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    Suelen enviar a Owen a misiones por muchos sitios distintos, por lo que viaja mucho. A pesar de que puede invocar personajes para viajar o aparecer en esos sitios al instante, le gusta viajar en avión, principalmente porque lo paga la Escuela, y no le caen bien los altos cargos así que lo hace para fastidiarles aunque sea un poco y que gasten dinero innecesariamente.

    Esto es lo que suele llevarse a sus viajes de exorcizamiento como él los llama.

    (Si, tiene una versión cutre del Uno, no le juzguéis se lo dieron en un Amigo Invisible)
    Suelen enviar a Owen a misiones por muchos sitios distintos, por lo que viaja mucho. A pesar de que puede invocar personajes para viajar o aparecer en esos sitios al instante, le gusta viajar en avión, principalmente porque lo paga la Escuela, y no le caen bien los altos cargos así que lo hace para fastidiarles aunque sea un poco y que gasten dinero innecesariamente. Esto es lo que suele llevarse a sus viajes de exorcizamiento como él los llama. (Si, tiene una versión cutre del Uno, no le juzguéis se lo dieron en un Amigo Invisible😑)
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  • Una foto del recuerdo de la adolescencia cuando iba a la escuela junto con mis Shifty, Lifty, Flippy y Nutty.
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  • ATENCION: Contenido sensible. No apto paro todos los lectores.

    "Dónde cesa el dolor"

    Bajo la tenue luz de una lámpara de bombilla desnuda, la sombra de Elisa se proyectaba, temblorosa, contra la pared desconchada de su habitación. Tenía once años, y el miedo era la única compañía que reconocía desde que tenía uso de razón. Fuera, tras la delgada puerta de madera, resonaban los pasos pesados de su padre. Cada talonazo contra el suelo de cemento era el redoble de un tambor que anunciaba una nueva sesión de tormento.

    Esa noche, la furia del hombre había sido peor que de costumbre. La culpa fue un plato de sopa derramado, un accidente infantil que para él fue una afrenta imperdonable. Los golpes, primero puños cerrados, luego las patas de una silla, llovieron sobre su frágil cuerpo con una metódica crueldad. Elisa ya no lloraba. Había aprendido que las lágrimas avivaban la ira, no la apagaban. Se encogió, como un animalito herido, intentando que su mente se fugara lejos de allí, a un campo de flores que una vez vio en un libro de la escuela.

    Pero el cuerpo tiene un límite. Un último e injusto golpe en la cabeza, seco y sordo, apagó la luz de sus ojos. Ya no sintió el dolor. Solo una frialdad repentina que trepó por sus extremidades. Y entonces, dejó de respirar.

    Su pequeña forma yacía inmóvil en el suelo, un cuadro de una tragedia doméstica y silenciosa. Pero Elisa no estaba allí. O sí, pero ya no en ese cuerpo roto. Flotaba, ingrávida, observando la escena con una tranquilidad que nunca antes había conocido. No había miedo. No había tristeza. Solo una paz vasta y profunda, como un océano en calma después de una tormenta eterna.

    Fue entonces cuando Cillian llegó.

    No entró por la puerta. Simplemente estaba allí. No era un espectro con capa y guadaña, ni una figura esquelética y terrorífica. Se manifestó como una silueta serena, envuelta en una penumbra que no era oscuridad, sino la ausencia total de luz y ruido. No tenía rostro definido, pero Elisa sintió una atención inmensa y antigua posarse sobre ella.

    "¿Eres... el final?" preguntó la voz de Elisa, que ya no salía de sus labios, sino de la esencia misma de lo que ahora era.

    La figura se inclinó ligeramente. Su voz no era un sonido, sino un concepto que se implantó directamente en la conciencia de la niña. Era suave como la seda y firme como el granito.

    Soy el fin del dolor, Elisa. Soy el silencio después del grito.

    Una oleada de alivio, tan intensa que casi era tangible, inundó a la niña. Por primera vez en su vida, alguien —o algo— hablaba con una verdad que no hería.

    "¿Vas a llevarme lejos?"

    Sí. A un lugar donde los golpes no existen. Donde las voces no gritan. Donde el miedo se disuelve como el azúcar en la leche.

