Había preparado aquello con mucha antelación. Lo había dejado todo listo antes de emprender su misión por tierras británicas donde era posible que cualquiera cosa pudiera salir mal.
Porque así era él, detallista, meticuloso y observador.
Había pensado mucho en que regalarle, pero viendo como estaban los tiempos y como iban evolucionado, teniendo en cuenta lo que Barnabas y él se traían entre manos, al final había buscado una forma de proteger a Jessica aunque él estuviera lejos. Y ahora que estaba custodiado en las celdas del MACUSA no podría estar mas lejos de ella.
Aquella mañana la pequeña caja negra de terciopelo y su correspondiente nota llegaría a su mesa.
" 𝐹𝑒𝑙𝑖𝑧 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑠𝑎.
𝑆𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑔𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑎 𝑡𝑎𝑛 𝑖𝑚𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑙𝑜 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑜.
𝑇𝑎𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑒 𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑒𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑜, 𝑦 𝑙𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎 𝑚𝑖, ℎ𝑜𝑦 𝑚𝑒 𝑑𝑖𝑔𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖 𝑦 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑙𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜.
𝐶𝑜𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛, 𝑀𝑎𝑟𝑐𝑢𝑠."
El anillo era sencillo al menos a simple vista, estaba hecho con plata de duendes, y su piedra guardaba un hechizo protector que se activaba si su propietario, con el que creaba un vinculo instantáneo al lucirlo estaba en peligro.
No era un arma, era simplemente un salvavidas, un hechizo de emergencia si Jessica se veía desarmada en algún momento.
Sabia que
𝓙𝑒𝑠𝑠 𝓦𝑖𝑙𝑙𝑜𝑤𝑠 tiraría aquella caja en cuanto supiera que venia de él, pero el británico no perdía la esperanza, tan solo porque que la aceptara implicaría que siempre estaría mínimamente protegida.
Había preparado aquello con mucha antelación. Lo había dejado todo listo antes de emprender su misión por tierras británicas donde era posible que cualquiera cosa pudiera salir mal.
Porque así era él, detallista, meticuloso y observador.
Había pensado mucho en que regalarle, pero viendo como estaban los tiempos y como iban evolucionado, teniendo en cuenta lo que Barnabas y él se traían entre manos, al final había buscado una forma de proteger a Jessica aunque él estuviera lejos. Y ahora que estaba custodiado en las celdas del MACUSA no podría estar mas lejos de ella.
Aquella mañana la pequeña caja negra de terciopelo y su correspondiente nota llegaría a su mesa.
" 𝐹𝑒𝑙𝑖𝑧 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑠𝑎.
𝑆𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑔𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑎 𝑡𝑎𝑛 𝑖𝑚𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑙𝑜 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑜.
𝑇𝑎𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑒 𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑒𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑜, 𝑦 𝑙𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎 𝑚𝑖, ℎ𝑜𝑦 𝑚𝑒 𝑑𝑖𝑔𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖 𝑦 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑙𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜.
𝐶𝑜𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛, 𝑀𝑎𝑟𝑐𝑢𝑠."
El anillo era sencillo al menos a simple vista, estaba hecho con plata de duendes, y su piedra guardaba un hechizo protector que se activaba si su propietario, con el que creaba un vinculo instantáneo al lucirlo estaba en peligro.
No era un arma, era simplemente un salvavidas, un hechizo de emergencia si Jessica se veía desarmada en algún momento.
Sabia que [FIGHTERAUR0R] tiraría aquella caja en cuanto supiera que venia de él, pero el británico no perdía la esperanza, tan solo porque que la aceptara implicaría que siempre estaría mínimamente protegida.