacia él con los brazos tras la espalda y su paso tranquilo. Sabedor de que en primeras no iba a ser atacado y en segundas, el rey infernal se encontraba demasiado debilitado para defenderse. Y es que olía, su refinado olfato se encontraba prácticamente emborrachado por el hedor de las Fedro o as, y su piel sentía el calor que el ángel caído irradiaba. Lo que no hacía más que enervar aquellos instintos predatorios que siempre ocultaba en pos de emanar una fachada de elegancia y perfección.
Vox inspiró hondo y finalmente suspiró.
—Una lástima que, esta vez no estoy aquí para tomar café.—y en ese momento se desactivaron todas las defensas del castillo y las puertas se abrieron, pues debía dejar entrar a un último invitado—.Si no, por el último capricho de Tino—presentó con un gesto de la mano cuando este entrase—. Y ya sabes que sin importar que, los deseos de Valentino son mi prioridad—y aquello casi sonó como una disculpa, casi. Pues si eso iba a hacer feliz a su querido Tino, no se iba a arrepentir.
Tipo
Grupal
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
8
turnos
1
maullido