    Elisa miró hacia su cuerpo, pequeño y quebrado en el suelo. No sentía apego por él. Era la cárcel de la que por fin escapaba. Sintió lástima por la criatura que había estado atrapada allí dentro, pero no era ella ya.

    "Estoy lista", susurró su esencia. "Por favor, llévame. No quiero volver. Nunca más."

    Cillian extendió lo que podría ser una mano, una elongación de la penumbra. Elisa, sin vacilar, se acercó. No había frío en ese contacto, sino una neutralidad perfecta, el equilibrio absoluto.

    Tu vida fue corta y llena de sombras, prosiguió la voz en su mente. Lo siento. No es justo. Pero el viaje ha terminado. Descansarás.

    "¿Habrá luz?" preguntó Elisa, con un atisbo de la curiosidad infantil que la violencia nunca logró arrebatarle del todo. "En los libros... siempre hablan de una luz."

    La figura pareció contemplarla. Para ti, sí. Porque es lo que anhelas. Para otros, es la quietud de un bosque, el abrazo de un ser querido, o simplemente... el sueño eterno. Tú mereces la luz, pequeña guerrera.

    Elisa sintió cómo su esencia comenzaba a desprenderse por completo de la habitación, del olor a alcohol y enfado, del sonido de los ronquidos que ahora emanaban del salón. La figura de la Muerte la envolvía, no como un verdugo, sino como la nodriza más gentil, la madre que nunca tuvo.

    Miró hacia atrás por última vez. Vio su cuerpo, ya solo un cascarón vacío, y supo que la justicia en ese mundo era un concepto falaz. Pero la justicia de lo que venía después era perfecta. Era la cesación de todo sufrimiento.

    "Gracias", dijo Elisa, y fueron las palabras más sinceras que jamás había pronunciado. "Gracias por venir."

    Cillian no respondió con palabras. Solo transmitió una emoción: una aceptación infinita, un "de nada" que abarcaba eones.

    Y entonces, se fueron.

