• ¡Hoy es un día especial en FicRol!
    No uno, ni dos... ¡sino DOS (?) personajes están de cumpleaños hoy!
    Así que toca llenar el día de felicitaciones, buen rollo y mucho cariño para:

    Abraxas Lestrange
    Chase Miller

    ¡Esperamos que todos reciban muchas escenas bonitas, abrazos en off y alguna que otra sorpresa!
    ¿Y tú? ¿Vas a felicitarles o a llevarles una trama de regalo?
    📅✨ ¡Hoy es un día especial en FicRol! ✨📅 No uno, ni dos... ¡sino DOS (?) personajes están de cumpleaños hoy! 🎉 Así que toca llenar el día de felicitaciones, buen rollo y mucho cariño para: 🎂 [occlumency] 🎂 [spark_purple_tiger_375] ¡Esperamos que todos reciban muchas escenas bonitas, abrazos en off y alguna que otra sorpresa! 🎁 ¿Y tú? ¿Vas a felicitarles o a llevarles una trama de regalo?
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  • Aquellos por quienes suenan las campanas el tiempo sigue marchando...

    *Shinn había hecho una visita apresurada al cementerio cuando el atardecer terminaba, para presentar sus respetos a todos aquellos que contribuyeron con sus vidas por obtener la libertad... Para así honrar su memoria.*
    Aquellos por quienes suenan las campanas el tiempo sigue marchando... *Shinn había hecho una visita apresurada al cementerio cuando el atardecer terminaba, para presentar sus respetos a todos aquellos que contribuyeron con sus vidas por obtener la libertad... Para así honrar su memoria.*
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  • Oye, gracias por venir a beber conmigo.
    Significa mucho para mí que quisieras venir... ¿Por qué son dos de ustedes?

    — El oficial ha estado bebiendo en su momento de relajación, está feliz de compartir un momento en la mesa con el/la lector/a mientras le cuenta su día y escucha cuando no está hablando —.
    Oye, gracias por venir a beber conmigo. Significa mucho para mí que quisieras venir... ¿Por qué son dos de ustedes? — El oficial ha estado bebiendo en su momento de relajación, está feliz de compartir un momento en la mesa con el/la lector/a mientras le cuenta su día y escucha cuando no está hablando —.
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  • —Mark irrumpio en el Pentagono para hacerlo pedazos y destruir toda su tecnología,en los pisos inferiores tuvo la suerte de encontrarse con varios comandantes y al presidente estadounidense—

    —Bueno,bueno,bueno...llevaba dias buscándolos y no aparecian pequeñas cucarahitas..

    —Mark tomo del cuello al general del ejercito por el cuello—

    —Hicieron un club de la casa del arbol y no me invitaron a mi pero si invitan a esa copia barata de Inmortal,que malos amigos...

    —Mark con una sonrisa burlona rompio el cuello del general y lanzo su cadaver contra la pared,haciendo que se convierta en una mancha de carne y sangre—

    —Y en cuanto a los demas,les dare la oportunidad de esconderse...

    —El presidente,los soldados,operadores y científicos se vieron entre todos mientras el miedo recorria la sala—

    —¿¡QUE ESPERAN?!,¡CORRAN,LARGUENSE!


    —El caos rompio el silencio e inmediatamente todos salieron corriendo por doquier,mientras el tenia una sonrisa de satisfacción por los gritos—

    —"¡Corre Forest,Corre!"
    —Mark irrumpio en el Pentagono para hacerlo pedazos y destruir toda su tecnología,en los pisos inferiores tuvo la suerte de encontrarse con varios comandantes y al presidente estadounidense— —Bueno,bueno,bueno...llevaba dias buscándolos y no aparecian pequeñas cucarahitas.. —Mark tomo del cuello al general del ejercito por el cuello— —Hicieron un club de la casa del arbol y no me invitaron a mi pero si invitan a esa copia barata de Inmortal,que malos amigos... —Mark con una sonrisa burlona rompio el cuello del general y lanzo su cadaver contra la pared,haciendo que se convierta en una mancha de carne y sangre— —Y en cuanto a los demas,les dare la oportunidad de esconderse... —El presidente,los soldados,operadores y científicos se vieron entre todos mientras el miedo recorria la sala— —¿¡QUE ESPERAN?!,¡CORRAN,LARGUENSE! —El caos rompio el silencio e inmediatamente todos salieron corriendo por doquier,mientras el tenia una sonrisa de satisfacción por los gritos— —"¡Corre Forest,Corre!"
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  • -Terminando de Asear a mis crías una oleada de calor recorrió mi cuerpo mis piernas temblaban perdiendo el equilibrio termine por apoyarme en la cuna percatandome que mi celo había comenzado-

    (Pe pero porque ?? Acaso calculé mal estaba tomando elixir que contrarestaba mi celo porque empezó ?)