    La habitación quedó en silencio, solo roto por el tic-tac de un reloj viejo. El cuerpo de Elisa estaba en paz, pero la paz verdadera, la que ella anhelaba, no estaba en esa casa. Se la llevaba consigo, de la mano de la única entidad que, en toda su corta y difícil vida, le había ofrecido consuelo y una promesa de quietud. Por fin, por fin, se iba a un lugar donde nadie podría volver a hacerle daño. Y esa partida no era una tragedia, sino la bienvenida a un merecido y eterno descanso.
    ATENCION: Contenido sensible. No apto paro todos los lectores. "Dónde cesa el dolor" Bajo la tenue luz de una lámpara de bombilla desnuda, la sombra de Elisa se proyectaba, temblorosa, contra la pared desconchada de su habitación. Tenía once años, y el miedo era la única compañía que reconocía desde que tenía uso de razón. Fuera, tras la delgada puerta de madera, resonaban los pasos pesados de su padre. Cada talonazo contra el suelo de cemento era el redoble de un tambor que anunciaba una nueva sesión de tormento. Esa noche, la furia del hombre había sido peor que de costumbre. La culpa fue un plato de sopa derramado, un accidente infantil que para él fue una afrenta imperdonable. Los golpes, primero puños cerrados, luego las patas de una silla, llovieron sobre su frágil cuerpo con una metódica crueldad. Elisa ya no lloraba. Había aprendido que las lágrimas avivaban la ira, no la apagaban. Se encogió, como un animalito herido, intentando que su mente se fugara lejos de allí, a un campo de flores que una vez vio en un libro de la escuela. Pero el cuerpo tiene un límite. Un último e injusto golpe en la cabeza, seco y sordo, apagó la luz de sus ojos. Ya no sintió el dolor. Solo una frialdad repentina que trepó por sus extremidades. Y entonces, dejó de respirar. Su pequeña forma yacía inmóvil en el suelo, un cuadro de una tragedia doméstica y silenciosa. Pero Elisa no estaba allí. O sí, pero ya no en ese cuerpo roto. Flotaba, ingrávida, observando la escena con una tranquilidad que nunca antes había conocido. No había miedo. No había tristeza. Solo una paz vasta y profunda, como un océano en calma después de una tormenta eterna. Fue entonces cuando Cillian llegó. No entró por la puerta. Simplemente estaba allí. No era un espectro con capa y guadaña, ni una figura esquelética y terrorífica. Se manifestó como una silueta serena, envuelta en una penumbra que no era oscuridad, sino la ausencia total de luz y ruido. No tenía rostro definido, pero Elisa sintió una atención inmensa y antigua posarse sobre ella. "¿Eres... el final?" preguntó la voz de Elisa, que ya no salía de sus labios, sino de la esencia misma de lo que ahora era. La figura se inclinó ligeramente. Su voz no era un sonido, sino un concepto que se implantó directamente en la conciencia de la niña. Era suave como la seda y firme como el granito. Soy el fin del dolor, Elisa. Soy el silencio después del grito. Una oleada de alivio, tan intensa que casi era tangible, inundó a la niña. Por primera vez en su vida, alguien —o algo— hablaba con una verdad que no hería. "¿Vas a llevarme lejos?" Sí. A un lugar donde los golpes no existen. Donde las voces no gritan. Donde el miedo se disuelve como el azúcar en la leche. Elisa miró hacia su cuerpo, pequeño y quebrado en el suelo. No sentía apego por él. Era la cárcel de la que por fin escapaba. Sintió lástima por la criatura que había estado atrapada allí dentro, pero no era ella ya. "Estoy lista", susurró su esencia. "Por favor, llévame. No quiero volver. Nunca más." Cillian extendió lo que podría ser una mano, una elongación de la penumbra. Elisa, sin vacilar, se acercó. No había frío en ese contacto, sino una neutralidad perfecta, el equilibrio absoluto. Tu vida fue corta y llena de sombras, prosiguió la voz en su mente. Lo siento. No es justo. Pero el viaje ha terminado. Descansarás. "¿Habrá luz?" preguntó Elisa, con un atisbo de la curiosidad infantil que la violencia nunca logró arrebatarle del todo. "En los libros... siempre hablan de una luz." La figura pareció contemplarla. Para ti, sí. Porque es lo que anhelas. Para otros, es la quietud de un bosque, el abrazo de un ser querido, o simplemente... el sueño eterno. Tú mereces la luz, pequeña guerrera. Elisa sintió cómo su esencia comenzaba a desprenderse por completo de la habitación, del olor a alcohol y enfado, del sonido de los ronquidos que ahora emanaban del salón. La figura de la Muerte la envolvía, no como un verdugo, sino como la nodriza más gentil, la madre que nunca tuvo. Miró hacia atrás por última vez. Vio su cuerpo, ya solo un cascarón vacío, y supo que la justicia en ese mundo era un concepto falaz. Pero la justicia de lo que venía después era perfecta. Era la cesación de todo sufrimiento. "Gracias", dijo Elisa, y fueron las palabras más sinceras que jamás había pronunciado. "Gracias por venir." Cillian no respondió con palabras. Solo transmitió una emoción: una aceptación infinita, un "de nada" que abarcaba eones. Y entonces, se fueron. La habitación quedó en silencio, solo roto por el tic-tac de un reloj viejo. El cuerpo de Elisa estaba en paz, pero la paz verdadera, la que ella anhelaba, no estaba en esa casa. Se la llevaba consigo, de la mano de la única entidad que, en toda su corta y difícil vida, le había ofrecido consuelo y una promesa de quietud. Por fin, por fin, se iba a un lugar donde nadie podría volver a hacerle daño. Y esa partida no era una tragedia, sino la bienvenida a un merecido y eterno descanso.
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  • -Lo más cercano a tener responsabilidades aparte de Bills y la pastelería, es cuidar de la hija de su vecina, a quién recoge a veces por las tardes de la escuela.-
    -Lo más cercano a tener responsabilidades aparte de Bills y la pastelería, es cuidar de la hija de su vecina, a quién recoge a veces por las tardes de la escuela.-
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    Owen cuando tenía 8 años con su hermana Marlena, la cuál en ese entonces tenía 15, sí, se llevan siete años.

    Tienen una relación bastante buena. Su hermana, a pesar de no tener energía maldita ni tener relación directa con ese mundo, ayudó a su hermano cuando despertó su técnica, cuando ingresó en la escuela... Y siempre están el uno para el otro en momentos difíciles.

    Marlena, ahora con 22, está en la universidad estudiando para ser abogada, siempre ha sido muy lisa por la que es la primera de la clase, Owen siempre se burla de ella por empollona, aunque ambos saben que está orgulloso de ella.
    Owen cuando tenía 8 años con su hermana Marlena, la cuál en ese entonces tenía 15, sí, se llevan siete años. Tienen una relación bastante buena. Su hermana, a pesar de no tener energía maldita ni tener relación directa con ese mundo, ayudó a su hermano cuando despertó su técnica, cuando ingresó en la escuela... Y siempre están el uno para el otro en momentos difíciles. Marlena, ahora con 22, está en la universidad estudiando para ser abogada, siempre ha sido muy lisa por la que es la primera de la clase, Owen siempre se burla de ella por empollona, aunque ambos saben que está orgulloso de ella.
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    Buenas, esto mas que pedido de rol o algo relacionado al tema es una presentación de mí.

    Roleo hace mucho tiempo ¿se podrí decir que tengo experiencia? no lo sé, hace más de un año que no roleo.

    Soy de la vieja escuela, pero no me cierro en aprender o en adaptarme a tú forma de rol, me gusta usar más de un personaje, no soy tanto de seguir una historia premeditada me gusta que se de a medida que avanza la historia. Hago todo tipo de genero, me adapto fácil.

    Hago roles +18 pero si no son de tu agrado no hay problema, no considero que es importante para el desarrollo de la trama.

    Aunque en mi perfil aparezca un personaje, no quiere decir que sea ese el que use, como dije, se usar más de uno y dependiendo del rol me gusta cambiar su aspecto, solo está porque es obligatorio.

    En fin, creo que es todo, si les interesa estoy disponible en su mayoría fines de semana, sepan tener paciencia si no contesto inmediatamente, hay una vida fuera de esto.

    Saludos cordiales.
    Buenas, esto mas que pedido de rol o algo relacionado al tema es una presentación de mí. Roleo hace mucho tiempo ¿se podrí decir que tengo experiencia? no lo sé, hace más de un año que no roleo. Soy de la vieja escuela, pero no me cierro en aprender o en adaptarme a tú forma de rol, me gusta usar más de un personaje, no soy tanto de seguir una historia premeditada me gusta que se de a medida que avanza la historia. Hago todo tipo de genero, me adapto fácil. Hago roles +18 pero si no son de tu agrado no hay problema, no considero que es importante para el desarrollo de la trama. Aunque en mi perfil aparezca un personaje, no quiere decir que sea ese el que use, como dije, se usar más de uno y dependiendo del rol me gusta cambiar su aspecto, solo está porque es obligatorio. En fin, creo que es todo, si les interesa estoy disponible en su mayoría fines de semana, sepan tener paciencia si no contesto inmediatamente, hay una vida fuera de esto. Saludos cordiales.
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  • ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ⸢ ᴛʜᴇ ʟᴀsᴛ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪsᴛ ⸥
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ◞ ❪❛ 1 ❫
    ㅤㅤㅤㅤa new little life for a grand hero . . . !

    ㅤㅤㅤEl Último Alquimista, El Relámpago Negro, El Mortuorio Renegado, títulos que algún día significaron algo, pero que, cuando los cielos se oscurecieron, presenciando el fin, se desvanecieron en un nuevo amanecer... El mundo dejó de pensar, dejó de reflexionar; solo enfrenta y deja pasar, y eso pasó con él. ¿Qué sucedía cuando un héroe salvaba el mundo?, ¿Qué pasaba después del ''vivió feliz para siempre''?, en su caso, ni lo uno, ni lo otro.