    -Cómo pude sali de la habitación de mis crías dirigiéndose a su laboratorio recordó que tenía elixir unas dos botellas en uno de sus cajones -
    -Terminando de Asear a mis crías una oleada de calor recorrió mi cuerpo mis piernas temblaban perdiendo el equilibrio termine por apoyarme en la cuna percatandome que mi celo había comenzado- (Pe pero porque ?? Acaso calculé mal estaba tomando elixir que contrarestaba mi celo porque empezó ?) -Cómo pude sali de la habitación de mis crías dirigiéndose a su laboratorio recordó que tenía elixir unas dos botellas en uno de sus cajones -
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  • Esto es lo que soy....!

    -se pone a cantar mientras mira los recuerdos de su palacio ,destruye varios recuerdos de cosas de su propio padre , recuerdos que para el solo fueron cosas falsas -

    https://music.youtube.com/watch?v=zaspFrh44oE&si=gbR3_9r3LUfMqHNH

    Esto es lo que soy....! -se pone a cantar mientras mira los recuerdos de su palacio ,destruye varios recuerdos de cosas de su propio padre , recuerdos que para el solo fueron cosas falsas - https://music.youtube.com/watch?v=zaspFrh44oE&si=gbR3_9r3LUfMqHNH
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  • Alaska detiene el movimiento de su mano sobre el mostrador. El sudor de un cliente había dejado una mancha circular en la fórmica. Ella lo limpia con un paño seco, pero su mirada está en el monitor que muestra la grabación en tiempo real de las cámaras de seguridad.

    La pantalla que muestra la entrada trasera de la tienda, es negra.
    No estática.
    No borrosa.
    Negra

    El aire se espesa. No en la tienda. En sus pulmones.
    Una presión familiar se aprieta alrededor de su pecho.

    — No —susurra, y su propia voz suena lejana, como si viniera de otra boca.

    Sus dedos se cierran alrededor del borde del mostrador hasta que los nudillos palidecen. El tictac del reloj de pared se amplifica y se mezcla con el latido acelerado de su sangre en los oídos. ¿O son pasos? ¿Pasos amortiguados en el callejón?

    «¿Problemas, pequeña urraca?», la voz de su padre susurra desde el rincón más oscuro de su mente, fría y burlona. «Un error siempre es una oportunidad para aprender. . . o para ser atrapado»

    Parpadea, con fuerza.
    No está allí. Él no está allí.

    Se obliga a soltar el mostrador.
    Su cuerpo se mueve por pura memoria muscular.
    Abre el cajón de las llaves. Encuentra la linterna.
    Su respiración es superficial, un ritmo que no controla.

    Camina hacia la puerta trasera de la tienda. La linterna vibra en su mano. ¿O es su mano la que tiembla?

    — Solo es un fallo técnico —murmura para si. Una afirmación. No un consuelo— Un cable suelto. Un fusible quemado.

    Pero la otra parte de su cerebro, la que vive en el pasado, grita que los fallos técnicos no huelen al Brut Fabergé que él siempre llevaba.

    Extiende la mano. La cerradura está fría bajo sus dedos. Gira la cerradura. Empuja la puerta trasera. El callejón está ahí. Solo. Silencioso.

    No hay pasos, no hay perfume, no hay nadie. Solo bolsas de basura apiladas contra la pared, un charco que refleja la luz de la tienda y el zumbido lejano de un transformador eléctrico.

    — No hay nadie —dice con voz plana, como si al decirlo pudiera convencer a su sistema nervioso de que se detenga.

    La linterna tiembla en su mano.
    O su mano tiembla en la linterna.
    Ya no importa.

    Cierra la puerta. La tranca. Vuelve al mostrador.