    ㅤㅤㅤTras saborear el amargo gusto del abandono por los que alguna vez consideró camaradas, todo lo que encontró Jeffrey en su ''destino'' fue una casa abandonada, vieja y destrozada, obtenida por ayudar a algún extraño que tenía problemas más graves de los que las autoridades podían solucionar, y allí se quedó, recostado con nada más que una mochila, algunas prendas y algunos caprichos que alguna vez tuvo, enfrentando al mundo por su propia cuenta a la avanzada edad de dieciséis años y medio. Durante aquella primera noche en la que sus pensamientos lo atormentaban con el recuerdo de su abuelo, palideciendo ante la muerte y desvaneciéndose en un último aliento, la mirada seria de Jeffrey buscaba algún consuelo entre aquellas viejas placas de madera que sostenían el techo, en donde veía pasar algunas cucarachas...
    ㅤㅤㅤ— Al menos tengo compañía.
    ㅤㅤㅤIntentó verlo de esa manera, para no sentirse tan solo.
    ㅤㅤㅤ— [...] Será mejor que intente dormir un poco, mañana debo...
    ㅤㅤㅤContempló un bostezo cuando se estiró lo suficiente en el frío suelo, tapándose con una vieja colcha polvorienta que estaba cerca del placar, uno de los pocos muebles, viejos y rotos pero que aún permanecían dentro de la casa abandonada.
    ㅤㅤㅤ— ...Inscribirme... a la escuela...
    ㅤㅤㅤSusurró una última vez, abrazándose a si mismo para conservar el calor ante un pequeño azote de viento que entró por la ventana...

    ㅤㅤㅤㅤㅤEn el pueblo de Duskwood, en el condado de Fisher's Lagoon, se habla acerca de un muchacho particular... Nunca se le ve salir de esa vieja casa abandonada; que cuentan las leyendas locales, le perteneció a una familia indígena que fue brutalmente asesinada en el siglo 19, y que sus espíritus, aún moran atormentando a quiénes se atreven a asomarse.
    Pero él no le teme a los espíritus; ya no le teme a los muertos, porque alguna vez fue uno...

    Y cuando el sol se asomó por la ventana.

    La llama azul del Último Alquimista volvió a brillar.
    ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ⸢ ᴛʜᴇ ʟᴀsᴛ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪsᴛ ⸥ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ◞ ❪❛ 1 ❫ ㅤㅤㅤㅤa new little life for a grand hero . . . ! ㅤㅤㅤEl Último Alquimista, El Relámpago Negro, El Mortuorio Renegado, títulos que algún día significaron algo, pero que, cuando los cielos se oscurecieron, presenciando el fin, se desvanecieron en un nuevo amanecer... El mundo dejó de pensar, dejó de reflexionar; solo enfrenta y deja pasar, y eso pasó con él. ¿Qué sucedía cuando un héroe salvaba el mundo?, ¿Qué pasaba después del ''vivió feliz para siempre''?, en su caso, ni lo uno, ni lo otro. ㅤㅤㅤTras saborear el amargo gusto del abandono por los que alguna vez consideró camaradas, todo lo que encontró Jeffrey en su ''destino'' fue una casa abandonada, vieja y destrozada, obtenida por ayudar a algún extraño que tenía problemas más graves de los que las autoridades podían solucionar, y allí se quedó, recostado con nada más que una mochila, algunas prendas y algunos caprichos que alguna vez tuvo, enfrentando al mundo por su propia cuenta a la avanzada edad de dieciséis años y medio. Durante aquella primera noche en la que sus pensamientos lo atormentaban con el recuerdo de su abuelo, palideciendo ante la muerte y desvaneciéndose en un último aliento, la mirada seria de Jeffrey buscaba algún consuelo entre aquellas viejas placas de madera que sostenían el techo, en donde veía pasar algunas cucarachas... ㅤㅤㅤ— Al menos tengo compañía. ㅤㅤㅤIntentó verlo de esa manera, para no sentirse tan solo. ㅤㅤㅤ— [...] Será mejor que intente dormir un poco, mañana debo... ㅤㅤㅤContempló un bostezo cuando se estiró lo suficiente en el frío suelo, tapándose con una vieja colcha polvorienta que estaba cerca del placar, uno de los pocos muebles, viejos y rotos pero que aún permanecían dentro de la casa abandonada. ㅤㅤㅤ— ...Inscribirme... a la escuela... ㅤㅤㅤSusurró una última vez, abrazándose a si mismo para conservar el calor ante un pequeño azote de viento que entró por la ventana... ㅤㅤㅤㅤㅤEn el pueblo de Duskwood, en el condado de Fisher's Lagoon, se habla acerca de un muchacho particular... Nunca se le ve salir de esa vieja casa abandonada; que cuentan las leyendas locales, le perteneció a una familia indígena que fue brutalmente asesinada en el siglo 19, y que sus espíritus, aún moran atormentando a quiénes se atreven a asomarse. Pero él no le teme a los espíritus; ya no le teme a los muertos, porque alguna vez fue uno... Y cuando el sol se asomó por la ventana. La llama azul del Último Alquimista volvió a brillar.
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  • -estaba mirando la foto de cuando tenia catorce años, riendo levemente-

    Ay.....porque debias cambiar mamá

    -recordaba que mi madre, acepto entre risas, cuando le dije que me queria perforar, y me cortaba mi cabello, ella siempre me apoyaba en mis locuras, mas grandes y no le importaba como me veia, siempre me apoyo, incluso cuando tuve la culpa en una pelea en la escuela, mama se paro firme en que yo era inocente-

    Pero ya.....esto es pasado

    -baje el pequeño porta retrato, dejandolo en la mesita en la entrada, de la casa mia y de mi novio donde tenia mas fotos, con mi hermano, padre y madre, y tambien con mi tio y su pareja-

    Ahh....otro dia de trabajo
    -estaba mirando la foto de cuando tenia catorce años, riendo levemente- Ay.....porque debias cambiar mamá -recordaba que mi madre, acepto entre risas, cuando le dije que me queria perforar, y me cortaba mi cabello, ella siempre me apoyaba en mis locuras, mas grandes y no le importaba como me veia, siempre me apoyo, incluso cuando tuve la culpa en una pelea en la escuela, mama se paro firme en que yo era inocente- Pero ya.....esto es pasado -baje el pequeño porta retrato, dejandolo en la mesita en la entrada, de la casa mia y de mi novio donde tenia mas fotos, con mi hermano, padre y madre, y tambien con mi tio y su pareja- Ahh....otro dia de trabajo
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  • Me uní a la Infantería Móvil... Porque tengo cosas que proteger.

    *Unos reporteros habían visitado la Escuela Básica de Reclutas de la Infantería Móvil a fin de hacer un sondeo para conocer el ambiente cotidiano entre los enlistados. La pregunta era ¿Qué fue lo que te convenció de unirte? y después de la comida Elios se disponía a ir al entrenamiento. Se había colocado la armadura para hacer ejercicios de simulación en batalla, ya que quería seguir practicando con las armas.
    Entonces fue abordado por esos reporteros y hablaba con aire serio.*

    -En la clase de filosofía y ciencia moral este tipo de temas son muy frecuentes, y en más de una ocasión me he hecho esa misma pregunta. Lo he pensado mucho, y esa es la conclusión a la que he llegado. Sé que muchas veces mi vida está y estará en riesgo, pero al ver... Las cosas que he visto, imagino que soy una especie de escudo entre el hogar amado y esos peligros que hay ahí afuera...

    *Dijo señalando el cielo.*
    Me uní a la Infantería Móvil... Porque tengo cosas que proteger. *Unos reporteros habían visitado la Escuela Básica de Reclutas de la Infantería Móvil a fin de hacer un sondeo para conocer el ambiente cotidiano entre los enlistados. La pregunta era ¿Qué fue lo que te convenció de unirte? y después de la comida Elios se disponía a ir al entrenamiento. Se había colocado la armadura para hacer ejercicios de simulación en batalla, ya que quería seguir practicando con las armas. Entonces fue abordado por esos reporteros y hablaba con aire serio.* -En la clase de filosofía y ciencia moral este tipo de temas son muy frecuentes, y en más de una ocasión me he hecho esa misma pregunta. Lo he pensado mucho, y esa es la conclusión a la que he llegado. Sé que muchas veces mi vida está y estará en riesgo, pero al ver... Las cosas que he visto, imagino que soy una especie de escudo entre el hogar amado y esos peligros que hay ahí afuera... *Dijo señalando el cielo.*
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  • - Perdón, presioné a Sei para que me dijera donde estabas... ¿Podemos hablar?

    Había llegado al lugar donde se encontraba su esposo, hacía días que no se veían y aprovechó el horario en el que los niños debían estar en la escuela.

    Hee Seung
    - Perdón, presioné a Sei para que me dijera donde estabas... ¿Podemos hablar? Había llegado al lugar donde se encontraba su esposo, hacía días que no se veían y aprovechó el horario en el que los niños debían estar en la escuela. [storm_indigo_lizard_345]
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