    En su libreta, escribe:
    "Nota 1: confirmar ausencia no es igual a sentir seguridad.
    Nota 2: Llamar al técnico para que venga a reparar la camara de seguridad mañana"
    Alaska detiene el movimiento de su mano sobre el mostrador. El sudor de un cliente había dejado una mancha circular en la fórmica. Ella lo limpia con un paño seco, pero su mirada está en el monitor que muestra la grabación en tiempo real de las cámaras de seguridad. La pantalla que muestra la entrada trasera de la tienda, es negra. No estática. No borrosa. Negra El aire se espesa. No en la tienda. En sus pulmones. Una presión familiar se aprieta alrededor de su pecho. — No —susurra, y su propia voz suena lejana, como si viniera de otra boca. Sus dedos se cierran alrededor del borde del mostrador hasta que los nudillos palidecen. El tictac del reloj de pared se amplifica y se mezcla con el latido acelerado de su sangre en los oídos. ¿O son pasos? ¿Pasos amortiguados en el callejón? «¿Problemas, pequeña urraca?», la voz de su padre susurra desde el rincón más oscuro de su mente, fría y burlona. «Un error siempre es una oportunidad para aprender. . . o para ser atrapado» Parpadea, con fuerza. No está allí. Él no está allí. Se obliga a soltar el mostrador. Su cuerpo se mueve por pura memoria muscular. Abre el cajón de las llaves. Encuentra la linterna. Su respiración es superficial, un ritmo que no controla. Camina hacia la puerta trasera de la tienda. La linterna vibra en su mano. ¿O es su mano la que tiembla? — Solo es un fallo técnico —murmura para si. Una afirmación. No un consuelo— Un cable suelto. Un fusible quemado. Pero la otra parte de su cerebro, la que vive en el pasado, grita que los fallos técnicos no huelen al Brut Fabergé que él siempre llevaba. Extiende la mano. La cerradura está fría bajo sus dedos. Gira la cerradura. Empuja la puerta trasera. El callejón está ahí. Solo. Silencioso. No hay pasos, no hay perfume, no hay nadie. Solo bolsas de basura apiladas contra la pared, un charco que refleja la luz de la tienda y el zumbido lejano de un transformador eléctrico. — No hay nadie —dice con voz plana, como si al decirlo pudiera convencer a su sistema nervioso de que se detenga. La linterna tiembla en su mano. O su mano tiembla en la linterna. Ya no importa. Cierra la puerta. La tranca. Vuelve al mostrador. En su libreta, escribe: "Nota 1: confirmar ausencia no es igual a sentir seguridad. Nota 2: Llamar al técnico para que venga a reparar la camara de seguridad mañana"
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  • Para todos los que dicen que soy una maldita zorra...
    .
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    .
    Tienen razón ~
    Para todos los que dicen que soy una maldita zorra... . . . . . . . Tienen razón ~
    Me enjaja
    Me endiabla
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  • Siempre me pregunté...a cuál de mis dos hermanos me parezco más?

    Hace un tiempo que no los veo, me preguntó si aún siguen siendo igual de impertinentes.
    Siempre me pregunté...a cuál de mis dos hermanos me parezco más? Hace un tiempo que no los veo, me preguntó si aún siguen siendo igual de impertinentes.
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  • Una taza de café tras otra, tres bloques de libros y un montón de papeles apilados de manera desordenada.

    Demonologia, Latín, Historia y alguno que otro libro sobre teoría mágica arrancados de manos del gran brujo de Brooklyn quien solo pidió mas de una vez que no lo perdiera. No había muchos lugares para perderlo, ella misma no había visto la luz del sol en varios días de aislamiento dentro del instituto, no por que no tuvieran ventanas, era mas bien que se recluyo en su habitación con ventanas cerradas y sin contacto con el exterior. Tenia tanto en mente que no podía salir a ver a su madre preocupada tras la puerta, responder las llamadas de sus amigos preocupados, de no ser por la comida dejada tras la puerta hacia dias que se habria desmayado sobre todos los libros y papeles que apenas y encontraba sitio para pisar sin llevarse los papeles entre los pies.

    - ... Y con todo eso, quisas sea capaz de cruzar y llevarse a otros consigo a los limites entre dos lugares...

    Miro con entendimiento el dibujo entre sus manos, una sobra humana detenida en el tiempo y aun así se podía sentir la mirada penetrante proveniente de la oscuridad de su ser y en la parte baja, su runa para abrir portales.

    -... Desde las sombras... los nefilim se alzaran y los humanos dejaran de existir... y el fin de todo llegara.

    Recordó a Valentine, Sebastian y tras ellos, un mundo consumido por algo que no debería existir, un panorama con Edom adornando el paisaje con los cuerpos de todos los que alguna vez conocio, con ella consumida por la perdida.
    Una taza de café tras otra, tres bloques de libros y un montón de papeles apilados de manera desordenada. Demonologia, Latín, Historia y alguno que otro libro sobre teoría mágica arrancados de manos del gran brujo de Brooklyn quien solo pidió mas de una vez que no lo perdiera. No había muchos lugares para perderlo, ella misma no había visto la luz del sol en varios días de aislamiento dentro del instituto, no por que no tuvieran ventanas, era mas bien que se recluyo en su habitación con ventanas cerradas y sin contacto con el exterior. Tenia tanto en mente que no podía salir a ver a su madre preocupada tras la puerta, responder las llamadas de sus amigos preocupados, de no ser por la comida dejada tras la puerta hacia dias que se habria desmayado sobre todos los libros y papeles que apenas y encontraba sitio para pisar sin llevarse los papeles entre los pies. - ... Y con todo eso, quisas sea capaz de cruzar y llevarse a otros consigo a los limites entre dos lugares... Miro con entendimiento el dibujo entre sus manos, una sobra humana detenida en el tiempo y aun así se podía sentir la mirada penetrante proveniente de la oscuridad de su ser y en la parte baja, su runa para abrir portales. -... Desde las sombras... los nefilim se alzaran y los humanos dejaran de existir... y el fin de todo llegara. Recordó a Valentine, Sebastian y tras ellos, un mundo consumido por algo que no debería existir, un panorama con Edom adornando el paisaje con los cuerpos de todos los que alguna vez conocio, con ella consumida por la perdida.
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